El lugar de la congregación en la adoración verdadera
“Estoy escribiéndote estas cosas . . . para que sepas cómo debes portarte en la familia de Dios, que es la congregación del Dios viviente, una columna y apoyo de la verdad.”—1 Tim. 3:14, 15.
1. ¿Qué desarrollo especialmente notable en cuanto a organización en este siglo veinte ha puesto también en primer plano la adoración de Jehová?
EL SIGLO veinte ha presenciado el desarrollo de organizaciones en una escala nacional e internacional que no se conocía antes. Organizaciones que representan varios intereses comerciales, obreros, agrícolas, del consumidor, políticos o religiosos se están esforzando por combinar sus fuerzas para ejercer mayor influencia en la vida de la gente. En medio de todo esto ha aparecido una sociedad dinámica, y de rápido crecimiento, de hombres y mujeres cristianos que tienen una finalidad, y ésa es dar testimonio al nombre, cualidades divinas y propósito del Creador, Jehová Dios. Esta sociedad, conocida como la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová, rápidamente se acerca a constar de un millón de personas, pero no es el tamaño o el número lo que es tan impresionante. Esta sociedad representa a hombres y mujeres de todas las tierras y de todo grupo nacional, racial, económico y otro, personas que viven en por lo menos 179 tierras que están unidas en enseñanza, en creencia, en conducta y en su lealtad a Jehová y su Rey reinante, Cristo Jesús.
2. ¿Cuál de los tres factores unificadores de los testigos de Jehová recibe objeción a veces? ¿Sobre qué base?
2 Todo esto es una evidencia del poder unificador del espíritu santo y la Palabra de Dios. Pero las personas que conocen a los testigos de Jehová observan un factor muy vital en esta unidad, y ése es: organización. Se evidencia una organización extensa en la manera en que los testigos de Jehová llevan a cabo unidamente su trabajo de predicar, arreglan grandes asambleas y mantienen las mismas normas de conducta en sus 21,008 congregaciones en todo el mundo. A veces algunas personas se ponen cautelosas cuando ven organización vasta asociada con la adoración espiritual de Dios. A veces uno escucha objeciones, tales como de que hay peligro de estar organizado en exceso, o el peligro de servir o aun adorar a una organización en vez de a Dios. Algunos preguntan: “¿No propenderá la organización extensa a extinguir la corriente libre del espíritu de Dios y la expresión espontánea de amor entre los cristianos dedicados?”
3. (a) ¿Por qué no formó Jesús una congregación mientras estuvo en la Tierra? (b) ¿Cómo sabemos que era el propósito de Dios que él edificara una congregación?
3 Debido a que la congregación está muy enlazada hoy día con la adoración de Jehová, es vital que hallemos las respuestas bíblicas a estas preguntas relacionadas con la congregación. Será bueno examinar el registro bíblico tocante a la congregación cristiana en los días de los apóstoles. Es verdad, como arguyen algunos, que Jesús no edificó una organización o congregación mientras estuvo en la Tierra; pero eso no significa que la congregación cristiana fue una idea humana de los apóstoles. Jesús nació bajo un sistema de cosas existente que había sido establecido por su Padre por medio de Moisés. Este todavía era válido, y el que él hubiese formado otra organización lo habría constituido un disidente. Empero Jesús vino para cumplir la Ley con la ofrenda de su propia sangre vital y así puso el cimiento para que Dios estableciera un nuevo sistema de cosas basado en un nuevo pacto. Teniendo presente esto Jesús dijo que edificaría una congregación sobre él mismo como piedra angular.—Mat. 5:17; 16:18; Heb. 8:6, 10-13.
4. ¿Qué consejo de Jesús a sus apóstoles indica que habría un arreglo organizado entre ellos?
4 Teniendo en mente esta congregación, Jesús usó una ocasión para enseñar a sus apóstoles el principio de acaudillamiento o superintendencia de organización que aplicaría. Cuando Santiago y Juan pidieron tener los puestos más elevados en el Reino junto a Jesús, él contestó: “Ustedes saben que los que parecen estar gobernando a las naciones se enseñorean de ellas y sus grandes ejercen autoridad sobre ellas. Este no es el arreglo entre ustedes; sino que quienquiera que desee llegar a ser grande entre ustedes tiene que ser ministro de ustedes, y quienquiera que desee ser el primero entre ustedes tiene que ser esclavo de todos.” (Mar. 10:42-44) Esto no quiso decir que no habría organización, sino más bien que el arreglo para la organización entre los seguidores de Jesús sería modelado de la manera que Jehová dispusiera.—Mat. 5:45, 48.
5. ¿Qué iba incluido en la responsabilidad que Jesús dio a los apóstoles según Mateo 28:19, 20 y Juan 21:15-17?
5 Poco antes de su ascensión al cielo Jesús mandó a sus discípulos que fueran e hicieran discípulos de gente de todas las naciones, enseñándoles todas las cosas que les había mandado. (Mat. 28:19, 20) Esto incluiría enseñar a estas personas el principio de organización que prevalecería, así como la necesidad de estar en unión con Cristo, como los sarmientos de una vid. (Juan 15:4-7; 17:20, 21) Jesús mostró además que aquellos apóstoles a quienes había enseñado y entrenado mediante palabra y ejemplo tendrían responsabilidades definidas de enseñar y superentender el crecimiento espiritual de otros que escucharían y aceptarían su enseñanza. No simplemente se les enseñarían unas cuantas doctrinas y se les dejaría seguir su camino como creyentes independientes, sino que serían introducidos en una unidad, recogidos en una congregación, como ovejas en un rebaño. Jesús asignó a los apóstoles como pastores con su mandato: “Alimenta mis corderitos,” “Pastorea mis ovejitas” y “Alimenta mis ovejitas.” Esto dio a los apóstoles un grado muy elevado de responsabilidad para cuidar a todos los que fueran recogidos.—Juan 10:1-17; 21:15-17.
LA CONGREGACIÓN ADQUIERE FORMA
6, 7. ¿Cómo empezó a adquirir forma la primera congregación después del Pentecostés, y cómo fue pastoreada o superentendida?
6 El que habrían de congregar a discípulos en asociación con ellos se demostró en el Pentecostés unos cuantos días más tarde. Después de recibir el espíritu santo como prueba de que la nueva congregación se había fundado, los apóstoles predicaron a muchas personas y las congregaron. Los primeros tres mil creyentes no simplemente aceptaron alguna enseñanza nueva y luego siguieron su camino. Les era necesario mantenerse juntos y aprovecharse de la superintendencia de los apóstoles. Leemos: “Y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a asociarse, a comer juntos y a oraciones.”—Hech. 2:42.
7 A medida que los apóstoles y otros creyentes cristianos predicaron, el mensaje se esparció a muchas tierras y millares de personas fueron congregadas. Dondequiera que estaban—Jerusalén, las regiones de Judea y Samaria, Asia Menor, Grecia, Roma u otros lugares—se asociaban con sus compañeros creyentes y llegaron a ser iglesias o congregaciones. (Hech. 8:1; 11:22; 13:1; 14:23, 26, 27; 16:5; Rom. 16:5; Col. 4:16; 1 Tes. 1:1; File. 2) Los apóstoles sabían que ellos solos no podrían pastorear apropiadamente a este rebaño que crecía rápidamente, de modo que entrenaron a hombres maduros y capacitados, a los que estaban bien versados en la enseñanza y los asignaron como subpastores, como superintendentes y auxiliares ministeriales para cuidar las necesidades espirituales de todos los de las congregaciones. Notamos que la congregación de Antioquía tenía los servicios de “profetas y maestros.” (Hech. 13:1; 14:23; Tito 1:5-9; Fili. 1:1) Puesto que los apóstoles y hombres de mayor edad de Jerusalén eran los más maduros y los más experimentados en servir a Jehová y habían recibido autoridad de parte de Jesús para servir como pastores, solo era lógico que llegaran a ser un cuerpo gobernante o junta administrativa para todas las congregaciones nuevas, y las experiencias que tenían en la congregación de Jerusalén bien podían servir de patrón o ejemplo para que las otras lo siguieran.—Hech. 8:14-17; 16:4, 5; 1 Tes. 2:14; 1:6, 7; Heb. 6:12.
8, 9. (a) ¿Qué consideraron los apóstoles Pedro y Pablo que es la congregación? (b) ¿Cuál debe ser la actitud de todos en la congregación para con los superintendentes, según Hebreos 13:7, 17?
8 Todas las congregaciones de Judea, Samaria y más tarde del Asia Menor, Grecia, Roma, Babilonia y otros lugares en realidad constituían una sola congregación de Dios. (Hech. 9:31) Este fue un arreglo organizado establecido por espíritu de Dios. Lejos de ser una organización humana, Pedro la llama la “grey de Dios” e insta a los hombres de mayor edad a ‘pastorear’ esta grey diligentemente. El apóstol Pablo recalcó que éste era el arreglo de Dios cuando dijo a los superintendentes de Éfeso: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear a la congregación de Dios.” La congregación era de Dios, y los superintendentes tenían la responsabilidad de enseñar y entrenar a los que tenían a su cargo y de ejercer superintendencia sobre ellos.—1 Ped. 5:1-4; Hech. 20:28; Tito 1:9; 2:15.
9 Todos los de las congregaciones habían de respetar este arreglo de pastoreo como procedente de Dios y someterse a él. El apóstol Pablo escribió a los hebreos: “Sean obedientes a aquellos que los están gobernando y sean sumisos, porque ellos están vigilando por sus almas como los que han de dar cuenta, para que hagan esto con gozo y no con suspiros, por cuanto esto sería perjudicial para ustedes.” Por eso nadie podía rechazar justamente el consejo o la corrección de un superintendente diciendo: “Estoy sirviendo a Dios. No soy responsable a usted, ni tiene usted responsabilidad alguna sobre mí.” Los superintendentes tenían que rendir cuentas, y por amor a la congregación debía ser con gozo. Cualquier otro informe sería perjudicial para malhechores independientes, egoístas.—1 Ped. 2:13, 14; Heb. 13:7, 17.
10, 11. (a) ¿Qué pruebas muestran que la congregación visible, terrestre era la “familia de Dios”? (b) ¿Qué importancia atribuye Pablo a la congregación en relación con la verdad?
10 Algunas personas en aquellos días primitivos quizás hayan razonado: “La congregación no es tan importante como la Palabra y el Espíritu. Seguiré a estos dos, pero no creo necesario el asociarme con una congregación ni el someterme a una organización.” Otros quizás hayan argüido que la congregación verdadera de Dios era una asociación invisible, espiritual y que no necesitaba expresión por medio de una congregación visible. Pero cuando el apóstol Pablo escribió a Timoteo sobre el asignar superintendentes en la congregación, y estaba hablando definitivamente en cuanto al arreglo de congregación visible sobre la Tierra y no sobre algún arreglo espiritual celestial, él agregó: “Estoy escribiéndote estas cosas . . . para que sepas cómo debes portarte en la familia de Dios, que es la congregación del Dios viviente, una columna y apoyo de la verdad.” Sí, a esta congregación terrestre, visible, se le llamó la “familia de Dios,” la “congregación del Dios viviente,” y, lejos de ser de importancia menor, era una “columna y apoyo de la verdad.”—1 Tim. 3:1-15; Heb. 3:4, 6.
11 No las congregaciones individuales, sino la congregación compuesta de los seguidores de Cristo fue asemejada a un cuerpo humano que tiene muchos miembros que necesitan cooperar unos con otros. Era en la congregación visible donde los cristianos aprenderían a cooperar unos con otros. (1 Cor. 12:4-30) Fue acerca de una congregación visible que Pablo escribió cuando dijo: “Dios ha colocado a los miembros respectivos en la congregación,” pues luego menciona apóstoles, profetas, maestros, dones de curación, diferentes lenguas, etc., todo lo cual tenía que ver con el ministerio y obras de la congregación en la Tierra y no con una condición espiritual o celestial.—1 Cor. 12:18, 28.
EL PROPÓSITO DE LA CONGREGACIÓN
12. ¿En qué sentido habían de ser los cristianos primitivos como extranjeros, y en qué sentido como un grupo organizado?
12 ¿Cuál era el propósito de la congregación? Entrenar y unir a todos los creyentes. Los cristianos no habrían de ser una grande muchedumbre de personas, no identificable, desasociada, en que cada uno tuviera sus propias ideas y lealtad, manteniéndose separados de este mundo y viviendo como extranjeros esparcidos en una tierra extraña. Aunque vivían como extranjeros y residentes temporarios en este viejo mundo, los cristianos habían de ser como ‘piedras vivas siendo edificados en una casa espiritual,’ “una nación santa, un pueblo para posesión especial.” En otras palabras, necesitaban ser recogidos y trabados para adorar como grupo, como congregación, y esto de manera tangible.—1 Ped. 2:5-11.
13. ¿Cómo muestran tres ilustraciones usadas por el apóstol Pablo en su carta a los efesios que los cristianos deben estar unificados de manera tangible?
13 Pablo usó una ilustración semejante del arreglo de congregación cuando explicó cómo tanto los israelitas como los no israelitas estaban unidos en Cristo, llegando a ser una unidad con finalidades, obligaciones e identidad comunes. “Ciertamente, por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros y residentes temporarios, sino que son conciudadanos de los santos y son miembros de la familia de Dios, y han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, mientras que Cristo Jesús mismo es la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero, trabado armoniosamente, está creciendo para ser templo santo para Jehová.” (Efe. 2:19-21) Aquí Pablo usa tres diferentes ilustraciones de individuos o cosas organizadas juntas para servir un propósito en común. Primero, “conciudadanos de los santos,” que indica una participación común de ciertos derechos, privilegios y responsabilidades e identidad que concede tal ciudadanía. Con la ilustración “miembros de la familia de Dios” Pablo muestra la manera en que todos los cristianos creyentes estaban organizados como una unidad de familia. En cada familia hay un arreglo definido de cosas, y todos tienen que respetar la cabeza de la familia y vivir en conformidad con las normas de la familia. Al compararlos a piedras de construcción ‘trabadas armoniosamente,’ ‘siendo edificadas juntas,’ Pablo muestra la necesidad de una congregación. Dentro del armazón de la congregación estas “piedras” podrían ser labradas, suavizadas y colocadas en su lugar. Solo cuando estuvieran unidas en la congregación cual cuerpo de personas y no estuvieran buscando aislamiento podían ser el templo de Dios y servir para promover la adoración verdadera, mientras estaban recibiendo entrenamiento para sus asignaciones futuras en la organización del Reino celestial.—1 Cor. 3:16, 17; 6:19; 2 Cor. 6:16.
14. ¿Cómo podía demostrar la congregación la sabiduría de Dios, según se menciona en Efesios 3:10, 11?
14 De modo que los cristianos ungidos del primer siglo habían de ser congregantes no disidentes que estuvieran tratando de servir a Dios independientemente los unos de los otros. Dado que el arreglo celestial de Dios era ordenado y armonioso, con seguridad el grupo reunido de los siervos de Dios en la Tierra demostraría esta misma armonía. Si la grandemente diversificada sabiduría de Dios había de darse a conocer por medio de la congregación, entonces esta congregación tenía que estar bien organizada, armoniosa, y no ver a sus miembros separarse unos de otros para buscar sus propios intereses.—1 Cor. 14:33, 40; Efe. 3:10, 11.
15. ¿Cuáles fueron las “dádivas” para la congregación, y cuál era su propósito?
15 Una descripción clara de la organización de congregación establecida por espíritu de Dios y su propósito se bosqueja en el capítulo cuatro de Efesios la carta de Pablo a los efesios. Primero, muestra las responsabilidades que cada cristiano ungido tenía para con los otros de un grupo, “soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu.” Luego, del versículo 11 en adelante, menciona la provisión de organización para esto, a saber, la congregación con los diferentes aspectos para superentender y enseñar como dádivas de Cristo. “Y él dio algunos [dones o dádivas] como apóstoles, algunos como profetas, algunos como misioneros, algunos como pastores y maestros, teniendo como mira el entrenamiento de los santos para la obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad en la fe y en el conocimiento acertado del Hijo de Dios.” De modo que el ser ungidos con el espíritu en sí mismo no cambió a estos cristianos para hacerlos completos de alguna manera milagrosa e instantánea. Más bien, el espíritu los condujo a la congregación, donde, con la ayuda del espíritu, la Palabra y los arreglos de organización, llegarían a pensar de común acuerdo y ser entrenados para la obra ministerial.—Efe. 4:11-16; 1 Cor. 1:10.
16. ¿Cómo ayudó la congregación a edificar a los individuos en amor?
16 Por asociarse en la congregación los ungidos dieron y recibieron beneficio. Era aquí de manera sumamente tangible que estaban siendo ‘trabados armoniosamente,’ y no simplemente de alguna manera espiritual invisible. En la congregación se les estaba haciendo cooperar por medio de “cada coyuntura que suministra lo que se necesita, de acuerdo con el funcionamiento de cada miembro respectivo en la debida medida,” que resultaba en el “crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.” La organización de congregación no apagó o ahogó la expresión de amor ni la hizo mecánica como si fuese según reglas, sino que más bien entrenó y edificó a todos en amor y les dio la oportunidad de practicarlo.—Efe. 4:16; 2 Tes. 1:1-3; Rom. 1:9-13.
LA CONGREGACIÓN UNA ORGANIZACIÓN DOCENTE
17. ¿Cómo había de unificar la enseñanza la congregación, y cómo fue provechoso esto?
17 No solo sirvió la congregación para edificar a aquéllos en amor, sino que unificó su pensar y entendimiento de las Escrituras. Tal vez algunos de los efesios se hayan quejado de que este arreglo ahogaba el pensar individual e independiente y los obligaba a aceptar solo las ideas de los apóstoles en vez de ser libres e independientes para desarrollar su propia filosofía sobre las cosas. Pero este arreglo no sujetaba el alcance de entendimiento de la congregación a los puntos de vista limitados de uno o dos individuos. Lo que hacía era protegerlos de estar sujetos a “todo viento de enseñanza” y a “la trampería de los hombres.” Los cristianos fieles no consideraron esto como alguna táctica de ‘lavado de cerebro.’ Habían salido del mundo y querían despojarse de su vieja personalidad y revestirse de la nueva personalidad, que fue creada de acuerdo con la voluntad de Dios. El programa docente unificado de la congregación hizo posible esto.—Efe. 4:14, 17-24.
18. ¿Qué argumentos se han usado para mostrar que no se necesitaba una congregación docente, pero qué prueba falsos estos argumentos?
18 Algunos que preferían ser independientes de toda organización quizás hayan argüido que uno puede conseguir conocimiento acertado por medio de comunión con Dios y por medio de su espíritu, y que por lo tanto no se necesitaba una congregación u organización docente. Puede que se hayan referido a Efesios 1:17, 18 ó Efe. 3:16-19, donde Pablo escribe concerniente a Dios como dando a los creyentes sabiduría y conocimiento acertado y dice que Cristo moraría en ellos y ellos podrían entender estas cosas mentalmente, o 1 Juan 2:26, 27, donde Juan escribe: “No necesitan que alguien les esté enseñando; . . . la unción de él les está enseñando acerca de todas las cosas.” Pero note usted, estas expresiones se hallan en cartas de instrucción que los apóstoles Pablo y Juan enviaron a las congregaciones y que serían usadas para enseñar más a los de la congregación. Si el espíritu hubiese hecho toda la enseñanza directamente con todos los individuos engendrados por el espíritu, no hubiera sido necesario escribir estas cartas a las congregaciones.—1 Juan 1:3, 4.
19, 20. ¿Cuáles son algunas de las verdades que aprendieron los primeros cristianos, y cómo las aprendieron?
19 Considere por un instante algunas de las verdades vitales que aquellos cristianos primitivos aprendieron por medio de asociarse con la congregación. La decisión de los apóstoles y hombres de mayor edad de Jerusalén en cuanto a los requisitos para los creyentes no judíos fue enviada por carta a las congregaciones. Los detalles del secreto sagrado de Dios tocante a una administración para juntar todas las cosas en el Cristo y para asignar a personas de las naciones como coherederos se revelaron a las congregaciones en la carta a los efesios. Las verdades en cuanto a la apostasía, el hombre de lo que es contrario a ley siendo manifestado, la presencia de Cristo, y cómo el clamor “¡paz y seguridad!” señalaría la culminación del día de Jehová fueron explicadas a los que se asociaban con las congregaciones donde las cartas a los tesalonicenses o copias de ellas se estudiaban.—Hech. 15:22-35; 16:4, 5; Efe. 3:3-7; 1 Tes. 1:1; 4:13-18; 5:1-11; 2 Tes. 1:1; 2:2-11.
20 Por estar asociados con una congregación los cristianos primitivos se enteraron de las cartas a los corintios, que contenían explicaciones de la cena del Señor, el funcionamiento de los dones espirituales y la resurrección. Sí, todas las explicaciones de doctrina que se hallan en las cartas de los apóstoles fueron instrucción inspirada dada por medio de miembros de la junta administrativa y venían a cristianos ungidos individuales por medio de la congregación. Solo asociándose con la congregación podían serles de provecho los superintendentes que ‘ministraban de manera correcta,’ hombres ‘adhiriéndose firmemente a la palabra fiel en lo que toca a su enseñanza.’ Y solo así podían aprender de manera tangible que no había diferencia entre griego o judío, circunciso o incircunciso, extranjero, escita, esclavo, libre, varón o hembra.—1 Corintios, capítulos 11-15; 1 Timoteo, capítulo 3; Col. 3:11.
21. ¿Cómo retuvo su identidad la congregación, y qué efecto tuvo esto en los creyentes procedentes de muchas tierras?
21 La congregación fue edificada por Dios para declarar sus excelencias, para manifestar su sabiduría. (1 Ped. 2:9) Por esta razón la congregación se amoldó a la voluntad de Dios; no se amoldó a la voluntad y costumbres de la gente diferente y sus caminos. (Efe. 4:20-24) A medida que esta congregación se extendió a muchas tierras retuvo su identidad, sus principios de funcionamiento, su enseñanza pura y su unidad. En vez de ser influida y modelada por todo viento de doctrina y toda clase de conducta, influyó de modo discernible en todos los asociados con ella. Tenía que ser mantenida limpia y santa; por lo tanto a las personas inmorales se les expulsaba. (1 Cor. 5:13) Tenía que unir a los hombres con la verdad de la Palabra de Dios; por lo tanto a los que introdujeran división y enseñanza falsa también se los expulsaba. (Tito 3:10; Rom. 16:17) Por proceder así, la congregación retuvo su identidad y forma de organización. Los principios de pensar y vivir enseñados por medio de la congregación influyeron profundamente en los creyentes, afectando su vida personal, matrimonio y vida de familia, y la relación entre esclavos y amos.—Col. 3:5; Efesios, capítulo 5.
22. ¿Qué papel desempeñó la primera congregación en la adoración verdadera?
22 Estas solo son algunas de las pruebas bíblicas que muestran que la congregación cristiana del primer siglo desempeñó un papel vital en el entrenamiento y edificación de los cristianos ungidos. De hecho fue una columna y fundamento de la verdad. La congregación resultó ser la provisión de Dios para enseñar a los creyentes cristianos que se necesitaban unos a otros y les dio plena oportunidad para practicar amor, misericordia y perdón así como para aprender a respetar la autoridad teocrática. No apagó el espíritu de Dios ni ahogó la expresión de amor, sino que, más bien, por enseñanza y ejemplo pudo edificar a todos en la congregación en amor y madurez de modo que eran sumamente receptivos al funcionamiento del espíritu santo.