Una nueva administración de los asuntos de la Tierra
1. ¿Qué problema o pregunta ha preocupado siempre a las personas que raciocinan?
EL PROBLEMA que siempre ha preocupado al hombre que raciocina es: ¿Cuál es el propósito de todo ello? Mira a su alrededor a la belleza de la Tierra, piensa en el lugar excelente que podría ser en el cual vivir, pero ve suceder tantas cosas que traen angustia y tristeza. No obstante aun con eso, la mayoría de las personas disfrutan de la poca vida que tienen, pero luego ésta se acaba. ¿Cuál es el propósito de vivir un corto tiempo, solo para morir? No parece razonable. Por ejemplo, vemos a un joven que tiene una mira elevada en la vida. Tiene la meta altruista de equiparse para ayudar a su prójimo. Estudia con ahínco, asiste a una universidad, con planes de ser doctor o cirujano o ingeniero. Acumula mucha información, de modo que su valor para la humanidad no se puede calcular en dinero. No obstante, cuando apenas ha comenzado a aplicar su erudición y habilidad para provecho de su semejante es llamado a la guerra y una bala de parte de alguien que nunca lo vio antes corta su vida. ¡Qué pérdida!
2. ¿Qué cambio hay en el futuro para la Tierra, y por qué será deseable?
2 En vista de esto, ¿deberíamos darnos por vencidos y renunciar a la búsqueda de un propósito en la vida? No, porque está disponible una respuesta y es una respuesta que satisface a grado cabal la mente y el corazón. Aunque la situación que se acaba de describir ha sido el caso durante seis mil años de historia humana, todavía hay mil años por venir que serán gobernados por una administración tan poderosa y sabia y tan provechosa para la humanidad que todos los daños de los pasados seis mil años serán borrados completamente. Sí, completamente... al grado de que el recordar aun los acontecimientos más entristecedores del mundo no podrá enturbiar en lo más mínimo a los súbditos que vivan bajo esa administración. Examinemos y consideremos muy cuidadosa y analíticamente la respuesta. El análisis que se hará se encuentra en Revelación, capítulo veinte, versículos cuatro al seis.
3. ¿Qué habrá de tener lugar antes de que puedan venir las bendiciones susodichas?
3 Revelación, capítulo diecinueve, acaba de describir cómo la guerra final de la Tierra, el Har–Magedón, elimina toda la iniquidad. Los versículos de apertura del capítulo veinte muestran la fuente de la iniquidad, Satanás y sus demonios, atados (como se discutió en nuestros últimos dos números). Ahora no hay nada que impida la bendición plena y completa de la humanidad. Comienza el día sabático de mil años para la humanidad. Consideraremos, oración por oración, la descripción de la visión de la nueva administración de la Tierra.
QUIÉNES SON
4. ¿Qué cosas nos ayudan a identificar a los que Juan vio sentados en tronos?
4 “Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron sobre ellos, y se les dio poder para juzgar.” Los que están sentados en los tronos se pueden identificar fácilmente. Jesús, mientras estuvo en la Tierra, dijo a sus apóstoles: “En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos, juzgando a las doce tribus de Israel.” (Mat. 19:28; Luc. 22:28-30) Se habla de los doce apóstoles como doce fundamentos del templo espiritual de Jehová, edificados sobre la piedra angular principal, que es Jesucristo. Sin embargo, el fundamento de un edificio no es la entera estructura. Hay otros edificados como superestructura sobre este fundamento. Este templo constituye un palacio o santuario espiritual donde mora Dios, en el cual se muestra que está entronizado, acompañado de su Hijo Jesucristo.—Rev. 21:14; 1 Ped. 2:4.
5. ¿Cuántos tronos vio Juan, y por qué es significativo que no se hallan en esta visión los veinticuatro individuos de mayor edad que vio antes?
5 Había más de doce tronos en la visión que vio Juan. De hecho, unos cuantos capítulos antes vio a 144.000 de pie con Jesucristo en el monte Sion, donde estaba ubicado el templo. En la parte más temprana de la visión de Revelación había visto a veinticuatro personas de mayor edad alrededor del trono, representando al mismo grupo. Es significativo que las veinticuatro personas no se muestran aquí, porque son otra presentación simbólica de los 144.000. En esta vista, Juan ve a 144.000 en tronos.—Rev. 14:1-3; 3:21.
6. ¿Qué apoya el hecho de que es correcto entender que Juan vio a 144.000 sentados en tronos?
6 El hecho de que este entendimiento es correcto lo apoya el apóstol Pablo. Escribió: “¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo [de la humanidad]?. . . ¿No saben ustedes que juzgaremos a ángeles?” (1 Cor. 6:2, 3) Estos 144.000, entonces, son jueces reales así como sacerdotes que se sientan en tronos. Mientras que en Israel la gobernación real y el sacerdocio estaban divididos, lo cual impedía indebida concentración de poder en los reyes humanos, estos reyes celestiales han sido probados aquí en la Tierra y han resultado justos, dignos de confianza, capacitados. Ejercen sus poderes bajo su Rey y Sumo Sacerdote Jesucristo.
7. ¿Se reconoció Juan como sentado en uno de los tronos? ¿Por qué?
7 El apóstol Juan mismo escribió mientras estuvo en la Tierra concerniente a la esperanza que tenían los hermanos espirituales de Cristo: “Amados, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos. Si sabemos que cuando él sea manifestado seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.” (1 Juan 3:2) Ninguna persona terrestre, carnal, puede ver o imaginarse exactamente cómo es el cuerpo inmortal, celestial, porque los que han recibido la invitación celestial tienen que experimentar un cambio de naturaleza. Por lo tanto Juan, cuando vio a 144.000 en tronos, uno de los cuales estaba reservado para él, no dice que él se vio entre ellos. Dice:
POR QUÉ LLENAN LOS REQUISITOS
8. ¿Quiénes eran las almas que vio Juan, y qué se da a entender por el hecho de que Juan vio “almas”?
8 “Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios, y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente y sobre la mano.” Juan dijo que vio “almas.” Estas serían las mismas almas que Juan había visto previamente “debajo del altar,” almas de los que habían sido “muertos atrozmente a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que tenían.” (Rev. 6:9-11) Los hombres habían matado sus cuerpos humanos pero no habían podido matar sus almas, es decir, su derecho y título a la vida en el reino celestial de Dios. De hecho, todavía estaban “vivos,” porque Jehová no es “Dios de muertos, sino de vivos.” Estos mártires cristianos, o testigos de Dios, estaban muertos al tiempo que Juan vio sus almas debajo del altar, no obstante se les aseguró vida como criaturas inteligentes al debido tiempo de Dios.—Mat. 22:32.
9. ¿Cómo muestra Juan que las “almas” que vio llenan los requisitos como administradores de la Tierra?
9 Algunos de ellos, aunque no todos, realmente, literalmente, fueron ejecutados con el hacha por el testimonio que dieron de Jesús y de Dios. Pero todos ellos, a fin de seguir en los pasos de Jesús, tienen que morir una muerte de sacrificio como la de él, es decir, tienen que morir reteniendo su integridad. Algunos de ellos fueron martirizados de varias maneras, pero ni uno solo de ellos había adorado a la “bestia salvaje” simbólica, el sistema mundial de la política; y desde que se formó la Sociedad de las Naciones y las Naciones Unidas, ninguno de ellos ha adorado a la “imagen” política de la “bestia salvaje” simbólica. No han sido marcados en la cabeza como apoyadores de ella ni en pensamiento ni en palabra, ni en la mano como estando activos de alguna manera para perpetuar la “imagen.” Como miembros de la Novia han tenido que mantenerse limpios y sin tacha del mundo. Han emprendido un derrotero exactamente opuesto al de Babilonia la Grande y sus hijas rameras, las instituciones religiosas de este mundo. Esas “rameras” han cometido fornicación espiritual al mezclarse en la política y al rendir todo a César y nada a Dios. (Mat. 22:21) Los miembros fieles de los 144.000 han esperado que el reino de Dios se establezca y dejan que éste ministre los asuntos de la Tierra.—Sant. 1:27; 2 Cor. 11:3; Efe. 5:25-27.
CUÁNDO COMIENZA LA ADMINISTRACIÓN
10. Cuando la Biblia dice “gobernaron como reyes con el Cristo por mil años,” ¿significa que cada uno de los 144.000 está con Cristo en los cielos cuando comienza el reinado de mil años? Dé razones.
10 “Y llegaron a vivir y gobernaron como reyes con el Cristo por mil años.” El reinado de mil años de Cristo comienza inmediatamente después que Satanás y sus demonios sean atados y arrojados en el abismo. Podemos apreciar que no todos los miembros de los 144.000 estarán en los cielos al principio del reinado de mil años, porque habrá un resto pequeño en la Tierra que sobrevive al Armagedón y que permanece en la Tierra por un tiempo indefinido. De modo que la declaración no significa que todos sin excepción tienen que estar en los cielos con Cristo durante todo el reinado de mil años. Los que murieron antes del establecimiento del Reino fueron resucitados al tiempo que Jehová vino al templo con su mensajero del pacto en 1918. Revelación 14:13 indica que algunos del resto mueren después de nacer el reino mesiánico de Dios en 1914. Estos no tienen que dormir en la muerte hasta que Satanás el Diablo es atado. Se unen a Cristo mediante una resurrección sin demora.—1 Tes. 4:15, 16; 1 Cor. 15:51-54.
11. (a) ¿Qué harán los del resto en la Tierra después de que comiencen los mil años? (b) ¿Por qué se inserta la declaración entre paréntesis de Revelación 20:5, y qué es la “primera resurrección”?
11 Por lo tanto, cuando comience el reinado de mil años de Cristo, los del “resto” que queden en la Tierra no se glorificarán como reyes, sino que estarán aquí sirviendo los intereses del Reino hasta que acontezca su muerte y sean resucitados. (2 Ped. 3:11-14; Mal. 3:17 a 4:3) Participarán en el reinado de mil años de Cristo. Pero Cristo es el Rey y es su gobierno de mil años. No es necesario que todos estén con él los mil años completos. A él le fue dado pleno poder del Reino. (Rev. 12:5, 10; Sal. 2:8) Su reinado dura mil años desde el tiempo de abismar a Satanás, y la mayoría de los 144.000 están con él desde el principio de este período. La declaración entre paréntesis, “Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los mil años,” se inserta aquí debido a que los 144.000 que participan con Jesucristo como sus nuevos administradores son los primeros que consiguen el galardón de vida. Juan escribe de los 144.000: “Esta es la primera resurrección.” Es primera en tiempo, importancia y calidad, porque la primera resurrección es la misma clase de resurrección que Jesucristo experimentó.—1 Ped. 3:18; Rom. 6:3-9; Fili. 3:9-11; 2 Tim. 2:11, 12.
12. ¿Por qué no tiene autoridad la muerte segunda sobre los que experimentan la primera resurrección?
12 “Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda.” Jesús estuvo a la expectativa de participar en una resurrección maravillosa, y sus seguidores felizmente esperan lo mismo. Son levantados de sus cuerpos terrestres, que son mortales y corruptibles, y cambiados, en que reciben cuerpos incorruptibles, inmortales. Pueden entrar en la mismísima presencia de Dios, que es inmortal. La “muerte segunda” simbolizada por el “lago de fuego que arde con azufre” en que fueron arrojados la “bestia salvaje” y el “falso profeta” “no tiene autoridad” sobre los 144.000, porque inmortalidad significa el no poder morir. Jesucristo recibió “vida indestructible” y éstos son partícipes con él.—1 Cor. 15:53, 54; Heb. 7:16.
SÚBDITOS DE LA ADMINISTRACIÓN
13. Dé evidencia de que Revelación 20, versículo 5, es parte del texto bíblico.
13 Aunque la oración entre paréntesis: “Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los mil años,” no aparece en el Manuscrito Sinaítico del cuarto siglo, puede que haya estado en una página que le falta al Manuscrito Vaticano griego Núm. 1209 del cuarto siglo, y se encuentra en el Manuscrito Alejandrino griego del quinto siglo y en la Vulgata latina, en Revelación 20:5.
14. ¿Quiénes son los que se mencionan en Revelación 20:5, y qué requisitos tendrán que llenar?
14 Los mencionados aquí son los que vivirán en la Tierra. La “grande muchedumbre” es una clase de personas que se halla junto a los hermanos espirituales de Cristo y que sobrevive a la batalla del Har–Magedón y al acto de atar y abismar a Satanás el Diablo. También hay otros de aquellos que Jesús llamó “otras ovejas” que tienen que ser resucitados. Estos se unirán a la “grande muchedumbre” en servir a Dios durante el día de juicio de mil años, y todos éstos juntos tendrán que ser obedientes, aguantando lealmente a través de la prueba que durará un “poco de tiempo” cuando Satanás y sus demonios sean soltados del abismo.—Rev. 7:9; Juan 10:16; Rev. 20:3.
15. ¿Cuándo y en qué sentido ‘llegan a vivir los demás de los muertos’?
15 Dios es el Juez quien personalmente decide quiénes vivirán para siempre en su universo. “Dios es El que los declara justos.” Después de la prueba él declarará a estas fieles personas inmovibles e incambiablemente dedicadas a la justicia. Él puede juzgar en perfección y sabe que éstos nunca, en los siglos venideros, se volverán contra su soberanía. Por lo tanto los remunera con el título a la vida eterna en la Tierra en una condición paradisíaca. Es entonces cuando realmente ‘llegan a vivir’ desde el punto de vista de Dios.—Rom. 8:33.
TRABAJO DE LOS ADMINISTRADORES
16. ¿Cuál será el trabajo de los 144.000 y qué resultados dará su trabajo?
16 En cuanto a los 144.000 inmortales, Juan dice además: “Serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.” En la Tierra estará la “grande muchedumbre” y los que son resucitados, los siervos fieles de Dios de tiempos antiguos y muchos, quizás miles de millones, de otros que han muerto. Será la tremenda pero deleitable tarea de los nuevos administradores de la Tierra, Jesucristo y sus 144.000 reyes y sacerdotes asociados, aplicar los méritos del sacrificio de rescate de Jesucristo a los que resulten obedientes. Administrarán el gobierno en justicia para realizar el propósito de Dios de que viva la humanidad en la Tierra en perfección con vida eterna. La Tierra será un jardín hermoseado, paradisíaco, estando los animales en sujeción a la humanidad. Allí no hay lugar para la religión falsa; la política habrá desaparecido para siempre; solo se llevará a cabo la voluntad del Creador que hizo a la humanidad a su propia imagen y que tiene propósitos amorosos para ella.—Gén. 1:27; Mat. 6:10.
17. ¿Por qué entonces será fácil ver que hay un propósito en la vida?
17 Entonces lo contrario de lo que ahora vemos será verdad. Será muy fácil discernir que hay un propósito en la vida. El sistema inicuo de la religión falsa y la corrupción política que tiene un dominio mortífero sobre la humanidad será una cosa del pasado, que nunca más arruinará la Tierra ni a los que viven en ella. El principal perturbador de la humanidad, Satanás el Diablo, habrá sido eliminado. El nuevo administrador es inmortal y, estando a la diestra de Jehová, será permanente, de modo que la corrupción y el mal no podrán levantarse otra vez. Entonces la Tierra resultará ser como joya en los cielos estrellados de Jehová Dios, siendo una alabanza eterna para su nombre.—Salmo 150.