Adoración de Satanás... ¿en la cristiandad?
HOY, precisamente en el centro de la cristiandad, hay muchos agnósticos y hasta ateos declarados. ¿Por qué? Muchos se sienten repelidos por la hipocresía que ven en las iglesias, mientras que algunos están contra el “establecimiento,” en el cual las iglesias desempeñan un papel principal.
Sin embargo a la mayoría de las personas, aun ateas, quizás les parezca difícil comprender que en la cristiandad haya personas que abiertamente adoren a Satanás el Diablo. No obstante, es cierto.
La religión del satanismo tiene “iglesias” en la cristiandad, posee una “biblia” y tiene ministros y ritos religiosos.
“La Biblia Satánica,” escrita por el fundador de la Iglesia de Satanás en San Francisco, dice, según informa el Herald de Miami: “El hombre es un animal que tiene que servirse a sí mismo. Los llamados siete pecados mortales son virtudes porque llevan a complacencia física y mental.”
“Esta es una religión de la carne, no del espíritu,” dice un “sumo sacerdote” de una secta satánica.
La adoración de Satanás sigue en gran parte el modelo del vuduismo y formas similares de adoración que se practican extensamente en África y América del Sur. Estas por lo general utilizan brujería, en lo cual está envuelto Satanás, además de otros espíritus, demonios. (1 Cor. 10:20) Hay muchas diferentes sectas menores del satanismo. Sin embargo, todas estas sectas se adhieren a una sola cosa en común: el entregarse a los deseos carnales.
Adoración espiritista, ‘obra de la carne’
Por lo tanto, es fácil ver por qué algunas personas se sienten atraídas al satanismo, con el énfasis que pone en la complacencia carnal. Pero puede surgir la pregunta: Puesto que Satanás el Diablo y sus demonios son personas espíritus, no de carne y sangre, ¿por qué son las prácticas carnales un rasgo sobresaliente de la adoración de Satanás?
Debemos recordar que los demonios en otro tiempo eran ángeles justos, ‘hijos de Dios,’ que se pervirtieron, y desearon relaciones carnales y participaron en ellas. ¿Cómo?
Antes del diluvio del día de Noé, estos ángeles dejaron su lugar celestial y la posición de servicio que tenían ante Jehová Dios. Materializando para sí cuerpos en forma de hombres, se casaron con hermosas mujeres humanas. Para criaturas espíritus, que Jesús dijo que no se casan, esto era contranatural, una perversión. Aunque se desmaterializaron al tiempo del Diluvio y regresaron a su morada espiritual, Dios los degradó con su disfavor, pero les permitió vivir hasta Su debido tiempo para destruirlos. Durante el ministerio de Jesucristo en la Tierra todavía estaban expresando sus características de perversión poseyendo a hombres o mujeres o morando en ellos.—Gén. 6:1, 2; Mar. 1:32-34; Luc. 8:26-34; Jud. 6, 7; 2 Ped. 2:4.
¿Cómo pudieron unos ángeles, criaturas inteligentes, pervertirse así, degradándose? Esto no es tan difícil de entender cuando observamos que hay personas humanas inteligentes que no solo se entregan a relaciones sexuales ilícitas, sino que gozan perversamente de la homosexualidad y hasta de la bestialidad.—Lev. 18:22, 23.
Apropiadamente, la Biblia llama a la práctica del espiritismo una ‘obra de la carne.’ (Gál. 5:19, 20) Por lo tanto, no sorprende el leer, en un informe acerca de un culto, que la celebración de su llamada “misa negra” puede efectuarse en forma de una “misa concupiscente,” en la cual el sacerdote puede tener coito sexual con la mujer desnuda cuyo cuerpo sirve de altar. Entonces cada miembro varón de la congregación lo sigue, imitando su acto, después de lo cual los hombres y las mujeres de la congregación pueden participar en una orgía sexual.
Principalmente contra Dios
Las declaraciones de los líderes satanistas muestran el deseo de hacer cosas tan ofensivas como sea posible a fin de mofarse de la adoración de Dios. Esto, por supuesto, realiza la voluntad de Satanás y los demonios. Ellos ciertamente deben sentirse muy deleitados al ver a las criaturas inteligentes de Dios degradarse así. Sin embargo, el “adorador” ciertamente está caminando en terreno peligroso.
Los adoradores de Satanás no solo participan en violación asombrosa de los mandatos de la Palabra de Dios, la Biblia. También obran en contra de su propia naturaleza humana y su conciencia. (Rom. 2:14, 15) Y violan las normas de decencia de la sociedad en la cual viven.
De esta manera describe la Biblia a esas personas, en particular a las que anteriormente afirmaban servir a Dios (como muchos satanistas lo hacían, por haber salido de las religiones de la cristiandad):
“Aunque conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron tontos en sus razonamientos y se les oscureció su corazón fatuo. Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios y tornaron la gloria del Dios incorruptible en algo semejante a la imagen del hombre corruptible y de aves y de cuadrúpedos y de criaturas que se arrastran. Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que se deshonrasen sus cuerpos entre sí, aun a los que cambiaron la verdad de Dios por la mentira y veneraron y rindieron servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó, . . . Por eso es que Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, . . . obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error. Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para que hiciesen las cosas que no son apropiadas.”—Rom. 1:21-28.
Un peligro mortífero
Es imprudente, sí, mortíferamente peligroso, el que alguien se deje atraer a ponerse en contacto con esa influencia demoníaca, aunque sea por curiosidad. La persona está arriesgándose al peligro de ser entrampada en prácticas carnales que contaminan. Pero aun peor, se está asociando deliberadamente con los que blasfeman a Jehová el Dios verdadero, el Creador y Soberano Universal. La Biblia específicamente advierte que la cólera de Dios arderá contra el que participe así en esas obras de la oscuridad.—Efe. 5:3-7.
Dios extirpó a los cananeos de la Tierra Prometida debido a estas mismísimas prácticas detestables, y dijo a Israel: “Ustedes no deben andar tras otros dioses, . . . (porque Jehová tu Dios que se halla en medio de ti es un Dios que exige devoción exclusiva,) por temor de que la cólera de Jehová tu Dios se encienda contra ti y tenga él que aniquilarte de sobre la superficie del suelo.” (Deu. 6:14, 15; Lev. 18:24, 25) ¿Por qué debería alguien querer colocarse en tal situación ante el Dios Todopoderoso?—1 Cor. 10:22.
Por otra parte, quizás una persona no sea satanista y sin embargo, debido a no estar informada por un estudio de la Biblia, sin saberlo tal vez esté rindiendo adoración a Satanás. ¿Cómo puede ser esto?