Los cristianos viven la verdad
“Por lo cual, ahora que ustedes han echado a un lado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros.”—Efe. 4:25, NM.
1. ¿Por qué no debe hallarse ninguna forma de mentir en la congregación de Dios?
JEHOVÁ Dios tiene en operación ahora una sociedad del Nuevo Mundo. Por todo el mundo está escogiendo a personas y entrenándolas para vida en el nuevo mundo. Él espera que éstas se limpien y que se mantengan limpias, que se mantengan separadas del viejo sistema de cosas bajo Satanás. No hay lugar entre ellas para tales prácticas como las que lleva a cabo el mundo. Algunas de las cosas que deben hacerse se mencionan en el capítulo 3 de Colosenses. Entonces en los versículos 9 y 10 se nos amonesta: “No estén mintiéndose los unos a los otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó.” Es un tiempo en que los cristianos deben tener cuidado en cuanto a la manera en que viven. Es prudente evitar las cosas que conducirán a la mentira y a ir contrario a la verdad. “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Muestre él por su comportamiento correcto sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría. Pero si ustedes tienen amargos celos y espíritu de contradicción en su corazón, no estén jactándose y mintiendo contra la verdad.” (Sant. 3:13, 14, NM) En realidad es tanto como decir que si uno tiene celos o espíritu de contradicción en su corazón, si su corazón no está bien, no pasará mucho tiempo antes de que esté mintiendo. Un mal conduce a otro; una mentira cubre otra. Pero la mentira no debe hallarse en forma alguna en la congregación de Dios. Es un mal; es algo que Jehová no aprueba.
2. ¿En qué les resulta el mentir a los que lo practican en la congregación?
2 Ha habido ocasiones en el pasado y en tiempos modernos en que algunas personas han tratado de mentir en la congregación de Dios, y esto siempre ha resultado en disturbios y dificultad, y especialmente para los que dijeron las mentiras. A menudo la razón para mentir, para decir falsedades o practicar el engaño es una condición de temor al hombre u orgullo en un individuo. En el capítulo 5 de los Hechos (NM) se nos dice: “Sin embargo, cierto hombre, llamado Ananías, junto con Safira su esposa, vendió una posesión y secretamente retuvo parte del precio, su esposa también sabiendo de ello, y él trajo sólo una parte y la depositó a los pies de los apóstoles. Pero Pedro dijo: ‘Ananías, ¿con qué fin te ha animado Satanás a obrar con engaño hacia el espíritu santo y retener secretamente parte del precio del campo? Mientras quedaba contigo ¿no quedaba tuyo, y después que fué vendido no continuó en tu control? ¿Por qué fué que te propusiste un acto tal como éste en tu corazón? Has obrado con engaño, no hacia los hombres, sino hacia Dios.’ Al oír estas palabras Ananías cayó y expiró. Y gran temor vino sobre todos los que oyeron de ello.” Su esposa se unió a él en la mentira y recibió el mismo juicio. Estaban participando en hipocresía. Querían aparentar ante otros ser algo que en realidad no eran. Si hubieran dicho la verdad, si hubieran dicho que estaban entregando una parte del precio que habían recibido, no habrían cometido ningún mal. Pero su corazón no estaba bien. Jehová los escudriñó hasta las partes recónditas de su corazón para saber cuáles eran sus motivos, por qué fué que hicieron lo que habían hecho. Descubrió que sus corazones estaban malos. El resultado para ellos fué el juicio adverso de Jehová. El caso de Ananías y Safira muestra que se puede expulsar a personas por mentir, puesto que Jehová los excomulgó permanentemente. El mentir y el decir falsedades no pagan buen salario.
LA VERDAD ENTRE LOS HERMANOS
3, 4. (a) ¿Qué clase de testimonio debe dar un testigo cuando los siervos de la congregación están llevando a cabo un examen de testigos? (b) ¿Qué factores que pueden llevar al mentir debe evitar el cristiano? (c) ¿Cuáles son algunos ejemplos bíblicos de daño causado por testigos falsos?
3 Cuando estamos tratando con nuestros hermanos tenemos que decir la verdad. Tenemos que mantener la congregación limpia, pura y veraz. Jehová Dios nos dice en Proverbios 6:19 que él aborrece los testigos falsos que hablan mentiras. Si siempre se habla la verdad, entonces se hará lo correcto. Quizás un hermano ha sido acusado y se está llevando a cabo el examen de los testigos ante los siervos de la congregación y se pide una declaración categórica. Hay una cuestión a resolverse en cuanto a si ha hecho bien o mal. El que es llamado a testificar dirá la verdad acerca de su hermano aunque esto le ocasione algo de persecución o de reprimenda de los de mente mundana. No debe permitirse que el temor a desquite en alguna forma u otra desfigure el testimonio. Algunas personas mundanas primitivas son influídas a mentir porque temen la hechicería, pero los testigos de Jehová no temen tales cosas; la armadura completa de Dios los protege. (Efe. 6:11-20) Tampoco deben los vínculos familiares o el restringirse a grupos exclusivistas—una idea errónea de lealtad—torcer el testimonio para que se defienda a un malhechor. Y algunas personas son de tal mentalidad que siempre quieren agradar a alguien a quien consideran su superior por medio de decirle lo que tal vez le gustaría oír. Pero nunca debe darse el caso de que el deseo de regalar los oídos de algún hombre haga que uno diga cosas que no son verdad, sea en un examen ante la congregación o en cualquier otra ocasión. El que agrada a Jehová tiene que hablar la pura verdad al testificar. Mentira y verdad no salen de la boca cristiana.—Sant. 3:10, 11.
4 A Jehová no le gusta el mentiroso cuyo testimonio falso puede comprarse con alguna ventaja falsa o cohecho. En un examen de testigos uno no debe decir falsedades con la mira de causarle dificultades al acusado. El que falsifica viene a ser odioso a Dios. Quizás piense que por su testimonio pueda ganar favor con alguien o pueda conseguir alguna ventaja personal, pero innegablemente está poniéndose en un lugar desfavorable con Jehová. “El testigo fiel no mentirá; pero el testigo falso habla mentiras.” (Pro. 14:5, AN) Se le puede hacer mucho mal a una persona si al testificar respecto a ella uno comete perjurio. Nabot murió debido a perjuros. (1 Rey. 21:8-13) Testigos falsos se presentaron contra Jesús y contribuyeron a su muerte. Testigos falsos testificaron contra Esteban. El perjurio es malo. Es una forma de mentir. Es especialmente malo cuando resulta en daño para otros, y casi siempre resulta así.—Mat. 26:60, 61; Hech. 6:10, 11.
5. ¿Cómo y cuándo es aconsejable el combatir el perjurio?
5 Uno puede elegir pasar por alto chismes vanos en su contra, pero cuando alguien comete perjurio contra usted ante un tribunal de ley ciertamente es correcto el que usted se defienda y presente evidencia para refutar las mentiras que se han contado. No debe permitirse que éstas permanezcan en los autos contra usted. El apóstol Pablo hizo su defensa cuando compareció ante los gobernantes. El caso de Jesús fué diferente. Él se halló ante una turba y ante hombres inicuos que no tenían ningún concepto de justicia. De nada hubiese servido el que hubiera presentado un largo argumento. Además, en el caso de Jesús él sabía que había llegado el tiempo para que él diera su vida. Cuando los inicuos presentan sus testigos falsos contra una persona puede que esto cause un momento de ira, sin embargo debemos mantener nuestras facultades bajo dominio y en ningún tiempo debemos tratar de responder vengativamente con mentiras. Continuamos observando la ley de Dios y siguiendo sus justos principios y decimos la verdad. Los inicuos llevarán la responsabilidad por las cosas que ellos hacen.—Sal. 119:69, 70.
6, 7. ¿Qué debe hacerse para proteger los intereses de los hermanos y mantener la unidad en la congregación?
6 Hay veces en que tiene que tomarse en consideración la protección de los intereses de los hermanos. Si se le hacen preguntas a una persona respecto a su hermano, preguntas que quizás sean de una naturaleza personal, y el que pregunta no es un siervo responsable de la congregación que tenga el derecho de conocer la realidad en un tiempo en que se esté conduciendo una investigación, entonces el mejor proceder sería que el hermano cristiano no se metiera en lo ajeno y que protegiera a su hermano por medio de no decir nada en respuesta. Desanime a las personas que tratan de entremeterse en lo ajeno. En otros términos, es bueno evitar la chismografía, la hablilla, el dar principio a rumores, o el quejarse de los hermanos. Recuerde, Jehová odia no solamente al testigo que habla mentiras, sino también al que siembra discordias entre los hermanos. El murmurar de cualquier hermano debe evitarse. Si a usted le parece que alguien ha hecho mal, muy bien, si quiere decir algo acerca de ello, vaya a él directamente. No empiece una campaña de susurros. En lenguaje llano la amonestación es que uno debe meterse en lo que le importa y lo que le importa debe estar de acuerdo con la Palabra de Jehová; entonces no tendrá problemas o dificultades debido a ser entremetido.—Pro. 16:28; 18:8; Mat. 24:48-51; 1 Ped. 4:15.
7 Por lo tanto cuando uno de los hermanos que necesita ayuda espiritual viene a usted para hablar de sus problemas, sus dificultades personales, o de algo que él hizo hace muchos años que tal vez no era correcto y sin embargo no requeriría el que se le expulsara, como hermano cristiano maduro aconséjele de qué manera puede arreglar sus asuntos. Ayúdelo de todo modo posible. Pero recuerde que toda cosa tiene su tiempo debido. No haga que sus hermanos pasen por una vergüenza en tiempos de dificultad. No hay por qué contar todo lo que usted sepa a todo el mundo. Ayude a su hermano, pero no se ponga a contar a todo el mundo los problemas y dificultades que él tiene, las complicaciones en su familia u otras cosas acerca de las cuales él haya confiado en usted en un tiempo de necesidad. Manifieste amor a su hermano. Hágalo en el interés de la unidad de la organización de Dios.—Pro. 11:13.
8-10. (a) ¿Qué acción hacia nuestros hermanos prueba que amamos a Dios? (b) ¿Cómo pueden los chismes y el habla inútil hacer daño a los hermanos y ser muestra de falta de amor cristiano?
8 Si alguien pretende ser cristiano, pretende ser amador de Dios, también tiene que amar a su hermano. Si no ama a su hermano realmente está viviendo una mentira. “Si alguien hace la declaración: ‘Yo amo a Dios,’ y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto. Y este mandamiento lo tenemos de él: que el que ama a Dios debe estar amando a su hermano también.”—1 Juan 4:20, 21, NM.
9 Digamos que hace veinte años un hermano hizo algo malo y lo confesó y luego fué perdonado, no hay por qué otros tengan que referirse a estas cosas de continuo. Eso no es manifestar amor al hermano. Si usted verdaderamente ama a su hermano usted no estará chismeando y hablando de él. Aunque es verdad que tenemos que decir la verdad cuando hablamos, no hay por qué estar diciendo todo lo que sabemos de nuestro hermano. Si él verdaderamente ha sido perdonado, entonces el asunto quedó cerrado, está terminado y no debe surgir para discutirse todas las semanas en el Salón del Reino o entre los de la congregación. ¿Dónde está la misericordia que muestran los que de continuo andan contando chismes acerca de su hermano y tratan de hacer resaltar sus defectos? ¿En qué sentido trae esto unidad? ¿Dónde conserva esto la armonía y el espíritu de gozo de la congregación? Si uno desea hablar, hay muchas verdades del reino y experiencias del campo que pueden considerarse.
10 Los que siembran discordias por medio de chismografía, habla vana o engaño mediante doctrinas falsas no están atendiendo los intereses de la organización de Jehová. En Tito 1:10-12 Pablo nos dice de los que son ingobernables y habladores de vanidades y que engañan la mente, mostrando que subvertirían casas enteras por las mentiras que enseñarían. Menciona que los “cretenses” siempre son mentirosos. Relacionado con esto mostró en el versículo nueve que se requiere que los superintendentes de la congregación reprendan a los que contradicen la verdad. Hay que conservar la verdad en la congregación de Dios.
HACIENDO LO JUSTO Y HONRADO
11. (a) ¿De qué manera están relacionadas la honradez y la veracidad? (b) ¿Es posible que personas que carezcan de honradez se asocien con la congregación de Dios por algún tiempo?
11 Jehová “te ha dicho, oh hombre, lo que es bueno; ¿y qué es lo que Jehová pide de ti, sino hacer justicia, y amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?” (Miq. 6:8) El hacer lo que es justo u honrado y decir la verdad van armoniosamente juntos. Son cualidades que deben hallarse entre los cristianos. Los cristianos son hermanos que se tratan honradamente los unos a los otros y se ayudan unos a otros. Pero no hay razón para que un cristiano misericordioso tenga que aguantar de continuo la maldad o lo injusto, si alguien cuyos intentos de corazón no son buenos entra en la organización. A veces vienen a las reuniones o se asocian con la sociedad del Nuevo Mundo de Jehová individuos que, en lo profundo de su corazón, no son personas honradas, no son personas de verdad y justicia. A veces a éstos se les llama “sablistas,” personas que practican el fraude y el engaño, hombres que andan por dondequiera tratando de pedir dinero prestado o bienes o las posesiones de sus hermanos, y que interiormente no tienen ninguna intención de devolver lo debido a los hermanos y nunca lo devuelven. Esta clase de gente hace una exhibición externa de cristianismo, pero sus intereses son netamente egoístas. Judas era un ladrón que mostró compasión hipócrita hacia los pobres.—Juan 12:6.
12. (a) ¿Es buena práctica el pedir dinero prestado a los hermanos? (b) ¿Cómo hizo provisión Jehová para que hubiera honradez en el Israel antiguo, y qué se requería del pecador para arreglar los asuntos?
12 No siempre es una buena práctica el que los hermanos pidan dinero prestado a otros hermanos. A veces el prestar dinero muestra amor, pero a menudo resulta en dificultades en la congregación. (Luc. 6:35) Si los hermanos hacen transacciones comerciales entre sí, hacen acuerdos para pagar dinero o hacer ciertos pagos de mercancías, deben cumplir con sus promesas, decir la verdad y evitar falta de honradez. Tomando en cuenta las posibilidades de que la memoria falle y como ayuda para evitar las disputas, es aconsejable que se haga el apropiado registro escrito de todas las tales transacciones. La estafa, el fraude y la falta de honradez son pecados a la vista de Dios. Entre el pueblo del antiguo Israel Jehová hizo provisión para la expiación de estos pecados. El que causaba la ofensa tenía que arreglar el asunto con su hermano y ante Jehová. “En caso de que un alma peque en que se haya portado infielmente para con Jehová y haya engañado a su compañero acerca de algo encargado a él o un depósito dejado en sus manos o un robo o haya defraudado a su compañero, o haya encontrado algo perdido y haya mentido acerca de ello y haya jurado falsamente sobre cualquiera de todas las cosas que el hombre pudiese hacer y pecar por ellas; entonces tiene que ocurrir que en caso de que peque y en realidad llegue a ser reo, tiene que devolver la cosa robada que él se haya robado o el objeto de la extorsión que haya obtenido por fraude o la cosa encargada a él que fué puesta a su cargo o la cosa perdida que él haya encontrado, o todo lo que fuera sobre lo cual pudiese jurar falsamente, y tiene que hacer compensación por ello en su cantidad íntegra y agregará a ello la quinta parte de ello. Al que le pertenece se lo dará en el día que quede probada su culpa. Y como su ofrenda por la culpa le traerá a Jehová un carnero sano del rebaño de acuerdo con el valor calculado, para ofrenda por la culpa, al sacerdote. Y el sacerdote tiene que hacer una expiación por él ante Jehová, y así tiene que perdonársele respecto a cualquiera de todas las cosas que él pudiera hacer que resultara en culpabilidad por ello.”—Lev. 6:2-7; 19:11-13, NM.
13. ¿Ha cambiado el principio de honradez de Jehová a través del tiempo hasta nuestro día?
13 Aunque nosotros los cristianos de hoy día no vivimos bajo el mismo arreglo sacerdotal bajo el cual vivió el antiguo Israel, sin embargo estamos bajo la obligación de ser honrados y rectos y de pagar toda deuda y cumplir toda promesa de la debida manera. No defraudamos a los hermanos, sino que debemos enderezar los asuntos con los hermanos y pedir el perdón de Jehová por cualquier mal que se haya cometido. Los hermanos se tratarán con justicia los unos a los otros en todo asunto de negocio y no dejarán que haya entre ellos mentiras, falta de honradez y fraude.
14. ¿Cuál es la acción correcta que debe tomar el cristiano cuando desea que se le devuelva algo que fué tomado prestado de él?
14 De vez en cuando la Sociedad recibe informes de hermanos individuales o de congregaciones en los que se expone que algunas personas faltas de honradez, inmorales, han logrado introducirse en la congregación. (Judas 4) Es patente cómo debe tratarse a los inmorales, pero ¿qué hay de las personas que andan haciendo presa de lo de sus hermanos, o que aparentan ser hermanos simplemente con el propósito de tomar dinero, quienes son como dice el salmista: “El hombre malo toma prestado, y no paga”? Sal (37:21) ¿Qué puede hacerse en cuanto a éstos? Si un hermano, impulsado por amor y bondad, permite a otro que aparenta ser hermano tomar parte de su dinero o cosas materiales por algún tiempo y entonces el individuo que tomó la cosa prestada, después que el tiempo designado haya pasado, rehusa devolver lo prestado, el hermano que se lo prestó puede ir al que tomó el dinero o materiales y pedir que le devuelva todo. Es correcto ir a su hermano cuando tenga algo contra él y hablarle. (Mat. 18:15-17) Si no quiere hacer el debido pago, entonces el hermano afectado puede hablarle al siervo de congregación y hacer los arreglos para que se haga una investigación ante el comité, estando presente el ofensor. En una ocasión como ésta le será útil a uno tener un acuerdo escrito y firmado y entonces no se tratará de aceptar la palabra de una persona contra la de otra. Si se establece que hay culpa, el comité puede designar cierto período de tiempo, limitado pero razonable, para que el ofensor pague sus deudas o corrija los abusos que haya cometido.
15. (a) ¿Qué puede hacer una congregación si un hermano rehusa hacer o no hace la devolución o pago debido de algo que ha pedido prestado? (b) ¿Hay ocasión en que sea apropiado el acudir a un tribunal mundano para arreglar una deuda? (c) Antes de acudir a una corte, ¿qué debe considerarse?
15 Si el ofensor rehusa hacer el pago justo y apropiado, ¿entonces obra correctamente el hermano que le hizo el préstamo si lleva al hermano deudor a la corte y entabla juicio contra él? Las Escrituras nos aconsejan que llamemos tales asuntos a la atención de los hermanos maduros de la congregación y que no llevemos a un hermano ante los tribunales. (1 Cor. 6:1-10) Pero puede ser expulsado de la congregación, excomulgado, si es uno que comete extorsiones. Debe ser evitado desde entonces en adelante. El ser expulsado por la congregación es el mayor castigo que tal persona puede recibir a manos de los hombres, porque cuando hermanos maduros obran de acuerdo con el consejo de las Escrituras en realidad están obrando por Jehová y el juicio procede de su Palabra. El que una persona defraudada quiera enjuiciar a una persona expulsada o no es algo que ella tendrá que decidir. La persona expulsada ya no es hermano y la congregación ha agotado sus poderes en el caso, de modo que el único recurso sería acudir a los tribunales de ley del país. Pero vale la pena considerar los gastos que esto implicará en tiempo y dinero. Son costosos los pleitos legales y a veces resulta que los abogados se quedan con todo a través de sus honorarios. También hay que pensar en el oprobio que tal acción pública pudiera ocasionarle a la obra. Por eso es que un hermano no puede llevar a su hermano al tribunal; hay oprobio sobre la organización. El argumento de Pablo es que es mejor dejarse defraudar que ocasionarle oprobio a la congregación. Pero con una persona expulsada se trata de algo diferente, aunque la gente en general quizás no se dé cuenta de que el demandado haya sido expulsado. En caso de tomar acción legal, restitución de lo que se tomó debe ser la meta, y no venganza. La persona que hubiera de ir hasta tal extremo para que se le pagara una deuda debería tener el acuerdo en forma escrita desde el principio. O si el hermano contra quien se cometió el daño decide dejar el asunto, puede dejarlo en manos de Jehová, que escudriña el corazón de todos los hombres y conoce sus móviles y que da la recompensa de vida a los que hacen bien.—Rom. 12:17-19; 1 Cor. 5:11-13; Heb. 10:26-31.
16. ¿Cómo pueden los hermanos mostrar misericordia a los que les deben algo?
16 La misericordia tiene que entrar en muchos casos. Puede que una persona haya pedido prestado unos cuantos dólares y se le haya olvidado por completo hacer el pago, pero sin intención de defraudar. Debe permitírsele restaurar lo que debe y, si es recto de corazón, él querrá pagar lo que le debe al hermano. Y algunos hermanos quizás no tengan necesidad de lo prestado y quieran perdonar las deudas. (Mat. 6:12; 18:23-35; Luc. 7:41-43) Nadie tiene que esperar que se le perdone su deuda; no tiene que perdonársele, pero puede hacerse, por el amor en el corazón de un hermano. La conciencia y buen corazón en el deudor deben impelerlo a desear terminar con sus deudas, y, por lo menos, debe tratar de hacerlo. En algunos asuntos de poca importancia quizás el comité de la congregación decida recomendar que la deuda de una persona enferma y necesitada sea perdonada al tiempo que se efectúa la investigación, pero esto sólo puede ser una recomendación y el que dió prestado tiene que hacer la decisión final. Esto muestra lo importante que es tener hermanos sabios y maduros como siervos en el comité de la congregación.
17. (a) Al amonestar a una congregación en cuanto a una persona que no es honrada, ¿qué cuidado ha de tener un siervo? (b) ¿Se puede restablecer a un ofensor en la congregación?
17 Si se hacen anuncios a la congregación respecto a alguien que rehusa pagar sus deudas o que anda quitando dinero u otras cosas a las personas en la congregación, el siervo de congregación debe ser quien haga el anuncio y debe tener cuidado de evitar expresarlo de una manera calumniosa; simplemente dará a saber los hechos tal como existen o decir que una persona ha sido expulsada por falta de honradez o fraude. Entonces los que están en la congregación pueden estar informados de lo que está pasando y podrán proteger sus propios intereses y los intereses de sus hermanos. “Su maldad será puesta de manifiesto en la asamblea del pueblo.” (Pro. 26:26, 18, 19) Si alguien es expulsado y más tarde hace restitución de lo que debe, puede ser restablecido porque ha manifestado un corazón recto por su manera correcta de proceder. El restablecimiento se efectuará a discreción del comité. Este es un buen motivo para no llevar a un hermano al tribunal para arreglar el pago de una deuda.
18. ¿Qué cosa muestra que la parábola de Jesús en Lucas 16:1-8 no es una aprobación por él de la falta de honradez?
18 La falta de honradez no recibe la aprobación ni el aplauso de Jesús en la parábola que él dió en Lucas 16:1-8; Jesús nunca aprueba la injusticia. A algunos les ha parecido que el “señor” a quien se hace referencia en la parábola quiere decir el que la dió, Jesucristo, pero no es así; él no estaba alabando al mayordomo falto de honradez. Simplemente se hace una referencia al señor o amo del mayordomo injusto, que no pudo menos que admirar la astucia del mayordomo infiel. Jesús mostró cómo los mundanos se valen de sus recursos para asegurarse de su futuro. Los “hijos de la luz” también tienen que mirar hacia el futuro y utilizar sus posesiones y habilidades para agradar a Jehová y conseguir las riquezas perdurables de la vida eterna. (Vea La Atalaya del 1 de julio de 1948 para los detalles.)
PROTECCIÓN DE LOS ENEMIGOS
19. Cuando está siendo careado por enemigos, ¿qué puede hacer el cristiano para protegerse?
19 Cuando hombres inicuos están tratando de hacer daño a un cristiano o a algunos de sus hermanos o a la organización de Dios y ellos vienen y tratan de entremeterse en asuntos privados, ¿es necesario que el cristiano conteste a tales hombres malos? ¿Qué se puede hacer para la propia conservación de uno o la protección de cristianos, especialmente en tiempos de dificultad o persecución? Si usted sabe que un hombre malo está tratando de causarle daño a un hermano y él le pregunta a usted dónde puede hallar al hermano, no es necesario contestar. Jesús a menudo respondió a preguntas con otras preguntas, lo cual puso a sus opositores en mala luz. Esto muestra, también, cómo uno puede ser correctamente evasivo con hombres malos. (Mat. 15:1-6; 21:23-27; 22:15-21) Hay ocasiones, como las que existieron en el régimen de la Alemania nazista, en que es un crimen ser testigo de Jehová. Entonces si alguien pedía a una persona que se declarara en cuanto a si era testigo de Jehová o no y ésta contestaba que lo era, podía ser arrestada inmediatamente y echada en la prisión. En tal ocasión el individuo tendría que decidir por sí mismo lo que quería hacer. Pudiera concluir que es correcto decir simplemente: “Soy un cristiano,” o no decir absolutamente nada. Esto no sería negar a Cristo como el caso que se menciona en Mateo 10:33. En la República Dominicana al tiempo presente es contrario a la ley ser un testigo de Jehová. Esta ley severa fué formulada por el dictador en un esfuerzo por impedir que se llevara a cabo la obra de predicar allí. De modo que parecería imprudente el que una persona anduviera diciendo a todo el mundo que es testigo de Jehová, pero puede seguir adelante con la obra de decir a la gente las buenas nuevas contenidas en la Biblia y proteger sus propios intereses y los de la organización de Jehová por medio de no contestar preguntas a toda persona que se las haga.—Sal. 39:1.
20. En los Estados Unidos, ¿cuándo puede una persona rehusar testificar contra sí misma?
20 La Constitución de los Estados Unidos de la América del Norte dispone que una persona no está obligada a testificar en contra de sí misma. La Constitución se opone directamente al que se le obligue a uno a testificar contra sí mismo en autos criminales. También le da al testigo el derecho en cualquier procedimiento judicial o legislativo o ejecutivo de rehusar contestar una pregunta basándose en el punto de que pudiera incriminarlo. Una persona no tiene el derecho de negarse a contestar por motivo de que ello pudiera incriminar a alguna otra persona, pero bajo algunas circunstancias uno pudiera elegir quedarse callado y hacerle frente a la acusación de contumacia. (Vea la explicación en el párrafo 22.) La exención es individual y únicamente para el beneficio de la persona que la demanda. Se hacen leyes por medio de las cuales algunos individuos pueden perder su empleo si rehusan contestar las preguntas. Aun en casos en que esté envuelto el empleo no se puede obligar a una persona a incriminarse. Pero el hecho de que rehuse contestar—sea que lo incrimine o no—es base legal para despedirlo. Queda con el individuo decidir en cuanto a si quiere contestar las preguntas o sufrir el castigo que acompaña a su silencio.
21. (a) En países de habla inglesa, ¿cuándo puede una persona rehusar contestar preguntas que podrían incriminarla? (b) ¿Cuándo tiene que contestar? (c) ¿Qué acción injusta se efectuó contra Jesús?
21 No se practica ningún daño, sin embargo, si se retiene de alguien que no tiene derecho a saberla, información que incrimine. Un ejemplo de esto en países de habla inglesa es éste: cuando uno ha sido arrestado puede, si desea, abstenerse legalmente de dar información al policía que le haga preguntas que incriminarían a uno. No es necesario darle ninguna respuesta, porque no es asunto que le concierna al policía. Es asunto del tribunal. Pero cuando uno está en el tribunal y toma la silla de los testigos y jura que dirá la verdad, asuntos concernientes a la transacción hasta entonces confidenciales y posiblemente que incriminan ya no pueden retenerse sin correr el riesgo de ser acusado de contumacia, puesto que el juez tiene la autoridad para demandar una respuesta. Un hombre que haya sido acusado de un crimen no puede valerse de la exención mientras esté en la silla de los testigos testificando como demandado en su defensa y negarse a contestar preguntas acerca del crimen del cual él haya sido acusado. También el testigo tiene que decir todo lo que sabe acerca del crimen específico que está investigándose, pero ni el acusado ni el testigo puede ser obligado a testificar en contra de sí mismo tocante a otra transacción que pudiera implicar un crimen, en países de habla inglesa. Todos los hechos concernientes al suceso que está siendo juzgado tienen que contestarse. Si el acusado quiere evitar el incriminarse respecto a la transacción de que se trata no debe tomar la silla de los testigos si la ley del país le concede ese derecho; y en algunos países puede rehusar tomar la silla de los testigos. Aunque el acusado pueda rehusar testificar, un testigo cuya comparecencia sea obligatoria no puede rehusar tomar la silla de los testigos. Cuando uno toma la silla para testificar acerca de la transacción o el crimen de que se trata, por esa misma acción cede el derecho de valerse de su privilegio o exención de incriminarse respecto a esa transacción o crimen específico. Puede valerse de su exención en cuanto a otros crímenes o transacciones. Dicha exención también aplica a todos los testigos que comparecen ante los comités de investigación del Congreso estadounidense. No está implicado ningún crimen o transacción específicos. Ante tales comités le es apropiado a toda persona valerse de tal privilegio. La exención de incriminarse uno mismo es algo que por lo general está limitado a los países de habla inglesa. En el caso de Jesús en Mateo 26:63-65 (NM), el tribunal se excedió a su propio privilegio legal cuando el sumo sacerdote puso a Jesús bajo juramento para que dijera si él era el Cristo, el Hijo de Dios, o no. Jesús contestó: “Eso era para que usted lo dijera. Sin embargo, les digo a ustedes: De aquí en adelante verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo en las nubes del cielo.” Jesús fué obligado injustamente a dar una respuesta y lo que en total resultó de su respuesta indica que el sumo sacerdote entendió que su contestación era en la afirmativa.
22. Bajo gobierno totalitario, cuando los cristianos fueron puestos bajo juramento, ¿entre qué maneras de proceder podían escoger?
22 Aun estando bajo juramento en los tribunales surgieron circunstancias en países totalitarios, por ejemplo bajo el dominio de Hitler, en que los hermanos se hallaron frente a dos malas alternativas. Una era decir todo lo que uno sabía e incriminar a los hermanos y exponerlos a la persecución y castigo y también acarrearse una sentencia uno mismo. La otra era negarse a contestar preguntas mientras ocupaba la silla de los testigos y ser acusado de contumacia. Hoy día en casos parecidos le toca al individuo decidir si quiere contestar o no. El negarse a hacerlo significa castigo. Puede escoger entre permanecer callado y ser encarcelado o hablar y multiplicar su castigo o perjudicar a sus hermanos. No puede elegir en cuanto a mentir pero sí puede en cuanto a negarse a contestar, recordando que tiene que pagar la pena que le imponga César, la cual puede ser años de prisión. El cristiano no mentirá bajo juramento, y por eso los que estaban en la Alemania nazista tuvieron que sufrir las consecuencias de vivir donde no había ninguna justicia, donde era un crimen ser cristiano. Jehová les dió la fuerza y sabiduría para aguantarlo. Sin embargo, esto no quiere decir que una persona siempre debería quedarse en silencio ante un tribunal injusto. Hay veces que se puede lograr el bien para la honra del nombre de Jehová por medio de dar un testimonio denodado. Jesucristo señaló que sus seguidores comparecerían ante los gobernantes para dar un testimonio y que hablarían. (Mat. 10:17-20) Los capítulos 22 y 26 de los Hechos muestran cómo Pablo dió un testimonio con denuedo y tino ante las autoridades. Así que queda con el cristiano acusado el decidir si es prudente en las circunstancias en que se encuentra hablar libremente o no, pero si uno decide hablar tiene que decir la verdad.
23. ¿Mintió Jesús cuando estuvo bajo juramento?
23 Algunos hombres han dicho que tales circunstancias como las que prevalecieron en Alemania nazista justificarían el mentir bajo juramento, pero la Biblia no dice eso. Jesús contestó cuando estaba bajo juramento, diciendo la verdad, aunque dijo poco. No hay ninguna indicación en la Biblia de que Jesús jamás haya mentido. Sus palabras en Juan 7:8 (NC; BC): “Vosotros, subid a la fiesta; yo no subo a esta fiesta,” y luego el hecho de que más tarde subió a la fiesta, son algo a que han acudido los que han querido justificar el acto de decir una falsedad; pero, una consideración de la Traducción del Nuevo Mundo y la Versión Moderna muestra que Jesús en realidad no dijo una falsedad. Dijo: “Yo no subo todavía a esta fiesta.”
24. ¿Qué aprendemos de la amarga experiencia de Pedro?
24 En Mateo 26:69-75 se registra cómo Pedro negó a Jesús con juramento. Cuando se hace un juramento tiene que decirse la verdad. Lo que Pedro hizo ciertamente no fué correcto. Él lo sabía, porque después lloró amargamente. Su conciencia le molestaba. Jesús no le había puesto tal ejemplo a él. Hizo mal, pero es patente que en este caso Jehová le mostró bondad inmerecida a Pedro y lo perdonó, porque más tarde fué usado para llevar adelante el trabajo de los cristianos primitivos y servir a los hermanos. El buen proceder de Jesucristo y las amargas experiencias de Pedro les sirven de ejemplos a los cristianos modernos.
25. ¿Qué puntos sacan a relucir algunos, y qué podemos esperar?
25 A varios personajes de la Biblia se les ha acusado de haber mentido, tal como a Jacob, Rahab, los gabaonitas, David y otros, pero no hay registro en la Biblia de que ellos hayan recibido la desaprobación divina por causa de ello. La manera en que deben entenderse estos casos en que aparentemente se mintió es algo que se considerará en otro artículo que esperamos publicar en La Atalaya.
LOS VOTOS Y EL HACER LO CORRECTO
26, 27. ¿Cómo es posible que una persona viva una mentira?
26 Los que entran en la asociación de la sociedad del Nuevo Mundo de Jehová y se dedican al servicio de Jehová hacen un voto el que no pueden quebrar sin que resulte en el debido castigo. Los que hacen esos votos tienen que cumplir todos los términos de su dedicación, lo cual significa plena obediencia a Jehová, el Dios Todopoderoso. (Deu. 23:21-23) O si uno viene a tener un conocimiento de la verdad y sabe lo que es correcto, él también tiene la responsabilidad de hacer lo que es correcto ante Jehová. Por eso, sea que uno se dedique a Dios o simplemente profese ser una persona cristiana temerosa de Dios, aun así se requiere de uno que haga lo que es recto y observe la verdad. “Si hacemos la declaración: ‘Estamos teniendo comunión con él,’ y sin embargo seguimos andando en las tinieblas, estamos mintiendo y no estamos practicando la verdad. Pero, si estamos andando en la luz así como él mismo está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Juan 1:6, 7, NM) Eso quiere decir que estamos viviendo una mentira si pretendemos ser algo que no somos, que es exactamente lo que hicieron Ananías y Safira. El clero inicuo de los días de Jesús también lo hizo. Todos los que son infieles se hacen mentirosos. El emprender una manera de actuar incorrecta es en realidad una negación de Cristo Jesús. “¿Quién es el mentiroso si no es aquel que niega que Jesús es el Cristo?”—1 Juan 2:22, NM.
27 Jehová nos ha dado muchas instrucciones en su Palabra de verdad para que podamos equiparnos para vida en su nuevo mundo, y se entiende que hemos de observar sus mandamientos. Jehová ha hecho una provisión misericordiosa mediante Cristo para quitar la inhabilidad y el pecado que nos han sobrevenido por medio de la primera gran mentira. Si le servimos apropiadamente obedeceremos los mandamientos que Jehová nos ha dado por medio de su Hijo. Los que pretenden ser siervos de Dios, cristianos, pero que no observan los mandamientos son mentirosos en realidad y viven una mentira. “Y por esto conseguimos el conocimiento de que hemos llegado a conocerlo, a saber, si seguimos observando sus mandamientos. El que dice: ‘He llegado a conocerlo,’ y sin embargo no está observando sus mandamientos, es mentiroso, y la verdad no está en esta persona.”—1 Juan 2:3, 4, NM.
LA CONCIENCIA
28. ¿Qué es una conciencia cristiana, y cómo es ésta una guía para hacer lo correcto?
28 Jehová ha dado una conciencia a los humanos. Esa conciencia puede ser buena o mala. El apóstol Pablo escribió a Timoteo acerca de personas de los postreros períodos de tiempo que tendrían su conciencia marcada con un hierro de marcar. Estos son los que se apartan de las enseñanzas de Dios. Son aquellos a quienes no les duele la conciencia al cometer males. Pero el cristiano debe tener una buena conciencia. Debe sentirse seguro en el hecho de que está haciendo lo correcto, de que en todo está apegándose a la verdad. Nos es preciso tener una buena conciencia ante Jehová para poder tener éxito en nuestra fe, “reteniendo la fe y una buena conciencia, la cual algunos han echado a un lado, y han experimentado naufragio respecto a su fe.” (1 Tim. 1:19, NM) Cuando llegamos a tener un conocimiento de la verdad dejamos atrás la conciencia mala y por medio de la provisión que Jehová ha hecho nos hacemos puros. “Acerquémonos con corazón sincero en plena seguridad de fe, habiendo tenido nuestro corazón rociado de una conciencia inicua y nuestro cuerpo lavado con agua limpia.” (Heb. 10:22, NM) La conciencia cristiana, instruída por la Palabra de Dios, es una buena guía para hacer lo correcto, haciendo innecesario el que se establezca un código de reglas semejante al Talmud. El cristiano tiene que considerar individualmente los consejos que nos da la Palabra de Jehová para determinar qué es lo correcto y decidir qué es lo que debe hacer él cuando se halle confrontado con la necesidad de escoger entre contestar o no contestar.
29. ¿Por qué es una bendición el tener una buena conciencia?
29 Para poder hacer lo que es correcto y decir la verdad a menudo tenemos que sufrir en manos de perseguidores y de aquellos del mundo que se oponen a lo que es bueno. Al hacer lo que es correcto participamos en el testimonio respecto al Dios Todopoderoso y tenemos parte en la vindicación de su nombre. Es agradable tener una buena conciencia; pero le es un tormento a una persona el decir mentiras e ir por el mal camino y tener una mala conciencia. Si uno dice la verdad no tiene que preocuparse en cuanto a que lo que esté diciendo esté de acuerdo con lo que haya dicho anteriormente. Los que practican el mentir siempre tienen que estar encubriendo sus huellas. ¿Por qué pasar toda la vida en un estado de angustia, tratando de encubrir las mentiras? ¿Por qué no decir la verdad en toda ocasión y disfrutar de la vida con una conciencia limpia? Si uno tiene que sufrir por decir la verdad, no es tan difícil aguantar cuando uno se siente con confianza en su conciencia ante Jehová. Es un privilegio sufrir por hacer lo correcto y mantener una buena conciencia.—1 Ped. 2:19, 20, NM.
30. ¿De qué manera recibimos beneficio nosotros y nuestros hijos del tener corazones puros y mantenernos apegados a la organización de Jehová?
30 De todas las cosas que hacemos en nuestra vida, lo principal que queremos hacer es agradar a Jehová. Queremos hacer lo que le agrade a Dios. Por eso nos apegamos estrechamente a la organización que Jehová ha edificado y hacemos lo que su Palabra nos dice que hagamos. Tenemos que evadir las malas influencias de este viejo mundo y no aprender de su ambiente la moral. Estamos obligados a hacer hasta donde más y mejor podemos las cosas que Jehová quiere que hagamos. Llene el corazón con la verdad; entonces será la verdad lo que se hable. (Mat. 12:34; Fili. 4:8) Nos es patente que Jehová escudriña los pensamientos más recónditos hasta en lo más profundo de nuestro corazón, examinando nuestros móviles para determinar si son buenos o malos. Si estamos diciendo la verdad podemos esperar tener el favor de Jehová. Y nuestros hijos tendrán su favor también, porque ellos verán en sus padres el ejemplo apropiado y serán veraces ante Jehová también. Por supuesto, es esencial entrenar a los hijos a decir la verdad desde temprano en su vida.
31. ¿Por qué son necesarias la veracidad y la justicia entre los que componen la sociedad del Nuevo Mundo?
31 Es verdad, cometemos errores; pero contamos con la misericordia de Jehová Dios y el amor de nuestros hermanos, mientras hacemos cuanto mejor podemos el trabajo que Jehová Dios ha dado a su sociedad del Nuevo Mundo en estos tiempos postreros. Sólo hay un grupo de personas hoy día que retienen su integridad y que mantienen en alto los principios de verdad y justicia de la Palabra de Dios, y estas personas son las que constituyen la sociedad del Nuevo Mundo. Es justo y agradable a la vista de Dios que los que son siervos suyos sean puros y rectos y limpios, que digan la verdad, que sean justos y honrados en sus tratos con sus hermanos, y que conserven la paz y unidad de la organización. No permitamos ningún proceder injusto o incorrecto entre los que se asocian con la organización teocrática de Jehová. Seamos justos en nuestros tratos los unos con los otros y aprendamos a vivir para el nuevo mundo ahora, para que podamos vivir en el nuevo mundo entonces cuando esté en pleno funcionamiento.—Efe. 4:15, 16, NM.