-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1959 | 1 de diciembre
-
-
En consecuencia, los únicos de este mundo que no son juzgados desfavorablemente y que son salvados son los que cifran la fe en el Hijo de Dios y salen de las tinieblas del mundo y entran en la luz para que sus “obras sean hechas manifiestas como habiendo sido obradas en armonía con Dios.” (Juan 3:21) Con la excepción de éstos, al mundo de gente en general se le juzga como indigno de la salvación.
Concluyendo ahora la discusión, decimos que el “mundo” que Dios amó tanto y al que envió a Jesús, no a juzgar, sino a salvar, es el mundo de gente sobre la tierra según se representa por los miembros que se desprenden de la gente mundana, organizada y que ejercen fe en la dádiva de Dios de su Hijo unigénito y luego entran en unión con él o en asociación con él, probando que son dignos del amor de Dios por medio de su Hijo unigénito. Tales creyentes y seguidores fieles son reservados para la vida eterna en el nuevo orden prometido de Dios de “nuevos cielos y una nueva tierra.”—2 Ped. 3:13.
-
-
AnunciosLa Atalaya 1959 | 1 de diciembre
-
-
Anuncios
MINISTERIO DEL CAMPO
“Es la voluntad de Dios,” dicen muchos cuando se enfrentan con sucesos dolorosos. ¡Cuán tristemente yerran en su concepto de lo que es la voluntad de Dios! Y cuando oran a Dios: “Hágase tu voluntad en la tierra,” pocos se dan cuenta de que la voluntad de Dios en lo que concierne a la tierra quiere decir la restauración del paraíso. Para ayudar a las personas de buena voluntad a conseguir este importante conocimiento bíblico, los testigos de Jehová durante diciembre ofrecerán una colección de siete folletos bíblicos por 25c (dinero de E.U.A.). Estos folletos tratan una variedad de temas y aclaran de la Biblia lo que es la voluntad de Dios y cómo proceder para disfrutar de la paz y felicidad que existirán en el paraíso restaurado.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS
10 de enero: Manteniendo los intereses del Reino en el lugar de primera importancia. Página 716.
17 de enero: Resistiendo el enredarse en los intereses de este mundo. Página 722.
-