Capítulo 20
¿Tendrás un matrimonio de éxito?
1-4. (a) ¿Por qué hay buena razón para que uno se preocupe seriamente en cuanto a las probabilidades de tener un matrimonio de éxito? (b) Para un matrimonio de éxito, ¿qué hay que reconocer en cuanto al origen del matrimonio? ¿Por qué? (Génesis 2:21-24; Mateo 19:4-6)
SI LLEGARA el tiempo en que desearas casarte, sería natural que desearas que tu matrimonio fuera un matrimonio de éxito. Juzgando por el enorme aumento en la proporción de divorcios, pudiera parecer que no hay buenas probabilidades de tal cosa. ¡En algunos lugares la cantidad de divorcios casi iguala la cantidad de matrimonios! Si te casas, ¿cómo puedes impedir que los problemas destruyan tu felicidad marital?
2 Una consideración del origen del matrimonio te dará mucha luz en cuanto a los problemas y su solución. Muchos creen que el matrimonio tiene origen humano, que de alguna manera los hombres lo fueron desarrollando en el pasado lejano. Pero esa idea está en la misma raíz del desastroso derrumbe de la familia hoy día. ¿Por qué? Porque empuja a un lado como cosa que no es importante el más excelente consejo que puede haber acerca de los problemas del matrimonio.
3 En realidad el matrimonio tiene origen más alto. El Dios Todopoderoso mismo creó al primer hombre y la primera mujer, les dio facultades de reproducción, y los unió en matrimonio. Dios también suministró instrucciones —registradas en la Biblia— en cuanto a cómo tener un matrimonio de éxito. El seguir cuidadosamente estas instrucciones es lo que te traerá felicidad cuando te cases.
4 Hay quienes objetarían a esto, diciendo que por mucho tiempo la gente ha tenido la Biblia y sin embargo han fracasado en sus matrimonios. Si hay más divorcios, dicen, eso se debe a que menos parejas están dispuestas a soportar un matrimonio desdichado. Hasta cierto grado hay verdad en ese argumento. Millones de parejas desdichadas sí tienen la Biblia. Pero ¿la han leído? Más importante todavía: ¿han aplicado sus principios en su vida? La verdad pura es que el consejo de la Biblia ya ha ayudado a centenares de miles de parejas a resolver con buen éxito sus problemas familiares. Si tú deseas un matrimonio feliz, este consejo te puede ayudar a ti también.
RELACIONES SEXUALES PLACENTERAS EN EL MATRIMONIO
5-10. (a) ¿Qué punto de vista ajeno a la realidad en cuanto al placer sexual tienen muchas personas? (b) ¿Cómo puede ayudar a una pareja a tener contentamiento en este aspecto de la vida matrimonial el aplicar el consejo bíblico acerca de dar con altruismo?
5 Probablemente hayas oído decir que muchos de los problemas del matrimonio tienen su raíz en las relaciones sexuales, y esto es verdad. Muchas veces esto se debe a puntos de vista ajenos a la realidad auspiciados por los sistemas de comunicación de noticias. Libros, revistas y películas populares pintan el cuadro de parejas que “se enamoran” y viven “felices para siempre.” La literatura también da prominencia a los placeres sexuales, y a menudo hace que se espere más de lo que de hecho se realiza. Por ejemplo, cierta joven esposa explicó esto: “Supongo que yo quería que las relaciones sexuales fueran como algún premio gordo psiquedélico que hiciera que el mundo entero se encendiera como lo hace una máquina de jugar de muchas bombillas. Todo estaba bien, sí, pero yo seguía pensando: ‘¿Y esto es todo? ¿Será verdad que esto es todo?’”
6 Aunque, siendo joven, tú probablemente no te hayas casado, ¿ves el problema que tenía esta joven esposa? El interés supremo de ella era su propio disfrute sexual, y no estaba satisfecha. De esto se quejan muchas mujeres; dicen que sus esposos no las satisfacen sexualmente. En un caso así, ¿qué puede hacer la esposa? ¿Dice la Biblia algo útil para esta situación? Nota el estímulo franco que suministra: “Que el esposo rinda a su esposa lo que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo también a su esposo. No estén privándose de ello el uno al otro, a no ser de común acuerdo.”—1 Corintios 7:3, 5.
7 Según este consejo bíblico, si te casas, tu interés principal debería ser agradar ¿a quién? ¿Debería ser agradarse uno mismo, como en lo que principalmente estaba interesada la esposa de la cual ya hablamos? No, sino agradar al cónyuge. El principio fundamental que se da aquí en la Biblia es el de dar. El bienestar y placer de tu cónyuge en el matrimonio, no el tuyo, es lo que apropiadamente tiene la importancia principal. Esto está en armonía con estos otros principios bíblicos: “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona.” “El amor . . . no busca sus propios intereses.”—1 Corintios 10:24; 13:4, 5.
8 Pero quizás preguntes: “Cuando me case, ¿cómo puede ser que el agradar a mi esposa o mi esposo aumente mi satisfacción?” Bueno, el disfrutar de las relaciones sexuales depende en gran medida de la mente y el corazón. Por eso, si, en el caso de que seas mujer, ves las relaciones sexuales como una oportunidad de desplegar profundo amor a tu esposo, con mayor frecuencia verás que, como resultado secundario, disfrutas a mayor grado de esas relaciones. Cuando la mente de la esposa no está principalmente puesta en sus propias sensaciones, por lo común desaparece de ella la tensión, y el placer personal que realmente desea en las relaciones sexuales puede verse realizado como consecuencia natural de eso.
9 El más grande maestro que ha habido en la Tierra, Jesucristo, indicó que el dar de lo que uno es y tiene le produce en cambio a uno satisfacción. Dijo: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” Este principio ha resultado verdadero vez tras vez con relación a las relaciones íntimas en el matrimonio.—Hechos 20:35.
10 Hay otra razón por la cual es probable que el aplicar el consejo bíblico resulte en tu propia satisfacción cuando te cases. Será lo que más hará para impulsar a tu esposo a obrar altruistamente para contigo, mostrar más consideración a tus necesidades y deseos. Así ha sucedido en el caso de muchos matrimonios. El que toma la iniciativa en dar recibe en cambio pago igual. Así, la Biblia insta a mostrar altruismo y amor al pagar el débito conyugal. Recuerda esto, y contribuirá a una relación feliz si te casas.
11-15. (a) ¿Qué es necesario que comprenda el que piensa ser esposo acerca de la necesidad de atención amorosa de la esposa? (b) ¿Qué dice la Biblia acerca de la responsabilidad del esposo en este sentido?
11 Quizás hayas oído que con frecuencia los esposos se quejan de que sus esposas son demasiado “frías” para ser compañeras adecuadas en las relaciones sexuales. ¿Sabes cuál es con frecuencia la clave de esta dificultad? La Biblia declara: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa a sí mismo se ama, porque nadie jamás odió a su propia carne; antes bien la alimenta y la acaricia.” (Efesios 5:28, 29) Sí, muchas veces la clave de la dificultad está en que el esposo no presta atención a lo que la Biblia dice aquí.
12 ¿Será verdad que las mujeres necesitan el amor de sus esposos? Ciertamente que sí. Muchas veces los consejeros en cuanto al matrimonio dan énfasis a esto. Es una verdad fundamental: Para que las esposas se sientan genuinamente felices tienen que sentir que se les ama. Por eso, si te vas a casar, recuerda que la clave a la intimidad marital afectuosa es que satisfagas esta necesidad que tiene tu esposa de recibir amor. La Biblia insta de este modo a los esposos: “Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa así como se ama a sí mismo.”—Efesios 5:33.
13 Sin embargo, pudiera ser que pensaras que el dar a tu esposa el sustento material sería suficiente evidencia de tu amor. Pero si retienes las expresiones de afecto, ¿qué efecto tendrá esto en ella? La siguiente carta de una esposa pudiera darte una idea. Ella escribió: “Este es mi problema: Tengo tanta hambre . . . de que él me diga unas cuantas cosas dulces, de un cumplido, de sentir su brazo alrededor de mi cintura mientras estoy cocinando... o de una oportunidad de sentarme en su falda. Cambiaría cuantas cosas materiales tengo por un solo abrazo de cariño.”
14 Sí, las esposas necesitan que el amor se les muestre. Florecen cuando lo reciben, y se sienten más contentas y a menudo hasta se hacen más atractivas físicamente. Fueron creadas con esta necesidad de amor. Por eso Dios insta a los esposos a amar a sus esposas. El no prestar atención a este consejo es la causa principal de la desdicha que se encuentra en muchísimos matrimonios hoy día. ¿Por qué?
15 Porque es probable que la esposa que hambrea por la ternura y el afecto de su esposo se sienta insegura de sí misma y carezca de confianza en cuanto a su femineidad. Hasta pudiera desarrollar resentimiento hacia su esposo, en lo cual pudiera estar incluido un deseo inconsciente de vengarse de él por no prestarle atención.
16-18. (a) ¿Qué concepto erróneo tienen algunos hombres en cuanto a la manera en que a las mujeres les gusta que se les trate? (b) ¿Qué significa el consejo que se da en 1 Pedro 3:7?
16 Sin embargo, tú quizás pienses que no sería cosa propia de un hombre completo el tratar con amor y ternura a la mujer con la cual te casaras. Quizás hasta hayas oído decir que en realidad a las mujeres les gusta que las traten con aspereza. Pero esto no es verdad. De hecho, pudiera ser que para una esposa las relaciones sexuales no fueran satisfactorias, y hasta fueran desagradables, si su esposo no comprendiera que ella ha sido diseñada por Dios para responder a un hombre bondadoso y considerado, y no a uno duro y exigente.
17 El Creador se dio cuenta de que los esposos, encarándose como lo hacen a tantas ideas erróneas, necesitan instrucción en cuanto a cómo amar a sus esposas. Por eso los anima a mostrar ternura y consideración, diciendo: “Ustedes, esposos, continúen morando con ellas [sus esposas] de igual manera de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino.”—1 Pedro 3:7.
18 Cuando se trata de las relaciones sexuales, es especialmente importante que el esposo escuche esta instrucción. Debe obrar de acuerdo con el conocimiento de cómo Dios hizo a las mujeres. Usualmente ellas no son tan fuertes como los hombres en sentido físico, y emocionalmente por lo común son más delicadas y sentimentales que los hombres. Por eso Dios les dice a los esposos que les den honra a las esposas como a un vaso más débil, que respeten su constitución emocional, limitaciones y vicisitudes.
RESOLVIENDO OTROS PROBLEMAS
19. ¿Qué otra cosa debe considerar un hombre en cuanto a la constitución de la mujer para que la pareja alcance felicidad junta? (Colosenses 3:12-14)
19 En realidad, las relaciones sexuales son solo una parte pequeña de las del matrimonio en las cuales es necesario que se apliquen las instrucciones de Dios. Para cuando te cases, si eres varón, será necesario que te des cuenta de que a veces el ciclo biológico de tu esposa puede tener efectos adversos en ella en sentido físico, mental y emocional. Entonces ella pudiera hacer y decir cosas que ordinariamente no haría ni diría. Será necesario que tomes esto en consideración, y no muestres exagerada tendencia a herirte o enojarte si a veces ella habla de manera cortante u obra precipitada o temerariamente, sino que continúes tratándola con bondad.
20-24. (a) Dios creó a la mujer con cualidades que la equipan para ¿qué papel en el matrimonio? (b) ¿Cómo puede la esposa mostrar que realmente respeta la jefatura de su esposo? (c) ¿Qué se requiere del esposo para que sea un cabeza de familia verdaderamente amoroso?
20 Pero este asunto envuelve muchas otras cosas. Un matrimonio de éxito exige cooperación y comunicación, y para lograr esto te será útil un entendimiento de la Palabra de Dios. Esta muestra que el hombre y la mujer fueron creados con cualidades y responsabilidades algo diferentes, a fin de que su unión contribuyera a su felicidad mutua. Después de crear al hombre, el Creador dijo: “Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él.”—Génesis 2:18.
21 Así, los dos fueron creados para ir juntos; sus cualidades se equilibraban o complementaban unas a otras. Cada uno fue creado con una necesidad que la otra parte satisfacía. Así, la mujer fue hecha como ayudante para su esposo, y en armonía con ese papel la Biblia da esta exhortación: “Que las esposas estén en sujeción a sus esposos . . . porque el esposo es cabeza de su esposa.” La Biblia también dice: “La esposa le debe tener profundo respeto a su esposo.” (Efesios 5:22, 23, 33) Esto es práctico, porque si en la familia no hay un cabeza que reciba el respeto de su esposa, por lo general hay discordia y confusión.
22 Hoy la agresividad y la competencia de las mujeres para con los hombres se ha hecho cosa común, y los que aconsejan en cuanto al matrimonio notan que estas cualidades son una fuente de problemas dentro de la familia. Por eso, si eres mujer, cuando te cases mostrarás sabiduría si aplicas el consejo bíblico. Si tu esposo no toma la delantera como debe, querrás preguntarte: ¿Puedo yo hacer más para estimularlo a cumplir con su papel apropiado dentro de la familia? ¿Le pido yo sus sugerencias y guía? ¿Indico que espero que él guíe? ¿Evito hablar con desprecio de lo que él hace? Cuando de maneras pequeñas él manifiesta que está dispuesto a tomar decisiones o a tomar la delantera en asuntos de la familia, ¿expreso aprecio por esto?
23 Pero el hombre, en particular, está en posición de hacer que el matrimonio sea un matrimonio de éxito por medio de aplicar el consejo bíblico. Mantén esto presente si eres varón y te casas. Aunque entonces, como esposo, serás cabeza de la familia, eso no te hace un dictador. No, porque la Palabra de Dios manda a los esposos que amen a sus esposas, “así como el Cristo también amó a la congregación [cristiana] y se entregó a sí mismo por ella.” (Efesios 5:25) Por eso, aplicando el consejo bíblico, amorosamente y con buena gana harás sacrificios por la mujer con la cual te casas. Antes de tomar decisiones harás bien en considerar las opiniones de ella, lo que le gusta y le disgusta, y hasta darle preferencia cuando no hay cuestión poderosa que lleve a hacer lo contrario. De esta manera le mostrarás amor y honra, como lo manda la Biblia.
24 Al escuchar así el consejo de Dios, disfrutarás de paz y armonía en tu matrimonio, cuando llegue el tiempo para ello. Tendrá verdadero buen éxito, con el resultado de que habrá la realización y satisfacción que nuestro Creador se propuso que este magnífico arreglo le produjera a la humanidad.
[Ilustración de la página 161]
Para que la esposa sea feliz, tiene que sentirse amada
[Ilustración de la página 164]
El verdaderamente prestar atención cuando tu cónyuge habla es importante para un matrimonio feliz