La presciencia compatible con el libre albedrío
“Sé a lo que conducirá su temperamento, aun ahora, antes de que los introduzca a la tierra, la cual les prometí bajo juramento.”—Deu. 31:21, UTA.
1. ¿Cómo niegan las enseñanzas presbiterianas el libre albedrío del hombre?
NO SE niega por los predestinarios el hecho de que los hombres tienen libre albedrío, empero sus propias enseñanzas ciertamente lo niegan. ¿No es verdad que las siguientes declaraciones de su publicación roban de significado verdadero a su pretensión de que los hombres son libres para determinarse a hacer el bien? “El hombre, por su caída en un estado de pecado, ha perdido toda habilidad de determinarse a hacer bien espiritual alguno que acompañe a la salvación.” Pero cuando Dios interviene para convertir a un pecador que de otro modo estaría impotente él “le habilita libremente a querer y hacer lo que es espiritualmente bueno.”a Dios promete “dar a todos los que son ordenados a la vida, su Santo Espíritu, para hacerlos dispuestos a y capaces de creer.”b De modo que los que no estén ordenados no tienen libre albedrío o habilidad para creer. Asimismo, Dios está “renovando y determinando poderosamente la voluntad de ellos” a fin de hacer que haya hombres “dispuestos a y capaces” de responder a su llamada.c Aun después de emprender la marcha por el camino correcto la “perseverancia de los santos depende, no de su propio libre albedrío, sino de la inmutabilidad del decreto de elección.”d Y ¿dónde se encuentra el libre albedrío de los individuos en su declaración de que Dios está “gobernando a todas sus criaturas; ordenándolas a ellas y todas sus acciones”?e Si Dios “ordenó inalterablemente todo lo que sucede,” y para demostrar su poder soberano sobre algunos “los ordenó a deshonra e ira,” y para demostrar su gracia hacia otros los predestinó a la vida “sin ninguna previsión alguna de fe o buenas obras,” entonces ¿cómo puede sostenerse que no “se presenta violencia a la voluntad de las criaturas”? Empero ése es el calibre de la lógica predestinaria. ¡Con razón desisten de razonar sobre el asunto y se refieren a su doctrina como “este elevado misterio de la predestinación”!f
2. ¿En qué sentido hablan los presbiterianos como los fariseos?
2 Desde toda la eternidad se supone que Dios ha decretado todo lo que sucede, y ha fijado el destino de todos los hombres y ángeles ya sea a la vida eterna o a la muerte eterna, empero sin usar su presciencia para hacerlo ni violar el libre albedrío de cualquier criatura al hacerlo.g Para estar ajustado a tal arreglo Jehová tendría que crear a cada individuo de tal manera que automáticamente hiciera exactamente lo que él había predestinado que hiciera. Esto coloca a los predestinarios en la misma condición doctrinal de los fariseos, acerca de quienes Josefo escribió: “Cuando determinan que todas las cosas se hacen por destino, no quitan la libertad de los hombres para obrar como crean adecuado; puesto que su noción es, que ha agradado a Dios hacer un temperamento, por medio del cual lo que él quiere se hace, pero de modo que la voluntad del hombre pueda obrar virtuosa o viciosamente.”h De lo susodicho es evidente que los predestinarios dan únicamente servicio de boca al libre albedrío del individuo, mientras que doctrinalmente lo niegan en todo respecto práctico.
CÓMO NOS MODELA JEHOVÁ
3. ¿Qué cosa afirman algunos, y cómo apoyan su pretensión?
3 Algunos afirman que Jehová Dios forma al hombre de tal modo que lo obliga a emprender cierta manera de proceder, violando la libertad de voluntad o selección de la criatura, y de esta manera haciendo que las cosas se efectúen de acuerdo con la predestinación divina de los asuntos. Citan el texto que habla de Jehová como el gran Alfarero y de los hombres como barro impotente que es modelado como él lo cree conveniente. También señalan al tiempo cuando Dios endureció el corazón de Faraón, cuya dureza llevó a Faraón a la destrucción en el mar Rojo. ¿Es posible armonizar estos casos con la libertad de voluntad de todo individuo? Sí, y a modo de colocar un fundamento para respuestas sólidas considere algunos puntos relativos a cambiar o modelar de nuevo la mente humana.
4. ¿Cómo llegan al cerebro mensajes procedentes de los cinco sentidos, y entonces qué sucede?
4 Los hombres saben mucho acerca de la mente, pero es mucho más lo que no saben. Empero una mezcla de hechos y teoría da esta opinión fundamental acerca del funcionamiento de la mente. Cuando la luz entra al ojo se cambia a electricidad para el tiempo que llega a la substancia gris de la capa externa del encéfalo. Cuando el sonido entra al oído llega a la substancia gris como impulsos eléctricos. Análogamente llegan al cerebro los mensajes de los sentidos del olfato, gusto y tacto, llegando a la capa externa del encéfalo como corrientes eléctricas. Dentro de la capa de substancia gris está la substancia blanca del cerebro, y a través de ésta la substancia gris envía mensajes eléctricos, para hacer conexión con otras células o grupos de células en otras secciones de la materia gris. Así cuando la sección de la visión ve peligro envía rápidamente mensajes a la sección motor para inaugurar la acción muscular necesaria, ya sea para pelear o huir. De modo que en todos los demás procesos mentales la substancia gris se comunica con sus diversas partes, haciéndolo mediante el establecer circuitos a través de la substancia blanca.
5. ¿Qué otra cosa arroja luz sobre el funcionamiento y la maravilla del cerebro?
5 Todo pensamiento, toda acción se registra como una senda eléctrica a través de la substancia blanca. Si se trata de una idea antigua o un acto frecuente éste usa el circuito hecho con anterioridad, fortaleciéndolo y ahondándolo todavía más. Por eso la repetición fija las ideas firmemente en la mente, y las acciones repetidas llegan a ser habituales. Se efectúan fácilmente después, y son difíciles de quitar. Las nuevas ideas y nuevas acciones requieren el establecimiento de nuevos circuitos, y eso es más difícil. Al nacer el bebé humano su cerebro casi está en blanco, habiendo allí sólo unos cuantos circuitos, tales como el del instinto de mamar y algunos otros modelos básicos necesarios para sobrevivir. Pero no dura así, como un papel que casi está en blanco, por mucho tiempo. Los cinco sentidos le traen una corriente constante de mensajes, y con el transcurso de los años se acumula un aterrador laberinto de circuitos—más, calculan los científicos, que todos los circuitos de los alambres, las centrales y los receptores telefónicos en existencia. Un científico calculó que “el cerebro humano tiene suficiente capacidad de almacenaje como para recordar cincuenta veces más información que la contenida en los siete millones de volúmenes de la Biblioteca del Congreso [de los EE. UU.].” ¡Verdaderamente “asombrosa y maravillosamente [ha] sido formado” el hombre! (Sal. 139:14) ¡Cuánto cuidado debemos tener de dar entrada a las ideas correctas, ejecutar las acciones correctas, establecer los circuitos correctos, para que no se vayan a cruzar nuestros alambres mentales y se enreden en malos pensamientos y malas acciones!
6. ¿Cómo difieren los hombres y los animales en estos respectos, y qué hace al hombre lo que él es?
6 Si no poseyéramos libre albedrío, sino que en vez de eso nuestro proceder estuviera fijado para nosotros, no tendríamos el poder de modelar nuestra mente de acuerdo con nuestros deseos, de acuerdo con las cosas que escogemos introducir al cerebro. Seríamos más semejantes a las criaturas de instinto, semejantes a los animales inferiores. Su cerebro no está tan en blanco como el de los humanos al nacer; la mayor parte de sus circuitos ya están ahí, y sólo pueden añadir unos cuantos después. Llegan más cerca de estar predestinados al nacer que los hombres. Ellos siguen principalmente el instinto dado por Dios. El hombre, por otra parte, hace sus propias decisiones. Y debido a que cada uno lo hace de manera diferente, cada uno es un individuo separado, una personalidad distinta. Son los pensamientos y acciones del individuo lo que lo hacen ser lo que es. Jehová Dios así lo expresa: “Así como él ha pensado en su propia mente, así es él.” (Pro. 23:7, Ro) Del corazón, que frecuentemente representa a la mente, provienen palabras y acciones. (Mat. 12:34; 15:19) Por eso lo que el individuo piensa, dice y hace está gobernado en gran manera por la mente. Para cambiarse, remodelarse, tiene que cambiar su manera de pensar; porque así como piensa, así es.
7. ¿Qué mandato se da a los hombres, y por qué, y cómo pueden obedecerlo?
7 Debido a que los hombres de este viejo mundo agonizante piensan y hablan y obran erróneamente, porque tales incrédulos son vasos de ira en camino a la destrucción, y porque tienen que ser remodelados en vasos de gloria para Jehová si han de escapar de ser destrozados cual vaso de alfarero por la vara del Rey en el Armagedón, el mandato vital para ellos es: “Dejen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente.” (Juan 3:36; Rom. 12:2, NM) Si rehacen su mente son personas cambiadas, porque así como piensan, así son. Tienen que dejar que los circuitos viejos colocados en su cerebro por los proyectos y propagandas, las concupiscencias e inmoralidades del viejo mundo se borren por desuso, y han de reemplazarlos con nuevos circuitos edificados por medio del pensar y obrar correctos que ha recomendado el nuevo mundo de Jehová. Si así lo hacen, serán remodelados en una nueva personalidad: “Deben despojarse de la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que está corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; . . . deben ser renovados en la fuerza que impulsa su mente, y deben revestirse de la nueva personalidad que fué creada de acuerdo con la voluntad de Dios en verdadera justicia y bondad amorosa.” “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó.”—Efe. 4:22-24; Col. 3:9, 10, NM.
8. ¿Por qué puede decirse que Jehová puede cambiar a los hombres sin forzarlos a ello?
8 De modo que es mediante el adquirir conocimiento acertado acerca de Jehová y Cristo que las criaturas humanas hechas de polvo o barro pueden ser remodeladas, cambiadas de vasos de ira a vasos dignos de la misericordia divina. (Juan 17:3) Por otra parte, esta información, en vez de remodelar a hombres nacidos bajo ira y condenación en vasos de gloria, endurece a algunos aun más como vasos de ira, aun impulsándolos al asesinato. (Juan 8:37-45; Hech. 7:54-60; 2 Tim. 3:8) Y este testimonio que endurece a los vasos de ira o los remodela en vasos dignos de misericordia, ¿dónde se encuentra? En la Palabra de Dios, la Biblia. Por eso mediante su Palabra Jehová hace a personas más porfiadamente inicuas o las cambia en gloriosos siervos suyos, y esto sin forzar en nada a la criatura, sino que más bien sucede de acuerdo con la manera en que la criatura misma desea reaccionar. El caso es semejante al de una persona que recibe una carta de cierto hombre la cual hace que la persona cambie de parecer, y como resultado la persona dice: “Ese hombre me hizo cambiar de parecer.” Empero no hubo implicado ningún forzamiento; la persona cambió por su propio libre albedrío.
9. ¿Cómo debe entenderse Romanos 9:21-24, y qué otro texto demuestra que es veraz este entendimiento?
9 Es con este modo de ver las cosas que Romanos 9:21-24 (NM) debe considerarse: “¿Qué? ¿No tiene el alfarero autoridad sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para un uso honroso, otro para un uso deshonroso? Si, ahora, Dios, aunque teniendo la voluntad de demostrar su ira y dar a conocer su poder, toleró con mucha longanimidad vasos de ira hechos dignos de destrucción, a fin de dar a conocer las riquezas de su gloria sobre vasos de misericordia, los cuales él preparó de antemano para gloria, a saber, nosotros, a quienes llamó no sólo de entre los judíos sino también de entre las naciones, ¿qué hay de ello?” ¿No tiene Jehová el derecho de declarar su mensaje a todos los hombres sacados del mismo lugar, el polvo de la tierra, y dejar que éste les forme a favor o en contra de él, de acuerdo con sus propias reacciones de libre albedrío a dicha declaración? Seguro que sí, y de antemano él indicó en su Palabra que una clase sería endurecida como vasos de ira y otra clase sería flexible en su manera de pensar cuando oyera la verdad y la recibiría y reharía su mente de acuerdo con su impacto, con lo cual éstos llegarían a ser vasos de misericordia. Que el individuo mismo puede, por su propio proceder en armonía con la voluntad de Jehová, hacerse un “vaso para un uso honroso” se declara específicamente en 2 Timoteo 2:20-22 (NM): “Ahora bien, en una casa grande hay vasos no sólo de oro y plata sino también de madera y barro, y algunos para un propósito honroso pero otros para un propósito falto de honra. Si, pues, alguien se mantiene separado de éstos, será vaso para propósito honroso, santificado, útil a su dueño, preparado para toda buena obra. De modo que, huye de los deseos incidentales a la juventud, mas sigue tras la justicia, la fe, el amor, la paz, junto con los que invocan al Señor de un corazón limpio.” El decir que Jehová obliga a los hombres a ser un vaso bueno o malo es antibíblico. Él nos modela por medio de su Palabra, para el bien si dejamos que lo haga.
10. ¿Cómo endureció Dios el corazón de Faraón sin violar el libre albedrío?
10 Ahora considere el texto de controversia en donde Jehová dijo: “Yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré mis señales y mis maravillas en la tierra de Egipto; pero [VA] no os escuchará Faraón.” (Éxo. 7:3, 4) Ahora bien, Jehová en realidad no endureció el corazón de Faraón de modo que Faraón perdiera su libre albedrío en el asunto. Su corazón se endureció debido al mensaje que le declararon a él Moisés y Aarón. Eso fué lo que le hizo reaccionar con terquedad inflexible e ira. Pero puesto que el mensaje que Moisés y Aarón declararon realmente era el mensaje de Jehová, el relato dice que Jehová endureció su corazón. El extender Dios repetidamente su misericordia hacia él por el levantamiento de plaga tras plaga no ablandó al gobernante egipcio, sino, como suele suceder en el caso de matasietes y tiranos, esta indulgencia sólo hizo a Faraón más intolerable, sacó a relucir más sus características de matasiete. En Éxodo 8:15 se demuestra el resultado que trajo el alivio: “Cuando Faraón vió que había respiro, hizo obstinado su corazón.” Y después de ser levantada una de las plagas: “Faraón empero hizo obstinado su corazón esta vez también.” (Éxo. 8:32) También 1 Samuel 6:6 declara: “Los Egipcios y Faraón endurecieron su corazón.” ¿No se dice que Faraón endureció su propio corazón? Sí, porque eso fué lo que realmente sucedió. Sólo se dice que Jehová lo hizo porque así fué como Faraón reaccionó al mensaje de Jehová. La misericordia que se demuestra a tales hombres arrogantes sólo sirve para que acumulen más ira en contra de ellos mismos. (Rom. 2:4, 5) No es raro que los hombres inicuos interpreten la longanimidad de Jehová como señal de debilidad y así se hagan más resueltos en sus caminos malos, pensando que el tiempo de ajustar cuentas jamás vendrá: “Por cuanto no se ejecuta sentencia contra la obra mala muy en breve, por eso el corazón de los hijos de los hombres dentro de ellos está plenamente resuelto a hacer el mal.” (Ecl. 8:11) El corazón de Faraón estaba resuelto de esa manera en él.
11. ¿Cómo interpreta la Biblia misma una situación semejante, probando que el punto de vista no es interpretación privada?
11 La acusación de que tal opinión del endurecimiento del corazón de Faraón es interpretación privada no puede probarse, porque la Biblia misma interpreta de esa manera una expresión semejante. En Isaías 6:10 Jehová dice a Isaías: “Embota el corazón de este pueblo, y haz que sean pesados sus oídos, y cierra sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, y con su corazón no entienda, ni se convierta, ni sea sanado.” Ahora bien, Dios no quiso decir que Isaías realmente fuera y les embotara el corazón y les tapara los oídos y les cerrara los ojos para impedir algún arrepentimiento; sino que predijo que ése sería el efecto del mensaje que a Isaías se le había mandado que fuera y dijera a la gente, que la gente misma demostraría tener ojos cerrados y oídos no oidores y corazones embotados, que no se arrepentiría ni se volvería a Jehová para ser curada espiritualmente. El mensaje que se declaró hizo a estos rebeldes no receptivos porque no los complació, y dado que Isaías lo entregó se dijo que él les había causado estas cosas. Pero el hecho de que ellos se lo hicieron a sí mismos se demuestra por nada menos que la autoridad de Jesús mismo, porque al citar esta profecía como teniendo cumplimiento en los rebeldes de su día él dijo: “El corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos han oído con aburrimiento, y han cerrado los ojos.” Años después Pablo la citó con las mismas palabras. Aunque en la profecía de Isaías se habla de Isaías como haciéndolo, tanto Jesús como Pablo manifiestan que el pueblo mismo lo hizo, y no realmente Isaías.—Mat. 13:14, 15; Hech. 28:25-27, NM.
12. ¿Quién allana las sendas de los hombres, los hombres o Dios?
12 Hay otro caso de esto donde se les manda a los siervos de Dios que “sigan haciendo sendas rectas para sus pies,” pero en otra parte se dice concerniente a Jehová: “Él allanará todas tus sendas.” (Pro. 3:6, NC; Heb. 12:13, NM) ¿Quién allana las sendas? Los predestinarios dicen que es Dios, no los hombres, y tratan de probarlo citando Jeremías 10:23: “No es del hombre que anda dirigir sus mismos pasos.” El hombre en sí mismo no puede hacerlo, pero Jehová lo hará para él, no por medio de la predestinación, sino por medio de Su Palabra: “¿Cómo podrá el joven mantener puro su sendero? cuidando de él conforme a tu palabra.” “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino.” (Sal. 119:9, 105) Es usted el que por su propio libre albedrío tiene que seguir “haciendo sendas rectas para sus pies,” pero dado que usted lo puede hacer sólo si le presta atención a la Palabra de Dios también es correcto decir que Jehová ‘allanará todas sus sendas,’ por medio de su Palabra.
LA PRESCIENCIA NO ES VIOLACIÓN DEL LIBRE ALBEDRÍO
13. ¿Cómo se manifiesta que Jehová tiene el poder de presciencia?
13 Jehová Dios puede penetrar en los pensamientos más recónditos de la mente, y prever el curso que será adoptado no sólo por individuos sino también por clases. (1 Sam. 16:7; Efe. 3:20; Heb. 4:12) Él creó la mente que dirige al hombre, conoce su operación intrincada, e instantáneamente puede descubrir la inclinación de la mente del hombre y saber a lo que esa inclinación de mente conducirá con el tiempo. Él hizo precisamente tal examen de la mente de los hombres antes del diluvio del día de Noé, y los halló irreformables. (Gén. 6:5, UTA) Antes de que los israelitas entraran a Canaán Jehová dió testimonio en contra de ellos para referencia futura, para demostrar que él previó a lo que su disposición mental los conduciría y que ellos habían sido advertidos: “Sé a lo que conducirá su temperamento, aun ahora, antes de que los introduzca a la tierra, la cual les prometí bajo juramento.” (Deu. 31:21, UTA) Él también previó y describió con anticipación como una amonestación para nosotros la iniquidad de los hombres en estos últimos días de este viejo mundo; también la existencia de una “grande muchedumbre” que le serviría. (2 Tim. 3:1-5, 13; Apo. 7:9, NM) De modo que Jehová prevé que la mayoría de la humanidad hoy perecerá con Satanás en el Armagedón, y que sólo una minoría se pondrá de parte suya y vivirá. (Isa. 24:6; Jer. 25:33) Por consiguiente él prevé el destino de millones de personas como una clase, y por eso no es gran cosa si prevé el fin de un individuo. Empero en general él restringe su presciencia a clases en vez de a los individuos que las componen.
14. ¿Cuáles son algunas de las cosas que se afirman concernientes a la presciencia, empero qué manifiesta que se preserva el libre albedrío de los individuos?
14 La presciencia, sin que existan ciertas condiciones previas por medio de las cuales se determine el resultado lógico que ha de esperarse, equivale a lo mismo que la predestinación. Los predestinarios disienten, porque dicen que la predestinación no se basa en la previsión de obra alguna de los individuos implicados, ya que eso haría la fijación del destino dependiente de obras futuras, y eso ellos no lo aceptarán. Empero otros afirman que la presciencia de Dios de que algunos individuos en vista de ciertas condiciones interiores fracasarán los obliga a fracasar a fin de que la presciencia divina se pruebe correcta. O, tocante a eso, que la presciencia de Dios de que la mayoría perecerá en el Armagedón excluye cualquier difusa conversión a la piedad. Su análisis no llega a la raíz del asunto. El punto es que el mero ejercicio de su presciencia basada en ciertas condiciones existentes no es lo que hace que suceda lo previsto. Su ejercicio de ella es un benigno servicio a los hombres, porque hace posible las amonestaciones contenidas en su Palabra. Puesto que ellas principalmente atañen a clases sin fijar el destino de individuos, hacen posible que los individuos se coloquen en la clase de la minoría sobreviviente y eviten el grupo de la mayoría perecedera. Para ser salvados los individuos tienen que ser, no de acuerdo con la Versión Moderna “ordenados para vida eterna,” sino de acuerdo con otras traducciones “justamente dispuestos para la vida eterna,” y dicha disposición personal queda sin ser afectada por la presciencia. (Hech. 13:48, NM; Ro; Diaglott) Los pensamientos recónditos del individuo, su condición de corazón y sus hechos son la base sobre la cual el juicio y destino descansan. (Apo. 2:23, NM) De otra manera, ¿por qué probaría Jehová a las personas, y por qué andaría el Diablo como león rugiente para devorar a los fieles? El punto en cuestión de la integridad no tendría ningún significado, sería ilusorio.
15. ¿Qué ilustraciones concernientes a cosas inanimadas manifiestan que la presciencia no hace que las cosas sucedan?
15 Para ilustrar cómo el mero ejercicio de tal presciencia basada en condiciones no destruye de sí misma la acción independiente, considere los ejemplos del uso limitado que las criaturas humanas hacen de ella. Un astrónomo puede predecir cuándo cierto cometa va a pasar fugazmente por el cielo, o cuándo habrá un eclipse del sol o la luna. ¿Es su presciencia de la visita del cometa o el eclipse lo que hace que tales cosas sucedan? Un ingeniero puede conocer los puentes, y ver un puntal débil, y saber que cuando un pesado tren de carga pase por allí el puntal cederá y el puente se desplomará. ¿Acaso su mero conocimiento de la debilidad hace que el puntal se rompa y el puente se caiga? Un maquinista puede usar los rayos X para ver un defecto escondido en una pieza de acero de una máquina y saber así que la parte se quebrará bajo la tensión de la operación. Pero ¿no se rompería la parte prescindiendo de si el maquinista supiera la debilidad o no? Nosotros sabemos que el sol saldrá mañana, pero el hecho de que lo sabemos no lo hace salir.
16. ¿Qué ilustraciones que implican cosas animadas establecen el mismo punto?
16 O considere las ilustraciones de cosas animadas. Sabemos que un gato jugará con un ratón y un perro perseguirá a un conejo. Sabemos eso debido a nuestro conocimiento acerca de gatos y perros. Pero el mero hecho de saberlo no lo efectúa. Si ignoráramos totalmente cómo se portan gatos y perros cuando se hallan en la presencia de ratones y conejos, el juego atormentador y la caza todavía se efectuarían. Tal vez usted conozca a alguien que es alcohólico, y sabe que cuando pide dinero a alguien lo va a gastar en aguardiente. Pero su presciencia de eso no hace que él lo haga. Cuando usted tiene amigos íntimos y aprende sus amaneramientos o tendencias o peculiaridades mentales, a menudo usted sabe con anticipación lo que harán bajo ciertas circunstancias. Pero la presciencia que usted tiene debido a discernir sus personalidades no los obliga a que obren así, ¿no es verdad? Ellos todavía obran por su propio libre albedrío, sin ser maniobrados ni forzados por la presciencia de usted, ¿no es verdad? Tal vez sepa usted cómo las naciones pendencieras de Oriente y Occidente reaccionarán bajo ciertas condiciones, pero debido a eso usted no lo consideraría justo el que lo culparan por las trifulcas, ¿verdad?
17. ¿Por qué es ilógico culpar a Dios por lo que él lee en una mente humana?
17 Entonces ¿por qué culpar a Dios por lo que su presciencia le revela? Él sabe lo que está en la mente humana, cómo obra, y conoce su inclinación hacia el bien o el mal. Pero sólo el que él pueda leer lo que está en la mente del hombre y ver el camino en que se dirigirá no lo hace responsable de lo que está en esa mente, así como nosotros no somos responsables de lo que podemos leer en un libro. El que escribió el libro es responsable de su contenido, y asimismo es el individuo que abriga pensamientos impropios el que es responsable de ellos. El pensamiento no está colocado ahí por Dios, así como nosotros no ponemos el pensamiento impreso en el libro que leemos. Y así como podemos leer o abstenernos de leer el libro, así Jehová puede examinar o abstenerse de examinar nuestra mente, puede prever el curso al que nos dirigirá nuestra mente o retener de sí mismo tal conocimiento. Sea como fuere, nosotros somos creados poseyendo libre albedrío y usamos esa libertad como queremos usarla.
ADÁN HECHO “MUY BUENO”
18. ¿Por qué hizo Jehová al hombre, y qué ilustración manifiesta que este propósito podría tener mayor realización teniendo el hombre libre albedrío?
18 Algunos, todavía tratando porfiadamente de trasladar la culpa a Dios, le critican por haber hecho al hombre con libre albedrío, diciendo que si él no lo hubiera hecho así el hombre nunca podría haber fracasado. Su razonamiento es muy somero. Jehová creó al hombre para Su placer, y los hombres fieles le dan placer a Dios. (Sal. 35:27; 147:11; 149:4; Apo. 4:11) Y es la facultad del libre albedrío en el hombre lo que ampliamente contribuye al placer de Jehová. Esto se ilustra en los asuntos del hombre, a quien se le dió dominio sobre la tierra como Dios lo posee sobre el universo. El hombre puede hacer un perro mecánico, darle cuerda, y observar como salta, sabiendo exactamente lo que hará. Está desprovisto de voluntad, restringido por diseño mecánico. Puede divertir por algún tiempo, pero ni se acerca a causar tanto placer como un perro vivo. El perro vivo tiene cierta medida de selección, y cuando ejercemos dominio sobre él y lo entrenamos sacamos placer de él. El perro puede ser entrenado a que haga suertes, o rinda servicio valioso, tal como el que ejecuta un perro de pastor. Nos complacemos porque el perro no nos obedece sólo porque tiene que hacerlo, porque no puede obrar de manera contraria. Nos proporciona placer cuando nos obedece de selección libre, de esta manera demostrándonos cariño. Pero si se rebela en contra de nuestro entrenamiento, como lo hacen a veces los perros de pastor volviéndose asesinos, no nos complacemos en él y nos vemos obligados a destruirlo debido a que usó mal su facultad de selección.
19. (a) ¿Por qué, pues, se le dió al hombre libre albedrío, y cómo fué salvaguardado? (b) ¿Cómo queda excluida la predestinación calvinista por el hecho de que Dios creó para su placer?
19 De la misma manera el uso apropiado de libre albedrío por parte del hombre le ocasiona placer a Dios. Jehová tenía muchas creaciones sin libre albedrío, tales como las estrellas y los planetas, los cuales mecánicamente obedecen sus leyes de movimiento y permanecen en sus órbitas asignadas; y hasta los animales inferiores, y especialmente los insectos, son algo mecánicos en acción, dado que están gobernados en gran parte por instinto en vez de razón. El hombre había de ser algo diferente, algo superior, algo adecuado para ser puesto sobre el resto de la creación terrestre para ejercer dominio apropiado sobre ella, como siervo fiel de Jehová. Para hacerlo “muy bueno” para tal asignación Jehová hizo al hombre a la imagen de Dios, con cualidades de justicia, amor, sabiduría y poder. (Gén. 1:26-31) Un hombre mecánico, que es lo que sería uno sin libre albedrío, podría tener poder, pero carecería de los otros atributos divinos. La justicia denota la habilidad de escoger entre el bien y el mal. La sabiduría implica entre otras cosas la inteligencia necesaria para hacer la selección propia. El amor se manifiesta por la obediencia a los mandamientos del Creador, y tiene que darse libre y alegremente para que sea genuino y le ocasione placer al recipiente. (1 Juan 5:3) Dios dió al hombre estas cualidades, y las instrucciones para su uso apropiado, y hasta añadió una conciencia para guiarlo cuando surgieran dudas en cuanto al bien o el mal. (Rom. 2:12-16) Pero si el hombre se rebela es destruído, así como lo es el perro de pastor que se vuelve asesino. Sí, Jehová pudo haber hecho un robot en vez de un hombre, pero esto no le hubiera proporcionado más placer que el que un perro mecánico nos proporciona a nosotros. Por eso, así como a nosotros nos gustan más los perros vivos que los mecánicos, así Jehová quiso hombres vivos con libre albedrío en vez de hombres mecánicos. E, incidentalmente, dado que Jehová creó todas las cosas, incluyendo a los hombres, para placer suyo; y dado que no se complace en la muerte de los hombres, difícilmente habría predestinado a muchos a la muerte antes de hacerlos. Tales creaciones no le hubieran ocasionado ningún placer, y serían una violación de su principio expreso de crear sólo para placer suyo.—Eze. 18:23, 32; 33:11.
20. A pesar de algunos quejumbrosos crónicos, ¿qué manifiesta que el hombre no desearía ser otra cosa sino una criatura de libre albedrío?
20 Los que se quejan de haber sido hechos con libre albedrío no estarían satisfechos si fuera de otra manera. No quieren ser una máquina, ni siquiera un insecto vivo guiado sólo por instinto, respondiendo de manera mecánica al medio ambiente, desprovistos de inteligencia, incapaces de hacer decisiones o enfrentarse a cambios en las condiciones que no hayan sido anticipados. Como hombres no recibirían bien la remoción parcial de su libre albedrío, como sucede cuando los hombres van a la cárcel, teniendo poca libertad en cuanto a dónde van, qué hacen, cómo viven, etc. Aun las personas del mundo de Satanás están restringidas y su libre albedrío se circunscribe a cierto grado. Están esclavizadas por un sistema corrupto, su mente moldeada por propaganda demoníaca, espiritualmente cegadas por las religiones falsas, físicamente limitadas a un escritorio de oficina o línea de montaje de fábrica, agobiadas con tediosas tareas para cumplir con las obligaciones de pagos a plazos y otras responsabilidades acumuladas bajo un sistema que regimenta a la humanidad para facilitar su explotación. Los hombres luchan y mueren por la libertad. Quieren libertad de adoración ahora, pero algunos objetan porque Dios la dió a Adán y Eva. Esa pareja usó mal su libertad; por eso algunos dicen que ellos jamás deberían haberla tenido. Muchos hombres usan mal la libertad de adoración hoy; ¿es esto razón para negársela a todos?
21. ¿Por qué debemos estar agradecidos, y estar ocupados en qué?
21 Nosotros tenemos libre albedrío, gracias a Jehová por eso. No somos automóviles en cuyo volante Dios se sienta y guía en la dirección correcta o incorrecta, dirigiéndonos más allá de nuestro poder para controlar. Él no nos dirige por algún sistema de control remoto celestial como los hombres pueden conducir automóviles o gobernar embarcaciones o hacer volar aviones por control remoto. No somos predestinados para ir en este camino o aquél, como títeres con cuerdas atadas y a los cuales Dios maneja y coloca por dondequiera según su antojo. Él nos hizo hombres, no títeres, ni máquinas. En vez de agitarnos debido a ello y andar en dimes y diretes con Dios, debemos ocuparnos en usarlo correctamente, en armonía con los requisitos divinos, y así asegurarnos la vida eterna.
22. ¿Qué dicen algunos críticos, pero qué ilustración manifiesta que están equivocados?
22 Cuando Jehová declaró a su creación terrestre, incluyendo al hombre, ‘muy buena’ quiso decir perfecta: “Perfecta es su obra.” (Deu. 32:4) Empero algunos dicen: si Adán y Eva hubieran sido perfectos no habrían usado incorrectamente su libertad de voluntad y selección. Pero no es necesariamente ése el caso. Una máquina puede estar bien diseñada, ser de materiales sin tacha, de excelente hechura, y estar acompañada de instrucciones claras en cuanto a la clase de combustible que la hará funcionar debidamente, y amonestaciones contra usar combustibles inferiores. Ahora bien, si se usa deliberadamente el combustible incorrecto en oposición obstinada a las cuidadosas instrucciones del fabricante y la máquina se descompone, se arruina, ¿se puede culpar al hacedor de producir una máquina inferior? En justicia, no. Lo mismo sucedió tocante a Adán y Eva. Su mente era perfecta. Su cuerpo era perfecto. Su alimento provisto para la mente y el cuerpo era perfecto. Se les instruyó clara y perfectamente en cuanto a qué combustible usar y cuál rechazar. Entonces Satanás, a través de la serpiente, sugirió un cambio de combustible, diciendo que les daría más poder, que les daría una elevación, que los haría semejantes a dioses. De modo que Eva aceptó el combustible incorrecto y se descompuso. Dió parte de éste a Adán y él quedó descompuesto. Ambos quedaron más allá de compostura; fueron deliberados en su desobediencia a las instrucciones. De ellos es cierto: “Dios hizo a la humanidad recta, pero ¡ellos han buscado muchas villanías!”—Gén. 2:16, 17; 3:1-6; Ecl. 7:29, Fenton.
23. ¿Qué iba a medir o demostrar la prueba en el Edén?
23 Si Adán y Eva no hubieran podido usar su libre albedrío incorrectamente, éste no habría sido enteramente libre. Dios los sometió a una prueba sencilla para ver cómo lo usarían, para determinar su santidad. Era una cuestión de santidad, no de perfección física. Dios sabía que eran perfectos, y si eso hubiera querido decir que no podían apostatar él jamás habría presentado la prueba, sabiendo que debido a su perfección no podían fracasar. El querubín cubridor fué perfecto hasta que la iniquidad se halló en él. (Eze. 28:15) Su perfección no impidió su caída. Su falta de santidad causó su caída. Hoy algunos hombres escogen hacer el bien y servir a Dios con santidad, pero eso no los hace perfectos. A la inversa, Adán y Eva escogieron hacer el mal y ser impíos, pero eso no significó que eran imperfectos al empezar. Sólo significa que los hombres tienen libre albedrío, pudiendo escoger por sí mismos, y su uso propio de esta habilidad no es un asunto de perfección sino de santidad. De modo que la prueba en el Edén no fué para medir la perfección o imperfección, sino que fué para demostrar santidad o impiedad.
24. ¿Cómo tiene que demostrar santidad ahora el pueblo de Jehová?
24 En estos últimos días de iniquidad los del pueblo de Jehová tienen que demostrar santidad. No deben descomponer y ensuciar su mente con el asqueroso alimento mental servido en las mesas de propaganda de este viejo mundo, sino que deben alimentarse del banquete de manjares pingües que Jehová provee. (Isa. 25:6; 28:8) Hay que limpiar las mentes y rehacerlas, hay que hacer desaparecer los circuitos mentales formados por la manera de pensar y obrar del viejo mundo y colocar nuevos de acuerdo con las especificaciones del nuevo mundo. Mediante el estudiar privadamente con regularidad, asistir a todas las reuniones con regularidad, y participar en todo rasgo de la obra de predicación con regularidad los circuitos mentales son profundizados y tales actividades buenas llegan a ser habituales, y de ninguna manera la lucha que son cuando los circuitos mentales son débiles y están borrados debido a que se usan sólo de vez en cuando. ¡Para nosotros mismos y para otros, hágalos fuertes!—1 Tim. 4:16.
25. ¿Cuáles son los variados efectos del mensaje cuando se predica en los territorios, por qué es el barro un símbolo adecuado de la gente?
25 Los otros por cuya causa tenemos que predicar diligentemente son los que se hallan en los territorios. Cuando el mensaje les llegue, ¿cómo reaccionarán? ¿Acaso su mente, semejante a barro flexible, será impresionada con la verdad, se dejará ser reformada por ella, ser amoldada a los justos principios de la Biblia, ser modelada en caminos de santidad a Jehová? ¿O se enfrentará el mensaje a una mente· que lo resiste, se endurece en contra de él, se opone a él, lo ridiculiza y se burla de él con una exhibición vana de superioridad mundana? El barro es un buen símbolo, porque para formarlo en vasos finos tiene que ser la clase correcta de barro, molido finamente sin que quede nada burdo o bolas duras en él, saturado de agua, que pueda ser fácilmente modelado, capaz de conservar su forma y no combarse, y que no se agriete cuando se cueza en el horno. Asimismo, las personas tienen que ser de la clase correcta de tierra, no toscas o groseras en conducta ni con vetas duras u obstinadas en ellas, sino estar saturadas del agua de la verdad, de textura fina, suaves, flexibles, mansas, fácilmente formadas de modo que sea posible remodelarlas completamente a la imagen de Cristo, y luego jamás volverse o desplomarse a la forma anterior o agrietarse bajo las pruebas ardientes de persecución que con seguridad vendrán. (Mat. 13:23; Heb. 10:39; 1 Ped. 2:21; 4:12) Jehová, mediante su Palabra declarada por sus testigos, modelará tanto los vasos de ira como los vasos para gloria. Cuando un testigo le dice a un amo de casa que no hay tormento eterno quizás la persona responda: “¡Me hace usted tan feliz!” El siguiente amo de casa quizás grite: “¡Me enfurece usted tanto . . . !” Es el mensaje el que realmente los hace reaccionar, a uno tan diferentemente del otro. Es el mensaje el que hace a los testigos un olor grato a uno y un olor fétido al otro, el que modela a uno como vaso de ira y al otro como vaso de misericordia.—2 Cor. 2:14-16, NM.
26. ¿De qué podemos estar seguros, y a qué pregunta se enfrenta cada persona?
26 De esto todos podemos estar seguros. Nosotros dejaremos que Dios nos reforme o nos haga quedar sin forma. Llegaremos a ser vasos de misericordia y nos amoldaremos de acuerdo con las influencias modeladoras de su Palabra, o nos endureceremos como vasos de ira y seremos reducidos a basura sin forma por la vara de hierro del Rey. (Sal. 2:6-9) La pregunta delante de cada persona es: ¿Escogemos seguir siendo vasos de ira, o reformarnos como vasos de misericordia? Tenemos libre albedrío y estamos capacitados para contestar qué escogemos, sin ser estorbados por la predestinación, ni obligados por la presciencia.
[Notas]
a Id., capítulo IX, secciones 3, 4, páginas 41, 42.
b Id., capítulo VII, sección 3, página 30.
c Id., pregunta 67, páginas 166, 167.
d Id., capítulo XVII, sección 2, página 65.
e Id., pregunta 18, página 140.
f Id., capítulo III, secciones 1, 5, 7, 8, páginas 13-17.
g Id., capítulo III, secciones 2, 3, páginas 14, 15.
h Antigüedades judaicas, libro XVIII, capítulo 1, §3.