Abandonando el derrotero de independencia
“‘Vuelvan a mí,’ es la expresión de Jehová de los ejércitos, ‘y yo volveré ustedes.’”—Zac. 1:3.
1. ¿Qué clase de obediencia desea Jehová de parte de sus criaturas inteligentes?
JEHOVÁ DIOS jamás ha obligado a alguien a que le sirva. Desea obediencia voluntaria de sus criaturas inteligentes, obediencia basada en amor a él y en un aprecio por lo que ha hecho a favor de ellas. (Deu. 30:11-16; 1 Juan 4:8-10; 5:2, 3) Como les dijo Moisés a los israelitas en las llanuras del desierto de Moab: “De veras tomo yo los cielos y la tierra como testigos contra ustedes hoy, de que he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él; porque él es tu vida y la longitud de tus días, para que mores sobre el suelo que Jehová juró a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob que les daría.”—Deu. 30:19, 20.
2. ¿Cómo reaccionan los ángeles cuando las personas se someten voluntariamente a Jehová Dios, y por qué?
2 Mucho antes que el hombre fuera creado, millones de ángeles se deleitaban en servir a Jehová Dios y continúan haciéndolo. (Job 38:4-7; Dan. 7:10; Heb. 12:22) Sus sentimientos son parecidos a los que expresaron los veinticuatro ancianos que el apóstol Juan vio en visión, los cuales decían: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas.” (Rev. 4:11) Reconociendo que la obediencia a Dios es el único derrotero correcto y que resulta en bendiciones duraderas, los ángeles fieles se complacen en ver a los humanos abandonar el derrotero de independencia y someterse voluntariamente al Creador. Dijo Cristo Jesús: “Surge gozo entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.”—Luc. 15:10.
3. ¿Cómo mostró Jehová Dios que quería que el Israel infiel volviera a él?
3 El regocijo de los ángeles está en pleno acuerdo con los propios sentimientos de Dios en el asunto. Vez tras vez Jehová pidió a los israelitas desobedientes que abandonaran sus caminos inicuos: “Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca. Deje el inicuo su camino, y el hombre perjudicial sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera.” (Isa. 55:6, 7) “No me deleito en la muerte del inicuo, sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo. Vuélvanse, vuélvanse de sus malos caminos, pues ¿por qué es que deberían morir, oh casa de Israel?” (Eze. 33:11) “‘Vuelvan a mí, y yo volveré a ustedes,’ ha dicho Jehová de los ejércitos.”—Mal. 3:7.
4. ¿Estaban limitadas al Israel de la antigüedad las oportunidades para abandonar la injusticia?
4 Las oportunidades para evitar la ejecución de la venganza divina abandonando la maldad no estaban limitadas a la nación de Israel. Por medio del profeta Jeremías, Jehová declaró: “En cualquier momento que yo hable contra una nación y contra un reino para desarraigarla y para derruirla y para destruirla, y esa nación realmente se vuelva de su maldad contra la cual hablé, yo también ciertamente sentiré pesar por la calamidad que había pensado ejecutar en ella.” (Jer. 18:7, 8) De modo similar, el apóstol Pedro recordó a los cristianos: “No es lento Jehová respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.”—2 Ped. 3:9.
LA ACTITUD DE LAS PERSONAS JUSTAS EN SU PROPIA ESTIMACIÓN
5. ¿Qué actitud han adoptado a menudo los humanos para con los que se han arrepentido de su maldad?
5 Sin embargo, los humanos imperfectos a menudo no han imitado a Jehová Dios y a los santos ángeles en cuanto a regocijarse a causa de los que abandonaron el derrotero de independencia y llegaron a ser hacedores de la voluntad divina. Durante el ministerio de Cristo Jesús y de su precursor Juan el Bautista, por ejemplo, prevaleció una actitud inclemente entre los líderes religiosos del judaísmo justos en su propia estimación. Cuando recaudadores de impuestos y personas que tenían la reputación de ser pecadoras, como las rameras, se arrepentían de sus transgresiones contra Dios y eran sumergidas por Juan el Bautista, estos líderes religiosos no se regocijaron ni fueron impelidos a creer a Juan. (Mat. 21:32; Luc. 3:12; 7:29, 30) Más tarde, cuando Cristo Jesús rindió ayuda espiritual a recaudadores de impuestos y pecadores despreciados, los escribas y fariseos expresaron su desaprobación.—Luc. 5:27-31.
6. ¿Cómo corrigió Jesús el punto de vista incorrecto de los escribas y fariseos?
6 En una ocasión recaudadores de impuestos y pecadores seguían acercándose a Jesús para oír lo que decía. “Por consiguiente, tanto los fariseos como los escribas seguían murmurando, diciendo: ‘Este hombre recibe con gusto a pecadores y come con ellos.’” Contestando la queja de ellos, Jesús dio tres ilustraciones, cada una de ellas relatando el recobro de lo que se había perdido y el regocijo que resultaba del recobro. (Luc. 15:1-10) La última de estas ilustraciones gira en torno de tres personajes principales, un padre y sus dos hijos. El padre representa a Jehová Dios; el hijo mayor, a los escribas y fariseos, y el hijo más joven, a los pecadores y recaudadores de impuestos. Dado que eran judíos, los pecadores, los recaudadores de impuestos, los fariseos y los escribas todos eran hermanos y miembros de una nación que estaba en relación con Dios. Pero los judíos no habían guardado perfectamente la ley de Dios y, por lo tanto, todos ellos, incluso los fariseos y escribas santurrones, necesitaban arrepentirse y entrar en una relación correcta con Dios aceptando a Cristo Jesús. (Compare con Hechos 2:38; Romanos 3:9-12.) La ilustración de Jesús reflejó así circunstancias reales y mostró lo que se requería para conseguir el perdón de Dios. Teniendo presente esto, podemos leer las palabras de Jesús, según se hallan en Lucas, capítulo 15, versículos 11 al 32 (New World Translation):
7. ¿Qué hizo el hijo más joven de la ilustración de Jesús, y cómo le fue como resultado?
7 “Cierto hombre tenía dos hijos. Y el más joven de ellos dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte que me corresponde de la hacienda.’ Entonces él les dividió su medio de vivir. Más tarde, no muchos días después, el hijo más joven juntó todas las cosas y viajó al extranjero a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo una vida disoluta. Cuando lo hubo gastado todo, ocurrió una severa hambre por todo aquel país, y él comenzó a padecer necesidad. Hasta fue y se colocó con uno de los ciudadanos de aquel país, y éste lo envió a sus campos a guardar puercos. Y deseaba saciarse de las algarrobas que comían los puercos, y nadie le daba nada.
8. (a) ¿Qué decisión tomó el hijo más joven cuando recobró el juicio? (b) ¿Cómo lo recibió su padre?
8 “Cuando recobró el juicio, dijo: ‘¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan en abundancia, mientras yo aquí perezco de hambre! Me levantaré y haré el viaje a mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Hazme como uno de tus asalariados.”’ De modo que se levantó y fue a su padre. Mientras estaba él todavía lejos, su padre alcanzó a verlo y se enterneció, y corrió y se echó sobre su cuello y lo besó tiernamente. Entonces le dijo el hijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Hazme como uno de tus asalariados.’ Pero el padre dijo a sus esclavos: “¡Pronto! saquen una ropa larga, la mejor, y vístanlo con ella, y pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies. Y traigan el torillo cebado, degüéllenlo y comamos y gocemos, porque este mi hijo estaba muerto y volvió a vivir; estaba perdido y fue hallado.’ Y comenzaron a gozar.
9. ¿Cómo reaccionó el hijo mayor a la bienvenida que se le extendió a su hermano menor?
9 “Bueno, su hijo mayor estaba en el campo; y a medida que venía y se acercaba a la casa oyó un concierto de música y danzas. De modo que llamó a sí a uno de los sirvientes e inquirió qué significaban estas cosas. Él le dijo: ‘Tu hermano ha venido, y tu padre degolló el torillo cebado, porque lo recobró en buena salud.’ Pero él se airó y no quiso entrar. Entonces salió su padre y se puso a suplicarle. En respuesta, dijo él a su padre: ‘Hace ya tantos años que trabajo para ti como un esclavo y ni una sola vez transgredí tu mandamiento, y no obstante, a mí ni una sola vez me diste un cabrito para que gozara con mis amigos. Mas luego que llegó este tu hijo que se comió tu medio de vivir con las rameras, le degollaste el torillo cebado.’ Entonces él le dijo: ‘Hijo, tú siempre has estado conmigo, y todas las cosas que son mías son tuyas; pero simplemente teníamos que gozar y tener regocijo, porque este tu hermano estaba muerto y llegó a vivir, y estaba perdido y fue hallado.’”
LA CONDICIÓN DE LOS QUE SE HAN EXTRAVIADO
10. ¿Cómo son muchos hoy día semejantes al hijo más joven de la ilustración de Jesús?
10 Un considerable número de personas han emprendido hoy día un derrotero muy semejante al del hijo más joven cuando dejó la casa de su padre.a Algunos, para evitar maltrato o persecución temporero de parte de amigos, parientes u otros, han abandonado la adoración verdadera. Otros han preferido el derrotero de independencia de Dios a causa de querer participar en las mismísimas cosas que él condena, incluso inmoralidad sexual, latrocinio y borrachera. (1 Cor. 6:9, 10) Todavía otros, creyendo que el servir a Jehová quita demasiado tiempo de la búsqueda de placer o que le impide a uno adelantar en el mundo, han dejado de estudiar la Biblia. Sin importar qué otras razones haya, los que se han retraído de hacer la voluntad divina o que han dejado de hacerla muestran que para ellos hay algo más importante o de más valor que el servir fielmente a su Creador.
11, 12. ¿Cuál es la condición de los que se han extraviado?
11 Todas esas personas tienen hambre espiritual y están muy alejadas de Jehová Dios, como si estuvieran en un país lejano. Son parte del mundo de Satanás y están en esclavitud a él, pues “el mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) En comparación con el servicio del Creador, su esclavitud a Satanás y su mundo no es más remuneradora que lo que hubiera sido el trabajo de guardar puercos (animales que eran inmundos según las estipulaciones de la ley mosaica) para un judío en el tiempo del ministerio terrestre de Jesús. Los que han optado por llevar una vida corrompida como adúlteros, fornicadores, homosexuales, ladrones y cosas semejantes, se encuentran en un estado de ruina y degradación espirituales.
12 Aunque muchos que ya no se asocian con el pueblo de Dios quizás no estén llevando una vida corrompida, no obstante, han perdido mucho. Desprovista de espiritualidad, su vida a menudo es una de frustración constante. Muy frecuentemente su deseo de adelantarse en el mundo los lleva a adoptar prácticas comerciales que carecen de honradez. (Compare con Proverbios 28:20.) A menudo dedican tanto tiempo y energía para mantener una posición en el mundo que sus hijos se quedan sin guía y disciplina necesarias. Como resultado muchos con el tiempo tienen que aguantar el dolor que proviene de ver a sus hijos emprender un derrotero descarriado y arruinar sus vidas. La experiencia de los que se han envuelto en cosas materiales al grado de excluir la adoración verdadera, se resume bien por el apóstol Pablo como sigue: “Los que están determinados a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y haciendo esfuerzos por realizar este amor algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.”—1 Tim. 6:9, 10.
REGRESANDO A JEHOVÁ
13. ¿Qué pueden hacer los que se ven en la posición del hijo pródigo para mejorar su situación?
13 Sin embargo, no es necesario que los que se ven en la posición del hijo pródigo permanezcan en esta condición desdichada. Pues, lo mismo que el hijo pródigo, pueden esforzarse por regresar a la casa de su Padre y a Su servicio. Esto incluye arrepentimiento sincero, abandonando su derrotero independiente y pidiendo a Dios perdón de su pecado. Esto concuerda con las palabras del profeta Jeremías acerca de los que no habían experimentado el perdón de Dios, sino su juicio adverso por no arrepentirse de sus transgresiones: “De veras escudriñemos nuestros caminos y explorémoslos, y volvámonos, sí, hasta Jehová. Levantemos nuestro corazón junto con las palmas de nuestras manos a Dios en los cielos: ‘Nosotros mismos hemos transgredido, y nos hemos portado rebeldemente.’”—Lam. 3:40-42.
14. ¿Qué sentimientos pueden tener algunos acerca de regresar a Jehová?
14 A muchos que ya no participan en el servicio de Jehová quizás el camino de regreso les parezca muy difícil. Avergonzados y temiendo que no sean aceptados de manera amorosa, quizás les dé miedo pensar en tener que enfrentarse a personas que han continuado sirviendo fielmente a Jehová. Posiblemente los que se han extraviado no hayan orado a Jehová por largo tiempo y, en vista de lo que han hecho, quizás les parezca que no son dignos de vivir y que jamás podrían obtener el perdón de Dios. ¿Son justificados tales temores? De ninguna manera. La ilustración de Jesús y los muchos casos históricos en que Jehová perdonó las transgresiones de su pueblo son ejemplos que muestran que su misericordia se extiende a todas las personas que regresan a él con un corazón completo.
15. ¿Cómo ilustra el caso de Manasés que Jehová perdona en gran manera?
15 Un caso a propósito es el de Manasés, rey de Judá. El registro bíblico acerca de sus pecados dice: “Pasó a edificar altares a todo el ejército de los cielos en dos patios de la casa de Jehová. E hizo pasar a su propio hijo por el fuego, y practicó la magia y buscó agüeros e hizo mediums espiritistas y pronosticadores profesionales de sucesos. Hizo en gran escala lo que era malo a los ojos de Jehová, para ofenderlo. Y hubo también sangre inocente que Manasés derramó en grandísima cantidad, hasta que hubo llenado a Jerusalén de extremo a extremo.” (2 Rey. 21:5, 6, 16) Finalmente, cuando Manasés se halló cautivo en Babilonia, se arrepintió y siguió orando a Jehová. A pesar de la conducta anterior de Manasés, Jehová “oyó su petición de favor y lo restauró a Jerusalén a su gobernación real.” (2 Cró. 33:11-13) Pocas personas han obrado tan inicuamente como el rey Manasés y, sin embargo, sobre la base de su arrepentimiento, llegó a ser recipiente de la misericordia de Jehová.
16. ¿Puede extenderse el perdón de Dios a cristianos ungidos por espíritu que llegan a envolverse en maldad seria?
16 Siglos más tarde, un cristiano ungido por espíritu en la congregación de Corinto, Grecia, practicó inmoralidad sexual con la esposa de su padre. La presencia de este hombre incestuoso puso en peligro el bienestar espiritual de la congregación entera y, por lo tanto, el apóstol Pablo mandó que fuera expulsado. (1 Cor. 5:1, 7-13) Sin embargo, este hombre no fue cortado de la asociación con la congregación para siempre. Evidentemente respecto a este hombre, después de haberse arrepentido, leemos: “Esta reprensión dada por la mayoría es suficiente para tal hombre, de modo que, al contrario ahora, deben perdonarlo bondadosamente y consolarlo, para que de un modo u otro tal hombre no sea tragado por estar demasiado triste. Por lo tanto les exhorto que confirmen su amor para con él.” (2 Cor. 2:6-8) Ese malhechor arrepentido siguió siendo un cristiano engendrado por espíritu, con la esperanza de conseguir la vida en los cielos.
17. ¿Por qué sería incorrecto el que alguien desplegara una actitud como la del hijo mayor en la ilustración de Jesús?
17 El caso del rey Manasés y el del cristiano innominado en la congregación corintia indican que la maldad no cancela automáticamente la oportunidad que uno tiene de recobrar una buena posición ante Jehová Dios. El que se ha hecho culpable de transgresión seria todavía puede orar a Dios y, si está sinceramente arrepentido, sus oraciones por perdón serán contestadas. (Compare con Isaías 1:15-19.) Ciertamente si Jehová puede ser tan perdonador, nadie que afirma ser siervo suyo querría reflejar la actitud inclemente del hijo mayor en la ilustración de Jesús.
EVITE EL ABUSAR DE LA MISERICORDIA DE DIOS
18, 19. ¿Por qué es peligroso abusar de la misericordia de Dios?
18 Por supuesto, esto no significa que una persona puede abusar de la misericordia de Dios y continuar en un derrotero descarriado. Cuando los israelitas, en el tiempo de Jeremías, se endurecieron tanto en la iniquidad que no había posibilidad de que se arrepintieran, Jehová declaró: “Si Moisés y Samuel estuviesen de pie delante de mí, mi alma no estaría para con este pueblo. Habría un despedirlos de delante de mi rostro, para que se salieran.” (Jer. 15:1) No habiendo base alguna para extender misericordia a la nación no arrepentida, Jehová, al ejecutar su juicio, permitió que los babilonios desolaran a Judá y Jerusalén. (Lam. 1:3-5) Durante esta calamidad no escuchó las oraciones por ayuda. Es por eso que el profeta Jeremías lamentó: “Has obstruido el acceso con cólera, y continúas siguiendo tras nosotros. Has matado; no has mostrado compasión. Has obstruido el acceso a ti mismo con una masa de nubes, para que no pase la oración.”—Lam. 3:43, 44.
19 El individuo que resulta infiel a Jehová Dios está en una posición muy seria, en una posición que merece la muerte. Si permanece en un estado no arrepentido, no puede evitar la ejecución del juicio adverso de Dios. A los cristianos hebreos se les dijo: “Si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectativa de juicio y hay celo ardiente que va a consumir a los que se oponen. Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. ¿De cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que ha pisoteado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu de bondad inmerecida? Porque conocemos al que dijo: ‘Mía es la venganza; yo recompensaré’; y otra vez: ‘Jehová juzgará a su pueblo.’ Es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo.”—Heb. 10:26-31.
20. ¿Por qué no hay razón para que alguien se endurezca en un derrotero pecaminoso?
20 Pero no hay razón para que alguien llegue a estar tan endurecido en un camino malo que no haya posibilidad de que se arrepienta jamás. Tal como Jehová Dios no ha obligado a nadie a que le sirva, así jamás ha compelido a nadie a permanecer de parte de su adversario, Satanás el Diablo. Al contrario, Jehová ha hecho posible que individuos le pidan perdón sobre la base del sacrificio de rescate de Jesús. Cualesquiera que rehúsen aprovecharse de esta provisión y continúen andando según sus propias normas, más bien que las del Creador, son malhechores deliberados. Por su proceder, rechazan la aplicación de los beneficios del sacrificio de Jesús a favor de ellos. En consecuencia sus transgresiones subsisten contra ellos, puesto que no hay otro sacrificio con valor expiatorio de pecados. De modo que tienen que pagar la pena por sus transgresiones... destrucción completa en la ejecución de la venganza de Dios.
21. ¿Qué bendiciones reciben los que regresan de manera arrepentida a Jehová?
21 Sin embargo, en el ínterin por medio de su Palabra, Jehová pide afectuosamente a todos los que lo han abandonado que regresen a él como su Dios. El que una persona responda a esa invitación resulta en bendiciones duraderas... libertad de esclavitud al mundo y a su dios Satanás el Diablo, el fin de la condición de hambre espiritual, contentamiento, felicidad, asociación agradable con siervos leales de Jehová, y una vida con verdadero propósito en el servicio de un Padre celestial amoroso y misericordioso. En la Tierra, los siervos de Jehová confirmarán su amor a cualquiera que de manera arrepentida regrese a él y, en los cielos, se regocijarán los ángeles. Si usted es uno de los que se han extraviado, no vacile en responder a la invitación de Jehová dirigida originalmente a los israelitas: “Vuelvan a mí, y yo volveré a ustedes.”—Mal. 3:7.
[Nota]
a Esto aplica en principio. Para el significado profético de la ilustración de Jesús, vea La Atalaya del 15 de diciembre de 1965, págs. 750 a 756 y del 1 de enero de 1966, págs. 5 a 19.