Las “buenas nuevas” separan ‘un pueblo para el nombre de Jehová’
1, 2. (a) ¿A qué reino aludió Jesús en Mateo 21:43? (b) ¿Quién es el rey de ese reino, y cuándo comenzó a dominar con pleno poder del Reino? (c) ¿Se propuso ese reino para alguna raza especial de gente?
¿A QUÉ nación aludió Jesús cuando dijo, en Mateo 21:43: “El reino de Dios será. . . dado a una nación que produzca sus frutos”? ¿Y cuál es el reino mencionado aquí? No, la nación bendecida así no es alguna raza de gente en particular, que pertenezca a alguna rama especial de la familia humana y que esté unida bajo algún reino de hechura humana. Ahora Jehová Dios se propuso llamar a personas de todas las naciones para estar asociadas como un pueblo separado del mundo, “un pueblo para su nombre.”—Hech. 15:14.
2 El reino, cuyos intereses han de servir, no es ningún reino terrestre con una ciudad capital en Jerusalén o alguna otra ciudad sobre la Tierra. El reino mencionado es el “reino celestial” de Dios. (2 Tim. 4:18) Cristo Jesús, que fue rechazado por la nación infiel de Israel y muerto, fue resucitado y más tarde ascendió al cielo. Allí aguardó el tiempo debido de Dios para que él comenzara su dominio con pleno poder del Reino. (Heb. 1:13; Hech. 2:32-36) Ese tiempo llegó en 1914 d. de J.C. Después siguió la “guerra en el cielo” que resultó en que Satanás, el gran opositor de Dios y de los hombres fieles sobre la Tierra, fuera echado del cielo, y ahora le corresponde ser aplastado en breve junto con todos sus ángeles inicuos, gobiernos mundanos y hombres injustos que se han opuesto al dominio de Dios. Esto acontecería en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” llamada Armagedón.—Apo. 12:7-12; Dan. 2:44; Apo. 16:14,16.
3. ¿Cuál es la relación para con el Reino de (a) la“ manada pequeña,” y (b) las “otras ovejas”?
3 Ahora se encuentra dominando desde los cielos limpiados el reino celestial de Dios bajo Cristo Jesús. Este reino se compone en su totalidad de 144,000 personas escogidas de las naciones de la Tierra y quienes dominan como “reyes” con Cristo. (Apo. 20:6; 14:1-4) Comparados con el gran número de personas que consigue la vida sobre la Tierra bajo el Reino, los que reciben esta recompensa celestial verdaderamente son una “manada pequeña.” Además de esa “manada pequeña” hay “otras ovejas,” incluyendo a una grande muchedumbre de personas de buena voluntad hacia las “buenas nuevas” que viven en este tiempo del fin, quienes llegan a ser súbditos terrestres del Reino en una Tierra paradisíaca.—Luc. 12:32; Juan 10:16; Apo. 7:9, 13, 14; Sal. 37:11, 29. Vea “Estas buenas nuevas del reino,” párrafos 23-28.
4. ¿Por qué pudo decirse que cuando los primeros miembros de los 144,000 comenzaron a ser recogidos hace 1,900 años quedaron bajo el dominio del Reino?
4 Cuando Jesús y luego sus apóstoles y discípulos del primer siglo comenzaron a predicar las “buenas nuevas del reino,” el propósito era juntar de entre las naciones a los que formarían ‘el pueblo para el nombre de Jehová,’ los 144,000 que habían de estar unidos con Cristo Jesús en el dominio del Reino. Estaban siendo llamados a un destino celestial con Jesús su Señor, y esto se estaba haciendo por medio de las “buenas nuevas.” (2 Tes. 2:14) Aunque en aquellos días el reino celestial de Dios todavía no había comenzado a ejercer su dominio hacia la Tierra con pleno poder, no obstante, debido a que Jehová sigue siendo siempre el “Rey de la eternidad” y Jesús era la cabeza invisible sobre la nueva nación cristiana, pudo decirse que por medio de Cristo Jesús los que creyeron vinieron bajo el dominio del Reino. Cuando oyeron las “buenas nuevas del reino,” las aceptaron y se dedicaron al servicio de Dios, se dijo acerca de ellos que fueron ‘librados de la autoridad de la oscuridad y trasplantados al reino del Hijo de su amor.’—Col. 1:13.
5, 6. (a) ¿A qué pregunta se enfrentaron entonces aquellos cristianos primitivos, y a qué preguntas semejantes se enfrentan hoy día los cristianos? (b) ¿Qué identifica a los seguidores verdaderos de Jesús como siendo ‘un pueblo para el nombre de Jehová’?
5 ¿Cómo los afectaría este cambio? Todavía vivían en el mismo mundo, en territorios dominados por varios gobiernos nacionales. La sexta potencia mundial, Roma, dominaba la mayor parte del mundo civilizado en aquel tiempo en que vivieron los primeros cristianos. ¿Cuál había de ser ahora su relación con Roma y los otros gobiernos de la Tierra?
6 Hoy, 1,900 años después, las mismas preguntas son apropiadas. La predicación de las “buenas nuevas” no es ahora principalmente con el propósito de llamar personas al reino celestial, sino que se dirige a todos los hombres de buena voluntad que esperan vivir para siempre en una Tierra paradisíaca. Desde el año 1914, como prueba el cumplimiento de las profecías de la Biblia, el reino del cielo ha estado dominando con poder, y esto significa el fin de este sistema de cosas pronto. “Estas buenas nuevas del reino” están siendo predicadas ahora a las personas en 189 países e islas de los mares que viven bajo muchas diferentes clases de gobierno y formas de dominio político. Realmente, en muchas tierras la forma de dominio cambia a menudo, a medida que partidos políticos diferentes entran en el poder, o los movimientos nacionales locales toman posesión de las administraciones coloniales. ¿Cuál es la relación del cristiano con tales gobiernos y con tales cambios? ¿Es posible que los seguidores verdaderos de Cristo Jesús lleguen a ser un pueblo unido a pesar de sus orígenes raciales y nacionales diferentes, un pueblo separado del mundo, sirviendo los intereses del reino de Dios, un pueblo para el nombre de Jehová? Si ése es el caso, ¿cómo se les identifica como tal? Es por conducta ‘digna del reino.’—2 Tes. 1:5.
7. ¿Cómo, entonces, son un desafío las “buenas nuevas”?
7 Así como las “buenas nuevas” que primero le fueron predicadas a Israel allá en Egipto fueron un desafío a ellos, requiriendo cierto derrotero de conducta, de fidelidad al pacto de la ley y sujeción a Jehová como su Rey y obediencia a sus mandamientos, así mismo, desde el comienzo de llamar a la nueva nación del Israel espiritual de 144,000 hasta este día y de llamar a la grande muchedumbre de “otras ovejas,” las “buenas nuevas del reino” presentan un desafío a los que las aceptan. ¿Se portarán “de una manera digna de las buenas nuevas”?—Fili. 1:27.
SEPARADO DEL MUNDO
8. (a) ¿Qué principio que gobierna la relación del cristiano con el mundo se aclara en Juan 17:14-18? (b) ¿Cómo son los testigos de Jehová de hoy día una sociedad del nuevo mundo?
8 En su reunión final con sus discípulos exactamente antes de su muerte, Jesús, en oración a su Padre celestial, aclaró un principio en cuanto a la relación del cristiano con el mundo. “Yo he dado tu palabra a ellos, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. Yo te pido, no que los saques del mundo, sino que vigiles sobre ellos por causa del inicuo. Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo.” Los verdaderos seguidores de Jesús no son, por lo tanto, parte de este mundo, en el sentido de que se separan de sus caminos inicuos y no cifran su esperanza para el futuro en los proyectos y organizaciones de hombres. Más bien, su esperanza estriba en el nuevo mundo dominado por el reino de Dios y tienen concentrados sus intereses en ese nuevo mundo. Por eso es apropiado decir que los testigos cristianos de Jehová de hoy día son una sociedad del nuevo mundo. Esta sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová está unida por todos tener el mismo amor de todo corazón a Dios, por reconocer a Jehová como el Gobernante Supremo del universo y por su sumisión al reino de Dios.—Juan 17:14-18.
9. ¿Qué prueba hay de que el reino de Dios existe y está dominando ahora?
9 A causa de que el reino de Dios es celestial y por consiguiente invisible a los humanos sobre la Tierra, las naciones mundanas rehúsan reconocerlo o tomarlo en cuenta. Pero el que Dios sea invisible a los ojos humanos no significa que no existe. La evidencia de su existencia se ve en su creación. (Rom. 1:20) La prueba de la existencia del reino de Dios se discierne por la mismísima existencia de la sociedad del nuevo mundo-centenares de miles de personas que vienen de todas las naciones, unidas, en paz y aceptando el dominio del Reino. Esto está en armonía con las inspiradas palabras del Salmo 72:7, 8: “En sus días el justo brotará, y la abundancia de paz hasta que la luna ya no sea. Y tendrá súbditos de mar a mar y desde el Río hasta los cabos de la tierra.” Por eso es que los que forman la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová se encuentran literalmente hasta en los “cabos de la tierra.” Demuestran que verdaderamente son súbditos del reino de Dios por medio de ser obedientes y sumisos a la voluntad divina y por medio de apoyo activo al reino de Dios, predicándolo a través de la Tierra.
10. ¿Por qué los testigos de Jehová no toman partido en los puntos en cuestión políticos ni en las guerras entre las naciones?
10 A fin de mantener su unidad los siervos verdaderos de Dios deben seguir los principios, manifestados antes, para estar separados del mundo. Es por esta razón que los testigos de Jehová no toman partido en los puntos en cuestión políticos. ¡Póngase a pensar qué significaría esto si fueran a hacerlo! La congregación de cristianos verdaderos estaría dividida contra sí misma si los miembros individuales apoyaran diferentes organizaciones políticas, uniéndose a ridiculizar u oponerse a algún otro grupo del cual otros individuos de la congregación pudieran ser miembros. ¿Cómo sería posible que esto pudiera armonizar con las palabras adicionales de Jesús de los versículos 21 y 22 del capítulo 17 de Juan? Jesús allí oró en cuanto a sus seguidores: “Para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, para que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Además, yo les he dado la gloria que tú me diste a mí, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno.” También en escala internacional los testigos de Jehová conservan esta unidad al no participar en guerras y contiendas entre las naciones, que están divididas por barreras hechas por el hombre.
PAGANDO DE VUELTA “LAS COSAS DE CÉSAR A CÉSAR”
11, 12. ¿Cómo paga de vuelta el cristiano “las cosas de César a César”?
11 Sin embargo, los testigos de Jehová continúan viviendo en territorios dominados por gobiernos terrestres, que Jehová ha permitido que continúen hasta este tiempo. Al explicar la relación del cristiano con tales gobiernos Jesús declaró otro principio bien conocido: “Por lo tanto, paguen de vuelta las cosas de César a César, pero las cosas de Dios a Dios.” (Mat. 22:21) Estas palabras muestran que los gobiernos terrestres (o “César”) apropiadamente pueden requerir ciertos deberes de sus súbditos cristianos. Por ejemplo, en el capítulo 22 de Mateo, Jesús estaba discutiendo el asunto de pagar impuestos. Los gobiernos rinden muchos servicios a los seguidores de Cristo, como en el campo de la educación, la construcción de carreteras, el control de la ley y el orden por medio de la policía y los tribunales de justicia, haciendo disponible agua, electricidad y otras provisiones, por todo lo cual tiene que pagarse. Por eso los cristianos ‘pagan de vuelta’ con una buena conciencia, por medio de impuestos, etcétera, estos diversos servicios.
12 Además, los cristianos verdaderos demuestran ser observantes de la ley y respetuosos. Por ejemplo, obran de acuerdo con los reglamentos que gobiernan el tránsito, no conduciendo con velocidad excesiva, más allá de lo que la ley permite, y de otras maneras se amoldan a los reglamentos que gobiernan los normales negocios ordenados de la vida. Al proceder así, también muestran respeto a los que tienen que administrar la ley. Esto está en armonía con las palabras del apóstol Pablo en Romanos 13, versículos 6 y 7: “Por eso ustedes también están pagando impuestos . . . Paguen a todos lo que se les debe, al que pide impuesto, el impuesto; al que pide tributo, el tributo; al que pide temor, dicho temor; al que pide honor, dicho honor.”
13. ¿Qué hacen los testigos de Jehová ante los cambios de forma de gobierno?
13 El cristiano sigue este derrotero prescindiendo del gobierno que esté en el poder. El gobierno puede cambiar, al entrar en el poder un diferente partido político. Sin embargo, los testigos de Jehová continúan siguiendo el mismo derrotero observante de la ley para con el nuevo gobierno así como lo hicieron para con el antiguo, y esto continuarán haciéndolo mientras Dios permita que dominen las formas terrestres de gobierno.
PAGANDO DE VUELTA “LAS COSAS DE DIOS A DIOS”
14. (a) ¿Qué cosas pertenecen a Dios que deben pagársele? (b) Cuando hay un choque entre lo que Dios requiere y lo que César demanda, ¿qué derrotero sigue el cristiano? (c) ¿Qué principio siguieron Pedro y los apóstoles en conexión con esto?
14 Note que Jesús dijo que un cristiano había de pagar de vuelta, no solo “las cosas de César a César,” sino también “las cosas de Dios a Dios.” Jehová Dios es el Creador de todas las cosas vivientes y por eso nuestras vidas le pertenecen. Dado que él es el Supremo en el universo y el único Dios verdadero, nuestra adoración le pertenece solo a él. La adoración verdadera de Dios incluye en estos últimos días la declaración pública de su nombre y la predicación de “estas buenas nuevas del reino.” (Nah. 1:2; Mat. 24:14) A veces puede haber un choque entre lo que “César” demanda y lo que Dios requiere. Entonces, ¿qué debe hacer el cristiano? El derrotero apropiado que uno debe seguir si desea probarse ‘digno de las buenas nuevas’ se ilustra claramente en un caso que envolvió a cristianos del primer siglo. A Pedro y algunos de los otros apóstoles se les había traído ante el sumo sacerdote judío, quien les dijo: “Les ordenamos positivamente que no siguieran enseñando con este nombre de base, y sin embargo, ¡miren! ustedes han llenado a Jerusalén con su enseñanza, y están determinados a traer la sangre de este hombre sobre nosotros.” En respuesta Pedro y los otros apóstoles dijeron: “Debemos obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” Estos cristianos primitivos vieron que su adoración estaba envuelta en el asunto y por eso rehusaron obrar de acuerdo con esa orden particular del tribunal que les mandaba que no predicaran. En reconocimiento fiel de la Ley Suprema de Dios, el registro muestra que continuaron su predicación, “regocijándose porque habían sido tenidos por dignos de ser afrentados por causa de su nombre.”—Hech. 5:28, 29, 40-42.
15. ¿Qué conducta debe manifestar el cristiano bajo persecución, en armonía con Romanos 12:12-21?
15 Esta oposición y persecución no hizo que los apóstoles se volvieran contra aquellas autoridades con represalia física, ni, cuando se hallaron ante los tribunales, mostraron falta de respeto. Más bien, con dignidad y serenidad defendían su posición, manteniendo su integridad en obedecer la ley de Jehová sobre la de los hombres. Así mismo, en estos días, aun donde los testigos de Jehová son perseguidos, como en países comunistas, no se unen a ningún movimiento rebelde para derrocar a las autoridades existentes, sino, más bien, fielmente explican su posición como siervos de Dios y como sus testigos comisionados para predicar en cuanto a su reino. Con fe firme en la esperanza de vida en el nuevo mundo pueden aguantar tal tribulación. No se permiten el llegar a estar amargados y tratar de devolver el mal a otros por el mal que se les hace a ellos. Más bien, tratan de continuar viviendo de manera pacífica y aun tratan de ayudar a los opositores a aprender la verdad de la Palabra de Dios y hallar una bendición. Escribe el apóstol: “Regocíjense en la esperanza que está delante. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración. . . . Sigan bendiciendo a los que los persiguen; estén bendiciendo y no maldiciendo. . . . No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a la vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo recompensaré, dice Jehová.’ Pero, ‘si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber; porque al hacer esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza.’ No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.”—Rom. 12:12-21.
16. ¿Qué les ha resultado a los testigos de Jehová por seguir los principios bíblicos considerados hasta ahora?
16 Es por medio de seguir los principios discutidos antes en Juan 17:14-18, 21, 22; Mateo 22:21 y Hechos 5:28, 29 que la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová ha sido separada de las naciones del mundo de manera especial. Es, verdaderamente, un pueblo para el nombre y reino de Jehová. En obediencia a las palabras de Jesús en Mateo 6:33 están “buscando primero el reino y su justicia [de Dios].”
17. ¿Qué requisito para la salvación se aclara en Romanos 10:10?
17 Por eso, entonces, para responder al desafío de las “buenas nuevas,” ¿se trata solo de ingresar en una organización como los testigos de Jehová y unirse a las filas de predicadores de las “buenas nuevas del reino”? Es indisputablemente cierto que los que obtendrán la vida en el nuevo mundo de Jehová deben participar en la declaración pública de la verdad. “Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.” (Rom. 10:10) Por lo tanto, está bien que el que oiga las “buenas nuevas” y ejerza fe en ellas se aplique a obtener un conocimiento acertado de la verdad por medio de un estudio de la Biblia con el fin de que participe en esta declaración pública. Al proceder así muestra su aprecio a las “buenas nuevas” y también su deseo de adorar a Jehová.
UNA NUEVA PERSONALIDAD
18. ¿Cuán grande cambio requieren en nuestra vida las “buenas nuevas”?
18 Pero las “buenas nuevas del reino” requieren un cambio aun mayor en nuestra vida. En verdad, requieren que pongamos nuestra vida entera en armonía con los principios bíblicos, llegando a ser sumisos en toda parte de nuestra vida a la voluntad de Dios. Como amonesta la Biblia: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová,” y “cuanto hagan en palabra o en obra, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.” (Col. 3:23, 17) Podemos decir que realmente es comenzar una nueva vida, el llegar a ser una nueva persona. Debemos buscar primero, no solo el reino de Dios, sino también su justicia, es decir, esforzarnos por hacer lo que es correcto a los ojos de Dios en toda nuestra conducta a todo tiempo.
19, 20. (a) ¿Cómo describe el apóstol Pablo este cambio en Colosenses 3:5-10? (b) ¿Qué clase de cambio debe ser éste a fin de agradar a Jehová y conseguir la vida en su nuevo mundo?
19 Esto significa desechar lo que es injusto o malo, hacer que las cosas que son malas a la vista de Dios desaparezcan de nuestra vida, y luego reemplazar lo que es malo con lo que es bueno. El apóstol escribió sobre este punto en Colosenses 3:5-10: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en lo que toca a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial, y codicia, que es idolatría. Por causa de esas cosas la ira de Dios viene. En esas mismas cosas ustedes, también, en un tiempo anduvieron cuando acostumbraban vivir en ellas. Pero ahora en verdad deséchenlas todas de ustedes, ira, enojo, injuria, habla insultante y habla obscena de su boca. No se mientan unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó.”
20 Este vestirse uno mismo con la nueva personalidad debe brotar de un corazón sincero, de un deseo sincero de poner la vida de uno en armonía con la voluntad de Dios a fin de agradarle, con la esperanza de conseguir la vida en su nuevo mundo. No puede ser hipócrita, como el ponerse una nueva muda de ropa solo para un día de la semana. Mucho de la religión hoy día es exactamente así, la gente se pone su “cristianismo” cuando va a la iglesia y luego se quita su “cristianismo” como una muda de ropa y regresa a los caminos malos del mundo durante el resto de la semana. Necesita haber un esfuerzo cuidadoso para desechar, para amortiguar lo que es malo, para ‘desnudarse’ de la vieja personalidad con sus prácticas y ponerse la nueva personalidad por medio de esforzarse sinceramente por hacer la voluntad de Dios. Tampoco puede uno hacer este cambio solo para agradar a los hombres, solo para ser alguien a quien otros consideren un buen hombre. Aunque el cristiano naturalmente desea el respeto de sus semejantes, y especialmente de sus hermanos cristianos, primero debe estar esforzándose por agradar a Dios. Él aprecia lo que Jehová Dios dijo al profeta Samuel: “Porque no de la manera que el hombre ve es la manera que ve Dios, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón.”—1 Sam. 16:7.
21. ¿Qué paso querrá dar la persona sincera?
21 Es un gran privilegio estar asociado con el ‘pueblo para el nombre de Jehová,’ porque trae consigo el gozo de servir al Dios verdadero. Pero más importante es la relación en la que se entra con Jehová Dios. El que tiene un buen corazón, que aprecia las “buenas nuevas” y tiene un sincero deseo de hacer la voluntad divina, querrá usar su vida para alabar a Jehová. Con ese fin dedica su vida, haciendo una promesa solemne en oración a Jehová de que de allí en adelante se esforzará por hacer, no su propia voluntad, sino la voluntad de Dios, así como Jesús lo hizo. (Sal. 40:8; 143:10; Luc. 22:42; Juan 5:30) El cristiano reconoce que es por medio del medianero Cristo Jesús que puede entrar en esta relación de dedicación con Dios.—Vea “Estas buenas nuevas del reino,” párrafos 45-51.
22. ¿Qué se necesita a fin de que uno ‘ande digno de Jehová,’ según se explica en Colosenses 1:9, 10?
22 Solo es por medio de mantener esta relación con Jehová Dios por medio de Jesucristo que uno puede mantener apropiadamente su asociación con el ‘pueblo para el nombre de Jehová.’ Dado que el continuar en el favor de Jehová exige que uno esté haciendo la voluntad divina, entonces un conocimiento acertado de esa voluntad es sumamente importante. Por eso, los cristianos se esforzarán seriamente para ser “llenados con el conocimiento acertado de su voluntad en toda sabiduría y discernimiento espiritual, para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento acertado de Dios.”—Col. 1:9,10.