Adoración dadora de libertad
“Para tal libertad Cristo nos libertó.”—Gál. 5:1.
1. ¿Qué vio el embajador ruso que andaba de visita arriba en la Estación de Ferrocarril de Washington?
SE LE extendió al embajador ruso la libertad de la ciudad, no imponiéndosele restricciones de viaje. Siendo ésta su primera presencia en Washington, D.C., estaba efectuando cómodamente una gira, visitando lugares interesantes. Al acercarse a la Estación del Ferrocarril Terminal Unión, desde la cual se ve el Capitolio Nacional al final de la avenida Delaware, vio hacia arriba. Allí, encima del arco central del portal que da a la calle, vio grabadas en inglés las palabras: “LA VERDAD LOS HARÁ LIBRES.”—JUAN 8:32.
2, 3. (a) ¿Qué pudo haber pensado el embajador ruso al ver esas palabras? (b) ¿De qué libro eran las palabras que vio el embajador, y qué Sociedad había enviado ejemplares de este libro a Rusia en 1946?
2 Sea que el embajador soviético haya pensado que esas palabras fueron tomadas de algún documento político o documento educativo norteamericano no lo diremos. Sea que haya convenido con esas palabras o no, no lo diremos.
3 Pudo haber pensado en cómo su pueblo trató de libertarse de esclavitud a un sistema religioso falso durante su revolución bolchevique del año 1917. No obstante, por tal acción violenta contra el clero de la Iglesia Estatal Rusa, esos revolucionarios no consiguieron la verdad que hace libres a los hombres. Se comprende por qué no, porque esas palabras que contempló el embajador ruso se citaron de un libro del cual millares de ejemplares la Unión Soviética había autorizado que fueran enviados al país en 1946, poco después de la II Guerra Mundial, y por primera vez en muchas décadas. Los hechos sobre esto se proporcionaron en el informe anual de la Sociedad Bíblica Americana que se hizo en su Casa Bíblica de la ciudad de Nueva York, en el sentido de que se había hecho un envío que contenía 5.000 Nuevos Testamentos y 100.000 ejemplares de los Evangelios en ruso y 500 ejemplares del Nuevo Testamento en el griego antiguo, estos Testamentos Griegos habiendo de ser distribuidos entre los estudiantes de teología. El arzobispo Alexi de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Moscú había acusado recibo de este regalo.a
4, 5. (a) ¿De quién eran las palabras citadas? (b) ¿Por qué podrían el embajador y también los educadores y los científicos convenir con tales palabras?
4 De modo que las palabras que están en el portal de la Estación del Ferrocarril de Washington se citaron del Evangelio del apóstol cristiano Juan 8:32, capítulo ocho, versículo treinta y dos. Son las palabras del fundador nombrado del cristianismo, Jesucristo. El embajador ruso pudo haber convenido con las palabras citadas, porque se tomaron por sí solas, separadas de su relación con Jesucristo.
5 Los educadores convendrán en que el conocimiento de la verdad en su sentido abstracto lo libra a uno de la esclavitud a la ignorancia y a la superstición y al engaño. Los estudiantes de colegios de enseñanza superior y universidades se hallan en sus terrenos luchando por la libertad intelectual y académica para seguir su búsqueda de conocimiento sin trabas por tradiciones eclesiásticas y sin el control de clérigos. Los científicos seglares están tratando de aprender más y más en cuanto a la creación, sus leyes, sus fuerzas, su orden y arreglos y rasgos, la edad de nuestro universo y cuán lejos se extiende el espacio ilimitado. Toda la verdad que se consigue en estos campos de conocimiento liberta al hombre por lo menos a cierto grado, como alegan estos buscadores mundanos de la verdad.
6. ¿Qué peligro trae consigo el conocimiento de tal verdad seglar, y por eso qué ha resultado realmente a quienes lo poseen?
6 No tenemos miedo a la verdad. Junto con otros, tenemos en grande estima las verdades recogidas en estos diversos campos y la libertad mental que producen. Nos da gusto de que hayan sido compartidas con nosotros. Sin embargo, el conocimiento de tal verdad seglar produce un peligro. Tal verdad seglar puede usarse incorrectamente y usarse para conducir a los que la poseen a una nueva esclavitud. Hoy día, en este siglo veinte, abundan los científicos como nunca antes, y la mayor parte de los gobiernos políticos de hoy está ayudando en el esfuerzo para producir más científicos para el bien del país. Se reconoce que los científicos han aprendido verdades en cuanto a las cosas de la creación, pero los ha hecho libres solo en un sentido relativo, librándolos de esclavitud a muchas teorías falsas o esclavitud a la ignorancia de ciertos hechos. No obstante, junto con eso, ha venido una esclavitud de los científicos y sus seguidores, una esclavitud a la ciencia misma, haciéndola un ídolo que ha de adorarse como la vaca sagrada de los hindúes de la India.
7. Sintiendo su poder, ¿qué tratan de hacer los científicos, y qué amenaza plantea esto según advirtió un escritor científico?
7 Sintiendo su poder, los científicos tratan de sujetar a otros a una esclavitud al grupo científico, sujetando aun a los gobiernos políticos a depender de la ciencia seglar. Los científicos quisieran hacerse un sacerdocio de esta nueva idolatría, una cosa contra la que se advierte en el libro publicado en 1965 e intitulado “The New Priesthood” (El nuevo sacerdocio), por el distinguido científico Rodolfo E. Lapp, autor también del libro Man and Space (El hombre y el espacio). Este “nuevo sacerdocio,” a saber, “la flor y nata científica,” presenta una amenaza a la democracia, porque los científicos tienen un conocimiento especializado que “les da autoridad verdaderamente formidable en las juntas del poder político.” Por eso surge la pregunta: ¿Se enfrenta la democracia a ser reemplazada por los tecnólogos científicos de hoy?
8. ¿Qué otro grupo de profesionistas trata de establecerse como sacerdocio, y cómo ha influido en un desacato a la conciencia del cristiano?
8 No solo preocupa esa pregunta a la persona amadora de la libertad, sino que ahora, también, los médicos tratan de constituirse como un sacerdocio de salud pública y obligar a todos los ciudadanos a someterse a sus opiniones médicas y ceder a su tratamiento médico contra la voluntad y el deseo del paciente, bajo fuerza, y en oposición a los derechos y privilegios constitucionales del paciente. Hoy día sucede excepcionalmente esto cuando los médicos apelan a jueces de la ley e influyen en ellos para que decidan que los testigos de Jehová hagan que sus hijos menores sean contaminados con una transfusión de sangre en oposición a la ley de Dios sobre la santidad de la sangre. Sí, este sacerdocio médico predomina sobre los jueces para que anulen la creencia religiosa a causa de conciencia hasta de testigos de Jehová que son adultos y mediante decisión judicial arbitraria fuerzan una violación crasa de la ley sagrada de Dios sobre estos cristianos adultos que tienen el derecho de igual libertad de religión con los católicos romanos y los científicos cristianos.b El sacerdocio médico quisiera persuadir ahora al cuerpo legislativo de la nación, al Parlamento o al Congreso, a aprobar una ley que exija que los pacientes que se adhieren a la ley de Dios sobre la santidad de la sangre se sometan a una transfusión de sangre si el doctor o el hospital lo cree necesario.
9. (a) ¿A qué tipo de gobierno político han acudido algunos hombres desde hace largo tiempo para la libertad? (b) ¿Qué gobierno de este tipo se estableció más recientemente en América del Norte, y bajo qué Declaración?
9 Tan remotamente como dos mil años atrás los hombres acudieron a la democracia para que les diera libertad. La democracia política nació en la antigua Grecia pagana antes de los días de Jesucristo, pero fue democracia únicamente para los ciudadanos libres de aquel país, ya que una sección grande de la población se componía de esclavos. Más recientemente, en el año 1775 de nuestra era común las trece colonias británicas de la América del Norte iniciaron una revolución para establecerse como una nación democrática independiente. Al año siguiente, el 4 de julio, se firmó una Declaración de Independencia en Filadelfia, Pensilvania. En el segundo párrafo dice estas palabras: “Sostenemos que estas verdades son patentes: que todos los hombres son creados iguales; que su Creador los ha dotado de ciertos derechos inalienables; que entre éstos se encuentran la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. Que para asegurar estos derechos, se instituyen gobiernos entre los hombres, que obtienen sus facultades justas del consentimiento de los gobernados, . . .”
10. (a) ¿Cómo estuvo en desacuerdo privadamente el principal redactor de esa Declaración con las palabras del párrafo dos? (b) ¿Cuándo se anunció la abolición de la esclavitud, aplicando a los Estados Unidos?
10 A Tomás Jefferson de la colonia de Virginia le fue asignada la redacción de esta Declaración, y el lenguaje de la Declaración prácticamente es todo de Jefferson. A la luz de la vida doméstica de este hombre, surge la pregunta: ¿Quién era Jefferson para que escribiera una declaración acerca del derecho inalienable de la libertad que habían de disfrutar o buscar todos los hombres que son creados iguales? ¡Pues, Jefferson mismo entonces era dueño de esclavos! De hecho, pasaron ochenta y siete años antes de que el presidente norteamericano, el 1 de enero de 1863, anunciara la abolición de la esclavitud en ciertas partes de los Estados Unidos de América.—The Encyclopedia Americana, tomo 8, páginas 561, 562; tomo 10, página 271.
11. ¿Qué se ha dicho y se ha publicado recientemente en cuanto al éxito de la Revolución Francesa para dar libertad democrática?
11 La Revolución Francesa siguió a la Revolución Norteamericana a fines del siglo dieciocho. Ahora, después de más de un siglo y medio de gobierno republicano en Francia, se publicó un artículo en el Times Magazine de Nueva York, escrito por un francés, Juan Francisco Revel, fechado el 7 de noviembre de 1965. En la página 29, como encabezamiento del artículo de Revel, aparecen las palabras: “Se ha perdido la Revolución Francesa: Clavándole la mirada a Francia hoy, un francés dice que allí la democracia solo es superficial y generalmente lo ha sido.” Luego el artículo de Revel pasa a exponer los hechos que lo prueban.c
12, 13. (a) ¿Qué pensó el líder bolchevique que se necesitaba para el éxito de la revolución comunista en Rusia? (b) Después de mucho trabajo para remover este obstáculo al éxito, ¿qué pregunta surge?
12 En 1917, en medio del horror de la I Guerra Mundial, estalló la revolución rusa mediante la cual los bolcheviques comunistas llegaron al poder político bajo su caudillo Vladimir Ilich Lenín. Este hombre no tenía fe en Dios, especialmente el Dios que enseñaba la Iglesia Ortodoxa Rusa. Creyendo que la religión de la cristiandad era el opio de la gente, Lenín dijo: “Nuestra revolución jamás tendrá éxito hasta que sea removido el mito de Dios de la mente del hombre.” Aparentemente la revolución comunista rusa ha socavado la creencia en Dios en la mente de la mayoría de la gente tanto en Rusia como en los países satélites. La actitud de la generación más joven de comunistas se expresa en la respuesta de un muchacho de veinte años que fue entrevistado por un jefe de departamento de la revista Newsweek, según se informó en el número de esa revista del 16 de abril de 1956, página 54. Después de contestar la pregunta: “¿Es difícil que te ajustes académicamente?” se le preguntó: “¿Y la Biblia?” Ante esto se rió y contestó: “Nadie salvo los Testigos de Jehová leen la Biblia.”
13 Sin embargo, después de toda esa remoción de Dios de la mente de la gente, ¿pueden alardear los revolucionarios rusos de haber tenido éxito?
14. Después de un examen a los gobiernos democráticos y republicanos, ¿qué tenemos que concluir en cuanto a la libertad que se ganó, y qué pregunta hacemos acerca de la declaración de Jesús acerca de la libertad?
14 Después de examinar las “repúblicas del pueblo” y los gobiernos democráticos populares de los hombres desde los días de la antigua Grecia, los corazones honrados tienen que admitir una cosa: el gobierno republicano, popular o democrático no ha traído libertad en sus aspectos más vitales. Esto aplica aun a los países más ilustrados y más progresivos, que tienen las más elevadas normas educativas y provisiones sociales y usan más plenamente los servicios de científicos y doctores de ley, filosofía, medicina y teología. La cultura moderna y el progreso mundano de las naciones han libertado a los hombres a un grado que le falta mucho para llegar a la libertad de la cual habló Jesucristo. Esto explica por qué el descontento, el desasosiego y la turbulencia están aumentando en la Tierra hoy. ¿Cuál, entonces, es la verdad que Jesucristo dijo que nos haría libres?
LA VERDAD QUE LIBERTA
15, 16. (a) ¿Qué omitieron los diseñadores del edificio de la estación tocante a las palabras de Jesús, y esto de acuerdo con qué aversión? (b) ¿Por qué hay tal aversión, como se indica en Juan 8:28-32?
15 Las palabras de Jesús según se grabaron encima de la entrada de la Estación del Ferrocarril de Washington fueron esculpidas allí sin el contexto. Los diseñadores del edificio de la estación pasaron por alto el contexto de las palabras de Jesús. A los hombres en general no les gusta aceptar el contexto de esas palabras. ¿Por qué? Porque Jesús limita la aplicación de sus palabras a los que llegan a ser sus discípulos, y estos seguidores suyos tienen que cumplir cierta estipulación o condición. Note esto al leer Juan, capítulo ocho, versículos veintiocho al treinta y dos:
16 “Por lo tanto dijo Jesús: ‘Una vez que hayan alzado al Hijo del hombre [en un madero de ejecución para morir], entonces conocerán que yo soy ése [el Mesías o Cristo prometido], y que no hago nada de mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así como el Padre me enseñó. Y el que me envió está conmigo; no me dejó solo, porque yo siempre hago las cosas que le agradan.’ Al hablar él estas cosas, muchos pusieron fe en él. Y así es que Jesús siguió diciendo a los judíos que le habían creído: ‘Si permanecen en mi palabra, verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los libertará.’”
17. ¿A quiénes no fueron dichas las palabras de Jesús, y sobre qué dependía el que uno ganara la libertad que se menciona?
17 ¡Tome nota! La libertad que produce la verdad depende de un SÍ condicional muy claro. Jesús dijo: “Si permanecen en mi palabra.” Si hacían esto, probarían ser verdaderos discípulos de Jesús; entonces, como dijo a sus oyentes, “verdaderamente son mis discípulos.” En ese caso conocerían la verdad y la verdad los libertaría. No se dijeron estas palabras a los científicos físicos paganos ni a los filósofos paganos y educadores de aquel día. Se dijeron las palabras a la gente en Jerusalén que ‘puso fe en él,’ que ‘creyó en él.’ Estas personas tuvieron fe, creyeron que Dios el Padre celestial de él lo había enviado a la Tierra para desempeñar una obra mesiánica a favor del reino de Dios, con bendiciones para todo el género humano. Habiendo comenzado a creer y poner fe en él, tuvieron que decidir si permanecerían en sus palabras, en su enseñanza, y aprenderían todo el resto de la verdad. Si lo hacían, entonces su promesa a ellas se cumpliría, que conocerían la verdad y serían libertadas por la verdad.
18. ¿Qué es esta verdad que se menciona aquí, y por qué no podemos esperar conseguirla hoy de los científicos y los educadores?
18 La verdad que efectúa esto no es la verdad en general, como la que aprenden las personas mundanas. Es la verdad que proviene de cierta fuente y por medio de cierto conducto de instrucción. La fuente es Aquel que envió a Jesucristo a la Tierra como Maestro, y ése es el Padre celestial, Jehová Dios. Concerniente a él dijo Jesús: “Hablo estas cosas así como el Padre me enseñó.” (Juan 8:28) Por lo tanto, el conducto de instrucción de Dios es su Hijo Jesucristo. Es por eso que se necesita permanecer en la palabra o enseñanza de Jesús para conocer la verdad y ser libertado por tal verdad. Por eso, hoy día no podemos esperar conseguir esta verdad dadora de libertad ni por medio de los científicos físicos ni los educadores mundanos ni los filósofos de este siglo veinte. Debido a que no la hemos conseguido de ellos y no podemos conseguirla de ellos, el entero mundo del género humano no ha obtenido libertad verdadera por medio de ellos. La libertad verdadera es algo que ellos jamás pueden darnos. ¿Qué es?
19, 20. (a) ¿Por qué fueron lastimados el orgullo y el amor propio religioso de sus oyentes por las palabras de Jesús en cuanto a conocer la verdad y ser libertados? (b) ¿Quién dijo Jesús que era esclavo que necesitaba ser libertado?
19 Lo que es esta libertad se dio a saber en la conversación adicional que Jesucristo tuvo con sus oyentes. Por nacimiento eran descendientes de un hombre libre, el patriarca Abrahán, que fue amigo de Dios y a quien Dios sacó de Mesopotamia e introdujo en la Tierra de Promisión de Palestina. (Gén. 12:1-3; 15:1-7; 2 Cró. 20:7; Sant. 2:23) Cuando los descendientes de Abrahán moraron temporalmente en Egipto y los egipcios los oprimían, Jehová Dios los libró de la esclavitud egipcia y los introdujo en la Tierra de Promisión. Por medio de los profetas de Dios consiguieron las Escrituras Hebreas inspiradas, desde el primer libro de ellas, Génesis, hasta el último y trigésimo noveno libro de ellas, Malaquías; y éstas manifestaron la única adoración verdadera de Dios en aquel tiempo. Por eso, cuando Jesús les habló en cuanto a conocer la verdad al permanecer en su palabra y ser libertados por la verdad, esto hirió el orgullo y los sentimientos religiosos de ellos. Por consiguiente leemos:
20 “Ellos le respondieron: ‘Somos prole de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo es que dices tú: “Llegarán a ser libres”?‘ Les contestó Jesús: ‘Muy verdaderamente les digo: Todo hacedor de pecado es esclavo del pecado. Además, el esclavo no permanece en la casa para siempre; el hijo permanece para siempre. Por eso si el Hijo los liberta, serán realmente libres. Yo sé que son prole de Abrahán; pero procuran matarme, porque mi palabra no hace progreso entre ustedes. Cuantas cosas he visto con mi Padre las hablo.’”—Juan 8:33-38.
21. ¿De qué cosas habría de ser la libertad, y cómo mostraron los oyentes judíos de Jesús que eran esclavos?
21 Ah, aquí se da a saber que la libertad de la cual habló Jesús era la libertad del pecado. Esto también quería decir la libertad de la muerte, porque “el salario que el pecado paga es muerte.” (Rom. 6:23) Aquellos oyentes de Jesús podían enorgullecerse de ser descendientes naturales de Abrahán; pero si algunos de ellos no querían que la palabra de Jesús hiciera más progreso en ellos y si ellos querían matarlo alzándolo en un madero de ejecución para morir, no eran prole libre de Abrahán. No eran hijos del Padre celestial, Jehová Dios. Ciertamente eran esclavos del pecado a un grado muy bajo, y verdaderamente necesitaban ser libertados.
22. (a) ¿Qué necesitaban recordar los oyentes de Jesús en cuanto a los hijos de Abrahán? (b) Por eso, ¿qué peligro había ahora tocante a los judíos?
22 Aquellos judíos orgullosos de su descendencia de Abrahán necesitaban recordar que Abrahán tuvo dos hijos, el primero por una esclava, Agar, y luego uno por una mujer libre, su esposa Sara. Más tarde el hijo de la esclava, Ismael, fue despedido de la casa de Abrahán; pero el hijo de la mujer libre, Isaac, permaneció en la casa de Abrahán y llegó a ser su heredero y también heredero de la promesa que Jehová Dios le hizo a Abrahán. Así mismo, los descendientes judíos de Abrahán solo eran esclavos para con Dios, no hijos. Jesús era Hijo de Dios y estaba libre. Por lo tanto, había el peligro de que los judíos semejantes a esclavos no permanecieran en la casa de Dios para siempre sino que fueran despedidos, desechados como Ismael. Jesús como Hijo libre y fiel de Dios sería retenido apropiadamente y permanecería para siempre en la casa de Dios. Por eso, él podía libertar a los judíos.
23. ¿Solo mediante qué derrotero podrían ser libertados esos judíos?
23 Solo aceptando la palabra de verdad por medio de Jesús y dejando que ésta hiciera progreso entre ellos podrían ser libertados y llegar a ser hijos libres de Dios y morar para siempre en la casa de Dios, disfrutando de vida eterna. Necesitaban que el Hijo de Dios los libertara mediante su verdad y el sacrificio de sí mismo como rescate para ellos.
LA ESCLAVITUD DE TODO EL GÉNERO HUMANO
24. ¿Por qué nuestra condición moribunda prueba que somos pecadores, y por qué medios únicamente podemos ser libertados para toda la vida?
24 ¿Quién hoy día puede probar que no es esclavo del pecado y que no recibe en sí mismo el salario que paga el pecado, a saber, la muerte? A Lenín se le ha pagado plenamente ese salario; está muerto, lo cual prueba que fue esclavo del pecado. ¡Qué lástima sería para él si Dios y la resurrección de los muertos solo fueran un mito! Todo el género humano que ha nacido del primer hombre pecaminoso (Adán) ha nacido pecador. Es por eso que ha estado bajo la condenación de la muerte. Todos hemos necesitado ser libertados del pecado y de su castigo, la muerte. El Hijo de Dios y su verdad son los únicos medios por los cuales podemos ser libertados y conseguir la vida eterna como hijos libres del Altísimo Dios.—Rom. 5:12-18.
25. ¿Cómo describió Pablo su propia condición física y espiritual en Romanos 7:19-25?
25 El apóstol cristiano Pablo describió su propio estado físico y espiritual, cuando escribió estas palabras a la congregación cristiana primitiva en Roma: “Lo bueno que deseo no lo hago, mas lo malo que no deseo es lo que practico. Ahora, pues, si lo que no deseo es lo que hago, el que lo obra ya no soy yo, sino el pecado que mora en mí. Hallo, pues, esta ley en el caso mío: que cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo. Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, pero contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Hombre desdichado que soy! ¿Quién me librará del cuerpo que está padeciendo esta muerte? ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! Así pues, con la mente yo mismo soy esclavo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.”—Rom. 7:19-25.
26. ¿En el caso de quiénes más tiene que aplicar esa descripción tan plenamente, si es que no aplica más?
26 Ahora bien, si eso aplicó al apóstol cristiano Pablo, que había visto al resucitado Jesucristo y que había recibido tan abundantemente los dones del espíritu santo de Dios, ¡aplica tan plenamente en el caso de cada uno de nosotros, si es que no aplica más!
27. (a) ¿A qué forma de adoración llegaron a estar esclavizados los judíos? (b) ¿A qué clase de mujer, por lo tanto, se asemejaba su ciudad capital Jerusalén?
27 Junto con aquella esclavitud al pecado innato y su castigo de la muerte, el mundo de la humanidad ha sido esclavizado a un sistema de adoración religiosa falsa. Los judíos habían sido liberados del antiguo Egipto y habían recibido las declaraciones formales sagradas de Dios en los treinta y nueve libros de las Escrituras Hebreas inspiradas. No obstante, llegaron a ser esclavos de un sistema de adoración religiosa, engañosa e hipócrita, que la Santa Biblia llama judaísmo. (Rom. 3:1, 2; Gál. 1:11-16) Al igual que Pablo que en un tiempo había sido fariseo judío, todos los judíos necesitaban ser librados de aquel sistema esclavizador del judaísmo. Solo la verdad por medio de Jesucristo podía hacer esto, como lo hizo en el caso de Pablo. Además, la propia Ley de Dios dada a los judíos por medio del profeta Moisés condenaba a muerte a esos judíos como pecadores que no podían guardar la Ley perfecta de Dios. Por esa razón podían ser maldecidos por Dios. Por consiguiente, la Ley sirvió de yugo sobre ellos, que no podían llevar por sí solos. Probó que eran esclavos del pecado y que merecían la muerte. ¡El agregar el judaísmo empeoró la esclavitud! Como resultado su ciudad capital Jerusalén no era madre de hijos libres, sino que era como una esclava, en esclavitud con sus hijos. ¿Cuál era la adoración que les habría de dar libertad?
28. (a) ¿Qué, entonces, era la adoración que les daría libertad? (b) Como el hijo de ¿qué mujer llegaron a ser los que aceptaron esa adoración, y qué mostró Pablo que necesitaban hacer ahora?
28 Era la adoración del único Dios vivo y verdadero Jehová por medio de su Hijo Jesucristo. Algunos judíos aceptaron y permanecieron en la verdad que vino por medio de Jesucristo, dejando que ésta hiciera progreso entre ellos. Esos fueron los que aprendieron la verdad que los libertó. ¡Estos consiguieron la adoración pura, verdadera, que da libertad! Estos ya no fueron hijos de una esclava, sino que fueron hijos de una mujer libre, la organización espiritual libre de Dios. Eran como Isaac el hijo de la mujer libre Sara, la esposa de Abrahán. Lo que habría que hacer ahora era permanecer libres, peleando para mantener la libertad. Por consiguiente el apóstol Pablo escribió a compañeros cristianos que estaban familiarizados con el judaísmo: “Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una sierva, sino de la mujer libre. Para tal libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto estén firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud.”—Gál. 4:31; 5:1.
29. (a) A pesar de ¿qué privilegios habían entrado los judíos en una esclavitud religiosa? (b) ¿Por qué los gentiles necesitaban más ser libertados, y cuándo comenzó a libertarlos el Hijo de Dios?
29 Esas palabras fueron especialmente adecuadas para los judíos naturales, circuncisos, que habían sido sacados del judaísmo e introducidos en la adoración dadora de libertad del cristianismo verdadero. Los judíos habían entrado en una esclavitud religiosa a pesar de tener la Ley de Jehová Dios y a pesar de estar en un pacto nacional con él. ¡Cuánto más cierto era que todos los no judíos, los gentiles no circuncisos, que no tenían la ley de Dios, se hallaban en una esclavitud religiosa! De modo que si los judíos necesitaban liberación, ¿cuánto más necesitaban los gentiles ser libertados? ¿Por qué? Porque los gentiles estaban en esclavitud a una organización religiosa más grande, a saber, Babilonia la Grande, que es el imperio mundial de la religión falsa. Tales gentiles, en esclavitud a dioses falsos, realmente a demonios, necesitaban ser apartados de tal idolatría para servir al Dios vivo, Jehová, el Padre del Señor Jesucristo. Fue por primera vez tres años y medio después de su resurrección de entre los muertos que el Hijo de Dios comenzó a libertar a tales gentiles. Eso fue cuando envió a su apóstol Pedro al puerto del mar Mediterráneo, Cesarea, para convertir a la casa del centurión italiano Cornelio.—Hech. 10:1 a 11:18.
30. (a) Por eso, ¿qué necesitan hacer ahora esos gentiles libertados? (b) ¿Por qué esta esclavitud incluye a la gente de la cristiandad?
30 Así para la libertad de la ramera religiosa internacional, Babilonia la Grande, Cristo libertó a los gentiles. Por lo tanto, éstos también necesitan no ceder en la adoración dadora de libertad y no permitir el llegar a estar otra vez bajo un yugo de esclavitud religiosa. Esta esclavitud incluye a las personas que van a las iglesias de la cristiandad. La cristiandad fue establecida en el siglo cuarto, en los días del emperador romano Constantino el Grande, y abarcaba los territorios de Portugal y España del día presente. Mientras todavía conservaba el puesto pagano de Pontifex Maximus, el emperador Constantino convocó el concilio de Nicea en Asia Menor; y, después de que los obispos hubieron disputado por semanas, se decidió a favor de lo que es la más importante doctrina religiosa de la cristiandad. Esta es la trinidad, la creencia de que hay Dios el Padre y Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo y no obstante no son tres Dioses sino solo un Dios en tres Personas. En esta doctrina la cristiandad imita a los paganos.
LA CRISTIANDAD UNA PARTE NO LIBRE DE ESTE MUNDO
31. ¿De qué manera la cristiandad realmente no ganó sino entró así en esclavitud, como lo indica la Cyclopædia de M’Clintock y Strong?
31 Es posible que la cristiandad haya pensado que había ganado algo al someterse al dominio del Pontifex Maximus romano y al aceptar el apoyo del estado político. Sin embargo ella entró en cautiverio que resultó en dificultades continuas entre la Iglesia y el Estado, hasta hoy en día. Dice la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 2:
Sin embargo, numerosas según varios puntos de vista, como eran las ventajas que provenían de este cambio, pronto comenzó a sufrir del ser puesto en contacto estrecho con la influencia fomentadora del poder seglar. Fue corrompida la simplicidad del Evangelio; se introdujeron ritos y ceremonias ostentosos; se otorgaron honores y emolumentos mundanos a los maestros del cristianismo; y el reino de Cristo en gran parte fue convertido en un reino de este mundo.—Página 488.
32. (a) En vista de lo que Jesús le dijo a Pilato, ¿por qué la cristiandad no es parte del reino de Cristo? (b) ¿Quién puede libertar de la cristiandad a la gente que va a las iglesias?
32 No obstante, Jesucristo le dijo claramente al gobernador Poncio Pilato, que era representante del Pontifex Maximus romano Tiberio César: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” (Juan 18:36) Por lo tanto, la cristiandad, que ha rehusado la libertad y la independencia cristianas a favor de la unión religiosa con el Estado y depender del Estado, no es parte del reino de Cristo. En consecuencia, la gente que va a las iglesias de la cristiandad, con su confusión de sectas religiosas divisivas, necesita ser libertada de la esclavitud a la cristiandad. La cristiandad es la parte más prominente y poderosa de Babilonia la Grande. ¡Ninguna ciencia del día moderno ni educación mundana, sino solo la verdad de Cristo puede libertarla!
[Notas]
a Vea el artículo “Sociedad Bíblica envía Evangelios a Rusia” publicado en el Times de Nueva York fechado el 21 de marzo de 1947.
b Vea The Encyclopedia Americana, tomo 17 de la edición de 1929, bajo el encabezamiento “LIBERTAD, Religiosa,” y sus comentarios en la página 349 acerca de “el derecho de la igualdad absoluta de todas las religiones ante la ley.”
c Confirmando esto se halla el artículo posterior que se publicó en el Times Magazine de Nueva York fechado el 29 de mayo de 1966, bajo el título “Francia ya no es una democracia,” escrito por Francisco Mitterand. Tocante a la estabilidad gubernamental, dice Mitterand: “La vemos como parte y porción de una estructura democrática, con las facultades de decidir en manos del pueblo. Esto no sucede hoy en día; ahora a los votantes simplemente se les pide una vez cada siete años que voten sobre si quieren o no conservar a su líder.”—Página 56.