Escogiendo una traducción moderna de la Biblia
¿A QUÉ se debe que haya traducciones modernas de la Biblia? ¿No son las antiguas, como las versiones Valera y Torres Amat, en español, y la King James y la Douay, en inglés, suficientemente buenas? Son buenas, sin duda, y han ayudado a un sinnúmero de personas a tener fe en Dios y en su Palabra, la Biblia. Pero, ¿podría haber mejores traducciones?
Sí, podría haber, y hay mejores traducciones de la Biblia que las versiones Valera y Torres Amat, en español, y la King James y la Douay, en inglés, y eso se debe a varias razones. Se reconoce que sería difícil hallar una traducción en inglés de más hermosura literaria que la King James. No obstante, se ha hecho esta observación prudente: “El primer deber de un traductor es transmitir tan claramente como pueda lo que haya escrito el autor original. No debe tratar de inyectar calidad retórica . . . que en verdad pertenece más a la era de Isabel I de Inglaterra que a los originales hebreos. . . . Ciertamente sería peligroso dar prioridad a la forma de la traducción más bien que al significado.”
Una razón por la cual las traducciones modernas quizás sean mejores que las antiguas como la King James de 1611 es que el idioma inglés mismo ha cambiado en el transcurso de los años. Por ejemplo, “to let” solía significar “impedir.” Hoy el significado que por lo general se le atribuye a la expresión es exactamente lo contrario, “permitir.” (2 Tes. 2:7) Así mismo, “to prevent” solía significar “ir delante” o “preceder.” Hoy significa “impedir que suceda.” (1 Tes. 4:15) “Conversation” solía significar “conducta.” Hoy con mayor frecuencia se refiere a hablar con otra persona. (Fili. 1:27) Y para la mayoría de las personas hoy “shambles” no se refiere a una “carnicería,” como era el caso en el pasado, sino a una “escena de destrucción.”—1 Cor. 10:25.
El progreso que se ha logrado en entender el griego en el cual se escribieron las Escrituras Cristianas también ha hecho posible traducciones mejores. Se han encontrado antiguos escritos en papiro que mostraron el uso cotidiano de ciertas palabras que no se entendían bien. Así, se creía que “Raca” sencillamente significaba “tipo vanidoso,” pero eso no encajaba con la manera severa en que Jesús condenó el uso de ella. (Mat. 5:22, VA, margen) Sin embargo, ahora, debido al hallazgo de una carta en papiro, el docto E. Goodspeed ha dicho que “Raca” era un nombre inmundo “que a veces se oía de los labios de gente de boca inmunda pero jamás se veía impreso.” La Traducción del Nuevo Mundo la vierte “una palabra execrable de desdén.”
Otro ejemplo es el del verbo apekho, que se traduce “tener” en traducciones más antiguas, pero que significa “tener por completo,” y que se usaba “como expresión técnica al hacer un recibo,” según se explica en el Expository Dictionary of New Testament Words de Vine. Así, Jesús, al condenar a los que hipócritamente exhiben su caridad, dijo que “ya disfrutan de su galardón completo.” Eso es absolutamente todo lo que recibirán, la alabanza de los hombres, lo cual era exactamente lo que querían.—Mat. 6:2.
Las traducciones modernas a menudo aclaran el sentido de las metáforas que usaron los hebreos o griegos pero que quizás no conozcamos nosotros. Así, 1 Pedro 1:13 (VA) dice “cíñanse los lomos de su mente.” Sin embargo, se les hace mucho más entendible a los lectores del día moderno la traducción: “fortifiquen su mente para actividad.”—NM.
Especialmente útil para mejorar las traducciones de la Biblia ha sido el descubrimiento de manuscritos más antiguos. En el tiempo que se hizo la traducción de la King James Version solo había disponibles unos cuantos manuscritos griegos y éstos eran de origen algo reciente. Pero desde entonces han salido a luz muchos excelentes manuscritos en vitela de las Escrituras reunidas, algunos hasta del siglo cuarto de nuestra era común. También se han descubierto manuscritos y fragmentos en papiro que datan del siglo tercero y hasta del siglo segundo E.C. Por lo general, mientras más antigua es la copia, menos probabilidad hay de que haya sufrido cambios al ser copiada.
Y tampoco ha de pasarse por alto el factor de un entendimiento mejorado de la Palabra de Dios. Este se ha realizado tal como se predijo. “La senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.” (Pro. 4:18) A medida que se obtiene mejor entendimiento de los propósitos de Dios, con más exactitud se puede traducir la Palabra de Dios.
TIENE QUE SER EXACTA
Sobre traductores de la Biblia al inglés, bien se ha dicho que su responsabilidad principal es verter el significado bíblico tan exactamente como sea posible al inglés apropiado.
Esta es una posición contra la cual sería difícil presentar argumentos, y no obstante comparativamente pocos traductores al inglés han obrado de acuerdo con ello tocante al nombre distintivo de Dios, Jehová. En las Escrituras Hebreas éste se representa por el tetragrámaton, es decir, la “palabra de cuatro letras” YHWH. No existe duda en cuanto a su importancia, porque no solo aparece más de 6.900 veces, sino que se usa para referirse al Creador con mayor frecuencia que todas las otras designaciones empleadas en esas Escrituras.
La importancia del nombre Jehová se puso de relieve en el Prefacio de la American Standard Versión, 1901, que, entre otras cosas, declaró: “Este Nombre Memorial, que se explica en Éxo. iii. 14, 15, y que recibe énfasis como tal, vez tras vez en el texto original del Antiguo Testamento, designa a Dios como el Dios personal, . . . el Amigo de su pueblo; . . . el Ayudador que siempre vive . . . Este nombre personal, con su abundancia de asociaciones sagradas, ahora se restaura al lugar del texto sagrado al cual tiene un derecho indisputable.”
Aunque fue hace casi setenta años, que se expresó ese punto de vista, lo afirma una de las traducciones eruditas más recientes, The Jerusalem Bible. Aunque muchas de sus notas al pie de la página tienen sabor a alta crítica de la Biblia, esta traducción restaura el nombre de Dios a su lugar legítimo, pero prefiere la forma “Yahweh,” o, en su versión en español, “Yahvéh.” El prólogo del editor dice, entre otras cosas: “Es con vacilación que se ha usado esta forma exacta, y sin duda los que quieran usar esta traducción de los Salmos pueden sustituirla con la forma tradicional ‘el Señor’. Por otra parte, esto sería perder mucho del sabor y significado de los originales. Por ejemplo, decir ‘El Señor es Dios’ ciertamente es tautología [repetición innecesaria o redundancia], en cambio decir ‘Yahweh es Dios’ no lo es.”
De todas las muchas traducciones modernas de la Biblia al inglés, pocas de veras son exactas en este asunto. Entre las pocas están la Emphasised Bible de Rotherham, la cual traducción también usa la forma “Yahweh,” y Young’s Literal Translation of the Holy Bible, la American Standard Version y la Traducción del Nuevo Mundo en inglés, que usan la forma “Jehovah” (Jehová).
LA VIRTUD DE LA CONSISTENCIA
Aunque la virtud de la consistencia no es asunto que se deba llevar a extremos en lo que toca a la traducción de la Biblia, sí parece que muchas traducciones no dan suficiente consideración a este factor, o permiten que sus prejuicios religiosos intervengan. Como se ha observado bien: “Debe haber consistencia en la traducción de las palabras técnicas cuyo contenido de significado está claramente fijo, no permitiendo que la traducción empañe las distinciones transmitidas por las diferentes palabras usadas en el original. En el Nuevo Testamento hay una distinción entre ‘Hades’ y ‘Gehena.’ La primera voz es el equivalente griego de la palabra hebrea ‘Seol,’ el mundo de los muertos; la última es el lugar final de castigo para los inicuos.”—Why So Many Bibles, Sociedad Bíblica Norteamericana.
Sin embargo, algunas traducciones, como Today’s English Version, The New Testament in the Language of Today (por W. F. Beck), y la del monseñor Knox son doblemente inconsistentes al usar más de una palabra inglesa para traducir Haides, una de las cuales es “hell” (infierno); y traducen tanto Géenna como Haides con la palabra inglesa “hell” (infierno). Entre las que son consistentes en esto están la American Standard Version y la Traducción del Nuevo Mundo en inglés.a—Mat. 5:22; 10:28; 11:23; 16:18.
Muchos traductores también demuestran falta de consistencia al no establecer distinción entre doulos, que significa esclavo comprado, y diákonos, que significa siervo o ministro. En las Escrituras al hablar de los cristianos se hace referencia a ellos como esclavos debido a que han sido comprados con un precio; de modo que son esclavos de Jehová Dios y de Jesucristo sus Amos. No son simples siervos empleados, libres para renunciar cuando quieran. Evidentemente a muchos traductores no les gusta el sonido de la palabra “esclavo,” pero los escritores de la Biblia tuvieron una razón para usarla en vez de “siervo.” Entre los pocos que son consistentes tocante a esto están el New Testament de C. B. Williams y la Traducción del Nuevo Mundo.—Rom. 1:1; 1 Cor. 7:23.
Los ejemplos antedichos solo son unos cuantos de los muchos ejemplos que se podrían citar para mostrar que los traductores de la Biblia a veces son inconsistentes. También muestran el valor de la consistencia para que el lector capte el sentido de lo que se escribió originalmente.
UNA TRADUCCIÓN FIEL
La traducción de la Biblia de ninguna manera es fácil. En muchos casos los méritos de cierta manera de verter son relativos. Con eso se da a entender que la evidencia no es inequívoca. Así, bastantes de los manuscritos mejores y más antiguos quizás digan una cosa, mientras que un número menor de manuscritos, pero no obstante que se tienen en alta estima, dicen otra.
Sin embargo, a veces los traductores revelan infidelidad al texto original. Por ejemplo, la versión Catholic Confraternity dice que Jesús le preguntó a su madre, en el banquete de las bodas de Caná: “¿Qué quieres que yo haga, mujer?” Esto es exactamente lo contrario de la manera en que el monseñor católico romano Knox vierte el texto: “No, mujer, ¿por qué me molestas con eso?” Es obvio que la Confraternity permitió que su prejuicio religioso influyera en su manera de verter.—Juan 2:4.
Respecto al traductor bíblico Phillips se nos dice que hace caso omiso de “la primera, segunda y última regla del traductor: ser fiel al original. ¿Por qué le pareció necesario, por ejemplo, traducir en Lucas 24:49: ‘Ahora les entrego a ustedes el [mandamiento] de [mi] Padre,’ cuando el significado claro del texto es: ‘Y yo mismo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre ha prometido’? La referencia que se hace a la venida futura del Señor en 2 Timoteo 4:8 ‘a todos los que han amado su aparecimiento’ se pierde en ‘a todos [los] que han amado lo que han visto de él.’” Después de alistar otros ejemplos, esta crítica pasa a decir: “Se podrían citar otros ejemplos, pero éstos bastan.”—Why So Many Bibles.
Otra traducción moderna a la que se le puede imputar falta de fidelidad al original es la New Translation of the Bible de Moffatt. Vez tras vez arregla capítulos y versículos a su antojo tanto en las Escrituras Hebreas como en las Escrituras Griegas Cristianas. En particular está expuesto a ser censurado lo que hace con el libro de Isaías, al arreglar el orden de los capítulos y los versículos a su antojo. El Rollo del Mar Muerto de Isaías, que tiene unos mil años más de antigüedad que el texto masorético aceptado, deja al Dr. Moffatt sin justificación alguna para tal nuevo arreglo de Isaías. Esto dificulta el hallar ciertos textos bíblicos.
¿ES UNA TRADUCCIÓN ÚTIL?
A veces es posible que el traductor concienzudo se sienta justificado al añadir una palabra o dos para aclarar el significado. Sin embargo, siempre hay el peligro, cuando se hace esto, de extraviar al lector. Así, en un esfuerzo por ayudar al lector el traductor de Today’s English Version reemplazó “él” con “Cristo” en 1 Juan 3:2. Sin embargo, se equivocó en esto, porque aquí se hace referencia a Jehová Dios y no a Jesucristo, como se ve claramente del versículo precedente. Igualmente en 1 Timoteo 6:15, él agregó “Dios” al texto y así extravía al lector, puesto que el apóstol hablaba acerca de que Cristo es el “feliz y único Potentado, el Rey de los que gobiernan como reyes y Señor de los que gobiernan como señores.”—Compare con el 1 Ti 6 versículo 14.
Cuando se hace en armonía con el contexto y libre de prejuicio religioso, el verter así puede ser muy útil. Así, Mateo 26:26 (NM) dice: “Esto significa mi cuerpo,” porque obviamente esto es lo que Jesús quiso decir, puesto que todavía tenía su propio cuerpo y por eso el pan no pudo haber sido literalmente su cuerpo. Igualmente cuando koimaomai, una palabra que se usa para referirse a dormir, se usa para referirse a la muerte, la Traducción del Nuevo Mundo comúnmente dice “se durmió [en la muerte],” como en Hechos 7:60. Los corchetes muestran que “en la muerte” no se halla en el original.
Esta misma traducción también es muy útil cuando vierte la palabra kyrios, que significa “señor” o “amo.” Siempre que el contexto indica que se hace referencia a Jehová Dios, vierte kyrios como “Jehová.” ¿Es esto demasiado radical? No, porque en todo caso salvo uno ésta es la manera en que también han vertido kyrios varias versiones hebreas. (Mat. 1:20, 22) Especialmente es adecuado el nombre Jehová en las Escrituras Griegas Cristianas cuando éstas citan de las Escrituras Hebreas donde se usa “Jehová.”—Mat. 3:3; 4:7, 10.
Hoy la persona que estudia la Biblia en inglés tiene muchas traducciones modernas de las cuales escoger. Sin embargo, por mucho el mayor número de ellas solo consisten en las Escrituras Griegas Cristianas. Algunas de estas traducciones han cobrado gran popularidad gracias a su fluidez de lenguaje y muchos giros aptos del habla o expresiones oportunas. Sin embargo, como se ve por los ejemplos antedichos, éstas están propensas a equivocarse al tomarse demasiadas libertades, debido a mal entendimiento o debido a prejuicio religioso. Puesto que la exactitud y la confiabilidad son los requisitos más importantes de una traducción bíblica moderna, parecería que una traducción que es principalmente literal es la que ha de preferirse, especialmente por los lectores que tienen fe en que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios. ¿Qué traducción cree usted que es la más deseable para usted?
[Nota]
a Sin embargo, para ser consistente la American Standard Version debería haber dejado sin traducir Tártaros, en vez de traducirla “hell” (infierno).—2 Ped. 2:4.