Yo lo resucitaré en el último día
1. La palabras de Jesús: “Yo lo resucitaré en el último día,” ¿a qué clase que está compuesta de personas que viven hoy no aplican?
JESÚS dijo esas palabras notables, en Juan 6:54. Estas no podrían aplicar a la “grande muchedumbre” que sobrevive la cercana “grande tribulación.” (Rev. 7:9-17) Entonces, ¿en quiénes pensaba Jesús cuando dijo esas palabras hace 19 siglos?
2. ¿A quiénes dijo Jesús aquellas palabras acerca de la resurrección, y cerca de qué fiesta de los judíos qué tenía relación con él?
2 Los versículos bíblicos que rodean a Juan 6:54 muestran que Jesús estaba diciendo aquellas palabras, no solo a judíos como simplemente judíos, sino también a muchos de sus discípulos israelitas, entre ellos sus 12 apóstoles. La Pascua de ellos del año 32 E.C., “la fiesta de los judíos,” estaba cerca. (Juan 6:4) Al prepararse para la fiesta, los judíos degollaban el cordero pascual en el templo, en Jerusalén, y los sacerdotes recogían la sangre en tazones y la arrojaban hacia la base del altar. (Vea la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 7, bajo “Passover” [Pascua], pág. 738, columna 1, párrafo 4, líneas 1-34; también, The Temple—Its Ministry and Services As They Were at the Time of Jesus Christ [El templo... su ministerio y servicios como eran en el tiempo de Jesucristo], por Alfred Edersheim, 1874 E.C., págs. 190, 191.) Jesús se proponía asistir a aquella fiesta para conmemorar la primera Pascua que se había celebrado abajo en Egipto en 1513 a. de la E.C. Él mismo era, de hecho, el antitípico Cordero Pascual, “el Cordero de Dios.”—Juan 1:29, 36.
3. ¿Por qué buscaron los judíos a Jesús hasta hallarlo después de su milagro del día anterior, y que justificación le ofrecieron por esto?
3 Los judíos, entre ellos sus discípulos, le habían visto ejecutar un milagro notable el día antes de esta conversación que se informó que él tuvo con ellos en Capernaum. El había multiplicado cinco panes y dos pescados para alimentar a sus miles de oyentes. Por eso, los patrióticos judíos quisieron hacerlo rey como el Líder Mesiánico de ellos. Puesto que Jesús había de ser un Rey Mesiánico celestial, se alejó de aquellos que querían constituirse en hacedores de reyes. Más tarde, andando sobre el agua se unió a sus 12 apóstoles que estaban en una embarcación sobre el mar de Galilea. (Juan 6:14-21) Pero los judíos no estaban dispuestos a dejarse frustrar tan fácilmente en su propósito de seguir a un Mesías terrestre, humano. Por eso, buscaron a Jesús hasta hallarlo, pensando en el milagro del día anterior. Querían un Rey Mesiánico que les pudiera suministrar alimento material como Jesús había demostrado que podía hacer. Como justificación para esto, le recordaron a Jesús que en el desierto de la península sinaítica Dios había dado a comer a sus antepasados “pan del cielo” en la forma de maná milagroso.—Juan 6:22-31.
4. ¿Cómo explico Jesús si Moisés había dado o no a sus antepasados el verdadero “pan del cielo”?
4 En respuesta a esto, Jesús les dijo que Moisés no había dado a sus antepasados el verdadero pan del cielo. “El pan de Dios,” dijo él, “es el que baja del cielo y da vida al mundo.”—Juan 6:32, 33.
5. ¿Qué le pidieron los judíos entonces a Jesús, y qué dijo él al explicarles la manera en que podían adquirir vida eterna?
5 Al oír esto, los judíos dijeron: “Señor, siempre danos este pan.” Jesús se identificó como tal pan, diciendo: “Yo soy el pan de la vida. Al que viene a mí de ninguna manera le dará hambre, y al que ejerce fe en mí no le dará sed nunca. . . . Porque ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.”—Juan 6:34-40.
6. ¿Por qué tienen garantizada una resurrección los que vienen a Jesús y ponen fe en él como el Mesías durante este sistema de cosas?
6 Así, pues, los que particularmente vienen a Jesús y ejercen fe en el como el Mesías durante el sistema de cosas actual tienen la perspectiva de alcanzar vida eterna. ¿Por qué? Porque Jesucristo los resucitará de entre los muertos en el último día. Esto les garantiza una resurrección. Aquí debemos notar que Jesús no dijo, en este caso que estamos considerando, que uno primero tiene que tener una resurrección y después de eso venir a él con fe y alimentarse de él para tener vida eterna. Muy claramente se ve que Jesús no está hablando aquí acerca de los que ya están muertos en las tumbas conmemorativas como Abrahán, Isaac, Jacob y Moisés, David y Juan el Bautizante. Jesús hablaba allí a los judíos que vivían entonces, entre ellos muchos discípulos de él, que estaban en el pacto de la ley relacionado con Moisés.
7. En respuesta a las murmuraciones por los judíos, ¿qué dijo Jesús acerca de la persona que era atraída a él y tenía vida eterna?
7 Los judíos que escuchaban a Jesús empezaron a murmurar entre sí en una disputa en cuanto al origen de Jesús. Por el comentario que Jesús hizo acerca de esto deberíamos identificar a las personas en particular a quienes él dirige lo que dice. “En respuesta Jesús les dijo: ‘Dejen de murmurar entre ustedes. Nadie puede venir a mi a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga, y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: “Y todos ellos serán enseñados por Jehová.” Todo el que ha oído de parte del Padre [como Maestro] y ha aprendido viene a mí. . . . Muy verdaderamente les digo: El que cree tiene vida eterna.’”—Juan 6:41-47.
8. ¿Qué profecía estaba citando Jesús, y qué oportunidad estaba ofreciendo allí a sus oyentes judíos?
8 Jesús citaba aquí de la profecía de Isaías 54:13, que se dirige a la “Mujer” de Dios, la Sión celestial, y que dice: “Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.” Estos son los hijos espirituales de Jehová Dios. Es a éstos a quienes él atrae a Jesús porque en la actualidad creen en él. Es de éstos de quienes Jesús dice que entran en vida eterna porque él los resucita en el último día. La vida de ellos sería eterna en la organización celestial de espíritus de Jehová. Por lo tanto Jesús estaba ofreciendo a los judíos que le escuchaban, entre los cuales había muchos discípulos de él, la oportunidad de llegar a ser hijos de la “mujer” de Dios, la Sión celestial.
“MI CARNE A FAVOR DE LA VIDA DEL MUNDO”
9-11. (a) ¿Qué pregunta hace surgir el que Jesús dijera que el “pan” que él da es su “carne,” y esto “a favor de la vida del mundo”? (b) ¿Cómo contesta Pablo esa pregunta en 1 Corintios 10:2-11?
9 Después de haber dicho repetidamente que él era el “pan de la vida,” Jesús pasó a decir: “Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien [de entre ustedes, los que me escuchan] come de este pan vivirá para siempre; y, de hecho, el pan que yo daré es mi carne a favor de la vida del mundo.”—Juan 6:51.
10 Como se ve, Jesús era el verdadero Maná dador de vida procedente del cielo. Este pan simbólico, dijo él, era su carne. Esta carne, dijo, estaba “a favor de la vida del mundo.” Al añadir esas palabras, ¿quiso decir Jesús que los judíos que comieron el maná en el desierto en los días de Moisés representaron al “mundo” de la humanidad durante el reinado milenario de Cristo y su congregación glorificada?
11 Pablo contesta: “Todos fueron bautizados en Moisés por medio de la nube y del mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual [el maná] y todos bebieron la misma bebida espiritual. Porque bebían de la masa de roca espiritual que los seguía, y esa masa de roca significó el Cristo. . . . Ahora bien, estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros [los cristianos] no seamos personas que desean cosas perjudiciales, tal como ellos las desearon. . . . Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros [los cristianos engendrados por espíritu] a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.”—1 Cor. 10:2-11; Éxo. 16:1-35; Núm. 11:1-9.
12. ¿Qué contraste hay entre la situación de los israelitas espirituales durante este sistema de cosas y la del mundo de la humanidad durante el milenio?
12 De manera que aquellos israelitas que estuvieron en el desierto sinaítico bajo Moisés representaron a los israelitas espirituales durante este sistema de cosas. En sentido espiritual, este sistema es mortífero. Es ahora que los israelitas espirituales se alimentan del maná celestial antitípico, el sacrificado Jesucristo. Durante el reinado de 1.000 años de Cristo la humanidad resucitada no estará en una condición de desierto como la del Sinaí. Se estará efectuando la restauración del paraíso por toda la Tierra. Jehová no estará entonces ‘atrayendo’ a la humanidad a Jesús como Él, el Maestro, lo hace ahora con relación a los israelitas espirituales. (Juan 6:44) Más bien, el Señor Soberano Jehová coloca a su Hijo Jesucristo como Rey sobre la humanidad, y este Rey llama de las tumbas a los muertos.
13. Para que sea el antitipo del maná antiguo, esta “carne” tiene que ser ¿de qué clase, o que debe habérsele hecho?
13 El pan hecho de grano es un comestible sin sangre, tal como lo era el maná antiguo. Jesús dijo que el “pan de la vida,” el maná antitípico, era su carne “a favor de la vida del mundo.” Para que corresponda con el maná antiguo, el término “carne” aquí tiene que entenderse como carne de la cual se ha escurrido la sangre. Lo que Jehová dio a beber a los israelitas en el desierto fue agua, no sangre.
14. ¿Por entendieron los que escuchaban a Jesús que su referencia era a “carne” desangrada, hasta carne humana?
14 Los judíos que escuchaban a Jesús entendieron los asuntos así, porque, al disputar en cuanto a lo que él quería decir, dijeron: “¿Cómo [de qué manera] puede este hombre darnos su carne a comer?” (Juan 6:52) Ellos conocían la ley de Dios acerca del tema de la sangre. Después del diluvio del día de Noé, cuando Dios dio mayor amplitud a lo que la humanidad podía comer, no les dio tanto la sangre animal para beberla como la carne animal para que les sirviera de alimento sólido como sostén para la vida. Para beber les dio agua y, para comer, carne sin la sangre. Declaró que la sangre era de él como el Dador de Vida a todas las criaturas de carne y sangre. (Gén. 9:1-4) Bajo la ley mosaica como se dio a la nación de Israel, el violar la ley de Dios acerca de la sangre animal se castigaba con la pena de muerte para el ofensor. (Lev. 17:10-12; Deu. 12:16, 22-27) El comer carne humana, aunque desangrada, era repugnante a los judíos que estaban escuchando a Jesús. Ellos no querían hacerse caníbales.—2 Rey. 6:26-31.a
15, 16. (a) ¿De qué manera se efectuaría el alimentarse de la carne de Jesús? (b) Según Juan 6:53-59. ¿cómo comunicó Jesús este punto con mayor vigor?
15 Jesús quería que sus oyentes judíos entendieran que Su carne se comería de manera figurada. Por eso, para que este punto se comunicara con mayor vigor, pasó a decir algo que sería todavía más objetable si se tomara de manera literal. Leemos:
16 “Entonces Jesús les dijo: ‘Muy verdaderamente les digo: A menos que coman [ustedes los judíos que me escuchan] la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes. El [de ustedes los que me escuchan] que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día; porque mi carne es verdadero alimento, y mi sangre es verdadera bebida. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre permanece en unión conmigo, y yo en unión con él. Así como me envió el Padre viviente y yo vivo a causa del Padre, así también el [de ustedes, los que me escuchan] que se alimenta de mí, sí, ese mismo vivirá a causa de mí. Este es el pan que bajó del cielo. No es como cuando sus antepasados comieron [el maná en el desierto] y sin embargo murieron. El que se alimenta de este pan vivirá para siempre.’ Estas cosas las dijo enseñando en asamblea pública en Capernaum.”—Juan 6:53-59.
17. (a) ¿Qué impresión o efecto tuvieron aquellas palabras de Jesús en la sinagoga judía, hasta en muchos de sus discípulos? (b) De modo que, en gran parte, ¿a quiénes estaban dirigidas las palabras de Jesús en Juan 6:53, y que llegaron a ser estas personas?
17 Aquí la expresión “en asamblea pública” es, literalmente, en el texto griego original, “en sinagoga.” Es la misma expresión que Jesús usó en Juan 18:20, al decir: “En una sinagoga y en el templo, donde concurren todos los judíos.” De modo que Jesús estaba hablando a un auditorio de judíos que estaban en el pacto de la ley de Moisés. Entre estas personas estaban muchos discípulos de Jesús. Podemos imaginarnos la impresión o efecto que deben haber causado las palabras de Jesús cuando él habló, no solo de alimentarse de su carne, sino también de beber su sangre. “Por lo tanto muchos de sus discípulos, al oír esto, dijeron: ‘Este discurso es ofensivo; ¿quién puede escucharlo?’” (Juan 6:60) Esta declaración muestra que no todos los discípulos de Jesús se ofendieron por su discurso. Además de los ofendidos, había más “discípulos,” entre ellos los 12 apóstoles. (Juan 6:61-66) Se ve, pues, que las palabras de Jesús en Juan 6:53 fueron dirigidas en gran parte a sus discípulos y, por extensión, a los que llegarían a ser sus discípulos antes del “último día.” Estos llegaron a ser judíos espirituales, israelitas espirituales.—Rom. 2:28, 29.
18, 19. (a) ¿A quién pertenecía la sangre de la víctima que se sacrificaba, y, por lo tanto, qué significaba el que se hiciera una comida con la sangre y la carne de Jesús? (b) ¿Cómo hizo referencia Jesús a tal comida debido a la fe de un gentil que era oficial del ejército y también por lo que cierto judío dijo acerca de las palabras de Jesús en una comida?
18 Los judíos que estaban en el pacto de la ley relacionado con Moisés sabían que tanto la sangre como la grasa de la víctima que se sacrificaba pertenecían a Jehová. (Lev. 3:16, 17) Cuando Jesús ascendió al cielo y apareció en la presencia de Jehová, ofreció a Jehová su “sangre” o el valor de ella como precio de redención. (Heb. 9:12-14; Juan 6:61, 62) Puesto que la sangre pertenecía a Jehová, el beberla y comer la carne de Jesús indicaría tener una comida con Jehová. De ese modo Dios estaría compartiendo la sangre de su Cordero Jesucristo con los discípulos de este Cordero. Jesús habló acerca de tal comida con Jehová como el Abrahán Mayor, cuando predijo que muchos creyentes gentiles (como el “oficial del ejército” gentil que creyó) vendrían de todas partes de la Tierra y “se reclinarán a la mesa con Abrahán [Jehová] e Isaac [Jesucristo] y Jacob [la congregación cristiana engendrada por espíritu] en el reino de los cielos.”—Mat. 8:5-12.
19 En cierta ocasión en que hablaba acerca de una comida que tenía verdadero mérito debido a las personas a quienes se invitaba a asistir, Jesús explicó por qué tenía mérito diciendo: “Se te pagará en la resurrección de los justos.” Esto hizo que alguien pensara en el privilegio de tener una comida con Jehová Dios, porque leemos: “Al oír estas cosas cierta persona de entre los convidados con él le dijo: ‘Feliz es el que coma pan en el reino de Dios.’” (Luc. 14:12-15) En respuesta a esta exclamación Jesús dio la parábola de la “gran cena” que extendió cierto amo de casa. Por medio de esto Jesús mostró que no toda persona tendría la felicidad de comer con Dios en el Reino.—Luc. 14:16-24.
“VIDA EN USTEDES MISMOS”
20. Los que adquieren ‘vida dentro de’ sí mismos por medio de comer la carne de Cristo y beber su sangre tienen vida ¿en qué medida? ¿y dónde y cuando usarán esta capacidad?
20 En Juan 6:53 Jesús dijo: “A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes.” Porque la expresión que aparece aquí es similar a la de Juan 5:26, An American Translation (Una Traducción Americana) vierte Juan 6:53 así: “Os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida que exista por sí misma.” De manera que Jesús aquí quiso decir “vida” con una capacidad específica cuando pasó a decir: “El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.” (Juan 6:54) El que adquiere esa vida eterna disfruta de ella, no en la Tierra, sino en el reino celestial con Cristo. Esa persona entra en tal vida cuando Jesucristo la resucita en “el último día.” Los que, estando con Cristo en los cielos, tengan tal ‘vida en sí mismos’ podrán impartir a otros los beneficios del sacrificio humano de Cristo. Harán eso cuando se llame a los redimidos de la humanidad para que salgan de sus tumbas conmemorativas en “el último día.”—Juan 5:28, 29.
21, 22. (a) ¿En que respecto eran la carne y la sangre de Jesús “verdadero alimento”para los participantes? (b) ¿Qué relación tienen con él tales participantes, y cómo dependen de él?
21 Cuando contemplamos la calidad de la “vida eterna” que se ha de adquirir en el cielo, apreciamos por qué Jesús dijo: “Mi carne es verdadero alimento, y mi sangre es verdadera bebida.” (Juan 6:55) Después de esa declaración él mostró la relación especial en la cual entrarían sus discípulos obedientes al añadir las palabras: “El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre permanece en unión conmigo, y yo en unión con el. Así como me envió el Padre viviente y yo vivo a causa del Padre, así también el que se alimenta de mí, sí, ese mismo vivirá a causa de mí.” (Juan 6:56, 57) Así Jesús dijo que sus discípulos permanecían en unión con él y él permanecía en unión con ellos. Más tarde, en fraseología similar, dijo en una parábola:
22 “Permanezcan en unión conmigo, y yo en unión con ustedes. Así como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo a menos que permanezca en la vid, así mismo tampoco pueden ustedes, a menos que permanezcan en unión conmigo. Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos. El que permanece en unión conmigo, y yo en unión con él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes no pueden hacer nada.”—Juan 15:4, 5.
23. Entonces, ¿por qué quedó sin adquirir ‘vida en sí mismo’ Juan Iscariote?
23 Aunque Judas Iscariote permaneció en la compañía personal de Jesucristo por más de un año después de eso, no permaneció en unión con su Amo. De modo que no emprendió el alimentarse del cuerpo sacrificado de Jesús y beber su sangre, desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante. Quedó sin adquirir ‘vida en sí mismo.’—Juan 6:66-71.
24. (a) ¿Cómo fue Jesús el “pan” que vino del cielo? (b) ¿Cómo vivía Jesús a causa del Padre, y cómo viven a causa de Jesús los que se alimentan de él?
24 Sin embargo, Jesús les recordó a Judas y los demás de su auditorio judío allí en aquella reunión en Capernaum que los antepasados de ellos habían comido maná en el desierto para sostenerse. Al cierre de su discurso, dijo: “Este es el pan que bajó del cielo. . . . El que se alimenta de este pan vivirá para siempre.” (Juan 6:58) El había sido “la Palabra” de Dios arriba en el cielo, pero, al tiempo debido de Dios, “vino a ser carne.” (Juan 1:14) Así, como Hijo de Dios de carne y perfecto era “el pan vivo que bajó del cielo,” el maná antitípico. Su carne, que sirvió de maná simbólico para los israelitas espirituales,b también sirve “a favor de la vida del mundo.” (Juan 6:51) Hoy Jesucristo vive de nuevo en los cielos, inmortal, a causa de su Padre celestial, porque este “Padre viviente” lo resucitó de entre los muertos a vida de espíritu. De manera correspondiente, el discípulo que “se alimenta” del maná antitípico (la “carne” de Cristo) antes de la venida del “último día,” como Jesús dijo, “vivirá a causa de mí,” porque Jesús el viviente lo resucitará “en el último día.”—Juan 6:54, 57, 58.
25. (a) Una vez que estén en el cielo, ¿continuarán alimentándose del sacrificio de Cristo los que se alimentan de él en la Tierra? (b) ¿En qué oficio sagrado servirán, y cómo beneficiará esto a la humanidad?
25 En el cielo, cuando tengan ‘vida en sí mismos,’ los israelitas espirituales resucitados ya no tendrán que alimentarse de la carne de Jesús ni beber su sangre. (Juan 6:53) Tendrán el privilegio de servir de “sacerdotes de Dios y del Cristo” y así podrán pasar a la humanidad los beneficios duraderos del sacrificio propiciatorio de Cristo. (Rev. 20:6) Debido a que en el cielo tienen vida eterna, no necesitarán sucesores en el oficio sacerdotal. Como el Sumo Sacerdote, Jesucristo, podrán servir de subsacerdotes continuamente durante todo el milenio. De esta manera participarán con Cristo en elevar a la humanidad a la perfección humana en la Tierra.
PROVISIONES DIVINAS PARA LA VIDA HUMANA PERFECTA
26. ¿Desde cuándo se ha estado formando la “grande muchedumbre,” y qué necesidad sienten de la sangre del Cordero Jesucristo?
26 Como sabemos, desde la mitad de la cuarta década de nuestro siglo 20 una “grande muchedumbre” de “otras ovejas” de Cristo se ha estado formando. (Rev. 7:9, 10; Juan 10:16) Ellos también se beneficiarán de su sacerdocio de mil años. El apóstol Juan, quien tuvo la visión apocalíptica de la “grande muchedumbre,” recibió el recordatorio de que ellos también aprecian la sangre derramada del Cordero Jesucristo. La aprecian como un medio de limpiarse, porque a Juan se le dijo: “Estos son los que salen de la grande tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Rev. 7:14) Estos saben que no podrían servir a Dios aceptablemente en su santo templo si permanecieran vestidos con prendas de vestir sucias.—Compare con Zacarías 3:3-10.
27. Aunque no necesitan una resurrección, ¿de qué servicios necesitarán el beneficio durante el milenio?
27 La “grande muchedumbre” no atribuye a Dios y al Cordero Jesucristo una resurrección de las tumbas conmemorativas, sino “salvación” de la “grande tribulación.” Se les conserva con vida a través de esa “grande tribulación.” Por esa razón no necesitan que se les ‘resucite en el último día,’ como lo necesitan las personas de quienes se habla en Juan 6:54. Sin embargo, necesitarán el beneficio de los servicios del Sumo Sacerdote Jesucristo y sus 144.000 subsacerdotes durante el milenio.
28. ¿Qué “hora” se acerca con relación a la humanidad muerta redimida, y qué oportunidad se pondrá ante ésta?
28 Ahora se está acercando una maravillosa “hora.” Es la “hora” en que Jesucristo como juez asociado de Jehová llamará a “todos los que están en las tumbas conmemorativas” para que salgan como personas redimidas por él. A todos se les hará súbditos terrestres de su reino celestial, sea que les guste o no. Ante todos ellos se pondrá la oportunidad de alcanzar vida humana perfecta en una Tierra hecha un paraíso.—Juan 5:28, 29.
29. ¿Qué beberán y comerán entonces la “grande muchedumbre” y la humanidad resucitada, y que oportunidad excepcional tendrá entonces la “grande muchedumbre”?
29 ¿Qué tendrán de beber entonces los súbditos de Cristo? ¿Qué comerán? La revelación dada al apóstol Juan muestra que entonces “un río de agua de vida” estará fluyendo de debajo del trono de Jehová Dios y del Cordero Jesucristo. A ambos lados del “río” estaban los “árboles de vida,” llevando una cosecha de fruto cada mes. Sus hojas eran para la curación de las naciones. De esas provisiones divinas beberán y comerán los de la “grande muchedumbre” y los muertos resucitados. (Rev. 22:1-3) Al aprovechar plenamente toda esta bondad inmerecida de Jehová Dios por medio de Jesucristo, los que muestren aprecio y sean obedientes harán de su resurrección “una resurrección de vida.” Los de la “grande muchedumbre” sin resurrección que son las “otras ovejas” de Cristo tendrán entonces la oportunidad de seguir viviendo sin morir jamás para volver al polvo del suelo.
[Notas]
a El equivalente hebreo para “caníbal” es okhel adam que significa “uno que se come al hombre terrestre”; o pudiera ser okhel ben minó, “uno que se come al hijo de su género.” Para notar el horror que produjo un caso de esto en Jerusalén en 70 E.C., vea “Guerra de los Judíos,” de Josefo, libro 7, sec. VIII.
b Note que, según Revelación 2:9, 17, “el maná escondido” se mantiene reservado para los israelitas espirituales como vencedores.—Compare con Hebreos 9:4.
[Ilustración de la página 25]
Tal como el maná sostuvo a los israelitas en el desierto, así Jesús, “el pan de la vida,” ahora sostiene a los israelitas espirituales