Sociedad de testigos del Reino basada en la Biblia
EL ESTABLECIMIENTO del reino de Dios es noticia de la mayor importancia para todos los pueblos y grupos nacionales. (Dan. 7:14) No solo la supervivencia, sino su vida eterna depende de entrar en relación pacífica con el Rey y el reino de Dios antes de que estalle la gran guerra del Armagedón. (Sal. 2:1-12; Apo. 16:14, 16) Para dar a conocer esta importante información alrededor del mundo Jehová Dios ha hecho surgir una sociedad de testigos del Reino que están activos en 187 países. Usted los conoce como “testigos de Jehová.”
En realidad, quizás usted sea una de los centenares de miles de personas de buena voluntad que reciben a los testigos de Jehová en su casa cada semana para un interesante estudio bíblico. Tal vez usted se haya preguntado: ¿Quién autorizó a los testigos de Jehová a hacer esta obra? ¿Cómo obtuvieron su conocimiento de la Biblia? ¿Cómo es su organización?
Las respuestas a estas preguntas son importantes para usted a causa del mandato expresado por el apóstol Pablo en Hebreos 10:23-25: “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras excelentes, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.”
El obedecer ese mandato divino no es asunto de solo ingresar en cualquier iglesia conveniente. El apóstol pide asociación con los cristianos verdaderos que ven acercarse el día de Jehová y que regular y celosamente hacen declaración pública de su fe. Insta a la asociación con los cristianos cuyas reuniones aumentan el amor de uno a Dios y al prójimo, haciendo que uno haga obras excelentes. Por eso se suministra la siguiente información. Hay vida envuelta en que usted reconozca a la sociedad de testigos del Reino basada en la Biblia y se asocie con ella, “no dejando de congregarnos.”
¿POR QUÉ SE LLAMAN “TESTIGOS DE JEHOVÁ”?
Los testigos de Jehová siguen a Cristo Jesús, no a algún hombre u organización hecha por el hombre, y por esa razón no llaman a su organización por el nombre de algún hombre. Como Jesús, su principal trabajo es “dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37) La Palabra de Dios es la verdad, y por eso el testimonio de ellos es a favor de Dios, cuyo nombre es Jehová. (Juan 17:17; Sal. 83:18) Los que fielmente hablan a su favor Jehová los llama sus testigos: “‘Ustedes son mis testigos,’ es la declaración de Jehová, ‘aun mi siervo a quien he escogido.’” (Isa. 43:10) Los testigos primitivos de Jehová produjeron alabanza a su nombre mediante varios actos de fe. (Heb. 11:4–12:2) Los testigos modernos de Jehová fielmente llevan las buenas nuevas del reino establecido de Dios a “toda la tierra habitada como testimonio a todas las naciones.” (Mat. 24:14) Apropiadamente, su Dios y su trabajo importante son identificados con el nombre bíblico “testigos de Jehová.”
¿ES MINISTRO CADA TESTIGO?
Sí, en el verdadero sentido bíblico de la palabra. Un ministro de Dios es un siervo público (griego, diákonos, “a través del polvo”) de Jehová Dios, el que sigue en las pisadas de Jesús, saliendo al público, aun viajando por caminos polvorientos, para predicar las buenas nuevas del reino de Dios. Hay un apremio en cuanto a ello, como recalcó el apóstol Pablo cuando dijo: “Solemnemente te doy órdenes ante Dios y Cristo Jesús, ... predica la palabra, hazlo urgentemente.” (2 Tim. 4:1, 2) Todo cristiano verdadero rinde gozosamente tal servicio ministerial como parte regular de su adoración que conduce a la salvación. Como se declara en Romanos 10:10: “Con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.” La autoridad para ministrar viene a los hombres, mujeres y jóvenes dedicados desde la Fuente más alta, Dios mismo. “Alaben a Jehová desde la tierra.... ustedes, varones jóvenes, y también ustedes las vírgenes, los ancianos junto con los muchachos. Alaben ellos el nombre de Jehová.” (Sal. 148:7, 12, 13) Todo el que quiere la aprobación de Dios responde a ese mandato, recordando las palabras de Santiago: “Ustedes ven que el hombre ha de ser declarado justo por obras, y no por la fe sola. En verdad, así como el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Sant. 2:24, 26; Apo. 22:17) Si usted abraza las enseñanzas de la Biblia y vive su fe, también será ministro de Dios.
¿QUIÉN ORDENA A LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?
La única ordenación válida para el ministerio cristiano viene de Dios. (2 Cor. 3:5, 6; Isa. 61:1, 2) Los que son ordenados por una organización de hombres son ministros de tal organización, pero los que son ordenados por Dios son ministros de él. En la Biblia Dios bosqueja los requisitos para los que llegan a ser sus ministros. Tienen que estudiar su Palabra para aprender su voluntad y luego someter su vida en armonía con ella. Si uno hace esto, Dios requiere que uno haga una dedicación personal para hacer Su voluntad. (Rom. 12:1) Esta dedicación, este voto para hacer la voluntad de Dios, se hace en oración privada a Jehová Dios por medio de Cristo. Luego, en símbolo de tal dedicación, uno debe ser bautizado en agua como Jesús. (Mat. 3:13-17) Ahora llega a ser ministro ordenado de Dios.
Uno no se ordenó al hacer el voto de servir a Dios, ni el que lo bautizó a uno lo ordenó. La comisión de Dios a todos los que se dedican a hacer Su voluntad es lo que constituye la ordenación de tales personas como ministros suyos, y El los respalda con su espíritu santo. No solo hombres, sino mujeres y jóvenes que llenan los requisitos pueden recibir esta ordenación bíblica. (Sal. 68:11; Hech. 2:17, 18; Rom. 16:1; Ecl. 12:1) Aunque el mandamiento de Dios de predicar las buenas nuevas del Reino se halla en la Biblia y todos lo pueden leer, constituye la ordenación solo de los que llenan los requisitos. Puede compararse al expedir un diploma a un graduado escolar. Aunque la fraseología de los diplomas básicamente es la misma, y cualquiera puede leerlos, lo que dicen no aplica a todos. El nombre de uno pertenece a tal diploma solo cuando llena los requisitos. Asimismo, es después de estudio, dedicación y bautismo que la comisión de Dios registrada en la Biblia constituye la ordenación de uno. Naturalmente, el entrenamiento de un seminario y los certificados escritos de ordenación no son los requisitos para la ordenación bíblica. (Juan 7:15; Hech. 4:13; Gál. 1:11, 12, 15-17) Más bien, los ministros ordenados por Jehová y respaldados por su espíritu santo producen cartas vivas de recomendación. (2 Cor. 3:1-3) Todo estudiante sincero de la Palabra de Dios apreciará que el propósito verdadero de estudiar la Biblia es llenar los requisitos para esta ordenación que significa vida para otros así como para él mismo. (2 Tim. 3:16, 17; 1 Tim. 4:16) Por supuesto, los estudiantes recién asociados con la sociedad de testigos del Reino pueden participar en dar el testimonio público, pero llegan a ser ministros ordenados solo cuando hacen una dedicación y son bautizados en obediencia a la voluntad de Dios. (Mat. 28:19, 20) Es con ese fin que estudian diligentemente.
¿POR QUÉ PREDICAN DE CASA EN CASA?
Los testigos de Jehová llevan las buenas nuevas a las casas de la gente porque éste es el ejemplo puesto por Jesús y sus apóstoles. Lucas 8:1 dice de Jesús: “Él se fue viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y los doce estaban con él.” Con respecto a los apóstoles, Hechos 5:42 declara: “Y todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin parar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” En Éfeso Pablo les enseñó a los cristianos a predicar “públicamente y de casa en casa.” (Hech. 20:20) Los cristianos primitivos volvían a visitar a las personas interesadas, y esto también lo hacen los testigos de Jehová. Por supuesto, los medios modernos de comunicación, tales como la radio y la página impresa, se usan extensamente, pero básicamente su trabajo se hace yendo de casa en casa del modo que lo hacían los cristianos primitivos. Esta es la mejor manera de asegurarse de que nadie que tiene hambre y sed de justicia sea pasado por alto. (Mat. 5:6) El amor motiva a los cristianos a ir de casa en casa.
¿QUE CLASE DE REUNIONES CELEBRAN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?
Como los cristianos primitivos, los testigos de Jehová del día moderno se congregan para el estudio bíblico y para equiparse a fin de predicar el mensaje del Reino. Jesús dijo: “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mat. 18:20) Esto es cierto sea que sus seguidores se reúnan en hogares particulares o en modestas salas de conferencias llamadas “Salones del Reino.” (Rom. 16:5; Hech. 20:8) La congregación tiene un horario de cinco horas de reuniones cada semana, como sigue:
Estudio de libro de congregación. A principios de semana los testigos de Jehová y personas que han estado estudiando la Biblia con ellos se dirigen a la casa más cercana designada por la congregación para un estudio de grupo de una hora, usando la Biblia y un libro de texto provisto por la Sociedad Watch Tower. Aquí usted puede familiarizarse con sus más cercanos vecinos que se interesan en servir a Jehová y vivir en su justo nuevo mundo. (Mal. 3:16-18; 2 Ped. 3:13) El tamaño pequeño del grupo lo capacita a usted a expresarse libremente y a acostumbrarse a declarar su fe delante de otros. (Heb. 13:15) Al mismo tiempo los comentarios de los otros que están presentes aguzan su conocimiento.—Pro. 27:17.
El hogar donde se celebra tal estudio de libro se conoce como un Centro de Servicio, porque los asociados se reúnen allí en horas convenientes para salir a los hogares vecinos y predicar las buenas nuevas del reino de Dios. Se hacen arreglos para que los estudiantes y los Testigos recién bautizados reciban ayuda y entrenamiento de parte de Testigos maduros por tanto tiempo como lo necesiten. Aprenden a dar testimonio eficaz en las casas, a llevar un registro de las personas interesadas y la mejor manera de seguir atendiendo tal interés hasta que la semilla plantada produce fruto.—1 Cor. 3:6.
Escuela del Ministerio Teocrático. Hace diecinueve siglos los testigos de Jehová estuvieron muy interesados en mejorar su habilidad para predicar. Por eso Pablo le escribió a Timoteo: “Llega a ser un ejemplo para los fieles en el hablar, . . . continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza. Reflexiona acerca de estas cosas; absórbete en ellas, para que tu progreso sea manifiesto a toda persona.” (1 Tim. 4:12, 13, 15; 2 Tim. 2:15) A causa de que hoy los testigos de Jehová también están interesados en mejorar continuamente, se inscriben en la Escuela del Ministerio Teocrático que se celebra en el Salón del Reino una noche cada semana. Esta es una escuela de entrenamiento perpetuo para hombres, mujeres y niños. Los estudiantes dan conferencias cortas al grupo y practican sermones que están dirigidos a individuos, y presentan lecturas de la Biblia. Hay libros especiales de texto, hojas de consejo oratorio y un consejero capacitado que ofrece sugerencias útiles para mejorar. En el curso de este entrenamiento se lee la Biblia de principio a fin y se abarca un extenso alcance de doctrinas y tópicos bíblicos. Como resultado de este excelente entrenamiento los hombres pueden dar conferencias bíblicas informativas, y las mujeres y los niños pueden dar sermones más eficaces de casa en casa. Cualquier persona que asiste a las reuniones en el Salón del Reino y que quiere gozar de la satisfacción de mejorar la calidad de su alabanza a Dios puede inscribirse para el entrenamiento gratuito ofrecido en la Escuela del Ministerio Teocrático.
Reunión de servicio. Generalmente en la misma noche de la Escuela del Ministerio Teocrático la congregación celebra una Reunión de Servicio semanal que sigue el modelo de las reuniones celebradas por Jesús y los apóstoles para su instrucción. (Luc. 10:2-16; Hech. 4:23-31; 1 Cor. 14:26) Siguiendo el ejemplo puesto por Jesús, se da consejo sobre los métodos de predicar apropiados. La Reunión de Servicio se basa en instrucciones provistas en un impreso mensual intitulado “Ministerio del Reino.” Una variedad de conferenciantes discute y demuestra nuevos sermones que han de darse de puerta en puerta, cómo aumentar las colocaciones de literatura bíblica y seguir atendiendo a los que muestran interés, y la mejor manera de conducir un estudio bíblico de casa. Al asistir a las Reuniones de Servicio tanto los Testigos experimentados como los nuevos mejoran su habilidad en el servicio de Dios. Así la predicación de uno se hace más agradable a Dios, obtiene mejores resultados y es más deleitable.—Pro. 1:5; 11:14.
Conferencia pública. La mayor parte de las congregaciones se aprovecha de la predicación de casa en casa los domingos por la mañana. Por eso la entera congregación se reúne generalmente en el Salón del Reino los domingos por la tarde o por la noche para la conferencia pública y el estudio de La Atalaya semanales. En las reuniones de congregación uno puede obtener atractivas hojas sueltas para usarlas al invitar a otros a concurrir a la conferencia pública, que sigue el modelo de los discursos bíblicos que se daban en tiempos de los cristianos primitivos. (Mat. 5:1–7:29; 13:1-36; Hech. 5:42) Los conferenciantes son Testigos locales o visitantes que han llenado los requisitos mediante entrenamiento, madurez y celo en el ministerio. Cada año la Sociedad Watch Tower suministra nuevos temas y bosquejos impresos de conferencias que guían a los conferenciantes al preparar discursos bíblicos informativos, de una hora. En cualquier año, se incluyen más de veinticuatro temas diferentes. Cada discurso lo ayuda a usted a obtener un mejor entendimiento de un importante tema bíblico. Para lograr esto los conferenciantes emplean muchas horas investigando, preparando y ensayando su material para la edificación de la congregación y de las personas de buena voluntad que están estudiando con los testigos de Jehová. La congregación aprecia los esfuerzos valiosos de estos conferenciantes maduros “que trabajan con ahínco en hablar y enseñar.” (1 Tim. 5:17) La presencia de usted en las conferencias públicas de una hora le produce los beneficios de las muchas horas de cuidadoso estudio bíblico de ellos-un beneficio preciado que es de usted “sin dinero y sin precio.”—Isa. 55:1-3.
Estudio de “La Atalaya.” Generalmente a la conferencia pública de los domingos sigue la más importante reunión de congregación, el estudio de La Atalaya. Esta es una discusión de preguntas y respuestas que se asemeja al estudio de libro de congregación, salvo que el material se encuentra en la revista La Atalaya y la entera congregación se reúne en un solo lugar. La discusión difiere del estudio de libro en que el material de estudio de La Atalaya generalmente es más personal. Trata de la aplicación de profecías bíblicas y principios cristianos al modo de vivir diario y advierte de los peligros de la conducta anticristiana. (Rom. 12:2; 2 Cor. 13:5) A través de las columnas de La Atalaya viene luz aumentada sobre la Palabra de Dios a medida que Jehová da a conocerla. (Pro. 4:18) Algunas de las lecciones recientes se intitularon: “¿Por qué bautizarse?” “Hijos, ¿obedecen a Jehová?” “Conducta cristiana en un hogar dividido,” “Sea valeroso y fuerte mediante la fe,” “Respeto a la santidad de la sangre,” “Evite los peligros,” “Vigile sus asociaciones en el tiempo del fin,” “Manifestando modales cristianos,” “Entrenando sus facultades perceptivas,” “Paciencia y aguante.” A causa de la naturaleza vital de estas discusiones el estudio de La Atalaya es una reunión sumamente importante para todos los testigos de Jehová y personas de buena voluntad. Capacita a todos a estar adecuadamente unidos con la misma forma de pensar. (1 Cor. 1:10) Venga preparado a participar y usted hallará que “El hombre tiene regocijo en la respuesta de su boca, y la palabra a su tiempo apropiado ¡oh cuán buena es!”—Pro. 15:23.
CONVENCIONES DE LOS TESTIGOS
Por mucho tiempo el congregarse grandes multitudes del pueblo de Jehová ha sido un rasgo de la adoración verdadera. (Deu. 16:1-16; 31:10-13) Durante la fiesta del Pentecostés, en 33 d. de J.C., judíos reverentes de quince naciones y provincias oyeron a los discípulos de Jesús dar testimonio cabal de las buenas nuevas acerca de Cristo. (Hechos 2) Por eso hoy, las asambleas del pueblo de Jehová suministran la oportunidad de dar testimonio del reino de Dios de manera impresionante. El mismísimo hecho de que tantas personas cristianas se hayan reunido hace que las personas hagan preguntas, como lo hicieron en el Pentecostés. Entonces, también, el efecto del espíritu santo de Dios se ve sobre las multitudes congregadas que vienen de lugares lejanos y países diferentes y no obstante manifiestan amor y unidad cristianos, libres del prejuicio y la discordia del mundo. (Sal. 133:1) Además, el amor que motiva a estos Testigos a contribuir su tiempo y labor para servir a sus hermanos cristianos al manejar los varios departamentos de asamblea es una fuente de asombro para el mundo, que resulta en un testimonio eficaz. (Juan 13:34, 35) Dos veces al año las congregaciones enlazadas como un “circuito” se reúnen para una asamblea de circuito de tres días. Además de conferencias y demostraciones especiales, a los recién dedicados se les presenta una oportunidad de simbolizarla mediante bautismo público. A intervalos muchos circuitos se reúnen para una asamblea de distrito. También hay grandes asambleas nacionales e internacionales. Todas estas asambleas suministran un excelente testimonio al reino de Dios y proporcionan la ocasión para que los ministros de Dios “sigan consolándose unos a otros y edificándose unos a otros.”—1 Tes. 5:11.
¿TIENEN MINISTROS QUE PRESIDEN?
Sí, cada congregación tiene un ministro que preside, conocido como el siervo o superintendente de congregación. Él no es el “líder” de los otros ministros, sino que es nombrado por espíritu santo para pastorear el rebaño de Dios y poner el ejemplo correcto. (Mat. 23:8-12; 1 Ped. 5:2; Hech. 20:28) El llenar los requisitos para siervo de congregación no es asunto de antigüedad o escalafón. Más bien, es madurez espiritual como cristiano lo que cuenta. Los requisitos bíblicos para el superintendente se hallan en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9. Su deber es ver que todos los que viven en el territorio asignado a la congregación reciban un testimonio regular y cabal y que todos los de la congregación sean ayudados a cumplir su dedicación de un modo aceptable a Dios. A fin de equiparlo para hacer esto mejor él recibe entrenamiento especial en la Escuela del Ministerio del Reino que funciona con este propósito, generalmente en la oficina de sucursal de la Sociedad. El superintendente debe copiar a Jesús en mostrar amor y hospitalidad a las “ovejas” y a extraños que se asocian con la congregación. Estando bajo la mirada fija de Cristo el Rey, cada superintendente “debe resultar ser como un escondite contra el viento y un albergue contra el aguacero, como corrientes de agua en país sin agua, como la sombra de un fuerte risco en una tierra exhausta.” (Isa. 32:1, 2) En esta responsabilidad de pastorear el rebaño de Dios el superintendente tiene varios auxiliares llamados siervos ministeriales.—1 Tim. 3:8; Fili. 1:1.
DEBERES DE LOS SIERVOS MINISTERIALES
Para ser siervo ministerial una persona debe llenar los requisitos declarados en 1 Timoteo 3:8-13. Como el superintendente, debe copiar a Jehová y Cristo Jesús en pastorear tiernamente al pueblo de Dios. (Isa. 40:11; Juan 10:11) Los siervos ministeriales son nombrados, no solo para auxiliar al superintendente, sino para dar ayuda personal a la congregación. (1 Cor. 10:24) He aquí se hallan sus deberes:
Siervo auxiliar de congregación. Este ministro maduro tiene la superintendencia de la congregación cuando el superintendente está ausente. Su deber es ayudar a coordinar el rendir ayuda a todos por medio de los centros de servicio individuales. Conoce quiénes necesitan ayuda debido a que lleva la cuenta de los informes entregados por cada Testigo. Como en tiempos bíblicos, los testigos modernos de Jehová guardan registros exactos de su ministerio. (Eze. 9:11; Hech. 2:41; 4:4) Cada ministro informa las horas que dedica a predicar, colocación de literatura, revisitas y estudios bíblicos que conduce. Esto se anota en tarjetas de Registro del Publicador individuales, que no solo revelan cuál publicador necesita ayuda, sino que capacitan a la congregación a recomendar Testigos capacitados a la Sociedad Watch Tower para ser nombrados a privilegios especiales de servicio. (1 Tim. 3:10; 5:22) Una vez al mes el informe combinado de la congregación se envía a la oficina de sucursal de la Sociedad. Finalmente todos los informes de las sucursales se envían a las oficinas principales mundiales de la Sociedad en Brooklyn, Nueva York. Luego se imprime un Yearbook of Jehovah’s Witnesses (Anuario), el cual contiene experiencias interesantes e informes alentadores de la sociedad mundial de predicadores del Reino. El siervo auxiliar de congregación anima amorosamente a todos a participar con regularidad en el testimonio que se está dando ahora.—Mat. 24:14.
Siervo de estudios bíblicos. Puesto que todos los testigos de Jehová son maestros, vuelven a visitar a las personas interesadas y conducen estudios bíblicos de casa. (Dan. 11:33; 12:3; Gál. 6:6) Sobre la base de los Informes de Estudios Bíblicos entregados por cada ministro el siervo de estudios bíblicos puede hacer sugerencias provechosas. Está ansioso por ayudar a los de la congregación a comenzar nuevos estudios bíblicos y a conducir los de la manera más beneficiosa. Por medio de sus esfuerzos fieles y pacientes más personas reciben un mejor conocimiento de la Palabra y propósito de Dios.
Siervo de literatura. Usted ha notado que los testigos de Jehová usan sermones impresos cuando enseñan. Los libros y folletos que contienen tales sermones son pedidos y cuidados por este siervo ministerial en el mostrador de literatura de la congregación. Las personas recién interesadas también pueden obtener publicaciones de parte de él para distribuirlas a amigos y conocidos.—2 Tim. 4:13; Ecl. 11:6.
Siervo de revistas y territorio. La congregación coloca muchos ejemplares de cada número de La Atalaya y ¡Despertad! en su territorio. El siervo de revistas y territorio hace pedidos de estas revistas y se encarga de ellas. Para muchos individuos recién asociados con la congregación el testificar con las revistas es un modo fácil de dar su primer paso en la predicación de puerta en puerta. Este siervo ministerial ayuda a los Testigos nuevos y experimentados a presentar eficazmente estos sermones impresos y a darles la más extensa distribución posible. Reserva cualquier cantidad de revistas que cada uno quiere de cada número para distribución personal. Naturalmente, sea que estén usando revistas o libros y folletos, resultaría confusión si las casas fuesen visitadas a la ventura. Para impedir esto, la Sociedad asigna cierto territorio a cada congregación. (Mat. 13:38; 2 Cor. 10:13-16) Por medio de asignar porciones pequeñas de ese territorio a ministros individuales, el siervo de revistas y territorio asegura un abarcamiento ordenado de todas las casas que hay dentro de los limites asignados a la congregación.—1 Cor. 14:33.
Siervo de cuentas. Aunque no se pagan salarios al superintendente ni a los siervos ministeriales, el sostener un Salón del Reino y pedir literatura envuelve gastos. Estos son sufragados por contribuciones voluntarias. No hay platillos de colecta, diezmos, sobres ni listas de contribuyentes. (Mat. 6:1-4) Cada uno está libre para depositar un don en la caja de contribuciones “a medida que vaya prosperando.” (2 Rey. 12:9; 1 Cor. 16:2) El siervo de cuentas cuida estos fondos y está a la mira de que las contribuciones se usen para adelantar la obra de predicación y los intereses del Reino.
Otros nombramientos. Anteriormente consideramos la Escuela del Ministerio Teocrático, el estudio de La Atalaya y el estudio de libro. La Sociedad Watch Tower nombra un ministro para presidir cada una de estas reuniones. Se conocen como el siervo de la escuela, siervo del estudio de La Atalaya y conductor de estudio de libro. Como sucede con los otros siervos ministeriales su interés principal es ayudar amorosamente a cada persona de la congregación a obtener el beneficio pleno de las reuniones que conducen. (1 Tes. 2:8) Se interesan personalmente en mostrar a los nuevos y a otros que necesitan ayuda la manera de estudiar y progresar regularmente como siervos de Dios.—Fili. 2:4.
La Sociedad también nombra ministros a una variedad de privilegios de servicio disponibles a los ministros dedicados. Estos son: ministros precursores de vacaciones, precursores regulares y especiales, siervos de circuito, de distrito y de zona, misioneros y miembros del personal de las oficinas de sucursal que viven como familias de Betel. Dondequiera que uno sirve en la organización de Jehová, está interesado en la salvación de su prójimo así como en la suya propia.—Mat. 22:36-40.
UNA ORGANIZACIÓN LIMPIA
A nadie se le invita a salir a la obra de testificar si está viviendo inmoralmente, si se emborracha, o si es ímprobo en sus tratos comerciales. Uno debe cambiar de ese modo de vivir si ha de servir a Dios aceptablemente y entrar en el nuevo mundo de Dios. (1 Cor. 6:9-11) Cuando uno ha sido limpiado de esas prácticas, Jehová requiere que permanezca limpio. (2 Ped. 2:20-22) A fin de tener el espíritu de Dios y prosperar, la congregación debe vigilar cuidadosamente que no se tolere ninguna conducta anticristiana. El comité de servicio compuesto del superintendente de congregación, el siervo auxiliar de congregación y el siervo de estudios bíblicos tiene principalmente esa responsabilidad. Si hallan que por falta de madurez o por la imperfección un individuo da un paso en falso antes de estar consciente de ello, y se ha arrepentido sinceramente, el comité puede mostrar misericordia y ponerlo a prueba. (Gál. 6:1) Pero cualquiera que hace una práctica del pecado debe ser expulsado. (1 Cor. 5:9-13; 2 Juan 10, 11) Un individuo expulsado y después restablecido no puede ser recomendado como superintendente o siervo ministerial, dado que su reputación no es irreprochable. (2 Cor. 2:5-11; 1 Tim. 3:1, 2, 7; Tito 1:7) El comité y la Sociedad asumirán apropiada acción disciplinaria contra cualquier ministro dedicado que obre mal, sin importar su puesto en la organización. Dado que cada cristiano sigue a Cristo y no a los hombres, esta acción no debería ser causa para hacer tropezar a alguien que ama la justicia. (Heb. 12:1, 2; Luc. 17:1; 2 Ped. 2:1, 2) Más bien, es una seguridad para usted de que está asociado con una organización limpia, una organización que Dios bendice.—Efe. 5:27; 1 Ped. 1:15, 16.
¿QUÉ HAY DE LA ADORACIÓN EN CASA?
La importancia de adorar a Jehová en casa y considerar frecuentemente la Palabra de Dios allí se ilustra en Deuteronomio 6:6, 7. Hay muchas oportunidades para hacer esto, como en la oración a la hora de las comidas, oraciones individuales a la hora de acostarse, y estudio bíblico personal y en grupo entre los miembros de la familia. Padres e hijos, jóvenes y ancianos, todos prosperan más cuando el círculo de la familia funciona en armonía con los principios cristianos. (Efe. 5:22–6:4) Para los testigos de Jehová el texto y comentario bíblicos diarios provistos en el Yearbook (o en La Atalaya) son un tema útil para discusión en el desayuno. Haga de su hogar el lugar para comenzar cada día correctamente por medio de buscar primero el Reino.—Mat. 6:33.
RESUMEN
Por esta discusión ahora usted tiene un cuadro general de la organización de testigos del Reino basada en la Biblia. Usted notará por los textos citados aquí que ella funciona estrictamente en armonía con los principios bíblicos. Esta es la organización que trae el mensaje dador de vida de la Palabra y reino de Jehová a su hogar. (Juan 17:3) Esta es la congregación que lo incita a usted al amor y a las obras excelentes. Esta es la sociedad cristiana que está anuente y lista a animarlo a usted en la fidelidad a Dios. (Heb. 10:23-25) Su existencia es un crédito a Jehová Dios, su Creador. A causa de que su espíritu la respalda, observadores sinceros en todas partes del mundo no pueden menos que convenir con la conclusión expresada por Carlos Samuel Braden, profesor de historia, en su libro These Also Believe:
“Como testigos bajo constreñimiento divino de dar a saber la inminencia del fin de la época y la venida de la Teocracia, se esfuerzan por todo medio concebible por hacer llegar su mensaje a la gente. No debe uno sorprenderse de cualquier nuevo método que desarrollen. Los testigos de Jehová literalmente han cubierto la Tierra con su testificación.... Verdaderamente puede decirse que no hay otro grupo religioso en el mundo que despliegue más celo y persistencia en el esfuerzo por esparcir las buenas nuevas del Reino que los testigos de Jehová.”
Si usted es una persona que se interesa en hacer la voluntad divina, si quiere participar en el trabajo de predicar el Reino que se está haciendo ahora en todas las naciones, los testigos de Jehová lo invitan a usted a que se asocie con ellos y se aproveche de estas provisiones que Jehová Dios ha hecho amorosamente para capacitar a sus testigos del Reino para el trabajo que les ha encomendado hacer.