Guárdense de las malas asociaciones
“No se extravíen. Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.”—1 Cor. 15:33.
1. ¿Dónde, además de las reuniones de congregación, deben estar en armonía con la Palabra de Dios el modo de pensar y la conducta del cristiano?
POR la información que contiene la Palabra de Jehová Dios y por la experiencia, los cristianos aprecian cuán vital es el que se reúnan como congregación. También comprenden por estudiar las Escrituras que el ser cristiano requiere más que solo el asociarse en un lugar de adoración una, dos o tres veces a la semana, como lo están haciendo miembros de las organizaciones religiosas falsas babilónicas, mientras que en otras ocasiones a través de la semana se olvidan de Dios y dicen y hacen como les place, sea que esto esté en armonía con la Palabra de Dios o no. El modo de pensar y la conducta del cristiano siempre tienen que estar en armonía con la Palabra de Dios, sea en asociación de congregación, en la casa con los miembros de la familia de uno, en lugares de trabajo seglar o durante las reuniones con los cristianos para períodos de esparcimiento.
2. ¿Pueden hallar tiempo los cristianos en su vida ocupada para períodos de esparcimiento, y por qué contesta usted así?
2 No todo el tiempo del cristiano se emplea en reuniones de congregación ni en el ministerio del campo predicando las buenas nuevas del reino de Dios. Si fuésemos a sumar las horas que se emplean en trabajar, dormir, comer y asistir a reuniones educativas bíblicas, junto con la predicación, quedarían aproximadamente cien horas cada mes en las cuales atender a los intereses cotidianos, leyendo, escribiendo, hablando y para disfrutar de períodos de diversión y esparcimiento.
3. (a) ¿Qué le sucede a la mente y al cuerpo en un estado de esparcimiento que debe hacernos selectivos al escoger asociados? (b) ¿Cómo podemos discernir si nuestros asociados son de la clase correcta?
3 Es durante estos períodos de esparcimiento que el cristiano tiene que ser selectivo y prestar atención a la exhortación de escoger, sabiamente, a aquellos con quienes se asocia. En una condición o estado de esparcimiento, hay un aflojamiento de la mente y cuerpo de la tensión y tirantez de los problemas y responsabilidades, una tendencia a adherirse menos estricta o severamente a las reglas de la disciplina. Se concede que un cambio del paso que llevamos es bueno y que muchos dan crédito al pensamiento de que todo trabajo y nada de juego no es bueno para uno, sin embargo, sería mejor que uno pasara todo su tiempo desempeñando buenas obras que asegurarían la vida eterna que pasar algún tiempo jugando con los que, de cualquier manera, ponen en peligro la oportunidad de vivir en el justo nuevo orden de Jehová. Si, durante o al fin del tiempo empleado con otros, no nos sentimos espiritualmente edificados y fortalecidos, estimulados a mayor celo y fidelidad hacia el servicio de Jehová, y no apreciamos la benevolencia y bondad amorosa de Jehová Dios para con nosotros, entonces nos hemos estado asociando con la clase incorrecta de personas. Recuerde la advertencia de Jehová: “No se extravíen. Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.” (1 Cor. 15:33) De la misma manera que una rebanada de pan mohoso puede echar a perder una rebanada de pan fresco, haciendo que se enmohezca más aprisa mediante el contacto, así podemos ser afectados al ponernos en contacto con las malas asociaciones.
OTROS INFLUYEN EN PENSAMIENTOS, HABLA Y ACCIONES
4. ¿Qué efecto tendrán sobre nosotros nuestros asociados, como expresó Salomón?
4 A menudo se ha dicho que se puede discernir la clase de persona que uno es por la compañía que cultiva, o, expresado de otra manera: “Dime con quién andas y te diré quién eres.” El sabio rey Salomón mostró cómo nuestros asociados pueden ejercer una poderosa influencia sobre nosotros cuando dijo: “El que esté andando con personas sabias se hará sabio, pero al que esté teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Pro. 13:20) Por eso, por medio de nuestros asociados, nuestros pensamientos pueden ser afectados de modo que sean buenos o malos, nuestra habla edificante o desmoralizadora y nuestras acciones provechosas o destructivas. Esto se determina, a un grado considerable, por la compañía que cultivemos.
5. (a) ¿Por qué no es posible evitar a los “estúpidos,” y hay verdadero peligro en esta asociación necesaria? (b) ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con éstos, y cuándo los evitaríamos?
5 Los amigos que edifican no se hallan tan fácilmente como las personas desmoralizadoras, porque estamos viviendo en un mundo que no está dedicado a la justicia. Esto se comprende, en vista de lo que escribió el apóstol Juan: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) Por eso, mientras estén en el trabajo, en la escuela o atendiendo a los asuntos del vivir cotidiano, los cristianos no pueden eludir el asociarse y ponerse en comunicación con la clase de personas que Salomón llama “estúpidos.” Jesús ciertamente reconoció a lo que se enfrentarían los cristianos, porque en oración dijo a su Padre celestial: “Yo te solicito, no que los saques del mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo. Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.” (Juan 17:15, 16) Esta asociación necesaria no es de verdadero peligro para los cristianos, porque podemos efectuar nuestro trabajo seglar, estudiar y aprender en la escuela, comprar alimento, ropa y otros artículos de primera necesidad en las tiendas y lugares de comercio y no obstante no tener que pensar y obrar como la mayoría de la gente sin Dios del mundo en que vivimos. Cristo Jesús probó la verdad de esto y actualmente más de un millón de testigos cristianos están verificándolo. Sin embargo, cuando buscamos la compañía de personas fuera de la congregación cristiana para recreación y esparcimiento, hay peligro. ¿Por qué buscar voluntaria y anuentemente la asociación de aquellos cuyos pensamientos y acciones se oponen diametralmente a los del cristiano dedicado? Esto no quiere decir que el cristiano no podría o no debería ser amigable, bondadoso y servicial para con todos, siempre que se presente la oportunidad. Pablo dijo a los cristianos de su día: “Mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos.” (Gál. 6:10) Sin embargo, sí quiere decir que el cristiano no pasaría tiempo con personas no inclinadas a lo espiritual después de las horas de trabajo o de la escuela para placer y diversión.
6. ¿Qué preguntas podríamos hacer que nos ayudarían a escoger buenos asociados?
6 La sabiduría de que los cristianos se asocien con las personas correctas puede discernirse haciendo unas cuantas preguntas sencillas. ¿Le importaría a usted si sus mejores amigos fueran personas como Ananías y Safira que amaban el dinero? o ¿fueran fieles como Aquila y Priscila? ¿Estaría usted más seguro paseando por los campos con el justo Abel o con su hermano Caín de mal genio? ¿Preferiría usted tener como amigo suyo a Judas Iscariote o al amado apóstol Juan? ¿Dónde se beneficiaría usted más espiritualmente—en el palacio de Herodes viendo bailar a Salomé o disfrutando de una velada agradable en la casa de Lázaro, Marta y María? “No se extravíen”; sus asociados sí afectan su vida.
7, 8. (a) El deseo de ser aceptado puede conducir a ¿qué, y por qué? (b) ¿Qué práctica entre estudiantes sería evitada por los cristianos? Y, ¿por qué?
7 Cuando se está en compañía de un grupo de personas, sean jóvenes o ancianos, es un deseo natural el querer ser aceptado como uno del grupo. Las personas jóvenes son particularmente sensibles a este respecto, ya que temen el ser diferentes de sus compañeros. Este deseo de ser aceptado puede conducir a dificultad cuando los asociados de una persona son personas que no aman a Dios, personas cuyos pensamientos y acciones no tienen restricción porque no respetan la Palabra de Dios como guía para la conducta apropiada.
8 Es una práctica popular entre los estudiantes hoy día el pasar por alto clases o no ir a la escuela en absoluto y reunirse en el hogar de uno de sus condiscípulos cuyos padres están trabajando, donde participan de conducta relajada y, muchas veces, inmoral. Un cristiano joven no debe seguir esta práctica. No solo es incorrecto que haga novillos, sino que también es incorrecto que se asocie con los que lo hacen. Tal derrotero es falto de honradez y engañoso para los padres y desagradable para Jehová. A causa de los deseos y debilidades carnales, algunos han sido tentados a hacer lo que saben que es malo. Pablo habló de tales personas que están llenas de iniquidad y engaño y que son desobedientes a sus padres, cuando dijo: “Aunque conocen éstos muy bien el justo decreto de Dios, que los que practican tales cosas son merecedores de muerte, no solo siguen haciéndolas, sino que también aprueban a los que las practican.”—Rom. 1:32.
9. (a) ¿Qué mandatos bíblicos hay contra el que los cristianos jóvenes tengan compañerismo social con sus condiscípulos mundanos? (b) ¿Cuál fue la razón para no permitir que los jóvenes israelitas se casaran con los no israelitas?
9 Los cristianos jóvenes que están en la escuela y quieren ir a bailes o fiestas con sus condiscípulos, que no están dedicados a Jehová, quizás digan a sus padres: “¿Qué daño o peligro podría haber en ir a un baile, cine o fiesta con uno o un grupo de condiscípulos?” Siempre es peligroso y perjudicial el que una persona haga caso omiso del mandamiento de Jehová: “Sálganse de entre ellos, y sepárense.” (2 Cor. 6:17) ¿No fue para salvaguardar la espiritualidad de los hijos que Jehová mandó a los israelitas a que no se asociaran con los paganos? “No debes formar ninguna alianza matrimonial con ellos. No debes dar tu hija a su hijo, ni debes tomar su hija para tu hijo. Porque él apartará a tu hijo de seguirme, y ellos ciertamente servirán a otros dioses.” (Deu. 7:3, 4) Contesta esta pregunta: “¿Qué consorcio tienen la justicia y el desafuero?”—2 Cor. 6:14.
10. ¿En qué prácticas no cristianas participan jóvenes mundanos?
10 Los peligros y daños que podrían venirles a los jóvenes cristianos no terminan cuando termina la fiesta o el baile. En muchos casos aumentan, porque, en vez de regresar a casa, hay el deseo de más emoción y diversión. Este deseo hace accesibles muchos peligros y situaciones perjudiciales. El estacionar automóviles en lugares oscuros y retirados, lo cual conduce a jugar con la inmoralidad sexual; el visitar tabernas donde, bajo la influencia de bebidas alcohólicas, la facultad para pensar es menoscabada, haciendo que una persona diga y haga cosas que no haría de otra manera; el pasar parte de la noche o toda la noche en un motel u hotel con el propósito de cometer actos inmorales, y éstas son solo unas cuantas. Estas son las prácticas entre los jóvenes del mundo en la actualidad. Esta es la manera en que piensan y obran. Esto es lo que creen que es popular y de buen tono. Ciertamente el participar de tal injusticia y desafuero solo podría resultar en daño y congoja tanto para los hijos como para los padres cristianos, y debe evitarse.
11. ¿Por qué los cristianos deben evitar las actividades sociales en conexión con el trabajo seglar, como se muestra por la experiencia de uno?
11 A estas mismas situaciones y a muchas otras con sus consecuencias peligrosas se enfrentan diariamente los hombres y las mujeres cristianos de mayor edad. En conexión con su empleo seglar, hay ligas de boliche, equipos de natación, fiestas de la oficina y cosas semejantes, que colocarían a una persona en compañía de malos asociados. Estas podrían ser ocasiones emocionantes, deleitables y de esparcimiento, sin duda, pero también peligrosas para mantener integridad cristiana, como muestra la siguiente experiencia real de un joven oficinista cristiano: Se llenó una solicitud y ésta fue aceptada por la Sociedad para el servicio de precursor de vacaciones que comenzaría el siguiente mes, pero el gozo y la bendición de este maravilloso privilegio de servicio jamás se realizaron. La asignación fue devuelta a la Sociedad con una confesión de que se había cometido fornicación con una compañera de trabajo antes de la fecha señalada para comenzar el servicio de precursor. Aunque las condiciones disciplinarias de la prueba aplicadas solo fueron temporales, la cicatriz que quedó en el corazón y mente del ofensor es más permanente. Tanto que perder a modo de bendiciones y beneficios espirituales por tan poca ganancia, a modo de placer y disfrute egoístas, sensuales. Todo fue el resultado de no prestar atención a la advertencia divina de que “las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.”
12. ¿Qué efecto tuvieron las malas asociaciones en Salomón, y con qué resultados?
12 No debemos engañarnos a pensar que podemos hacer caso omiso de los requisitos justos de Jehová o quebrantarlos y no sufrir las consecuencias predichas. ¿Somos algunos de nosotros, jóvenes o ancianos, tan sabios como el rey Salomón? No obstante, mire lo que le sucedió cuando comenzó a asociarse con mujeres paganas y casarse con ellas. Lo apartaron de la adoración verdadera. El grado del poder persuasivo de ellas se expresa en estas palabras: “Sucedió en el tiempo cuando Salomón envejeció que sus mismas esposas habían inclinado su corazón a seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para con Jehová su Dios como el corazón de David su padre. Y Salomón empezó a ir en pos de Astoret la diosa de los sidonios y en pos de Milcom la cosa repugnante de los amonitas.” (1 Rey. 11:4, 5) Lo que sintió Jehová para con Salomón se expresa con estas palabras: “Por razón de que esto ha sucedido contigo y no has guardado mi pacto y mis estatutos que te impuse en mandamiento, sin falta rasgaré el reino de ti, y ciertamente se lo daré a tu siervo.” (1 Rey. 11:11) También perderemos el favor y bendición de Dios si nos colocamos en la misma posición y situación que Salomón, al permitir que las asociaciones incorrectas nos aparten de adorar a Jehová Dios con espíritu y con verdad.
ASOCIACIÓN EDIFICANTE PARA ESPARCIMIENTO
13. (a) ¿Solo con quiénes deben ser las ocasiones de esparcimiento? (b) ¿Cómo sirve la visita de Jesús con Marta y María como modelo para la asociación cristiana?
13 Es verdad, necesitamos períodos de esparcimiento, pero éstos tienen que ser con nuestros hermanos cristianos para tener la aprobación de Jehová, y aun entonces hay reglas y principios bíblicos que tienen que gobernar nuestra conducta. Si estamos disfrutando de una velada con otros cristianos, debemos seguir el ejemplo de Cristo Jesús, cuando visitó a Marta y María en su casa. ¿Se pasó su visita en habla necia y ociosa, mientras se participaba de alimento y bebida? Escuche una porción del registro de su visita: “Ahora bien, mientras seguían su camino, entró él en cierta aldea. Aquí cierta mujer, de nombre Marta, lo recibió en la casa como huésped. Esta también tenía una hermana llamada María, quien, sin embargo, se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra. Marta, por otra parte, estaba distraída atendiendo a muchos quehaceres.” (Luc. 10:38-40) Hablando de su visita con las dos hermanas, Jesús dijo: “Por su parte, María escogió la buena porción, y no le será quitada.” (Luc. 10:42) María no estuvo preocupada en exceso con el trabajo o alimento, tampoco Jesús. Él usó la ocasión para hablar, y María usó el tiempo sabiamente para escuchar a aquel que podía ayudarle espiritualmente. Usando esto como ejemplo, los que son maduros deben estar alerta para edificar a sus hermanos cuando se reúnen, tomando la delantera en estimular consideración bíblica y contestar preguntas bíblicas.
14. ¿Qué principio bíblico sería bueno seguir cuando se invitan hermanos para una noche de esparcimiento, y por qué?
14 Es natural que nos guste estar con nuestros amigos allegados, pero podremos ayudar más en la congregación por medio de no asociarnos siempre con los mismos pocos preferidos vez tras vez. Jesús manifestó un principio que sería bueno recordar cuando nos reunimos con nuestros hermanos cristianos: “Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos. Quizás alguna vez ellos también te inviten a ti en cambio y esto llegue a ser tu pago correspondiente. Pero cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás feliz, porque ellos no tienen con qué pagártelo.” (Luc. 14:12-14) Es verdad, el estar en compañía de hermanos maduros nos beneficiará espiritualmente, pero al esforzarnos por asociarnos con los hermanos retraídos, nuevos o débiles, podremos estimularlos y fortalecerlos, aunque quizás no puedan darnos mucho en cambio. Debemos querer estar con ellos por la misma razón que Pablo estaba ansioso por visitar a los hermanos romanos, diciendo: “Porque anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que sean hechos firmes; o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.”—Rom. 1:11, 12.
MANTENGA EL ENTRETENIMIENTO EN NIVEL TEOCRÁTICO
15. (a) ¿De qué hay que guardarse en reuniones sociales de cristianos? (b) Si la conducta de una persona es ofensiva, ¿qué pudiéramos hacer en cuanto a ello?
15 No hay día de asueto cristiano de habla sana y conducta excelente. Por lo tanto, hay una necesidad constante de vigilar nuestra conducta y habla cuando estamos en asociación social con nuestros hermanos cristianos. No usaríamos la ocasión para decir cuentos o bromas vulgares, obscenos, sino que tendríamos cuidado, como amonestó el salmista: “Salvaguarda tu lengua de lo que es malo, y tus labios de hablar engaño.” (Sal. 34:13) Tampoco usaría alguien el ambiente amigable, de esparcimiento, para tomarse libertades con personas del sexo opuesto, con la pretensión de que un beso o abrazo dado solo fue fraternal. Si la conducta de una persona es ofensiva, sería un acto de amor fraternal el dirigirse a esa persona y decirle que su habla o acciones no fueron apreciadas y que no estuvieron en armonía con la conducta cristiana. Pablo declara: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor; y cesen de participar con ellos en las obras infructíferas que pertenecen a la oscuridad, sino, más bien, aun censúrenlas.” (Efe. 5:10, 11) Si el consejo bíblico no tiene los resultados deseados, entonces ciertamente no tenemos que asociarnos de manera social con esa persona.
16. ¿Para ocasiones de qué deben ser los períodos de esparcimiento, y quién ha de determinar el ritmo de la conversación en una reunión social informal cristiana?
16 Los cristianos se encargarán de ver que estos períodos de esparcimiento sean ocasiones de estímulo y ánimo espirituales. Muchas veces podemos vencer prejuicios, antipatías y actitudes introversas en tales períodos. Cuando estemos con nuestros hermanos, querremos mantener nuestro entretenimiento en un nivel teocrático, teniendo presente la exhortación de Pablo: “Por esto, sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.” (1 Cor. 10:31) Por eso, nuestro tiempo jamás debe gastarse en habla ociosa o inútil. Es responsabilidad del anfitrión determinar el ritmo de la conversación en la reunión cristiana. Los testigos de Jehová no son unilaterales; hay lugar para expresiones de buen humor y para alimento y bebida deleitables. Puede haber habla seria y conversación más ligera, pero jamás conducta vergonzosa, bromas obscenas o habla necia.—Pro. 10:14.
ESCOJA LAS ASOCIACIONES CORRECTAS
17, 18. ¿Cómo puede uno tener asociación con Jehová Dios y Cristo Jesús?
17 No debe ser necesario que el cristiano siempre esté en compañía de otros. Un rey dijo en una ocasión: “Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para cada asunto debajo de los cielos.” (Ecl. 3:1) De modo que es bueno apartar algo de tiempo para estar solo y buscar la asociación de Jehová Dios en estudio, meditación y oración, como Cristo Jesús lo hizo en ocasiones cuando estuvo en la Tierra.—Luc. 4:42; Mat. 14:13.
18 Aunque Cristo ya no está andando en la carne en la Tierra, como lo hizo hace más de 1.900 años, esto no significa que no podamos andar con él. El leer con regularidad de las Escrituras sus palabras de sabiduría nos pone en asociación estrecha con él. Al seguir el ejemplo de devoción piadosa que puso, podemos andar con él como seguidores. Pedro dijo: “De hecho, ustedes fueron llamados a este derrotero, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.”—1 Ped. 2:21.
19, 20. (a) ¿Qué excusa pueden usar algunos para tener ocasión de asociarse con los que están afuera de la verdad? (b) ¿Qué excelente ejemplo pusieron Noé y su familia en este respecto?
19 Quizás haya algunos cristianos, jóvenes y ancianos, que crean que los principios bíblicos sobre la asociación los restringen demasiado; por eso, como excusa para asociarse con personas no dedicadas o para casarse con ellas, dirán: “Nuestra congregación es tan pequeña que no hay muchachos ni muchachas con quienes pueda asociarme.” Otros dirán: “En nuestra congregación no hay nadie de mi edad con quien pueda casarse uno.” De modo que buscan asociarse fuera de la familia de la fe.
20 ¿Se dispersaron Noé y su familia entre la gente inicua porque eran las únicas familias en la verdad entonces? Debido a que su congregación era pequeña, limitada a ocho personas, quizás se hayan sentido restringidos en su asociación, pero, ¿cómo pudieran haber ensanchado su asociación incluyendo a personas de aquel mundo que no tenían nada en común con ellos? Hubiera sido peligroso para ellos tener asociación social con personas que preferían la iniquidad a la justicia. ¿No asemejó Jesús a la gente que no está en la verdad hoy en día con los que vivieron sobre la Tierra en el tiempo de Noé? “Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.”—Mat. 24:37-39.
21. ¿Qué hace tan valiosa la asociación social con nuestros hermanos?
21 Es mucho mejor el tener únicamente unos cuantos compañeros sociales que aman a Jehová que asociarse con muchos que quizás lo aparten a uno de Dios. Estén contentos con la compañía de sus hermanos cristianos, sea grande o pequeña en número, ricos o pobres, porque ustedes son una buena influencia unos sobre otros, haciendo de sus ocasiones de asociación una alabanza, honra y gloria a Jehová Dios, así como una bendición y protección para su bienestar eterno.