Ningún alivio para el rico, pero consuelo para el pobre
1. ¿Cómo es que los primeros ahora son los últimos, y los últimos ahora son los primeros?
EL CLERO y los guías religiosos de la cristiandad estaban convencidos de que, semejantes al “hombre rico”, eran los primeros en línea para el Reino y seguros de recibirlo. Ahora encuentran, desde 1919 d. de J.C., que son los últimos y que están completamente excluídos de los privilegios del Reino. Por otra parte, los que ellos habían considerado con desprecio como los últimos en línea para el reino de Dios, el resto de la clase mendicante de Lázaro, ahora son los primeros en cuanto a gozar de los privilegios del Reino a la “mesa de Jehová” como Sus testigos. Los hechos prueban la veracidad de esto. A ellos se les han encomendado los intereses del Reino. Los están cuidando concienzudamente, obedeciendo el mandamiento de Cristo acerca de predicar este evangelio del Reino a toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.
2. ¿Cómo experimentó la clase de Lázaro un cambio parecido al cambio de Job y de los “dos testigos” del Apocalipsis 11?
2 Fueron presentados en falsos colores por el clero religioso y acusados falsamente de ser pecadores hipócritas, así como Job, despojado y agobiado por la enfermedad, fué acusado por sus tres amigos que a sí mismos se consideraban justos. Este resto de la clase de Lázaro ahora ha experimentado un glorioso cambio de condición, de la misma manera que Job, casi muerto y aparentemente afligido por Dios, fué sanado y su vida fué extendida por 140 años, fué bendecido con el doble de lo que había tenido antes, fué unido otra vez con su esposa y fué bendecido con siete hijos y tres hijas hermosas igual como había tenido antes. (Job 42:10-17) En un tiempo los que formaban el resto de la clase de Lázaro yacían como muertos e inactivos, semejantes a los “dos testigos” del Apocalipsis, capítulo 11. Aprovechando la Guerra Mundial I, la clase del “hombre rico” los intimidó y los maniobró de manera que parecían muertos debido a su inactividad en la obra de testimonio de Jehová y yacían como ‘cadáveres’ en el camino ancho de la gran ciudad de la cristiandad, la Sodoma moderna. Pero en 1919 el espíritu de Dios empezó a restaurarlos a la vida en su servicio para ser sus testigos y embajadores del Reino. De manera que entraron al favor del Abrahán Mayor, Jehová Dios, y recibieron su invitación, “Suban acá.” Respondieron a esa invitación para volver a la vida en su servicio exaltado en los intereses del reino celestial. Entonces con relación a esto, Apocalipsis 11:12 dice: “Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron.”—NM.
3. ¿Dónde ven los de la clase del “hombre rico” que están esos “dos testigos” y ellos mismos por contraste?
3 Sí, sus enemigos, la clase del “hombre rico” de la cristiandad, los vieron gozando de estos privilegios reales a la “mesa de Jehová”, en la posición del seno de Abrahán, entre tanto que ellos mismos fueron echados fuera y se les negó estas oportunidades del Reino. Fueron dejados en las tinieblas, el desconsuelo y la desesperación de este mundo con su alianza egoísta de naciones que busca: la paz mundial. Ellos allí lloran y crujen los dientes por causa de esta inversión de las condiciones en contra de ellos y a favor de los testigos de Jehová. Ellos ahora están como muertos y enterrados en Hades (o el infierno, la sepultura) en cuanto al servicio aprobado de Dios, y con todo están en tormento porque ven que el resto de la clase de Lázaro ha sido recibido en este servicio y que se está usando poderosamente en todo el mundo. Dios les ha negado el mensaje que tanto necesitan y espiritualmente están sufriendo un “hambre . . . de oír las palabras de Jehová” entre ellos.—Amós 8:11.
4, 5. ¿Cómo están ellos en algo parecido a un tormento ardiente?
4 Ven que ellos mismos están lejos de la posición del seno del Abrahán Mayor, Jehová Dios. Así como el clero judío y los guías religiosos fueron atormentados por el mensaje y las actividades de Jesús y sus discípulos, asimismo los caudillos religiosos y los notables de la cristiandad hoy están en tormento porque observan y sienten las actividades de los testigos de Jehová. Ellos ven que centenares de miles están respondiendo y juntándose a la clase de Lázaro, así como la gran familia de diez nuevos hijos fué añadida a Job después que se recobró del disfavor aparente de Dios que se debió a las maquinaciones de Satanás. El mensaje de Jehová por medio de sus testigos es como un fuego ardiente contra los religiosos que forman el “hombre rico”: “¿No es mi palabra como el fuego? dice Jehová.” (Jer. 23:29) Para ellos las actividades de la clase de Lázaro en proclamar el día de la venganza de Jehová son como la plaga de langostas que se predijo en Apocalipsis 9:1-11 y Joel 2:1-11.
5 Estas “langostas” son el ejército de los testigos de Jehová, y en cuanto al efecto que tienen sobre la clase del “hombre rico” de la cristiandad el Apocalipsis 9:5-7, 10, 11 dice: “Se les concedió a las langostas, no que los mataran, sino que éstos fueran atormentados por cinco meses, y el tormento de ellos era como el tormento por un escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte pero de ninguna manera la hallarán, y desearán morir pero la muerte sigue huyendo de ellos. Y la apariencia de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra, . . . También tienen colas y aguijones como escorpiones; y en sus colas está su autoridad para dañar a los hombres por cinco meses. Tienen sobre ellos un rey, el ángel del abismo. En hebreo su nombre es Abaddón [Destrucción], pero en griego tiene el nombre de Apolión [Destructor].” (NM) No debe causar sorpresa que se hagan esfuerzos en toda la cristiandad para destruir a los testigos de Jehová.
SÚPLICA POR ALIVIO RECHAZADA
6. ¿De qué manera se dirigen a Abrahán, y por qué?
6 Note, ahora, que lo que la parábola dice en seguida acerca del hombre rico en Hades y en tormento ha tenido su cumplimiento en esta consumación del sistema de cosas. “De modo que llamó y dijo: ‘Padre Abrahán, tenga misericordia de mí y envíe a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy en angustia en este fuego ardiente.’” (Luc. 16:24, NM) El clero judío clamó, “¡Padre Abrahán!”, suplicando favor como su simiente natural. Ellos eran descendientes naturales dé él y habían esperado recibir mejor tratamiento de parte de Dios debido a la relación natural que tenían con ese “amigo de Dios” de la antigüedad. ¡Ah, si pudieran recibir algún alivio de Dios basado sobre esa relación! Hoy de la misma manera los religiosos de la cristiandad, la contraparte moderna, se dirigen al Abrahán Mayor, Dios, como “Padre” y le suplican misericordia en su condición atormentada.
7. ¿Qué quiere decir su petición de que Lázaro sea enviado para refrescar su lengua?
7 Si Jesús no estaba hablando una parábola y si el “fuego ardiente” era literal, entonces ¡qué absurdo sería que el hombre rico pidiera que Lázaro mojara su dedo en agua para refrescar la lengua del hombre rico! Pero ¿cómo podría la clase de Lázaro proporcionar algún alivio para la clase del “hombre rico” ahora? Pues, con una gota del agua de la verdad que refrescaría al clero religioso en su angustia y tormento espirituales. ¿Cómo podría llevarse esto a cabo? Solamente al hacer que la clase de Lázaro dejara de predicar el “día de la venganza de nuestro Dios” y que dejara de exponer la religión hipócrita y de pronunciar el juicio ardiente de Jehová contra la cristiandad. De modo que ellos quieren que el Abrahán Mayor haga transigir a los que están en su favor o seno. No quieren que prediquen la verdad desnuda, sino las cosas agradables para el clero religioso para que tenga mejor apariencia a la vista de la gente. Es decir, que no hagan como Jehová mandó que hiciera Jeremías, que representó a sus testigos de hoy: “Habla todo cuanto yo te diga. . . . Y ellos pelearán contra ti, mas no prevalecerán contra ti; porque contigo soy yo, dice Jehová, para librarte.” De modo que la clase del “hombre rico” habla como el sacerdote israelita Amasías cuando le habló al profeta Amós, pero recibe una respuesta atormentadora que no satisface igual a la respuesta que recibió Amasías de Amós.—Jer. 1:7, 19; Amós 7:10-17.
8. ¿Cómo se dirige Abrahán a ellos en respuesta, y por qué?
8 ¿Qué, pues, responde el Abrahán Mayor? La parábola sigue diciendo: “Pero dijo Abrahán: ‘Hijo, acuérdese que usted recibió de lleno sus cosas buenas en su vida, pero Lázaro correspondientemente las cosas perjudiciales. Ahora, sin embargo, él está recibiendo consuelo aquí pero usted está en angustia. Y además de todas estas cosas, una gran sima se ha fijado entre nosotros y ustedes, de manera que aquellos que desean ir de aquí a ustedes no pueden hacerlo, tampoco puede cruzar gente de allá a nosotros.’” (Luc. 16:25, 26, NM) Porque los clérigos judíos eran descendientes naturales, Abrahán podía dirigirse a ellos apropiadamente como “¡Hijo!” Pero esto más bien los condenaba, porque, aunque eran su prole natural, ellos habían rechazado voluntariamente el favor divino y se habían colocado bajo la condenación de Dios. Entonces porque profesan ser hijos de Dios el Abrahán Mayor se dirige a la quejumbrosa clase del “hombre rico” como “¡Hijo!” de la misma manera que Josué se dirigió al perturbador Acán cuando estaba en juicio por su vida. (Jos. 7:19) Están en la posición de un hijo que apropiadamente necesita castigo. El Salmo 82:6, 7 les dice: “Yo dije: Dioses sois, y todos vosotros hijos del Altísimo. Empero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis.” El “fuego ardiente” que ellos ahora están experimentando es solamente una muestra anticipada de la destrucción que les espera. Pero Dios defiende y libra a los pobres y necesitados, y los saca de la mano del inicuo.—Sal. 82:1-4.
9. ¿Cómo recibieron ellos las cosas buenas “en su vida”?
9 “¡En su vida!” Sí, en la vida del hombre rico antes que llegara el juicio divino, sobre el Israel natural en aquel entonces y sobre la cristiandad ahora desde que se estableció el reino de Dios y Jesucristo fué hecho la “piedra principal del ángulo” en ese edificio real. Antes que los religiosos de la clase del “hombre rico” fueran expuestos como muertos y enterrados para con Dios ellos se habían preocupado bien poco por el bienestar espiritual de la gente. Vivieron cómodamente de los ingresos que recibieron de su profesión clerical y buscaron honra y respeto mundial y pasaron una buena vida. Le dieron a la gente muy poca inteligencia bíblica y no salieron a buscar a las ovejas perdidas. Permanecieron callados en cuanto a los opresores y sus opresiones y la única esperanza que les dieron fué la de recibir alivio y consuelo en el cielo. Asimismo la clase del “esclavo malo” busca únicamente su propia salvación y deja que las “otras ovejas” se cuiden a sí mismas hasta el Milenio. No ofrece ninguna ayuda a estas ovejas ahora para que puedan escapar la tribulación del Armagedón y sobrevivir para entrar al Milenio. (Mat. 24:48-51) De modo que los religiosos de la clase del “hombre rico” han tomado para sí las cosas buenas de esta vida y hasta han reservado las cosas buenas de la Biblia para sí mismos. Pero ahora esos días se han marchado para siempre, y ellos están seriamente perturbados, desilusionados y en gran angustia.
10, 11 (a) ¿Cómo recibió la clase de Lázaro las “cosas perjudiciales”? (b) Pero ahora ¿cómo son ellos consolados, y quiénes junto con ellos?
10 Durante los días cuando el grupo religioso de la cristiandad florecía, la clase de Lázaro recibió las “cosas perjudiciales”, y eso fué principalmente a manos de los religiosos de la clase del “hombre rico”. Aquellos que les daban un poco de alivio consolador eran considerados como perros que venían y lamían sus úlceras. Hicieron que tuvieran la apariencia de estar enfermos espiritualmente y de ser desechados, maldecidos por Dios, “como no teniendo nada,” como mendigos. (2 Cor. 6:8-10) Pero ahora desde que Dios ha invertido los asuntos y ha manifestado a quienes verdaderamente favorece y ha tomado en su seno, ellos reciben consuelo. Por supuesto, la clase del “hombre rico” todavía abusa de ellos verbalmente y los persigue con violencia; pero ellos son consolados con la consolación de Dios y son refrescados y renovados por las cosas buenas de su mesa. Ellos comen, beben, se alegran, cantan por gozo de corazón, y son bendecidos, entre tanto que los religiosos de la clase del “hombre rico” tienen hambre y sed y sienten vergüenza, lloran y se lamentan tristemente, y dejan su nombre por maldición, y se enfrentan con la destrucción. (Isa. 65:13-16) Es parecido a cuando Job fué sanado y consolado, y su familia, parientes y amigos fueron restaurados.
11 El resto de la clase de Lázaro son judíos espirituales. Ahora vemos que “diez hombres de todas las lenguas de las naciones” se han asido de su “falda” y que van con ellos como compañeros a la organización teocrática de Jehová. (Zac. 8:20-23) Son como los hermanos, hermanas y conocidos de Job que vinieron a consolarlo, además de aquellos hijos hermosos que él engendró en su vejez. (Job 42:11; véase también El Nuevo Mundo, páginas 364, 365) Ellos son las “otras ovejas” a quienes el Pastor Propio de Jehová, Jesucristo, trae a la unidad junto con el resto de la clase de Lázaro, haciendo de ellos un solo rebaño bajo el solo Pastor. De esta manera, también, estas “otras ovejas” llegan a ser compañeros íntimos del resto y entran al favor o seno del Abrahán Mayor, y junto con el resto participan de las “cosas buenas” y del consuelo del resto. (Juan 10:16) Son los primeros de la clase terrenal que reciben beneficios del Abrahán Mayor por medio de su Simiente, Jesucristo y su cuerpo de coherederos.
UNA GRAN SIMA
12. ¿Qué cosa representa la gran sima? ¿Qué alivio prohibe?
12 ¡Pero esa “gran sima”! El hombre rico no había pensado en eso cuando le suplicó a Abrahán por alivio. La gente que está con él en ese lugar no puede cruzar y entrar al seno de Abrahán por la fuerza. Ni tampoco puede la clase de Lázaro dejar el seno de Abrahán y cruzar al otro lado para dar alivio a la clase del “hombre rico”. La sima representa el juicio de Dios, que no se puede revocar y que divide a las dos clases. Prohibe cualquier misericordia o alivio a la cristiandad. Ella ha sido abandonada desde que hizo su decisión después de la Guerra Mundial I. Ella entonces decidió en contra del reino establecido de Dios y favoreció la conspiración internacional para dominar la tierra por medio de agentes humanos en desafío de la soberanía legítima de Jehová y en oposición a su Rey Jesucristo, a quien él colocó sobre el trono en 1914 para gobernar en medio de sus enemigos. A la clase del “hombre rico” el Rey Jesucristo dice: “Serpientes, descendientes de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio de Gehena?” (Mat. 23:33, NM) El Reino está aquí para gobernar en triunfo. Ahora este mundo, incluyendo a la cristiandad y sus poderes religiosos, tiene que ser abandonado a la destrucción. Los de la clase del “hombre rico” son como Esaú, que vendió su primogenitura debido al egoísmo y que se mudó al monte Seir. Después cuando quiso heredar la bendición fué rechazado, porque, “aunque buscó seriamente un cambio de parecer [en Isaac] con lágrimas, no halló lugar para ello.”—Heb. 12:16, 17; NM; Deu. 2:1-5; Eze. 35:1-15.
13. ¿Qué obra de división ha estado en progreso, la cual prohibe toda fraternidad?
13 Los requisitos para ser adoptados como miembros de la simiente de Abrahán de acuerdo con la promesa de Dios no pueden hacerse a un lado. La clase del Reino o de la bendición ya está casi completa, quedando sobre la tierra sólo un resto que está destinado para eso. La clase del “hombre rico” no ha cumplido esas condiciones y requisitos teocráticos sino que ha escogido la sabiduría de este mundo. Los últimos, según su punto de vista, ahora son los primeros en cuanto a su participación en los intereses del Reino, y los que se estimaban ser los primeros ahora son los últimos. ¡No puede haber ninguna fusión de las dos clases, ninguna fraternidad! “Salid de ella, pueblo mío,” clama la voz divina desde el cielo, “¡No toquéis a cosa inmunda!” El resto de la clase de Lázaro ha dejado al mundo babilónico y su confusión religiosa para poder ser limpio para llevar los vasos de la adoración de Jehová. Dios se ha determinado mantener limpia a la organización de su pueblo ahora. Allí solamente se mantienen las cosas verídicas; todos los hipócritas se echan fuera. El hombre rico no puede ser introducido contrario al decreto de Jehová. Pero ahora en este período corto de la paciencia de Dios antes de la destrucción del mundo en el Armagedón la clase de las “otras ovejas” que la voz del Pastor Propio que está sonando la llamada divina para salir de la Babilonia mundana. Salen de allí, huyen a la Señal que se ha levantado del reino de Jehová, y logran entrar al solo rebaño bajo su Pastor real. El Pastor pone a estas ovejas a su diestra y las divide de las “cabras”. La gran sima del juicio divino que no se puede cruzar no permite ningún compañerismo entre las personas fieles y los que rechazan el Reino con incredulidad.a “¡Tus juicios son un abismo profundo!”—Sal. 36:6.
SÚPLICA POR LOS CINCO HERMANOS
14. ¿Quién es el padre de la clase del “hombre rico”? ¿Cómo se manifestó esto?
14 La clase del “hombre rico” tiene sus propias ideas acerca de la salvación de la gente. “Dijo entonces: ‘En ese caso le pido a usted, padre, que lo envíe a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé un testimonio cabal, a fin de que no entren ellos también en este lugar de tormento.’” (Luc. 16:27, 28, NM) El todavía llama a Abrahán “padre”, pero confiesa que tiene un parentesco más cercano a otro padre y que tiene cinco hermanos. Jesús le dijo a esta clase quién es ese padre: “Si son hijos de Abrahán, hagan las obras de Abrahán. . . . Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían a mí, porque de Dios procedí y estoy presente. Ustedes son de su padre el Diablo y quieren cumplir los deseos de su padre. Ese era un asesino cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él.” (Juan 8:39, 42, 44, NM) De manera que la clase del “hombre rico” manifiesta de quiénes son hijos porque sus obras se parecen a las del Diablo.
15. ¿A quiénes representan los “cinco hermanos” del hombre rico?
15 El “hombre rico” y sus cinco hermanos hacen un total de seis. Este es un número que distingue a la organización de imperfección y pecado, la organización del enemigo. (1 Sam. 17:4, 7; 2 Sam. 21:20; Apo. 13:18) Son entonces la simiente visible de la gran Serpiente, así como Jesús les dijo. (Gén. 3:15; Mat. 23:33; 3:7) En aquel entonces los cinco hermanos representaban a todos los hermanos judíos de la clase del “hombre rico”, todos siendo israelitas naturales y teniendo la misma actitud, espíritu y padre. Eran la simiente de Abrahán por descendencia natural pero no eran hijos espirituales del Abrahán Mayor ni hermanos de Cristo. En este fin del mundo ellos representan a todos los de la cristiandad que profe san ser cristianos y que se asocian con los guías religiosos, siguen su dirección y se portan como cabras para con el resto de los hermanos de Cristo. Sus obras ponen de manifiesto quién es su padre.—2 Tim. 2:25, 26, NM.
16, 17. (a) ¿Qué admite el hombre rico concerniente a Lázaro? (b) En realidad, ¿qué quiere él que haga Abrahán con Lázaro para el bien de sus hermanos”?
16 El hombre rico admite que Lázaro es un testigo de Jehová, diciendo: “Para que les dé un testimonio cabal.” ¿Está aprobando aquí el hombre rico a los testigos de Jehová de la clase de Lázaro y pidiendo que se les dé ayuda a sus cinco hermanos para que se hagan testigos de Jehová también? Los hechos en cumplimiento de la parábola no indican esto. De hecho, el hombre rico quiere que el Abrahán Mayor envíe a Lázaro lejos de su seno para que predique a sus hermanos de tal manera y con un mensaje que no exponga que ellos están muertos para con Dios. No hay que ponerlos en angustia mental. Por lo contrario, hay que darles una seguridad falsa de que todavía están en el favor divino, reposando, como Lázaro, en el seno del Abrahán Mayor y teniendo a la vista todas las bendiciones prometidas del Nuevo Mundo.
17 Así como en los tiempos apostólicos, la clase del “hombre rico” de este día quiere que Dios haga que sus testigos cambien su manera heterodoxa de predicar y también que cambien su mensaje. Quiere que hagan más suave este mensaje del “día de la venganza de nuestro Dios” y que dejen de ‘trastornar aquellas cosas tan firmemente atrincheradas’ del error, la religión falsa y la amistad mundana. La clase del “hombre rico” quiere que sus hermanos en la organización de su padre eviten el tormento que ella está sufriendo debido a la proclamación de la Palabra pura de Dios, la cual expone su hipocresía y mundanalidad. De modo que su oración realmente se dirige a su verdadero padre, Satanás el Diablo, y es para que él venza a la clase de Lázaro para hacerla parte de este mundo, haciendo que transija con la organización del “hombre rico”. Entonces no atormentarán a los cristianos infieles.
18. ¿Qué respondió ahora Abrahán? ¿Qué quiso decir su respuesta?
18 “Pero Abrahán dijo: ‘Ellos tienen a Moisés y a los Profetas; que escuchen a éstos.’” (Luc. 16:29, NM) Esto manifiesta que, al tiempo de hablar Jesús la parábola, únicamente se refería a personas judías, porque en ese entonces las naciones gentiles no tenían la Ley mosaica y los Profetas ni la otra sección de las Escrituras hebreas encabezada por los Salmos.b La respuesta de Abrahán manifestó que no estaba de acuerdo con la petición del hombre rico concerniente a Lázaro. Así, también, no se permitió que la clase de Lázaro quitara a Moisés y a los Profetas o que los pasara por alto o que quitara algo de ellos o añadiera algo. Las Escrituras que ellos tenían habían de permanecer sin cambio o compromiso. La clase del “hombre rico” y sus cinco hermanos de hoy tienen, no sólo a Moisés y a los Profetas o sea las Escrituras hebreas, sino también las Escrituras griegas de los discípulos de Cristo. La clase del “hombre rico” no había prestado atención estricta a esas Escrituras ni había conformado su vida y enseñanzas a ellas. Por eso estaba sufriendo. Por lo tanto si los “cinco hermanos” u otros miembros de la parte religiosa de la organización del Diablo escucharan estas Escrituras y ordenaran su vida de acuerdo con ellas, entonces no llegarían a la condición desesperada y atormentada del “hombre rico”.
DEMANDANDO UNA SEÑAL
19. ¿Cómo contradice el hombre rico a Abrahán? En realidad ¿qué quiere él que se haga?
19 El hombre rico cree que él sabe más que el Abrahán Mayor. “El entonces dijo: ‘No, por cierto, padre Abrahán, pero si alguno de entre los muertos va a ellos se arrepentirán.’” (Luc. 16:30, NM) De manera que contradice a Dios: Moisés y los Profetas no son suficientes. Admite que sus hermanos necesitan arrepentimiento, pero quiere que su arrepentimiento se lleve a cabo, no por medio de escuchar las Escrituras que predican los testigos de Jehová, sino por una señal. Manifiesta que es como una “generación mala y adúltera” que “sigue buscando una señal”. Sí, “los judíos piden señales, y los griegos buscan la sabiduría.” (Mat. 16:1-4; 12:38, 39; Luc. 23:8; Juan 4:48; 1 Cor. 1:22) Quiere que el arrepentimiento de sus hermanos se lleve a cabo por esta señal y sin la Ley de Moisés y los Profetas, como si fuera indispensable añadir una señal ya que éstos no eran suficientes en sí mismos. Hay que darles una señal asombrosa, y no quitar las tradiciones de los ancianos religiosos ni los preceptos de los hombres que sobrepasan los mandamientos de Dios e invalidan su Palabra. (Mat. 15:1-9) De modo que esta clase en Hades insiste en su propia manera de salvar a la humanidad, una manera que elude el tormento causado por la clase de Lázaro.
20. (a) Entonces ¿qué quiere la clase del “hombre rico” hoy con respecto a la clase de Lázaro? (b) ¿Qué cosa pone de manifiesto aquí que ésta es una parábola?
20 Los del “hombre rico” clerical de hoy no quieren abandonar las tradiciones religiosas, las antiguas ceremonias y las filosofías paganas, que ellos han santificado y admitido en sus sistemas y enseñanzas religiosas. Permiten que la gente tenga la Biblia, pero no les recomiendan a sus congregaciones la enseñanza pura de Moisés y los Profetas y ahora del resto de las Escrituras inspiradas que se escribieron para manifestar el cumplimiento de Moisés y los Profetas. No quieren que los testigos de Jehová, la clase de Lázaro, recomienden las Santas Escrituras a la gente, exponiendo las tradiciones, ceremonias y filosofías religiosas. No, pero quieren que Dios, el Abrahán Mayor, dé una señal sobrenatural que manifieste si la clase de Lázaro es verdadera o falsa y que no resulte en tanto sufrimiento para los “cinco hermanos” del hombre rico. Otra vez podemos ver que Jesús estaba diciendo una parábola. Porque si todo esto fuera literal, entonces ¿cómo podría el hombre rico pedirle a Abrahán que enviara a Lázaro de entre los muertos, cuando Abrahán mismo está muerto e incapaz de resucitarse a sí mismo, mucho menos a otra persona? Es “Dios, quien da vida a los muertos”. (Rom. 4:17, NM) Pero ¿hará algo milagroso con la clase de Lázaro o testigos de Jehová para que impresionen por la fuerza a los “cinco hermanos” del hombre rico?
21. ¿Qué respondió Abrahán, y cómo habló Jesús en otro lugar de acuerdo con eso?
21 “Pero él le dijo: ‘Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco serán persuadidos si se levanta alguien de entre los muertos.’” (Luc. 16:31, NM) De manera que no se les dará una señal de acuerdo con sus especificaciones, así como Jesús les dijo en otro lugar: “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, pero ninguna señal le será dada aparte de la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez por tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra por tres días y tres noches. . . . ¡miren! algo más que Jonás está presente.” (Mat. 12:39-41, NM) Discernió correctamente la actitud religiosa de ellos cuando dijo: “A menos que ustedes vean señales y maravillas, de ninguna manera creerán.” Y manifestó que estaba de acuerdo con las palabras de Abrahán, cuando dijo: “Ustedes están escudriñando las Escrituras, porque creen que por medio de ellas tendrán la vida eterna; y éstas son las mismas que dan testimonio de mí. Y con todo no quieren venir a mí para que puedan tener vida. . . . No piensen que yo los acusaré al Padre; hay uno que los acusa, Moisés, en quien ustedes han colocado su esperanza. En realidad, si creyeran a Moisés me creerían a mí, porque ése escribió de mí. Pero si no creen los escritos de ése, ¿cómo creerán mis dichos?”—Juan 4:48; 5:39, 40, 45-47, NM.
22. ¿Cuál es la única cosa que la clase de Lázaro puede llevarle a los cinco hermanos del “hombre rico”? ¿Qué dificultad manifiestan éstos?
22 La única cosa que la clase de Lázaro podría llevarles sería Moisés y los Profetas y el mensaje del resucitado, Jesucristo. ¡Pero ningún mensaje adulterado y transigente! Usted no puede creer realmente el mensaje del Resucitado, y ahora también el mensaje de su reino establecido, sin creer también a Moisés y a los Profetas y los Salmos; porque las Escrituras cristianas griegas se basan en las Escrituras hebreas. Además las Escrituras hebreas antiguas hallan su cumplimiento en las Escrituras cristianas y en los acontecimientos de este día con respecto a su reino. Por lo tanto si usted no quiere creer a Moisés y a los Profetas simplemente por la verdad de esas Escrituras, entonces usted no creerá debido a un hombre que ha sido revivificado al favor de Dios y está reclinándose en su favor, ya no como un mendigo espiritual sino como un testigo activo de Jehová. Además de tal vivificación espiritual de la clase de Lázaro, Jesucristo realmente fué resucitado de entre los muertos y envió sus testigos, primeramente a los judíos y luego a las naciones. (Hech. 10:40-42) Ahora sus seguidores como testigos de Jehová van predicando al Cristo resucitado y su reino a los sobrevivientes de la clase del “hombre rico”, a sus “cinco hermanos”. No obstante esto no causa impresión en ellos. ¿Por qué no? Porque prefieren no creer a Moisés y a los Profetas y las demás Escrituras inspiradas. No quieren manifestar fe; quieren ver una señal.
23. Entonces ¿podemos esperar apoyo milagroso para nuestra obra? ¿Qué, entonces, se nos manda hacer?
23 ¿Cambiará Dios sus métodos por causa de estos incrédulos voluntariosos? ¡Nunca! El abismo profundo de su juicio intransigente todavía permanece allí entre nosotros y ellos. De modo que aparte de nuestro cambio de condición de 1919, cambio que se puede comparar a la salida de Jonás del vientre del gran pez para vivir sobre la tierra como un testigo de Jehová y predicar a los ninivitas, una señal que debería ser suficiente, la clase de Lázaro o testigos de Jehová no deben esperar que Dios obre algún milagro asombroso sobre ellos o con ellos para así apresurar el arrepentimiento de la clase representada por los cinco hermanos del hombre rico. No necesitamos ahora prueba adicional mediante la resurrección de los fieles testigos de la antigüedad. No tenemos autoridad para transigir el mensaje divino para este día del juicio de las naciones rehusando hablar todo el consejo de Dios. Se nos manda usar las mismas Escrituras que tiene la cristiandad en su posesión, Moisés y los Profetas y el testimonio inspirado acerca del Cristo resucitado y su reino. Equipados de esta manera, nosotros predicamos sin temor. Reconociendo que el favor de Dios está sobre nosotros, ya no miramos hacia los guías religiosos semejantes a cabras ni vamos a ellos como mendigos pidiendo favores espirituales. Nos mantenemos en el seno de favor del Abrahán Mayor y predicamos según él nos manda.
24. ¿A quiénes únicamente, entonces, podemos llevar consuelo y alivio?
24 Que las cabras tapen sus oídos y que nos persigan en su angustia y tormento religiosos. No podemos transigir y decirles que tendrán algún alivio proviniendo de Dios. Pero ya que hemos sido consolados tan grandemente por el Abrahán Mayor, Jehová Dios, tenemos la obligación de marchar adelante y “consolar a todos los que lloran” con la consolación con que nosotros mismos hemos sido consolados por Él mediante Cristo. (Isa. 61:1, 2; 2 Cor. 1:3, 4) Que escuchen los que tienen oídos para oír, y que sean consolados. De esa manera muchas otras ovejas descarriadas oirán la voz del Pastor Propio y tornarán de su condición mendicante, oprimida y cargada de pecado en este mundo para entrar al favor del Abrahán Mayor junto con el resto de la clase de Lázaro. Así la grande muchedumbre seguirá creciendo, para acrecentar la voz que se oye diciendo: “Alaben a Jah, porque Jehová nuestro Dios, el Todopoderoso, ha empezado a gobernar como rey.”—Apo. 19:6, NM.
[Notas]
b Si consideráramos que Jesús no estaba hablando una parábola, sino algo con sentido literal, ¿qué significarían las palabras de Abrahán? Esto: que la salvación del Hades y de los tormentos ardientes ha de lograrse aceptando solamente a Moisés (o la Ley) y a los Profetas y sin necesitar los escritos inspirados de los discípulos de Jesús, el Nuevo Testamento, como lo llaman muchos. Hay muchos cristianos profesos que dicen que no necesitamos el Antiguo Testamento o a “Moisés y a los Profetas”; pero aquí Abrahán dice que necesitan a “Moisés y a los Profetas”, sin mencionar el tal llamado “Nuevo Testamento”. Otra cosa: Si se refiere aquí al Abrahán literal, muerto en ese entonces por más de dieciocho siglos, ¿cómo podría él estar en el sepulcro y tener conocimiento acerca de Moisés y los Profetas, hombres que se presentaron centenares de años después de su muerte? (Isa. 38:18; Sal. 6:5) También, tomando en consideración Eclesiastés 9:5, 10, ¿cómo podría el hombre rico en Hades, Sheol o el infierno hablarle a Abrahán? Y, tomando en consideración Job 14:19-22, ¿cómo podría ver el cambio de condición que tuvo Lázaro y su entrada en honra divina? Únicamente si Jesús dijo una parábola podrían ser posibles las cosas que él aquí describió.