“Tu palabra es la verdad”
El uso de la cruz
¿CÓMO se sentiría usted si uno de sus más queridos amigos fuera ejecutado bajo falsas acusaciones? ¿Haría usted una réplica del instrumento de ejecución, digamos un nudo corredizo del verdugo o una silla eléctrica? ¿Besaría esa réplica, encendería velas delante de ella o la usaría alrededor del cuello como un adorno? ‘Por supuesto que no,’ quizás diga usted.
Pero, ¿no hay millones de personas haciendo la mismísima cosa? ¿No hablan de Jesucristo como de su más querido amigo, uno que mostró su amor por ellos por medio de entregar su vida? ¿No dicen que Jesús, aunque sin ser culpable de pecado alguno, fue ejecutado en una cruz? Sin embargo, ¿no están las cruces desplegadas en sus iglesias, en sus hogares y sobre sus mismas personas? ¿No van hasta el grado de besar esas cruces, encender velas delante de ellas e inclinarse ante ellas? ¿Cómo llegó a suceder tal cosa?
La evidencia histórica muestra que los cristianos primitivos no usaron cruces en su adoración. Dice la New Catholic Encyclopedia: “La representación de la muerte redentora de Jesús en el Gólgota no ocurre en el arte simbólico de los primeros siglos del cristianismo. Los cristianos primitivos, influenciados por la prohibición del viejo Testamento de imágenes esculpidas, eran renuentes hasta de dibujar el instrumento de la Pasión del Señor.” Obviamente nunca se inclinaron delante de una cruz ni la besaron.
Para los judíos y los romanos la manera en que Jesús murió fue humillante y vergonzosa. Fue ejecutado como un criminal de la peor clase, como los malhechores que fueron empalados a su lado. (Luc. 23:32) Por lo tanto su muerte lo representó de la peor manera posible. Por lo tanto para los cristianos el instrumento de ejecución mismo habría sido algo muy repulsivo. El venerarlo hubiera significado glorificar el mal proceder cometido sobre él... el asesinato de Jesucristo.
Los no cristianos, por otra parte, por mucho tiempo adoraron la cruz como un símbolo religioso sagrado. Dice el libro The Cross in Ritual, Architecture, and Art: “Es extraño y no obstante un hecho incuestionable que en épocas muy anteriores al nacimiento de Cristo, y desde entonces en tierras que no han sido tocadas por las enseñanzas de la Iglesia, la Cruz ha sido usada como un símbolo sagrado. . . . El Baco griego, el Tamuz de Tiro, el Bel caldeo y el Odín escandinavo, fueron todos simbolizados para sus devotos por una representación en forma de cruz.”—Página 1.
Esto hace surgir aún otra pregunta: ¿Podría ser que lo que los cristianos profesos veneran sea un símbolo pagano?
No fue sino hasta el siglo cuarto de la E.C. que la cruz comenzó a usarse de manera notable entre los cristianos profesos. El principal responsable del desarrollo de esto fue el emperador Constantino, un adorador del Sol de quien se dice que aceptó el cristianismo años antes de someterse al bautismo en su lecho de muerte. El principio de la conversión de Constantino se ubica en el año 312, cuando él supuestamente vio una cruz en el cielo. Se alega que esta cruz fue un símbolo cristiano y que Constantino infirió que significaba que el Dios de los cristianos le concedería la victoria. Pero, ¿vio realmente Constantino, un adorador del Sol, un símbolo cristiano? ¿Por qué iba Dios a aprobar el guerrear de un adorador del Sol?
Años antes Jesucristo le había dicho a Pedro: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada, perecerán por la espada.” (Mat. 26:52) Por lo tanto el Dios de verdad, a quien Jesús representó, no pudo haber apoyado las guerras de un adorador del Sol y de su ejército de adoradores del Sol.
Hoy día nadie puede decir con certeza qué vio Constantino, si es que vio algo. El testimonio tradicional con el que se cuenta en la actualidad es contradictorio. El historiador eclesiástico Eusebio afirma que Constantino y todo su ejército vieron “el trofeo de una cruz de luz en los cielos, sobre el Sol, con la inscripción [POR ESTE SIGNO VENCERÁS].” Sin embargo otro historiador, Lactancio, dijo muy diferentemente: “En su sueño Constantino fue exhortado a marcar el celestial signo de Dios en los escudos, y así entrar en batalla.”
De haber Constantino visto y sido influenciado o convertido por un símbolo cristiano, debería haber alguna evidencia de esto en sus acciones. Pero no es este el caso. Años después de que supuestamente Constantino hubiera visto la cruz, sus monedas continuaban honrando al dios Sol. Llevaban la inscripción Sol Invictus (Sol Invencible). Pero, ¿qué hay acerca del “celestial signo de Dios” mencionado por Lactancio? Éste también estaba asociado con la adoración del Sol. Hay acuerdo general de que “el tipo de símbolo sagrado corrientemente llamada una ‘cruz radial’ [un círculo con una cruz dentro del mismo] ha sido derivado con poca o ninguna alteración del emblema del Sol de nuestros antepasados paganos. . . . y se ha sugerido (como por el reverendo S. Baring-Gould) que al adoptar la X P como su estandarte el emperador Constantino fue movido por la política, pues la misma figura habla a sus tropas paganas de la siempre girante rueda del Sol, y a los cristianos de las iniciales en griego del nombre del Salvador.”—The Cross in Ritual, Architecture, and Art, pág. 2.
Así de una manera muy sutil, a través de la influencia de un gobernante adorador del Sol, la no cristiana cruz llegó a ser aceptada por cristianos profesos. Después de haber sido inducidos a adoptar la cruz como un símbolo sagrado, los cristianos profesos comenzaron a representar sobre ella el cuerpo de un crucificado. La primera evidencia de esas representaciones data del siglo quinto de la E.C.
En siglos anteriores estos sucesos hubieran sido denunciados como idolatría por los cristianos. Por ejemplo, en el segundo siglo de la E.C. Minucio Félix escribió: “Las cruces, además, ni las adoramos ni las deseamos. Ustedes, por cierto, que consagran a dioses de madera, adoran cruces de madera tal vez como parte de sus dioses.”
Hay todavía otro factor que hizo imposible el que los cristianos primitivos asociaran la cruz con el instrumento sobre el que Jesús fue muerto. No hay ni la menor evidencia bíblica de que Jesús haya muerto sobre una cruz. Con respecto a la palabra griega staurós (traducida “cruz” en muchas traducciones), A Comprehensive Dictionary of the Original Greek Words with their Precise Meaning for English Readers declara: “STAURÓS . . . denota, en primer lugar, un palo o estaca vertical. En éstos clavaban a malhechores para ejecutarlos.” Similarmente, el libro The Non-Christian Cross declara: “No hay ni una sola oración en ninguno de los numerosos escritos que componen el Nuevo Testamento, en la que, en el griego original, haya siquiera una evidencia indirecta al hecho de que el staurós usado en el caso de Jesús haya sido algo más que un ordinario staurós [palo o madero]; mucho menos al efecto de que haya consistido, no de un pedazo de madera, sino de dos pedazos clavados juntos en la forma de una cruz.”
Esta evidencia histórica y el uso bíblico de la palabra staurós se combinan para establecer la verdad de que la cruz no es un símbolo cristiano. La adoración de la cruz es franca idolatría, disfrazada bajo la etiqueta de ser cristiana. Por lo tanto, si deseamos la aprobación de Dios, ¿no debíamos desechar la cruz, obedeciendo el mandato de Dios, “Huyan de la idolatría”?—1 Cor. 10:14.