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Le venden ambiente¡Despertad! 1972 | 8 de agosto
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de visitantes. En Trinidad se ha instalado un centro de convenciones con el propósito de fomentar este tipo de negocio.
En Trinidad se ha desarrollado un punto de vista diferente hacia el turista. Anteriormente imperaba la meta de proveer al turista con “un hogar lejos del hogar,” surtiéndolo del mismo tipo de alimento que en su hogar y haciéndolo sentir que se hallaba en un ambiente familiar. Esto ha sido muy costoso y no ha dado mucho éxito. Ahora el objetivo es que los visitantes conozcan el país... su santuario para los pájaros, su lago de brea, su bosque forestal y su gente de muchos orígenes nacionales. Que vean algo de las actividades y artesanía locales. Que escuchen a una banda de metales, observen bailar el limbo, oigan algunos calipsos. En vez de comer biftec con cebollas, pueden saborear algún cangrejo y calalu o una ensalada de palmera de cogollo comestible o un pollo pelau. De esta manera el visitante se da cuenta de que no está en casa sino que está aprendiendo de primera mano cómo viven sus vecinos en otras tierras. Esto ya ha tenido una medida de éxito, pues muchos turistas han manifestado que quedaron enamorados de la isla.
Para los que quieren alejarse de su ambiente o que desean cambiar de paso por un tiempo, los departamentos de turismo tienen algo que vender. Es algo que beneficia a la población y a la economía local. Y el cliente recibe un ambiente que puede ser calmante y deleitable.
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¡Córtese el cabello o pierda su empleo!¡Despertad! 1972 | 8 de agosto
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¡Córtese el cabello o pierda su empleo!
EN EL mundo de los negocios en el que hay tanta competición, más y más compañías de alta reputación están dando a sus empleados algo que equivale a un ultimátum: ‘¡Mude su mala apariencia o múdese de aquí!’
Por ejemplo: La gerencia de The National Cash Register Company, una empresa internacional con más de doscientos cincuenta oficinas de ventas en los Estados Unidos, ha enviado una carta intitulada “Imagen de la Corporación NCR.” Esta dice en parte: “Muchos clientes se oponen a negociar con una compañía cuyos representantes no estén aseados. Debido a la gran competencia y dificultad que existe hoy día en obtener nuevos negocios, no podemos darnos el lujo de repeler a nuestros clientes por ninguna razón.” Entonces se expone el código de la compañía para sus empleados varones:
“El cabello debe estar bien recortado y peinado. El largo del cabello debe terminar encima del cuello, y no extenderse sobre las orejas. Las patillas no deben pasar del lóbulo de la oreja, y sus extremos no deben ser de más de 3,3 centímetros de ancho. Se permitirán bigotes pequeños y bien recortados. No se permitirán bigotes y barbas de tipo manillar, Fu-Man-Chu, y cepillo. Los trajes y camisas deben ser del tipo de vestir, con corbata. El resto de la ropa debe estar nítido y limpio a fin de dar una impresión de nitidez y formalidad.”
Los directores de la NCR también estipulan el vestir y los atavíos apropiados para sus empleadas.
Relacionado a esto es interesante notar que en California la Junta de Apelaciones del Seguro para el Desempleo recientemente dictó una directiva estipulando que en una zona donde los patronos generalmente rehúsan contratar hombres con cabello largo, a tales personas no les corresponden los beneficios del desempleo. Además, en enero de este año el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaró que no se violaban los derechos constitucionales de los estudiantes de escuelas secundarias cuando la junta escolar requería que se cortaran el cabello largo.
Es de interés saber que la Biblia comenta acerca del asunto de la indumentaria y la apariencia apropiada, incluso el cabello de uno, en relación con los ministros cristianos. Bajo inspiración el apóstol Pablo recomendó “modestia y buen juicio” en vestir y señaló que una cabellera más larga de lo común era una “deshonra” para el hombre. (1 Tim. 2:9; 1 Cor. 11:14, 15) También recalcó que el derrotero de uno podría tener un efecto bueno o malo sobre otros. Por lo tanto señaló el punto de vista maduro para ministros de Dios en el comentario: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se halle nada censurable en nuestro ministerio; antes bien, de toda manera nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios.”—2 Cor. 6:3, 4.
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