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Libro bíblico número 35: Habacuc“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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mediante fe: “Que por ley nadie es declarado justo para con Dios es evidente, porque ‘el justo vivirá a causa de la fe’”. También escribió, en su carta a los hebreos, que los cristianos deben mostrar una fe viva, que conserve el alma, y de nuevo se refirió a las palabras de Jehová a Habacuc. Sin embargo, Pablo no solo cita las palabras de Habacuc: “mi justo vivirá a causa de la fe”, sino también las palabras siguientes del profeta, según la Septuaginta griega: “Si se retrae, mi alma no se complace en él”. Entonces da este resumen: Nosotros somos “de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma” (Rom. 1:17; Gál. 3:11; Heb. 10:38, 39.)
13. ¿Qué recalca en cuanto a los juicios de Dios el cumplimiento exacto de las profecías de Habacuc contra Judá y Babilonia?
13 La profecía de Habacuc es muy provechosa hoy día para los cristianos, que necesitan energía vital. Enseña a cifrar confianza en Dios. También es provechosa para dar advertencia a otros sobre los juicios de Dios. La lección de la advertencia es contundente: No vea los juicios de Dios como juicios que se demoran demasiado; ‘sin falta se realizarán’. (Hab. 2:3.) La profecía de que Babilonia destruiría a Judá se realizó infaliblemente, y sin falta Babilonia misma fue capturada cuando la ciudad cayó ante los medos y los persas en 539 a.E.C. ¡Qué advertencia para que creamos las palabras de Dios! Por eso el apóstol Pablo consideró provechoso citar de Habacuc al advertir a los judíos de su tiempo que no fueran infieles: “Cuiden que no les sobrevenga lo que se dice en los Profetas: ‘Contémplenlo, escarnecedores, y admírense de ello, y desaparezcan, porque obro una obra en sus días, una obra que ustedes de ninguna manera creerán aunque alguien se la contara en detalle’”. (Hech. 13:40, 41; Hab. 1:5, LXX.) Los judíos sin fe no quisieron escuchar a Pablo, tal como no habían creído la advertencia de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén, y sufrieron las consecuencias de su falta de fe cuando los ejércitos de Roma devastaron Jerusalén en 70 E.C. (Luc. 19:41-44.)
14. a) ¿Cómo estimula la profecía de Habacuc a los cristianos de hoy a tener una fe firme? b) Como se declara en la profecía, ¿qué confianza gozosa pueden tener ahora los que aman la justicia?
14 Hoy, igualmente, la profecía de Habacuc estimula a los cristianos a tener una fe firme mientras viven en un mundo violento. Les ayuda a enseñar a otros y a contestar la pregunta que por todo el mundo han hecho muchos: ¿Ejecutará Dios venganza contra el inicuo? Note de nuevo las palabras de la profecía: “Manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde”. (Hab. 2:3.) Sean cuales sean las conmociones que ocurran en la Tierra, el resto ungido de los herederos del Reino recuerdan las palabras de Habacuc en cuanto a los actos de venganza de Jehová en el pasado: “Saliste para la salvación de tu pueblo, para salvar a tu ungido” (3:13). Jehová es ciertamente el “Santo” de ellos, desde hace mucho tiempo, y la “Roca” que censurará al injusto y dará vida a aquellos a quienes abraza con amor. Todos los que aman la justicia pueden regocijarse con su Reino y soberanía, y decir: “En cuanto a mí, ciertamente me alborozaré en Jehová mismo; ciertamente estaré gozoso en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor Soberano es mi energía vital” (1:12; 3:18, 19).
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Libro bíblico número 36: Sofonías“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Libro bíblico número 36: Sofonías
Escritor: Sofonías
Dónde se escribió: Judá
Cuándo se completó: Antes de 648 a.E.C.
1. a) ¿Por qué era apropiado para su tiempo el mensaje de Sofonías? b) ¿Cómo se ajustaba a la situación el significado de su nombre?
TEMPRANO en el reinado del rey Josías de Judá (659-629 a.E.C.), cuando cundía con desenfreno la adoración de Baal y “los sacerdotes del dios extranjero” llevaban la delantera en esta adoración inmunda, el pueblo de Jerusalén debe haberse sorprendido por el mensaje que proclamó el profeta Sofonías. Aunque él probablemente era descendiente del rey Ezequías, de la casa real de Judá, Sofonías criticó severamente las condiciones en que se hallaba la nación. (Sof. 1:1, 4.) Su mensaje anunciaba ruina. El pueblo de Dios se había hecho desobediente, y solo Jehová podía restaurarlo a la adoración pura y bendecirlo para que sirviera como “un nombre y una alabanza entre todos los pueblos de la tierra” (3:20). Sofonías señaló que solo por intervención divina podría alguien ‘ser ocultado en el día de la cólera de Jehová’ (2:3). ¡Cuán
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