Manteniendo honorable el cortejo
LA Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación.” (Heb. 13:4) ¿No es razonable que lo que precede al matrimonio —el cortejo, en muchos países— también debería mantenerse honorable si ha de agradar a Dios?
En algunos lugares solo se permite que un joven esté con una muchacha cuando por lo menos uno de los padres, o alguna otra persona de mayor edad, esté presente. En muchos países occidentales, sin embargo, tales jóvenes pueden estar juntos a menudo sin acompañante. La pregunta es, entonces: donde se permite tal zona más amplia de libertad, ¿cómo puede mantenerse honorable el cortejo? ¿Qué puede hacer una persona joven para asegurar que en su caso el cortejo resulte en un matrimonio verdaderamente feliz y de buen éxito?
La libertad siempre trae consigo responsabilidad. Por eso, si esta pregunta es una que confrontas ahora, haces bien en tener presente el excelente principio que se manifiesta en Gálatas 5:13. Aquí el apóstol Pablo, por supuesto, hablaba de la libertad que obtuvieron los que habían abrazado el cristianismo. Pero el principio aplica a cualquier clase de libertad, especialmente si queremos que el ejercitarla nos traiga resultados excelentes y el favor de Dios. El apóstol escribe: “Ustedes fueron llamados, por supuesto, para libertad, hermanos; solamente no usen esta libertad como incentivo para la carne; antes bien, mediante el amor, sírvanse como esclavos unos a otros.” El amor genuino —a Dios y a nuestro prójimo, incluso la persona que quizás estemos cortejando— nos ayudará a evitar el usar cualquier libertad que tengamos de manera egoísta, perjudicial.
¿QUÉ DEBERÍA LOGRAR EL CORTEJO?
Para ser honorable, el cortejo debe llevarse a cabo teniendo como meta el matrimonio. Por eso, no debería comenzar antes que la persona esté lista para asumir responsabilidades de matrimonio. Por supuesto, tú no puedes saber en el mismo principio si quieres casarte con cierta persona o no. Tiene sentido el que no seas demasiado presto en cuanto a concentrar tu atención en un solo individuo. Pero esto no es motivo para llevar a cabo “cortejos” que solo equivalen a un simple flirteo o serie de flirteos.a
Aunque estés “interesado” en alguien, mostrarías sabiduría si trataras, por un tiempo, de mantener tu asociación con este individuo como simplemente parte de un grupo, en actividades de grupo. ¿Por qué? Porque, en esas circunstancias, a menudo se puede obtener una mejor idea de cómo es en realidad una persona. Esto se debe a que todos nos inclinamos a ser más “nosotros mismos” cuando no estamos bajo la presión de sentir que alguien nos está prestando atención especial. Pero cuando una pareja se separa del grupo, la tendencia natural desde allí en adelante es ser lo que la otra persona quiere que seas, aun reflejar sus gustos y aversiones. Y a veces esto puede camuflar la verdadera personalidad de uno. Cuando se aleja de los demás, una pareja también puede rápidamente envolverse emocionalmente de modo que empiezan a verse uno al otro a través de ‘anteojos de color de rosa.’ Si una pareja se casa bajo la embriaguez de tal emoción, a menudo se enfrenta a un violento despertar. Es mucho mejor ‘mirar antes de saltar.’
Por lo general, es el hombre el que inicia el cortejo, al expresar interés en la mujer. Si es honrado y serio en cuanto a ello, ella tiene el derecho de creer que por lo menos está pensando en el matrimonio. ¿Entonces qué? Bueno, ella entonces tiene la responsabilidad de preguntarse si cree que ella podría considerar el casarse con él. Si ella está bastante segura de que no lo consideraría como esposo en perspectiva, entonces sería muy cruel de parte de ella si permitiera que él desarrollara un profundo interés en ella. Algunas muchachas han estado dispuestas a permitir que alguien las corteje solo para acrecentar su apariencia de popularidad o elegibilidad, esperando que otros jóvenes ahora las tengan en cuenta. Algunos jóvenes han obrado de modo similar, pensando que pueden ‘jugar con todas,’ divertirse y luego salirse antes que las cosas se pongan demasiado serias. Pero tal uso egoísta de la libertad que uno tiene puede causar verdadero daño, heridas graves que pueden requerir meses, hasta años para sanar.—Compare con Proverbios 26:18, 19.
Solo si se usa altruistamente puede producir beneficios la libertad para cortejar. Puede suministrar la oportunidad de familiarizarse mejor con la persona con la que uno está considerando pasar el resto de su vida. Dependiendo de cuán honrado sea cada uno para con el otro, es posible que aprendan los gustos y aversiones, normas, hábitos y puntos de vista de la otra persona, sí, y también su genio y disposición y reacción a los problemas o dificultades. Tú quieres saber correctamente cosas como: ¿Es él o ella bondadoso, generoso y considerado con otros? ¿Qué hay del respeto a los padres y las personas de mayor edad? ¿Hay buena evidencia de modestia y humildad, o es la persona jactanciosa, obstinada? ¿Veo gobierno de uno mismo y equilibrio o, en cambio, debilidad y puerilidad, quizás mal humor o hasta accesos de cólera? Puesto que gran parte de la vida es trabajo, ¿qué hay de señales de pereza, irresponsabilidad o una actitud pródiga para con el dinero? ¿Qué hay de los planes para el futuro? ¿Se desea una familia o hay interés en alguna vocación especial? En un artículo intitulado “Señales de peligro en el cortejo” el escritor declara: “Nuestro estudio de personas comprometidas y personas casadas felizmente e infelizmente reveló que por lo general los casados infelizmente no están de acuerdo en cuanto a las metas y los valores de la vida.”—Medical Aspects of Human Sexuality, noviembre de 1970, página 43.
Sobre todo, debes querer saber cuánto figuran los propósitos de Dios en los intereses y planes del otro. Sí, cuando se llena todo el cuadro, ¿cuán bien concuerdan el uno con el otro? Si existen serias diferencias, no te engañes y pienses que el matrimonio las resolverá automáticamente. Quizás solo haga que se sienta más profundamente la fricción que éstas causan.
CONDUCTA HONORABLE EN EL CORTEJO
En países donde los padres permiten asociación sin acompañante, las parejas que se cortejan a menudo se entregan a expresiones de cariño como el cogerse de la mano, besarse, hasta abrazarse. ¿Cuán aconsejable es esto? ¿Tiene la Biblia algún consejo para nosotros sobre tales asuntos?
La Biblia no manifiesta reglas específicas sobre estos asuntos. Los padres, por supuesto, tienen el derecho de instruir a sus hijos e hijas en cuanto a las normas conforme a las cuales quieren que se comporten. Aunque los ancianos en una congregación no pueden establecer tales reglas, pueden dirigir la atención de los jóvenes a los sanos principios orientadores que se hallan en la Palabra de Dios, y cualquiera que honradamente quiere emprender un derrotero sabio en la vida prestará atención voluntaria y gozosamente a tal consejo.—Pro. 1:7-9; 2:6-9.
La Biblia, por supuesto, sí excluye definitivamente cosas como la fornicación. Pero también advierte de otra conducta inmunda que tal vez no sea tan grave como la fornicación. Cualquier pareja que preste atención a estas advertencias se evitará mucha aflicción y no correrá el riesgo de ser perturbada por los recuerdos de alguna mala conducta en el pasado.—Efe. 5:3-5.
El cogerse de la mano puede ser una expresión limpia de cariño entre las personas que piensan casarse. Es verdad, esto sí tiene un efecto estimulante, pero esto es natural y no necesariamente malo. Pues, solo el ver a la persona con la que uno está considerando casarse también puede estimular, puede ‘hacer que el corazón lata más aprisa.’ (Cant. de Cant. 4:9) No obstante, es preciso que recordemos que, siendo lo que es la naturaleza humana, el contacto físico sí aumenta el “tirón” de la atracción sexual. También es un hecho que a medida que las formas sencillas de contacto se repiten, por lo general disminuye la sensación agradable que produjeron al principio. Esto puede llevarte a buscar algo más intensamente estimulante. Pero, ¿hasta dónde puedes llegar sin poner en peligro una relación limpia? Debido a darse cuenta del posible peligro, quizás algunas personas prefieran limitarse muy estrictamente en cuanto a todo contacto físico durante el cortejo, y nadie debe menospreciar su posición escrupulosa ni burlarse de ella.—Compare con Romanos 14:5, 10, 22, 23.
El besarse también puede ser una expresión limpia de cariño entre personas que piensan casarse... o quizás no lo sea. En realidad la pregunta es: ¿A qué grado entra en el cuadro la pasión? Algunas clases de baile son limpias y libres de pasión; otras no. Así, también, sucede con el besarse, o aun abrazarse. Pero aunque sean limpias estas expresiones, cada una representa una nueva línea que se atraviesa. Si se atraviesan al principio del cortejo —quizás aun antes de comprometerse— es muy posible que hagan que la relación de la pareja degenere en simplemente satisfacer la pasión, llevándolos a participar en conducta inmunda, si es que no en fornicación.—Col. 3:5, 6.
Deberíamos ser honrados con nosotros mismos. Si sabemos que no tenemos fuerte gobierno de nosotros mismos en estas cosas, entonces no deberíamos perjudicar nuestro futuro ni el de la otra persona arriesgándonos. ¿Manejarías un auto por un empinado camino sinuoso si supieras que sus frenos no estaban en buenas condiciones? El tiempo para decidirte y fijar tu corazón en cuanto a estos asuntos es antes que comiences, no después. Una vez que empiezan a despertar los deseos físicos, por lo general es muy difícil detener su intensificación. (Sant. 1:14, 15) Los que permiten que se intensifique la pasión en ellos al grado de desear relaciones sexuales —cuando no tienen derecho a estas por medio del matrimonio— se someten a tensión, frustración y verdadero dolor. Es como leer un libro excitante... y hallar que el último capítulo ha sido arrancado.
Los que mantienen su relación en el cortejo en un nivel elevado tendrán un mejor comienzo en el matrimonio que los que permiten que su relación descienda a un nivel bajo por intimidad que aumenta constantemente en frecuencia e intensidad. ¿Cuánto respeto puede tenerle una muchacha a alguien a quien tiene que continuar rehuyendo? Pero, al contrario, un joven que muestra tener control de sus impulsos y acciones y es respetuoso se gana el respeto. Lo mismo aplica a una muchacha. Y ella en particular necesita darse cuenta de que, mientras que sus sentimientos quizás requieran tiempo para ser despertados, rara vez sucede así en el caso de un varón.—Pro. 25:28.
El ceder con frecuencia a expresiones cada vez más apasionadas puede llevar a un matrimonio prematuro. El libro Adolescence and Youth (página 288) dice: “Las primeras etapas del cortejo a menudo son imposiblemente románticas. El matrimonio en ese tiempo pudiera hacer que una persona esperara más del matrimonio que lo que cualquier matrimonio pudiera comprender. El cortejo prolongado por lo general produce un entendimiento más razonable de la otra persona de modo que puede dar por resultado un matrimonio comprensivo.” Para tal cortejo más largo, tiene que ejercerse restricción... de otra manera puede que el poder del impulso sexual se intensifique tan temprano que llegue a ser un verdadero peligro.—Compare con 1 Corintios 9:27.
También pueden surgir serias dudas y sospechas después del matrimonio si se permitió que la pasión coloreara el cuadro fuertemente durante el cortejo o período de compromiso. Quizás la pareja empiece a preguntarse: ¿Realmente nos casamos por amor? O ¿simplemente fuimos atrapados en la pasión? ¿Fue una selección sabia? Es posible que la muchacha quizás también tienda a dudar de la pureza del amor de su esposo, preguntándose si no se habrá casado con ella simplemente por su cuerpo y no por lo que ella era y es como persona.
Para protegerte tú mismo y proteger tu felicidad futura, evita situaciones que se presten a la pasión. (Sal. 119:101, 104) Los lugares solitarios y la oscuridad no van a ayudarte a mantener honorable el cortejo. Tampoco te ayudarán las situaciones en que disponen de mucho tiempo sin actividad planeada y parece que no hay nada más que hacer salvo entregarse a tales expresiones de cariño. Pero se puede disfrutar de actividades limpias como patinar sobre hielo, jugar tenis o un deporte similar, comer juntos en un restaurante o visitar algún museo o lugar interesante y hermoso de la localidad. Mientras disfrutan de alguna sensación de estar a solas debido a no estar cerca de conocidos personales, todavía tienen la protección de no estar completamente aislados de otras personas.
También, en vez de solo pensar en lo que te estás “perdiendo” al mostrar restricción, piensa en aquello para lo cual te estás preparando en el futuro. Entonces, en todos los años venideros, podrás reflexionar sobre tu cortejo, no con disgusto o pesar, sino con placer.—Rom. 13:13, 14.
Sí, el cortejo realmente puede probarte en cuanto a qué clase de persona eres, lo que tienes en tu corazón, cuán concienzudo eres. La Palabra de Dios no traza límites definidos para cada aspecto de este asunto. Sin embargo, los principios sanos, el consejo sabio y las pautas útiles que se hallan en la Palabra de Dios bastan para ayudarnos a mantener equilibrio, a permanecer bien dentro de los límites de lo que es limpio y moralmente saludable. Así nuestras expresiones de cariño a un cónyuge en perspectiva jamás resultarán en dañar a éste, emocional o espiritualmente. De modo que, si entras en el cortejo, sin falta mantenlo honorable. Siempre te regocijarás por haberlo hecho.
[Nota]
a Para información adicional sobre este tema, ve el artículo “¿Qué hay de concertar citas?” en La Atalaya del 15 de mayo de 1972, páginas 305-307.
[Ilustración de la página 140]
Si el cortejo de uno llega a ser una serie de expresiones apasionadas con cada vez menos restricción, ¿cómo afectará esto las perspectivas de un feliz matrimonio?
[Ilustración de la página 141]
Se puede disfrutar de mucha actividad limpia que también proteja a una pareja de estar completamente aislada de otras personas