La necesidad de que la mujer cristiana se cubra la cabeza—¿cuándo?
“Porque el varón no debe tener cubierta la cabeza, puesto que es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón.”—1 Cor. 11:7.
1. (a) ¿Cómo puede ser el hombre gloria para Dios, y al serlo, cómo ayuda esto a su esposa? (b) ¿Cómo puede ser una mujer gloria para el hombre?
CUANDO el hombre y la mujer sirven a Dios en armonía con Sus principios de orden teocrático traen honra y alabanza a Él como Creador de ellos. Cuando el hombre cumple fielmente su papel como cabeza de su familia, no solo al cumplir con sus obligaciones como sostén y proveedor de las necesidades materiales, sino también al atender las necesidades espirituales de su familia con interés amoroso y paciente, verdaderamente es una gloria para Dios, Aquel en cuya imagen y semejanza fue creado. (Gén. 1:26) También es una bendición para su familia, y ciertamente hace que sea una delicia para la mujer el cumplir su papel como su ayudante y esposa. A su vez, por medio de reconocer la esposa su relación con su esposo, que él es su cabeza, y por medio de honrar ella a su cabeza por apoyo fiel y leal a él, ella llega a ser una gloria para él.—1 Cor. 11:7.
2. (a) ¿Por obedecer qué principio surge la necesidad de cubrirse la cabeza? (b) ¿Qué es lo importante en conexión con que una mujer se cubra la cabeza?
2 La mujer solo puede ser “gloria del varón” al retenerse en la relación en que Dios la colocó con el hombre, jamás por medio de usurpar la jefatura del varón. Es por esta razón que las circunstancias quizás a veces requieran que la mujer se cubra la cabeza. Como hemos visto en el número anterior de La Atalaya, el argumento de Pablo en el capítulo 11 de Primera de Corintios sobre la necesidad de cubrirse la cabeza se basa en el principio de la jefatura teocrática, que él declaró en el versículo tres: “La cabeza de todo varón es el Cristo [Jesús, no la congregación]; a su vez la cabeza de la mujer es el varón; a su vez la cabeza del Cristo es Dios.” Por eso, el cubrirse la cabeza se hace necesario para una mujer cuando ella desempeña alguna función o deber que normalmente debería ser desempeñado por su esposo o por un varón cristiano dedicado, y que ella está desempeñando temporalmente o debido a circunstancias especiales. La cosa importante no es el cubrirse la cabeza en sí, sino la actitud de corazón y la apropiada conciencia teocrática de la mujer que lo hace. Ella aprecia que éste es arreglo de Dios, y se cubre la cabeza principalmente por respeto a Él y a Su arreglo teocrático de cosas en lo que toca a los sexos. Una mujer puede tener una buena conciencia en este asunto solo si, además de cubrirse la cabeza en la ocasión apropiada, tiene un respeto saludable a aquel cuya jefatura está siendo honrada mediante ello.
3. ¿Qué tres situaciones básicas surgen que requieren que una mujer dedicada se cubra la cabeza?
3 Hasta 1926 todas las mujeres de la congregación se cubrían la cabeza cuando asistían a las reuniones. (Vea The Golden Age del 8 de septiembre de 1926, páginas 780-791; The New Creation (1904), páginas 271, 272; Zion’s Watch Tower del 1 de diciembre de 1907, páginas 360, 361.) Parece que básicamente hay tres situaciones que requieren el que una mujer dedicada se cubra la cabeza. Estas pueden declararse como (1) cuando ella tiene que orar o enseñar en presencia de su esposo, (2) si ella enseña a un grupo en el que se incluya a un hermano dedicado, y (3) cuando, debido a que no haya un varón capacitado, ella tenga que orar o presidir en una reunión de congregación. En éste y el subsiguiente artículo consideraremos cada una de estas situaciones a su vez.
CUBRIRSE LA CABEZA Y SUJECIÓN DE ESPOSA
4. ¿En conexión con qué relación particular del hombre y la mujer surgen las cuestiones de jefatura y sujeción?
4 La relación básica de una mujer con un hombre es la del matrimonio, como una esposa con un esposo. El apóstol Pablo en sus consideraciones sobre la sujeción de la mujer en la congregación cristiana en 1 Timoteo 2:11-13 y 1 Corintios 11:3-16 hace referencia a la creación de la primera pareja humana para mostrar su relación mutua, el hombre siendo creado primero y habiendo recibido la responsabilidad de la jefatura. Por eso, ciertamente en la relación matrimonial la esposa cristiana querrá mostrar sujeción apropiada, sea su esposo también ministro de las buenas nuevas o no.
5. (a) ¿Quién se esperaría normalmente que condujera a la familia en estudio bíblico y en oración? (b) Por eso, ¿cuándo, en conexión con estos asuntos, quizás tenga que cubrirse la cabeza una mujer?
5 ¿Cuándo, entonces, en la relación matrimonial pudiera hacerse necesario el que la mujer se cubriera la cabeza como señal de sujeción a su cabeza marital? Quizás el hacer otra pregunta nos ayude rápidamente a obtener la respuesta. Si toda la familia está reunida: el esposo, la esposa, y los hijos, y ha de conducirse un estudio de familia, o ha de hacerse oración, ¿quién naturalmente sería el que se encargaría de estos asuntos? ¡El esposo, por supuesto! Como cabeza de la familia, el padre es la persona de quien normalmente se esperaría que tomara la delantera en enseñar a su familia y en criar a los hijos en el “consejo autoritativo de Jehová,” y en representarlos en oración a Dios. (Efe. 6:4) Pero si el esposo no es cristiano dedicado y, no obstante, está de acuerdo con sentarse en el estudio que conduce su esposa dedicada y en el cual ella hace oración, entonces mientras desempeñara estas funciones ella se cubriría la cabeza. Ella está desempeñando deberes que normalmente serían desempeñados por su esposo cuando estuviera presente. Por supuesto, si no está presente él, entonces la esposa no tiene que cubrirse la cabeza, puesto que el enseñar a sus hijos también es privilegio y responsabilidad de ella y mediante ello ella no está usurpando la posición de su cabeza. Pero cuando el esposo está presente, entonces, si ella conduce el estudio y hace oración, lo haría con la cabeza cubierta, puesto que ella está sirviendo temporalmente hasta el tiempo en que su esposo acepte la verdad y pueda atender estos deberes él mismo.
6. ¿Cuál sería la situación cuando un esposo no dedicado acompañara a su esposa a un estudio bíblico con otra familia?
6 Aun fuera del hogar aplicaría el principio. Si el esposo, debido a inclinarse favorablemente, acompaña a su esposa a otro hogar donde ella conduce un estudio bíblico, ella se cubriría la cabeza mientras orara y mientras condujera el estudio. Aunque quizás haya otro varón presente, tal como la cabeza de la casa donde el estudio se está celebrando y que también es una persona no dedicada que muestra interés, el cubrirse ella la cabeza no sería en conexión con él, puesto que él no es cabeza de ella ni miembro de la congregación. El cubrirse la cabeza en tal caso serviría como señal de sujeción solo a su cabeza marital.
7. ¿Qué hay de las horas de comer?
7 Lo mismo aplica a la mesa. Si el esposo no dedicado pide que su esposa ore, ella puede hacerlo, pero cubriéndose la cabeza. Pero, no estando él, cuando ella está comiendo solo con sus hijos menores no dedicados, no se requeriría que ella se cubriera la cabeza al orar.
EN CONEXIÓN CON HIJOS VARONES DEDICADOS
8. ¿Qué situación surge en cuanto a oración cuando hay un hijo dedicado en la familia, y cuándo se cubriría la cabeza la madre en este caso?
8 Pero si, aunque el esposo estuviera ausente, se hallara presente un hijo dedicado de la familia, ¿qué hay entonces? Por supuesto, si este hijo es adulto no habría duda en cuanto al procedimiento que observar, puesto que él naturalmente haría la oración. Pero puede ser que el hijo todavía sea bastante joven en años, quizás en su adolescencia temprana. En ese caso la madre tendría que usar su propia discreción tocante a si le pediría que orara él o no. Él todavía está bajo su cuidado como madre, y por esa razón él está sujeto a ella, y, verdaderamente, tiene que darle “honra” desde ese punto de vista. (Efe. 6:2) Por eso, dependería de ella el que le pidiera a este hijo joven dedicado que orara o, debido a creer que todavía no estaba suficientemente capacitado o debido a circunstancias particulares en esa ocasión, optara ella por hacer la oración. Pero si ella hiciera la oración, sería correcto que ella se cubriera la cabeza, y eso aplicaría también mientras condujera un estudio con tal hijo dedicado. ¿Por qué?
9. ¿Qué factores están envueltos en que la madre se cubra la cabeza en conexión con el hijo dedicado de menor edad, y cómo fortalece esto la posición de ella?
9 Ahora el hijo dedicado es miembro de la congregación, y, como tal, el enseñarle u orar en su presencia debería hacerse apropiadamente por un varón dedicado maduro. En su hogar esto normalmente lo haría su padre. Por eso, la madre, al cubrirse la cabeza en tales circunstancias, está obrando en más que la capacidad de madre, porque el cubrirse la cabeza sirve de señal o indicación de que ella obra también por su esposo, el padre del muchacho. Por eso, pudiéramos decir que esto fortalece la posición de ella, capacitándola a obrar teocráticamente para con el hijo dedicado en conexión con cosas espirituales, pero sin violación alguna al orden teocrático. En otras ocasiones, cuando la adoración de familia no está envuelta, ella puede ejercer apropiadamente su posición como madre para con su hijo sin requisito alguno de cubrirse la cabeza, dando disciplina y consejo necesarios conforme se requieran.
10. ¿Qué ejemplo pone así para el hijo dedicado la madre, y qué gran responsabilidad descansa con el padre dedicado?
10 Tal madre será un excelente ejemplo para su hijo dedicado de cómo debería obrar una mujer teocrática, y esto será de gran valor para él cuando más tarde tenga una esposa y hogar propios. También, no tendrá oportunidad para quejarse de que su madre está obrando fuera de lugar para con él como varón dedicado. Al mismo tiempo la madre dedicada estará interesada en ayudar a su hijo a progresar a la madurez para que él pueda representar adecuadamente a la familia, cuando sea necesario, en oración a Jehová. Por supuesto, si el esposo también es un testigo dedicado de Jehová, él tendrá tanto más razón para cumplir personalmente, en lo que sea posible, con sus obligaciones como cabeza de la casa, ahora que tiene un hijo dedicado como miembro de ella. Él es el que puede y debería proveer el entrenamiento más avanzado que necesita ahora el muchacho.—Pro. 23:19, 24.
ORACIÓN POR NO DEDICADOS
11. ¿Cómo puede comportarse la mujer dedicada para con las oraciones por su cónyuge no dedicado (a) si es de disposición apropiada y expresa una oración correcta y (b) cuando las oraciones de él no están en armonía con la Palabra de Dios?
11 Puede surgir la situación en que la esposa acepte la verdad y llegue a ser testigo de Jehová pero su esposo no, y no obstante él continúe conduciendo a la familia en oración a la hora de comer. Si es una persona de disposición apropiada y él mismo está progresando hacia la dedicación podría expresar con sinceridad una oración apropiada en armonía con la verdad de la Palabra de Dios a la cual la mujer dedicada pueda decir “Amén” concienzudamente. El hombre todavía es cabeza de la casa y debería esperarse apropiadamente que condujera a su familia en adoración. Sin embargo, si no manifiesta interés en la palabra de Dios o si retiene creencias religiosas que no están en armonía con la Biblia y que se reflejan en sus oraciones, la esposa iluminada no podría decir “Amén” a éstas. Mientras él ora ella podría hacer una oración en silencio a favor de ella misma y de los hijos, con la seguridad de que Jehová oirá su petición.
12. (a) ¿En qué circunstancias el tomarse de la mano alrededor de la mesa durante la oración no sería correcto para los cristianos? (b) ¿Por qué no es éste un punto de vista extremado de las cosas?
12 El tomarse de la mano mientras se hace oración es una práctica regular para algunas familias, pero puesto que esto denota unidad en la oración no sería conveniente que un cristiano participara en esto cuando el que hace la oración es una persona no dedicada cuyos pensamientos no estuviesen dirigidos hacia la adoración verdadera de Jehová Dios. De modo que esto es algo que ha de vigilarse cuando se recibe una invitación para una comida por personas que no están en la verdad cuando usted sabe que ésta es la costumbre de la familia. Entre otras cosas, usted no sabe lo que pudiera decirse en la oración y así como usted no podría decir “Amén” a ella, así usted no querría mostrar consentimiento con la oración por medio de tomarse de la mano con ellos alrededor de la mesa. Pero, algunos quizás pregunten: ¿No es esto llevar las cosas hasta la exageración? No, de ninguna manera. La oración es asunto de adoración, algo que no ha de tratarse a la ligera, sino algo que tiene que ser santo y en armonía con la voluntad de Jehová. Para mantener una buena conciencia el cristiano dedicado ni siquiera querrá aparentar el participar en alguna adoración que no sea la adoración verdadera de Jehová Dios.—1 Cor. 10:20, 21; 2 Cor. 6:14-18.
13. (a) ¿Qué debería hacerse cuando un esposo expulsado hace oración al estar a la mesa? (b) ¿Si pide que su esposa dedicada ore por la familia? (c) ¿Cómo afecta esto a la cuestión de cubrirse la cabeza?
13 Surge una situación difícil cuando el esposo ha sido expulsado de la congregación cristiana y todavía se encuentra en condición de expulsado. Aunque la esposa todavía está sujeta a él como su esposo, no obstante, en armonía con las Escrituras, no puede tener compañerismo espiritual con él. (Rom. 16:17) ¿Cómo pudiera afectar esto al asunto de orar a la hora de las comidas? Si él insistiera en orar a la mesa, la esposa no podría reconocer su oración de ninguna manera, ya sea por un “Amén” silencioso o audible. Ella puede hacer su propia oración silenciosamente a Jehová mientras él ora o después conforme ella crea conveniente. Si el esposo expulsado pidiera a su esposa que orara por la familia en su presencia, ella tendría que rehusar. Sin embargo, ella podría orar silenciosamente por ella misma y por los hijos aunque él estuviera presente, pero no porque él se lo mande. Por esto se puede ver que la cuestión de tener que cubrirse la cabeza jamás ocurriría en este caso, puesto que no habría ocasión alguna en que la esposa desempeñara alguna función de enseñar u orar audiblemente en presencia de su cónyuge expulsado.
CONDUCTA PARA CON ESPOSO NO CREYENTE
14. (a) Aunque tenga que cubrirse la cabeza a veces, ¿qué tendrá presente particularmente la esposa cristiana en cuanto a mantener su atractivo a los ojos de Jehová? (b) ¿Qué hay donde la conducta del esposo no está en armonía con los principios buenos?
14 La ministra fiel que es esposa de un hombre que no está en la verdad, es decir, un hombre no dedicado, una circunstancia que tal vez haga necesario que ella se cubra la cabeza a veces en presencia de él, se interesará en que su conducta esté en armonía con esta señal exterior de sujeción. Su atractivo a los ojos de Jehová no depende solo de una exhibición formal de sujeción por medio de cubrirse la cabeza, sino que depende de que ella mantenga modestamente su posición como esposa, teniendo siempre “profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:24, 33) Pero, quizás usted pregunte, ¿cómo puede una mujer tener profundo respeto a un esposo que adopta un derrotero de odio a la verdad y a la adoración de Jehová por su esposa? Ciertamente no se pueden respetar los puntos de vista de un hombre cuando éstos están contra Dios, o sus palabras cuando éstas son blasfemas y quizás hasta inmundas. No obstante, aun en tales circunstancias, por respetar el puesto de jefatura que un esposo debería estar llenando, es posible que la persona se comporte de manera que evite alguna rebelión contra el arreglo de Jehová. Entre otras cosas, una mujer debería evitar el hablar con desdoro de su esposo, sin importar cuán malo sea, cuando ella está con otras personas.
15. ¿Qué ejemplo tienen las mujeres dedicadas en cuanto a sufrir bajo el mal?
15 Para la mujer que se encuentra en la situación de estar casada con un hombre con quien es difícil llevarse bien y que quizás hasta sea áspero en su conducta, hay consuelo en el ejemplo de Jesús. Observe las palabras de apertura del capítulo 3 de Primera de Pedro: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos.” ¿De qué manera? Entre otras cosas, Pedro acaba de considerar el caso de los sirvientes cristianos de casa que sufrían injustamente por copiar a Jesús, que nos dejó un dechado de cómo comportarnos bajo sufrimiento inmerecido. Pedro escribe acerca de él: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.” Por eso, las esposas que tienen que aguantar trato injusto pueden hacerlo como a aquellos sirvientes cristianos de casa se les dijo que hicieran y como Jesús lo hizo, encomendándose a Jehová, que al debido tiempo recompensará su conducta fiel.—1 Ped. 2:18-23.
16. (a) ¿Qué clase de sujeción por cristianos considera Pedro, y con qué consejo provechoso? (b) Aunque estando sujeta en un sentido relativo a su esposo, ¿qué dos cosas tiene que tomar en consideración la esposa cristiana, con qué determinación?
16 Pero la sujeción de los sirvientes de casa a los dueños quizás incluya a veces “a los que son difíciles de agradar.” Entonces él dice: “Porque si alguno, por motivo de su conciencia para con Dios, soporta cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada. Pues, ¿qué mérito hay en ello si, cuando ustedes están pecando y son abofeteados, lo aguantan? Pero si, cuando ustedes están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que agrada a Dios.” (1 Ped. 2:18-20) Así como en el caso de los sirvientes de casa sucede en el caso de la esposa, su sujeción es relativa, puesto que la voluntad de Dios y la conciencia tienen que tomarse en consideración. Por eso, si el esposo de ella resultara difícil de agradar, hasta el grado de oposición declarada a la posición de ella como cristiana dedicada, no obstante la ministra fiel siempre se adherirá firmemente a la dedicación que hizo para hacer la voluntad de Jehová. Al mismo tiempo se esforzará fielmente por adherirse a su relación con su esposo como Jehová lo ha arreglado, aunque esto a veces resulte muy difícil.
17. ¿Por qué conducta puede ser ganado a la verdad un esposo no creyente?
17 Afortunadamente, no todos los esposos son tan malos. Pero muy a menudo sucede que el esposo simplemente parece no tener interés en la verdad y no muestra deseo de esforzarse por asociarse con la sociedad del nuevo mundo. ¿Qué hay entonces? ¿Recuerda lo que leímos antes, de 1 Pedro 3:1, 2? “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” Sí, la única cosa que pudiera ganar a tales esposos a la verdad es la conducta de sus esposas: fiel sujeción de esposas junto con profundo respeto.—1 Cor. 7:16.
18. ¿Qué mantiene la esposa cristiana por su fidelidad en sujeción de esposa, y para quién es esto una bendición especial?
18 Debido a tal fidelidad la esposa cristiana a todo tiempo mantiene su atractivo espiritual ante Jehová y ante la congregación cristiana. El varón dedicado casado con tal esposa debería apreciar sumamente tal bendición, porque ella verdaderamente es una gloria para él. Si su esposo todavía no ha aceptado la verdad la esposa cristiana mantendrá casta su conducta con profundo respeto, porque quizás esto le abra los ojos a él para que vea qué excelente esposa tiene y esto lo lleve a aceptar la verdad. ¡Qué maravillosa bendición resultará ser eso para él y para ella!