Sujetándonos a “toda creación humana”
1. ¿Quiénes son las personas más libres hoy en día, pero cómo pudieran perder su libertad?
LAS personas libres deben tener cuidado de no abusar de sus libertades ni usarlas como disfraz para obras egoístas, desaforadas. Las personas más libres hoy en día son las personas que han sido hechas libres del cautiverio al “gobernante de este mundo,” Satanás el Diablo, quien es el “dios de este sistema de cosas,” el principal opositor de Jehová Dios. (Juan 12:31; 2 Cor. 4:4) Estas personas han sido libradas del cautiverio a la falsedad, ignorancia y supersticiones. “Si permanecen en mi palabra, ustedes verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres,” dijo Jesucristo, agregando que “todo obrador de pecado es esclavo del pecado. Además, el esclavo no permanece en la familia para siempre; el hijo permanece para siempre. Entonces si el Hijo los hace libres, realmente serán libres.” (Juan 8:31, 32, 34-36) Tales discípulos son libres de las falsas tradiciones humanas y filosofías de este mundo que esclavizan a los hombres y los mantienen sujetos firmemente en una rutina. No son esclavos del pecado que no estén libres para hacer lo correcto. Mas si abusaran de su libertad desenfrenándose y luego usaran su libertad como un velo para el desafuero egoísta, perderían su libertad. Llegarían a ser esclavos del pecado, esclavos de lo incorrecto.
2. ¿Qué diferencia existe entre los cristianos verdaderos y los de imitación en cuanto al uso de la libertad?
2 Los cristianos de imitación abusan de las libertades que tienen. Los verdaderos discípulos de Cristo no abusan de su libertad, porque son guiados por la Palabra de Dios. Son sabios. Saben que el abusar de la libertad de uno resulta en dificultad con las instituciones existentes de los hombres.
3. ¿Cuándo y a quiénes escribió Pedro su primera carta, y cómo se dirigió a ellos?
3 Los cristianos siguen la Palabra de Dios según la expresa el apóstol Pedro en su primera carta a los cristianos. Alrededor de 62-64 d. de J.C., o alrededor del mismo tiempo que el apóstol Pablo escribió su carta a Tito, Pedro escribió la carta a los cristianos de Asia Menor, que entonces era parte del Imperio Romano pero ahora pertenece a Turquía. Pedro se dirigió a ellos, no como residentes permanentes de donde vivían entonces, no como una parte componente de la comunidad local, sino como los “residentes temporarios dispersados alrededor en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.”—1 Ped. 1:1.
4, 5. (a) El que meramente fueran residentes temporarios era aun mayor razón para que los cristianos hicieran ¿qué? (b) Porque eran residentes temporarios, ¿qué les escribió Pedro que hicieran?
4 Como solo eran “residentes temporarios” tenían tanto más razón para abstenerse de abusar de su libertad cristiana. De otra manera, tal vez no los comprendiera o no los tratara bien la comunidad de la cual no eran parte verdadera, dado que no son parte de este mundo aunque están en el mundo. (Juan 17:14-16) Los cristianos verdaderos hoy día, tales como los testigos dedicados y bautizados de Jehová, son residentes temporarios en Turquía y en todas las demás partes de este mundo, porque ellos están aguardando un nuevo orden creado por Dios. (2 Ped. 3:13) Están poniendo atención a las palabras de Pedro que él escribió para amonestar a los cristianos verdaderos contra el extralimitarse en su libertad en Cristo, a saber:
5 “Amados, les exhorto como a extranjeros y residentes temporarios que sigan absteniéndose de los deseos carnales, los cuales son los mismísimos que llevan a cabo un conflicto en contra del alma. Mantengan excelente su conducta entre las naciones, para que, en la cosa en que ellos están hablando contra ustedes como malhechores, ellos, como resultado de las obras excelentes de ustedes de las cuales ellos son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la inspección por él. Por causa del Señor sujétense a toda creación humana: sea a un rey como siendo superior o a gobernadores como siendo enviados por él para infligir castigo a los malhechores pero para alabar a los que hacen el bien. Porque ésa es la voluntad de Dios, que por medio de hacer el bien puedan imponer silencio al habla ignorante de los hombres que no raciocinan. Sean como gente libre, y no obstante manteniendo su libertad, no como una cobertura para la maldad moral, sino como esclavos de Dios. Honren a hombres de toda suerte, tengan amor para toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, tengan honra para el rey.”—1 Ped. 2:11-17.
6. ¿Por qué no hay verdadera razón para pensar que “un rey como siendo superior” significa Jesucristo?
6 ¿Quién es este rey? ¿Quiénes son los gobernadores enviados por este rey? Dado que Pedro escribió su carta a las congregaciones cristianas, ¿significa la expresión de Pedro “un rey como siendo superior” la Cabeza de la congregación cristiana, Jesucristo? No hay verdadera razón para pensar eso. En su primera carta Pedro nunca menciona directamente el reino de Dios, pues la sugerencia más cercana a ello es cuando Pedro dice que los cristianos que son santificados por el espíritu de Dios son un “sacerdocio real, una nación santa,” significando esto que eran reyes–sacerdotes. (1 Ped. 1:2; 2:9) Pero Pedro no habla de Jesucristo como rey. Pedro siempre habla de él como el Señor. Esto es así aun en 2 Pedro 1:11, donde leemos: “Así se les proporcionará a ustedes ricamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”a
7. ¿Cómo indica Pedro si esto aplica a un rey dentro o fuera de la congregación cristiana?
7 ¿Quién, entonces, es el “rey” mencionado en 1 Pedro 2:13, 17? No es el Señor Jesucristo, ni es Jehová Dios, el “Rey de la eternidad.” Pedro pone a Dios en contraste con “el rey,” diciendo: “Estén en temor de Dios, tengan honra para el rey.” Cuando Pedro da sus órdenes a los cristianos con respecto a este rey, ¿dónde sitúa Pedro a los cristianos a quienes él escribe? ¿Es dentro de la congregación cristiana? ¿O es afuera en el mundo con su emperador romano y sus reyes y gobernadores subsidiarios? ¿Está hablando Pedro a los cristianos con respecto a su conducta dentro de la congregación, o con respecto a su conducta afuera entre la gente de este mundo? En la oración de apertura Pedro se dirige a ellos como “residentes temporarios,” no dentro de la congregación cristiana, sino en las provincias romanas en el Asia Menor. Entonces, exactamente antes de hablar del rey superior y de sus gobernadores, Pedro les recuerda su condición como extranjeros y residentes temporarios y por lo tanto les dice que “mantengan excelente su conducta entre las naciones,” donde se habla contra ellos como de malhechores.
8, 9. ¿Por qué, entonces, se hizo necesario que Pedro les dijera a los cristianos cómo conducirse, y por qué fue esto particularmente apropiado al tiempo en que él escribió su carta?
8 Eso es fuera de la congregación cristiana. Innegablemente, entonces, Pedro sitúa a los cristianos a quienes escribe afuera en el mundo del cual no son parte. Por eso Pedro necesitaba decirles cómo conducirse allí al estar en roce con las instituciones políticas, religiosas y sociales de este mundo. De lo que él dijo en su carta es claro que los cristianos sufrían persecución, ya fuera de parte de los paganos o de parte de los judíos no convertidos a través del Imperio Romano. Por eso se necesitaba que los cristianos se vigilaran. Si Pedro escribió su carta alrededor de 62-64 d. de J.C., fue poco antes de estallar la revuelta judía contra el Imperio Romano en Jerusalén, lo cual fue en el año 66. Los cristianos habían obtenido su religión por los judíos, y el centro de dirección de los cristianos se hallaba entonces en Jerusalén. Por consiguiente el público general confundía a los cristianos con los judíos naturales no convertidos. Por mala conducta contra las autoridades romanas exactamente en ese tiempo los cristianos darían más razón para que los paganos los conectaran con los judíos que tenían disposición a las revueltas.
9 Además, la ciudad de Roma estaba por sufrir los horrores y la ruina de un gran incendio, en 64 d. de J.C., y el emperador Nerón estaba por desviar de él mismo la culpa de este incendio accidental culpando a los cristianos malmirados y mal entendidos generalmente. ¿Se harían los cristianos dentro del Imperio Romano, por conducta incorrecta, merecedores de ser sospechosos como los incendiarios premeditados responsables del incendio de Roma? Providencialmente, a buen tiempo y con buena previsión el inspirado apóstol Pedro mostró a los cristianos cómo portarse en el Imperio Romano bajo los gobiernos políticos.
10, 11. (a) ¿Dónde está la “creación humana” a la cual deben sujetarse los cristianos? (b) ¿Cómo o por quién o quiénes llegó a existir “toda creación humana”?
10 En conformidad con ello, en 1 Pedro 2:13-17 nuestra atención se dirige, no a dentro de la congregación con sus apóstoles, superintendentes y auxiliares ministeriales, sino a fuera de la congregación a hombres en el mundo visible, tangible. Por consiguiente Pedro nos dice: “Por causa del Señor sujétense a toda creación humana.” (1 Ped. 2:13) Aquí Pedro no dice toda creación espiritual o divina, que sería una creación dentro de la organización de Dios, como la creación espiritual mencionada en 2 Corintios 5:17; Gálatas 6:15; Efesios 2:10; 4:24; y Colosenses 3:10. Una “creación humana” es una fundada o arreglada o producida por un individuo o grupo humano, tal como un humano ambicioso o un cuerpo legislativo como un senado o una asamblea. El primer rey humano fue el fundador de la ciudad de Babel o Babilonia. Este fue Nemrod, el “poderoso cazador en oposición a Jehová.” (Gén. 10:8-10) Por supuesto, Nemrod no se creó él mismo como una criatura humana. El creó o fundó el puesto de rey.
11 Una asamblea legislativa o un comité que hace gobiernos no crea a la persona que ocupa cierta posición del gobierno. Tal asamblea o comité solo crea el cargo o puesto de gobierno que ha de ser ocupado. No crea al hombre que más tarde ocupa ese cargo o puesto. Cuando un hombre acepta ese cargo o puesto y asume un título que pertenece a esa posición, entonces, como tal, él llega a ser la creación de esa asamblea o comité humano; llega a ser una “creación humana.” Así en virtud de su propia acción a la que ayudaron sus seguidores Nemrod fue una “creación humana” como el primer rey terrestre. Asimismo los reyes de otras naciones mundanas son creaciones humanas en virtud del origen humano de su cargo y de su nombramiento. Los gobernadores que son enviados por tales reyes también son creaciones humanas.
SEA A UN REY O A GOBERNADORES
12. ¿Por causa de quién se someten, y por qué por su causa?
12 Pedro nombra o enumera a quiénes da a entender por la expresión “toda creación humana” al proseguir y decir: “Sea a un rey como siendo superior o a gobernadores.” Tal rey no significa el Señor Jesucristo, porque Pedro acababa de referirse a él diciendo: “Por causa del Señor sujétense.” Así los cristianos no hacen algo directamente al Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, sino que por su causa se sujetan a “toda creación humana.” ¿Cómo por su causa? Porque no quieren traer oprobio alguno al Señor Jesucristo. No quieren que el seguirlo a él sea culpado por ser ellos desordenados y mundanos entre las naciones. Desean honrar a su Señor siendo residentes observantes de la ley, pagando de vuelta a César lo que pertenece a César.—Luc. 20:25.
13, 14. (a) ¿Quién creen algunos que da a entender la expresión “rey”? (b) ¿Dónde es que tal “creación humana” como un “rey” es “superior,” y para quiénes?
13 Algunos creen que el rey que Pedro mencionó aquí a los cristianos dentro del Imperio Romano dio a entender al emperador romano, Nerón en aquel tiempo. En realidad, algunas traducciones modernas de la Biblia, tales como la de Moffatt y Una Traducción Americana, dicen: “el emperador como supremo”; las versiones Nácar-Colunga y Bover-Cantera dicen de manera semejante, la primera diciendo: “al Emperador como soberano” y la segunda “al emperador, como a soberano”; y La Nueva Biblia Inglesa (Nuevo Testamento): “el soberano como supremo.”
14 Sin embargo, a Herodes Agripa I de Palestina y su hijo Herodes Agripa II, y a Aretas de Nabatea, se les menciona como reyes. (Hech. 12:1; 25:13, 24; 26:1, 2; 2 Cor. 11:32) Tal “creación humana” como un rey o emperador no es superior o supremo dentro de la congregación cristiana. Allí no es superior a Jehová Dios, quien es el Altísimo, ni a Jesucristo, quien es el Señor y Cabeza de la congregación que es su cuerpo. Pero afuera en la organización del Diablo el rey es supremo localmente o el emperador es supremo en el imperio. Por eso, puesto que los cristianos están en el mundo del cual Satanás el Diablo es el gobernante y Dios, tienen que ser prácticos y reconocer ese hecho y obrar de acuerdo con ello. El rey o el emperador es superior a los gobernadores que envía (Juan 13:16), pero especialmente es superior a la gente que constituye sus súbditos. Por consiguiente el honor que se le rinde al rey o al emperador es superior al que se rinde a los gobernadores.
15. Al honrar a un rey, ¿a quiénes también debemos honrar, y qué propósito hay en enviarlos, según el apóstol Pedro?
15 Por supuesto, si honramos al rey o al emperador debemos mostrarlo por medio de también honrar a sus representantes, los “gobernadores como siendo enviados por él.” Ahora bien, cuando envía a estas creaciones humanas, a estos gobernadores, ¿se propone el rey promover el mal, el desorden, la confusión, la decadencia moral, y la ruina comercial y el estancamiento? ¿Son enviados los gobernadores por el rey con un propósito perjudicial, maligno? ¡No! responde Pedro, quien dice: “Siendo enviados por él para infligir castigo a los malhechores pero para alabar a los que hacen el bien.” Según sus propias leyes nacionales o su propia asignación de deberes, Pedro dice que éste es el propósito de enviar y situar gobernadores en Ponto, Capadocia, la provincia de Asia y Bitinia y otras partes.
16. ¿Cuál era la misión o función de los gobernadores del Imperio Romano en lo referente a los cristianos?
16 Esta misión de los gobernadores era especialmente cierta con respecto a las colonias imperiales en partes lejanas del Imperio Romano. De otra manera, tales gobernadores solo causarían revuelta en las colonias. Se les enviaba para mantener la ley y el orden. No se les enviaba específicamente para perseguir u obrar contra los cristianos verdaderos. Pero, por supuesto, si los cristianos no producían los frutos del espíritu santo de Dios sino que se ocupaban en producir las “obras de la carne” y así hacían las mismas cosas malas que las personas mundanas hacían, entonces los gobernadores castigarían a tales cristianos, no por ser cristianos, sino por haberse hecho malhechores y ejemplos infieles de cristianismo. Los gobernadores no dirigían su atención solo a los cristianos. Ellos infligían castigo a los malhechores en general, incluyendo a los cristianos que desobedecían la instrucción de Pedro y se hacían malhechores. Por supuesto, los gobernadores estaban obligados a dar a los cristianos el beneficio de un juicio cuando éstos eran acusados falsamente por los enemigos. El castigo injusto a los cristianos no era la función específica o exclusiva para la cual se enviaba a servir a los gobernadores. Los gobernadores hasta podían proteger a los cristianos.
17. (a) ¿Era la misión de los gobernadores alabar el cristianismo? (b) Entonces, ¿cuál es la idea tras el que los cristianos se esfuercen por conseguir alabanza favorable a su religión?
17 Ciertamente los gobernadores no eran enviados por el rey o por el emperador romano para alabar el cristianismo, pues ellos tenían sus propios dioses. Mas las personas individualmente, fueran cristianas o no, podían recibir alabanza o aprobación de parte del gobernador por ser ordenadas y observantes de la ley y de provecho para la comunidad. La buena conducta del cristiano se reflejaría favorablemente sobre la religión que él practicaba—el cristianismo. Por eso al expresar alguna alabanza al cristiano observante de la ley el gobernador estaría haciendo indirectamente un cumplido al cristianismo, la religión de estos “extranjeros y residentes temporarios” en las provincias romanas. Los cristianos tienen la idea correcta cuando se esfuerzan por conseguir la alabanza a favor de su religión más bien que hacer que se les inflija castigo por hacer lo malo. Lo que ellos quieren es que los que hablan en ignorancia contra ellos “como resultado de las obras excelentes de ustedes de las cuales ellos son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la inspección por él.” (1 Ped. 2:12) Debido a ser mal entendidos por su religión tal vez se hable de los cristianos como de malhechores, a pesar de sus “obras excelentes.” Pero tal habla mala por los enemigos no causa forzosa o inevitablemente que los gobernadores del rey inflijan castigo a los fieles cristianos.
“ESA ES LA VOLUNTAD DE DIOS”
18. ¿Por qué, según Pedro presenta el asunto, no pudiera ser peligroso para nosotros estar sujetos así a mundanos?
18 Pero, ¿no proseguimos sobre una base peligrosa, si decimos que Pedro hablaba con respecto a reyes y gobernadores políticos de este viejo mundo? ¿Cómo podría decir un apóstol cristiano a los cristianos que se sujetaran a personas mundanas? ¿No es eso peligroso para la fe y práctica cristianas? ¿No obligaría eso a los cristianos a obedecer al rey y a sus gobernadores más bien que obedecer a Dios? De ninguna manera; pues Pedro dice que tal sujeción de nosotros mismos es la voluntad de Dios para los cristianos que espiritualmente son “extranjeros y residentes temporarios” en este mundo de reyes y gobernadores. Tal sujeción tiene un propósito. ¿Cuál? “Porque ésa es la voluntad de Dios, que por medio de hacer el bien puedan imponer silencio al habla ignorante de los hombres que no raciocinan.” (1 Ped. 2:15) No sería la voluntad de Dios que los cristianos obedecieran a los reyes y gobernadores más bien que a Dios. Los cristianos no podrían estar ‘haciendo el bien’ y al mismo tiempo obedeciendo al rey y a sus gobernadores hasta el grado de desobedecer a Dios y pecar contra Dios. Pedro no dio a entender que los cristianos en sujeción a los reyes y gobernadores deberían quebrantar las leyes de Dios. El desobedecer al Dios Todopoderoso por medio de quebrantar sus mandamientos no puede imponer silencio al habla ignorante de los hombres que no raciocinan y que no quieren entender el cristianismo.
19. (a) ¿Qué es el “bien” por hacer el cual los cristianos obtienen alabanza? (b) ¿Por causa de qué lo hacen, y es sujeción por fuerza la sujeción de ellos?
19 Por eso el “bien” por el cual los hacedores del bien obtienen alabanza de los gobernadores significa lo que los gobernadores piensan que es el bien y sin embargo lo que está en armonía con la ley de Dios y no contra los principios cristianos. El bien de esta clase, aunque no está detallado o especificado directamente por la Palabra de Dios, los cristianos pueden hacerlo sin peligro. Espiritualmente como pueblo de Dios son un pueblo libre. El ser esclavos de Dios los libra de la esclavitud a los hombres. Mas “por causa del Señor” y por causa de las buenas nuevas del reino de Dios ellos deben obrar como el apóstol Pablo, haciéndose esclavos a gente o creaciones de toda suerte para ganarse a los gentiles y judíos y ponerlos de parte del reino de Dios. (1 Cor. 9:19-23) De acuerdo con ello, cuando los cristianos se sujetan a las creaciones humanas que la gente de este mundo reconoce y obedece, los cristianos también obran como Pedro dijo: “Sean como gente libre, y no obstante manteniendo su libertad, no como una cobertura para la maldad moral, sino como esclavos de Dios.” (1 Ped. 2:16) Los cristianos se sujetan libre, voluntariamente, y eso no los perjudica. Les ayuda a evitar la dificultad.
LIBERTAD Y HONRA
20. ¿Qué no nos autoriza a hacer nuestra libertad cristiana, y, si lo hiciéramos, qué se verían obligados a hacer los gobernadores?
20 El pensamiento de Pedro debería ser claro para nosotros. Nuestra libertad cristiana no nos da derecho a pasar por alto a los gobiernos políticos ni a tratar de vivir como si no existieran, así tratándolos con desprecio, desafiándolos aun en cosas no contrarias a la voluntad y ley de Dios. Tal conducta irrespetuosa solo nos metería en dificultad, porque todavía estamos en este viejo mundo, no en el nuevo mundo de justicia de Dios. Es solo correcto que nos retraigamos de la maldad moral. Aun los gobiernos políticos no nos considerarían libres para cometer la maldad moral sino que nos castigarían correctamente como malhechores en cumplimiento de sus deberes oficiales. Por lo tanto no debemos abusar de nuestra libertad en Cristo.
21. Por lo tanto, ¿qué sola cosa pudiera dar a entender Pedro con respecto a la sujeción cristiana a las creaciones humanas?
21 Cuando Pedro dice que el sujetarnos es la voluntad de Dios para nosotros y que al hacer nosotros esto debería ser como “esclavos de Dios,” hay una sola cosa que él pudo dar a entender. ¿Qué? Que el sujetarnos a las creaciones humanas tales como reyes y gobernadores de este mundo no es total, no es ilimitado, sino simplemente relativo. No nos hace sus esclavos abyectos. Seguimos siendo esclavos de Dios, obedeciéndolo a Él como nuestro un solo Amo y así permaneciendo libres de otros amos. Aunque nos sujetamos, jamás olvidamos que estamos trabajando como esclavos de Dios, no de reyes, emperadores o gobernadores políticos.
22. ¿Con qué actitud hacia las creaciones humanas no debe efectuarse nuestro sujetarnos?
22 Cuando nos sujetamos así voluntaria y sabiamente, no debería ser con un desdén hacia las creaciones solo porque son humanas y son parte de un mundo condenado a destrucción. Pedro nos dice cuál es la actitud correcta que debemos adoptar para con estas creaciones, diciendo: “Honren a hombres de toda suerte, tengan amor para toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, tengan honra para el rey.”—1 Ped. 2:17.
23, 24. (a) ¿Qué hace de la honra que los cristianos rinden a miembros de la congregación una cosa diferente de la que se rinde a “todos los hombres” afuera? (b) ¿Por qué debemos honrar a “todos los hombres” afuera, y hasta qué grado?
23 La honra que los cristianos rinden a todas las personas dentro de la congregación es, por supuesto, diferente a la que se rinde a todos los hombres afuera. No obstante, debemos rendir honra a todos los hombres que se hallan en puestos políticos de responsabilidad fuera de la congregación. Es honra formal. Mas para “toda la asociación de hermanos,” los cristianos deben tener más que simple honra formal; deben tener amor, el amor fraternal que prueba que ellos son los discípulos de Cristo. (Juan 13:34, 35) Con respecto a rendir honra, Romanos 12:10 dice a la congregación: “En amor fraternal ténganse cariño tierno unos a otros. En mostrarse honor unos a otros lleven la delantera,” así no buscando honra de parte de nuestros hermanos.
24 Sin embargo, no podemos pasar por alto a los hombres mundanos en puestos encumbrados fuera de la congregación. Debemos honrarlos debidamente de acuerdo con la posición que ocupan como representantes de sus súbditos, sus pueblos. No, no debemos aclamarlos ni idolatrarlos, hacer dioses de ellos. La honra que debemos rendirles solo es relativa; la rendimos al mismo tiempo que obramos como Pedro dice: “Estén en temor de Dios,” el Dios verdadero Jehová. Figurando bajo el que tengamos temor de Dios se halla nuestra obligación presente: “Tengan honra para el rey,” y en consecuencia para los gobernadores enviados por él para gobernar bien.
ESCLAVOS Y ESPOSAS
25, 26. (a) ¿Cómo se hace más claro que Pedro quiere decir una sujeción relativa a las creaciones humanas? (b) ¿Qué dice Pedro en cuanto a siervos domésticos?
25 Al seguir leyendo la primera carta de Pedro llega a ser cada vez más claro que el sujetarse los cristianos a “toda creación humana” solo debe ser relativo, limitado a cierta esfera. ¿Por qué? Porque Pedro habla de otros casos, también, en que los cristianos tal vez tengan que estar sujetos a otros. ¿Cuáles casos? Los de esclavos y esposas. No podemos evitar el nacer bajo varias formas de gobierno político de este mundo, pero el ser nosotros esclavos y esposas puede depender mucho de lo que nosotros decidamos hacer. Pedro dice:
26 “Que los siervos domésticos estén en sujeción a sus dueños con todo el debido temor, no solo a los buenos y razonables, sino también a los difíciles de agradar. Porque si alguien debido a conciencia hacia Dios aguanta aflicciones y sufre injustamente, ésta es una cosa que agrada [¿a quién?]. Porque ¿qué mérito hay en ello si, cuando ustedes están pecando y son abofeteados, ustedes lo aguantan? Pero si, cuando ustedes hacen lo que es bueno y sufren, lo aguantan, eso es algo que agrada a Dios.”—1 Ped. 2:18-20.
27. (a) ¿Cómo muestra esto que la sujeción de los siervos es solo relativa? (b) El sufrimiento que les viene a los siervos debe ser solo ¿por qué? y ¿cómo deben aceptarlo los siervos cristianos?
27 Debido a que los siervos domésticos o esclavos continúan siendo guiados por su conciencia cristiana, su sujeción a sus dueños no puede ser más que sujeción relativa. Esto debe ser así especialmente para con los dueños no cristianos, que no son buenos o que no usan de raciocinio sino que son difíciles de agradar. A pesar de hacer lo mejor que su conciencia les permite, los siervos o esclavos cristianos pudieran ser maltratados por dueños de tal clase. También, debido a que su conciencia cristiana no puede permitirles hacer las cosas moralmente malas o impías que tales dueños demanden, los siervos o esclavos quizás sufran castigo injusto. Pero éste es sufrimiento “debido a conciencia hacia Dios.” Aunque el sufrimiento sea injusto, el siervo o esclavo cristiano debe aceptarlo. No debe escaparse o repeler el ataque sublevándose. Debe aguantarlo sujetándose apropiadamente a su dueño. Cuando él procede así, esto llega a ser “algo que agrada a Dios.” No refleja nada malo sobre el cristianismo al cual se adhiere el esclavo.
28, 29. (a) En medio de tal sufrimiento, ¿qué tiene un siervo cristiano para su consuelo y guía? (b) ¿Cómo describe Pedro este comportamiento modelo?
28 En medio de este sufrimiento inmerecido a manos de los dueños que son difíciles de agradar el siervo o esclavo cristiano tiene un modelo que seguir. De este modelo puede sacar gran consuelo. Es un modelo suministrado por alguien mayor que él mismo, sí, por su propio Señor y Amo, Jesucristo. Observe cómo Pedro consuela a los esclavos cristianos que sufren refiriéndose a este modelo perfecto, al decir Pedro:
29 “De hecho, ustedes fueron llamados a este derrotero, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas. El no cometió pecado, ni engaño se halló en su boca. Cuando él estuvo siendo vilipendiado, él no se puso a vilipendiar a su vez. Cuando él estuvo sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga justamente. El mismo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que nosotros termináramos con los pecados y viviéramos a la justicia. Y ‘por sus azotes ustedes fueron sanados.’ Porque ustedes eran como ovejas, se estaban desviando; pero ahora han vuelto al pastor y superintendente de sus almas.”—1 Ped. 2:21-25.
30. En cuanto a este Modelo, ¿cuál es el punto principal que se debe observar, y por qué es importante esto?
30 Dado que el Caudillo del cristianismo sufrió así injustamente, sus discípulos no podían esperar escaparse de sufrir injustamente de manera semejante. Pero el punto principal que se debe observar es que nuestro Caudillo lo aguantó sin quejarse. Para imitarlo debemos proceder de igual modo, sea como esclavos o no. Como en el caso de Jesucristo, tal sufrimiento injusto sin queja, amenaza ni vilipendio resulta en bien, aun para otros. Solo es el aguantar la clase de sufrimiento injusto, inmerecido, lo que es “algo que agrada a Dios.”
31, 32. (a) ¿A quiénes se dirige entonces con consejo Pedro, y por qué? (b) ¿Qué les aconseja Pedro a éstos en cuanto a lo que deben hacer?
31 Después de estimular y consolar a los esclavos cristianos que sufrían injustamente “debido a conciencia hacia Dios,” entonces Pedro se dirige a otros que tenían que sujetarse aun bajo casos de trato injusto. Estas eran esposas cristianas casadas con esposos no cristianos que no obedecían la Palabra de Dios. Las esposas, algo como esclavos, son propiedad de dueños, a saber, sus esposos, a quienes los judíos aun hoy llaman Baalim o Dueños. (Ose. 2:16; Éxo. 21:22; Deu. 22:22, 24; Pro. 31:11, 23, 28) En vez de aconsejar a las esposas cristianas que obtengan una separación o divorcio de los esposos incrédulos, no dedicados, el apóstol Pedro se refiere al caso de los esclavos y dice:
32 “De la misma manera, ustedes esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, para que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto [más literalmente, con temor (fobos)]. Y que no sea su adorno el de trenzados externos del pelo ni el de ponerse ornamentos de oro ni el de usar prendas de vestir exteriores, sino que lo sea la persona secreta del corazón en la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. Porque así, también, anteriormente las mujeres santas que esperaban en Dios solían adornarse, sujetándose a sus propios esposos, como Sara solía obedecer a Abrahán, llamándolo ‘señor.’ Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, siempre que sigan haciendo el bien y no temiendo ninguna causa de terror.”—1 Ped. 3:1-6.
33, 34. (a) ¿Qué clase de sujeción es esta sujeción de esposa, y qué buen resultado es posible por ésta? (b) ¿A quiénes señala Pedro como ejemplos para las esposas cristianas, y en particular como quién deberían adornarse?
33 No más que en el caso de los esclavos cristianos, las esposas cristianas no rinden una sujeción total a sus dueños, sin tomar en cuenta a Dios o la conciencia cristiana. La sujeción de esposa también es simplemente relativa y tiene que ser equilibrada con temor de Dios y una consideración gobernada por la conciencia para con la Palabra de Dios. Si ella dejara a su esposo incrédulo y no se sujetara a él de manera que agradara a Dios, ¿cómo podría la esposa ganarse a su esposo al cristianismo sin una palabra de la boca sino por medio de su conducta cristiana fiel? No podría hacerlo. Para ejemplos de sujeción de esposas Pedro indica, no a divorciadas o mujeres mundanas que exigen “los derechos de la mujer” e igualdad con los hombres, sino a las “mujeres santas” de tiempos antiguos que esperaban en Dios.
34 Pedro dijo a las esposas que obraran como hijas de Sara, instruidas por Sara sobre cómo obrar como esposas. Sara reconoció a Abrahán como su señor esposo. Ella lo obedeció aunque él le pidió a ella que protegiera la vida de él a riesgo de la propia libertad y seguridad de ella. (Gén. 12:11-20; 20:1-14) Al sujetarse así a su esposo Sara fue recompensada con desempeñar un papel importante tocante a la salvación eterna de ella misma y del resto de la familia humana. Ella vino a ser la madre de Isaac, y así una antepasada del Señor Jesucristo. Asimismo una esposa cristiana puede sujetarse a su esposo y hacerlo con esperanza en Dios, en cuyos ojos ella se adorna con un “espíritu sereno y apacible” para con su esposo. Esto puede obrar no solo para su propia salvación sino para la de su esposo y de otros.
35, 36. (a) Durante la existencia de este mundo, ¿a qué estamos obligados a sujetarnos, y hasta qué grado? (b) ¿Cómo es esto una salvaguarda y una ventaja?
35 No todos nosotros los que somos testigos cristianos de Jehová somos esclavos o esposas humanos y así estamos obligados a rendir sujeción en esas esferas. Pero, mientras estamos en este viejo mundo por permiso de Dios, estamos bajo gobiernos políticos. Mientras Dios permite que éstos continúen existiendo, estamos obligados, “por causa del Señor” y de acuerdo con “la voluntad de Dios,” a sujetarnos a “toda creación humana.” Ni Pedro ni Pablo nos dejan con alguna duda con respecto a que esto de sujetarnos a estas instituciones políticas mundanas solo es relativo, sujeto a todo tiempo a una conciencia cristiana instruida en la Palabra de Dios. Cuando rendimos tal sujeción relativa, evitamos el suscitar indignación de parte de la gente sujeta a los reyes, emperadores y gobernadores debido al dejar nosotros de mostrar debida honra a sus gobernantes.
36 No solo agradará a tales personas nuestra sujeción relativa, sino que especialmente le agradará a Dios. Será una salvaguarda para nosotros contra el unirnos a conspiraciones o rebeliones políticas en contra de las autoridades constituidas, aun cuando somos perseguidos por ser testigos cristianos de Jehová. Desarmará a los enemigos del reino de Dios que estamos predicando, porque no tendrán verdadera falta que hallar o probar contra nosotros salvo que sea con respecto a la ley de nuestro Dios.
37. Por lo tanto, ¿qué se nos hallará haciendo ahora en todas partes, y dónde será total nuestra sujeción a gobierno en toda la Tierra?
37 Dondequiera que vivamos, bajo cualquier forma de gobierno de los hombres que vivamos, siempre se nos hallará haciendo el bien y glorificando a Dios. En su nuevo mundo de justicia después de la guerra universal del gran día de Dios, tendremos la honra y gozo de sujetarnos totalmente al único gobierno que entonces estará en completo dominio de la Tierra, el del reino de Dios por nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
[Nota]
a Vea también Hechos 2:14, 34, 36; 10:34, 36; 11:2, 16, 17; 15:7, 11; 1 Pedro 1:3; 2:13; 3:15; 2 Pedro 1:1, 2, 8, 14, 16; 2:20; 3:2, 18.