El poder transformador de la Palabra de Dios
¿Puede la Biblia verdaderamente transformar la vida de la gente? ¿Qué evidencia hay de que puede?
ENTRE las creaciones de Jehová Dios ocurren muchas transformaciones maravillosas que deleitan y asombran. Por ejemplo, si una persona no lo hubiese visto o no se le hubiere contado de ello, ¿podría jamás imaginarse que una pequeña oruga de aspecto ofensivo se cambiaría en una pasmosamente hermosa mariposa? Sin embargo, esto es lo que sucede. ¿No es también sorprendente que pequeñas semillas plantadas en la primavera se transforman en nutritivas remolachas rojas, frijoles verdes o mazorcas de maíz poco tiempo después?
No obstante la grandiosidad de estas transformaciones, hay otra que es aun más hermosa y deseable. Es el cambio que se efectúa en un humano cuyo proceder anterior estaba modelado por el medio ambiente inicuo del mundo. El apóstol cristiano Pablo llama la atención a esta maravillosa transformación en una carta a amigos personales en Corinto, Grecia, escribiendo:
“¡Qué! ¿No saben ustedes que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni avarientos, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios. Y sin embargo eso es lo que algunos de ustedes eran. Mas ustedes han sido lavados.”—1 Cor. 6:9-11.
¡Piense en eso! Algunos cristianos en Corinto anteriormente habían sido fornicarios, adúlteros, homosexuales, ladrones y borrachos. Pero habían abandonado ese proceder y habían llegado a ser hombres y mujeres probos. ¡Qué transformación maravillosa! ¿Cómo pudo haberse efectuado? ¿Fue un cambio que se experimentaba comúnmente entonces? ¿Pueden tales transformaciones efectuarse hoy día?
EFECTO DE LA ENSEÑANZA CRISTIANA
La transformación de aquellos corintios se realizó al prestar atención al mensaje acerca de Jesucristo y poner fe en él. La evidencia que se les presentó de las Escrituras convenció a los corintios de que Cristo era verdaderamente el Hijo de Dios, que había sido levantado de entre los muertos, y que al seguir su ejemplo intachable ellos, también, podían obtener el favor y bendición de su Creador. Sus convicciones fueron tan firmes que, con la ayuda del espíritu de Dios, desecharon sus malas prácticas anteriores y llegaron a ser seguidores en las pisadas de Jesús.
Esta transformación, sin embargo, no se limitó a personas en Corinto. A través del Imperio Romano prevalecían los abusos sexuales, “injusticia, iniquidad, codicia, nocividad, . . . envidia, asesinato, contienda, engaño, genio malicioso.” (Rom. 1:26-31) No obstante, el mensaje cristiano efectuó un cambio en muchos, incluyendo a algunos en la ciudad de Colosas a quienes el apóstol Pablo escribió: “En esas mismísimas cosas ustedes, también, anduvieron en un tiempo cuando vivían en ellas.”—Col. 3:5-7; vea también Efesios 4:17-19.
El apóstol Pablo mismo una vez tenía un genio malicioso y practicó obras inicuas, hasta siendo instigador en el arresto y asesinato de cristianos. (Hech. 7:58; 8:1; 9:1, 2) Antes de llegar a ser cristiano, su colaborador Tito, también, siguió un proceder injusto, como Pablo le recuerda: “Porque hasta nosotros en un tiempo éramos insensatos, desobedientes, siendo extraviados, siendo esclavos a diversos deseos y placeres, actuando con malicia y envidia, odiosos, odiándonos los unos a los otros.”—Tito 3:3.
El apóstol Pedro también notó que muchos cristianos en otro tiempo “procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales.” Pero entonces cambiaron, explicó Pedro. ¡Y qué efecto tuvo! Otros sencillamente no podían comprenderlo.—1 Ped. 4:3, 4.
Muchos historiadores han documentado abundantemente la tremenda transformación que la enseñanza cristiana efectuó en la vida de la gente. Uno de ellos observó en el libro Readings in Ethics: “El cristianismo, dentro de los veinticinco años de su comienzo, dio una vida totalmente nueva a millares y millares. Esta nueva vida se expresó más notablemente en una virtud que los estoicos condenaron y que por cierto estaba ausente en la práctica del público.” Y el renombrado historiador Juan Lord observó en The Old Roman World: “Los verdaderos triunfos del cristianismo se observaban en hacer buenos hombres de aquellos que profesaban sus doctrinas . . . Tenemos testimonio en cuanto a sus vidas intachables.”
¿QUE HAY DEL DÍA PRESENTE?
¿Tiene el mensaje cristiano un efecto similar en la vida de hombres y mujeres? ¿Hay personas que están cambiando de su proceder inmoral anterior y ajustando su vida en armonía con el ejemplo de Jesús? ¿Verdaderamente tiene la Palabra de Dios hoy día poder transformador?
Un vistazo a la cristiandad ciertamente podría hacer que uno crea que la Biblia ya no ejerce efectos benéficos en la vida de la gente. Porque por todas partes existe el pozo negro de crimen e inmoralidad. El genio malicioso, odio, contienda, envidia, asesinato, engaño, juntamente con borrachera, entrega a las drogas e inmoralidad sexual, están desenfrenados.
Esto no significa, sin embargo, que la Palabra de Dios haya perdido su poder transformador. El hecho es que la cristiandad verdaderamente no es cristiana. Solamente ha asumido el nombre de Cristo. Verdaderamente sus enseñanzas y prácticas principales son tan paganas como las de la antigua Roma. La Biblia realmente no se acepta en la cristiandad como una guía en armonía con la cual vivir. Sin embargo, cuando individuos sí abrazan sus enseñanzas, la Palabra de Dios puede transformar sus vidas tan seguramente como alteró las vidas de la gente del primer siglo. Hay amplia evidencia en cuanto a esto.
PODER PARA PONER FIN A LA INMORALIDAD
El ministerio de los testigos de Jehová está diseñado para ayudar a la gente a conocer este Libro que tiene tan tremenda fuerza para el bien. El recibir instrucción en la Palabra de Dios ha hecho que millares de personas voluntariamente dejen su conducta inmoral. Sirve de ejemplo típico la joven que explicó lo siguiente a principios de este año:
“Cuando estaba estudiando la Biblia con los testigos de Jehová tenía un hombre albergado en mi casa. Realmente me había encariñado con él. Aunque no compartíamos la misma cama, había ocasiones cuando nos juntábamos. Pensábamos que esto estaba bien. Pero las cosas cambiaron cuando el ministro de los testigos de Jehová con quien estudiaba me leyó el texto en Primera a los Corintios 6:9, señalando que ni fornicarios ni adúlteros heredarían el reino de Dios. Me di cuenta de que lo que hacíamos no alcanzaba las altas normas bíblicas para los cristianos. Aprecié, también, que si quería tener el favor de Dios, si quería contar a otros las buenas cosas que había aprendido, tendría que cambiar mi modo de vivir. De modo que le dije: Se acabaron las relaciones sexuales.”
No solamente se apegó a esta decisión, sino que posteriormente se casó honorablemente, y ahora participa en enseñar a otros los justos principios de la Biblia. Así como muchos en la congregación cristiana del primer siglo anteriormente habían sido fornicarios y adúlteros, lo mismo sucede en la congregación cristiana del tiempo presente.
Hasta qué grado alcanza el poder transformador de la Biblia se ve en el hecho de que hasta prostitutas han sido ayudadas por las verdades bíblicas a abandonar sus actividades obscenas. (Mat. 21:31, 32) Hace un tiempo, por ejemplo, una mujer en América del Sur que administraba un prostíbulo comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Pronto se dio cuenta de que para ser una cristiana verdadera tendría que hacer un cambio radical. ¡Y lo hizo! Abandonó su negocio de prostitución, se casó con el hombre con el cual había estado viviendo, fue bautizada, y ahora está activamente ocupada en ayudar a otros también a aprender las verdades de la Biblia.
PODER SOBRE EL ALCOHOL
Una de las mayores causas de dificultades en la familia y la comunidad es el alcoholismo o borrachera. En los Estados Unidos se considera como el cuarto problema sanitario, y en otros países de la cristiandad es un problema igual de serio o peor. Sin embargo, la Palabra de Dios vez tras vez ha tenido éxito en transformar a borrachos en cristianos rectos, sobrios, tal como lo hizo en el primer siglo.—1 Cor. 6:10, 11.
En un caso un hombre de Oregón, cuando estaba bajo la influencia del alcohol, severamente maltrataba a su mujer y cuatro hijos. Durante años sus borracherías continuaron, aun después que su mujer comenzó a estudiar la Biblia y llegó a ser una cristiana modelo. Entonces, en 1957, accedió a un estudio bíblico. Su hijo mayor, ahora miembro del personal de las oficinas principales de los testigos de Jehová en Brooklyn, Nueva York, comenta:
“Dentro de solamente un corto tiempo los principios bíblicos comenzaron a afectar la vida de mi padre. Dejó de beber, cambió sus malos hábitos y llegó a ser un muy buen ejemplo a los de la pequeña comunidad en la que vivíamos. Fue bautizado en 1958, y ahora es siervo ministerial en la congregación local de testigos de Jehová.” ¡Cuán feliz está esta familia porque la Palabra de Dios tiene semejante poder transformador!
Hasta personas que se han hundido en las profundidades del alcoholismo, en el “skid row” han sido transformadas por la Palabra de Dios. Un alcohólico pasó trece años en el “skid row” de la ciudad de Nueva York. Durante este tiempo, ocasionalmente, obtenía un ejemplar de La Atalaya o de ¡Despertad! y los leía. Los artículos bíblicos lo impresionaron. En 1954, cuando fue a un hospital para tratamiento, juró que jamás volvería a tomar un trago, y jamás lo hizo. Tan pronto como salió del hospital buscó un Salón del Reino de los testigos de Jehová y comenzó a concurrir regularmente. Explicó: “Por primera vez en mi vida verdaderamente comencé a vivir.” En 1958 fue bautizado y desde entonces ha servido como ministro fiel en una congregación de la ciudad de Nueva York.
TRANSFORMANDO ACTITUDES HOSTILES
¡Con cuánta frecuencia se desarrollan sentimientos hostiles entre individuos, familias y naciones! ¡Y sobre qué asuntos insignificantes! Resultan entonces contiendas, enemistades y guerras, y se derrama mucha sangre. Felizmente, la Palabra de Dios tiene el poder para destruir estas actitudes hostiles, y reemplazarlas con sentimientos de amor, paz y amistad.
Un caso interesante es este que implica a dos vecinas en Suiza que durante años habían reñido y peleado. Todos los miembros de ambas familias sufrieron debido a las tensiones resultantes. Entonces, no hace mucho, una de las señoras comenzó un estudio de la Palabra de Dios. La ministra que estudia con ella explica el efecto que esto tuvo: “Llegó el día cuando tuvo el valor para hablar con su vecina con la cual casi no había tenido intercambio de palabras cordiales por años, y le pidió perdón, aunque ella por cierto no era la única culpable por el estado de las cosas. Todos los implicados estuvieron contentos y se sintieron liberados.”
Pero ésta no fue la conclusión del caso. Aunque la vecina anteriormente había rechazado el mensaje bíblico, la vez siguiente que un ministro de los testigos de Jehová le presentó el mensaje; su respuesta fue: “Pase, por favor, debo contarle algo rápidamente.” Luego, después de contar del maravilloso cambio de disposición de su vecina, dijo: “Hay verdaderamente algo en su religión, porque estoy segura, de que mi vecina fue animada por una mujer de la misma fe que usted a hacer las paces conmigo. La he visto ir allí regularmente.” Esta mujer también comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. ¡La Palabra de Dios verdaderamente tiene poder para destruir actitudes hostiles y traer la paz!
Aunque el consejo bíblico, de ‘batir las espadas en rejas de arado y las lanzas en podaderas’ no se ha seguido por las naciones anticristianas de la cristiandad, individuos y hasta comunidades íntegras lo han hecho. (Isa. 2:4) Hace algunos años los residentes de dos aldeas de México estaban armados con pistolas y rifles para usar durante las contiendas. Como resultado, frecuentemente había muertes, pero cuando el gobierno trataba de enjuiciar al reo, o reos, nadie decía nada. Entonces una familia aceptó un estudio de la Biblia con un ministro visitante de los testigos de Jehová. Con el tiempo prácticamente cada uno en las aldeas comenzó a estudiar y abrazó las verdades de la Biblia. Actitudes hostiles fueron pronto reemplazadas con otras amistosas, y vendieron las armas y con el dinero percibido compraron Biblias.
PODER PARA CREAR NUEVAS PERSONALIDADES
¡La Palabra de Dios verdaderamente tiene el poder para transformar personalidades! El cambio comienza en la mente, tal como la Biblia lo hace ver al decir estimuladoramente: “Cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente.” (Rom. 12:2) De modo que, primero, se tiene que asimilar en la mente un conocimiento de Jehová Dios y sus grandiosos propósitos mediante el estudio de la Biblia. Pero, entonces, para librarse de la disposición maligna y de la contienda de este sistema de cosas, el corazón de uno tendrá que ser movido por la información. Es preciso que uno tenga el deseo de agradar a su Creador, cuyo llamado es: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva personalidad.”—Col. 3:9, 10; Efe. 4:22-24.
Por todas partes la Palabra de Dios está transformando vidas y haciendo gente buena de la mala, tal como lo hizo en el primer siglo. Hace unos cuantos años un ministro estaba yendo a las casas en las islas Viti en su obra de predicar cuando se encontró con un prominente comerciante que lo acogió afectuosamente y le dijo: “Por años la aldea estaba plagada por un grupo de truhanes que causaban muchos problemas y pérdida de propiedad a los comerciantes. Entonces hace más o menos un año los testigos de Jehová vinieron al pueblo. Antes de que pasara mucho tiempo algunos de los capitanes de esta banda de truhanes se hicieron Testigos y ahora son ciudadanos pacíficos y respetables. Toda la situación se ha visto grandemente mejorada dentro del pasado año debido a esto.”
¡Entérese del poder de la Palabra de Dios! Acepte la oferta de los testigos de Jehová de conducir un estudio bíblico personal con usted y su familia sin costo alguno. Hallará que lo que dijo una vez un anterior presidente de los Estados Unidos, Tomás Jefferson, verdaderamente es cierto: “El escudriñamiento estudioso del Sagrado Volumen producirá mejores ciudadanos, mejores padres, mejores esposos . . . La Biblia produce la mejor gente del mundo.”