Una resurrección de vida y una de juicio
1, 2. ¿Por qué no es demasiado maravillosa para ser creída la declaración de Jesús de que se le ha dado autoridad para juzgar?
EN EL día “fijado” por Dios su Hijo usará “el don de la vida.” (Juan 5:26, Knox) Resucitará a los muertos humanos a quienes aplica el beneficio de su sacrificio de rescate. El “día” será un tiempo de juicio, pero no de 24 horas de duración. Será el período de 1.000 años que se ha fijado para el reinado de Cristo. (Rev. 20:4-6) El proceso de juicio resultará en vida para algunos y en condenación judicial a la destrucción para otros. ¿Nos parece maravilloso esto a nosotros hoy cuando hay tanto error judicial y tanto mal entendimiento religioso de lo que será el día de juicio de Dios? Les pareció maravilloso a los judíos observadores del sábado que vivían en el día de Jesús.
2 Por consiguiente, Jesús les dijo: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio. No puedo hacer ni una sola cosa de mi propia iniciativa; así como oigo [del Padre como Juez Supremo], juzgo; y el juicio que yo dicto es justo, porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió.”—Juan 5:28-30.
3. ¿Cómo difieren los que pasan de la muerte a la vida, y que no entran en juicio adverso, de aquellos acerca de los cuales Jesús habló en Juan 5:28, 29, y qué clase de personas deben ser?
3 Antes de que Jesús dijera las palabras que acabamos de citar, habló, en Juan 5:24, 25, acerca de otros “muertos” cuya “hora” para llegar a estar vivos había empezado. De estos designados se decía que estaban “muertos” y sin embargo no estaban “en las tumbas conmemorativas.” Hasta en aquel mismo momento estaban oyendo la “palabra” hablada del Hijo de Dios y creyendo a Aquel que lo había enviado. Así estaban pasando de muerte a vida y no entrarían en juicio adverso. Porque habían pasado de muerte a vida, de éstos que hacían caso a la voz del Hijo de Dios se decía que vivían y tenían la expectativa de vida eterna. Estos deben ser los que llegan a ser los coherederos celestiales de Jesucristo, a saber, los 144.000 a quienes se da una resurrección para la región espiritual de modo que estén con él en el Reino.
4. En vez de juzgárseles, ¿qué asignación se da a los 144.000 coherederos de Cristo?
4 Estos 144.000 coherederos de Jesucristo, en vez de ser juzgados, se sentarán con él en tronos de juicio. Revelación 20:4 dice que “se les dio poder para juzgar.” A la resurrección de ellos se le llama “la primera resurrección.” Por medio de ella se les resucita instantáneamente al estado celestial.—Rev. 20:6.
5. ¿Cuándo comenzó el período de juicio de la congregación del Israel espiritual, y qué privilegio dijo Jesús que ellos tendrían en Su reino?
5 Hubo un período de juicio anterior para estos 144.000 cuando estuvieron en la Tierra. Este empezó cuando nació la congregación cristiana del Israel espiritual en el día del Pentecostés de 33 E.C. Tal período de juicio continúa hasta que queda completa esta congregación de hijos espirituales de Dios. (1 Ped. 4:17, 18) Acerca del glorioso futuro de ellos, Jesús dijo a sus fieles apóstoles en la noche de la Pascua de 33 E.C.: “Yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:29, 30) Por eso, en lugar de ser juzgados durante el reinado milenario de Cristo, participan con él en juzgar a la humanidad redimida.
6. Para que la humanidad en general tenga un tiempo de juicio, ¿qué es necesario que haya, y cómo será destruido el Hades?
6 Para que la humanidad redimida en general tenga un tiempo de juicio aquí en la Tierra es necesario que haya una resurrección de “todos los que están en las tumbas conmemorativas.” Confirmando ese hecho, Jesús dijo, en Juan 5:28-30, que vendría la “hora” en la cual todos éstos oirían su voz y responderían. El los llamaría para que salieran de sus sepulcros, de la misma manera que en Betania clamó a su amigo encerrado ya en una tumba: “¡Lázaro, sal!” (Juan 11:43, 44) Esa “hora” vendría durante el reinado de 1.000 años de Jesucristo con sus 144.000 coherederos glorificados. (Rev. 20:6, 11-14) Durante ese reinado, el Hades, o el sepulcro común de la humanidad, ha de ser destruido por medio de ser vaciado de todos los muertos humanos redimidos. ¡Eso significa resurrección!
7. ?Qué dos clases se destacan entonces? ?Sucede esto al comienzo del programa de la resurrección?
7 Jesús declaró que dos clases se destacarían entonces. Sin embargo, esto no será al principio del programa de la resurrección, porque no todos los muertos redimidos saldrán de las tumbas conmemorativas al mismo tiempo. Jesús habló (1) de “los que hicieron cosas buenas” y (2) de “los que practicaron cosas viles.” Esto no se refiere a lo que los individuos resucitados son al momento en que salen de las tumbas conmemorativas. ¿Por qué decimos esto?
8. (a) Debido a que “el Cordero de Dios” murió para quitarle el pecado al mundo, ¿en qué no entrarán por medio de ser levantados de entre los muertos? (b) Sin embargo, ¿cómo les afectará su vida anterior, y por qué?
8 El factor determinante en cuanto a lo que les resultará a estos seres humanos resucitados no es lo que eran antes de su muerte. Esto es verdad, porque al morir pagaron la pena por su condición de pecadores. (Rom. 6:23) Además, Jesucristo murió como “el Cordero de Dios” para ‘quitar el pecado del mundo.’ (Juan 1:29; 1 Juan 2:2) Por eso, lo que él “quita” no se le puede imputar al mundo de la humanidad después que se les resucita de entre los muertos. Sobre esto, el apóstol Pablo escribió: “Ya no sigamos siendo esclavos del pecado. Porque el que ha muerto ha sido absuelto de su pecado.” (Rom. 6:6, 7) Por lo tanto, ningún ser humano redimido entra en “doble riesgo” por medio de ser resucitado, para que se le castigue de nuevo por lo que hizo antes de su muerte. Por consiguiente, el factor determinante para la humanidad resucitada será: ¿Qué harán de su vida los seres humanos desde entonces en adelante, cuando se les ha dado un nuevo comienzo bajo el reino de 1.000 años de Cristo? Por supuesto, durante el sueño de la muerte en el cual han estado sumidos no les viene ningún cambio en la personalidad. Por eso, lo que hicieron y la manera en que vivieron durante el inicuo sistema de cosas actual les afectará en cuanto a sus inclinaciones o actitudes para con el reino de Cristo.
9. ¿Qué dos resultados posibles hay para las personas que, como hemos visto, son afectadas por su patrón de vida anterior?
9 Sí, el patrón de vida anterior afectará el problema de los resucitados en cuanto a conformarse a los requisitos del Reino con relación a la justicia y su progreso hacia el logro de la vida humana perfecta en la Tierra. Entonces habrá dos resultados posibles. Como indicó Jesús, en Juan 5:28, 29, o se volverán al curso de hacer cosas buenas o se volverán a la práctica de cosas viles. ¿Con qué consecuencias respectivas?
10. En la expresión “una resurrección de vida,” ¿qué significa “vida”?
10 Jesús señaló a tales consecuencias cuando habló de “una resurrección de vida” y “una resurrección de juicio.” Por la palabra “vida” en este contexto Jesús no quiso decir la medida de vida que los individuos tienen cuando salen de las tumbas conmemorativas. De otro modo, no solo los hacedores de cosas buenas tienen “una resurrección de vida,” sino que los practicantes de cosas viles también tendrían tal resurrección, puesto que ellos también tendrían que empezar por medio de recibir vida en la Tierra. Por eso, “vida” como se usa en Juan 5:29 significa perfección de vida como la logran algunos al fin del reinado de Cristo por medio de persistentemente hacer cosas buenas en obediencia a su reino y judicatura.
11. En la expresión “una resurrección de juicio,” ¿qué significa “juicio”?
11 De manera similar, “juicio” representa lo que les resulta a otros individuos ya sea durante el “día de juicio” milenario o para el cierre de ese “día.” En Juan 5:29 “juicio” significa lo opuesto de “vida.” Por eso, significa un juicio de condenación, el sentenciar a los que practican cosas viles a destrucción eterna. Esto es una destrucción de alma y cuerpo en el Gehena.—Mat. 10:28.
12. Entonces, ¿qué dos posibles finales hay a los cuales puede conducir la resurrección de alguien bajo el reino de Cristo?
12 De modo que hay dos finales posibles a cualquiera de los cuales puede conducir el que uno sea resucitado bajo el reino de Cristo, o a vida humana perfecta o a juicio que resulta en pérdida de toda la vida. Aptamente, An American Translation (Una Traducción Americana, en inglés) vierte Juan 5:29 de modo que lea así: “vendrán a resurrección y vida, y . . . a resurrección y juicio.”
13, 14. (a) ¿Qué oye Jesús antes de que él y sus jueces asociados den su fallo? (b) ¿Por qué no hay razón que permita apelar de tal sentencia dada por Cristo durante el milenio?
13 Durante el milenio la judicatura de Jesucristo y sus jueces asociados será justa para toda la humanidad. Jesús dijo: “Como oigo, juzgo.”—Juan 5:30.
14 Lo que Jesús oye del Juez Supremo, Jehová Dios, lo incorpora en su propio juicio. El se amoldará a la descripción profética que de él como juez su Padre celestial inspiró a Isaías a escribir en el Isa capítulo 11, versículos uno a cinco inclusive. En su judicatura, los 144.000 jueces asociados imitarán a Jesucristo. De esta manera realmente será el juicio de Jehová el que se llevará a cabo, porque su Hijo Jesucristo siempre procura hacer la voluntad del Padre, no su propia voluntad. Por lo tanto, de tal juicio rendido por Jesucristo no puede haber apelación a un tribunal superior. Así, al fin de los 1.000 años de judicatura él podrá pasar el Reino al Juez Supremo, libre de toda acusación de mal proceder en el puesto. (1 Cor. 15:24-28) Desde entonces en adelante Jehová Dios se encargará de los asuntos respecto a una prueba final, determinante, que se ha de imponer a todos los hombres que le entregue su Hijo.—Rev. 20:7-15.
LA “GRANDE MUCHEDUMBRE” Y LA RESURRECCIÓN
15. Al dar Pablo un encargo solemne a Timoteo por Cristo Jesús que está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos, ¿quiénes son los “muertos” a quienes él se refiere?
15 El día de juicio que se acerca es algo que toda la humanidad debe tomar en cuenta. (Hech. 17:30, 31) Con debido reconocimiento de esto, el apóstol Pablo escribió a Timoteo, quien había sido compañero misional de él: “Solemnemente te encargo delante de Dios y de Cristo Jesús, que está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos.” (2 Tim. 4:1) Por la expresión “los muertos,” Pablo se refiere a “los que están en las tumbas conmemorativas” y los que están ‘sepultados en las aguas.’ Pero ¿a quiénes llama Pablo “los vivos”?
16. ¿Quiénes son en particular “los vivos”?
16 Estos serán los que sobrevivan en la Tierra la venidera “grande tribulación” y el atar de Satanás el Diablo y sus demonios. Estas personas, por lo tanto, estarán vivas todavía en la Tierra cuando comience el reinado de 1.000 años de Cristo sobre su región terrestre. Es particularmente a éstos que entonces llegan a ser Sus súbditos con la esperanza de vida eterna en un paraíso terrestre a quienes se hace referencia aquí. Algunos individuos del resto ungido de coherederos en perspectiva de Cristo también habrán sobrevivido, pero habrá que esperar para ver si van a empezar a juzgar en la Tierra antes de que se les transfiera al reino celestial. (1 Tes. 4:15-17; 2 Ped. 3:11-14) Sin embargo, una “grande muchedumbre” de las “otras ovejas” de Cristo sobrevivirá la “grande tribulación,” junto con el resto de israelitas espirituales, y entrarán en el milenio vivos Revelación 7:9-17 prueba que esto es verdad.
17. ¿Cómo sabemos si la Tierra será despoblada o no cuando llegue el fin completo de este sistema de cosas?
17 Todo esto se combina para establecer que nuestro planeta terrestre no será totalmente despoblado al fin completo de este sistema de cosas. Así, la “grande muchedumbre” de las “otras ovejas” de Cristo serán “los vivos” con los cuales comienza el día de juicio del milenio.
18. ¿Qué habrá de maravilloso en cuanto a esta “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la “tribulación,” y por qué?
18 Lo maravilloso acerca de esta “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la “tribulación” es que nunca experimentan una resurrección. Puesto que nunca han muerto y experimentado la disolución del cuerpo humano, no habrá necesidad de que el Rey Jesucristo los llame de las tumbas conmemorativas. Por la manera en que trataron al resto ungido de los hermanos espirituales de Cristo en el pasado, a estas personas semejantes a ovejas se les ha puesto a la diestra de favor del Rey, y a ellas él dice al principio de su reinado milenario: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.” De este modo se les introducirá en el camino que conduce a la adquisición de vida humana perfecta en una Tierra paradisíaca. (Mat. 25:31-46; Juan 10:16) Grande será su privilegio de estar aquí cuando el reinante “Hijo del hombre,” Jesucristo, empiece a llamar a los que están en las tumbas conmemorativas en una resurrección que les dará la oportunidad de adquirir vida eterna en la Tierra.