Cuando todas las naciones se unen bajo el reino de Dios
Esta conferencia presentada por el presidente de la Sociedad Watchtower Bible and Tract fue escuchada por auditorios que en total sumaron a cuatrocientos ochenta y un mil ciento noventa y cinco personas por toda la América del Norte y Europa durante el verano pasado.
1. (a) ¿Qué pregunta hace surgir al principio el tema de este artículo? (b) ¿Qué indica que el reino de Dios es asunto que les es de importancia a las naciones, y qué naciones?
MUCHAS naciones hay. Pero, ¿quién dice que hay tal cosa como “el reino de Dios”—que Dios tiene un reino? Muchas personas pueden hacer esa desafiadora pregunta, no meramente ateos y comunistas, sino también personas muy religiosas. Todos los pueblos viven bajo alguna forma de gobierno, llámesele reino, república, o dictadura o lo que sea. Pero hoy, como en ningún otro tiempo antes, todos los pueblos se encuentran frente a frente con la proclamación mundial del “reino de Dios.” Debe ser un asunto que les sea de importancia a todas las naciones; de otro modo, no se proclamaría en toda la Tierra habitada, a todas las naciones, prescindiendo de la forma política que tengan. Sí, les es de importancia a todas las naciones—la nación que se apega a la religión hindú y adora a Trimurti como Dios; la nación islámica que sostiene que el único dios es Alá, también la nación que adora principalmente ante el altar de Buda como dios. Les es de importancia a las naciones de la cristiandad que adoran a un dios trino, un solo dios en tres personas. Le es de importancia a la nación judía (representada en la República de Israel) que adora al dios tradicional de sus antepasados. En realidad, les es de importancia a las naciones comunistas que dicen que no adoran a ningún dios. Hasta ahora el dios de ninguna de estas naciones ha unido a gente de todas las naciones de la Tierra bajo su adoración o bajo su gobierno. ¿Hay algún Dios que pueda hacerlo?
2, 3. (a) ¿Qué hechos muestran si para la unidad mundial necesitamos algo más que las Naciones Unidas? (b) ¿Qué hay que decir en cuanto a si las Naciones Unidas se han hecho la expresión del reino de Dios desde 1945?
2 Pero también hay otra pregunta: ¿Necesita este mundo moderno un Dios invisible y espiritual que una a todas las naciones bajo su reino? ¿Necesitamos algo que sea más que las Naciones Unidas de hoy día? ¿Ha visto la humanidad en algún otro tiempo tal cosa—noventa y nueve naciones unidas en una sola asociación? ¡No! Pero al mismo tiempo, ¿ha visto el mundo alguna vez un espectáculo semejante al que esta organización presenta, un fracaso tan patente en cuanto a unificación? ¿Está cumpliendo con lo que señala el pomposo nombre que lleva? ¿Es por naciones que no forman parte de las Naciones Unidas que se está peleando hoy día la “guerra fría” con una impiedad en que nada importa aunque se mantenga al resto del mundo en temor y ansiedad? No; es por las principales naciones que están allí mismo dentro de las Naciones Unidas. ¿Tenemos entonces razón para esperar que las Naciones Unidas den satisfacción como sustituto de hechura humana para “el reino de Dios”? No olvidemos que esta organización de las Naciones Unidas es la sucesora de la Sociedad de las Naciones, y que durante su existencia antes de la II Guerra Mundial la Sociedad de las Naciones fue llamada religiosamente “la expresión política del reino de Dios en la Tierra.” Entonces, ¿se han hecho las Naciones Unidas la expresión política del reino de Dios en la Tierra desde 1945? ¡Pregúntele a la India hindú! ¡Pregúntele a la Rusia comunista! ¡Pregúntele a los budistas Japón, Birmania, Siam! ¡Pregúntele a las islámicas Turquía, Indonesia, República Árabe Unida!
3 ¿Se unieron estas naciones y otras a las Naciones Unidas porque quisieran estar bajo el reino de Dios, y es por eso que permanecen en esa organización? ¿Fue el amor a Dios lo que las impulsó a hacerse miembros? No se hace necesario que contesten. ¡El sentido común y la honradez contestan que No!
4. En cuanto al reino de Dios, ¿qué preguntas hacemos debido a que haya también tantos dioses representados en las Naciones Unidas, y han fortalecido ese cuerpo todos estos dioses?
4 No obstante, una gran realidad sí subsiste: En las noventa y nueve naciones que componen las Naciones Unidas no están representados meramente muchos sistemas políticos, sino también muchos dioses. Entonces, si todas las naciones todavía han de unirse bajo el reino de Dios, ¿se reunirán todos los dioses de las muchas naciones en conferencia a la manera que lo hacen los delegados nacionales en la Asamblea General de las Naciones Unidas? ¿Decidirán entonces ellos cuál habrá de ser rey sobre todos los dioses? ¿O decidirán establecer una secretaría de tres miembros, una junta administrativa trinitaria, cada miembro de la cual represente a cierto grupo de dioses o credos religiosos? ¿Es así que debe establecerse el reino de Dios, a saber, por el consenso, por decirlo así, de todos los dioses representados en las Naciones Unidas? ¿Habrá así acción democrática entre todos los dioses para unificarse bajo un solo dios como rey del cielo y la Tierra? Puesto que los adoradores humanos de estos dioses difieren y están en desacuerdo entre sí, difícilmente pudiera esperarse que sus dioses se unieran y concordaran y ejercieran una influencia unificadora. Ciertamente el que haya tantos dioses tras las Naciones Unidas no ha fortalecido ese cuerpo.
5. (a) ¿De dónde conseguimos la firme garantía de que todas las naciones se unirán bajo el reino de Dios? (b) En armonía con ese Libro, ¿qué prueban las cosas que observamos acerca de nuestro universo?
5 ¿De dónde, entonces, conseguimos la idea, de dónde conseguimos la firme garantía de que todas las naciones se unirán bajo el reino de Dios? Conseguimos esa maravillosa visión de toda la familia humana prósperamente en paz consigo misma y con su Dios de un Libro. Es un Libro de mucha edad. Su sabiduría, entendimiento, conocimiento y previsión lo hacen el Libro de libros. Este Libro no queda contradicho por los hechos de hoy día, por la situación mundial de hoy. Tampoco queda contradicho por la ciencia verdaderamente comprobada de hoy día. Ese Libro está apoyado por la unidad y estabilidad del universo conocido. Mientras más examinamos la unidad, armonía y estabilidad del universo, más prueban estas cosas impresionantes lo que este Libro dice, a saber, que hay un solo Dios que está sobre todo, que es el Creador de todo, que es el Legislador de todo, que es el Gobernador central de todo.
6, 7. (a) ¿Cómo describe a Dios la Encyclopedia Americana? (b) ¿De qué Libro es él el autor?
6 Para que tengamos alguna idea expresada de lo que Dios es, citamos de The Encyclopedia Americana, página 743 del Tomo 12, edición de 1929, que dice, bajo el encabezamiento “Dios”:
El Ser Supremo, la Primera Causa, y, según se le considera hoy día por todo el mundo civilizado, un ser espiritual, de existencia propia, eterno y absolutamente libre y todopoderoso, distinto de la materia que él ha creado en muchas formas, y que él conserva y controla. No parece haber habido período alguno en la historia en que la humanidad haya estado sin la creencia en un autor y gobernador sobrenatural del universo. Las naciones más salvajes tienen algunas ideas rudimentarias de Dios. El hombre es tanto animal religioso como racional.
7 El llamado Libro de la Naturaleza es libro de Dios. El Libro escrito del cual él es el Autor se llama La Santa Biblia.
8. (a) ¿Qué cosa, especialmente, hace que la Biblia sea diferente a todo otro libro religioso? (b) ¿Por qué podemos confiar en que se cumplirá la profecía acerca de unir a todas las naciones?
8 Hace mucho este Libro indestructible predijo la unificación de todas las naciones bajo el reino de Dios. Eso, por supuesto, es una profecía. Pero, diferente a todo otro libro religioso, la Biblia está llena de profecías. Tenemos que reconocer que, para pronunciar profecías, el Autor del Libro tenía que estar seguro de sí mismo; tenía que tener previsión y presciencia. El que fallaran sus profecías probaría que no es Dios. No obstante, las profecías de la Biblia han triunfado en la prueba a que el tiempo las somete. Muchas profecías se han cumplido. Otras se están cumpliendo ahora de modo sorprendente. Con certeza, entonces, las profecías de la Biblia que mencionan cosas que todavía están en el futuro y que son importantes para todos nosotros se cumplirán tan seguramente como se han cumplido las profecías que aplicaron al pasado o aplican al presente. Y en cuanto a la profecía acerca de unir a todas las naciones bajo el reino de Dios, Dios ya tiene un modelo en la Tierra. ¿Cuál es? Veremos.
9. (a) ¿Qué hechos acerca del hombre señalan a que Dios es una Persona e inteligente? (b) ¿De dónde aprendemos su nombre, y por qué no debemos dejar que el nacionalismo cree prejuicio en nosotros contra el Dios que se llama así?
9 Este Dios es una Persona, un Ser inteligente. Su Libro nos dice que él creó al hombre a su imagen y semejanza. Por lo tanto, si el hombre es una persona, un individuo inteligente, y se parece a Dios, entonces Dios también tiene que ser una persona. No es un Dios sin nombre. Tampoco nos ha dejado sin información de modo que tengamos que adivinar cuál es su nombre. Él ha hecho que se escriba muchas veces, no en el Libro de la Naturaleza, sino en la Santa Biblia. Millares de veces nos dice en la Biblia que el nombre del Dios y Creador Altísimo, Omnipotente, Omnisapiente, Todojusto, Eterno es Jehová. Con solo mencionar ese nombre quizás hagamos surgir prejuicio en los corazones de muchos. Muchos asocian ese nombre con los judíos, con los israelitas, que recientemente establecieron la República de Israel en medio de naciones árabes en el Medio Oriente. Puesto que creen que Jehová es el Dios nacional de los judíos, esas personas predispuestas no lo quieren como Dios. Pero Jehová no es un Dios nacionalista. No es Dios para judíos solamente. ¿Cómo podría ser él el Dios nacional de los judíos y al mismo tiempo admitir a todas las naciones en su adoración y bajo su reino de bendiciones?
10. (a) El adorar a Jehová como Dios no significa ¿qué, con relación a los judíos naturales? (b) ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con el pueblo que hoy día adora a Jehová como Dios, y por qué?
10 Jehová no empezó cuando empezó la nación judía, hace tan solo como tres mil seiscientos años, en 1712 a. de la E.C. (Gén. 49:28-33) Por lo tanto, si usted adora a Jehová como Dios, usted no ensalza a los judíos ni glorifica a la República de Israel. El adorar a Jehová no significa que usted tenga que unirse a la República de Israel ni adorar en sinagogas judías, ni siquiera en la Jerusalén moderna. Pero es cierto que cualquier pueblo que ha tenido a Jehová como su Dios ha sido honrado y bendecido debido a esto. Cuando el general Dwight D. Eisenhower fue inaugurado como presidente de los Estados Unidos por segunda vez, en 1957, y juró, tenía la mano puesta en la Biblia (Versión Americana Normal) abierta, en el Salmo 33:12, que dice: “Bendita es la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él ha escogido como herencia propia.” De modo que lo principal es que tengamos respeto al Dios verdadero mismo, más bien que el que tengamos respeto al pueblo que lo tenga a él como Dios. La razón por la cual los judíos naturales o los israelitas de hoy día no tienen evidentemente la bendición divina es que ya no tienen a Jehová como su Dios. Sin embargo, hoy existe un pueblo que sí adora a Jehová como Dios con espíritu y verdad. A éstos no se les debe despreciar, porque despreciar a estos fieles significa mostrar falta de respeto y deshonrar a Dios.—Juan 4:21-24.
EL “REY DE LA ETERNIDAD”
11. ¿Bajo el reino de quién se unirán todas las naciones, y qué promesa de esto contiene el Salmo 86:8, 9?
11 Es bajo el reino de Jehová Dios que todas las naciones se unirán para su bendición eterna. Una de las promesas dadas por Dios mismo en cuanto a esto se encuentra en la Biblia, en el Salmo 86:8, 9, y citamos: “No hay ninguno como tú entre los dioses, oh Jehová, ni hay obras algunas como las tuyas. Todas las naciones que has hecho vendrán ellas mismas y se postrarán delante de ti, oh Jehová, y darán gloria a tu nombre.”
12. ¿Cómo muestra Miqueas 4:3, 4 si es deseable la unidad bajo el reino de Dios?
12 Una de las bendiciones procedentes de esta unidad internacional bajo el reino de Dios es ésta, según se predijo en Miqueas 4:3, 4: “Y [Jehová] ciertamente rendirá juicio entre muchos pueblos, y enderezará asuntos respecto a poderosas naciones lejanas. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. Y en realidad se sentarán, cada cual bajo su viña y bajo su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la misma boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.” En vista de esto, ¿es deseable el reino de Dios? Sí.
13. ¿Cómo está dividida la Biblia hoy, y no obstante, qué la hace una unidad?
13 La Biblia, que presenta estas profecías inspiradoras de esperanza, está dividida hoy día en sesenta y seis libros inspirados. No obstante, la Biblia es una unidad en sí misma, en su totalidad un solo libro. Está en plena armonía consigo misma, en sus muchas partes, desde su primer libro, Génesis, hasta su último libro, Apocalipsis. Por toda la Biblia corre el hilo de una sola idea, tema o asunto dominante y la une. ¿Qué es esto? El reino de Dios, el mejor gobierno de todo el universo, y el único que durará para siempre, para la bendición de la humanidad.
14. (a) ¿Cuándo hubo un tiempo en que el género humano no tenía sobre él reyes humanos, ni imperios ni potencias coloniales? (b) ¿Por qué tenemos esas cosas hoy, y por qué ha sido esto providencial para nosotros?
14 Desde la I Guerra Mundial de 1914 a 1918 los reyes, o gobernantes que llevan ese título, han estado pasando de la escena. Hubo un tiempo en que no había reyes humanos ni imperios humanos ni potencias coloniales en la Tierra. Había solamente un Rey celestial sobre el género humano. ¿Quién? Jehová Dios. En el último libro de la Biblia se le llama el “Rey de la eternidad.” (Apo. Rev. 15:3; Jer. 10:10) ¿Por qué, entonces, tenemos a los reyes humanos de hoy, por qué los imperios, por qué las potencias coloniales? ¿Por qué el comunismo internacional? Sí, ¿por qué las Naciones Unidas? Es por motivo de la rebelión original contra el “Rey de la eternidad.” ¿Fue sofocada al instante aquella rebelión? No, no lo fue. ¿Por qué no fueron ejecutados de una vez los rebeldes para evitar que la rebelión se extendiera? Bueno, si éstos hubieran sido ejecutados al instante, nosotros no estaríamos aquí hoy, con la oportunidad de ser unidos bajo el reino de Dios. ¿Por qué no? Porque en los rebeldes estuvieron incluidos nuestros primeros padres humanos. Nosotros somos los más recientes descendientes de aquellos rebeldes contra Jehová Dios.
15, 16. (a) ¿Cómo llegó a haber un dios en oposición, y cómo se le llama? (b) ¿Cómo se hizo a sí mismo un dios, y qué lo llamaron Jesús y Pablo?
15 No pasemos por alto un hecho de la dura realidad. Hay un dios en oposición en el universo. A esta criatura espiritual invisible se le llama, en el idioma bíblico, Satanás el Diablo, es decir, el Opositor el Calumniador. Él fue el cabecilla de la rebelión. Él rompió la felicidad, paz y salud originales de la familia humana. Él fue el que empezó a oponerse a Jehová Dios. Para hacer que nuestros primeros padres se rebelaran contra Dios, calumnió o difamó a Jehová Dios el Creador de ellos, diciendo que Jehová era un mentiroso, que era un censor antidemocrático del conocimiento e información que el pueblo tenía derecho a tener para libertarse y elevar la norma de vida. Satanás dijo que el hombre no tenía nada que temer por rebelarse contra Jehová Dios. “Positivamente ustedes no morirán. Porque. . .no podrán menos que ser semejantes a Dios, conociendo el bien y el mal,” dijo Satanás.
16 Primero la mujer, Eva, y luego el hombre, Adán, se unieron a Satanás el Diablo en su rebelión. Entonces esa desleal criatura espiritual se hizo un dios, un dios en oposición a Jehová Dios. Esto quiso decir el principio de un universo dividido. (Gén. 3:1-7) Miles de años después, el leal Hijo de Dios fue enviado a este mundo, y él dijo que Satanás el Diablo es el “gobernante de este mundo” y el que “está desviando a toda la tierra habitada.” (Juan 12:31; 14:30; Apo. Rev. 12:9) El apóstol cristiano Pablo lo llamó el “dios de este sistema de cosas,” “el gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.”—2 Cor. 4:4; Efe. 2:2.
17. ¿Qué ha significado para nosotros hoy esa rebelión de hace tanto tiempo?
17 Hoy día nosotros vivimos casi seis mil años después de aquella rebelión original contra el Rey de la eternidad. Aun así, sabemos, sentimos, vemos lo que ha significado ésta para nosotros. Ha significado muerte para nosotros. (Gén. 2:17; Rom. 5:12) Ha significado la pérdida del jardín de Edén, el paraíso de placer, para nosotros. (Gén. 3:22-24) Ha significado el que hayamos llegado a estar bajo gobiernos políticos humanos, no fundados ni apoyados por el Rey de la eternidad, sino inspirados y apoyados y dominados por el “dios de este sistema de cosas,” “el gobernante de este mundo.” Hallamos que la situación es como la describió el apóstol cristiano Juan: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.”—1 Juan 5:19.
18. ¿Cómo sabemos que el dominio de Satanás está condenado de antemano a fracasar?
18 Pero, ¿qué hay de esto? ¿Qué si el dios en oposición, Satanás el Diablo, es “gobernante de este mundo,” “el dios de este sistema de cosas”? Su rebelión está condenada de antemano al fracaso; y él y todos los que persistan con él en esta rebelión sufrirán la pena de aniquilación, un absoluto borrarlos de toda existencia. Cuando Jehová Dios celebró audiencia judicial y pronunció sentencia contra los tres rebeldes originales, dijo a Satanás el Diablo, que había desviado a la mujer Eva por medio de una serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.”—Gén. 3:14, 15.
19, 20. (a) ¿Qué quiere decir en realidad Génesis 3:15, y desde entonces en adelante qué tema corre como hilo por toda la Biblia? (b) ¿Cómo señala Apocalipsis Rev. 15:3, 4 a la unidad de todas las naciones?
19 En estas palabras Jehová Dios declaró que, a su propio tiempo escogido, aplastaría la rebelión por medio de aplastar al cabecilla de ésta junto con la simiente o los discípulos de ese cabecilla. Así él reuniría su universo en el cielo y en la Tierra bajo su reino eterno. Para ganar esta victoria universal para el reino de Dios él usaría a su propia Simiente leal, su propio Hijo, a quien él produciría por medio de su propia leal “mujer.” Esta notable promesa del Reino la hallamos en el capítulo tres del Primer libro de la Biblia. Entonces el tema de ese Reino corre como hilo por los sesenta y seis libros inspirados de la Biblia hasta el último libro, en que leemos esta emocionante profecía del unirse finalmente todas las naciones bajo el reino de Dios:
20 “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solamente tú eres leal? Porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus justos decretos han sido manifestados.”—Apo.Rev. 15:3, 4.
21. ¿Qué mensaje produjo asombro en el mundo romano hace mil novecientos años, y qué dos testigos comenzaron la proclamación del mensaje?
21 Cuando se escribieron esas palabras hace mil novecientos años, el Imperio Romano todavía dominaba a Europa, el norte de África y el Medio Oriente. Varias décadas antes de que el apóstol Juan escribiera esas palabras, un denodado anuncio produjo asombro en el Medio Oriente. Pronto se dio informe de éste por todo el mundo romano. Fue éste: “El reino de Dios se ha acercado.” Este era un mensaje que por miles de años adoradores de Jehová Dios habían esperado oír. Al principio hubo dos proclamadores de ese mensaje, dos testigos de la veracidad de ese mensaje, primero un adorador fiel llamado Juan el Bautista y, poco después de él, Jesucristo, de quien sus discípulos confesaron que era el Hijo de Dios.—Mat. 3:2; Mar. 1:14, 15; Juan 1:49.
22. (a) ¿Cómo sufrieron Juan y Jesús por ser leales al reino de Dios? (b) ¿Cómo se remedió la herida que recibió en el talón la Simiente de Dios, y cómo marcharán ahora en dirección opuesta los asuntos?
22 A Juan el Bautista le cortaron la cabeza por ser leal a la autoridad de Rey y la ley de Jehová Dios. A Jesucristo lo clavaron en un madero para que muriera por predicar y sostener el reino de Dios, el reino de los cielos. Satanás el Diablo, “el dios de este sistema de cosas,” interpretó tal predicación como algo que significaba sedición y rebelión contra el emperador romano. Usando esta acusación falsa, Satanás el Diablo como la Gran Serpiente pudo magullar el talón de la Simiente de la “mujer” de Dios. Pero el Dios Todopoderoso sanó la herida de su Simiente, su Hijo Jesucristo, por medio de levantarlo de entre los muertos en el tercer día y hacer que éste volviera al cielo, desde donde había sido enviado. (1 Cor. 15:3-7, 24-28; Rom. 1:1-4; Hech. 2:22-36) Ahora los asuntos iban a marchar en dirección opuesta y a Satanás la Serpiente, el diabólico caudillo de la rebelión contra el Rey de la eternidad, le llega el turno para que le aplasten la cabeza.
23. ¿Cómo probó Jesús que era digno de ocupar el puesto de rey, y qué proclamación de alcance mundial predijo él?
23 Jesucristo nació en la Tierra en la línea de reyes, siendo descendiente directo del antiguo rey David de Jerusalén. (Mat. 1:1, 17) Fue ungido con el espíritu de Dios para llegar a ser el rey en función en el futuro reino de Dios. (Luc. 3:21-23, 38; 4:1-21) Él probó que era digno de llenar el puesto de gobernante por medio de predicar continuamente el reino de Dios. Enseñó a sus discípulos la oración modelo: “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la Tierra.” (Mat. 6:9, 10) Él entrenó y envió a sus discípulos a predicar el reino de Dios. (Mat. 10:5-7; Luc. 9:1, 2; 10:1-3, 8, 9) Puesto que el reino de Dios es para la bendición y unión de hombres de todas las nacionalidades y razas, Jesús predijo que a su debido tiempo el mensaje del Reino se proclamaría por todas partes. Dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la Tierra habitada como testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin [del sistema de cosas de Satanás].”—Mat. 24:3, 14.
24. Debido a que la gente esperaba el reino de Dios en aquel tiempo, ¿qué ilustración dio Jesús para corregir su manera de pensar?
24 Hasta el fin de la vida de Jesús en la Tierra, muchas personas a quienes él había predicado pensaban que el reino de Dios había de ser establecido en aquel tiempo, hace diecinueve siglos. Concerniente al último viaje de Jesús a Jerusalén, donde sufrió el martirio, leemos, en las siguientes palabras, algo acerca de esta expectativa popular: “Mientras estaban escuchando estas cosas él añadió una ilustración, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos estaban imaginándose que el reino de Dios iba a manifestarse al instante. Por tanto él dijo: ‘Cierto hombre de noble nacimiento viajó a una tierra lejana para conseguirse poder regio y volver. . . .Con el tiempo, cuando él volvió a casa después de haber conseguido el poder regio, mandó a llamar a estos esclavos a quienes les había dado el dinero de plata, con el fin de averiguar qué habían ganado por la actividad de negociar.’” Después de tratar con esos esclavos en lo concerniente a su celo y fidelidad en cuanto a los intereses del reino, el rey vuelve su atención a los opositores de su reino y dice: “Además, a estos enemigos míos que no quisieron que yo llegara a ser rey sobre ellos tráiganlos acá y mátenlos ante mí.” (Luc. 19:11-27) ¡Ay, entonces, de todos los que rehúsan unirse bajo el reino de Dios!
25, 26. (a) ¿Cómo mostró Jesús en esa ilustración que pasaría largo tiempo antes que se pusiera en poder el reino de Dios? (b) ¿Qué provecho terrestre significará para el género humano el que Jesús gobierne como rey, y cómo dio garantía de esto mientras colgaba de un madero?
25 EI ir a un país lejano y luego volver por los medios de transportación de hace mil novecientos años, no por avión de reacción, requeriría largo tiempo. Con este punto de la ilustración Jesús indicó que pasaría largo tiempo desde entonces antes de que en realidad fuera puesto en poder sobre nuestra Tierra el reino de Dios. Como se ilustró por el “hombre de noble nacimiento” de esta ilustración, Jesucristo, que era el Hijo del Rey de la eternidad además de descendiente del rey David, tuvo que ir a una “tierra lejana” para conseguirse poder regio. Tuvo que ir mucho más allá del espacio sideral y sus planetas y galaxias, es decir, al cielo mismo, a Jehová Dios, quien es la fuente de todo poder para gobernar. Como está escrito: “No hay autoridad a no ser por Dios.” (Rom. 13:1) De Dios como la fuente de autoridad gubernativa Jesucristo recibiría poder regio para provecho de la humanidad. Provecho, en verdad, porque el establecimiento de su reino sobre la humanidad en nombre de Jehová Dios significa la restauración del Paraíso a nuestra Tierra.
26 Aun mientras Jesús colgaba del madero con el cartel que, colocado más arriba de su cabeza, decía: “Jesús el nazareno el rey de los judíos,” declaró que su reino devolvería a la Tierra el Paraíso del cual el género humano había sido arrojado. (Juan 19:12-22) Uno de dos malhechores que colgaban de maderos a ambos lados de Jesús dijo con fe en un día futuro de juicio delante de Dios: “Jesús, acuérdese de mí cuando llegue a su reino.” A él le parecía que Jesús sería declarado inocente ante el asiento de juicio de Dios y se le darla un reino. Jesús concordó con esto y dijo a este malhechor simpatizante: “Verdaderamente le digo hoy: Usted estará conmigo en el Paraíso.” (Luc. 23:39-43) El que hiciera una promesa gloriosa como ésta mostraba que Jesucristo creía en su propia resurrección de entre los muertos y que bajo su reino habría una resurrección de todos los muertos que están en las tumbas, los justos y los injustos. Así, este malhechor de buena disposición volvería a la vida en la Tierra y disfrutaría del Paraíso bajo el reinado de Jesucristo.—Hech. 24:15; Juan 5:25, 28, 29.
27. (a) ¿Cómo fue hecho vivo Jesús de nuevo, y cómo probó a sus discípulos que estaba vivo? (b) ¿Cuándo fue a una “tierra lejana” y cuándo se dio evidencia de que había llegado allá?
27 Al tercer día de su muerte por predicar el reino de Dios, Jesús fue resucitado, “habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu.” (1 Ped. 3:18) Durante los cuarenta días que permaneció aquí en la Tierra para aparecerse a sus discípulos hubo “más de quinientos” testigos de la realidad de que él estaba vivo de nuevo, como persona espiritual que podía aparecer y desaparecer como lo habían hecho ángeles santos de Dios en varias ocasiones. (1 Cor. 15:3-8; Luc. 24:15-36; Juan 20:19-26) En el día cuadragésimo desde su resurrección de entre los muertos él comenzó a viajar a la “tierra lejana,” y esto ante los mismos ojos de sus fieles apóstoles en el monte de los Olivos. Dos ángeles se aparecieron y les dijeron: “¿Por qué están de pie mirando al cielo? Este Jesús que ha sido recibido de entre ustedes al cielo vendrá así de la misma manera como lo vieron ir al cielo.” (Hech. 1:1-11) Diez días después, en el día de la fiesta del Pentecostés, se dio evidencia milagrosa de que Jesucristo había llegado, estaba en la presencia de Dios y sentado a Su diestra en el cielo.
28. En ese día, ¿qué dijo Pedro para confirmar el hecho de que Jesús había llegado allá?
28 En ese día el apóstol Pedro dijo bajo inspiración por el espíritu de Dios a tres mil o más personas que lo escuchaban: “A este Jesús Dios resucitó, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue exaltado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto [el espíritu] que ustedes ven y oyen. De hecho [el rey] David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que haga de tus enemigos un banco para tus pies.”’ Por lo tanto sepa toda la casa de Israel con certeza que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes empalaron.”—Hech. 2:1-36.
EL TIEMPO DE VOLVER CON PODER REGIO
29, 30. (a) ¿Dónde se establece apropiadamente el reino de Dios, y por qué? (b) ¿Cómo volverá Cristo con poder regio, y cómo se hará evidente esto?
29 Eso fue hace diecinueve siglos. Por lo tanto , ha pasado largo tiempo desde entonces hasta ahora. ¿Pero dónde está el reino de Dios? ¿Dónde está la vuelta del Hijo de Dios con poder regio? Bueno, ¿en qué otro lugar debería estar el reino de Dios sino allá arriba en el cielo? “El cielo es mi trono,” dice Jehová Dios. (Hech. 7:49) Así que para que el Hijo de Dios vuelva a esta Tierra con poder regio no es necesario que él se haga un hombre en la Tierra otra vez. Él no vuelve a ser hombre, puesto que sacrificó su naturaleza humana para siempre para ofrecer a Dios en el cielo el valor de su sacrificio humano a favor de nosotros, el género humano moribundo. Sobre este notable punto está escrito: “Cuando vino Cristo como sumo sacerdote de las buenas cosas que han acontecido. . .entró, no, no con la sangre de cabras y de novillos, sino con su propia sangre, una vez para siempre en el lugar santo y obtuvo una liberación eterna para nosotros. Porque Cristo entró ... en el cielo mismo, para comparecer ahora ante la persona de Dios a favor nuestro.” (Heb. 9:11, 12, 24) Por esta razón el establecimiento del reino de Dios mediante Cristo significa quitar la condenación de sobre el género humano obediente y darle vida eterna.
30 Poco antes de su muerte Cristo dijo a sus discípulos: “Un poco más y el mundo no me verá más.” (Juan 14:19) Por lo tanto, él efectuará su vuelta con poder regio invisiblemente, por medio de extender su poder regio desde el cielo a la Tierra y produciendo cambios aquí en la Tierra en cumplimiento de las profecías de Dios.
31. (a) ¿Cuándo quería Dios que su Hijo entrara en funciones en su trabajo como rey? (b) ¿Por qué se llama los “tiempos señalados de las naciones” al período de tiempo envuelto?
31 Aquí, ahora, está la pregunta: ¿Cuándo quería Dios que su Hijo entrara en funciones y comenzara a reinar, para degollar a sus enemigos y para bendecir a la gente que se une bajo este reino de Dios? Este es un acontecimiento de importancia universal. Dios tiene un tiempo fijo para esto. Jesús, al profetizar acerca de la “conclusión del sistema de cosas,” predijo que todo esto sería cuando terminaran los “tiempos señalados de las naciones.” (Luc. 21:24) Esos tiempos eran los tiempos que el Dios Todopoderoso había señalado en que las naciones mundanas gobernarían toda la Tierra sin interrupción o intervención por el reino de Dios.
32. (a) ¿Cuándo empezaron esos “tiempos señalados,” y cuándo terminaron? (b) ¿Por qué podemos estar agradecidos de que esos “tiempos” no habrían de continuar para siempre?
32 Debemos recordar que hace más de veinticinco siglos Jehová Dios tuvo un reino de Dios en miniatura aquí en la Tierra, con su capital en Jerusalén. Por eso Jesucristo llamó a la Jerusalén de su día “la ciudad del gran Rey.” (Mat. 5:35) Pero en el año 607 a. de la E.C. Jehová Dios permitió que el imperio de Babilonia destruyera a Jerusalén por primera vez. De manera que él dejó que las naciones mundanas se apoderaran del dominio visible de toda la Tierra. Allí comenzaron los “tiempos señalados de las naciones.” Hoy nosotros, que nos encaramos con la peor situación mundial de toda la historia humana, somos los que mejor podemos apreciar lo que han significado para el género humano los “tiempos señalados de las naciones.” Gracias a Dios, esos “tiempos señalados de las naciones” no habían de continuar para siempre, es decir, hasta que las naciones se destruyeran a sí mismas. Dios les señaló un fin, que habría de ser seguido por el establecimiento, de nuevo, del reino de Dios. Según el propio señalamiento de Dios, el fin de esos tiempos vino en el destacado año de 1914.
33. (a) ¿Por qué no fue por accidente ni mal cálculo que estalló la I Guerra Mundial en 1914? (b) ¿Cómo podemos calcular esa fecha, pero de qué otra manera podemos probar que la fecha es correcta?
33 No fue meramente por accidente, no fue por mero mal cálculo por parte de algún maniático, que la I Guerra Mundial estalló en 1914 y que el mundo nunca más ha vuelto a ser lo que era antes. Fue porque los “tiempos señalados de las naciones” terminaron en 1914. Ese año era el propio tiempo escogido por Dios para reanudar el reino de Dios sobre la Tierra y poner a su Hijo que se dio en sacrificio, Jesucristo , sobre el trono celestial para gobernar al género humano y para destruir a los enemigos de Dios y del hombre. Por medio del horario bíblico, junto con la cronología histórica, podemos calcular la fecha de 1914 con exactitud, como 2,520 años desde la destrucción de Jerusalén en 607 a. de J.C. Pero aun si no tuviéramos los medios de calcular la fecha, tenemos las evidencias visibles predichas por la profecía divina para probar esa fecha.
34. ¿Qué evidencias predijo Jesús para probar su vuelta invisible, y cuándo empezaron esas evidencias?
34 Pocos días antes de que se le diera muerte a Jesucristo se le preguntó en cuanto a las evidencias que señalarían su vuelta invisible y el fin de este sistema de cosas. Las evidencias que él predijo están allí en la Biblia y las podemos leer, en el capítulo 24 de Mateo, el capítulo 13 de Marcos y el capítulo 21 de Lucas. Investigue usted mismo esos capítulos. Entonces no se sorprenderá de que fuera en 1914 que empezara la I Guerra Mundial, seguida por hambres y escaseces de alimento, por pestilencias más destructivas que la guerra, por terremotos en un lugar tras otro, por persecución de los verdaderos seguidores de Cristo, por el establecimiento de la Sociedad de las Naciones, por el aumento del desafuero y el enfriamiento del amor humano, por la creciente angustia de naciones con perplejidad, sin que los políticos sepan cómo salir de la situación, sí, y por la predicación de las buenas nuevas del reino de Dios en toda la Tierra habitada a todas las naciones, predicación que se está haciendo, como muestran los hechos, por los testigos cristianos de Jehová. Jesucristo predijo toda esta combinación de cosas como la evidencia visible inconfundible y tangible de que él habría vuelto invisiblemente con poder regio para gobernar en medio de sus enemigos, las naciones mundanas.
35, 36. (a) ¿De qué está compuesta la cristiandad, y dónde y cómo contestó Jesús la pregunta en cuanto a si ella quería que él volviera o no? (b) En contestación a la pregunta, ¿qué muestra Apocalipsis Rev. 11:15-18?
35 Pasemos ahora al último libro de la Biblia, pues se dice que es la “revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus esclavos las cosas que tienen que efectuarse dentro de poco.” (Apo. Rev. 1:1) Este libro, Apocalipsis, fue escrito en el año 96. Esto quiere decir que Jesucristo había estado de vuelta en el cielo por sesenta y tres años cuando dio esta revelación profética a su apóstol Juan, quien entonces estaba desterrado en la isla penal de Patmos. En ese libro Jesucristo contesta la pregunta en cuanto a si la cristiandad, que está compuesta de naciones llamadas cristianas, realmente querría que él volviera y gobernara sobre ella. Su contestación está en estas palabras de Apocalipsis Rev. 11:15-18:
36 “Acontecieron fuertes voces en el cielo diciendo: ‘El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.’ Y las veinticuatro personas de mayor edad que estaban sentadas delante de Dios sobre sus tronos cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: ‘Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a gobernar como rey. Pero las naciones se airaron, y tu propia ira llegó, y el tiempo señalado para que los muertos fueran juzgados, y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, los pequeños y los grandes, y para traer a la ruina a los que están arruinando la Tierra.’”
37. ¿Por qué cosa, entonces, se distinguió el año 1914, y qué significará el que Dios llame a cuentas a los que arruinan la Tierra?
37 Según eso, habría de haber ira de las naciones cuando el reino del mundo llegara a ser el reino de Jehová Dios y de Cristo Jesús y cuando Dios por medio de Cristo comenzara a gobernar para siempre jamás. El año de 1914 se distinguió por la explosión de la ira de las naciones, comenzando en medio de la cristiandad misma; y desde 1914 éstas han estado arruinándole la Tierra al género humano como nunca antes. Tienen que ser arruinadas ellas mismas; y Dios Todopoderoso hará esto por medio de su rey Jesucristo. Cuando Dios lo haga, eso querrá decir el fin de este sistema de cosas, lo que será seguido por el sistema de cosas del nuevo mundo de Dios.
LA UNIFICACIÓN ESTÁ EN PROGRESO
38. (a) ¿Quiénes creen que se estableció el reino de Dios en ese año, y qué hacen? (b) ¿Qué temores no debería haber en cuanto a la dominación futura de la Tierra, y por consiguiente qué hacen los testigos de Jehová?
38 ¿Acepta usted estas evidencias del establecimiento del reino de Dios en los cielos en 1914? Muchas personas de todas las naciones las aceptan hoy. Bajo este reino, en el establecimiento del cual creen, ahora se unen. Sí, los testigos de Jehová, que en la actualidad se encuentran en 181 países y grupos insulares en la redondez de la Tierra, se unen bajo el reino de Dios. De la Palabra de Él saben que su reino por Cristo se encargará de toda la Tierra. El bloque democrático occidental de naciones no tiene por qué temer que el bloque comunista se apodere del dominio universal de la Tierra. El bloque socialista comunista no tiene por qué preocuparse en temor de que el bloque democrático occidental de naciones se apodere de la dominación mundial. El bloque neutral de naciones no tiene por qué tratar de mantenerse en el medio, no poniéndose de parte de ninguno de los otros bloques, por temor de que cualquiera de los bloques de peleadores de la “guerra fría” gane la victoria final y entonces ¿qué haría si se hubiera puesto de parte del bloque perdedor? Ninguno de estos bloques nacionales ganará la dominación mundial, sin importar qué bloque domine en la actualidad en el espacio sideral. El dominio universal, incluyendo la dominación de toda la Tierra, ya ha sido conferido, no por la selección de los demócratas, ni por la selección de los comunistas, ni por la selección de los neutrales, ni por la selección de ningún hombre, sino por la selección de Dios del gobernante, el Salvador del género humano, Jesucristo. Al fin de los “tiempos señalados de las naciones” en 1914, Jehová Dios tomó su poder y entronizó a Jesucristo en los cielos. Por lo tanto, en lealtad al “Rey de la eternidad,” los testigos de Jehová se unen bajo el reino de Dios, sin importar en qué países se hallen. Lo predican en todas partes.
39. (a) Según la ilustración que dio Jesús del hombre de noble nacimiento, ¿qué acontecimiento se acerca velozmente, y qué querrá decir esto para las naciones? (b) Diferente a los dictadores humanos, ¿qué reglamento aplicará Jesús a la Tierra, y qué significará esto para los que lo escojan?
39 Según la ilustración que dio Jesús acerca del hombre de noble nacimiento que fue a una tierra lejana para conseguirse poder regio y para volver y celebrar juicio con sus siervos y con sus enemigos, se acerca velozmente el tiempo en que Cristo degollará a sus enemigos en la guerra de todas las guerras. Apocalipsis Rev. 16:14 llama a esa guerra la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esto querrá decir un desastre de Armagedón para todas las naciones que sean hostiles al reino de Dios, incluyendo a las naciones de la cristiandad. Tenemos que, o someternos al gobierno por Cristo, o ser degollados. Por toda la historia la política seguida por dictadores humanos ha sido: ¡Gobernar o arruinar! Pero el reglamento que ahora será aplicado a toda la Tierra por el Rey instalado por Dios, Jesucristo, es: Sean gobernados o sean arruinados. Esto no arruinará ni dañará las cosas para cualesquiera que escojan ser gobernados, porque serán gobernados de la manera amorosa que Dios lo hace. Esto significará vida, paz y felicidad duraderas para ellos.
40. (a) ¿Qué oración han pronunciado por siglos miles de millones de personas, y a qué prueba se está sometiendo ahora a los que la pronuncian? (b) ¿Qué pregunta suscitamos en cuanto al espectáculo que presentan los que escogen el reino de Dios?
40 Por siglos miles de millones de personas han pronunciado la oración que enseñó Jesús: “Padre nuestro, que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mat. 6:9, 10, Mod) Ahora, en este día de decisión, cuando la gran mayoría del género humano va marchando en oposición a la voluntad y el reino de Dios, la honradez y sinceridad de cada persona que hace esa oración está siendo sometida a prueba. ¿Dice uno lo que dice con toda sinceridad? Hay algunos que sí lo hacen así. Aunque el mundo entero esté contra ellos, escogen ser gobernados de la manera señalada por Dios, por su reino bajo Cristo. ¿Cuál ha sido el resultado de esta selección que han hecho? ¿Qué clase de espectáculo presentan ante el resto del género humano los que han hecho esta selección? ¿Presentan un espectáculo de desunión, de sospechas internacionales, de rivalidades y envidias mutuas, de prejuicios raciales, como los que despliega la organización de las Naciones Unidas? ¡Una investigación franca contesta que no!
41. ¿Qué modelo funcionante presentan estos escogedores, y en busca del secreto de qué debemos volvernos a ellos?
41 Estos que han escogido el reino de Dios presentan el modelo verdaderamente vivo que demuestra que personas de todas las naciones pueden ahora unirse y se unirán bajo el reino de Dios después que éste haya arruinado a los que están arruinando la Tierra y después que haya atado al que principalmente es responsable por el proceder ruinoso de las naciones, Satanás el Diablo. Hoy, en medio de un mundo en disturbio, estas personas unidas procedentes de todas las naciones son un ejemplo de unidad en escala global, y esto a pesar de sus propias imperfecciones y debilidades humanas heredadas. No a las Naciones Unidas, sino a este pueblo ejemplar debemos volvernos y preguntar: ¿Cuál es el secreto de su unidad amorosa y pacífica? ¿Cómo la logran?
CÓMO LO HACEN
42. (a) ¿Cómo han logrado tal unidad amorosa y pacífica? (b) ¿Por qué no hay política en el reino de Dios?
42 La logran porque han aceptado, no a las Naciones Unidas, sino al reino de Dios como la única esperanza de la humanidad. Han aceptado el reino de Dios mediante Cristo como el gobernante legítimo de todo el mundo, no de solo una parte del mundo. No hay política en el reino de Dios. El Gobernante sobre el trono celestial del reino de Dios no es la selección elegida por los demócratas ni los republicanos, ni por los comunistas, ni por los neutrales, ni por cualesquier otros grupos o partidos nacionales. Cristo es la selección hecha por el Dios Altísimo. ¿Cómo, entonces, pudiera haber política bajo el reino de Dios, que es un gobierno teocrático gobernado desde la Cumbre hacia abajo y no desde el pueblo hacia arriba? Así pues, los que se han unido en la predicación de “estas buenas nuevas del reino” en todas partes no solo han procedido de 181 países y divisiones políticas sino también han dejado su política tras ellos. No han traído su política nacional o local a la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová.
43. (a) En oración, ¿qué dijo Jesús en cuanto a sus discípulos y el mundo? (b) ¿Qué proceder adoptan hoy para con el mundo?
43 Cuando Jesús ofreció su oración a favor de sus discípulos, dijo a Dios: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos sean perfeccionados en uno.” (Juan 17:14, 23) Por lo tanto, aunque ahora son ciudadanos observadores del orden en 181 divisiones políticas, dejan que el mundo se dirija él mismo. Pero ellos mismos dejan que Dios los gobierne a ellos en armonía con la Santa Biblia. En las palabras de Hechos 5:29 dicen a todos los opositores: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.”
44. Para la unidad, ¿de qué otras cosas se han apartado, y por lo tanto de qué paternidad y hermandad verdaderamente disfrutan?
44 No solo han salido de todos los partidos políticos y riñas políticas de este mundo, sino que también se han apartado de toda la variedad de dioses que antes adoraban. Se han separado de las mil o más desunidas sectas religiosas de la cristiandad. Se han unido en la adoración del único Dios, el Dios Altísimo y Todopoderoso, el Creador de toda cosa buena. De seguro un Dios de esa clase, solamente el único “Dios vivo y verdadero,” pudiera hacer una unidad de sus adoradores sinceros. Solamente en el caso de tales adoradores pudiéramos hablar de la Paternidad de Dios y la hermandad del hombre. En armonía con el hecho de que Él es el “un solo Dios vivo y verdadero,” él lleva un nombre que no lleva ningún otro personaje en el universo. Ese nombre es Jehová.—Sal. 83:18; Isa. 42:8.
45. (a) ¿Cuál es su libro de religión, y cómo es éste un factor poderoso en unirlos? (b) Al aprender de él lo que es la voluntad de Dios, ¿qué hacen?
45 Solamente el un solo Libro revela y menciona por nombre a este Dios Altísimo y Todopoderoso. Es el Libro cuya escritura él inspiró y del cual por lo tanto él es el único Autor, y ese Libro es la Biblia. Para los que están unidos bajo el reino de Dios la Biblia es su libro de religión. Este libro es un factor poderoso en unificarlos, porque de este un solo Libro consiguen la una sola fe o creencia, la una sola esperanza, la una sola regla de vida. De este un solo Libro aprenden lo que es la voluntad de Dios, y se dedican a Dios por medio del sacrificio de rescate de su Hijo Jesucristo para hacer esa voluntad. Estos adoradores unidos simbolizan su dedicación a Dios bautizándose en agua, el un solo y mismo bautismo que su Señor Jesucristo les puso como ejemplo.
46. (a) ¿Qué otra cosa es una potente fuerza para unificarlos? (b) ¿Qué ha hecho posible que ellos realicen ahora en cumplimiento de profecía esta potente fuerza?
46 También hay otra potente fuerza que funciona para unificar a estos creyentes bautizados de la Palabra de Dios, la Biblia. Es algo que las Naciones Unidas y todo el resto de este mundo no tienen. Por su parte, las Naciones Unidas, que representan a este mundo, tienen el espíritu de este mundo. Todos sabemos lo que es el espíritu de este mundo, porque el fruto de ese espíritu se ve en abundancia por todas partes. Pero, dice el apóstol Pablo a los adherentes a la Palabra de Dios que se han dedicado y bautizado: “Ahora nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente. De estas cosas también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el espíritu.” (1 Cor. 2:12, 13) El fruto de ese espíritu es amor, amor para con Dios, amor para con Cristo, amor para con la hermandad de los adoradores cristianos de Jehová Dios. (Gál. 5:22) No hay otra cosa que una a la gente como lo hace el amor. Por esa razón la Palabra de Dios dice: “Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unidad.” (Col. 3:14) Este espíritu de amor es lo que ha hecho posible que ahora, antes del Armagedón, se realice en la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová el cumplimiento de la profecía de Isaías: “Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”—Isa. 2:4, Mod.
47. ¿Qué poderoso conjunto de cosas enumera Pablo que los mantienen unidos, y por cuánto tiempo se sostendrá esta amorosa unidad?
47 El apóstol Pablo señaló al secreto de esta irrompible unidad de los testigos cristianos de Jehová Dios del día moderno, cuando escribió este mandato para ellos: “Anden dignos del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad de mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados; un Señor, una fe, un bautismo; un Dios y Padre de todas las personas, que es sobre todos y por medio de todos y en todos.” (Efe. 4:1-6) ¡Qué poderoso conjunto de cosas del cual disfrutar en común para mantener unidos a los que hoy día se unen bajo el reino de Dios, sin importar la nación o raza a que pertenezcan en la actualidad! Esta unidad amorosa se sostendrá a pesar de la desunión aumentante de este mundo egoísta y desamorado, aun cuando todo el sistema mundano de cosas se desmorone en desunión en su Armagedón en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.”
PROTECCIÓN Y SUPERVIVENCIA
48. (a) ¿Quiénes en la Tierra pretenden ser los principales protectores de la gente, pero contra qué no pueden proteger a la gente? (b) Con relación a éstos que afirman ser protectores, ¿qué decisión tenemos que hacer nosotros?
48 Los que hoy día están unidos bajo el reino de Dios tienen como protección el más grande gobierno del universo. En estos días de temor mundial de una tercera guerra mundial con armas y proyectiles nucleares, los diferentes gobiernos establecidos por el endeble hombre se consideran los principales y más poderosos protectores de la gente. Por su propia descomunal insensatez crean una situación mundial que amenaza con borrar de la existencia a la civilización moderna, sí, hasta a la familia humana. Al mismo tiempo pretenden ser los mayores y mejores protectores contra tal cosa. Pero si pueden protegerse a sí mismos de sus propios conflictos internacionales, no pueden protegerse a sí mismos contra la guerra universal de Dios contra Satanás el Diablo y el mundo de Satanás. No se dan cuenta de que al estar asociados juntos en las Naciones Unidas están unidos contra Dios y su reino por Cristo. No creen que los “tiempos señalados de las naciones” caducaron en 1914 y que es tiempo de dejar paso al reino de Dios para que éste asuma el dominio pleno, indisputado, imperturbado de toda la Tierra. No disciernen que por su propia oposición contra el reino de Dios él los está obligando a entrar en una unión en la cual serán degollados en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Por eso, ¿qué haremos NOSOTROS? ¿Nos uniremos bajo el reino de Dios para nuestra salvación o nos uniremos a ellos para ser degollados con ellos?
49. ¿Cómo se nos da una advertencia en Sofonías 3:8, 9 y luego se nos muestra el proceder correcto que debemos seguir?
49 Nos advierte la profecía de Sofonías 3:8, 9:
“‘Por lo tanto manténganse en expectativa de mí,’ es la declaración de Jehová, ‘hasta el día de mi levantamiento al despojo, porque mi fallo judicial es juntar naciones, que yo recoja los reinos, a fin de derramar sobre ellos mi denunciación, toda mi ira ardiente; pues por el fuego de mi celo toda la tierra será devorada.’”
Y entonces, para mostrarnos el proceder correcto que debemos seguir para salvarnos, Jehová dice:
“Porque entonces daré a los pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan hombro a hombro.”
50. En vista de este texto, ¿qué hacen los testigos de Jehová, y bajo qué gobierno disfrutan de protección?
50 El servir hombro a hombro significa unidad. Esta es la manera en que la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová se ha resuelto a servirle. Se les ha dado un cambio de lenguaje y ya no tienen el lenguaje de este mundo condenado a destrucción. Por lo tanto, al unísono invocan el nombre de Jehová Dios por medio de su rey reinante Jesucristo. Bajo el reino de Dios se unen, hombro a hombro, porque su denunciación y el fuego de su celo está contra todos los demás reinos y gobiernos existentes. El reino de Dios es el único gobierno de protección, el único gobierno que puede preservarnos y nos preservará. En la venidera prueba de la fuerza de los gobiernos, el reino de Dios por su Cristo probará que es el más fuerte y saldrá victorioso.
51. ¿Para quién predice la victoria Daniel 2:44, y cómo?
51 La profecía de Daniel 2:44 nos asegura esto, diciendo: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será hecho ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Aplastará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”
52. ¿A quién debemos buscar, y con qué cualidades, y con qué probabilidad?
52 El Dios del cielo que ha establecido este reino es Aquel a quien la Biblia nos dice que busquemos con justicia y mansedumbre, no por medio de levantarnos en violencia contra cualesquiera gobiernos humanos. Con autoridad Dios nos dice que si así lo buscamos con justicia y mansedumbre, entonces probablemente seamos “escondidos en el día de la ira de Jehová.” Su ira, su operación de guerra, es lo principal de lo cual queremos que se nos esconda, pues él puede destruir y ninguno de sus enemigos puede escapar de la destrucción total tratando en vano de esconderse de él.—Sof. 2:3.
53. ¿De qué manera debemos servirle e invocar su nombre?
53 Actuemos, entonces, en armonía con la sabiduría bíblica, que es sabiduría celestial. Satanás el Diablo, “el dios de este sistema de cosas,” sigue dividiendo a este mundo con toda suerte de egoísmo y materialismo, a pesar de sus Naciones Unidas. Continuar sirviendo a Satanás el Diablo como dios significa nuestra ruina. El un solo “Dios vivo y verdadero,” Jehová, es el Dios que debemos escoger y a quien debemos servir. Juntos todos busquémoslo. Juntemos filas hoy bajo el reino de Dios. Invoquemos el nombre de Jehová con el lenguaje del amor, la fe, la esperanza y la verdad, como súbditos de su reino que todo lo vence. Así sirvámosle a él y sirvamos los intereses de su reino “hombro a hombro.”
54. ¿Cómo debemos pasar a través del Armagedón, y cómo también serviremos después de éste?
54 Para ser escondidos y preservados misericordiosamente a través de la guerra universal del Armagedón, tenemos que pasar esa guerra unidos en la adoración de Jehová Dios. Después de eso comenzaremos la vida en el nuevo mundo, todos nosotros unidos en el vínculo perfecto de unión del amor, bajo el triunfante reino de Dios. Unidamente dirigiremos nuestros esfuerzos pacíficamente a sanar la Tierra que tan arruinada ha sido por explotadores egoístas y fomentadores de guerras. Unidamente usaremos nuestras energías para transformar esta Tierra en un paraíso como el jardín de Edén. Unidamente haremos preparaciones para cuando vuelvan de las tumbas memorialescas por el poder de resurrección de Dios los que han muerto. Unidamente nos prepararemos para educar a estos resucitados en las verdades de la una sola religión pura de Dios y en las leyes de su reino. Así, a éstos se les ayudará a obtener vida eterna con nosotros en perfección corporal y mental en el justo nuevo mundo de Dios.
55. (a) ¿Cuándo debemos empezar a buscar la unidad, y cómo se ha hecho posible que lo hagamos? (b) En aprecio, ¿qué haremos, y qué resultado mostraremos?
55 A pesar de lo que hayan sido los antecedentes raciales y nacionales de nosotros hoy en este mundo dividido, la paz perfecta y la unidad amorosa para siempre caracterizarán a ese nuevo mundo bajo el reino de Dios. Pero ahora es el tiempo para empezar a buscar esa unidad. Sencillamente tenemos que hacerlo. Y Jehová Dios ha hecho posible el que lo hagamos ahora por medio de su Hijo Jesucristo y por medio de su congregación de testigos del Reino. Esta es nuestra oportunidad sin importar cuál sea nuestra raza o nacionalidad en la actualidad. En aprecio de esta benignidad de parte de Jehová Dios, juntos adoptaremos su adoración y servicio y mensaje, y por su espíritu mostraremos lo que sucede cuando todas las naciones se unen bajo el reino de Dios.