Un joven se descarría
1. (a) ¿Por qué usó Jesús frecuentemente ilustraciones? (b) ¿Cómo reveló Jesús la verdadera causa de la dificultad?
JESUS dio muchas ilustraciones, y esto nos hace preguntar por qué usó tan frecuentemente ese método de enseñar. Por lo general el propósito de una ilustración es hacer que una cosa se entienda fácilmente de manera impresionante. Pero puede haber excepciones a esta regla general, como es evidente en este caso. Los discípulos le preguntaron a Jesús: “¿Por qué es que les hablas usando ilustraciones?” Cuando leemos su respuesta, inmediatamente nos sorprendemos por su referencia a las mismísimas cosas que hemos estado recalcando, concerniente a la necesidad de recobrar uno el juicio y la importantísima actitud del corazón. El dijo a sus discípulos: “A ustedes se les concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, mas a aquéllos no se les concede.” Esta pudiera parecer una decisión arbitraria de parte de Jesús, pero él pasó a mostrar que la verdadera causa de la dificultad yacía en las personas mismas. Citando de la profecía de Isaías como cumpliéndose en su día, él dijo: “Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos han oído con molestia, y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni capten el sentido de ello con el corazón y se vuelvan, y yo los sane.”—Mat. 13:10, 11, 15, 34.
2. ¿Cómo sirvió el método de enseñanza de Jesús como prueba, con qué resultado?
2 ¡Ah, sí! La mayoría de la gente en el día de Jesús disfrutaba de escucharle como un maravilloso narrador de cuentos, como le parecía a ella. Pero no quería ser perturbada en su punto de vista de las cosas ni de su modo de vivir. No quería que el mensaje penetrara a ese grado. Por consiguiente cerró sus oídos y ojos mentales para no recobrar el juicio y tener que reconocer la necesidad de dirigir su corazón y sus pies en una dirección completamente diferente. Marcos dice que Jesús estuvo “cabalmente contristado por la insensibilidad de sus corazones.” (Mar. 3:5) Así el método de Jesús de enseñar con ilustraciones sirvió como una prueba ante la cual fallaron, con el resultado de que perdieron aun la información y las oportunidades que tuvieron. Como dijo Jesús: “Al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”—Mat. 13:12.
3. ¿Qué situación semejante prevalece hoy en día, y cuál es el derrotero sabio que ha de seguirse?
3 Lo mismo es cierto hoy en día, especialmente de la gente en la cristiandad. Tiene su religión y la iglesia de su selección, y muchos no tienen ninguna intención de cambiar ni de reconocer la necesidad de cambiar. Cuando un testigo de Jehová visita, tratando de dirigir su atención al mensaje de la Biblia para hoy, a lo más escuchan con disgusto. De hecho cierran los oídos y los ojos, y la puerta también. Han hecho su decisión. Es ¡No! a los testigos de Jehová, sin importar la manera de abordar que se use. Bueno, ése es su privilegio y su responsabilidad, pero no tiene que ser así. Como en el día de Jesús, también ahora, la decisión queda del individuo. Como en el día de Jesús, a petición de sus discípulos, se detuvo para explicar el significado de ciertas ilustraciones suyas. De modo que hoy, hacemos bien en pausar e investigar en cuanto al significado y aplicación presente de estos pasajes bíblicos. Sabemos que fueron ‘escritos para nuestra instrucción,’ especialmente ahora, cuando los “fines de los sistemas de cosas han llegado.”—Mat. 13:36; Rom. 15:4; 1 Cor. 10:11.
4. ¿Qué bosquejo se sigue en la ilustración del hijo pródigo?
4 La ilustración del hijo pródigo está llena de significado. Para tener el cuadro en la mente repasaremos brevemente el relato, el cual es de un hombre que tenía dos hijos. El más joven le pidió a su padre su parte de la propiedad. Esta le fue concedida, y el joven entonces tomó todas sus posesiones y se fue a un país lejano, donde malgastó todo lo que tenía en una vida disoluta. El hambre azotó al país, y en necesidad desesperada él consiguió un trabajo cuidando cerdos, pero ni siquiera se le permitía comer el forraje para éstos. En condición de necesidad extrema, recobró el juicio y decidió regresar a casa. Reconocería su derrotero pecaminoso y pediría que se le aceptara, no como hijo, sino como un siervo asalariado. Sin embargo, su padre, al ver a su hijo cuando todavía estaba lejos, corrió a encontrarlo y le dio una calurosa bienvenida. Rápidamente se le vistió con la mejor túnica, sandalias y un excelente anillo, a lo cual siguió un banquete con música y baile. Pero el hijo de mayor edad, al acercarse a la casa e informarse de lo que sucedía, se puso furioso y no quiso participar. Su padre le suplicó, pero él solo contestó con argumentos. El padre otra vez explicó su proceder de una manera sumamente bondadosa y suplicante. Allí termina el relato de manera abrupta, sin decir cuál fue la reacción final del hijo mayor.—Luc. 15:11-32.
5. ¿De qué manera se ve que esta ilustración es singular?
5 Hay ciertos aspectos que caracterizan a esta ilustración como singular. Es una de las más grandes que dio Jesús; permite un cuadro más detallado y una impresión más profunda. Pero el rasgo sobresaliente, que contribuye a una impresión más profunda, es la relación de familia implicada. Otras ilustraciones implicaron el uso de cosas inanimadas, como diferentes clases de semilla o tierra, o la relación entre un amo y sus esclavos. (Mat. 13:18-30; 25:14-30; Luc. 19:12-27) Pero aquí tenemos la relación estrecha e íntima entre un padre y sus hijos. Es verdad que a menudo sucede que el padre no cultiva tal relación amigable o confidencial con sus hijos, a quienes se educa de modo que lo teman y respeten, en vez de que lo amen de manera espontánea. Pero solo tenemos que leer esta ilustración para comprender cuán afectuosamente amaba este padre a sus dos muchachos, y libremente lo mostraba a cada uno de ellos, aunque inmerecidamente, como sucedió. El relato mismo hace un llamamiento afectuoso, como Jesús se propuso que lo hiciera, y por lo tanto esperamos con ansiosa expectación el considerar detalladamente su cumplimiento actual.
EL MARCO DE CIRCUNSTANCIAS DE LA ILUSTRACIÓN
6. ¿Qué circunstancias originaron esta ilustración y otras dos?
6 Primero, tenemos que considerar las circunstancias bajo las cuales se dio esta ilustración. El tiempo fue en la parte final del ministerio de Jesús, mientras se hallaba en camino a Jerusalén por la antepenúltima vez. (Luc. 13:22) Lo que inmediatamente originó la ilustración, también otras dos, se expresa claramente al principio del capítulo quince de Lucas: “Ahora bien, todos los recaudadores de impuestos y los pecadores seguían acercándose a él [Jesús] para oírle. Por consiguiente, tanto los fariseos como los escribas seguían murmurando, diciendo: ‘Este hombre recibe con gusto a pecadores y come con ellos.’” (Luc. 15:1, 2) Como resultado, Jesús dio tres ilustraciones, cada una hablando del recobro de lo que se había perdido, a saber, una oveja perdida, una moneda perdida y, lo más precioso de todo, un hijo joven que “estaba perdido pero ha sido hallado.” En cada caso, también, se da mucho énfasis al regocijo del dueño al lograrse el recobro.—Luc. 15:32.
7. ¿Cómo se contrastan el punto de vista y la actitud de Jesús con los de los caudillos religiosos?
7 Esta actitud murmuradora y quejosa por los caudillos religiosos y otros no fue nada nuevo. Se mostró desde el comienzo del ministerio de Juan el Bautista. Como Jesús les dijo, fueron los “recaudadores de impuestos y las rameras [pecadoras]” los que creyeron y respondieron al mensaje de Juan. Para los caudillos religiosos, tan justos a sus propios ojos, esta clase estaba en condición de perdida y era grandemente despreciada e indigna de consideración alguna. Sin embargo, a los ojos de Jesús los de esta clase, aunque descarriados y en condición de perdidos, mostraron buena disposición para escucharle y recobrar el juicio, y ‘muchos de ellos le seguían.’ De hecho, como Jesús dijo, iban “delante de ustedes [los fariseos] al reino de Dios.” Y como él también dijo, cuando estaba siendo agasajado por Zaqueo, “principal recaudador de impuestos,” el “Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.”—Mat. 21:31, 32; Mar. 2:15-17; Luc. 19:10.
8. ¿Qué aspectos se recalcan en las ilustraciones susodichas?
8 Por consiguiente podemos apreciar el marco de circunstancias cuando Jesús dio las ilustraciones en cuanto a la oveja perdida y la moneda de dracma perdida, recalcando la intensa búsqueda que de lo perdido hizo el perdedor. La tercera, sin embargo, la del hijo pródigo, recalca un aspecto diferente. Muestra el derrotero que tiene que emprender el perdido.
9. ¿Por qué se dio mucho énfasis al aspecto del regocijo?
9 En las tres ilustraciones, por favor note que, cuando se hubo efectuado el recobro, no solo se regocijó el dueño, como era razonable y correcto, sino que se invitó a la entera casa y amigos y vecinos a participar en ello. Jesús explicó esto, diciendo: “Así, les digo, surge gozo entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” (Luc. 15:10) Así Jesús mostró que estaba siguiendo el derrotero de la sabiduría celestial al recibir gozosamente a los que se arrepentían sinceramente. También denunció a los caudillos religiosos como imprudentes y no estando justificados en su actitud farisaica y mezquina para con sus hermanos menos afortunados. Sí, como judíos, todos eran hermanos, el pueblo de Dios, que pertenecían al único Dueño, y realmente necesitaban todos los servicios del Médico, Cristo Jesús, para ser sanados y regresar a Jehová.—Mar. 2:17.
10. ¿De qué manera nos ayudarán los antecedentes de estas ilustraciones?
10 El tener presente estos antecedentes nos ayudará en nuestro entendimiento del cumplimiento moderno de la ilustración del hijo pródigo. Como el mensaje y trabajo de Juan el Bautista y Cristo Jesús resultaron en que diferentes clases se hicieran manifiestas, así hoy, cuando los que siguen en los pasos de Jesús están dando un mensaje semejante y llevando a cabo un trabajo semejante, podemos esperar que se pongan de manifiesto clases semejantes. Estas cosas serán una guía y un consuelo para nosotros, también una amonestación, como lo fueron para los discípulos de Jesús, a quienes los “secretos sagrados del reino de los cielos” se presentaron por primera vez.—Mat. 13:11.
IDENTIFICACIÓN DE LOS PERSONAJES
11. (a) ¿A quién representa el “cierto hombre”? (b) ¿Qué guía se da con respecto a Dios en la relación de Padre?
11 En las palabras de apertura de la ilustración, Jesús mencionó los tres personajes principales: “Cierto hombre tenía dos hijos.” (Luc. 15:11) Esto revela una relación de familia que existía entre ellos. El “cierto hombre,” siendo padre de los dos muchachos, representa a Jehová como el Padre celestial. Surge la pregunta: ¿De quiénes es él el Padre? El vocablo “padre” significa dador de vida, pero eso solo no determina la respuesta. Al clero de la cristiandad le gusta hablar de la “Paternidad de Dios y la hermandad del hombre,” pero en esto se equivocan grandemente. Jesús dijo a los fariseos, el clero judío de su día: “Ustedes proceden de su padre el Diablo,” porque tenían su espíritu de odio, aun al grado de asesinar. Es verdad, Adán fue “hijo de Dios,” pero, después de su rebelión voluntariosa, esa relación ya no fue reconocida por Dios, ni para él ni para la familia humana que lo siguió. Por consiguiente el texto dice: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” En armonía con esto, las Escrituras muestran que Jehová reconoce la relación de Padre solo para la casa de criaturas que esperan conseguir la vida en Su reino bajo Cristo Jesús.—Juan 8:44; Luc. 3:38; 1 Juan 5:19.
12. ¿De quiénes solo se puede hablar apropiadamente como regresando a Dios, lo cual lleva a qué conclusión en cuanto a los dos hijos?
12 Es importante reconocer esto al considerar a quiénes representaron los dos hijos de la ilustración. No incluyen a los que nunca han conocido ni hallado al Dios verdadero, Jehová. Cuando Pablo habló a los hombres de Atenas los instó: “Busquen a Dios, por si acaso busquen a tientas y verdaderamente lo hallen.” (Hech. 17:27) Pero, como se notó previamente, Dios no hizo un llamamiento a los israelitas que se habían descarriado a que lo buscaran a tientas. Más bien, él dijo: “Regresen a mí, y yo regresaré a ustedes,” porque ellos todavía eran su pueblo en relación de pacto con él, aunque por bastante tiempo se habían apartado a sus propios caminos torcidos. (Mal. 3:7) Así mismo, los dos hijos del “cierto hombre” representan a los que han venido a conocer suficiente de Jehová y su propósito como para constituir una base para entrar en relación con él, aunque bastantes no se aprovechen de ello y se descarríen por algún tiempo.
13. ¿A quiénes reveló Jesús a Jehová como Padre, y cómo puede ser identificada esta clase hoy en día?
13 Fue Jesús quien reveló por primera vez a Jehová como Padre a los que entran en unión con él. El les enseñó a orar: “Padre nuestro que estás en los cielos, . . . “Además les dijo: “No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.” Este “rebaño pequeño” abarca a los 144,000 que componen la congregación cristiana. Esperan conseguir la vida en el Reino, participando con Cristo en su trono en el cielo. Estos son los que tienen derecho a participar de los emblemas en la cena del Señor o servicio del Memorial anual, y los registros muestran que queda un resto de esta compañía hasta este día todavía en la Tierra. A éstos se les menciona como “la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos.” Así, muy apropiadamente, el “hijo mayor” de la ilustración, el primogénito, representa hoy en día a los que afirman ser del resto de la iglesia o congregación verdadera, como se acaba de mencionar.—Mat. 6:9; Luc. 12:32; Rev. 3:21; 14:1; Heb. 12:23; vea también La Atalaya, 1965, página 185.
14. Además del “rebaño pequeño,” ¿cómo mostró Jesús que otros entrarían en su favor?
14 Pero, ¿a qué clase representa el “hijo más joven”? Además del “rebaño pequeño” con la esperanza celestial, Jesús mencionó “otras ovejas, que no son de este redil.” Estas están identificadas con las ovejas a las cuales se congrega a la diestra de Cristo en la ilustración de las ovejas y las cabras. Sí, éstas se hallan en relación de familia con Dios, porque el Rey, Cristo Jesús, les dice: “Vengan, ustedes que tienen la bendición de mi Padre . . .” El período en que son congregadas, según se muestra, es después del tiempo cuando el ‘Hijo del hombre llega en su gloria, y . . . se sienta sobre su glorioso trono,’ el cual suceso tuvo lugar en 1914. El rey invita a estos individuos semejantes a ovejas a que “hereden el reino preparado para ustedes,” no participando del trono celestial con él, sino entrando como “justos a la vida eterna” en la Tierra. Como se prometió, “los justos mismos poseerán la tierra, y morarán para siempre en ella.”—Juan 10:16; Mat. 25:31-34, 46; Sal. 37:29.
15. ¿Por qué no representa el hijo más joven a todas las “otras ovejas”?
15 Por consiguiente hay dos clases que consiguen la vida eterna en el reino de Dios, y que acuden a él y lo invocan como su Padre celestial. Hablando de manera general, éstos son representados por los dos hijos de la ilustración de Jesús. Sin embargo, no sería cierto decir que todas las “otras ovejas” de Juan 10:16 son representadas por el “hijo más joven.” Muchas de éstas, como los hombres de Atenas, originalmente “no tenían esperanza y estaban sin Dios en el mundo,” y no lo estaban invocando como su Padre. (Efe. 2:12) Quizás andaban a tientas buscándolo y, siendo sinceros y de corazón honrado, respondieron al mensaje de la verdad y “se hicieron creyentes,” como algunos lo hicieron en Atenas después de escuchar a Pablo. (Hech. 17:33, 34) De ahí en adelante han mantenido un derrotero firme, y por consiguiente no serían representados por el “hijo más joven.” ¿Quiénes, entonces, son representados por él?
EL PROCEDER QUE DESCARRÍA
16. ¿Qué derrotero emprendió el hijo más joven, revelando qué actitud?
16 Al seguir nosotros el derrotero emprendido por el muchacho más joven veremos las características que nos capacitan a identificar la clase representada por él. En la apertura del relato lo oímos pidiendo a su padre “la parte que me corresponde de la hacienda.” El padre accede y “les dividió su medio de vivir.” En otras palabras, el más joven quería inmediatamente lo que le correspondía de los bienes de su padre. Quería esto en efectivo, o en artículos que fácilmente pudiera convertir en dinero. Entonces tomó inmediatamente todo lo que tenía y viajó a un país lejano y pronto malgastó todo en una complacencia desenfrenada de los apetitos sensuales, o una vida disoluta. (Luc. 15:12, 13) De modo que aquí vemos a un joven impaciente deseando todo lo que pudiera conseguir en forma tangible para su inmediato disfrute egoísta. El vivir en casa bajo el ojo de su padre, y el servirle, no le atraía en aquel tiempo; era una vida demasiado restringida. Quería vivir su propia vida a su propio modo.
17. En nuestro día, ¿cuándo y cómo se hizo manifiesta la esperanza terrestre?
17 ¿Ha habido algunos en nuestro día en una posición semejante y que hayan adoptado un derrotero semejante al que se acaba de describir? Sí. El movimiento moderno de los testigos de Jehová comenzó a adquirir forma unos cuarenta años antes de 1914, correspondiendo al ministerio de Juan el Bautista. Contrario a la enseñanza general de la cristiandad, se comenzó a ver y enseñar en aquellos días tempranos que la esperanza celestial no era el único medio de salvación. La esperanza de vida eterna en la Tierra bajo condiciones edénicas restauradas para la familia humana en general, basada en el sacrificio de rescate de Cristo, era una parte intrínseca del mensaje que entonces se proclamaba. Esto se vio claramente por primera vez en 1881 y se expuso en el folleto Sombras del Tabernáculo de los sacrificios mejores. Fue un rasgo prominente del libro El Plan Divino de las Edades, publicado en 1886, el cual libro se distribuyó y se estudió extensamente durante los siguientes cuarenta años. Aun más al grano, el folleto Millones que ahora viven no morirán jamás y las conferencias públicas que se presentaron por todo el mundo con ese título, comenzando a principios de 1918, dieron prueba bíblica de que una multitud de personas sobreviviría al Armagedón y viviría para siempre en la Tierra bajo el reino de Dios.
18. ¿Cómo respondieron algunos al mensaje, de manera semejante al hijo más joven?
18 Muchos no solo oyeron el mensaje, sino que se pusieron en contacto estrecho con la organización del pueblo de Dios proclamándolo. Sabían y creían en la provisión de Dios para la restauración de la vida perfecta en la Tierra, pero, como el hijo más joven, no quisieron esperar para disfrutar de la vida a la manera y en el tiempo de Dios en la “nueva tierra,” bajo el ojo del “nuevo cielo.” (Rev. 21:1) En otras palabras, quisieron para su disfrute inmediato de parte del Padre celestial aquella ‘parte de la propiedad que les correspondiera de su hacienda.’ Fue una petición prematura con un motivo indigno.
19. ¿Cómo no ha mostrado la clase del hijo más joven ningún deseo de la parte del primogénito?
19 Note, en la ilustración que dio Jesús, que la petición no se hizo de la parte que le correspondía al hermano mayor, el primogénito. Según la ley de Dios, el “derecho del puesto del primogénito” era heredar “dos partes” de los bienes de su padre, en comparación con una sola parte para el hijo más joven. (Deu. 21:17) Así sucede, también, en nuestro día. La clase del hijo más joven no abrigaba para ella misma la esperanza celestial, sabiendo que ésta implicaba el andar por el camino angosto de la abnegación en una vida de dedicación. Se abstuvo del paso de la dedicación y de entrar en el servicio de Jehová. Para apreciar su posición, debemos tener presente que hasta aproximadamente 1934 se pensaba que el paso de dedicarse uno a Dios era solo para los que llegarían a ser hijos espirituales de Dios, con la esperanza celestial colocada ante ellos. Ese año se mostró claramente en La Atalaya que era enteramente apropiado el que las “otras ovejas” se dedicaran a hacer la voluntad de Dios, simbolizando esto con inmersión en agua.—The Watchtower, del 15 de agosto de 1934, página 250.
20. ¿Cómo emprenden algunos hoy en día un derrotero semejante al del hijo más joven?
20 Hasta 1935, el recogimiento de las “otras ovejas” como algo que habría de efectuarse antes del Armagedón no se recalcó. Pero de allí en adelante, a través de las páginas de La Atalaya se suministró alimento espiritual y ayuda espiritual para fortalecer a aquellos cuyas esperanzas eran terrestres. Sin embargo, ha continuado siendo cierto que muchos han obtenido un conocimiento de Jehová y de su propósito, sabiendo que esto es la verdad, pero se han abstenido de hacer cualquier progreso adicional. Han visto lo que está implicado. Como el hijo más joven, han querido algo diferente, ahora.
21. (a) ¿Qué preguntas surgen a menudo cuando los jóvenes emprenden tal derrotero? (b) ¿Qué deberían tener presente los padres en conexión con esto? (c) ¿Cómo debe considerarse correctamente la dedicación?
21 Los hechos muestran que en muchos casos éstos han sido individuos jóvenes, o quizás hijos de padres dedicados y por consiguiente bien familiarizados con la esperanza de vida en un paraíso restaurado. A veces estos jóvenes, quizás en sus primeros años de la adolescencia, se han sometido a la inmersión, afirmando estar dedicados. Luego, en poco tiempo, desaparecen de la vista en lo que toca a los testigos de Jehová. Llegan a estar enteramente absortos en los caminos y placeres mundanos, a veces entregándose a conducta vergonzosa, trayendo oprobio a sus padres. Entonces los padres, con gran dolor, hacen surgir la pregunta en cuanto a si su hijo o hija joven realmente entendió el significado de la dedicación y el bautismo. Pero, ¿no es ése un tiempo inadecuado para hacer surgir esa pregunta? ¿No deberían haberse asegurado en cuanto a eso en aquel tiempo? ¡Es tan fácil el que los jóvenes emprendan algo con gran entusiasmo por un tiempo, y luego emprendan otro proceder con igual celo! Solo están probando lo que la vida ofrece, incluyendo las atracciones de este mundo con sus sueños y vanidades. (Ecl. 4:7) Son susceptibles a sugerencias. Ven que otros de su edad se someten a la inmersión, y, por eso, ¿por qué no ellos? Con su conocimiento de la verdad creen que pueden decir Sí a las dos preguntas que se les hacen al tiempo de la inmersión. Pero, ¿puede decirse que en esa etapa verdaderamente aprecian lo que significa dar el paso de la dedicación como un perpetuo “voto a Dios” para hacer su voluntad todo el tiempo, implicando toda su vida? El texto dice: “Mejor es que no votes que el que votes y no pagues,” alegando que “fue un error.” “¿Por qué debería el Dios verdadero indignarse a causa de tu voz y tener que arruinar la obra de tus manos?” Eso es exactamente lo que le sucedió al hijo pródigo.—Ecl. 5:4-6.
22. ¿Qué debe estimularse en los individuos, pero qué debe evitarse?
22 Por supuesto, los individuos, incluyendo a los jóvenes, varían grandemente. A una edad sorprendentemente temprana alguien puede asumir un punto de vista serio de las cosas y adherirse a él. Hay ejemplos bíblicos de esto, como el de Samuel. No podemos establecer una regla general ni un límite de edad. Cada uno en la familia tiene que ser tratado individualmente. Al mismo tiempo, queremos evitar un derrotero que, de hecho, tienda a producir hijos pródigos.
23. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a los que se descarrían?
23 Muchas preguntas surgen en cuanto a los que se descarrían. Ellos no son enemigos voluntariosos. ¿Es posible el recobro para ellos y, si es posible, cómo? ¿Cómo ayuda la ilustración del hijo pródigo a contestar estas preguntas? ¿Qué luz da, no solo sobre la clase del hijo pródigo, sino sobre la actitud y derrotero que habrán de emprender los que permanecen junto a la organización de Dios? Estas y otras preguntas se discutirán en el número subsiguiente de La Atalaya.