Espere con confianza en la justicia y rectitud de Dios
1, 2. ¿Por qué pudiera ser que algunos conocidos no nos invitaran a participar en alguna actividad impropia?
SUPÓNGASE que un grupo de personas de su empleo, de su escuela o de su vecindario decidieran ir a ver una película inmoral. Entonces alguien lo menciona a usted y se pregunta si usted querría ir con el grupo. ¿De qué manera cree que responderían a eso los que lo conocen a usted? ¿Responderían: ‘¡Qué va! Es inútil pedirle que venga. Esas cosas no le interesan; ésa no es su manera de ser’? Ciertamente ése debería ser el avalúo de dónde está el interés del cristiano y qué busca él.—2 Tim. 2:19.
2 Sin embargo, ¿qué llevaría a estos conocidos a responder de esa manera? Por estar al tanto de los principios por los cuales lo veían regirse y por haber observado su manera de actuar en el pasado, podían estar seguros de cómo respondería usted en esta situación.
3. ¿Qué base tenemos para estar seguros de que el proceder de Dios siempre será justo y recto?
3 Si individuos humanos observadores podrían saber qué proceder seguiría un cristiano, ¡cuánto más podemos estar seguros nosotros del proceder que Jehová Dios emprenderá en ciertas situaciones! En Edén hubo quienes plantearon una cuestión moral en cuanto a la soberanía universal de Jehová y lo justo de su modo de tratar con la humanidad. Esa cuestión tiene que ser zanjada. Las páginas de la historia bíblica registran pasos progresivos en los tratos de Jehová a medida que ha avanzado hacia el zanjar finalmente esa cuestión. Y ese mismo registro nos suministra amplia razón para confiar en que Él siempre hará lo que es justo y recto. También, el registro nos asegura que el proceder que Jehová siga siempre será a favor del mejor resultado duradero para las personas humanas, así como justo y recto.
4. ¿Se manifiesta una falta de justicia y rectitud en el hecho de que Jehová haya permitido que el género humano haya experimentado sufrimiento?
4 El apóstol Pablo escribió: “Porque la creación [la humanidad que desciende de Adán y Eva] fue sujetada a futilidad [porque nace en pecado y va encaminada a la muerte], no de su propia voluntad [nosotros, los miembros de la humanidad, no podemos hacer nada en cuanto al hecho de que el pecado de Adán nos haya traído pecado e imperfección], sino por aquel [Dios] que la sujetó [al permitir que Adán produjera prole], sobre la base de la esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.” (Rom. 8:20, 21) Sí, el que Dios permitiera el nacimiento de individuos humanos, aunque hubieran de sufrir dolor y experimentar problemas en la vida, de ninguna manera fue injusto. Pues al debido tiempo Dios también colocó delante de ellos la oportunidad de tener vida perfecta en el paraíso para siempre.
5. ¿Por qué disfrutamos hoy de un favor particular respecto a “la esclavitud a la corrupción” del género humano?
5 Hoy nosotros disfrutamos de un favor particular, pues nos encontramos al umbral del nuevo orden de Dios en el cual la humanidad obediente “será libertada de la esclavitud a la corrupción.” El cumplimiento de la profecía bíblica demuestra que desde 1914 hemos estado en la “generación” que verá a Dios eliminar la iniquidad de la Tierra y establecer un paraíso por toda la Tierra. De modo que los testigos de Jehová están proclamando activamente las “buenas nuevas del reino,” que traerá a las criaturas humanas que sean leales a Jehová “la gloriosa libertad de los hijos de Dios.”—Mat. 24:3-14, 21, 34.
PREDICANDO A TODOS LOS PUEBLOS... ¿CÓMO?
6. ¿Qué preguntas podrían surgir respecto a las palabras de Jesús en Marcos 13:10?
6 Jesús dijo: “En todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.” (Mar. 13:10) A pesar de los estrenuos esfuerzos de los testigos de Jehová, parece que todavía hay centenares de millones de personas que no han recibido un testimonio personal. Hasta en los países donde los Testigos están activos, hay personas a las que no se ha llegado. Y hay millones más que viven donde hay pocos Testigos si acaso hay algunos. ¿Puede llegar el mensaje vital del Reino a todas estas personas con el transcurso del tiempo? Si es así, ¿cómo? ¿Deberíamos ‘simplemente dejarle eso a Dios,’ o nos vemos envueltos en ello de alguna manera? ¿En qué consistirá el juicio de Dios?
7. ¿Por qué podemos confiar en que Marcos 13:10 se cumplirá?
7 Si la obra de predicar que hay que hacer fuese de los hombres, habría razón para que nos preocupáramos. La tarea parecería demasiado grande en vista de las barreras políticas que ahora retardan la obra de predicar en algunos países, así como del hecho de que la “explosión demográfica” resulta en que cada año haya nuevos millones de personas que no han oído el mensaje. Pero, felizmente, Aquel que ha de determinar hasta qué grado ha de darse el testimonio a las naciones no es ningún hombre ni grupo de hombres; ¡es Jehová Dios! Lo que él haga estará en completa armonía con lo que él es... un Dios sabio, recto, amoroso y compasivo. ¿Por qué podemos estar seguros de ello?
8. ¿Cuál es el punto de vista de Jehová en cuanto a que criaturas humanas adquieran vida eterna?
8 Jehová envió su Hijo a la Tierra como “rescate correspondiente por todos.” (1 Tim. 2:6; Juan 3:16) Dios nos asegura que no desea que nadie pierda su vida por desobediencia. Como dice 2 Pedro 3:9: “No es lento Jehová respecto a su promesa, . . . sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” Porque “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad,” el Creador ha dado a los individuos tiempo para oír acerca de la salvación y para arrepentirse. (1 Tim. 2:4, Nácar-Colunga) El que Jehová haya hecho que sus Testigos hayan proclamado las “buenas nuevas” en más de 200 países e islas del mar es evidencia del interés que él se toma; Jehová quiere que los individuos se hagan obedientes y reciban la bendición de la vida eterna.—Rom. 6:23; Heb. 5:9; compare con Isaías 55:6, 7; Malaquías 3:7.
9. (a) ¿Cómo es posible que la obra de predicar todavía pueda efectuarse en escala más vasta? (b) ¿Qué ejemplos confirman esto?
9 El mayor grado o escala a que haya de efectuarse todavía la obra de testificar es cosa que simplemente no sabemos. No debemos pasar por alto el hecho de que Jehová es responsable de esta obra y está utilizando a ángeles en el cielo para superentenderla. (Rev. 14:6, 7) ¡Considere lo que aconteció en un solo día en el año 33 E.C.! (Hech. 2:37-42) O, en tiempos modernos, piense en lo que ha sucedido en la Unión Soviética. No hace muchos años pudiera haber parecido imposible el imaginarse que las “buenas nuevas” se predicarían por todo ese país comunista. Pero se están predicando ahora, hasta en la remota Siberia. En The Kremlin’s Human Dilemma, Maurice Hindus escribe lo siguiente acerca de los testigos de Jehová:
“No hay manera de hacer que se detengan. Suprimidos en un lugar, asoman en otro, ya en la Rusia europea, ya en Siberia. . . . Parecen tan indestructibles como la policía soviética que está resuelta a barrerlos de la escena soviética.”—Pág. 304.
Además, en muchos países los Salones del Reino se están llenando a un grado que asombra a los que participaban en la obra de predicar antes de a mediados de los años sesenta. Sí, Jehová está haciendo que Su mensaje se predique.
10. Tocante a esta predicación, ¿en qué debemos concentrarnos nosotros?
10 Puesto que se nos asegura que nuestro todopoderoso y justo Dios decidirá cuándo se habrá efectuado la predicación al grado que él se propone, podemos concentrarnos con singularidad de dirección mental en lo que nosotros tenemos que hacer. Él no nos ha dicho a nosotros que determinemos cuándo se haya efectuado suficiente predicación, sino que nos ha dicho que sigamos declarando las buenas nuevas. Hay vidas envueltas en la situación. ¡El comprender eso, junto con la conciencia de que Dios nos ha comisionado para predicar, debe impelernos a acción!
11. (a) ¿Qué lección podemos aprender de las palabras de Jehová en Ezequiel 33:7-9? (b) Como Pablo, ¿en qué debemos pensar con relación a la predicación?
11 Podemos aprender una lección de lo que Jehová Dios le dijo a Ezequiel en cuanto a la responsabilidad de éste tocante a una destrucción inminente:
“Atalaya es lo que te he hecho a la casa de Israel, y de mi boca tienes que oír la palabra y darles advertencia de mí. Cuando yo diga a alguien inicuo: ‘¡Oh inicuo, tú positivamente morirás!’ pero tú realmente no te expreses para advertir al inicuo en cuanto a su camino, él mismo como inicuo morirá en su propio error, pero su sangre la reclamaré de tu propia mano. Pero en lo que respecta a ti, en caso de que tú realmente adviertas a alguien inicuo en cuanto a su camino para que él se vuelva de éste pero él realmente no se vuelva de su camino, él mismo morirá en su propio error, mientras que tú mismo ciertamente librarás tu propia alma.”—Eze. 33:7-9.
Jehová dijo esas palabras antes de la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. Pero también tienen significado para los cristianos de hoy que tienen un mensaje que es tanto una advertencia como una invitación a la gente para que ‘se vuelvan de sus pecados y ejecuten derecho y justicia.’ (Eze. 33:14) En lo que debemos poner el pensamiento es en lo que lo puso el apóstol Pablo:
“Pablo empezó a estar intensamente ocupado con la palabra, dando testimonio a los judíos para probar que Jesús es el Cristo. Mas como ellos siguieron oponiéndose y hablando injuriosamente, sacudió sus prendas de vestir y les dijo: ‘Esté la sangre de ustedes sobre sus propias cabezas. Yo estoy limpio.’”—Hech. 18:5, 6.
Habiendo disponible tanta evidencia de que la conclusión de este sistema de cosas inicuo está cerca, nosotros también debemos estar ‘intensamente ocupados con la palabra, dando testimonio.’ Al proceder así, podemos estar ‘limpios de la sangre de todo hombre,’ y podemos esperar en Dios por la decisión en cuanto a cuándo la obra de predicar se habrá efectuado a satisfacción de él.—Hech. 20:26.
¿EN QUÉ CONSISTIRÁ SU JUICIO?
12, 13. (a) ¿Hay razón para que nos preocupemos en cuanto a en qué consistirá el juicio de Jehová en la conclusión del sistema de cosas? (b) ¿Cómo confirma esto lo que leemos en Ezequiel 33:17?
12 Se relaciona con la pregunta sobre a qué grado habrán de predicarse todavía las buenas nuevas del Reino cierta incertidumbre por parte de algunos en cuanto a en qué consistirá el juicio de Jehová en la conclusión del sistema de cosas. Tienen alguna preocupación en cuanto a si el juicio de Jehová ha de ser recto y justo o no.
13 Pero, en realidad, ¿hay razón alguna para esa preocupación, en vista del hecho de que Jehová será responsable del resultado? Hace mucho el profeta Isaías escribió acerca de Jehová Dios: “¿Con quién consultó para que se le hiciera entender, o quién le instruye en la senda de justicia, o le enseña conocimiento, o le hace conocer el mismísimo camino del verdadero entendimiento?” (Isa. 40:14) ¿No es cierto que ninguna persona humana jamás ha tenido que enseñarle a Dios derecho y justicia? Cuando unos israelitas dijeron: “El camino de Jehová no está ajustado bien,” ¿en quién había falta? No en Jehová; la falta la cometían los hombres imperfectos con su punto de vista imperfecto de lo que era correcto. Como registró Ezequiel: “En cuanto a ellos, es el camino de ellos el que no está ajustado bien.” (Eze. 33:17) Podemos confiar con absoluta certeza en que el juicio de Jehová en la conclusión del sistema de cosas será justo, recto, amoroso y misericordioso.
14. ¿Cuándo aplica la ilustración de las ovejas y las cabras?
14 Una ilustración que Jesús dio suministra alguna información acerca de ese juicio. Los apóstoles le habían preguntado a Cristo qué sería ‘la señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas.’ (Mat. 24:3) La parte final de su respuesta fue la parábola de las ovejas y las cabras. (Mat. 25:31-46) Esta ilustración aplica ahora, pues en 1914 E.C. Jesús comenzó su “presencia” en poder del Reino en el cielo; entonces ‘el Hijo del hombre llegó en su gloria y se sentó sobre su glorioso trono.’ (Mat. 25:31; Dan. 7:13, 14) También se encuentra confirmación de que aplica a este espacio de tiempo entre el principio de Su “presencia” y la destrucción del sistema de cosas en el hecho de que Jesús dijo que a sus hermanos espirituales, los que quedan de los 144.000, se les maltrata y se les pone en prisión; esto es algo que se les hace a ellos ahora, no algo que haya de ocurrir en el Nuevo Orden.—Rev. 12:17.
15. ¿Por qué podemos llegar a la conclusión de que nos hallamos en un tiempo de juicio?
15 En la ilustración, Jesús dijo que durante este espacio de tiempo “todas las naciones serán juntadas delante de él [como Rey entronizado], y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras.” (Mat. 25:32) Esto no es un simple manejo temporal de asuntos, sino que envuelve juicios decisivos que son dados por aquel a quien Jehová nombra para “juzgar a los vivos y a los muertos.” (2 Tim. 4:1; Juan 5:26, 27) Bueno, pues, ¿podemos llegar a la conclusión de que durante este tiempo la actitud y acciones de algunos individuos han de resultar en que merezcan destrucción eterna? Aunque haya quienes vacilen en llegar a tan firme conclusión, note lo que Jesús dijo acerca de los que ahora resultan ser “cabras”: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.” (Mat. 25:41, 46; 2 Tes. 1:6-9) De modo que nos hallamos en un tiempo en que la vida eterna de esos individuos está en la balanza; es un tiempo de juicio.
16, 17. (a) ¿Por qué no califican las criaturas humanas para rendir juicios con relación a las “cabras”? (b) ¿Qué debemos hacer acerca de tales asuntos?
16 Sin embargo, observe que Jesús no dejó a criaturas humanas determinar quiénes son las “ovejas” y quiénes son las “cabras.” ¡Qué excelente es eso! Pues, si la responsabilidad de juzgar fuese de nosotros, individuos humanos, ¿cómo podríamos evaluar apropiadamente factores como: ¿Cuánta oportunidad de oír y aceptar las buenas nuevas tuvo alguien? ¿Fue afectada su respuesta por su fondo genético, o antecedentes de familia o religiosos? ¿Cuál es su condición de corazón?... ¿ama la justicia? Si es un niño o es retardado mental de nacimiento, ¿hasta qué punto está relacionada con el asunto la responsabilidad de familia o comunidad?—1 Cor. 7:14; Deu. 30:19.
17 Sin lugar a dudas, ni siquiera uno de nosotros califica para pesar estos factores y principios vitales, ni quizás muchos otros. No podríamos llegar a juicios que fueran ‘perfectos, justos y rectos.’ (Deu. 32:4) Por consiguiente, ¿por qué debería alguien de entre nosotros envolverse innecesariamente en tratar de decidir quiénes sobrevivirán y quiénes no? Si decimos: ‘Me parece que estas personas en esta situación dada son “cabras” y perecerán eternamente, pero las que están en aquella otra categoría vivirán,’ ¿no nos estamos constituyendo en jueces nosotros mismos? (Sant. 4:12) En vez de tratar de decidir si cierta persona, familia o grupo de personas encaja en la descripción de las “cabras” o no, podemos quedar satisfechos con dejar el asunto en manos del “Juez de toda la tierra.”—Gén. 18:25.
18. (a) ¿Aplica Dios meramente justicia estricta? (b) ¿Por qué podemos estar seguros de que sus juicios serán justos y rectos?
18 Los juicios de Dios no son simplemente asunto de aplicar justicia estricta, insensible. Su misericordia, compasión y amor están envueltos en ellos. Como lo expresó el salmista David: “No ha hecho con nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros errores ha traído sobre nosotros lo que merecemos.” (Sal. 103:10) En realidad el único salario que merecen las criaturas humanas pecaminosas, imperfectas, es la muerte. (Rom. 6:23) Sin embargo, en su misericordia y compasión Jehová se ha propuesto que el mensaje de salvación sea diseminado extensamente para que personas humanas adquieran vida. Él quiere que ellas la adquieran. (Eze. 33:11; Isa. 55:6, 7) Si la misericordia, el amor y la compasión de Dios se han desplegado tan consistentemente hasta este tiempo, y nos hemos beneficiado de ellos, ¿no podemos estar absolutamente seguros de que desempeñarán su parte, también, en el juicio en la conclusión del sistema de cosas? Sí, los sobrevivientes estarán absolutamente en lo correcto cuando proclamen: “Jehová Dios, el Todopoderoso, verdaderas y justas son tus decisiones judiciales.”—Rev. 16:5-7; 19:1, 2.
RESURRECCIÓN... ¿DE QUIÉNES?
19, 20. ¿Qué enseña la Biblia acerca de una resurrección futura?
19 Hemos visto que hay buena razón para que confiemos en la rectitud y la justicia de Dios con relación a la predicación de las “buenas nuevas del reino” y su juicio en la conclusión del sistema de cosas. Tenemos igual razón para confianza respecto a lo que Jehová hará al resucitar a individuos.
20 En su Palabra él nos asegura que “va a haber resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) El testimonio que dan las Escrituras dice que todos los que han muerto y han ido al Seol o Hades, el sepulcro común de la humanidad muerta, serán resucitados. (Rev. 20:13) Por consiguiente, en el Nuevo Orden millones y millones de individuos que han muerto en el pasado tendrán la oportunidad de seguir los caminos justos de Jehová y recibir vida eterna. Pero la Biblia también muestra que no toda persona será resucitada. Como hemos visto, esto se debería a que algunas personas han pecado contra el espíritu santo y Jehová las ha juzgado merecedoras de destrucción eterna, y las ha asignado al Gehena.—Mar. 3:28, 29; Heb. 6:4-6; Mat. 23:33.
21. ¿Estamos en situación de saber quiénes serán levantados de entre los muertos? ¿Por qué?
21 Hay quienes se han preguntado: ‘¿Será resucitado este cierto pariente mío? ¿O qué hay de este conocido, o este gobernante particular que persiguió a cristianos verdaderos?’ Preguntas como ésas pudieran suscitarse. Sin embargo, ¿está alguno de nosotros en situación de llegar a conclusiones definitivas? Si la Biblia misma no declara específicamente si cierta persona fue al Hades al morir o si fue asignada a la destrucción eterna, simplemente no podemos expresarnos dogmáticamente sobre precisamente qué acontecerá. No conocemos todos los hechos acerca de la vida del individuo de que se trata. Además, ¿podemos nosotros leer el corazón de tal persona? No, no podemos. Pero Jehová posee todos los hechos y puede leer los corazones. Leemos: “Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón, . . . aun para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos.” (Jer. 17:9, 10; 1 Sam. 16:7) Por consiguiente, en vez de tratar nosotros mismos de determinar quiénes serán resucitados y quiénes no, con buena razón podemos confiar en que Jehová y Jesús harán lo que es justo y recto.—Juan 5:30; Rom. 9:14.
CONFIANZA EN LO QUE ÉL SUMINISTRA
22. ¿Da la Biblia todos los detalles acerca de lo que Dios proveerá para los resucitados?
22 La Biblia no suministra todos los detalles acerca de la resurrección. No dice, por ejemplo, con quiénes vivirán o dónde vivirán los resucitados. De modo que mostramos sabiduría al no teorizar sobre esos asuntos y quizás causarnos perturbación nosotros mismos y causar perturbación a otros. Más bien, con confianza en Dios, sencillamente podemos esperar y ver.
23. (a) ¿Qué pregunta acerca de la resurrección le hicieron a Jesús unos líderes religiosos judíos? (b) ¿A quiénes aplica la respuesta de Jesús?
23 Sin embargo, la Biblia comenta hasta cierto punto sobre la cuestión del matrimonio. En una ocasión unos líderes religiosos judíos, que no sabían nada acerca de una resurrección a la vida en el cielo, plantearon una pregunta acerca de una judía, que estaría bajo la ley mosaica, y que había tenido siete esposos. Preguntaron de quién sería esposa en la resurrección. Jesús contestó:
“Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. Pero el que los muertos son levantados aun Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob.’ Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.”—Luc. 20:34-38; Mat. 22:29-32.
¿Estaba hablando Jesús acerca de la resurrección celestial? No, Jesús no dejó sin contestar la pregunta de ellos acerca de la resurrección terrestre; la contestó. Habló de la resurrección a la vida en la Tierra, tal como la recibirán Abrahán, Isaac y Jacob. Esos fieles no recibirán inmortalidad, pero serán como los ángeles. ¿Por qué? Porque los ángeles son mortales, pero al permanecer leales a Jehová jamás morirán. Al recibir el galardón del derecho a la vida eterna, nadie más les puede quitar la vida sin autorización de Dios. ¡La vida sin fin en la Tierra es una bendición que solo Jehová puede proveer, y él la proveerá y la conservará!
24. ¿Por qué se incluiría en la Biblia información sobre el efecto de la muerte en el vínculo matrimonial?
24 Al dar aquella respuesta Jesús indicó que la muerte disuelve el vínculo matrimonial, un hecho que más tarde confirmó Pablo. (Rom. 7:3; 1 Cor. 7:39) Por eso, si el esposo de una mujer muere, ¿tendría que sentirse obligada ella a permanecer sin esposo o sin padre para sus hijos? No. Y ¿por qué sabemos eso? Porque Jehová bondadosamente incluyó esta información en la Biblia. Aunque él no estaba tratando de suministrarnos todos los detalles acerca de arreglos de familia en el Nuevo Orden, estaba ayudando así a eliminar un posible problema para los cristianos que todavía están en este sistema de cosas. El hecho de que él mostrara tal comprensión y compasión, ¿no aumenta nuestra confianza en que sean cuales sean los arreglos que Él haga para nosotros en el Nuevo Orden también reflejarán su amor, compasión y sabiduría?
25. ¿Por qué servimos gustosamente a Jehová?
25 Satanás afirmó que las criaturas humanas sirven a Jehová solo por lo que pueden sacar egoístamente de ello. Pero los cristianos verdaderos no están sirviendo a Dios principalmente por las bendiciones que reciben ahora o por lo que esperan recibir en el Nuevo Orden. Le están sirviendo por amor genuino y debido a su privilegio de santificar Su nombre, y gustosamente sirven a Jehová tanto ahora como eternamente debido a lo que él es. Es nuestro Creador a quien le agradecemos la vida. (Sal. 100:3-5) También es un Dios que merece nuestra adoración debido a sus mismísimas cualidades y caminos: “Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.”—Deu. 32:4.
26. ¿Qué vista del futuro nos da el que conozcamos a Jehová y Jesús?
26 Jehová jamás nos desilusionará. Sus actos justos nos impelerán a estar siempre agradecidos de que Él sea nuestro Dios. Y la gobernación milenaria por su Hijo, que “es el reflejo de su gloria y la representación exacta de su mismo ser,” se caracterizará por la misma justicia y rectitud. (Heb. 1:3) La Biblia describe su gobernación de esta manera: “De la abundancia del gobierno principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” (Isa. 9:7; 11:2-5) Plenamente confiados, podemos esperar con anhelo esas bendiciones de Jehová Dios y su Hijo.