Granjéense amigos
“También, les digo a ustedes: Granjéense amigos por medio de las riquezas injustas, para que, cuando las tales fracasen, ellos los reciban a ustedes en los lugares de habitación eternos.”—Lucas 16:9.
1. ¿Dónde puede uno hallar el consejo confiable sobre granjearse amigos, y con qué resultado?
LA Santa Biblia es el único Libro que le dice a la gente cómo granjearse amigos de la clase correcta y cómo conservarlos. Un número considerable de libros mundanos ha ofrecido consejo sobre cómo granjearse amigos; pero el consejo que gana amigos dado por estos libros no ha ayudado a la gente a ganar la felicidad que ella busca. Solo dirigiéndonos al Libro que es la Autoridad sobre granjearse amigos podemos hallar la felicidad genuina que proviene de tener los amigos de la clase correcta.
2. ¿Qué dijo Jesús con respecto a amistad, y qué beneficios resultan del ejemplo que él puso?
2 Dado que no fue otro que Jesucristo, el Hijo de Dios, quien dijo: “Granjéense amigos,” podemos estar seguros de que éste es un asunto vital. Apropiadamente fue Jesús mismo quien puso el ejemplo con respecto a amistad: “Nadie tiene amor más grande que éste, que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.” (Juan 15:13) Habiendo entregado su perfecta vida humana como sacrificio de rescate para el provecho de todos los hombres que lo obedecen, Jesús hizo posible que tales personas entraran en una condición amigable con su Padre en el cielo, el único cuyo nombre es Jehová. Jesús demostró su amistad leal a Jehová Dios entregando así su vida y también demostró su amistad para con todos los que tienen la misma devoción leal a su Padre celestial.
3, 4. (a) ¿Qué cualidades se necesitan en un amigo verdadero, y en qué fracasó Judas? (b) ¿Qué ejemplo muestra que existe un amigo “que se adhiere más estrechamente que un hermano”? ¿Cómo lo muestra?
3 ¿Qué es un amigo verdadero? Por el ejemplo de Jesús vemos que un amigo debe ser leal, que nunca debe permitir que el egoísmo y la codicia socaven esa lealtad. Judas Iscariote fue una persona que permitió que la codicia socavara su lealtad. Cuando se encaró a la oportunidad de ganar dinero, se volvió contra su mejor amigo, el Señor Jesús, traicionándolo a las manos de los enemigos de Jesús por treinta monedas de plata, haciendo esto con un acto hipócrita de amistad: “Acercándose directamente a Jesús le dijo: ‘¡Buenos días, Rabí!’ y lo besó muy tiernamente. . . . Entonces se acercaron y pusieron manos en Jesús y se lo llevaron custodiado.” (Mat. 26:49, 50) ¡Qué falso amigo! Su amor al dinero lo separó de su mejor amigo y puso a Jesús en manos de los que querían efectuar su muerte. Es como declara la Biblia: “Existen compañeros dispuestos a despedazarse unos a otros, mas existe el amigo que se adhiere más estrechamente que un hermano.”—Pro. 18:24.
4 El amigo verdadero, entonces, se adhiere más estrechamente que un hermano y es constante en su lealtad y amistad. No es afectuoso y amigable un día e indiferente y aislado el día siguiente; como Proverbios 17:17 dice: “Un compañero verdadero está amando todo el tiempo, y es un hermano que nace para cuando hay angustia.” El amigo verdadero viene en ayuda de su compañero que está en angustia. Con respecto a esto podemos aprender mucho acerca de la amistad por el ejemplo de Jonatán y David. Esas cualidades de amor, lealtad y altruismo y otras que componen la amistad verdadera, todas se hallan en este ejemplo sobresaliente: “La misma alma de Jonatán llegó a estar vinculada con el alma de David, y Jonatán comenzó a amarlo como a su propia alma. Y Jonatán y David procedieron a hacer un pacto, a causa de que él lo amaba como a su propia alma. Además, Jonatán se quitó el saco sin mangas que tenía puesto y se lo dio a David, y también sus prendas de vestir, y aun su espada y su arco y su cinturón.” (1 Sam. 18:1, 3, 4) Más tarde, después de la muerte de Jonatán en la batalla del monte Gilboa, David lamentó profundamente la pérdida de su amigo y dijo: “Estoy angustiado por ti, Jonatán, hermano mío, me fuiste muy agradable. Más maravilloso me fue tu amor que el amor procedente de las mujeres.” (2 Sam. 1:26) Por este ejemplo es claro que “existe el amigo que se adhiere más estrechamente que un hermano.”
5, 6. ¿Cuál debe ser el fundamento básico para toda amistad confiable, y qué ejemplos muestran esto?
5 Ahora bien, ¿qué hizo posible tal amistad sobresaliente? ¡El amor mutuo y la devoción y lealtad a Jehová Dios! Por consiguiente se ha dicho: “Ninguna amistad en el suelo pagano puede rivalizar con las cualidades desplegadas por Jonatán y David: ‘lo mejor que Grecia y Roma pueden mostrar en cuanto a amistades palidece en comparación de esto.’”a El altruismo y lealtad que mostró Jonatán surgieron por poner primero a Jehová Dios y Su voluntad. El hijo de Saúl, Jonatán, se hallaba en línea para la soberanía real. No obstante, cuando Jehová quitó su favor del rey Saúl y lo puso en David, pasando por alto a Jonatán, el heredero natural del trono, Jonatán no odió a David, considerándolo cual rival que había de ser eliminado, como Saúl lo consideró. Mas, reconociendo que el favor de Jehová estaba en David, Jonatán se sometió teocráticamente al arreglo divino. Solo por medio de poner primero David y Jonatán la lealtad a Jehová Dios fue posible su maravillosa amistad. Es cierto, entonces: Sin ese principal amor y lealtad a Jehová Dios, el fundamento para cualquier amistad humana yace sobre terreno arenoso.
6 David también tuvo experiencia con falsos amigos. Ahitofel, el consejero astuto de David, estuvo entre aquellos “compañeros dispuestos a despedazarse unos a otros.” (2 Sam. 15:12; Sal. 41:9; 55:12-14) Los amigos de David que se volvieron desleales perdieron el amor y la devoción exclusiva a Jehová, el verdadero Rey de Israel. Por otra parte, debido a tener estas mismas cualidades, Rut, la moabita, desplegó amistad leal para Noemí. “En cuanto a Rut, permaneció con ella.” (Rut 1:14) La devoción leal a Jehová Dios tiene que ser el fundamento básico para toda amistad duradera y confiable.
ESCOGIÉNDONOS LOS AMIGOS CORRECTOS
7. (a) ¿Qué debería poder hacer el amigo de la clase correcta? (b) ¿Qué error concerniente a amistad cometió el rey Josafat, y con qué consecuencias?
7 El amigo de la clase correcta, entonces, debería ser el que estimulara al cristiano a ser leal al Dios Altísimo. Solo los que aman a Jehová pueden hacer esto. Aprendamos una lección del error que cometió el rey Josafat de Judá. Este rey, sobre quien Jehová había otorgado su amistad, cometió el error de asociarse con uno que no era amigo de Dios, el rey Acab de Israel. Este rey inicuo le pidió a Josafat que se uniera a él en una expedición para recobrar a Ramot-galaad. Josafat convino. Aunque los profetas de Baal predijeron buen éxito para la expedición, Micaya, el único profeta de Jehová asequible, predijo la muerte de Acab. Entrando en batalla, Acab se disfrazó; mas él había propuesto que el rey de Judá debería ponerse su manto real, llegando a ser así un blanco de todo proyectil. En lo tupido de la batalla, Josafat, que estaba ataviado con su indumentaria de rey, halló que todo guerrero de Siria se volvía contra él, pensando que él era el rey de Israel. “Josafat se puso a clamar por ayuda, y Jehová mismo lo ayudó, e inmediatamente Dios los atrajo de donde él.” (2 Cró. 18:31) Como había dicho el profeta de Jehová, Acab marchó a su destrucción, pues cierto hombre dobló su arco en su inocencia y disparó una flecha al rey de Israel, de modo que murió. Cuando el rey de Judá regresó a Jerusalén, Jehú el hijo de Hanani el visionario le dijo al rey Josafat: “¿Es a los inicuos que ha de darse ayuda, y es a los que odian a Jehová que deberías tenerles amor? Y por esto hay indignación contra ti procedente de la persona de Jehová.”—2 Cró. 19:2.
8, 9. ¿Cómo puede sacar provecho el cristiano del error de Josafat, y por qué debería brotar el disfavor de Dios para con la persona por tener amistades incorrectas?
8 Josafat cometió un gran error, cultivando una amistad y dando ayuda a uno que odiaba a Jehová Dios. Al escoger amigos, el cristiano hace bien en recordar las palabras del profeta: “¿Es a los que odian a Jehová que debería tenerles amor?” ¡Cómo debe guardarse el siervo de Dios de las amistades incorrectas! El que recibamos el favor de Dios o su indignación contra nosotros depende a un grado grande de la clase de amistades que formamos. No debería sorprendernos que el Altísimo Dios considere culpable a cualquiera de sus siervos que se asocia con personas a quienes él no aprueba. No podemos asociarnos con los que Dios no aprueba y conseguir Su amistad.
9 La influencia corruptora de los malos amigos es algo que lo remueve a uno del campo de la confiabilidad, porque es algo que inevitablemente produce resultados adversos: “El que esté andando con personas sabias se hará sabio, pero al que esté teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Pro. 13:20) Si no hubiera sido por la intervención de Dios, los tratos de Josafat con el estúpido Acab probablemente le habrían costado la vida.
10. ¿Qué ejemplo puso David para el siervo de Dios?
10 Además de sacar provecho del error que cometió Josafat, también podemos aprender del buen ejemplo que puso David, quien pudo decir: “No me he sentado con hombres de falsedad, y no entro con los que esconden lo que son. He odiado la congregación de los malhechores, y no me siento con los inicuos. Me lavaré las manos en la inocencia misma, y marcharé alrededor de tu altar, oh Jehová.” (Sal. 26:4-6) David habla como si estuviera en el estrado de los testigos, dando testimonio de su vida privada para mostrar su inocencia con respecto a las amistades. Declara su inocencia en cuanto a asociarse con los que no aman a Dios ni sus justos mandamientos. ¡Pueda todo adorador verdadero del Todopoderoso Dios Jehová afirmar inocencia semejante en cuanto a sus amistades!
ESCOGIENDO AL AMO CORRECTO COMO AMIGO
11. (a) Además de personas, ¿de qué otras amistades incorrectas debemos guardarnos? ¿Cómo puso Jesús el ejemplo correcto? (b) ¿Por qué es insensatez que el cristiano se granjee la amistad del mundo?
11 Debemos tener cuidado no solo al escoger individuos como amigos, sino también debemos guardarnos de amistades incorrectas con grupos, clubs y organizaciones que no nos estimulan en la adoración de Jehová sino más bien fomentan la esclavitud al dios de este mundo, Satanás el Diablo. (2 Cor. 4:4) Por lo tanto, Jesucristo rechazó una conscripción democrática con la cual se le quiso hacer un gobernante político local. (Juan 6:15) ¡De veras, Jesús no solo rechazó soberanía real local sino la soberanía real mundial de la organización de Satanás! El Diablo “le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo a él: ‘Todas estas cosas se las daré si postrándose me hace un acto de adoración.’” (Mat. 4:8, 9) Jesús rechazó todas esas ofertas mundanas, pues estimó la amistad de Dios por encima de todas las cosas. El haber aceptado la oferta del Diablo habría hecho a Jesús enemigo de Dios. Es pedir la enemistad de Jehová si cultivamos amistad con el mundo. La regla divina es inflexible: “¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desea ser amigo del mundo se está constituyendo enemigo de Dios.” (Sant. 4:4) Este mundo inicuo está condenado a la destrucción en la guerra del Armagedón de Dios, y los amigos de este mundo desaparecerán con él. (1 Juan 2:15-17) Como predijo el cántico profético de victoria de Barac y Débora: “Perezcan todos tus enemigos, oh Jehová, y sean los que te aman como cuando el sol sale con toda su fuerza.”—Jue. 5:31.
12, 13. (a) ¿Por qué las riquezas no son la clase de amigo que los cristianos han de granjearse? (b) ¿Qué selección hay entre amos, y por qué ningún cristiano puede ser esclavo de dos amos?
12 Tampoco son las riquezas la clase de amigo que los cristianos deberían granjearse. Cuando discutió este asunto de granjearse amigos de la clase correcta, Jesús dijo: “Granjéense amigos por medio de las riquezas injustas.” Aunque las riquezas se pueden usar para ayudar a granjearse amigos, las riquezas en sí mismas no deben considerarse como si fueran el único amigo del hombre, porque, explicó Jesús: “Ningún criado puede ser esclavo de dos amos; porque, u odiará al primero y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al otro. No se puede ser esclavo de Dios y de las riquezas.”—Luc. 16:9, 13.
13 Así Jesús declaró una regla fundamental: Nadie puede ser esclavo de dos amos. Los dos amos, según se entiende aquí, están en oposición uno contra otro, uno siendo bueno y el otro malo. Jesús mostró que si una persona se adhiere a uno de éstos, despreciará al otro, amando a uno y odiando al otro. El contraste entre los gobernantes es tan grande que uno no puede estar a favor de ambos. Jehová Dios es el principal Amo; es el principal Dueño de todas las criaturas por derecho de Creador. Y si deseamos ser amigos de él, debemos servirle lealmente, dándole nuestra devoción exclusiva, dedicando nuestra vida a él y dando nuestro todo en su servicio, llegando a ser seguidores de su amado Hijo, Jesucristo. Además, Jehová no permite que sus siervos le sirvan parte del tiempo a él y a su odiado enemigo la otra parte del tiempo. Jesús lo expresó así, a la congregación en Laodicea: “Conozco tus obras, que no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o si no caliente. Así, por cuanto eres tibio y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca.” (Apo. Rev. 3:15, 16) Los que no son calientes ni fríos son vomitados, rechazados con repugnancia. Así el cristiano, al buscar la amistad de Dios y de su Hijo, no puede estar dividido en su corazón entre Jehová y el amo opuesto, Satanás el Diablo, “el dios de este sistema de cosas.”
14. (a) En cuanto a amistad, ¿en qué fracasó el rico gobernante joven? (b) ¿Por qué es tan importante el uso apropiado de las riquezas?
14 Jesús aclaró que el que desea la amistad con Dios no puede ser esclavo de las riquezas mundanas y así un esclavo del amo incorrecto. No debemos ser como el rico gobernante joven que, aunque quería ser amigo de Dios, no renunció a los vínculos semejantes a esclavo con este mundo. Jesús le dijo que vendiera lo que tenía y que diera a los pobres de Jehová Dios, y “tendrá tesoro en el cielo, y venga y sea mi seguidor.” (Mat. 19:21) Al decir esto al gobernante joven, Jesús estaba aplicando la regla: Nadie puede ser esclavo de dos amos. La devoción exclusiva a Jehová Dios era lo necesario. ¿Daría el rico gobernante a Jehová lo que le pertenecía, o preferiría la esclavitud a las riquezas? Decidió incorrectamente y perdió el ganar el tesoro de ser amigo de Dios. Las riquezas son útiles, y el uso apropiado de ellas, según muestra Jesús, estriba en granjearse la amistad de Dios y de su Hijo. Sabiendo esto, el siervo de Dios jamás dejará que las riquezas lleguen a dominarlo, sino que él las dominará y las usará en el ministerio de Jehová Dios. De otro modo, si las riquezas llegan a dominarnos por haberlas hecho amigas nuestras, entramos en una condición de enemistad con Jehová Dios, porque hemos llegado a ser amigos de este mundo y esclavos de su odiado enemigo, el dios de este mundo.
15. (a) ¿Quiénes son los amigos apropiados que hemos de granjearnos, y por qué no hay mala voluntad conectada con el ser sus esclavos? (b) ¿Cómo demostró Jesús su amistad para con los que lo obedecen, y qué no se cancela mediante ello?
15 Los amigos apropiados para los que verdaderamente buscan la vida eterna son el principal Amo, Jehová Dios, y su Hijo “a quien él ha nombrado heredero de todas las cosas.” (Heb. 1:2) Al llegar a ser esclavo de Dios y de Jesucristo uno no entra en una posición odiada, una en la que es oprimido y pisoteado y mantenido en ignorancia en cuanto a los propósitos de su amo. No, sino que al llegar a ser esclavos lealmente obedientes de Dios y de su Hijo, uno llega a ser amigo de ellos. Es confortador pensar en las palabras de Jesús a sus seguidores leales: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que les estoy mandando. Ya no los llamo a ustedes esclavos, porque el esclavo no sabe lo que su amo hace. Pero los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de mi Padre se las he hecho saber a ustedes.” (Juan 15:14, 15) Desemejante a la acostumbrada relación fría y formal del amo para con los esclavos, los que siguen a Jesús, aunque son esclavos, también son sus amigos. Jesucristo demostró su amistad entregando su alma “a favor de sus amigos.” (Juan 15:13) El precio que Jesús pagó fue su propia sangre preciosa; así esta amistad no nulifica el hecho de que los cristianos son esclavos de Dios y de Jesucristo. Si desean mantener su amigable relación de esclavos y amo, los cristianos deben guardarse de granjearse vínculos amigables con este mundo y su amo satánico, el Diablo. Nadie puede ser esclavo de dos amos.
16. ¿Qué parábola relató Jesús concerniente a un mayordomo doméstico, y qué punto aclaró Jesús?
16 ¿Cómo podemos granjearnos la amistad de Jehová y de su Hijo, y por qué es urgente que lo hagamos ahora? En el libro de Lucas 16, en el capítulo dieciséis, Jesús dio una parábola acerca de un criado, un mayordomo que estaba a punto de perder su trabajo y el cual mostró sabiduría práctica granjeándose amigos con las riquezas. El mayordomo de la parábola de Jesús no recibía salario, como es la costumbre hoy día. Cuando fuera despedido de su trabajo, tendría que vivir de limosna o efectuar trabajo servil tal como el cavar. No siendo lo bastante fuerte para cavar y no deseando vivir de limosna, el mayordomo redujo varias deudas que los hombres debían a su amo. Cuando perdiera su mayordomía, así tendría gente que lo recibiría en sus hogares; porque se había granjeado la amistad de ellos por medio de las riquezas. Ahora no tendría que ganarse la vida de la manera odiosa por medio de cavar o de manera humillante por medio de vivir de limosna. Tenía buen discernimiento en cuanto al futuro, y obró con sabiduría práctica al usar riquezas o bienes materiales para granjearse amigos. Por eso Jesucristo dice que los cristianos deberían obrar con una sabiduría práctica semejante a ésa: “También, les digo a ustedes: Granjéense amigos por medio de las riquezas injustas, para que, cuando las tales fracasen, ellos los reciban a ustedes en los lugares de habitación eternos.”—Luc. 16:9.
17. (a) ¿Qué poseen Jehová y Jesucristo, y qué deja de considerar mucha gente? (b) En contraste con la incertidumbre de las riquezas y la vida en este mundo, ¿qué conocimiento concerniente a las promesas de Dios debería impulsarnos a emprender el derrotero de la sabiduría práctica?
17 Jehová Dios y Jesucristo son los únicos poseedores de “los lugares de habitación eternos.” Recibirán en estos “lugares de habitación eternos” únicamente a sus amigos. En este día y era cuando muchas personas están profundamente preocupadas y perturbadas a causa de las escaseces de alojamiento, el alto costo del alojamiento y los elevados impuestos prediales, probablemente piensen poco en el asunto de asegurarse lugares de habitación eternos en el nuevo mundo de justicia de Dios. No solo es un nuevo mundo en el cual “la justicia habrá de morar,” sino que será un mundo del cual Dios nos asegura: “La muerte no será más, ni habrá más duelo ni lloro ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (2 Ped. 3:13; Apo. Rev. 21:4) Esto es lo que Dios ha prometido en su Palabra. ¿Lo cree usted? Las palabras de Jehová jamás son falsas, como Josué dijo a los israelitas: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas han resultado ciertas para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.” (Jos. 23:14) Teniendo la promesa infalible de Dios de un justo nuevo mundo, ¿por qué, entonces, buscar lugares de habitación permanentes en este mundo? Sería inútil aun si tratáramos, porque no solo pueden esfumarse las riquezas de la noche a la mañana, sino que la vida de uno es tan incierta como ellas. Por eso el derrotero de la sabiduría práctica es usar nuestras posesiones materiales de tal manera que nos granjeemos la amistad del Edificador de todas las cosas y de Jesucristo su Hijo, quien dijo a sus seguidores: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque me voy para preparar un lugar para ustedes.” (Juan 14:2) Entonces cuando las riquezas nos fallen, podemos estar seguros de una bienvenida amorosa en los “lugares de habitación eternos” del nuevo mundo.
18. ¿Por qué el dinero no compra los dones de Dios, y quiénes pueden ser amigos de Dios?
18 ¿Significa esto que Dios acepta sobornos o que podemos librarnos de la ira de Dios con dinero? No, de ninguna manera. Ananías y Safira pensaron que podían comprar el favor de Dios al grado de tener una reputación importante. No entendieron que el entregar dinero para comprar algo con un propósito egoísta no podía ser un acto amistoso para con Dios. Además, Simón, el que en otro tiempo practicaba artes de magia, pensó que podía comprar los favores de Dios con dinero. Averiguó que el asunto era diferente, como Pedro le dijo: “Perezca tu plata contigo, porque pensaste conseguir posesión del don gratuito de Dios mediante el dinero.” (Hech. 8:20) No, el dinero no puede comprar los dones de Dios; si ése fuera el caso, entonces los ricos tendrían ventaja y podrían comprar reservaciones en el nuevo mundo de Dios. Pero Dios no es mercenario; no es parcial. Cualquiera puede granjearse la amistad de Dios y de Su Hijo, aunque sus posesiones materiales sean pequeñas e insignificantes.
19. (a) ¿Cómo pueden ser usados el dinero o los bienes materiales, entonces, para ganar la amistad de Dios? (b) ¿Cuál es el uso apropiado de los recursos de uno?
19 ¿Cómo, entonces, usamos las riquezas o los bienes materiales para granjearnos la amistad de Dios? ¡No sobornando a Dios sino glorificando a Dios! Dios es dueño de todo el mundo, y “la plata es mía, y el oro es mío,” dice Jehová. “A mi me pertenece todo animal silvestre del bosque, las bestias de mil montañas.” (Agg. 2:8; Sal. 50:10) Por eso no podríamos enriquecer a Dios materialmente, pero podemos usar nuestros recursos para glorificar a Dios, hablándoles a otros de sus propósitos, dándole devoción exclusiva y amor leal. Cuando animamos a otras personas a estudiar la Biblia, cuando les traemos ayudas para el estudio de la Biblia, cuando hablamos con ellas y las ayudamos a entender los propósitos de Dios y la promesa de un justo nuevo mundo—estamos usando nuestros recursos para glorificar a Dios.
20. ¿Por qué es apremiante granjearse la amistad de Dios ahora, y con quiénes deberíamos asociarnos?
20 Al usar nuestros recursos para glorificar a Dios, estamos almacenando tesoro celestial y granjeándonos la amistad de los que jamás nos rechazarán, jamás nos abandonarán y que nos pueden dar el don de la vida eterna bajo el reino del cielo. Este asunto de granjearnos la amistad de Dios y de su Hijo es apremiante porque este mundo se halla ahora en su “tiempo del fin,” y pronto desaparecerá en la guerra del Armagedón de Dios. Ahora es el tiempo para mostrar que somos amigables para con Dios. Ahora es el tiempo de conseguir toda la ayuda que podamos para ganar la amistad de Dios. Por eso necesitamos asociarnos con regularidad con los que aman y obedecen a Dios, con los que Jesucristo llamó “amigos míos.” (Luc. 12:4) Asociándose con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová, millares de personas están aprendiendo el derrotero que hay que emprender para granjearse amigos ‘por medio de las riquezas injustas, para que, cuando las tales fracasen, ellos las reciban en los lugares de habitación eternos.’—Luc. 16:9.
[Nota]
a Encyclopædia of Religion and Ethics de Hastings tomo VI, pág. 132.