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Cristianos perseguidos... “un espectáculo teatral al mundo”La Atalaya 1974 | 1 de septiembre
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proviene de “enemigos,” sino que puede venir de los que amamos, miembros de nuestra propia casa (1 Ped. 2:18-3:6), o de personas con quienes hemos crecido. Puede que a veces hagan distinción en perjuicio del cristiano en su empleo debido a sus principios elevados. O quizás se sienta apremiado a renunciar a una posición prominente bien remunerada porque no es compatible con su conciencia entrenada bíblicamente; a causa de esto quizás sea sometido a intensas presiones y trato escarnecedor. O tal vez un cristiano joven sea ridiculizado por sus condiscípulos porque defiende cual hombre cristiano lo que sabe que es correcto. Si hoy los cristianos pueden enfrentarse a todo ese trato —y ciertamente lo hacen todos los días— ¿por qué estar muy temerosos en cuanto al futuro? Una persona espiritual sabe que puede aguantar todo lo que Dios permite, tal como lo aguantaron los apóstoles. Igual que los apóstoles y Jesús mismo, la persona espiritual por lo tanto hace del ser de buen ánimo y gozoso su mira.—Juan 16:33; Rom. 12:12; Col. 1:24; 1 Ped. 1:6, 7; 3:14; 4:12-16.
29. ¿A qué expectativas se enfrenta cada persona genuinamente espiritual?
29 Obviamente, el ser una persona espiritual no es un mero disfraz que se pega uno a la superficie. Tiene que reflejarse en todo lo que uno haga. Continúe profundizando su devoción a Jehová. Si usted lo hace podrá enfrentarse a cualesquier problemas y persecuciones que se presenten en el futuro. Al aguantar bajo persecución usted seguirá formando parte del “espectáculo teatral al mundo” hasta el mismo fin de todo este sistema de cosas. Sí, por ser persona espiritual usted sobrevivirá al ataque concentrado de Gog sobre los que “están morando en el centro de la tierra,” y entrará a vivir en un maravilloso nuevo sistema de cosas.—1 Cor. 4:9; Eze. 38:12; Rev. 21:1-4.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1974 | 1 de septiembre
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Preguntas de los lectores
● En la Biblia, Éxodo 4:11 dice: “¿Quién asigna al mudo o al sordo o al de vista perspicaz o al ciego? ¿No soy yo, Jehová?” ¿Significa esto que Dios es responsable en cada caso por tales defectos como sordera y ceguera?—EE. UU.
No, ya que esto no estaría en armonía con la entera personalidad de Dios. La Biblia nos dice: “Con cosas malas Dios no puede ser probado ni prueba él mismo a nadie.” (Sant. 1:13) Sus actos siempre se efectúan con un propósito definido. Jamás le acarrea él calamidad a una persona sin buen motivo. Él es la fuente de “toda dádiva buena y todo don perfecto.” (Sant. 1:17) “Perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.”—Deu. 32:4.
En armonía con esto, vemos que fue por su propio albedrío que la primera pareja humana, Adán y Eva, perdió su perfección y por consiguiente no pudo producir hijos perfectos. (Job 14:4) A medida que sus descendientes se casaban, más y más imperfecciones empezaron a manifestarse entre los humanos, incluyendo defectos físicos como ceguera y sordera. Debido a que él ha permitido que se desarrolle esto, Jehová Dios pudo hablar de sí mismo como ‘asignando’ al mudo, al sordo y al ciego. (Compare con Romanos 8:20, 21.) Además, él entiende plenamente estos impedimentos y sus causas.
También, Jehová Dios no ha protegido a las personas de las tristes consecuencias que la desobediencia puede acarrear al organismo físico. La ley inmutable de Dios es: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.” (Gál. 6:7) En consecuencia los hijos que nacen de relaciones incestuosas quizás nazcan con defectos; pueden estar ciegos, sordos y de otra manera impedidos desde su nacimiento. Las personas que se entregan a inmoralidad sexual pueden contraer una enfermedad venérea que resulte en que queden ciegos, sordos o hasta dementes. Lo mismo pudiera aplicar a hijos que nacen de una mujer infectada con enfermedad venérea.
Cuando está de acuerdo con su propósito y caminos, Jehová Dios literalmente puede hacer que las personas lleguen a estar ciegas, sordas o mudas. Zacarías, el padre de Juan el Bautista, es un ejemplo de esto. Cuando Zacarías expresó duda al informársele que llegaría a ser padre de un hijo por su esposa anciana Elisabet, el ángel Gabriel le dijo: “Estarás en silencio y no podrás hablar hasta el día en que
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