Encárase al problema la esperanza de sobrevivir
1. ¿Por qué no pueden ofrecer ninguna esperanza de supervivencia a esta generación los elementos mundanos?
NINGUNA esperanza de supervivencia pueden ofrecer a esta generación presente la política, el militarismo, el capitalismo, el comunismo, el socialismo, o las religiones de la cristiandad y el paganismo. Sus medidas defensivas para lo que ven venir no podrán resistir la ejecución del juicio divino sobre las naciones.
2. Desde un punto de vista mundano, ¿por qué sería mejor muerte previa que supervivencia de otra guerra mundial, y dado eso, por que deberíamos estar agradecidos por tener la Biblia?
2 Allá en 1952 se informó que lord Bertrand Russell, autor, filósofo y matemático inglés que entonces tenía ochenta años, dijo: “Me gustaría vivir otros diez años con tal que no haya otra guerra mundial entretanto. Si la hay, sería mejor estar muerto.” Según el parecer de este lord inglés la muerte de antemano sería preferible a vivir hasta alcanzar otra guerra mundial, la guerra con armas nucleares y armas bélicas QBR. ¡Digamos que sí hubiera restos de las naciones que sobrevivieran a tal guerra! No obstante, las naciones no pueden ofrecer esperanza de que haya después algo hermoso, confortador y saludable para lo cual vivir en la Tierra. ¡Cuán gozosos y agradecidos deberíamos estar, entonces, de tener la sagrada Biblia! Ella ofrece la esperanza verdadera, confiable. Con esta esperanza podemos encararnos al problema de supervivencia. Sin la Biblia verdaderamente seríamos dejados sin esperanza.
3. ¿Cómo muestra Dios si está interesado en la supervivencia del género humano, y qué seguridad nos dio Jesús en su profecía en cuanto a la mayor tribulación?
3 El Dios de la sagrada Biblia está sumamente interesado en la supervivencia del género humano. En su Biblia ofrece la única esperanza para sobrevivir. Su Biblia declara plenamente que él ha hecho provisión para la supervivencia eterna del hombre. En las páginas de la Biblia Cristo, el Hijo de Dios, nos aseguró la supervivencia de la carne humana en la Tierra cuando agregó a su profecía acerca de la mayor tribulación de la historia humana: “De hecho, a menos que Jehová hubiese acortado los días, ninguna carne se salvaría. Pero a causa de los escogidos que él ha escogido él ha acortado los días.” (Mar. 13:19, 20) Mediante esa supervivencia milagrosa que se promete se cumplirá la profecía de Cristo, de que será justamente como en el día de Noé, cuando la carne humana así como la carne de bestias y pájaros se salvó, para vivir sobre la Tierra hasta hoy día.
4. En el capítulo tres de Juan, ¿cómo indicó Jesús el interés de Dios en la supervivencia del hombre sobre la Tierra, y qué incluyó para Jesús la acción de Dios?
4 Dios ha dado la mayor prueba de que es su deseo y propósito que sobreviva el hombre en la Tierra. Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, lo indicó con estas palabras registradas en la Biblia, en Juan 3:16, 17: “Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que ejerza fe en él no sea destruido sino tenga vida eterna. Porque Dios envió a su Hijo al mundo, no para que él juzgara el mundo, sino para que el mundo fuese salvado por medio de él.” El dar Dios a su Hijo unigénito significó enviarlo hacia abajo desde el cielo para que naciera como hijo humano de una virgen y luego dejar a los enemigos levantarlo en un madero de tormento a la vista pública, para morir una muerte vergonzosa. Precisamente antes de las palabras supracitadas Jesús dijo: “Ningún hombre ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que crea en él pueda tener vida eterna.”—Juan 3:13-15; vea también Números 21:4-9.
5. (a) ¿Cómo es que Jehová Dios tiene de nuevo con él en el cielo a su Hijo unigénito? (b) ¿Cómo mostró Jesús ser como su Padre en el asunto de la supervivencia del género humano?
5 Por amor a nosotros, sin embargo, Dios tiene a su Hijo unigénito de nuevo en el cielo, no como Hijo humano tal como era en la Tierra, sino como Hijo espiritual, glorioso y sobrehumano. Pues al tercer día de su muerte el Todopoderoso Dios lo levantó de entre los muertos a la vida celestial. (1 Ped. 3:18; 1 Cor. 15:20, 42-46) De esta manera maravillosa el resucitado Hijo de Dios ascendió al cielo con el valor de su sacrificio humano y presentó su valor o mérito a su Dios, su Padre celestial. Este valor del sacrificio humano de Jesús lo aceptó Jehová Dios amorosamente a favor de los creyentes entre el género humano. Así que este perfecto sacrificio humano no se hizo en vano. Su precioso valor todavía habrá de aplicarse cabalmente a favor del género humano. Jesucristo mostró ser como su Padre celestial al estar interesado en la supervivencia del género humano, pues él dio su vida humana en sacrificio, para que la humanidad no muriera sino obtuviera vida eterna aquí en la Tierra en una condición paradisíaca, por medio de ejercer fe.
PROPÓSITO DIVINO LIGADO A SUPERVIVENCIA
6. ¿Qué propósito declarado de Dios se proponen frustrar las naciones que hablan de paz?
6 A pesar de todo su hablar de paz con justicia y desarme universal, las naciones realmente se proponen frustrar el propósito de Dios al crear el hombre. El propósito declarado de Dios concerniente a su creación de nuestra Tierra requiere la supervivencia y preservación del género humano, de la familia humana. Escuche su propósito al hablarnos por medio del escritor bíblico Isaías: “Esto es lo que Jehová, ha dicho, el Creador de los cielos Él, El Dios verdadero, el Formador de la Tierra y el Hacedor de ella. Él, El que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada.” (Isa. 45:18) Igual a un enorme edificio multifamiliar construido en una ciudad del siglo veinte, nuestra Tierra fue formada por Jehová Dios para ser habitada por criaturas humanas. Explicando más su propósito tocante a nuestra Tierra la Biblia dice, en el Salmo 115:15, 16: “Ustedes son los benditos por Jehová, el Hacedor de cielo y Tierra. Concerniente a los cielos, a Jehová pertenecen los cielos, pero la Tierra la ha dado a los hijos de los hombres.”
7. ¿Qué propósito de Dios había de cumplirse por el hombre y la mujer perfectos, y de quién descienden las naciones de diferente color que existen hoy día?
7 La Tierra había de ser habitada por una sola familia, la familia del hombre o de Adán. Todas las naciones de hoy, sin importar de qué color sean, son descendientes del hombre original Adán a través de Noé. Correctamente el apóstol cristiano Pablo dijo: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, siendo, como es Este, Señor del cielo y de la Tierra, no habita en templos hechos a mano, ni es servido por manos humanas como si necesitara alguna cosa, porque él mismo da a todas las personas vida y aliento y todas las cosas. Y él hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para habitar sobre la entera superficie de la Tierra.” (Hech. 17:24-26) Dios dijo al primer hombre y a la primera mujer: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la Tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se arrastra sobre la Tierra.” (Gén. 1:28) Este propósito de Dios había de ser cumplido por el hombre perfecto y su esposa, comenzando desde el jardín paradisíaco de Edén.
8. Las naciones que se extienden hoy día, ¿están trabajando en conformidad con el propósito de Dios para esta Tierra, y cómo no frustrará su propio propósito la ejecución de su juicio?
8 ¿Se cumplió ya este propósito divino? Las naciones de hoy día piensan que ha habido una explosión de población recientemente y que la Tierra está casi llena de gente al grado de haber incomodidad. Pero exactamente cuando las naciones logran tener la Tierra bastante llena de gente, proceden de una manera que se calcula exterminará a la entera raza humana y vaciará la Tierra. Dentro de poco tiempo habrá una reducción tremenda de la población de la Tierra—cuando Dios ejecute el juicio sobre las naciones en éste su día de juicio, porque este mundo o sistema de cosas tiene que ser destruido; pero Dios no exterminará del todo a la entera raza humana. Dios salvará la carne que no es de este mundo, por medio de acortar los días de la grande tribulación.
9. ¿Por qué es que la ejecución de juicio de Dios no habrá de ser contra los de la “carne” que será salvada?
9 La carne salvada será la de aquellos que son semejantes a Noé, aquellos que, como Noé, andan con Dios en medio de este mundo en el cual la maldad del hombre es grande, toda inclinación del corazón del hombre siempre siendo mala. (Gén. 6:5, 9) Los que no son de este mundo siguen en las pisadas de Jesucristo, que en sus días en la carne sobre la Tierra tampoco fue de este mundo. (Juan 17:14, 16) El juicio de Dios sobre éstos es favorable en este día de juicio de las naciones. Estos son los que participan en el cumplimiento de la profecía de Cristo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la Tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones.” Ese reino no es de este mundo condenado a la destrucción. Jesucristo dijo: “Mi reino no es parte de este mundo.” (Juan 18:36) Por consiguiente el juicio de destrucción decretado por Dios no es contra los predicadores del reino de su nuevo mundo.
10. Después que termine la predicación de las nuevas del Reino, ¿qué vendrá, y a quiénes o a qué aplicará esto?
10 Pero después de la predicación de “estas buenas nuevas del reino” y después que se haya acabado de dar el testimonio a todas las naciones en toda la Tierra habitada, ¿qué? Prosiguiendo, Jesús nos dice: “Y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) No el “fin cabal” de toda carne o de toda la humanidad, sino el “fin cabal” de este “sistema de cosas,” porque su consumación habrá alcanzado su punto culminante. (Mat. 24:3, 14) Los que se han hecho una parte de este sistema de cosas terminarán junto con él.
11. De acuerdo con el resultado del Diluvio, ¿qué no significará tocante a nuestra Tierra el cumplimiento de Mateo 24:35? (b) ¿Por qué serán excluidos de la destrucción los predicadores del Reino?
11 Con referencia a su fin Jesús dijo: “Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.” (Mat. 24:35) Los enemigos de Dios en el cielo y en la Tierra, que se oponen a su reino según lo proclaman los seguidores de Cristo en la Tierra, son los que pasarán cuando Dios ejecute juicio contra este inicuo sistema de cosas. Los antiguos días de Noé con los cuales nuestros propios días se hallan en paralelo no fueron señalados por la destrucción del hogar terrestre del género humano, así como aquellos días tampoco fueron señalados por el ahogamiento de toda carne en el Diluvio. (Gén. 7:4) Por eso el cumplimiento de las palabras de Jesús no significará el abrasamiento literal de la Tierra y su Luna y la incineración de todos sus habitantes humanos sin excepción. Cierto, Pedro, que escribió parte de la Biblia, dice que por la palabra de Dios “los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego”; pero Pedro agrega que estos inicuos cielos y tierra “se están reservando para el día de juicio y de la destrucción de hombres impíos.” (2 Ped. 3:7) Pero no todos los hombres y mujeres que viven hoy día son impíos. No son impíos los seguidores dedicados de Cristo que no son parte del mundo y que, en prueba de ese hecho, van de casa en casa en toda nación predicando “estas buenas nuevas del reino.” Como sucedió en el caso de Noé y su familia piadosa en los días del diluvio, no serán incluidos en la venidera “destrucción de hombres impíos.”
12. Hace mil novecientos años, ¿qué escribió Pedro en cuanto a la gran paciencia de Dios?
12 La segunda carta de Pedro a los cristianos fieles fue escrita alrededor del año 64. Por eso fue hace mil novecientos años que el apóstol Pedro escribió las siguientes palabras en cuanto a la gran paciencia de Jehová Dios: “Que este hecho en particular no escape su atención, amados, que un día es con Jehová como mil años y mil años como un día. Jehová no es lento respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido sino desea que todos vengan al arrepentimiento. Empero el día de Jehová vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos estando intensamente calientes serán disueltos, y la tierra y las obras en ella serán descubiertas.”—2 Ped. 3:8-10.
13, 14. ¿A quiénes, entonces, se dirigen ciertamente las siguientes palabras de Pedro, en 2 Pedro 3:11-14, y evidentemente por qué a ellos?
13 Como en los días en que Noé edificaba el arca, así ahora más de cuarenta años desde 1914 d. de J.C. la paciencia de Jehová ha estado esperando largo tiempo. Todas las evidencias indican, a la luz de la profecía bíblica, que el día de Jehová para ejecutar juicio contra los impíos se acerca, que será dentro de esta generación. A nosotros, entonces, que nos asimos de la esperanza bíblica de supervivencia, ciertamente se dirigen las siguientes palabras de Pedro:
14 “Siendo que todas estas cosas así serán disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y obras de devoción piadosa, aguardando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, mediante el cual los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán! Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar. Por esto, amados, siendo que esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que sean encontrados por él al fin sin mancha e inmaculados y en paz.”—2 Ped. 3:11-14.
15. Por lo tanto, ¿qué nos está diciendo Pedro a nosotros los de esta generación?
15 Por lo tanto, mediante una carta que ha sobrevivido hasta hoy como parte de la sagrada Biblia, el apóstol Pedro nos dice qué hacer con el fin de escapar la destrucción en medio del calor, del ruido de silbido, de las llamas ardientes y del proceso de disolución con lo cual los cielos simbólicos y la tierra simbólica de personas impías serán puestos fuera de operación. Pedro de hace mil novecientos años nos dice a nosotros los de esta generación la única manera posible de sobrevivir al fin completo de este impío sistema de cosas. ¿Haremos caso a su consejo inspirado?
16. Si obramos ahora como aquellos cuya venida dijo Pedro, ¿qué nos sobrevendrá, y por eso cómo debemos obrar?
16 ¿O seremos nosotros como aquellos cuya venida Pedro predijo y en vista de cuya venida Pedro se sintió apremiado a escribir la susodicha exhortación a ser piadosos en éstos los “últimos días” de este sistema de cosas con sus cielos y tierra impíos? Pedro escribió: “Porque ustedes conocen esto primeramente, que en los últimos días vendrán burladores con sus burlas, procediendo de acuerdo con sus propios deseos y diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan igual como ha sido desde el principio de la creación.’” (2 Ped. 3:3, 4) Si ahora nos portamos como tales burladores predichos, entonces sin falta el ardiente día de juicio de Jehová nos sobrevendrá súbitamente como ladrón y no seremos juzgados dignos de sobrevivir y ser salvados para entrar en el nuevo orden de cielos y tierra justos. Sin embargo, si con aprecio nos adherimos tenazmente a la esperanza del nuevo orden, entonces nos encararemos al problema de supervivencia haciendo lo que Pedro nos instó a hacer.
¡ALGO PARA LO CUAL SOBREVIVIR!
17 ¿Dónde sobrevivirán los miembros piadosos de la familia humana, y cuándo aplicará Isaías 54:5 tocante al “Dios de toda la Tierra”?
17 No quedará en el universo ningún vacío, hueco o vacuidad por haber destruido Jehová los cielos y tierra impíos. No se creará ningún hoyo nuevo en el espacio sideral con su sinnúmero de soles y planetas, polvo cósmico y galaxias. La Tierra literal sobrevivirá como el lugar en que los aprobados miembros piadosos de la familia humana han de sobrevivir, bajo el Sol y la Luna y las estrellas supervivientes. En apoyo, está escrito concerniente a Jehová como Creador de los simbólicos nuevos cielos y nueva tierra: “El Dios de toda la Tierra será llamado él.” (Isa. 54:5) Hoy esta profecía no aplica en la tercera parte de la Tierra dominada por el comunismo, ni aun en la cristiandad materialista, mundana. La profecía se cumplirá en toda la Tierra después que Jehová ejecute juicio en el día ardiente que él tiene para destruir al presente impío sistema de cosas. Satanás, el principal adversario de Jehová, ya no será el “dios de este sistema de cosas,” sistema en el cual se le adora. Este “presente inicuo sistema de cosas” habrá sido destruido para siempre en el día de juicio de Jehová Dios. Así Satanás ya no tendrá más adoradores en la Tierra, y él y todos sus inicuos demonios con él serán abismados y desdeificados, como dioses falsos.—2 Cor. 4:4; Gál. 1:4; Apo. 20:1-3.
18. (a) ¿Cómo será también contestada entonces la oración de Mateo 6:9, 10? (b) ¿Cómo y por qué vivirá el género humano superviviente bajo nuevos cielos?
18 Entonces también tiene que cumplirse: “Jehová debe llegar a ser rey sobre toda la Tierra.” (Zac. 14:9) Esta será la gloriosa contestación a la oración modelo de Jesús, que él enseñó a sus seguidores a orar a su Padre en el cielo: “Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la Tierra.” (Mat. 6:9, 10) Allá en 1914, en conformidad con la cronología y la profecía bíblica, Jehová instaló a su Hijo Jesucristo a su diestra, en su trono celestial, para gobernar en el nombre de Jehová, sobre toda la Tierra y así proveer un gobierno universal para el género humano superviviente. Por esta razón el género humano vivirá bajo nuevos cielos, es decir, bajo un nuevo gobierno espiritual. Satanás el Diablo ya no será el “gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.” (Efe. 2:2) Entonces se habrán realizado las palabras proféticas de Jesucristo que él pronunció hace diecinueve siglos en Jerusalén: “Ahora hay un juicio de este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado fuera.” “Porque el gobernante de este mundo ha sido juzgado.” (Juan 12:31; 16:11) Satanás y sus demonios espíritus ya no operarán invisiblemente cual cielo inicuo sobre el género humano mundano, promoviendo el mal gobierno de la doliente raza humana.
19, 20. (a) ¿Sobre quiénes comenzarán a gobernar los nuevos cielos, pero quiénes se unirán a éstos poco tiempo después? (b) ¿Por qué, según las palabras de Jesús, tenían razón al esperar eso estos últimos?
19 Los “nuevos cielos”, el reino de Dios operado por su Hijo entronizado Jesucristo, comenzarán a gobernar sobre todos los piadosos que sobrevivan al acto de juicio de Dios ejecutado sobre los “cielos y la tierra actuales.” Sin ninguna interrupción, reproche ni persecución de parte de la gente impía, los sobrevivientes continuarán andando con Jehová, Dios, de la misma manera que Noé anduvo con el Dios verdadero después del Diluvio tal como había andado antes, en el antiguo mundo de los impíos. De hecho, Noé mismo en breve se unirá después de eso a los sobrevivientes y andará junto a ellos con el mismo Dios verdadero. También lo harán otros patriarcas y profetas y testigos fieles de Jehová Dios que vivieron en tiempos antiguos antes de que Jesucristo muriera en el madero de tormento y fuese levantado de entre los muertos y ascendiera de vuelta al cielo para presentar a Dios el valor de su sacrificio de rescate a favor de todos los hombres y mujeres que llegarían a creer en él. Noé y estos otros testigos de Jehová Dios de antes de Cristo esperaban la resurrección de entre los muertos. Tenían razón, porque Jesucristo dijo una vez a sus oyentes maravillosos:
20 “La hora viene en la cual todos los que están en las tumbas memorialescas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.... Así como oigo, juzgo, y el juicio que yo dicto es justo, porque yo busco, no mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.”—Juan 5:28-30.
21. Por consiguiente ¿por quiénes no habrá de ser ocupada únicamente la Tierra, pero en qué mandato participarán ellos por un tiempo?
21 Por tanto la Tierra no habrá de estar ocupada solo por los sobrevivientes de la “grande tribulación como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora.” Durante un tiempo los sobrevivientes terrestres cuya esperanza es la de vida eterna en un paraíso terrestre participarán en el mandato de procreación dado originalmente al Adán y Eva perfectos en el paraíso de Edén: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la Tierra y sojúzguenla.” (Gén. 1:28) Este mandato fue repetido inmediatamente después del Diluvio, cuando Noé y su familia salieron del arca y restauraron la adoración de Jehová, en la Tierra purificada y Dios los bendijo, diciendo: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la Tierra.” (Gén. 8:15 a 9:1) Sea cual fuere la condición en que la “grande tribulación” deje a esta Tierra, los sobrevivientes comenzarán a sojuzgarla así como a poblarla al grado que lo juzgue apropiado Dios, por medio de llevar a cabo el mandato de procreación.
22. ¿Qué aparecerá en la Tierra, y quiénes proveerán el resto de sus habitantes, y por cuánto tiempo?
22 Un nuevo paraíso terrestre aparecerá y gradualmente cubrirá toda la Tierra mediante la bendición y ayuda del Creador de la Tierra. Los que sean resucitados de entre los muertos proveerán el resto de la población de la Tierra. Ellos también gozarán del paraíso global si escogen adorar a Jehová Dios fielmente y ser indesviablemente leales y obedientes a su gobierno teocrático mediante Jesucristo. Todos estos fieles en la Tierra paradisíaca compondrán, hablando figuradamente, una “nueva tierra,” es decir, una sociedad terrestre organizada sobre una nueva base y funcionando en conformidad con la voluntad de Dios según se dé a conocer por medio de sus nuevos cielos. Esta “nueva tierra” pasara con aprobación el juicio final de Dios y permanecerá para siempre.
23. ¿Qué vista anticipada nos dio el apóstol Juan del nuevo orden de cosas, y por qué escribió la descripción de ella?
23 ¿Quiere usted una vista anticipada de este nuevo orden de cosas que honra a Dios? El anciano apóstol Juan la dio cuando escribió el último libro de la Biblia. Escribió: “Yo vi un nuevo cielo y una nueva tierra, porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar [del género humano impío] ya no existe.” Juan escribió la descripción de la visión, porque Jehová Dios en su trono celestial le dijo que lo hiciera: “Y el que estaba sentado sobre el trono dijo: ‘¡Mira! estoy haciendo nuevas todas las cosas.’ También él dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fidedignas y verídicas.’”—Apo. 21:1, 5.
24. ¿Por qué, entonces, podemos estar agradecidos de tener la sagrada Biblia y para entrar en qué podremos sobrevivir en conformidad con nuestra esperanza?
24 ¡Cuán agradecidos podemos estar, entonces, de que tenemos la sagrada Biblia hoy! Si Jehová Dios no hubiera conservado su Libro la Biblia hasta ahora, no tendríamos un registro exacto de sus hazañas, sus propósitos y sus promesas. No podríamos saber cómo pasar a través del fin de este mundo inicuo y entrar en el nuevo mundo sin fin que Dios crea. De veras hay algo para lo cual sobrevivir; y ¡oh cuán grandioso es! Nosotros los esperanzados podemos resolver el problema de hoy de supervivencia por medio de vivir en conformidad con nuestra esperanza. No sobreviviremos para entrar en un orden postbélico con tierra, mar y aire envenenados por la radioactividad y productos químicos y bacteria productora de enfermedad. Sobreviviremos para entrar en una Tierra purificada, para la cual se reserva belleza paradisíaca. Sobreviviremos para entrar en un nuevo orden, sin Satanás y sus demonios, pero con el prometido Reino justo de Dios mediante Cristo en dominio perfecto para la bendición eterna de todos los humanos creyentes y obedientes, vivos o muertos.
25. (a) ¿A quién deben buscar ahora los que quieren sobrevivir y por qué? (b) ¿Por medio de prestar atención a qué podremos sobrevivir, y por cuánto tiempo?
25 Todos ustedes que quieren sobrevivir a la grande tribulación en la que perecerá este sistema de cosas condenado a la destrucción, busquen a Jehová y su reino mediante Cristo. Satanás el Diablo y su mundano sistema de cosas no están interesados en la supervivencia de ustedes ni pueden asegurarles su supervivencia. (Apo. 12:12) Jehová Dios está interesado amorosamente en la supervivencia de ustedes. También él puede lograr la supervivencia de ustedes por medio de su Hijo real Jesucristo. En este tiempo de juicio cuando la supervivencia de la entera familia humana es un problema para los gobernantes mundanos, busquen ustedes a Jehová como su Dios y Dador de vida y Preservador. Ahora, en un sentido tan verdadero como en los días de Noé, “Jehová está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará.” (Sal. 145:20) Él ha guardado su Palabra para nosotros en su sagrada Biblia; y su Palabra sobrevivirá para siempre. (Isa. 40:8; 1 Ped. 1:25) Sobreviva para siempre con su Palabra imperecedera por medio de prestarle atención y obrar en conformidad con ella.
26. (a) ¿De qué libro debemos aprovecharnos, y por qué? (b) ¿Qué ayuda que Dios provee deben aceptar también los lectores de la Biblia, y cómo se encararán al problema de supervivencia con buen éxito?
26 “El mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17) La sagrada Biblia, que revela la voluntad de Dios, infaliblemente nos muestra la solución al problema de supervivencia del día presente. Si usted todavía no posee una copia de la Biblia, obtenga una copia rápidamente en una de sus más de mil traducciones. Léala, no simplemente como una pieza de hermosa literatura antigua, sino con oración y con fe en ella, creyéndola, “exactamente como verdaderamente es, como la Palabra de Dios.” (1 Tes. 2:13) También, acepte la ayuda que Dios provee hoy para que usted entienda su Palabra escrita, a saber, sus testigos dedicados que están predicando “estas buenas nuevas del reino” en toda la Tierra habitada con el propósito de dar un testimonio final a todas las naciones antes que les venga su fin catastrófico. (Mat. 24:14) Entonces usted también puede llenar los requisitos para participar con ellos en esparcir el glorioso mensaje del Reino de supervivencia y de vida eterna. Regocíjese en la esperanza de supervivencia; y por medio de aplicar la verdadera solución que la sagrada Biblia provee, encárese a nuestro gran problema de supervivencia con buen éxito, para gloria de Dios.
[Notas]
Siete traducciones hebreas publicadas de la vida de Cristo por Marcos dicen “Jehová” aquí en vez de “el Señor.” Vea la nota c al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Cristianas Griegas, de 1950.
Siete traducciones hebreas publicadas dicen “Jehová” aquí.
Seis traducciones hebreas dicen “Jehová” aquí.