¿Puede usted decir que realmente ha llegado a conocer a Dios?
“Por esta misma causa también estoy sufriendo estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque conozco al que he creído, y tengo confianza de que él puede guardar lo que he depositado a su cuidado hasta aquel día.”—2 Tim. 1:12.
1. ¿Qué situación en el Israel de la antigüedad hace que nos preguntemos si realmente conocemos a Dios?
¿CONOCE usted a Dios? ‘Pues, sí,’ ¿usted responde, ‘todo el mundo conoce a Dios, ¿verdad?’ Superficialmente es posible que así parezca, pero hace 2.700 años un profeta que se llamaba Oseas dijo algo que quizás nos haga pausar y preguntarnos: ‘¿Realmente conozco a Dios?’ Oseas vivió en Israel durante un tiempo en que esa nación estaba en una relación especial de pacto con Jehová Dios. Sin duda la mayoría de los israelitas sabía que el nombre de Dios Jehová literalmente quiere decir “El Causa que Llegue a Ser.” Sin duda sabían el papel que Dios había desempeñado en su desarrollo nacional y, en su mayor parte, conocían sus leyes. Sin embargo, a pesar de toda esta familiaridad con su Creador el profeta Oseas fue compelido a decirles: “Oigan la palabra de Jehová, oh hijos de Israel, porque Jehová tiene una causa judicial con los habitantes de la tierra, porque no hay verdad ni bondad amorosa ni conocimiento de Dios en la tierra.”—Ose. 4:1; compare con Juan 7:28.
2, 3. (a) ¿Qué está envuelto en realmente conocer a alguien? (b) ¿Por qué es importante el realmente conocer a Dios?
2 Claro está, pues, que estos israelitas realmente no conocían a Dios. Hay, por lo tanto, más implicado en conocer a alguien que solo conocer su nombre y quizás tener alguna información en cuanto a la historia de la persona, o sus gustos y aversiones.
3 ¿Cuánto realmente conoce usted acerca de Dios? ¿Está usted dispuesto a arriesgar su vida sobre la base de lo que conoce? Usted va a tener que hacerlo. La nación de Israel fue rechazada a causa de su falta de conocimiento, y Dios tiene el mismo sentir hoy en cuanto a los que rechazan el conocimiento verdadero de él. Se acerca el tiempo en que él va a ‘traer venganza sobre los que no conocen a Dios.’—2 Tes. 1:8; Juan 17:3.
4. ¿Cómo se hace patente la falta de conocimiento acerca de Dios?
4 Desde luego se hace patente que hoy la mayoría rechaza el conocimiento de Dios, así como lo hizo la nación de Israel en los días de Oseas. Después de condenar la deplorable falta de conocimiento entre sus compañeros israelitas, Oseas pasó a mostrar cuánto resaltaba la falta de conocimiento de ellos. Dijo: “Hay la pronunciación de maldiciones y práctica de engaño y asesinato y robo y perpetración de adulterio que han estallado, y actos de derramamiento de sangre han tocado a otros actos de derramamiento de sangre.” (Ose. 4:2) Sí, las acciones de uno revelan cuán bien conoce uno a Dios. Un escritor cristiano comentó sobre esto cuando dijo: “Y en esto tenemos el conocimiento de que hemos llegado a conocerlo [es decir, a Dios, como se menciona en 1 Juan 1:5], a saber, si continuamos observando sus mandamientos. El que dice: ‘Yo he llegado a conocerlo,’ y sin embargo no está observando sus mandamientos, es mentiroso, y la verdad no está en esta persona.” (1 Juan 2:3, 4) Por eso, el que uno conozca a Dios significa más que simplemente ser una persona religiosa que va a la iglesia. Tendría que ser obediente a la voluntad de Dios. ¿Cuál es la posición de usted en este respecto?
5. ¿De qué manera edifica el conocimiento confianza en nuestro Creador?
5 Un conocimiento exacto de Dios se caracteriza por la completa confianza y fe en él. El salmista David dice: “Y los que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová.” (Sal. 9:10) Los que conocen el “nombre” de Dios, es decir, sus características y reputación, no creerán mentiras en cuanto a su Padre celestial. Si Él dice o hace algo que no entienden inmediatamente, no le imputan malos motivos. Saben que hay una buena razón para todo lo que Él hace aun si no la entienden en ese tiempo. Y si Él le parece a usted un poco lento, ciertamente hay una buena explicación. En el primer siglo de la era común algunos fueron de este mismo sentir, motivo por el cual el apóstol Pedro escribió: “No es lento Jehová respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” (2 Ped. 3:9) Dios es tan paciente ahora como lo fue entonces, y la gente es tan impetuosa ahora como lo fue entonces.
ANCIANOS, ¿REALMENTE CONOCEN A DIOS?
6. ¿Cómo pueden los ancianos reflejar el punto de vista que tiene Jehová de la imperfección?
6 Los ancianos o superintendentes en la congregación cristiana pueden demostrar cuán bien conocen a Dios al tratar a otros como Dios lo haría. Por ejemplo, considere el asunto de cómo los ancianos ven a sus hermanos. ¿Es su actitud un reflejo del punto de vista de Jehová? Note lo que está escrito en los Salmos: “Si errores fuese lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?” (Sal. 130:3) De modo que el Creador no anda buscando faltas, ni es hipercrítico. La sustancia general del punto de vista de Jehová para con la humanidad se expresa más ampliamente en los Salmos: “Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. No por todo tiempo seguirá criticando, ni hasta tiempo indefinido se quedará resentido. No ha hecho con nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros errores ha traído sobre nosotros lo que merecemos. Porque así como los cielos son más altos que la tierra, su bondad amorosa es superior para con los que le temen. Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones. Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, acordándose de que somos polvo.” (Sal. 103:8-14) ¿Reflejan nuestros tratos con los hermanos que realmente conocemos estas cosas acerca de Dios?
7, 8. ¿Cómo sirve el conocimiento que los ancianos tienen acerca del rebaño para beneficiar a la congregación?
7 Si es así, los ancianos no pueden estar ajenos a cómo le va al rebaño. Bien pueden aplicarse como pastores espirituales las palabras: “Debes conocer positivamente la apariencia de tu rebaño.” (Pro. 27:23) Pero ¿qué hacen los ancianos con su conocimiento del rebaño? Bueno, como Jehová, ven lo bueno en la gente. Reconocen el bien que están haciendo otros, y por eso se esfuerzan por ser edificantes a los que los rodean. ¿No está esto en armonía con el ejemplo de Jehová y el consejo que nos da en su palabra? “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para la edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes.”—Efe. 4:29, 32; Gál. 5:22, 23; Heb. 10:24, 25; 1 Tes. 5:14, 15.
8 También, se dan cuenta de los que necesitan ayuda en la congregación. Quizás algunos de los de mayor edad están teniendo dificultades que afectan su servicio a Dios. Quizás estén deprimidos y por eso necesitan estímulo. ¿Hay otros que están faltando a las reuniones o de otras maneras aflojando el paso en su servicio a Dios? ¿Hay algunos que van solos a las reuniones y al servicio del campo y tienen que pasar por vecindarios peligrosos? ¿Hay algunos jóvenes que se podrían usar para ayudar a otros jóvenes en el servicio del campo y en preparar discursos para la Escuela del Ministerio Teocrático? ¿Hay alguna responsabilidad que se les pudiera dar en el Salón del Reino? Los ancianos están alerta a todos los detalles que afectan la vida espiritual de los hermanos y hacen lo que pueden por ayudar. Estas son las cosas de las que hablan cuando se reúnen.
9. ¿Recibieron los israelitas el consejo de Jehová en cuanto a tomar un rey humano, y cuál fue la reacción de Dios a la actitud de ellos?
9 Sin embargo, ¿qué hay si un miembro de la congregación empieza con una tendencia que a los ancianos les parece que puede conducir a dificultad espiritual? ¿Es una expresión de bondad el pasar por alto la situación? El trato de Jehová con Israel en la ocasión en que pidieron un rey humano ilustra cómo manejar tal situación. Jehová advirtió a los israelitas en términos inequívocos lo que les sucedería como resultado de tener un rey humano; sin embargo, no los estorbó. Su petición realmente equivalía a un rechazamiento de Jehová, y aunque insistieron en pasar por alto su consejo en esta ocasión él no les dio la espalda, sino que hizo llamamientos adicionales a la nación hasta el mismo tiempo de su destrucción. Conociendo a Dios, los ancianos tratan de manera similarmente paciente aun a los que pasan por alto el consejo.—1 Sam. 8:4-22.
10. Explique el punto de vista apropiado de los superintendentes para con aquel que rechaza el consejo.
10 Un miembro no casado de la congregación quizás esté teniendo asociación estrecha con un incrédulo del sexo opuesto. Los ancianos ofrecen consejo bíblico apropiado que explique cómo Dios considera los asuntos, mostrando que realmente es contra la ley de Jehová el casarse con un incrédulo. Aunque se pase por alto el consejo, los ancianos amorosamente tratan de ayudar a tal miembro mientras éste siga formando parte de la congregación cristiana. No hay por qué los ancianos deben sentirse desanimados si su consejo se pasa por alto, sino que deben recordar que su responsabilidad es “exhortar . . . y . . . censurar a los que contradicen,” y también es cierto que a resumidas cuentas “cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.”—Tito 1:9; Gál. 6:5.
11. ¿Qué cualidad es muy importante para que el consejo sea eficaz? Ilustre.
11 En cuanto a dar consejo, algo importante debe aprenderse del ejemplo de Jehová: Sea bondadoso, sea prudente, pero sea específico. Asegúrese de que la persona a quien esté aconsejando capte el punto. Por ejemplo, surgen situaciones en las cuales hay que dar consejo a un matrimonio. Quizás estén teniendo dificultades en llevarse bien el uno con el otro y por eso busquen la ayuda de un anciano. Lo primero que uno puede hacer es escuchar ambos lados del asunto, estando presentes el esposo y la esposa. Jehová Dios siempre escuchaba a la nación de Israel cuando pedía ayuda. A menudo el anciano hallará que solo son los síntomas del problema lo que ellos llaman a su atención y que a la raíz del asunto hay algo más básico, tal como su modo de ver el sexo. Pudiera ser que la idea de que el sexo solo es un mal necesario haya influido en la esposa y por eso resiente la atención sexual de parte de su esposo. O, por otra parte, quizás el esposo sea inconsiderado en cuanto a la composición emocional de su esposa y sea demasiado exigente en los asuntos sexuales.
12. ¿Cómo puede usarse consejo bíblico directo para ayudar a un matrimonio hacia una relación más equilibrada?
12 Ahora bien, si el anciano simplemente le dice a este matrimonio que ore a Jehová y que las cosas se resolverán, quizás se sientan tan desesperanzados como antes. Lo más probable es que ya han orado a Dios y Jehová ahora está contestando su oración por medio del consejo de Su Palabra y la ayuda de un anciano amoroso. Comprendiendo esto, una vez que se haya sacado a la luz el problema, el anciano procede a dar consejo bíblico. No es evasivo sino que se dirige directamente a las Escrituras que tratan específicamente con su problema. Primero puede explicar que uno no debe sentirse impuro porque tiene deseos sexuales, y el cumplimiento de éstos dentro del arreglo matrimonial es una cosa sana. Por supuesto, el gobierno de uno mismo y la consideración al otro son esenciales para una vida sexual equilibrada. Todo esto y más se puede señalar detalladamente cuando se leen y se consideran las Escrituras para establecer los puntos.—Gén. 1:28; Pro. 5:15-19; 1 Cor. 7:3-5; 13:4, 5; Gál. 5:22, 23; 1 Ped. 3:7.
13. ¿Debería sentirse desanimado un anciano si el consejo que ha dado de las Escrituras no se pone en práctica, y por qué?
13 Sea que el matrimonio quiera seguir el consejo bíblico en su vida sexual o en cuanto a algún otro asunto, les toca a ellos decidir; sin embargo el anciano puede sentirse feliz de que con la ayuda de Jehová pudo dar dirección apropiada y demostrar que realmente “conoce” a Dios. Por supuesto, los ancianos no deben tratar de decirle a la gente qué hacer, pero cuando dan consejo deben ser muy francos al explicar los principios bíblicos envueltos.
14. ¿Qué acción de Jehová Dios en relación con el rey Acab muestra el valor de escuchar a otros?
14 Hay otra manera en la cual los ancianos pueden mostrar que tienen un verdadero conocimiento de Dios, y ésa es por la manera en que escuchan los puntos de vista que expresan los miembros de la congregación. Ciertamente Jehová Dios siempre sabe cómo manejar cualquier situación y siempre tiene completamente controlados los asuntos. Sin embargo, al tratar con el rey infiel Acab de Israel, Jehová permitió que los ángeles expresaran su punto de vista en cuanto a cómo tratar con Acab. Ciertamente el Dios del universo no necesitaba el consejo de sus ángeles, pero escuchó. En otras ocasiones Dios escuchó a hombres. ¿Qué mejor manera hay para que un anciano sienta el pulso de la congregación que escuchar lo que otros digan y tomarlo a pechos? Cuánto más eficaz maestro hará esto del anciano que escucha.—1 Rey. 22:19-22; Gén. 18:22-33; Pro. 21:13.
TODOS EN LA CONGREGACIÓN NECESITAN CONOCER A DIOS
15. ¿Por qué ha de evitarse entre los cristianos el dudar, y cómo puede evitarse?
15 A medida que vemos que la conclusión de este sistema se acerca, todos los que han de perseverar tendrán que conocer a Dios. A menos que estemos bien familiarizados con la manera en que él trata con nosotros, fácilmente podríamos sucumbir al peligro de dudar, como lo han hecho algunos cristianos dedicados, bautizados. El dudar por lo general no envuelve verdades bíblicas fundamentales como (1) la soberanía de Jehová, (2) el Reino o (3) el rescate. Más bien, quizás nos preocupemos con algún asunto secundario, y debido a orgullo pongamos nuestras opiniones personales adelante de la Palabra de Dios y la organización de Jehová. Un medio hermano de Jesús nos advirtió contra el dudar: “El que duda es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de una parte a otra. De hecho, no vaya a figurarse ese hombre que recibirá cosa alguna de Jehová; es un hombre indeciso, inconstante en todos sus caminos.” (Sant. 1:6-8) El conocimiento de cómo Dios ha tratado con su pueblo en el pasado y en el presente nos ayudará a evitar dudas.
16, 17. ¿Ha usado Dios a hombres imperfectos para guiar a su organización en el pasado? Dé ejemplos.
16 Los que conocen a Dios recordarán bien cómo Dios ha usado a hombres imperfectos en posiciones de responsabilidad importante para mantener organizado a su pueblo. Por ejemplo, considere a Moisés, cuya imperfección le hizo perder el derecho de entrar en la Tierra Prometida. Sin embargo, Dios continuó usándolo. Al borde de Canaán cuando Moisés repasó y explicó la ley de Dios a la nación de Israel, los israelitas fácilmente pudieran haber razonado: ‘¿Quién eres tú para aconsejarnos, Moisés? Pues, tú ni siquiera eres digno de entrar en la Tierra Prometida.’ ¡Cuán fácil habría sido criticar al hombre, más bien que beneficiarse del consejo dirigido por Dios!—Núm. 20:2-12.
17 El uso de hombres imperfectos por Dios continuó con el establecimiento de la congregación cristiana. Considere al apóstol Pedro. En el día de la muerte de Jesús, Pedro negó tres veces a Jesús. Ese fue un error serio. Sin embargo, es interesante notar que solo cincuenta y dos días después Pedro llegó a ser miembro del cuerpo gobernante ungido de la recién formada congregación cristiana. Fue usado muy prominentemente en aquel día del Pentecostés como vocero de los apóstoles para presentar un discurso conmovedor. Aunque imperfecto, Pedro demostró en aquel día que conocía bien a Dios y estaba íntimamente familiarizado con su Palabra, como lo muestran las referencias que hizo a las Escrituras Hebreas.—Luc. 22:54-62; Hech. 2:1-47.
18. ¿Puede excusarse el cristiano de aceptar el consejo de los superintendentes en la congregación porque son imperfectos, y por qué?
18 Lo mismo aplica en la congregación cristiana hoy día. Se usan a hombres imperfectos que conocen a Dios para tomar la delantera. Quizás un anciano en su congregación le dé consejo sobre su actitud. ¿Va usted a menospreciar el buen consejo bíblico que da y tener el punto de vista: ‘¿Quién es usted para decirme qué hacer? Usted no es exactamente perfecto.’ O, más bien, ¿va usted a mostrar que “conoce” a Dios, que usted se da cuenta de que usa a hombres imperfectos para aconsejar, organizar y dirigir a su pueblo en la Tierra? Realmente, si Jehová se siente satisfecho con trabajar con hombres imperfectos, ¿quiénes somos nosotros para criticar el arreglo? La cosa clave es que debemos beneficiarnos del consejo bíblico que dan.
19. ¿Cuál es la reacción apropiada a declaraciones hechas contra un hermano en la congregación cristiana?
19 Por otra parte, quizás usted oiga algo en cuanto a uno de sus hermanos que parezca ponerlo en mal. ¿Le gusta a usted oír tales cosas y las cree inmediatamente? Quizás el hermano sea anciano en la congregación. ¿Se pone usted ahora no solo a dudar del hermano, sino quizás a desarrollar reservas serias en cuanto al entero cuerpo de ancianos? El que conoce a Jehová obra rápidamente para disipar tales dudas. Se pregunta: ‘¿Realmente tengo todos los hechos, o simplemente es rumor? No debo juzgar a mi hermano en vista de las palabras de Pablo: “¿Quién eres tú para juzgar al sirviente de casa ajeno? Para su propio amo está en pie o cae.”’—Rom. 14:4.
20. El tener presentes ¿qué cosas nos ayudará siempre a llevarnos bien con nuestros hermanos y hermanas espirituales?
20 Puede ser que usted no esté de acuerdo con la manera en que se hayan manejado los asuntos relacionados con el reconstruir o edificar un Salón del Reino. Quizás a usted le parezca que habría escogido un diseño diferente, otra clase de cubierta para el piso o un color diferente de cortinas. Pero ¿no hay muchos diseños posibles, muchas clases de cubiertas de piso y numerosos colores de cortinas? ¿Afectará nuestra relación con Jehová una diferente decoración interior? ¿Por qué no seguir el consejo de Pablo: “Que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo”? (Fili. 1:10) ¿No deberíamos dar gracias a Jehová debido a que ha provisto a hombres para tomar la delantera y ver que tengamos un lugar donde reunirnos para la adoración pura?
21. ¿Por qué el que tiene un conocimiento verdadero de Dios no vacila al recibir un ajuste de su entendimiento de un asunto bíblico?
21 Quizás se diga algo en una de las publicaciones de la Watch Tower que usted no entienda o que no se ajuste a nuestro previo entendimiento de los asuntos. ¿Cómo considera usted esto? ¿Dejará usted que se introduzcan furtivamente dudas? ¿Será reemplazada la confianza con escepticismo? Pregúntese: ‘¿Dónde obtuve el conocimiento de las Escrituras que ya tengo? ¿No es el alimento espiritual provisto por medio de las publicaciones de la Watch Tower lo que me ha ayudado a cambiar mi vida y hallar contentamiento y satisfacción? ¿A qué otra parte iría yo?’ Este sentir para con los arreglos de Jehová es el que tuvieron los discípulos para con Jesús: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.”—Juan 6:68.
22. ¿Cómo nos resultará provechoso a cada uno de nosotros un conocimiento exacto de Dios en estos “últimos días”?
22 Hoy es cierto en cuanto a millones de personas: “Declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian, porque son detestables y desobedientes y no aprobados para obra buena de clase alguna.” (Tito 1:16) La inseguridad, las dudas, la inquietud, todas son síntomas de una generación que no conoce a Dios. En contraste, el sentir de los cristianos es como el del apóstol Pablo: “Porque conozco al que he creído, y tengo confianza de que él puede guardar lo que he depositado a su cuidado hasta aquel día.” (2 Tim. 1:12) Confiados, firmes, denodados en estos días trascendentales son todos los que realmente conocen a Dios.
[Ilustración de la página 721]
¿Le ha ayudado realmente su iglesia a aprender la voluntad de Dios? ¿Está usted amoldando verdaderamente su vida a los requisitos de Dios como se manifiestan en la Biblia?