Parte 4
Fuente de su vida
33. (a) Como Hijo, ¿qué rindió Jesús al que era su Padre? (b) ¿Hasta qué punto dijo Jesús que todos los hombres deberían honrar al Hijo?
EN TODO lo que hemos visto se ha ido acumulando la evidencia, de los propios escritos de Juan, en el sentido de que Jesucristo era el Hijo de Dios. Este mismo hecho de por sí señala a que Jesús como Hijo dependía de Dios y no era igual a Dios. Un hijo no es mayor que su padre, sino que debe honrar a su padre, según el mandato de Dios. Como el Hijo de Dios, Jesús dijo: “Honro a mi Padre.” (Juan 8:49) ¿Cómo, entonces, puede alguien decir que él se estaba haciendo Dios o igual a Dios cuando dijo: “El Padre á nadie juzga, mas todo el juicio dió al Hijo; para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”? (Juan 5:22, 23, Val) En esas palabras Jesús no nos estaba diciendo que lo honráramos como siendo el Padre o como siendo Dios. Él no dijo que habíamos de honrar al Hijo tanto como se honra al Padre.
34. En este respecto, ¿por qué había de honrarse al Hijo, y cuánto?
34 Sírvase mirar de nuevo las palabras de Jesús y ver por qué él dijo que había de ser honrado tal como el Padre ha de ser honrado. Jesús dijo que el Padre lo había nombrado para que fuera juez, para actuar como el diputado o representante de Dios el Juez Supremo. Por lo tanto, como el Juez nombrado por Dios el Hijo merecía ser honrado. Al honrar al Hijo mostramos respeto por el nombramiento del Hijo como Juez por Dios. Si no honramos al Hijo como Juez, entonces no honramos al “Padre que le envió.” Pero eso no quiere decir que honramos al Hijo como siendo Dios mismo u honramos al Hijo tanto como a Dios mismo, quien envió al Hijo.
35. (a) ¿Quién fue el que honró a Jesús, y cuánto? (b) En cuanto a grandeza, ¿qué comparación existía entre Jesús y Dios y Jesús y Abrahán?
35 Hasta Dios el Padre no honró o glorificó al Hijo como su igual. Pero Dios sí honró o glorificó a su Hijo Jesucristo más que a todos los demás hijos suyos. Ciertamente, entonces, a aquel a quien Dios honra o glorifica, nosotros también debemos honrar. En realidad, Dios nos exige que lo hagamos. Jesús mismo dijo: “Si yo me glorifico á mí mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica; el que vosotros decís que es vuestro Dios.” (Juan 8:54, Val) El Padre de Jesús era el Dios de los judíos. Ellos no consideraban a Jesús un Hombre–Dios, Dios mismo en la carne; y Jesús no pretendió ser Dios. Él dijo que la Deidad de quien los judíos decían que era el Dios de ellos era Quien honraba a Jesús. Entonces Jesús prosiguió y declaró que él no era tan grande como Dios pero que era mayor que Abrahán debido a haber tenido existencia prehumana en el cielo.
36. ¿Qué significa el título “padre,” y, apropiadamente, qué dio el Padre celestial al Hijo de Dios?
36 El título “padre” significa un varón dador de vida, y un varón dador de vida significa un progenitor, un autor o fuente, uno que engendra o produce prole. Puesto que Dios era el Padre de Jesús, ¿dependía también Jesús de Dios para vida? Solo las propias palabras de Jesús podrían dar una contestación convincente a esta pregunta. Note ahora estas palabras de Jesús: “Los muertos oirán la voz del Hijo de Dios: y los que oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dió también al Hijo que tuviese vida en sí mismo.” (Juan 5:25, 26, Val) Dios como el Padre es la Fuente de vida; y da a su Hijo el privilegio de tener vida en sí mismo. Por lo tanto podemos apreciar lo que dice Juan 1:4, 5 (Val) acerca de la Palabra o Verbo: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.”
37. ¿Procedente de quién y por medio de quién viene la vida que ilumina a los hombres?
37 La vida que ilumina a los hombres que bajan a las tinieblas de la muerte viene del Padre como la Fuente y por medio del Hijo como el conducto. El Hijo recibió vida del Padre. De modo que el apóstol Pedro bien podía decir a su Amo Jesucristo: “Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.”—Juan 6:68, 69, Val.
38. ¿Cómo comparó Jesús el origen de su propia vida con la que adquieren los que se alimentan de él por fe?
38 Al hablar de sí mismo como un sacrificio humano que se entregaría por la vida de hombres que creyeran, Jesús mostró el origen de su propia vida, diciendo: “El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.” (Juan 6:56, 57, Val) Los que comen y que viven por Jesús comienzan a vivir por medio de él. Así también Jesús empezó a vivir por medio de Dios. Así que si el Hijo Jesús hubiera sido coeterno con su Padre y sin principio de vida, ¿cómo pudiera decir con verdad: “Vivo por el Padre”? Por lo tanto Jesús era verdaderamente un Hijo de Dios por haber recibido su vida de Dios. Consiguió su vida de su Padre celestial tanto como que un hombre que se alimenta del sacrificio humano de Jesús por medio de la fe consigue vida por medio de Jesús y vive por él. Si no fuera por Jesús como sacrificio humano, el hombre nunca viviría para siempre en el nuevo mundo de Dios. Así, si no fuera por Dios, el Hijo nunca hubiera vivido.
39, 40. (a) ¿De qué dependía el que Jesús continuara con vida? (b) ¿Cómo se mostró de otra manera milagrosamente que Jesús dependía de Dios para vida?
39 El mismo hecho de que Jesús continuara con vida dependía de su obediencia a Dios su Padre. Muy apropiadamente, entonces, cuando el Diablo tentó a Jesús para que hiciera que piedras se volvieran pan para romper su ayuno de cuarenta días Jesús aplicó a sí mismo las palabras del profeta Moisés: “No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mat. 4:4, Val) El hecho de que Jesús depende de Dios el Padre para vida se muestra de otra manera. ¿Cómo? En que Dios levantó de entre los muertos a Jesús su Hijo en el tercer día después que éste entregó su vida humana en sacrificio.
40 En Juan 5:21 (Mod; Val; TA) Jesús habló del poder de Dios para resucitar a los muertos y darles vida, diciendo: “Como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.” Jesús no se levantó a sí mismo de la muerte; dependía de que su Padre inmortal en el cielo lo levantara de la muerte. En el tercer día de su muerte sacrificatoria Dios levantó a su Hijo y le dio vida de nuevo, y su Hijo la recibió, aceptó o tomó de nuevo. Fue tal como Jesús había dicho: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar. Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”—Juan 10:17, 18, Val.
41. ¿Cómo y por qué entregó Jesús su vida, y cómo la tomó de vuelta?
41 Jesús entregó su vida (griego: psykhé; alma). Por supuesto, los soldados romanos lo mataron en el Calvario, pero Jesús les permitió que lo hicieran, y esto fue en armonía con la voluntad de su Padre, o por el mandamiento de su Padre a Jesús. Jesús tomó de vuelta su vida, no porque tomara del altar su sacrificio humano o porque se levantara a sí mismo a la vida, sino porque en el tercer día Dios le ordenó a Jesús que se levantara de entre los muertos. Jesús hizo eso aceptando o recibiendo vida de manos de su Padre, por la autoridad de Dios. Como dijo Jesús: “Tengo el derecho de volverla a recibir; esta orden la he recibido de mi Padre.”—Nueva Biblia Inglesa.
42. ¿Cómo es Jesús, como le dijo a Juan, “el Primero y el Postrero”?
42 Jesús ahora vive de nuevo en el cielo. Después de volver a su Padre allí, Jesús se le apareció en una visión al apóstol Juan y dijo: “Yo soy el Primero y el Postrero: Yo soy el Viviente; y yo estuve muerto, y he aquí que vivo por los siglos de los siglos; y tengo las llaves de la muerte y del sepulcro.” Él fue el primero y el postrero en el asunto de la resurrección, pues Juan habla de él como “Jesucristo, que es el fiel testigo, el primogénito de entre los muertos, . . . Aquel que nos ama, y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre.” (Apo. 1:17, 18, 5, Mod) Él fue el primero sobre la Tierra a quien Dios levantó de entre los muertos para estar “vivo por los siglos de los siglos.” Él es también el postrero a quien Dios resucita así directamente, porque ahora Dios ha dado un poder de abrir lo cerrado, las “llaves de la muerte y del sepulcro,” a Jesús resucitado. Así que durante su reino Jesús como Juez levanta y da vida a quien quiere.
43. (a) ¿Cómo arguyen los trinitarios en cuanto al significado de Apocalipsis 3:14? (b) ¿Pero acerca de las obras de creación de quién habló Jesús allí?
43 Todo esto nos ayuda a conseguir el verdadero significado de lo que Jesús resucitado le dijo a Juan que escribiera a la congregación de Laodicea, Asia Menor. Jesús dijo: “He aquí dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios.” (Apo. 3:14, Val)a Los trinitarios arguyen diciendo que esto significa que Jesucristo es el Empezador, el Originador u Origen de la creación de Dios; y pueden señalar a Una Traducción Americana y la traducción de Moffatt, que dicen: “El origen de la creación de Dios.” Note esa expresión “la creación de Dios.” Esto, por supuesto, no significa crear a Dios, porque Dios no es creado. Jesús dijo: “la creación de Dios,” no: “creación por mí,” como si él estuviera hablando de cosas creadas por él. Estaba hablando de obras creadas por otro, a saber, de las obras de creación de Dios.
44, 45. (a) En qué caso está la palabra griega para “Dios”—¿en el caso nominativo o en el caso genitivo? (b) ¿Qué indica el llamado Genitivo Subjetivo, según gramáticos?
44 En el texto griego la palabra para “Dios” [Theoũ] está en el caso genitivo. Ahora bien, tanto en griego como en inglés el caso genitivo puede significar varias diferentes relaciones o conexiones que tiene la palabra que está en el caso genitivo con la persona o cosa a la cual modifica.
45 Según el Dr. A. T. Robertson, puede ser un genitivo de varias clases, como el Genitivo Posesivo, el Genitivo Atributivo, el Genitivo Subjetivo, el Genitivo Objetivo.b Una gramática griega explica el genitivo de fuente o autor diciendo: “El Genitivo Subjetivo. Tenemos el genitivo subjetivo cuando el nombre en genitivo produce la acción, estando por lo tanto relacionado como sujeto de la idea verbal del nombre modificado. . . . La predicación de Jesucristo. Rom. 16:25.”c Otra gramática griega explica el sentido del genitivo subjetivo, diciendo: “EL SUJETO de una acción o sentimiento: . . . la buena voluntad de la gente (es decir, que la gente siente).”d
46. (a) ¿En qué clase de genitivo pudiera estar la palabra “Dios” en Apocalipsis 3:14? (b) ¿Cuál es el pensamiento de la palabra “principio” en Proverbios 8:22 en la Versión de los Setenta griega?
46 Así la expresión “la creación de Dios” pudiera significar la creación poseída por Dios o perteneciente a Dios. O, gramáticamente, pudiera significar también la creación producida por Dios. El apóstol Juan nos ayuda por sus escritos a saber qué clase de genitivo es en el griego. No obstante, productores del texto griego de las Escrituras Cristianas concuerdan en que Apocalipsis 3:14 citó o tomó prestadas sus palabras griegas de Proverbios 8:22.e Según traducción por Carlos Thomson de la Versión de los Setenta griega, Proverbios 8:22 dice: “El Señor me creó, principio de Sus caminos, para Sus obras.” Ciertamente allí la palabra “principio” (LXX griega: arkhé) no significa Empezador, Origen u Originador. Claramente significa el primero de los caminos de Dios, o el original de los caminos de Dios, en ser creado. Este mismo pensamiento se comunica en Apocalipsis 3:14 en conexión con el “principio de la creación de Dios.” Por lo tanto la palabra “Dios” debe estar en el Genitivo Subjetivo.
47. (a) ¿Cuándo hubo una interrupción de la vida del Verbo o Palabra? (b) ¿Cómo, entonces, era Jesucristo el “principio de la creación por Dios”?
47 Juan citó palabras de Jesús en que éste dijo que recibió su vida de su Padre, Dios. Hubo una interrupción de esta vida, no cuando “la Palabra llegó a ser carne,” sino cuando se le mató como hombre y estuvo muerto por tres días. Entonces el poder de Dios Todopoderoso lo devolvió a la vida, para que viviera para siempre, para ser inmortal. En su resurrección Jesucristo fue creación de Dios o una creación por Dios. Pero en el mismo principio de toda la creación Jesús fue creación de Dios, una criatura producida por Dios. Como la Palabra “en el principio” en el cielo él fue el primero de la creación de Dios, “el principal de la creación de Dios.” (Yg) Por medio de él como agente Dios hizo todas las otras cosas, como se declara en Juan 1:3. Él no era el Origen u Originador de la creación de Dios. Era, mas bien, el Original de la creación de Dios.
48. (a) ¿Por qué se puede decir que la Traducción del Nuevo Mundo vierte correctamente Apocalipsis 3:14? (b) ¿A quién adscriben toda la creación los escritos de Juan?
48 La Traducción del Nuevo Mundo vierte Apocalipsis 3:14 correctamente como sigue: “el principio de la creación por Dios.” En todos sus escritos el apóstol Juan no aplica a Jesucristo el título Creador (Ktistes) pero Juan adscribe toda la creación al “Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es [ho ōn], y que ha de venir,” El que está sentado en su trono celestial. A él se dice: “Señor, digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque tú criaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas.” (Apo. 4:8-11; 10:5, 6, Val) La Palabra, el Verbo, fue la primera creación celestial de Dios.
“¡SEÑOR MÍO, Y DIOS MÍO!”
49. ¿Cómo sucedió que el apóstol Tomás dijera a Jesús: “¡Señor mío, y Dios mío!”?
49 Los que enseñan la doctrina de la Trinidad dirán que la Deidad de Jesús se prueba por las palabras del apóstol Tomás en Juan 20:28. Tomás le había dicho a los otros apóstoles que él no creería que Jesús había sido resucitado de entre los muertos hasta que Jesús se materializara delante de él y le dejara poner su dedo en la impresión de los clavos por los cuales había sido fijado al madero o hasta que metiera su mano en el costado de Jesús, donde un soldado romano lo había punzado con su lanza para asegurarse de la muerte de Jesús. Así que la semana después Jesús se les apareció de nuevo a los apóstoles y le dijo a Tomás que hiciera como había dicho, para convencerse. “Entonces Tomás respondió, y díjole: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Val) En el texto griego original esta expresión dice literalmente, palabra por palabra: “El Señor de mí y el Dios de mí.”
50. Según el profesor de griego Moule, ¿significa necesariamente el uso del artículo definido el delante de Dios que a Jesús se le llamó Dios mismo?
50 Así que los trinitarios alegan que la expresión que usó Tomás al hablar a Jesús, “el Dios,” probó que Jesús era el Dios mismo, un Dios de tres Personas. No obstante, el profesor C. F. D. Moule dice que el artículo el ante el nombre Dios quizás no sea significativo de modo que quiera decir tal cosa.f Prescindiendo de ese hecho, tomemos en cuenta la situación que existía allí para asegurarnos de lo que quiso decir el apóstol Tomás.
51. En el día de resurrección de Jesús, ¿qué mensaje recibió Tomás de Jesús, y por lo tanto qué sabía Tomás en cuanto a Jesús y su adoración?
51 Menos de dos semanas antes Tomás había oído a Jesús orar a su Padre celestial y decir: “Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y á Jesucristo, al cual has enviado.” (Juan 17:3, Val) En el cuarto día después de esa oración, o en su día de resurrección, Jesús envió un mensaje especial a Tomás y los otros discípulos por medio de María Magdalena. “Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios. Fué María Magdalena dando las nuevas á los discípulos de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.” (Juan 20:17, 18, Val) De modo que por la oración de Jesús y por este mensaje por medio de María Magdalena, Tomás sabía quién era su propio Dios. Su Dios no era Jesucristo; su Dios era el Dios de Jesucristo. También su Padre era el Padre de Jesucristo. Así Tomás sabía que Jesús tenía un Dios a quien él adoraba, a saber, su Padre celestial.
52. ¿Por qué no debemos leer el significado incorrecto en las palabras de Tomás: “¡Señor mío, y Dios mío!”?
52 ¿Cómo, entonces, podría Tomás en un éxtasis de gozo al ver a Jesús resucitado por primera vez prorrumpir en una exclamación y hablar a Jesús mismo como si él fuera el solo, el único, Dios vivo y verdadero, el Dios cuyo nombre es Jehová? ¿Cómo podría Tomás, por lo que habló, querer decir que Jesús mismo era “el solo Dios verdadero” o que Jesús era Dios en la Segunda Persona de una Trinidad? En vista de lo que Tomás había oído de Jesús y de lo que Jesús le había dicho, ¿cómo podemos leer tal significado en las palabras de Tomás: “¡Señor mío, y Dios mío!”?
53. ¿Por qué no reprendió Jesús a Tomás por lo que dijo?
53 Jesús hubiera reprendido a Tomás si Jesús hubiera entendido que Tomás quería decir que él, Jesús, era “el solo Dios verdadero” a quien Jesús había llamado “mi Dios” y “mi Padre.” Ciertamente Jesús no le quitaría un título a Dios su Padre ni le quitaría la posición singular a Dios su Padre. Puesto que Jesús no reprendió a Tomás como si éste se estuviera dirigiendo a él de manera incorrecta, Jesús supo entender las palabras de Tomás, según las Escrituras. Y también lo supo el apóstol Juan.g
54. Este punto en la narración de Juan hubiera sido un excelente lugar para que él hiciera ¿qué, con relación a Juan 1:1?
54 Juan estaba allí y oyó a Tomás exclamar: “¡Señor mío, y Dios mío!” ¿Dijo Juan que lo único que pudiéramos concluir por las palabras de Tomás sería que Jesús era Dios, “el solo Dios verdadero” cuyo nombre es Jehová? (Sal. 35:23, 24) Este hubiera sido un punto excelente en que Juan explicara Juan 1:1 y dijera que Jesucristo, quien era el Verbo hecho carne, era Dios mismo, que era “Dios Hijo, la Segunda Persona de la Bendita Trinidad.” Pero, ¿es a esa conclusión que llegó Juan? ¿Es ésa la conclusión a la cual lleva a sus lectores Juan? Escuche la conclusión a que Juan quiere que lleguemos:
55, 56. (a) ¿Para hacernos creer qué acerca de Jesucristo escribió Juan las cosas que hay en su narración? (b) Entonces, ¿a qué conclusión seguimos a Juan hasta este punto?
55 “Dícele Jesús: Porque me has visto, Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron y creyeron. Y también hizo Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Estas empero son escritas, para que creáis.” ¿Para que creamos qué? “Que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”—Juan 20:29-31, Val.
56 En su narración de la vida de Jesús Juan escribió las cosas que habían de persuadirnos para que creyéramos, no que Jesús es Dios, que Cristo es Dios, o que Jesús es “Dios Hijo,” sino que “Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios.” Los trinitarios a propósito tuercen las cosas diciendo “Dios Hijo.” Pero nosotros tomamos la explicación de Juan de la manera que él la expresa, a saber, “Cristo, el Hijo de Dios.” Seguimos a Juan a la misma conclusión a que él llegó, que Jesús es el Hijo de Aquel a quien Jesús llama “mi Padre” y “mi Dios,” en este mismo capítulo veinte de Juan. Por lo tanto Tomás no estaba adorando a “Dios Padre” y “Dios Hijo” a la misma vez como iguales en un “Dios trino.”
57. (a) Por sus palabras “Dios mío” dirigidas a Jesús, ¿qué estaba reconociendo Tomás en cuanto al Padre de Jesús? (b) ¿Qué ilustran los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis que significa Juan 14:28?
57 Tomás adoraba al mismo Dios a quien Jesucristo adoraba, a saber, a Jehová Dios, el Padre. Así que si Tomás se dirigió a Jesús como “Dios mío,” Tomás tenía que reconocer al Padre de Jesús como el Dios de un Dios, por lo tanto como a un Dios superior a Jesucristo, un Dios a quien Jesús mismo Adoraba. Apocalipsis 4:1-11 da una descripción simbólica de este Dios, el “Señor Dios Todopoderoso,” quien se sienta en el trono celestial y quien vive para siempre jamás; pero el siguiente capítulo, Apocalipsis 5:1-8, describe a Jesucristo como el Cordero de Dios que viene al Señor Dios Todopoderoso que está en su trono y toma de las manos de Dios un rollo. Esto ilustra el significado de las palabras de Jesús a Tomás y los otros apóstoles: “Voy al Padre: porque el Padre mayor es que yo.” (Juan 14:28, Val) Así Jesús reconoció a su Padre como el Señor Dios Todopoderoso, sin igual, mayor que su Hijo.
[Notas]
a Vea también Apocalipsis 3:14, Mod; NC; BC; HA.
b Vea A Grammar of the Greek New Testament in the Light of Historical Research (Una gramática del Nuevo Testamento Griego a la luz de la investigación histórica), por A. T. Robertson, páginas 495-505, edición de 1934.
c Vea A Manual Grammar of the Greek New Testament (Gramática manual del Nuevo Testamento Griego), por Dana y Mantey, página 78 de la edición de 1943.
d Vea Greek Grammar (Gramática griega), por el Dr. Guill.° W. Goodwin, página 230 de la edición de 1893.
e Vea la página 613, columna 1, de Edición del Nuevo Testamento en griego para el estudiante, por Westcott y Hort, en la sección intitulada “Quotations from the Old Testament” (Citas del Antiguo Testamento). Vea también la página 665, columna 1 (edición de 1960) del Novum Testamentum Graece, por el Dr. Eberhard Nestle, en su “List of Passages Quoted from the Old Testament” (Lista de pasajes citados del Antiguo Testamento). Vea también Novi Testamenti Biblia Graeca et Latina, por José M. Bover, Sociedad de Jesús, página 725, nota 14.
f En la Versión de los Setenta griega Proverbios 8:22 dice: “Kyrios éktisen me arkhèn hodôn autoû eis érga autoû.” Vea también La Versión de los Setenta-griego e inglés, publicada por S. Bagster and Sons, Limited.
g Citamos al profesor Moule: “En Juan 20:28 Ho kyrios mou kai ho theós mou [es decir, Señor mío y Dios mío], se debe notar que un sustantivo [como Dios] en el caso Nominativo usado en sentido vocativo [al dirigirse a Jesús] y seguido por un posesivo [de mí] no pudiera ser anartro [es decir, sin el artículo definido el] . . . ; el artículo [el] antes de theós, por lo tanto, quizás no sea significativo. . . . el uso del artículo [el] con casi un Vocativo (compare Juan 20:28 al que se hace referencia arriba, y 1 Pedro 2:18, Colosenses 3:18, notas) quizás también se deba a modismo semítico.—Páginas 116, 117 de An Idiom-Book of New Testament Greek (Libro de modismos del griego del Nuevo Testamento), por C. F. D. Moule, profesor de teología de la Universidad de Cambridge, edición de 1953, Inglaterra.
Por ejemplo, para mostrar que un vocativo en el griego ordinariamente tiene el artículo definido delante, notamos que en 1 Pedro 2:18; 3:1, 7 la traducción literal palabra por palabra dice: “Los criados, sujétense . . . De igual manera, [las] esposas, estén . . . Los esposos, continúen habitando.” En Colosenses 3:18 a 4:1: “Las esposas . . . Los esposos, . . . Los hijos . . . Los padres . . . Los esclavos . . . Los amos.”
El traductor Hugo J. Schonfield duda que Tomás dijera: “¡Señor mío, y Dios mío!” Y por eso en una nota 6 al pie de la página sobre Juan 20:28 Schonfield dice: “El autor quizás haya puesto esta expresión en boca de Tomás en respuesta al hecho de que el emperador Domiciano había insistido en que se le llamara ‘Nuestro Señor y Dios’, Domiciano de Suetonio, xiii.”—Vea El Auténtico Nuevo Testamento, página 503.
No obstante, nosotros no concordamos con tal sugerencia.