-
Una mejor base para creerLa Atalaya 1953 | 1 de mayo
-
-
contra ella en estos últimos días? Podemos hacerlo si estudiamos, porque aunque a los hombres mundanos les gusta desacreditarnos y decir que sólo los ignorantes creen en la Biblia, ¡el conocimiento ascendente está probando que lo contrario es lo cierto! Son los voluntariosamente ignorantes los que cierran los ojos a la vindicación de ella por medio de hallazgos científicos y excavaciones arqueológicas, y sobre todo a la vindicación de ella hecha manifiesta por el número creciente de profecías cumplidas que iluminan nuestros tiempos. De modo que estudie la Palabra de Dios, obre de acuerdo con ella, edifique sobre fundamento de roca, y su fe resistirá los asaltos de los hombres ahora y la tormenta del Armagedón más tarde. De esta manera podemos durar junto con la Palabra de Dios para disfrutar de vida en el predicho nuevo mundo de justicia.
-
-
Santiago, el hermano de JesúsLa Atalaya 1953 | 1 de mayo
-
-
Santiago, el hermano de Jesús
JESÚS, el Hijo de Dios, en una ocasión dijo: “Un profeta no carece de honor salvo en su territorio natal y en su propia casa.” Que él mismo tuvo esta experiencia tocante a su familia inmediata es evidente del registro hecho por su discípulo preferido, Juan: “Sus hermanos, de hecho, no estaban ejerciendo fe en él.” Mateo y Marcos mencionan a cuatro hermanos, Santiago, José, Simón y Judas. (Mat. 13:55-57; Mar. 6:3; Juan 7:5, NM) Sin embargo, después de la muerte y resurrección de Jesús, por lo menos algunos de sus hermanos uterinos (de la misma madre pero de diferente padre) sí ejercieron fe en él, porque leemos que, acercándose el Pentecostés, los once apóstoles de común acuerdo “persistían en oración, junto con algunas mujeres y María la madre de Jesús y con los hermanos de él”.—Hech. 1:13, 14, NM.
Considerando que algunos de nuestros lectores podrían objetar a la declaración de que María tuvo otros hijos además de Jesús, sosteniendo que ella fué “siempre virgen”, antes de considerar lo que las Escrituras cristianas griegas dicen acerca de Santiago, el hermano de Jesús, consideremos brevemente esa objeción. Si María fué “siempre virgen”, entonces ¿por qué dijo Mateo en el capítulo uno, versículo veinticinco Mt 1:25, que José “no la conoció”, es decir, “no tuvo relaciones con ella hasta que dió a luz un hijo”? (NC; NM) Y ¿por qué describió Lucas a Jesús como el “primogénito” de ella? (Luc. 2:7) Si María no hubiera dado a luz otros hijos ¿no se habría referido él a Jesús como el “único” hijo de ella? Claramente Mateo y Lucas no consideraron que Jesús fué el único hijo de María, de otra manera ciertamente que habrían recalcado el punto; especialmente si ellos hubieran pensado que este asunto era tan vital como algunas organizaciones religiosas lo piensan.
Tampoco puede argüirse que estos “hermanos” no eran de la familia inmediata de Jesús, sino que eran parientes o primos, porque la palabra usada significa literalmente “de la misma matriz”. (Concordancia de Young) Si se hubiera querido decir únicamente parientes los escritores inspirados sin duda habrían usado la palabra griega traducida prima y primos en Lucas 1:36, 58 (V A).
-