Preguntas de los lectores
● ¿Sería incorrecto invitar a algunos compañeros cristianos a la propia casa de uno en la víspera de Año Nuevo?—G. M., Canadá.
No es incorrecto invitar a compañeros cristianos a la casa de uno para asociación y esparcimiento edificantes. Sin embargo, si la ocasión coincide exactamente con una celebración mundana, hay algunos asuntos que el cristiano haría bien en considerar antes de decidirse hacer arreglos para tal reunión o para asistir a ella.
Aunque las costumbres varían de país en país, en muchos lugares es tradicional el permanecer despiertos hasta la medianoche del 31 de diciembre para “despedir el año.” A menudo esta noche está asociada con beber sin restricción, conducta relajada entre los sexos, el dar regalos y el hacer promesas de reformarse en el nuevo año. Las prácticas modernas en muchos países están enlazadas directamente con celebraciones paganas. La World Book Encyclopedia de 1966, tomo 14, página 237, informa: “En la Roma antigua, el primer día del año se dedicaba a honrar a Jano, el dios de las entradas y puertas y de los principios y terminaciones. . . . El día de Año Nuevo llegó a ser un día santo en la Iglesia Cristiana en 487 E.C., cuando se declaró Fiesta de la Circuncisión. Al principio, no se permitían fiestas en ese día debido a que los paganos habían observado esa costumbre. Esto se cambió gradualmente y pudieron hacerse de nuevo celebraciones.” (Para más detalles, véase ¡Despertad! del 8 de enero de 1958, páginas 13 a 15.)
Antes de poner su vida en armonía con la Biblia, algunos que ahora son cristianos quizás hayan participado en tal modo de vivir desenfrenado. Pero ahora observan el consejo inspirado: “Como de día andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada.” (Rom. 13:13) Diligentemente se esfuerzan por encajar en la descripción que dio Jesús: “Ellos no son parte del mundo.” (Juan 17:16) De modo que sin duda los cristianos evitarían las celebraciones de la víspera de Año Nuevo relacionadas con prácticas paganas.
Pero, ¿significa eso que los cristianos tienen que evitar la compañía de unos y otros en ese día debido a que lo han usado incorrectamente los que hacen “obras que pertenecen a la oscuridad”? (Rom. 13:12) No, no tienen que hacer eso. Algunos pudieran hacer arreglos para que un grupo de cristianos se reúna ese día debido a que es una ocasión cuando están libres del trabajo seglar y pueden hacerlo. Los cristianos en Jerusalén después del Pentecostés de 33 E.C. “tomaban sus comidas en casas privadas y participaban del alimento con gran regocijo y sinceridad de corazón.” (Hech. 2:46) La asociación con compañeros cristianos y las conversaciones bíblicas en las que participaban sin duda eran muy provechosas para aquellos creyentes. Y hoy en día una reunión de cristianos temerosos de Dios tiene un efecto semejante, si los principios bíblicos gobiernan lo que se dice y se hace.
Si alguien está arreglando una reunión para el 31 de diciembre, o planea asistir a una, sería bueno que examinara su motivo así como la situación envuelta. ¿Se planea la reunión debido a que es víspera de Año Nuevo, o hay entusiasmo especial acerca de ello debido a que cae entonces? ¿Indican las actividades en las que se participa, o la hora en que se termina la reunión, el imitar lo que el mundo hace ese día? Si es así, sin importar lo que uno diga, está celebrando el Año Nuevo y participando con el mundo en sus caminos. Lo que está haciendo no es cristiano.
De modo que no es menester establecer ninguna “regla” con respecto a esta ocasión. Si los cristianos se reúnen por el motivo apropiado y si su conducta en todo sentido es digna de los cristianos, entonces ciertamente no necesitan evitar la compañía de uno y otro en cualquier día simplemente porque es un día que el mundo usa incorrectamente. Cada cristiano puede considerar su propio motivo, los principios bíblicos que aplican y los dictados de su conciencia entrenada en la Biblia. (1 Juan 2:15-17; Rom. 14:13; 1 Tim. 1:19) Entonces puede hacer una decisión personal, esforzándose por poner un ejemplo de madurez cristiana que reciba la aprobación de Dios. El apóstol Pablo nos animó: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor.”—Efe. 5:10.
● ¿Estuvo casado alguna vez el apóstol Pablo?—L. B., EE. UU.
La Biblia no comenta directamente sobre esto; sin embargo, por cosas que Pablo escribió, parece posible que él haya sido viudo durante sus años como cristiano.
Una base para esta conclusión es la manera en que se expresa al defender su apostolado en la carta que escribió a los corintios. Indicó que tenía ciertos derechos que no había usado. Entre otras cosas, no aceptó ayuda financiera personal de ellos, aunque tenía derecho a comer a costa de ellos. (1 Cor. 9:4, 11-15) Así mismo, escribió: “Tenemos autoridad para llevar en derredor a una hermana como esposa, tal como los demás apóstoles.” (1 Cor. 9:5) El hecho de que él mencionara esto mientras estaba en vías de bosquejar cosas que tenía el derecho de hacer pero que no hacía, indica que evidentemente no tenía esposa en aquel tiempo.
En cuanto a concluir que era viudo, note su expresión en 1 Corintios 7:8: “Digo a los no casados y a las viudas, les es bueno permanecer así como yo.” Acababa de ofrecer consejo a personas casadas. Entonces, antes de proseguir a otros asuntos que envolvían a cristianos casados, dirigió comentarios a “los no casados y a las viudas.” La palabra griega traducida aquí “no casados” aplica a todas las personas no casadas y puede significar solteros y personas anteriormente casadas que en ese entonces no tenían cónyuge vivo. La palabra griega traducida “viudas” definitivamente significa mujeres anteriormente casadas. Puesto que Pablo les recomendaba su propia situación a tales personas, es muy posible que él haya sido viudo.
También se han ofrecido otros argumentos para apoyar el punto de vista de que antes había estado casado. Por ejemplo, algunos han razonado que su discernimiento de asuntos maritales sugiere que anteriormente había estado casado. Posiblemente, pero puesto que escribió bajo inspiración, eso no es prueba concluyente.—2 Ped. 3:15, 16.
Algunos han razonado que Pablo anteriormente era miembro del Sanedrín, y puesto que el ser casado era un requisito para ser miembro de aquel tribunal superior de los judíos, eso probaría que él había estado casado. Los que proponen este modo de razonar señalan a Hechos 26:10 para establecer que Pablo había sido miembro del Sanedrín. Ese versículo dice: “Cuando [algunos cristianos] habían de ser ejecutados, yo echaba mi voto contra ellos.” Pero no podemos estar seguros de que realmente echara un voto como miembro del Sanedrín o solo expresara su apoyo personal a la ejecución. Aun si hubiera sido miembro, los requisitos para ser miembro evidentemente no siempre eran los mismos. En un tiempo solo se aceptaba a un hombre que tuviera esposa e hijos, y no hay nada que establezca que Pablo haya tenido hijos. De modo que la falta de detalles completos sobre los requisitos para ser miembro del Sanedrín debilita los argumentos en cuanto al estado marital de Pablo que se basan en la posibilidad de que él fuera miembro.
Por consiguiente, si nos apegamos a lo que se puede aprender de las Escrituras mismas, lo más que podemos decir es que Pablo pudo haber estado casado en cierto tiempo, pero no estaba casado durante el tiempo de sus viajes misionales.