Trabajando de toda alma
“Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová.”—Col. 3:23.
1. ¿En qué son ejemplos Jehová y Cristo para el hombre?
JEHOVÁ Dios y Cristo Jesús son trabajadores. “Mi Padre ha seguido trabajando hasta ahora, y yo sigo trabajando,” dijo Jesús. Las magníficas obras creativas de Jehová en las que Jesús participó antes de venir a la tierra se ven diariamente. Pero, ¿qué clase de obras hizo Jesús cuando estuvo en la tierra como hombre? Glorificó el nombre de su Padre, Jehová, al alcance del oído de los hombres. Su trabajo fue de la mejor calidad. El trabajo del Padre que lo envió recibió su atención indivisa y él estuvo completamente dedicado a hacerlo mientras hubo oportunidad. Jesús disfrutó de su vida ocupada en la tierra porque se dedicó de toda alma a su trabajo. Sus intereses estuvieron vitalmente unidos a los de Jehová. Al cabo pudo decir: “Te he glorificado sobre la tierra, habiendo acabado el trabajo que me has dado para hacer. Así es que ahora, Padre, glorifícame al lado tuyo con la gloria que tenía al lado tuyo antes que el mundo existiera.”—Juan 5:17; 9:4; 17:4, 5, 26.
2. Los que ahora están dedicados a Jehová ¿qué privilegio inmerecido tienen, y cómo debe hacerlos sentirse el apreciarlo?
2 Desde la muerte de Jesús y su resurrección Jehová ha tenido siervos en la tierra que hacen su trabajo. Es trabajo que glorifica a Jehová. Cuando nos detenemos un momento y consideramos lo pequeña que es esta tierra en el universo y la suma pequeñez de las criaturas sobre ella, entonces nos debe impresionar la generosidad y bondad amorosa de Jehová que concede a los humanos insignificantes el privilegio de trabajar con él. “Somos los colaboradores de Dios.” Estamos “trabajando junto con él.” ¿Por qué ha hecho Dios esto? No es que nos necesite para que hagamos su trabajo, sino que le ha sido grato permitir que sus siervos participen en ello: “Porque Dios es el que, a causa de su buen placer, está actuando en ustedes a fin de que haya en ustedes tanto el querer como el actuar.” Apreciando esta relación estrecha con Jehová, ¿cómo pudiera algún cristiano verdadero hoy día trabajar de otra manera que de toda alma al hacer la obra de Dios?—1 Cor. 3:9; 2 Cor. 6:1; Fili. 2:13.
3. ¿Puede una persona trabajar de toda alma sin creer completamente en Jehová?
3 El cristiano tiene que creer plenamente en Jehová, de otro modo sería irregular o inconstante en su trabajo y finalmente no recibiría nada de Jehová “Porque el que duda es como una ola del mar impelida por el viento y echada de un lado a otro. De hecho, que no piense ese hombre que recibirá algo de Jehová; él es un hombre indeciso [de alma doble, margen], inconstante en todos sus caminos.” La fe que el siervo tiene se demuestra en sus obras o hechos, si obra de toda alma o “de alma doble.” Los que son constantes obran de toda alma y son genuinos en su fe.—Sant. 1:6-8.
4. ¿Cuál es la relación entre la fe y las obras?
4 Por eso el discípulo Santiago razona: “¿De qué provecho es, hermanos míos, el que cierta persona diga que tiene fe pero no tenga obras? Esa fe no puede salvarlo, ¿no es verdad? . . . No obstante, cierta persona dirá: ‘Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe aparte de las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.’ Tú crees que hay un solo Dios, ¿verdad? Haces bastante bien. Y sin embargo los demonios creen y se estremecen. Pero, ¿quieres saber, oh hombre vano, que la fe aparte de las obras es inactiva? . . . Ustedes ven que el hombre ha de ser declarado justo por obras, y no por la fe sola. . . . En verdad, así como el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” En conexión con esto Santiago menciona a Abrahán y Rahab como ejemplos de los que demostraron su fe mediante hechos y fueron aprobados por Jehová.—Sant. 2:14-26.
5. ¿Cuán valiosas son las obras sinceras de la fe?
5 El valor de trabajar con fe ante Dios ha de entenderse por las palabras de la Biblia: “Él dará a cada uno conforme a sus obras,” y, “El mismo que está estimando los corazones ¿no lo discernirá? y el mismo que está observando tu alma ¿no conocerá y ciertamente pagará de vuelta al hombre terrestre según su actividad?” “Porque a todos nosotros se nos tiene que hacer manifiestos ante el asiento de juicio del Cristo, para que cada uno obtenga su premio por las cosas hechas.” Cristo, como el Juez designado por Jehová, examina el corazón de los hombres. No se le puede engañar a él por ningún despliegue ostentoso exterior hipócrita de obras que haga alguien que no tiene fe en Jehová ni guarda su ley, porque dijo él cuando hablaba de los frutos que los hombres producen: “Muchos me dirán en ese día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y echamos fuera demonios en tu nombre, y ejecutamos muchas obras poderosas en tu nombre?’ Y sin embargo entonces les confesaré: Nunca los conocí. Apártense de mí, obradores de lo que es contrario a ley.” El fruto excelente del servicio del Reino producido por cada uno es el factor por el cual se determina el corazón de quién es recto para con Jehová.—Rom. 2:6; Pro. 24:12; 2 Cor. 5:10; Mat. 7:17-23.
PRODUZCA FRUTO EXCELENTE AHORA
6, 7. (a) Explique la ilustración de Jesús en Juan 15:1-4. (b) ¿Qué efecto tiene el oir la verdad en los que sirven a Dios de toda alma? (c) ¿Qué ha de hacerse con la Palabra de Dios, y qué beneficios vienen a los que la usan?
6 Como los sarmientos de una vid producen fruto, los cristianos tienen que ser fructíferos al glorificar a Dios. Jesús dijo: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el cultivador. Toda rama en mí que no produce fruto él la quita, y toda la que produce fruto él la limpia, para que produzca más fruto. Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que yo les he hablado. Permanezcan en unión conmigo, y yo en unión con ustedes. Así como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo a menos que permanezca en la vid, así tampoco pueden ustedes, a menos que permanezcan en unión conmigo.” No se puede hallar ningún otro modo para producir lo que es aceptable al Cultivador, Jehová, salvo en unión con Cristo Jesús, quien se halla a la cabeza del arreglo de organización de Jehová. Sus siervos ungidos oyen la palabra de verdad y eso debe resultar en que produzcan más fruto; de otro modo sucederá que el sarmiento que no produce fruto será cortado. Por eso el que los discípulos de Cristo acepten la verdad no ha de ser únicamente una experiencia intelectual. La verdad tiene que asentarse en el corazón y tener un efecto apropiado en él. Es con el corazón que uno ejerce fe para la justicia. Cuando usted oye una consideración de la Biblia o de las publicaciones teocráticas o cuando usted las lee, debe obtener la misma reacción que experimentaron los discípulos con quienes el Cristo resucitado conversó por el camino: “Comenzando desde Moisés y todos los Profetas él les interpretó cosas tocantes a él mismo en todas las Escrituras. Y se dijeron uno al otro: ‘¿No nos ardía el corazón cuando nos iba hablando por el camino, cuando nos iba explicando por completo las Escrituras?’” Fueron impelidos a ir a decir a otros, incluyendo a los once apóstoles, lo que habían aprendido.—Juan 15:1-4; Luc. 24:27, 32.
7 ¿Le arde el corazón con aprecio y con gozo completo por las maravillosas verdades que usted oye? ¿Lo mueve su corazón a hacer de toda alma el trabajo de producir fruto, como lo hicieron los seguidores fieles de Cristo, para la gloria de Jehová a medida que usted aprende las cosas buenas de su Palabra? Cuando usted tiene la oportunidad de recibir la verdad, como cuando recibe los artículos de La Atalaya, ¿se regocija usted e inmediatamente se pone a leerlos? ¿Está usted feliz al oir la Palabra a causa de que usted quiere obrar de todo corazón de acuerdo con ella? Santiago aconseja: “Lleguen a ser hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a ustedes mismos con razonamiento falso. Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, éste es semejante al hombre que mira su cara natural en un espejo. Pues él se mira, y se va e inmediatamente olvida qué clase de hombre es. Por otra parte, el que atisba dentro de la ley perfecta que pertenece a la libertad y quien persiste en ella, este hombre, debido a que no se ha hecho un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacerla.” El modo de recordar la verdad es usarla; el modo de olvidarla es no usarla. Llene su corazón de la verdad y luego deje que burbujee. Usted siempre será feliz si visita los hogares y habla de Jehová a la gente en todas partes, produciendo mucho fruto.—Sant. 1:22-25; Juan 15:8; Pro. 18:4.
8. ¿Por qué son muy importantes las reuniones de congregación, y qué peligro hay en concurrir irregular mente a las reuniones?
8 Hoy Jehová tiene una organización para ayudarlo a usted a hacer que la palabra de verdad se le ahonde en el corazón. Jehová está dando alimento espiritual a todos los sarmientos que producen fruto por medio del estudio de la Biblia y las ayudas para estudio provistas por medio de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract en reuniones semanales regulares. Si uno cree que puede obtener todo el provecho necesario del estudio personal en casa, sin ir a las reuniones y estudiar en compañía con otros, se está engañando. La congregación les sirve de cuerda salvavidas a todos los cristianos. Dijo Jesús: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” ¡Qué privilegio es el ser uno de los presentes que participan de la instrucción proveniente de Cristo Jesús! Este es el arreglo de Jehová por medio de Cristo Jesús. Pero si uno comienza a pensar de manera incorrecta en su corazón para con la organización de Jehová, comenzará a demostrarlo. Uno de los primeros pasos incorrectos es el dejar de reunirse regularmente con otros siervos de Jehová para estudiar. Poco a poco esto se hace un hábito y en el transcurso de tiempo un sentimiento de indiferencia o independencia crece. La persona comienza a olvidarse de visitar los hogares de otros regularmente en el servicio del campo para decir las buenas nuevas y glorificar a Jehová. Lo que hace ya no lo hace de toda alma.—Mat. 18:20.
9. (a) ¿Qué les pasa por fin a los que no adquieren alimento espiritual de toda alma en compañía de Cristo? (b) ¿Qué esfuerzos deben hacer ahora “los que se están salvando”? (c) En conexión con la congregación, ¿qué se les hallará haciendo de continuo a los que trabajan de toda alma?
9 Aunque alguien haya participado por algún tiempo del alimento espiritual en compañía de Cristo Jesús, si se hace tibio tarde o temprano se hallará fuera de la organización de Jehová, espiritualmente débil y, finalmente, igual que un sarmiento que es cortado por no producir fruto. Será como aquellos a quienes Jesús mencionó en Lucas 13:25-27: “Una vez que el amo de casa se haya levantado y cerrado con llave la puerta, y ustedes comiencen a pararse afuera y a tocar en la puerta, diciendo: ‘Señor, ábranos.’ Pero en respuesta él les dirá a ustedes: ‘No sé de dónde son ustedes.’ Entonces ustedes comenzarán a decir: ‘Comimos y bebimos en frente de usted, y usted enseñó en nuestros caminos anchos.’ Pero él hablará y les dirá: ‘No sé de dónde son ustedes. ¡Apártense de mí, todos ustedes obradores de injusticia!’” ¿Dónde habían estado? Deberían haber estado adentro con el “amo de casa.” Realmente, comparativamente “pocos” de los que en un tiempo u otro concurrieron a las reuniones en los días de los apóstoles continuaron haciéndolo regularmente a través de los años. Hoy el registro de algunas personas es parecido. La actitud de corazón se deja ver con el tiempo. A menudo los que tienen más impedimentos, tales como inhabilidades físicas, largas distancias que viajar con las inclemencias del tiempo, u oposición de la familia, son los que siempre están presentes en las reuniones, mientras que otros que tal vez viven cerca de un lugar de reunión o tienen automóvil en el cual viajar no quieren esforzarse en lo absoluto y sólo vienen de vez en cuando. ¿Cuáles tendrán buen éxito en conseguir la vida eterna? “Ahora bien, cierto hombre le dijo: ‘Señor, ¿son pocos los que se están salvando?’ Él les dijo: ‘Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar pero no serán suficientemente fuertes.’” Los que se esfuerzan de toda alma estudian con regularidad y participan regularmente del alimento espiritual en las reuniones y por eso se mantienen “suficientemente fuertes.” No dejan de congregarse regularmente para incitar a otros al amor y a las obras rectas. Todo lo que tiene que ver con las congregaciones es importante, y a todos se les debe hallar participando juntos en todo detalle, teniendo los Salones del Reino y otros lugares de reunión en la mejor condición para que sirvan como centros de adoración feliz y pura. Contribuya para el sostén de ellos. Dé una bienvenida calurosa al extraño.—Luc. 13:23, 24; Heb. 10:24, 25.
TRABAJO DE LOS SUPERINTENDENTES
10. ¿Cuál es la obligación del superintendente de congregación al manejar el alimento espiritual?
10 Las reuniones de estudio son un comedero para las ovejas del Señor o Amo. Los que han sido asignados a tratar con la superintendencia de las reuniones reciben trabajo extra que merece que le den atención de todo corazón. El superintendente prepara cada parte del trabajo cuidadosamente. Sabe que se necesita tiempo para hacer bien las cosas y expresamente aparta el tiempo requerido. Jesús dio énfasis a la importancia de alimentar bien a las ovejas en conversación con Simón Pedro, que ya era uno que trabajaba de toda alma, y esto está registrado para la guía de los superintendentes en las congregaciones de los testigos de Jehová hoy día. Cualquier indiferencia en cuanto a hacer los arreglos para la alimentación apropiada de las ovejas mediante las reuniones no sólo demostrará una falta de amor a las ovejas, sino una falta de amor al Amo, porque, cuando hablaba con Pedro, Jesús le preguntó tres veces si Pedro lo amaba. El amor al Amo, Cristo Jesús, estimula a los siervos en su trabajo para con las ovejas.—Juan 21:15-17.
11. ¿Qué cualidades se encuentran en los superintendentes que obran de toda alma?
11 Esta cualidad de obrar de todo corazón está unida directamente con el altruísmo y la anuencia. El amor es altruísta y afectuoso. Como verdadero subpastor el superintendente ayuda amorosamente a las ovejas a cargar sus debilidades, no simplemente complaciéndose por medio de proceder de la manera más fácil. Como Pablo, usted dirá: “Aunque soy libre respecto de toda persona, me he hecho el esclavo de todos.” Y, usted sirve “no por fuerza, sino voluntariamente, . . . con anhelo,” “vigilando, no con interés personal sólo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás.” Como siervo usted no pone los asuntos personales o los asuntos sociales adelante de los deberes ministeriales, sino que usted busca los intereses de sus hermanos y muestra la misma actitud mental del humilde Cristo Jesús.—1 Cor. 9:19; 1 Ped. 5:2, 3; Fili. 2:3-8; Rom. 15:1.
12. Con el ejemplo del Gran Pastor delante de ellos, ¿a qué grado se esforzarán los subpastores fieles en los intereses de las ovejas?
12 Ustedes, subpastores, recuerden a Cristo, a quien el apóstol Pablo identifica como el “gran pastor de las ovejas con la sangre de un pacto eterno, nuestro Señor Jesús.” Su propia sangre fue derramada a favor de sus ovejas. Así que Jesús puso el ejemplo yendo hasta el límite en su amor a las ovejas. El hombre asalariado correrá cuando las ovejas están en peligro, pero los subpastores verdaderos imitarán a Cristo Jesús y gastarán su todo si es necesario en los intereses de las ovejas, venga lo que venga. Especialmente en tierras comunistas ahora encierra gran peligro el ser un superintendente, pero los subpastores dedicados no han retrocedido. Ven sus responsabilidades, como las ven todos los subpastores verdaderos al vigilar por las almas y dar cuenta al Gran Pastor, Cristo Jesús.—Heb. 13:17, 20; Juan 10:11-13.
COOPERANDO DE TODA ALMA
13. ¿Cuál debe ser la actitud de todos en la congregación para con el superintendente nombrado?
13 Y ¿cuál debe ser la actitud de todos en la congregación para con el superintendente nombrado? Tiene que haber plena cooperación para efectuar todo lo que Jehová ha dado para hacerse. Los siervos no pueden hacer todo el servicio del campo, pero llevan la delantera. En la unidad hay la fuerza que se necesita para producir fruto para gloria del nombre de Jehová. Hoy el mundo no tiene unidad y parece que todo el mundo trata de ver cuán poco trabajo puede hacer e irla pasando. En contraste el trabajo y la cooperación de los testigos de Jehová para efectuar cosas bajo la dirección de los superintendentes nombrados es algo que el mundo observa con asombro. La Asamblea internacional “Voluntad divina” de 1958 fue un ejemplo sobresaliente, pero también lo es toda otra reunión o actividad. Los testigos de Jehová, están siguiendo la orden: “Sean obedientes a aquellos que los están gobernando y sean sumisos.” En su trabajo de proteger a las ovejas, los superintendentes visitan y aconsejan a los más débiles espiritualmente, esperando con ello salvar vidas. Ninguna persona a quien se le visite así debería ofenderse, sino más bien debería apreciar los esfuerzos que se hacen como actos de gran amor, y debería corresponder. Si el “gran pastor,” Cristo Jesús viniera él mismo, usted aceptaría su consejo; por eso, ¿por qué no aceptar el de sus subpastores representativos? Coopere con entusiasmo con los superintendentes en su trabajo entre el rebaño, “para que hagan esto con gozo y no con suspiros, por cuanto esto sería perjudicial para ustedes.”—Heb. 13:17.
14. (a) Si la actividad de alguna persona demuestra que ella es tibia, ¿qué debe hacer de acuerdo con las palabras de Cristo en Apocalipsis 3:15-19? (b) ¿Qué les pasará a los tibios, a los que tienen el corazón dividido?
14 Previendo que a algunos les sobrevendría una condición de indiferencia o tibieza y apartarían los ojos de mirar atentamente al “perfeccionador de nuestra fe” y los dirigirían a las riquezas y al materialismo, Cristo hizo que Juan escribiera a la congregación de Laodicea: “Conozco tus obras, que no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o si no caliente. Así por cuanto eres tibio y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca. Porque tú dices: ‘Soy rico y he adquirido riquezas y no necesito absolutamente nada,’ pero no sabes que eres miserable y digno de compasión y pobre y ciego y desnudo, te aconsejo que compres de mí oro acrisolado por el fuego para que te hagas rico, y vestiduras exteriores blancas para que llegues a estar vestido y para que la vergüenza de tu desnudez no quede manifiesta, y colirio para que te lo frotes en los ojos para que veas. A todos aquellos a quienes les tengo cariño reprendo y disciplino. Por lo tanto sé celoso y arrepiéntete.” Todos los cristianos deben estar alerta contra esta condición, pero particularmente es la asignación de los superintendentes. Este es el tiempo para estar buscando primero el reino, para estar verdaderamente dedicado. La tibieza le repugna a Cristo. Si algunos se han deslizado a la tibieza, rápidamente cambien su condición de corazón. Acepten la ayuda de un superintendente. Frótense el colirio espiritual de la verdad en los ojos y obtengan una visión clara de los intereses del nuevo mundo. Usted encontró el gran tesoro del Reino; ahora no lo pierda. Arrepiéntase y hágase celoso. No sea hallado como el Israel antiguo, con un corazón dividido, a quien Jehová juzgó culpable y desechó. “El fin cabal de todas las cosas se ha acercado. Sean de mente sana, por lo tanto, y sean vigilantes en cuanto a oraciones.” “Sigan examinándose para ver si están en la fe, sigan probando lo que ustedes mismos son.”—Apo. 3:15-19; 1 Ped. 4:7; 2 Cor. 13:5; Ose. 9:17; 10:2.
15. (a) ¿Qué preguntas presentadas aquí pueden ayudarlo a usted a ‘seguir examinándose para ver si está en la fe’? (b) ¿Cómo muestra usted que ama a Jehová con todo su corazón?
15 El espacio aquí no permitiría el decir todas las maneras en que el siervo de Jehová demuestra que se ha entregado de todo corazón a los intereses del nuevo mundo. Usted puede ‘examinarse para ver si está en la fe’ pasando revista a lo que hace. Hoy en la organización teocrática se ofrece una variedad de deberes y privilegios de servicio. ¿Está usted asociado con una congregación? Trabaje con ella de toda alma. ¿Está usted asignado como superintendente o siervo ministerial? Trabaje con amor. ¿Conduce usted un centro de servicio? Ponga su corazón en ello. ¿Tiene usted reuniones que preparar? ¿Se le ha asignado a deberes en una asamblea? ¿Estudia usted? ¿Está predicando de casa en casa? ¿Siempre vuelve a visitar donde halla personas interesadas? ¿Regresa usted en busca de la persona que no estuvo en casa la primera vez que usted visitó? ¿Tiene usted hijos a quienes entrenar al modo de vivir del nuevo mundo? ¿Tiene usted registros de servicio que guardar en orden? ¿Hay oportunidades para predicar incidentalmente? ¿Defiende usted el honor de Jehová en toda ocasión? En su “sacrificio de alabanza” a Jehová, ¿da usted lo mejor que puede o tiene? Recuerde el sacrificio de Abel. Cuando hay trabajo especial que tiene que hacerse en un tiempo limitado, ¿se ofrece usted de todo corazón? Recuerde a Noé edificando el arca. Cuando hay una llamada para ir adonde hay gran necesidad de ayuda, ¿piensa usted en Abrahán? Cuando se encara usted a las trampas del materialismo, escoja sabiamente como Moisés. ¿Está su vida en peligro de parte del enemigo que se opone? Sea intrépido como Gedeón. ¿Tiene usted un impedimento que le estorba en su servicio? A pesar de eso sirva de todo corazón como el Sansón ciego. ¿Es usted un siervo joven de Jehová que está escogiendo el trabajo de su vida? Recuerde los ejemplos de Samuel y la hija de Jefté. ¿Ha estado usted muchos años en el servicio? Continúe celoso como David. Mientras haya hogares que visitar en la obra docente, ¿qué hará usted? Predique como Cristo Jesús. Cualquier trabajo que Jehová le ofrezca por medio de su organización merece que usted le dé su mejor atención. Toda asignación es un privilegio. Cada tarea es importante. Si usted lo ama a él con todo su corazón, cualquier cosa que esté haciendo ‘trabajará en ello de toda alma como para Jehová.’—Heb. 13:12-15; Col. 3:23.