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“Si lo visita un testigo de Jehová”La Atalaya 1973 | 15 de septiembre
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El recluso notó que no había un solo texto bíblico en todo el libro y le preguntó al capellán por qué. El capellán se molestó todavía más y ha puesto en cada celda donde hay anglicanos una hoja suelta intitulada: ‘Qué decir si lo visita un testigo de Jehová.’ El recluso rehusó ser disuadido y está resuelto a aprender más acerca de Jehová y su propósito amoroso.”
De modo que las buenas nuevas acerca del reino de Jehová continúan siendo predicadas, hasta en lugares en que parece muy improbable, incluso las prisiones literales.
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El apóstol Pablo... celoso por la justiciaLa Atalaya 1973 | 15 de septiembre
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El apóstol Pablo... celoso por la justicia
ENTRE las notables características que manifestó Jesucristo, el Hijo de Dios, mientras estuvo en la Tierra fue su amor a lo recto y su odio a lo injusto. Por ejemplo, habló sin ambages cuando expuso a los hipócritas religiosos de su día. Así como se había predicho de él, ‘amó la justicia y odió la iniquidad.’—Sal. 45:7; Mat. 23:2-32; Juan 8:44.
Un sobresaliente ejemplo de un individuo que imitó claramente a Jesús en este respecto fue el apóstol Pablo. De hecho, aun antes de llegar a ser seguidor de Cristo fue sumamente celoso por lo que creía que era correcto. Por eso Pablo nos dice: “Hasta el punto de exceso seguí persiguiendo a la congregación de Dios y devastándola, y . . . era . . . celoso por las tradiciones de mis padres.” También dice: “Si algún otro cree que tiene base para confianza en la carne, yo con más razón: . . . respecto a celo, persiguiendo a la congregación; respecto a la justicia que es por medio de ley, uno que se probó intachable.”—Gál. 1:13, 14; Fili. 3:4-6.
Cuando llegó a ser cristiano, continuó siendo celoso, pero entonces su celo se dirigía apropiadamente. “Inmediatamente en las sinagogas se puso a predicar a Jesús, que Éste es el Hijo de Dios. . . . Saulo [Pablo] siguió adquiriendo tanto más poder y confundía a los judíos que moraban en Damasco al probar lógicamente que éste es el Cristo.” (Hech. 9:20, 22) Habló “denodadamente en el nombre del Señor; y hablaba y disputaba con los judíos de habla griega. Pero éstos hicieron esfuerzos por quitarle la vida.” Pablo dijo que otros deberían ser imitadores de él así como él era de Cristo. ¿Hace usted esto?—Hech. 9:28, 29.
El apóstol Pablo mostró su amor a la justicia y su odio a lo que es malo por la fuerte lucha que llevó a cabo contra los deseos pecaminosos de su carne. No cedió débilmente al pecado. De hecho, como dice: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo.”—1 Cor. 9:27; Rom. 7:15-25.
Pablo también manifestó celo por la justicia al tratar con sus hermanos. Por eso cuando Pablo llegó a Antioquía resistió a Pedro “cara a cara, porque se hallaba condenado. Porque antes que llegaran ciertos hombres de parte de Santiago, comía con la gente de las naciones; mas cuando éstos llegaron, se puso a retirarse y a separarse, por temor a los de
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