Resurrección—de un cuerpo muerto o de un alma muerta, ¿cuál?
“Habrá una resurrección.”—Hech. 24:15.
1-4. (a) ¿Qué idea quizás le suene a los lectores de La Atalaya como nueva o rara, y esto en vista de qué experiencia de Pablo ante un tribunal ateniense? (b) ¿Cuál es nuestra esperanza tocante a tales lectores, y por qué?
LA VIDA futura de los humanos que han muerto depende de la resurrección de los muertos. Tal vez la idea le suene al lector como algo nuevo o raro. Así sonó a los jueces intelectuales del tribunal mas alto de Grecia en los días antiguos. Este era el tribunal del Areópago o del cerro de Marte, y tuvieron ante ellos a un hombre acusado de herejía religiosa. Era Pablo, un apóstol cristiano. Él les habló acerca de un Dios a quien ofrecían sacrificios pero que no obstante les era un Dios desconocido. Les era desconocido en cuanto a sus facultades y propósitos, porque estos jueces solo conocían la filosofía griega pagana. Por eso les causó bastante sorpresa cuando Pablo mostró qué clase de juez era este Dios al decir:
2 “Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia, empero ahora le está diciendo a la humanidad que todos ellos por todas partes deben arrepentirse. Porque él ha fijado un día en que se propone juzgar a la tierra habitada en justicia por medio de un hombre a quien ha nombrado, y él ha proporcionado una garantía a todos los hombres con haberlo resucitado de entre los muertos.”—Vea Hechos 17:30, 31, en La Santa Biblia.
3 En cuanto a cómo reaccionaron aquellos jueces de sabiduría mundana de Atenas, Grecia, el registro en Hechos 17:32-34 nos dice: “Bueno, cuando ellos oyeron acerca de una resurrección de los muertos, algunos empezaron a mofarse, mientras que otros dijeron: ‘Le oiremos acerca de esto aun otra vez.’ Así que Pablo se salió de en medio de ellos, pero algunos hombres se unieron a él y vinieron a ser creyentes, entre quienes también estaban Dionisio, juez de la corte del Areópago, y una mujer llamada Dámaris, y otros además de ellos.”
4 El que hubiera reacciones semejantes de parte de los que leen esta consideración de este milagro de Dios de la resurrección no sorprendería, pero nuestra esperanza es que la reacción de algunos lectores sea como la del juez Dionisio, Dámaris y los otros que se hicieron creyentes. Porque, si las personas resultan indignas de una resurrección, ¿qué esperanza queda para ellas después de la muerte?
5. ¿Hubo resurrecciones de los muertos antes de nuestra era común, y qué evidencia existe para apoyar a respuesta dada?
5 En tiempos antiguos, antes de que Dios resucitara a aquel por medio de quien se propone juzgar a la tierra habitada, hubo resurrecciones de los muertos. Leemos en cuanto a esto en el quincuagésimo octavo libro de la Santa Biblia, a saber, en Hebreos 11:35, el cual nos habla de personas que tuvieron fe en el Todopoderoso Dios y en su poder para resucitar a los muertos: “Mujeres hubo que recibieron por resurrección a sus hijos muertos; y otros fueron muertos a palos, no admitiendo la libertad, para alcanzar otra resurrección mejor.” (Mod) Una de estas mujeres fue una viuda fenicia de la población de Sarepta, cuyo hijo fue devuelto a la vida por Elías el profeta de Dios. La otra fue una mujer de la población israelita de Sunem, cuyo hijo joven fue levantado a la vida por Eliseo el profeta de Dios. Más tarde, no sabemos después de cuánto tiempo, los hijos de estas dos mujeres murieron otra vez, y ahora aguardan la resurrección de los muertos con otros del género humano, en un nuevo mundo donde Dios les proveerá la oportunidad de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca bajo el reino de Dios.—1 Rey. 17:8-24; 2 Rey. 4:8-37; Luc. 4:25,26.
6, 7. (a) ¿Por qué sabía Pablo de lo que hablaba a aquellos jueces del Areópago? (b) ¿Cómo recalcó también esta verdad importante a otros?
6 Tocante a la resurrección que el apóstol Pablo mencionó a los jueces del Areópago en Atenas, fue hace mil novecientos años que Dios levantó a este individuo especial como una garantía de que habrá un día en el cual Dios juzgará a la tierra habitada en justicia. Pablo sabía de lo que hablaba, porque él mismo se había encontrado con este resucitado, que se identificó a Pablo como Jesucristo, el Hijo de Dios.—Hech. 9:1-19.
7 Como resultado de este encuentro Pablo cambió de ser un perseguidor de los seguidores de Jesucristo a ser uno de esos seguidores él mismo. Como hombre inocente Jesucristo murió a manos de sus enemigos religiosos. Por esa razón el Todopoderoso Dios lo levantó de entre los muertos y así suministró la garantía de que habría un día de juicio futuro por el beneficio del cual los muertos serían resucitados. El apóstol Pablo recalcó esta verdad importante, no solo a los jueces del Areópago, sino también en una carta en la cual escribió: “Ahora Cristo ha sido levantado de entre los muertos, las primicias de los que se han dormido [en la muerte]. Pues como la muerte es por medio de un hombre, la resurrección de los muertos es también por medio de un hombre. Porque así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados.”—1 Cor. 15:20-22.
8. ¿Por qué es la resurrección una posibilidad, pero qué pregunta puede hacer surgir algún lector de La Atalaya en cuanto a la necesidad de ella?
8 Imposible como pueda parecernos a nosotros los humanos moribundos la resurrección, es perfectamente posible para el Todopoderoso Dios. Él no declararía a los hombres lo que no pudiera hacer. Un ángel de Dios le dijo a María la madre de Jesús: “Con Dios ninguna declaración será una imposibilidad.” Y Jesús mismo dijo: “Lo que es imposible para los hombres para Dios es posible.” (Luc. 1:37; 18:27) Sin embargo, a causa de nuestra incapacidad para entender las cosas al principio, la enseñanza de la Biblia de que habrá una resurrección de los muertos quizás haga surgir ciertos problemas. Por ejemplo, algún lector quizás diga: ‘¿Cómo puede haber una resurrección de los muertos? El alma humana es inmortal; no muere, y por eso no hay muertos. ¿Por qué, entonces, se necesita una resurrección? ¿Qué es lo que habrá de resucitarse?’
9. A esta pregunta, ¿qué puede contestar uno que crea en cierto credo religioso bien conocido?
9 Otro lector quizás piense que tiene la respuesta a esto y conteste: ‘Como ustedes dicen, el alma es inmortal, y no necesita ninguna resurrección, porque sigue viviendo después de la muerte del cuerpo humano. De modo que es el cuerpo lo que es resucitado, y este cuerpo la gente resucitada lo lleva ya sea al cielo para felicidad eterna con Dios o a un infierno ardiente para castigo eterno en las llamas de fuego mezclado con azufre. En nuestra iglesia repetimos El Credo de los Apóstoles, y, entre otras cosas, dice: “Creo en Dios el Padre Todopoderoso, Hacedor del cielo y de la tierra, y en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor, . . . el perdón de los pecados; la resurrección del cuerpo; y la vida eterna. Amén.” Esto lo prueba.’
10. Pero, ¿por qué no lo prueba eso, y a cuál pregunta pertinente nos enfrentamos, con una respuesta solo de dónde?
10 Sin embargo, debemos decir: No, eso no lo prueba; porque ese Credo no fue compuesto por los doce apóstoles de Jesucristo. Fue compuesto, a más tardar, tres siglos después.a Con lo que escribieron los inspirados apóstoles y discípulos en los últimos veintisiete libros de la Biblia, nadie puede probar la enseñanza de que habrá una resurrección del mismísimo cuerpo en el cual los muertos murieron. Todos tendrán que admitir que la pregunta que algunas personas presentan es razonable, que, si el alma humana no puede morir sino que sigue viviendo en una región invisible, ¿cómo habrán de ser levantados algunos muertos y por qué se necesita una resurrección? Por esta razón nos vemos ante esta pregunta: ¿Es la resurrección la de un cuerpo muerto o la de un alma muerta? ¿Cuál es? Para nuestra satisfacción completa, debemos dejar que la inspirada Santa Biblia conteste la pregunta.
ÉSTA COSA LLAMADA “ALMA”
11. ¿Cuáles puntos de vista sobre “alma” por lo tanto quedan bajo examen?
11 Los escritores inspirados de la Biblia, hebreos o judíos, y también Jesús, tuvieron un entendimiento de lo que quería decir “alma.” Los no judíos paganos tenían su propio entendimiento de lo que llamaban “alma.” ¿Estaban de acuerdo los dos entendimientos? Clérigos religiosos de la cristiandad, en general, arguyen que los dos estaban de acuerdo, porque el clero adopta la enseñanza pagana del alma humana y la aplica a la Biblia escrita por hebreos y hebreos cristianos. Pero, ¿están de acuerdo los dos puntos de vista?
12, 13. (a) ¿Qué dijo el jefe de redacción de una nueva traducción de la Tora puesta en circulación apenas este año acerca de “alma”? (b) De acuerdo con eso, ¿qué dice el Léxico por Brown, Driver y Briggs acerca de néfesh?
12 En enero de este año 1963 la Sociedad de Publicaciones Judías de los Estados Unidos publicó una nueva traducción de los primeros cinco libros de la Biblia, conocidos en el hebreo como Tora o en griego como Pentateuco, en otras palabras, los primeros cinco libros como fueron escritos por el profeta de Dios, Moisés.b Antes de que esta nueva traducción del hebreo original fuera puesta en circulación, un reportero del Times de Nueva York tuvo una entrevista con el jefe de redacción de la traducción, el Dr. Enrique M. Orlinsky, el profesor de Biblia del Colegio Unión Hebreo de la ciudad de Nueva York. Después de esta entrevista, aquí, en parte, está lo que el reportero del Times dijo en el número de ese diario del 12 de octubre de 1962:
La palabra “alma” casi ha sido eliminada de la traducción, dijo el Dr. Orlinsky, porque “la palabra hebrea de que se trata aquí es ‘Néfesh.’”
“Otros traductores han interpretado que ésta significa ‘alma,’ lo cual,” él dijo, “es completamente inexacto. La Biblia no dice que tenemos un alma. ‘Néfesh’ es la persona misma, su necesidad de alimento, la mismísima sangre de sus venas, su ser.”
13 Sin embargo, no dejaremos que la palabra de este jefe de redacción del hebreo sea la autoridad final sobre el asunto. Dirijámonos también a los productores de los diccionarios de hebreo-inglés. Consulte en la biblioteca pública A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, basado en el Léxico de Guillermo Gesenius y editado por tres clérigos, los Dres. Brown, Driver y Briggs, en su edición corregida de 1952. En la página 659, bajo la palabra hebrea Néfesh, este Léxico es lo bastante honrado para admitir eso, en la columna dos: “2. La néfesh llega a ser un ser viviente: por medio de soplar Dios neshamath jayim en la nariz de su basar; del hombre Génesis 2:7; por deducción de animales también Génesis 2:19; así el Salmo 104:29, 30, compare con Sal 66:9; el hombre es néfesh jayah, un ser viviente, que respira Génesis 2:7; en otras partes néfesh jayah siempre de animales Génesis 1:20, 24, 30; 9:12, 15, 16; Ezequiel 47:9; . . . 3. La néfesh . . . es específicamente: a. un ser viviente cuya vida reside en la sangre . . . (por consiguiente uso sacrificatorio de sangre, y su prohibición en otros usos; . . .) . . . c. Néfesh se usa para la vida misma 171 veces, de animales Proverbios 12:10, y del hombre Génesis 49:3c . . .”c
14. ¿Qué dice el Léxico por Koehler y Baumgartner sobre néfesh, y con qué referencia a la “noción griega de alma”?
14 A fin de tener más de un testigo sobre el asunto, dirijámonos también al Lexicon for the Old Testament Books, por L. Koehler y W. Baumgartner, en su edición de 1953, que da definiciones tanto en alemán como en inglés. En la página 627 de su tomo 2, este Léxico dice, bajo Néfesh: “la sustancia que respira, que hace al hombre y al animal seres vivientes Génesis 1:20, el alma (estrictamente diferente de la noción griega del alma) el asiento de la cual es la sangre Génesis 9:4f; Levítico 17:11; Deuteronomio 12:23 (249 veces): 3. néfesh jayah ser viviente; Génesis 1:20, 24 (= animales) Gén 2:19 . . . Gén 2:7; 9:10, 16. . . . 4. alma = ser viviente, individuo, persona . . . que mata a una persona Números 31:19, . . . destruye vidas, personas Ezequiel 22:27;...7. Néfesh aliento = vida (282 veces)...” Y en la página 628, columna 1: “Néfesh un muerto (se ha desarrollado de una persona) Levítico 21:1; Números 6:11; 9:10; Levítico 22:4; Aggeo 2:13; Números 5:2; 9:6f; 19:11, 13 . . .”
15. ¿Qué significado de “alma” aceptaron Jesús y sus apóstoles, y cómo mostró esto Pablo en 1 Corintios 15:45?
15 Sería incorrecto el que nosotros echáramos a un lado las definiciones autorizadas supracitadas solo porque quisiéramos adherirnos a la enseñanza de una preferida secta religiosa de la cristiandad. El supracitado significado de néfesh o alma fue el que Jesucristo y sus apóstoles escogidos aceptaron. Hoy nosotros debemos aceptar también ese significado si deseamos resultar ser sus discípulos y saber la verdad que nos hace libres. (Juan 8:31, 32) Por ejemplo, al considerar la resurrección, el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:45 cita un versículo del segundo capítulo de la Biblia que muestra qué es un alma humana, a saber, Génesis 2:7. En la popular Biblia Versión Moderna este versículo dice: “Y Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en sus narices aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.” Ese primer hombre fue llamado Adán, y fue un “alma.”
16. ¿Qué hecho no trató de contradecir Pablo, en contraste con la Versión Torres Amat de 1943 en 1 Corintios 15:45?
16 Por favor note usted que, cuando el apóstol Pablo cita Génesis 2:7, al discutir la resurrección, no trata de contradecir el hecho de que el primer hombre Adán fue un alma. Pablo no dice que Dios sopló en la nariz del hombre un alma. Él no cambia la fraseología para acomodar la idea griega de un alma o psyqué. La Versión Torres Amat de 1943 hace tal cambio de fraseología, con una carta como prólogo por el cardenal Copello de la Argentina, pues traduce 1 Corintios 15:45: “El primer hombre Adán fué formado con alma viviente, el postrer Adán, Jesucristo, ha sido llenado de un espíritu vivificante.”
17. ¿Cómo, por lo tanto, muestra Pablo estar de acuerdo con el doctor de hebreo sobre el asunto de néfesh?
17 El apóstol Pablo escribió en griego común; y aunque usó la palabra griega psyqué en vez de la palabra hebrea néfesh, escribió: “Y por eso está escrito: El primer hombre Adán fue hecho alma viviente; el último Adán fue hecho espíritu vivificador.” (1 Cor. 15:45, VA) El apóstol Pablo convino así con el doctor Orlinsky de hoy en que “la Biblia no dice que tenemos un alma. ‘Néfesh’ [el alma] es la persona misma.” Pablo igualmente afirma que un alma humana no es un espíritu sino que es diferente de un espíritu.—Heb. 4:12.
¿MUERE EL ALMA HUMANA?
18. ¿Mueren las almas animales, y qué preguntas surgen en cuanto al alma humana?
18 Los inspirados escritores de la Santa Biblia llaman a los animales inferiores, los pájaros, las bestias, los peces, los insectos, “almas vivientes,” y estas criaturas mueren. En su caso, entonces, el “alma” o néfesh o psyqué muere. Ah, pero el hombre es una criatura superior a esos animales y es una creación separada y distinta de esos animales. Por eso el alma humana no muere, ¿verdad? Para una inspirada respuesta decisiva, ¿aceptaremos la palabra de los filósofos griegos precristianos Pitágoras y Platón, o aceptaremos la palabra del profeta de Dios, Moisés, y los otros inspirados escritores de la Santa Biblia? Debido a que deseamos la respuesta autorizada de Dios, nos dirigimos a su Biblia inspirada.
19. ¿Cómo muestra el Léxico supracitado lo correcto de la expresión “alma muerta”?
19 El supracitado Léxico hebreo-inglés nos dirigió a varios versículos bíblicos donde se menciona una néfesh o alma muerta. Vea estos versículos en su copia de la Versión Moderna de la Biblia, y usted hallará esto: En Levítico 21:1; 22:4 néfesh (la palabra hebrea para “alma”) se traduce “muerto,” también en Números 5:2; 6:11. Pero en Números 6:6 se traduce “cuerpo” en la expresión “cuerpo muerto”; o, como el Hebrew and Chaldee Concordance of the Old Testament de Englishman dice, en la página 829b, “literalmente, alma muerta.” En Números 9:10 néfesh aparece traducida con la palabra “cadáver,” también en Números 9:6, 7; como “cadáver humano” en Números 19:11,13 y como “muerto” en Aggeo 2:13.
20. ¿Cómo muestra este Léxico si el alma humana es destructible o no, y qué verdad muestra claramente Ezequiel 18:4, 20?
20 Además de esto, el Léxico nos dirige a Números 31:19 como un caso de matar una néfesh o alma, y a Ezequiel 22:27 como un caso de destruir una néfesh o alma. Estos versículos prueban en sí mismos que la Palabra escrita de Dios enseña que el alma humana es mortal y que muere. Pero ningún versículo de la Biblia es más claro sobre esta verdad que Ezequiel 18:4 (Mod), en el cual el Señor Dios dice: “He aquí que todas las almas son mías: como el alma del padre, así también el alma del hijo; mías son todas; y el alma que pecare, ésa es la que morirá.” El Eze 18 versículo 20 repite: “El alma que pecare, ésa es la que morirá.” Vea también Ezequiel 13:19, Mod.
21, 22. Pero, ¿cambió lo que el alma humana es con el “Nuevo Testamento Cristiano,” y qué mostraron Jesús, Pablo y Felipe sobre esto?
21 Posiblemente algunos de nuestros lectores digan: ‘Pero en el Nuevo Testamento Cristiano las cosas están cambiadas y se muestra que es una verdad cristiana el que el alma humana no muere, sino que es inmortal.’
22 ¡Pero no es así! ¿No dijo el apóstol cristiano Pablo que “el primer hombre Adán fue hecho alma viviente”? Por consiguiente cuando Adán murió a la edad de 930 años y regresó al polvo porque era polvo cuando comenzó, el alma humana murió. (Gén. 3:19; 5:5) Cuando Jesús dijo a sus doce apóstoles que no temieran a los hombres, ¿qué dijo? “No temáis a los que matan el cuerpo, pero al alma no la pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir así el alma como el cuerpo en el infierno.” (Mat. 10:28, Mod) En su última noche en el Jardín de Getsemaní, ¿qué dijo a sus apóstoles? “Tristísima está mi alma, hasta la muerte.” (Mat. 26:38; Mar. 14:34, Mod) Felipe el evangelizador aplicó con textualmente a Jesús la profecía de Isaías 53:12 (Mod), que dice: “Derramó su alma hasta la muerte.”—Hech. 8:30-35.
23. ¿Cómo están Santiago y Apocalipsis de acuerdo con lo susodicho?
23 El discípulo Santiago termina su carta diciendo: “Hermanos míos, si alguno de vosotros se desviare de la verdad, y alguno le convirtiere, sepa éste, que el que hiciere a un pecador convertirse del error de su camino, salvará de la muerte una alma.” (Sant. 5:19, 20, Mod) Y en el último libro de la Biblia leemos, en Apocalipsis 16:3 (Mod): “El segundo [ángel] derramó su tazón en el mar, el cual se convirtió en sangre, como de muerto; y toda alma viviente, de las que había en el mar, murió.”
24. ¿Contradice una parte de la Biblia a la otra parte sobre el asunto del alma muerta, y qué palabras de la Biblia no aplican a “alma”?
24 Recordamos al conferenciante bíblico viajero de hace algunos años que desafiaba a sus auditorios diciendo que les daría un billete de cinco dólares por cada texto bíblico que le mostraran que dijera que el alma humana es inmortal. Inútil es decirlo, nunca se vio obligado a dar a nadie siquiera un billete de cinco dólares; porque la Biblia no se contradice en el hecho de que el alma humana muere a causa del pecado. En todos sus centenares de páginas la Biblia usa las palabras “inmortalidad, inmortal, incorrupción, incorruptible” solo dieciséis veces en la Biblia Versión Autorizada (o, Versión del rey Jaime), y ni una sola vez aplica la Palabra de Dios estas palabras al alma humana.d
25. El indicar nosotros estos hechos de la palabra de Dios, ¿cómo debería hacer que se sintieran todos, y por qué?
25 ¿Por qué deberían ciertas personas religiosas encolerizarse y rehusar leer más solo porque indicamos estos hechos sobre el alma de la Palabra de verdad de Dios? ¡Esto debería hacer que todos se alegraran! ¿Por qué? Porque en la muerte el alma humana muere y por lo tanto no hay ningún alma inmortal consciente que vaya a una clase de infierno o purgatorio pagano para ser atormentada con fuego y azufre para siempre ni aun por un limitado período de tiempo. Este hecho, junto con el hecho asociado de que habrá una resurrección de los muertos, debe alegrar mucho a todos los que aman a Dios y a la humanidad. Nos ayuda a ver claramente por qué tiene que haber una resurrección si los muertos humanos han de vivir otra vez con nosotros en un nuevo mundo en felicidad infinita.
[Notas]
a Vea la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 2, página 560a, bajo “Creed” (Credo).
b En Génesis 2:7 esta nueva traducción de la Tora no usa la palabra “alma,” sino que dice: “EL SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en sus narices el aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente.”
c En vez de decir “alma muerta” o “alma,” en Números 6:6, 11; 19:13 se usan las palabras “persona muerta” y “cadáver” y “cuerpo” y “persona,” y dice: “Por todo el término que él ha apartado para el SEÑOR, no entrará donde haya persona muerta. El sacerdote . . . hará expiación para él por la culpa en que incurrió debido al cadáver. . . . Quien toque un cadáver, el cuerpo de una persona que haya muerto, y no se limpie, contamina el Tabernáculo del SEÑOR; esa persona será cortada de Israel.” (Letras cursivas nuestras.)
d En la cita de arriba las palabras hebreas neshamath jayim significan “el aliento de vida.” Basar significa “carne,” y néfesh jayah significa “un alma viviente.” sea que se aplique a animal o a hombre.
Vea 1 Timoteo 1:17; 1 Corintios 15:53, 54; 1 Timoteo 6:16; Romanos 2:7; 2 Timoteo 1:10; 1 Corintios 9:25; 15:52; 1 Pedro 1:4, 23; 1 Corintios 15:42, 50, 53, 54, VA; Mod.