Jehová—un Dios de amor y paciencia
“No es lento Jehová respecto a su promesa, . . . sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.”—2 Ped. 3:9.
1. (a) ¿De qué manera es semejante la segunda carta de Pedro a la profecía de Malaquías? (b) ¿Cómo recalcaron tanto Jesús como Pedro la certeza de la Palabra de Dios?
EN LA parte de conclusión de su segunda carta Pedro advierte que “en los últimos días vendrán burlones con su burla,” preguntando con mofa y escarnio: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” Como en la profecía de Malaquías, Pedro menciona algunas verdades duras en cuanto al “día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos.” Desde un punto de vista humano, Jehová pudiera parecer “lento . . . respecto a su promesa,” pero no se equivoque. “El día de Jehová vendrá como ladrón,” cogiendo desprevenidos a los burlones impíos. Es interesante el hecho de que Pedro enlaza el pasar de los simbólicos ‘cielos y tierra actuales’ con la certeza de la segura palabra de promesa de Dios. De manera semejante, cuando Jesús dio su gran profecía, dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.” Nosotros, por lo tanto, debemos prestar el mayor respeto a la Palabra de Dios y a su mensaje para hoy. “Feliz es el hombre que . . . en el asiento de los escarnecedores no se ha sentado. Sino que su deleite está en la ley de Jehová.”—2 Ped. 3:3-10; Luc. 21:33; Sal. 1:1, 2.
2. ¿De qué es una prueba la aparente lentitud de Jehová?
2 La aparente lentitud de Jehová realmente es una prueba maravillosa de su amor y paciencia, “porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” Así mismo, deberíamos ‘considerar la paciencia de nuestro Señor como salvación.’ (2 Ped. 3:9, 15) Si no hubiera sido por el amor y la paciencia de Jehová y de Jesucristo, no estaríamos presenciando hoy en día el cumplimiento de lo que finalmente le sucedió al hijo pródigo. Hoy algunos de esa clase ya han experimentado salvación debido a la paciencia del Señor. ¿Hay todavía tiempo para que otros lo hagan? ¿Podemos ayudar de alguna manera? ¿Hay alguna buena razón por la que no deberíamos estar alegres y deseosos de ayudar?
3. (a) ¿Cómo es la vida una evidencia del amor de Dios? (b) ¿Cómo ha resultado ser evidencia de su paciencia el tiempo? (c) ¿Cómo se ha usado y mal usado este “medio de vivir”?
3 El amor y la paciencia de Jehová nos ayudan a ver cómo, según se dijo en la ilustración del hijo pródigo, él “dividió su medio de vivir” a la clase que tiene la esperanza celestial, y también a la clase que tiene la esperanza terrestre, estas clases estando representadas por los dos hijos. (Luc. 15:12) Dos cosas están implicadas: la vida y el tiempo. La vida es un don de Dios. Pudiéramos decir que forma parte de su gran hacienda, dividida y distribuida entre sus hijos. Es una evidencia de su amor. En estos “últimos días” Dios también ha dividido, o prorrateado, un período de tiempo como evidencia de su paciencia. (2 Tim. 3:1) ¿Cómo? Los días de tribulación comenzaron sobre la organización de Satanás en 1914 y, con justificación, pudieron haber continuado sin cesar, culminando en la batalla bíblica del Armagedón. Pero, como dijo Jesús, “a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría.” (Mat. 24:22) Este precioso intervalo de tiempo, comenzando en 1918 y terminando con el Armagedón, todavía está con nosotros, continuando mucho más de lo que habíamos esperado en un tiempo. Durante este período de tiempo el resto fiel que tiene la esperanza celestial ha gastado gozosamente su vida y tiempo en el servicio de su Padre, como el hijo mayor. Muchas de las “otras ovejas” de Juan 10:16 han procedido igualmente. Pero los que son representados por el hijo más joven se han apoderado egoístamente de los dones de la vida y el tiempo que Dios ha dado y los han convertido en medios de satisfacer los deseos corrompidos de la carne caída.
EL DERROTERO DE ABANDONO Y SU RESULTADO
4. ¿Cómo y por qué ha emprendido un derrotero de abandono la clase del “hijo más joven”?
4 Advirtiendo en cuanto a los que son enemigos deliberados del pueblo de Dios, Pedro dice que “ellos consideran un placer el vivir lujosamente durante el día. . . . Abandonando la senda recta, han sido extraviados.” (2 Ped. 2:13, 15) Eso describe bien el derrotero que emprendió el hijo más joven, aunque en ningún tiempo llegó a ser un opositor voluntarioso que perdiera toda esperanza de redención. Los de esa clase hoy en día no emprenden su derrotero con el propósito malicioso de hacer algún daño o lastimar a alguien. Solo quieren divertirse, sin restricción o sin que alguien los desapruebe. El mundo ofrece excitación y atractivo con su vida de la ciudad y vida nocturna. De modo que se van de casa, quizás no literalmente, sino que dejan de asociarse o tener compañerismo con Jehová o su pueblo. Se van lejos a “un país lejano.”—Luc. 15:13.
5. ¿Por qué el ir a un “país lejano” no implica un largo viaje?
5 Esto no implica un viaje largo literalmente. El sistema de cosas de Satanás nos rodea completamente, pero su condición y espíritu están muy alejados de Jehová y son ajenos a su espíritu. Para los fariseos, que escucharon la ilustración que Jesús dio, el hijo más joven representó a los pecadores y a los recaudadores de impuestos que, en su propio país, se hallaban empleados por la Roma lejana. Peor aún, en su trabajo los recaudadores de impuestos a menudo defraudaban a sus conciudadanos, y por consiguiente los fariseos los consideraban como completamente abandonados y más allá de tener esperanza.
6. ¿Qué le pudiera suceder fácilmente al individuo que emprendiera un derrotero de abandono?
6 Una vez que estuvo en el país lejano, no pasó mucho tiempo antes que el joven ‘malgastara su hacienda viviendo una vida disoluta.’ Ciertamente era un hijo pródigo. No se dan detalles, pero casi podemos imaginarnos lo que sucedió. El hijo mayor más tarde dijo que su hermano “se comió tu medio de vivir [el del padre] con las rameras,” y nadie le contradijo. Aquí está una advertencia directa. Aunque la clase del “hijo más joven” no es inicua voluntariosamente, se acerca peligrosamente a serlo en virtud de su asociación estrecha con tal derrotero de “vivir lujosamente” y “abandonando la senda recta.” No entienda mal el asunto. Ninguna ilustración abarca toda posibilidad. No diga: “Me divertiré en grande con mis amigos en el mundo y luego recobraré el juicio y tomaré en serio la vida.” Un empujón, un paso demasiado lejos mientras se está en tal compañía, y uno puede deslizarse a la clase de la cual no hay retorno o recobro. Y, ¡piénsese en esto también! ¿Qué hay si el Armagedón viene mientras uno está conviviendo con esta muchedumbre? Entonces no hay tiempo para arrepentimiento.—Luc. 15:13, 30; 2 Ped. 2:13, 15.
7. ¿Qué le sucedió al joven cuando ocurrió el hambre, y qué dificultades estuvieron implicadas?
7 Regresando a la ilustración, en seguida leemos que “ocurrió una severa hambre,” y el joven, habiendo gastado todo, finalmente consiguió un trabajo vigilando puercos. (Luc. 15:14-16) Para un judío, como nos imaginamos que era él, esto sería degradante y contaminador. El cerdo era un animal que a los judíos se les prohibía comer o siquiera tocar, muerto o vivo. “Son inmundos para ustedes.” (Lev. 11:7, 8; Deu. 14:8) El hijo pródigo tenía que acallar su conciencia. No podía esperar que su patrón, un ‘ciudadano de aquel país,’ se preocupara por alguna cuestión de conciencia que tuviera un porquero arruinado. ¡Pues, ni siquiera se le permitía que llenara su vientre con la dieta baja de ellos de algarrobas! “Nadie le daba nada.”—Luc. 15:16.
8. (a) ¿Cómo ha azotado el hambre a la cristiandad desde 1918? (b) ¿Cómo ha afectado esto a la clase del “hijo pródigo”?
8 No es difícil ver el cumplimiento de esta parte de la ilustración. Las Escrituras hablan de “hambre, pero no de pan, y sed, pero no de agua, sino de oír las palabras de Jehová.” Tal hambre ha azotado a la cristiandad especialmente desde 1918. Desde entonces los caudillos religiosos, como los de Israel, “han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?” Como Jesús les dijo en su día: “Han invalidado ustedes la palabra de Dios a causa de su tradición.” Hoy en día, a través del imperio mundial de religión falsa, todos sus habitantes se están muriendo de hambre espiritual. Los factores gobernantes, o los ciudadanos oficiales, del mundo de Satanás, solo tienen sus propios proyectos humanos que ofrecer, como la organización de las Naciones Unidas, apoyados por los caudillos religiosos. La clase del “hijo pródigo,” habiendo emprendido el derrotero del mundo, se une a tales proyectos, esperando hallar así alivio y sustento. Pero no hay nada para los que están enfermos espiritualmente, a quienes se les deja muriéndose de hambre, destituidos y abandonados. Ese es el lado tenebroso del cuadro.—Amós 8:11; Jer. 8:9; Mat. 15:6; 2 Cor. 4:4.
EL HIJO MÁS JOVEN RECOBRA EL JUICIO
9. (a) ¿Envía Dios el mal para hacernos recobrar el juicio? (b) ¿Qué capacitó al hijo más joven a recobrar el juicio?
9 Diciendo lo que le sucedió al hijo más joven, Jesús a continuación dijo simplemente: “Cuando recobró el juicio,” seguido esto de una declaración de cómo el hijo más joven raciocinó consigo mismo. (Luc. 15:17-19) A menudo el clero de la cristiandad les dice a los que sufren de adversidad que Dios envía tales experiencias para enseñarles una lección, para hacer que recobren el juicio. Eso hace a Dios responsable de que se permita el mal y lo hace una parte de éste. Tal enseñanza no es bíblica y acarrea mucho reproche al nombre de Dios. La Palabra de Dios dice que “con cosas malas Dios no puede ser probado ni prueba él mismo a nadie,” es decir, con cosas malas. Dios prueba y disciplina, pero no usando instrumentos malos. El texto continúa: “Pero cada uno es probado por medio de ser provocado y atraído seductoramente por su propio deseo.” (Sant. 1:13, 14) Así sucedió con el hijo pródigo. Es verdad, no era probable que hubiera recobrado el juicio mientras se divertía, pero lo que lo capacitó a comenzar a usar sus sentidos apropiadamente fue el recordar cierta información que estaba en el fondo de su mente. Como sucedía con los israelitas cuando se les abandonaba al enemigo, sabían adónde dirigirse. También lo supo el joven, como lo mostró su raciocinio subsiguiente.
10. ¿Qué se muestra por las palabras del hijo pródigo en Lucas 15:18, 19, aclarando qué cosa sobre la actitud del padre?
10 Enterándose de que no había hambre en su propio país, el joven se dijo: “Me levantaré y haré el viaje a mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Hazme como uno de tus asalariados.’” (Luc. 15:18, 19) Sus palabras indican mucho más que simplemente el deseo de escapar del hambre y estar bien alimentado. Primero, reconoció dentro de sí mismo que había pecado, no solo contra su padre, sino contra Dios en el cielo. Sus palabras también muestran que solo tenía una meta presente, y ésa era regresar y vivir y servir bajo su padre en casa. Conocía a su padre y sabía cómo era el hogar. Cuando dejó el hogar previamente, si su padre se hubiera vuelto contra él y le hubiera gritado encolerizadamente, no habría estado tan concentrado en un solo propósito en cuanto a lo que debería hacer. Pudiera haber decidido regresar y esperar hallar trabajo en alguna parte del país, sin tener que enfrentarse a su padre. Pero no pasó por su mente tal pensamiento. ¡A su hogar era adonde él iría! ¡No había lugar como ése!
11. ¿Cómo recobran el juicio hoy en día los de la clase del “hijo pródigo”?
11 Lo mismo es verdad de aquellos a quienes representa el joven. En virtud del contacto en que ya han estado con el pueblo de Jehová y el mensaje de la verdad, tienen una base sobre la cual recobrar el juicio. Es verdad que mientras les va bien no se detienen a pensar en cuanto a ello. Sin embargo, tienen un cuadro mental en el fondo de su mente de lo que era la vida del “hogar” con el pueblo de Dios en su organización teocrática. Cuando experimentan la frustración y la vacuidad miserable del mundo de Satanás, entonces pueden establecer el contraste. Además, como se denota en la ilustración, reciben noticias actuales de la continua prosperidad de los siervos dedicados de Jehová, de que están, hablando espiritualmente, ‘teniendo pan en abundancia’ y de toda la actividad feliz en conexión con un hogar donde hay abundancia. (Luc. 15:17) De hecho, es de conocimiento común que los testigos de Jehová están disfrutando de esas mismísimas cosas a un grado señalado.
12. ¿Qué decisión correcta toman ahora?
12 Habiendo recobrado el juicio y establecido el contraste en su mente, entonces toman la decisión correcta. Ahora se dedican sobre una base sana de conocimiento y aprecio. Están dispuestos a decir Sí con significado y sinceridad profundos a las dos preguntas que se hacen a todos los candidatos antes de cada servicio de bautismo. Como el joven, confiesan plenamente su condición inmunda, pecaminosa, y se ofrecen al Padre celestial en dedicación sin reservas para hacer su voluntad y servirle. ¿Con qué resultado? ¿Qué le sucedió al joven en la ilustración?
13. ¿Qué incidentes señalan el regreso a casa del hijo pródigo?
13 Ahora llegamos a la parte más conmovedora. Imagínese la escena. El largo viaje de regreso a su país natal ha sido penoso, pero su determinación y la meta que tiene presente lo hacen seguir adelante. Al fin, “mientras estaba él todavía lejos,” alcanza a ver su casa. ¿Qué ve? A su padre, cubriéndose los ojos del sol con la mano, ¡mirando en dirección a él! ¡Ah, cuán a menudo debe haber hecho eso su padre! Aunque el muchacho está muy lejos, el padre lo reconoce y corre a encontrarlo. Lleno de piedad, lo abraza y lo besa tiernamente. Al llegar a casa, el hijo hace su confesión y ofrece sus servicios como ‘uno de los asalariados.’ Pero el padre decide que primero a su hijo debe hacérsele presentable con la mejor ropa; luego a todos se les invita a divertirse en un banquete, “porque este mi hijo estaba muerto pero ha vuelto a vivir; estaba perdido pero ha sido hallado.”—Luc. 15:20-24.
14. ¿Qué principio se recalca así, y a qué conclusiones conduce?
14 Cuán enérgicamente ilustró Jesús aquí el principio bíblico: “Regresen a mí, y yo regresaré a ustedes.” (Mal. 3:7) ¡Si solo los que se han descarriado comprendieran el gran gozo que su regreso a casa causaría! Sin duda el sentir vergüenza a menudo los hace retraerse. Pero si permanecen y se mueren de hambre en el mundo de Satanás azotado por el hambre, ¿qué felicidad proporciona eso a cualquiera? ¡Ninguna en absoluto! ¿Qué podemos hacer para ayudar a éstos? ¿Queremos ayudarlos, o vamos a cometer el mismo error malo que cometió el hijo mayor de la ilustración?
15. (a) ¿Cómo se ha comparado la actitud de Jehová con la del padre del hijo pródigo? (b) ¿Cómo han mostrado su aprecio los que están en armonía con Jehová?
15 Podemos ayudar mejor a los que se han descarriado notando lo que Jehová ha hecho, como se indica en la ilustración, y obrando de acuerdo con ello. En el relato, Jesús aclaró muy bien la actitud y el derrotero que el padre emprendió. Él no esperó que su hijo llegara a casa y luego le dijo: “Bueno, ¿y ahora qué dices?” No. Esperaba con ansias el retorno de su hijo y había estado a la mira. Jehová ha mostrado esta misma actitud al hacer que se registraran hace mucho tiempo en su Palabra las muchas profecías e ilustraciones que predicen el retorno de esta clase y el gozo que le produciría esto a él y a todos los de su organización semejante a hogar. Exactamente cuando se necesitaba, hizo que se entendieran estos textos, allá en 1943. La clase del “esclavo fiel y discreto,” el resto ungido, como parte del alimento espiritual que ha de distribuirse “a su debido tiempo” dio su significado. (Mat. 24:45-47) Los que están en armonía con Jehová, en la casa con él, estuvieron muy agradecidos por el entendimiento que así se dio. No lo retuvieron, sino que lo publicaron en todas partes por todo medio posible, reflejando así el interés y compasión profundos que su Padre tiene para con los que muestran señales de recobrar el juicio.
16. ¿Cómo se hizo progresivamente manifiesta y se estimuló una clase terrestre?
16 Brevemente repasando el progreso hecho así, notamos que en 1923, por primera vez, La Atalaya dio la explicación verdadera de la ilustración de las “ovejas y cabras.” Se mostró que la identidad de las “ovejas” era una clase terrestre que se congrega a la diestra del Rey con la expectativa de vida eterna bajo su gobierno. (Mat. 25:31-46) En 1931 a esta misma clase se le identificó con los que “suspiran y se quejan por todas las cosas detestables” hechas en la cristiandad. Estos reciben una ‘marca en la frente,’ que significa su conocimiento de la verdad y su reconocimiento franco de ella, lo cual resulta en su preservación en el Armagedón. (Ezequiel, capítulo 9) En 1932 esta clase fue identificada con Jonadab, que gozosamente se unió al rey Jehú en su carro en camino a la ejecución de los adoradores de Baal, representando la ejecución de todos los adoradores falsos en la destrucción de Babilonia la Grande y en el Armagedón. Se recalcó que el camino todavía estaba abierto para que las personas que mostraban interés participaran en el servicio del Rey Jesucristo, el Mayor Jehú, en su organización semejante a carro. (2 Rey. 10:15-27) En 1933 y 1934 se dio ayuda práctica a favor de esta clase mediante la institución del trabajo de revisitas, es decir, el volver a visitar a las personas interesadas, abriendo el camino para alimentación espiritual por medio del arreglo regular de estudios bíblicos de casa. Lo adecuado de que dieran el paso de la dedicación, seguido del bautismo en agua, se aclaró en 1934.
17. ¿De qué manera fue señalado el desenvolvimiento de esta clase en 1931 y 1935?
17 Desde 1931 se vio un aumento constante de estos individuos de cualidades de oveja que se pusieron de manera definida de parte de los testigos ungidos de Jehová y participaron en el servicio del campo con ellos. Muchos, como el hijo pródigo, habían desperdiciado oportunidades más tempranas de entrar en relación dedicada con Jehová y de servirle. En el desarrollo y recobro de esta clase, no obstante, el año 1935 parece ser el más decisivo. Ese año tuvo lugar algo que correspondió al retorno del hijo pródigo y al trato generoso que le otorgó su padre, lo cual equivalió a un reconocimiento abierto y público de un hijo que había estado perdido por largo tiempo y que había regresado a casa. Realmente había llegado y se le había dado la apariencia apropiada para que fuera causa adecuada de banquetear y regocijarse. ¿Qué sucedió en 1935 que correspondiera con esto?
18, 19. ¿Cómo cumplieron el cuadro los acontecimientos de las asambleas de 1935, y a qué pregunta lleva esto?
18 Nuestra atención se enfoca sobre una asamblea celebrada en mayo de ese año en Washington, D.C. Es significativo el hecho de que, en las noticias preliminares de The Watch Tower (La Torre del Vigía), a los individuos conocidos como Jonadabs se les invitó especialmente a asistir.a En esa asamblea se probó claramente con las Escrituras que la “grande muchedumbre” de Revelación 7:9 no era alguna clase espiritual secundaria, como se entendía previamente, sino que ahora se mostró que era la misma clase terrestre mencionada en aquellos otros textos que acabamos de repasar. Además, a los asistentes que creían ser de esta “grande muchedumbre” se les pidió que se pusieran de pie, y un número grande respondió. Fue una ocasión señalada para banquetear y regocijarse espiritualmente. Se siguió un proceder semejante en otras asambleas, con resultados semejantes. ¡La “grande muchedumbre” de “otras ovejas” había llegado! ¡Allí estaba!
19 Pero usted dirá que todo esto sucedió hace treinta años. ¿Cuál es la situación hoy en día? Antes de contestar, consideremos la última parte de la ilustración de Jesús, la cual da prominencia especial a la actitud y derrotero del hijo mayor en reacción al retorno de su hermano.
NO ES CAUSA JUSTA PARA HACER TROPEZAR
20. ¿Qué derrotero emprendió el hijo mayor al regresar su hermano, y qué súplica le hizo el padre?
20 Sucedió que el hijo mayor estaba ausente cuando su hermano llegó a casa. Al acercarse a la casa le preguntó a un sirviente el significado de la música y las danzas. Al decírselo, se encolerizó mucho y no quiso entrar. Su padre le suplicó que entrara y se uniera a las celebraciones. Pero, ¡no! El hijo mayor acusó a su padre de trato injusto, al ser pusilánime y parcial con aquel pícaro del pródigo, también al negarle lo que le correspondía a él, pues nunca le había dado un cabrito para que pudiera gozar él mismo con sus amigos. En tonos suplicantes el padre hace su petición otra vez, mientras al mismo tiempo corrige al muchacho mayor en cuanto a ambas cosas, diciendo: “Hijo, tú siempre has estado conmigo, y todas las cosas que son mías son tuyas; pero simplemente teníamos que gozar y tener regocijo, porque este tu hermano estaba muerto mas ahora está vivo, y estaba perdido pero ha sido hallado.” (Luc. 15:25-32) Allí termina el relato, dejando la puerta abierta para que entre el muchacho mayor, después de reflexionar y recobrar el juicio.
21. ¿A quiénes representa aquí el hijo mayor, al tener presentes nosotros qué circunstancias?
21 En este respecto el hijo mayor no representa a todo el resto del “rebaño pequeño” que todavía está sobre la Tierra, sino solo a los que adoptan una actitud semejante a la de él. ¿Cómo se ve esto? Téngase presente que hasta 1931 la atención se centraba casi únicamente sobre el recogimiento de los que tenían la esperanza celestial. Se había previsto una clase terrestre, pero no se entendía que Dios trataría específicamente con esta clase y la organizaría ahora antes del Armagedón. No se contemplaba ningún trabajo de recoger e instruir a las “otras ovejas” antes del Armagedón, especialmente de nadie que hubiera desperdiciado sus oportunidades, como el hijo pródigo. Además, algunos sustentaban puntos de vista extremados en cuanto a cómo Jehová los estaba preparando para su herencia celestial, creyendo que se superentendía toda experiencia suya hasta el último detalle, tocante a ir desarrollando una disposición muy agradable. Esto los hizo concentrarse en sí mismos y sentirse sumamente importantes a sus propios ojos. Llegaron a ser egotistas de manera humilde. Solo se veían ellos mismos en el cuadro, como fue evidente con el hijo mayor.
22. ¿Cómo ha mostrado Jehová reconocimiento de la clase del “hijo más joven,” y con qué resultado?
22 ¿Estaba Jehová bajo alguna obligación de demorar su buen placer, esperando que éstos que estaban concentrados en sí mismos obtuvieran el punto de vista correcto y mostraran el espíritu correcto? De ninguna manera. Siguió adelante al suministrar un banquete de cosas pingües para la clase del “hijo más joven” cuando hubo llegado el tiempo para su reconocimiento público. Le suministró, hablando espiritualmente, una túnica excelente, un anillo y sandalias, lo que significaba que los identificaba como hijos terrestres en perspectiva que tenían ahora una buena posición en su organización, teniendo “calzados los pies con el equipo de las buenas nuevas de la paz.” (Efe. 6:15) Pero la clase del “hijo mayor” no apreció esto e inquirió en cuanto a ello de manera desafiadora. ¡Rehusó entrar en la casa de la organización de Dios, no teniendo deseo alguno de participar en dar la bienvenida a una clase que estaba substrayéndole la atención de los observadores!
23. (a) ¿Por qué es incorrecto el punto de vista de la del “hijo mayor”? (b) ¿Cuál es el punto de vista correcto?
23 Su punto de vista en cuanto a ambas cosas era incorrecto. En cuanto a ellos mismos, su propio galardón estaba asegurado como primogénitos si se probaban fieles. En cuanto a la clase del “hijo más joven,” no había ningún favoritismo de una clase sobre otra. Si, en el amor y paciencia de Dios, se halló una clase terrestre y llegó a estar viva, introducida en el cuadro más pronto de lo que se esperaba, ¿no deberíamos regocijarnos todos con nuestro Padre celestial a causa de ella? ¡Ciertamente no podemos darnos el lujo de adoptar una actitud argumentativa y emberrincharnos!
24, 25. (a) ¿De qué manera todavía está abierta la puerta para los de esta clase? (b) ¿Qué preguntas quedan por ser contestadas?
24 Aunque Jesús terminó la ilustración dejando al hijo mayor afuera de la casa, no podemos concluir que ninguno de esta clase responderá a la súplica de Jehová. Todavía está abierta la puerta. Recuerde que fueron los fariseos y los escribas quienes originaron esta ilustración. Su actitud superior para con los pecadores y recaudadores de impuestos fue la misma que la del hijo mayor para con su hermano. Pero muchos de estos caudillos religiosos recobraron el juicio más tarde. De hecho, como revela el registro, “una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe.”—Hech. 6:7.
25 ¿Están todavía en operación el amor y la paciencia de Jehová? ¿Ha habido desde 1935 desenvolvimientos que prueben esto? ¿Cómo podemos sacar provecho del paso que han dado en falso cada uno de los hijos, y qué podemos aprender de la actitud del padre, como la describe tan vívidamente Jesús? Naturalmente estamos sumamente interesados en la situación actual y consideraremos estas preguntas en el artículo subsiguiente.
[Nota]
a The Watch Tower del 1 y 15 de agosto de 1935, páginas 98, 110, 127, 130; La Torre del Vigía de mayo de 1935, páginas 66, 80.