La marca identificadora del amor
“En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:35.
1. ¿Puede decirse que el amor es eterno? ¿Por qué?
“El AMOR es eterno.” El anillo de bodas que Abrahán Lincoln dio a su esposa llevaba esa inscripción. Exactamente qué interpretación le dieron a esa frase quizás sea incierto, pero esas palabras contienen el elemento de la verdad. “Dios es amor,” dice 1 Juan 4:8, y Dios siempre ha existido. “En número sus años son inescrutables.” (Job 36:26) Así Jehová y la cualidad del amor se remontan en el pasado infinito. Además, a través de la eternidad existirá el amor, porque Dios mismo es sin principio y sin fin.—Sal. 90:1, 2; Rev. 10:6; Hab. 1:12.
2. ¿Por qué es posible que los cristianos muestren amor? ¿Por cuánto tiempo podrán desplegarlo los cristianos fieles?
2 El hombre, creado a la imagen de Dios, posee el atributo del amor. (Gén. 1:26) Por supuesto, no todos los hombres manifiestan esta cualidad en sus tratos diarios. Sin embargo, los cristianos son guiados por espíritu de Dios. Ellos ciertamente muestran amor, “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestro corazón por medio del espíritu santo, que nos fue dado.” (Rom. 5:5) De hecho, los cristianos tienen la expectativa de vida eterna y por eso, si siempre son fieles a Dios, podrán desplegar amor verdadero eternamente. Pero el amor que ellos revelan los hace destacarse ahora mismo en este viejo mundo falto de amor, identificándolos como seguidores de Cristo.
3. (a) ¿Qué cualidad identifica a los discípulos de Cristo, y qué evidencia de ello entre los cristianos primitivos dio Tertuliano? (b) ¿Cómo se han comprometido los testigos de Jehová a mostrar amor fraternal?
3 “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos,” dijo Jesús, “si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) El amor estuvo difundido en las actitudes y tratos de los cristianos primitivos. Tan cierto fue esto que entre los paganos los cristianos primitivos eran conocidos en particular por su amor fraternal. En su Apología, Tertuliano cita las palabras de tales personas mundanas: “‘Miren,’ ellos dicen, ‘cómo se aman unos a otros . . . y cómo están dispuestos a morir unos por otros.’” Hoy este mismo amor fraternal es evidente entre los seguidores verdaderos de Cristo; sirve para identificarlos. Ante todo el mundo, en medio de su alboroto y falta de amor, en la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” en 1958, los testigos de Jehová por millares apoyaron una Resolución que declaró en parte: “Hablando figuradamente, hemos batido nuestras espadas en rejas de arado y nuestras lanzas en podaderas y, aunque somos de tantas nacionalidades, no levantaremos espada unos contra otros porque somos hermanos cristianos y miembros de la una sola familia de Dios, ni aprenderemos más a guerrear unos contra otros, sino que andaremos en los senderos de Dios en paz, unidad y amor fraternal.” Sus hechos han sido compatibles con su firme resolución y han estado en armonía con la amonestación de Pablo: “En amor fraternal ténganse tierno cariño los unos a los otros.” (Rom. 12:10) El amor que los testigos de Jehová se tienen unos a otros los identifica como seguidores de Cristo. Pero, ¿en qué más se comparan con los cristianos primitivos?
DESPLEGANDO AMOR FRATERNAL
4. Nombre una cosa que revela que ha existido un vínculo de amor entre los cristianos en tiempos antiguos y en nuestro propio día.
4 De maneras grandes y pequeñas los cristianos primitivos se mostraron amor e interés genuinos unos a otros. Por ejemplo, cuando Pedro, Pablo o Juan escribieron cartas inspiradas a compañeros creyentes, ¿no enviaban sus propios saludos cristianos? Sí, pero, ¿qué hay de otros? Pues, los cristianos de Roma, de Corinto, de Filipos y de otras partes hacían que los escritores de las cartas por guía divina incluyeran sus saludos amorosos a consiervos de Dios en otras partes del mundo. (Rom. 16:21-23; 1 Cor. 16:19-21, 24; Fili. 4:21, 22; 1 Ped. 5:13; 3 Juan 14) Todo esto revela que existía un vínculo de amor entre los cristianos primitivos. Pero no era diferente a los vínculos unidores entre los testigos de Jehová hoy en día. ¡Cuán a menudo han sido enviados su amor y saludos cristianos de una congregación a otra, hasta pasando los océanos, circundando el globo terráqueo! Sin duda, como en tiempos antiguos, así, también, en nuestro propio día los cristianos verdaderos se tienen amor intenso unos a otros.—1 Ped. 1:22.
5. (a) Según algunos, ¿qué eran las “fiestas de amor”? ¿Eran obligatorias? (b) ¿Qué oportunidades existen en nuestro día para que los cristianos se reúnan en amor?
5 Los cristianos primitivos a veces celebraban lo que se conocía como “fiestas de amor (Jud. 12) La Biblia misma no las describe. Sin embargo, algunos dicen que eran ocasiones en que los cristianos materialmente prósperos celebraban banquetes a los cuales eran invitados sus compañeros creyentes pobres. Juntos los huérfanos de padre, las viudas, los ricos y los menos afortunados participaban en una mesa generosa con un espíritu de hermandad. Estas “fiestas de amor” aparentemente florecieron aun entre los cristianos apóstatas hasta que, debido a abusos asociados, se abandonaron enteramente. No obstante, entre los verdaderos cristianos primitivos en general, podemos estar seguros de que, cualquiera que haya sido su naturaleza, estas fiestas eran acompañadas por el despliegue de amor fraternal. No, no eran obligatorias. Las Escrituras no las hacen obligatorias y por consiguiente tales “fiestas de amor” no se han renovado hoy en día por los cristianos verdaderos. Pero en nuestro propio tiempo, en las asambleas de los testigos de Jehová, existen oportunidades para que los hermanos y las hermanas espirituales se reúnan en amor, tengan comidas literales juntos en cafeterías de asambleas y especialmente participen en común de rico alimento espiritual.—Mal. 3:10.
6. (a) Describa las reuniones de los cristianos primitivos. (b) ¿Qué doble beneficio resultaba de las asociaciones cristianas?
6 Los cristianos primitivos celebraban reuniones de congregación y, cuando se reunían, se animaban unos a otros. (Heb. 10:24, 25) Su asociación en estas reuniones era agradable y sumamente provechosa. Tertuliano, que fue convertido alrededor de 190 E.C., escribió concerniente a los cristianos de su tiempo: “Nos reunimos en grupo y congregación para acercarnos a Dios en oración . . . Nos reunimos para leer los libros de Dios.” Ciertamente los cristianos primitivos reconocieron el valor de asociarse en las reuniones así como en otras ocasiones. Pues, ¿cuál hubiera sido la experiencia de los cristianos corintios, por ejemplo, si se hubieran asociado socialmente con los muchos habitantes inmorales de su ciudad? De Corinto, The Encyclopædia Britannica declara: “Las tradiciones de libertinaje y sensualidad asociadas con la adoración de Afrodita . . . aumentaron las tendencias naturales de una gran ciudad a la iniquidad y al lujo desenfrenado.” (Edición 11, tomo 7, página 151) Así era Corinto en el día de Pablo. Los cristianos verdaderos allí que obraban con sabiduría sin duda tomaron a pecho sus palabras inspiradas: “No se extravíen. Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.” (1 Cor. 15:33) Ellos mantenían asociaciones cristianas y esto producía un beneficio doble. Servía como protección y también, sin duda, edificaba un afectuoso espíritu de familia, uno de afecto fraternal, entre aquellos cristianos primitivos.
7. (a) ¿Por qué deben vigilar los cristianos sus asociaciones hoy en día? ¿Qué producirán las buenas asociaciones dentro de la congregación cristiana? (b) Ofrezca sugerencias que serán de provecho si se aplican cuando los cristianos se asocian socialmente.
7 Hoy en día los testigos cristianos de Jehová se reúnen con regularidad en asamblea de congregación para considerar las Santas Escrituras. Así se ayudan y se animan unos a otros. Y, puesto que viven en un mundo lleno de inmoralidad, vigilan sus asociaciones. Puesto que las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles, las buenas asociaciones engendrarán hábitos buenos. Tales asociaciones sirven de protección y producen un afectuoso espíritu de familia dentro de la congregación cristiana de hoy en día. Al asociarse los cristianos socialmente en ocasiones deben considerar cosas que edifiquen. Cuando se visiten unos a otros, ¿por qué enfocar la atención únicamente en un aparato de televisión? ¿Por qué no compartir experiencias, efectuar juegos bíblicos o tener series de preguntas bíblicas? Quizás las personas casadas, jóvenes y de edad madura, y sus hijos disfrutan de estar juntos para una noche agradable de vez en cuando. ¡Magnífico! ¡Qué maravillosa oportunidad para estudio de grupo de la Palabra de Dios, quizás en preparación para el estudio de congregación semanal de La Atalaya! ¿Deleitable? ¡Por supuesto! Y también servirá para juntar más estrechamente a tales personas en amor cristiano. ¡Pero, jamás permita que estas reuniones se deterioren convirtiéndose en ocasiones lamentables que deshonren a Dios!—1 Cor. 10:31; Efe. 5:3-5.
8. (a) ¿Qué factor contribuye al amor fraternal y al espíritu afectuoso de familia entre los testigos de Jehová? (b) ¿Qué incidente que envuelve a Pablo muestra si los cristianos tienen amor fraternal o no?
8 Otro factor contribuye al amor fraternal y al afectuoso espíritu de familia entre los cristianos. ¿Cuál es ése? Todos los siervos de Jehová le oran a Él, el único Dios verdadero. Dondequiera que están en la Tierra, sus pensamientos y voces ascienden al único Padre celestial en oración. ¡Con razón están unificados! (Efe. 4:4-6) Oran de la misma manera, por medio de Cristo, concerniente a asuntos que aprueba Dios. (Juan 14:6, 14) Por lo tanto tienen la seguridad de que, “no importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.” (1 Juan 5:14) Los cristianos del día moderno se mencionan frecuentemente en oración unos a otros, como lo hicieron los cristianos primitivos. (Col. 1:9; 2 Tes. 1:11; 2 Cor. 9:14; Fili. 1:3-5; File. 4; Rom. 1:9, 10) No solo mencionó Pablo a los compañeros creyentes en sus súplicas, sino que aproximadamente pidió: “Ocúpense en orar por nosotros.” (Heb. 13:18; 2 Cor. 1:11; Rom. 15:30) Por supuesto, como lo hacen los cristianos de tiempos modernos, los creyentes del primer siglo oraban juntos cuando se reunían. Por ejemplo, en una ocasión cuando Pablo se encontró en Mileto con los hombres de mayor edad de la congregación de Éfeso “se arrodilló con todos ellos y oró.” Ahora observe el profundo amor que se exhibió al continuar el relato: “En realidad, prorrumpió gran llanto entre todos ellos, y se echaron sobre el cuello de Pablo y lo besaron tiernamente, porque especialmente les causaba dolor la palabra que había hablado de que no iban a contemplar más su rostro.” ¿Despliegan amor fraternal los cristianos? De manera verdaderamente elocuente contesta este incidente ¡Sí! ¡Cuán intensamente mostraron esos superintendentes cristianos su amor al fiel apóstol Pablo!—Hech. 20:16-18, 36-38.
EL AMOR VENCE AL SUFRIMIENTO
9. Entre los cristianos primitivos, ¿qué amor ocupaba el primer lugar? ¿Qué seguridad tenían?
9 Por medio del amor y la oración los cristianos primitivos mantuvieron unidad y permanecieron fuertes a pesar de la persecución y las pruebas. Pues, hasta hicieron del asunto del amor un tema de oración a Jehová. Observe las palabras de Pablo a los filipenses: “Porque Dios es mi testigo de cómo siento anhelo por todos ustedes en cariño tierno como el de Cristo Jesús. Y esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento.” (Fili. 1:8, 9) Que el amor verdaderamente abundó entre los cristianos fieles del primer siglo es indiscutible. Sin embargo, ¿les importaba más la familia y los amigos que la integridad y la constancia en hacer la voluntad de Dios? ¡Jamás! Sobre todo lo demás estaba su amor a Dios. Con ello había anuencia a entregar aun la vida en fidelidad, si las circunstancias exigieran tal sacrificio. No, no era fácil presenciar las muertes sangrientas o llameantes de amados compañeros cristianos, o enfrentarse a la misma personalmente. Pero en todo lo que sufrieron aquellos cristianos primitivos tuvieron la seguridad del amor de sus hermanos y especialmente del importantísimo amor de su fiel Dios, Jehová.
10. ¿Cómo afectó a los cristianos el incendio de Roma en 64 E.C.?
10 El populacho en general consideró responsable a Nerón del incendio de Roma en 64 E.C. Él, a su vez, trató de echar la culpa a los cristianos despreciados. Dice Tácito en sus Anales: “Nerón procedió con su artificio acostumbrado. Halló a un grupo de miserables libertinos y abandonados, que fueron persuadidos a confesarse culpables, y por la evidencia de tales hombres varios cristianos fueron condenados, no verdaderamente por evidencia clara de haber incendiado la ciudad, sino más bien por causa de su odio tétrico a la entera raza humana. Fueron ejecutados con excesiva crueldad, y a sus sufrimientos Nerón agregó mofa y escarnio. Algunos fueron cubiertos con la piel de bestias salvajes, y fueron dejados para ser devorados por perros; otros fueron clavados a la cruz; varios fueron quemados vivos; y muchos, cubiertos de materia inflamable, fueron encendidos, cuando declinaba el día, para servir como antorchas durante la noche.”
11. ¿Qué amor no podían perder los cristianos fieles? ¿Cómo expresó esto Pablo? ¿Qué hay de los cristianos hoy en día?
11 Este solo es un ejemplo de la terrible persecución que experimentaron los seguidores de Cristo del primer siglo. No obstante, prescindiendo de cuánto sufrían y cuántos morían, con su amor impávido a Dios, esos cristianos fieles nunca pudieron perder el amor de Dios a ellos. A ellos, así como a sus hermanos y hermanas del siglo veinte en la familia cristiana, aplican las palabras de Pablo escritas a los creyentes de Roma unos ocho años antes de la gran conflagración: “Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.” (Rom. 8:38, 39) Hoy en día, también, sufren los cristianos. Pero, aunque son objetos de oposición en el hogar, aunque languidecen en la prisión del enemigo, aunque aguantan penalidad en algún campo de trabajo de esclavos en Siberia, aunque son tratados brutalmente por sus perseguidores, de alrededor de la Tierra les llega el amor de sus consiervos de Jehová y, de los cielos, el inagotable amor de Dios. Aun la muerte en fidelidad no los puede separar del amor de Dios. Ante todo esto, ¿qué adversario puede vencer verdaderamente?—Mat. 10:28.
12. ¿Cómo se consideran unos a otros los cristianos? ¿Cuál fue el testimonio de Tertuliano en este respecto?
12 No solo cuando se hallan en el crisol de la persecución se muestran los cristianos interés y amor unos a otros. En sus asuntos diarios, bajo cualquiera y toda circunstancia, dan evidencia de amor mutuo, de afecto fraternal. Los cristianos primitivos se consideraban unos a otros como hermanos y hermanas. (Hech. 9:17; 21:20; 1 Cor. 1:1; 16:12; Rom. 16:1; Sant. 2:15; Heb. 13:23) Comentando sobre la actitud indignada de los incrédulos para con los cristianos en su día, dijo Tertuliano: “Sí, su indignación para con nosotros por usar entre nosotros mismos el nombre de ‘Hermanos’ realmente, lo considero yo, tiene que provenir solamente del hecho de que entre ellos todo nombre de parentesco en lo que toca a afecto es falso y fingido.” Como en los días primitivos del cristianismo, así hoy los seguidores verdaderos de Cristo se consideran unos a otros como hermanos y hermanas. Muestran respeto a los compañeros cristianos, de edad madura o jóvenes. (1 Tim. 5:1, 2) Entre ellos no existen barreras de nacionalidad ni de raza. Verdaderamente, ellos ‘tienen amor intenso los unos para los otros.’—1 Ped. 4:8.
CÓMO EDIFICA EL AMOR
13. (a) ¿Cómo mostrará amor el esposo cristiano? ¿Con qué resultado? (b) ¿Qué clase de proveedor será el esposo cristiano?
13 “El amor edifica,” escribió Pablo. (1 Cor. 8:1) Considere ahora cómo lo hace. En el hogar, el esposo y cabeza cristiano mostrará amor, virtud y espiritualidad ejemplares. Si despliega amor a la justicia, será virtuoso. No será falto de honradez, poniendo así un mal ejemplo a su esposa e hijos. Si tiene amor verdadero a Jehová y a los principios justos de la Palabra de Dios, será un hombre de tendencia espiritual. Sus puntos de vista y decisiones se basarán en mandatos y principios bíblicos. Literalmente una atmósfera de espiritualidad envolverá su casa. Un esposo amoroso considerará a su esposa. No dirá cosas menospreciativas acerca de ella, como algunos hombres mundanos lo hacen concerniente a sus esposas aun en público. Más bien, el esposo cristiano edificará a su esposa. La elogiará cuando prepare una comida excelente y en otras ocasiones. Considerará las limitaciones físicas de ella, buscará su bienestar y se esforzará por mantenerla al día con él espiritualmente. No estará tan ocupado preparando conferencias, participando en el ministerio, desempeñando deberes teocráticos y haciendo otras cosas de modo que desatienda a su esposa e hijos de manera falta de amor. Con amor inagotable, será un buen proveedor de cosas materiales y espirituales.—1 Tim. 5:8; Efe. 5:25-29.
14. ¿Cómo puede el cristiano cuidar de las necesidades espirituales de su familia? ¿Qué efecto tendrá esto?
14 ¿Cómo puede un esposo y padre cristiano cuidar de las necesidades espirituales de su esposa y familia? Una manera es por medio de arreglar y aplicar un horario razonable, práctico, para estudio de familia. ¿Qué es más maravilloso y edificante en el hogar que el que una familia se reúna con regularidad en la paz y quietud de su hogar para estudiar la Palabra de Dios? Esta práctica ciertamente está en armonía con las exhortaciones bíblicas. (Deu. 6:4-9; Efe. 6:4) El estudio de familia de la Biblia y las publicaciones cristianas junto con oración lograrán una unidad que resultará en felicidad verdadera. El amor abundará y el gozo verdadero predominará en tal familia.
15. ¿Cómo puede una esposa cristiana demostrar su amor?
15 La esposa amorosa es dedicada y leal. Si es una cristiana verdadera, obedecerá el consejo de Pablo: “De hecho, como la congregación está en sujeción al Cristo, que así también las esposas lo estén a sus esposos en todo. . . . que la esposa le tenga profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:24, 33) La diligencia de una buena esposa en desempeñar tareas domésticas es una manera de demostrar su amor. Otra es cooperando con su esposo en entrenar a los hijos. A medida que los padres trabajen juntos en esto, aumentará el amor. Estará difundido en la casa y los intereses espirituales de la familia estarán bien servidos.—Pro. 31:10-31.
16. ¿De qué maneras pueden los hijos cristianos edificar a sus padres? ¿Cómo pueden demostrar su amor a Dios y respeto a su Palabra?
16 Pero los hijos amorosamente pueden edificar a sus padres, también. Pueden desempeñar tareas domésticas, según dirijan sus padres. Pueden ser útiles y así mostrar amor. Por otra parte, si tienen listas las Biblias y las publicaciones cristianas para el estudio regular de familia, ¡piense en el deleite que esto producirá en sus padres! Los hijos pueden mostrar cuánto aman a Jehová por la obediencia a sus padres. Mediante ello muestran que aman y respetan a Dios y su Palabra. Por eso, “hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor.”—Col. 3:20.
17. (a) Con respecto a las reuniones cristianas, ¿qué hará el amor? ¿Por qué? (b) Cuando estemos en una reunión de congregación, ¿cómo deberíamos reaccionar si alguien pasa sin hablarnos?
17 El amor también edifica en la congregación. Nos atrae a las reuniones y nos hace participar. ¿Por qué? Porque allí podemos aguzarnos unos a otros espiritualmente. Nuestra presencia anima a otros. Nuestros comentarios los fortalecen y los edifican. (Pro. 27:17; Ecl. 4:9-12; Mat. 18:20) Sin embargo, ponga por caso, cuando nos encontramos en una reunión de congregación, que alguien pase sin hablarnos. ¿Nos daremos por sentidos rápidamente, o desplegaremos amor? Quizás esta persona tenga un problema serio. Quizás esté pensando profundamente. Ahora bien, realmente, ¿qué necesita? No la frialdad de usted, con seguridad, sino su cordialidad, su amor. Sea amoroso y comprensivo. ¡Cuánto mejor sería esto que pensar o hablar mal de nuestros hermanos!—Col. 3:12, 13.
18. ¿Debemos tener mucho en cuanto a lo material para mostrar hospitalidad? ¿Cómo podemos edificar a otros siendo hospitalarios?
18 También podemos mostrar amor por medio de rendir ayuda material si nuestros hermanos la necesitan. Podemos manifestar amor por medio de ser hospitalarios. El mostrar hospitalidad, sin embargo, no requiere necesariamente que tengamos mucho a modo de cosas materiales. Piense en cuánto apreciaría un poco de compañerismo espiritual el que sufre como cristiano. No deberíamos envolvernos en asuntos que son estrictamente personales. Podemos relatar experiencias animadoras y hablar de las bendiciones de Dios ahora y de las que habrán de venir. No se necesita dinero para dar de nosotros mismos de esta manera. Y no obstante, ¿qué es más precioso que esto—nuestro amor que se muestra a nuestro hermano? Luego, también, algunos son débiles espiritualmente. Al mostrar amor quizás podamos engendrar dentro de su corazón un aprecio más vehemente a sus privilegios. Quizás podamos estudiar la Biblia y las publicaciones cristianas con ellos o entrenarlos en el ministerio. Por eso, esté alerta por oportunidades de continuar mostrando amor fraternal.—Heb. 13:1, 2.
CONTINÚE MOSTRANDO AMOR
19. ¿Por qué persistir con la organización de Dios? ¿Con la actitud de quién debemos compartir?
19 Sobre todo lo demás, debemos mantener amor leal a Dios. Debemos persistir con la organización que está usando Él. Nunca la abandone, porque, de hecho, no hay ningún otro lugar adonde ir. La verdad de Dios no se encuentra en otra parte. Que nuestra actitud siempre sea como la que expresó Pedro en una ocasión cuando muchos abandonaron a Cristo. El relato nos dice: “Debido a esto muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás y ya no andaban con él. Por eso Jesús dijo a los doce: ‘Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?’ Le contestó Simón Pedro: ‘Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios.’ ” (Juan 6:66-69) Sea leal, muestre amor, y continúe edificando un afectuoso espíritu de familia dentro de la organización cristiana. Los que componen una familia amorosa se deleitan en estar juntos, en hacer las cosas juntos. ¡Cuán apropiado es, entonces, que hoy en día los cristianos verdaderos trabajen, oren y permanezcan juntos amorosamente como una sola familia feliz bajo Dios!
20. ¿Qué se necesitará en los días difíciles que están en el futuro?
20 En los días difíciles que se encuentran adelante a medida que este mundo se acerca más a su fin, como cristianos debemos dirigir nuestro corazón hacia Jehová y tener el corazón abierto de par en par para con los compañeros cristianos nuevos y viejos. Pablo dijo a los corintios: “Nuestra boca se ha abierto para ustedes, corintios, nuestro corazón se ha ensanchado. Ustedes no se hallan apretados y escasos de lugar en nosotros, pero sí se hallan apretados y escasos de lugar en sus propios cariños tiernos. Así es que, como recompensa en cambio—hablo como a hijos—ustedes, también, ensánchense.” (2 Cor. 6:11-13) Que todos muestren amor verdadero con el corazón ensanchado.
21. ¿Cuán valioso y duradero es el amor, según la muchacha sulamita?
21 Recuerde el hermoso y profético relato de amor de la muchacha sulamita y su pastor amado registrado en el Cantar de los Cantares. ¡Qué palabras puso Salomón en la boca de esta damisela! Aptamente aplican al amor del resto de los seguidores ungidos de Cristo a él, pero hay mucho en ellas para que todos los cristianos lo evalúen. ¡Qué magnífico avalúo de amor inagotable, leal, tenemos en las palabras de la sulamita: “Colócame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo; porque el amor es tan fuerte como la muerte, la insistencia en la devoción exclusiva es tan inexorable como Sheol. Sus llamaradas son las llamaradas de un fuego, la llama de Jah. Las muchas aguas mismas no pueden extinguir el amor, ni los ríos mismos pueden arrastrarlo con ellos. Si un hombre diera todas las cosas valiosas de su casa por el amor, la gente positivamente las despreciaría.” (Cant. 8:6, 7) ¡Cuán valioso y duradero verdaderamente es el amor!
22. ¿Qué deuda debe cada cristiano? ¿Puede pagarse por completo alguna vez? ¿Por qué?
22 Cada cristiano tiene una deuda con su semejante, una que jamás puede pagarse completamente. “No deban a nadie ni una sola cosa,” dijo Pablo, “salvo el amarse los unos a los otros; porque el que ama a su semejante ha cumplido la ley.” (Rom. 13:8) Toda su vida usted deberá a otros el amor. Por eso, ande en los caminos del amor, la cualidad que identifica a los cristianos verdaderos. Recuerde, el amor continuará para siempre. Como cristiano muestre amor verdadero ahora y éste será eternamente de usted para expresarlo en el maravilloso nuevo orden prometido por el Dios amoroso, Jehová.