Viviendo en conformidad con el nombre
“No debes tomar el nombre de Jehová tu Dios de manera indigna.”—Éxo. 20:7.
1. ¿Qué indica que el cristiano tiene que ser progresivo en su adoración?
LA ADORACIÓN verdadera no es un ocioso formalismo de siglos atrás. Es viva, progresiva, productiva. “La palabra de Dios es viva,” dice el inspirado apóstol Pablo. (Heb. 4:12) Y Proverbios 4:18 declara: “La senda de los justos es como la luz brillante que se está haciendo más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.” Tenemos que continuar andando en la luz progresiva. Por lo tanto, el ser cristiano no simplemente es un asunto de aprender ciertas doctrinas, reconocer como bueno un cuerpo de principios que gobiernan la vida, y luego por siempre después reclamar la designación de cristiano. ¡De ninguna manera! El cristiano tiene que vivir su fe, tiene que ser progresivo en el estudio de la verdad y en aplicarla en la adoración, y tiene que ser productivo en cuanto a obras rectas que traigan alabanza a su Dios Jehová.
2. ¿Qué tienen que evitar los que aceptan la luz de la verdad?
2 Ya hemos visto la necesidad de una base bíblica sólida para nuestras creencias, poniendo a un lado las simples tradiciones y filosofías de los hombres que privan a uno de la luz de la verdad. Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue de ningún modo andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8:12) Cuando uno es llamado de las tinieblas a esta luz maravillosa, tiene que apreciar su valor a tal grado que continúe andando en ella, no haciendo viajes de regreso a las tinieblas que envuelven al mundo. (1 Ped. 2:9; Isa. 60:2, Mod) No puede haber compañerismo entre la luz y las tinieblas.—2 Cor. 6:14.
3. ¿Por qué le es vital a uno identificarse con la sociedad del nuevo mundo?
3 Hay muchas personas que han llegado a saber de las densas tinieblas espirituales que cubren al mundo y ciegan la mente de los hombres; han alcanzado a ver la luz de la verdad proclamada por aquellos a quienes Jesús identificó como la “luz del mundo,” y sin embargo no se identifican con esa sociedad del nuevo mundo de portadores de luz. (Mat. 5:14) Tratan de mantener una actitud supuestamente “neutral.” Al proceder así no están tomando en cuenta el hecho de que en este tiempo de juicio cuando se les da la oportunidad de aprender la verdad y ponerse de parte de Jehová Dios y de su reino justo ellas hacen una selección que significa vida o muerte. (Deu. 30:15, 16) Tal vez crean el mensaje, pero a menos que realmente sigan a Cristo, identificándose con él y con sus hermanos, el cuerpo colectivo de los testigos ungidos de Jehová, no poseen la luz de la vida. En la antigua Sodoma no sobrevivió nadie que no dió los pasos necesarios y realmente se asoció con Lot y su familia y se salió de aquella ciudad condenada. Nadie que no respondió al mensaje de amonestación entregado por Noé y entró en el arca con él y su familia vivió a través del cataclismo de entonces. “Así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:39) ¡Cuán urgente es en el corto tiempo que queda el identificarse uno con la sociedad del nuevo mundo dentro del nuevo sistema de cosas semejante al arca! Las Escrituras dan énfasis a esto, y a causa de eso los cristianos verdaderos están agradecidos, porque esto hace que no quede en su mente ninguna duda en cuanto a lo que se requiere para recibir la aprobación de Dios.
4. ¿Qué punto de vista debe tomarse en cuanto a la asistencia a las reuniones?
4 Los que están dentro de la sociedad del nuevo mundo reconocen como provisión para su bienestar espiritual el requisito declarado en Hebreos 10:24, 25: “Considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras rectas, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.” Jehová ha preparado un banquete espiritual de manjares pingües para su pueblo con el fin de edificarlo y fortalecerlo para las pruebas acrisoladoras de la fe a que se enfrenta ahora y que le esperan en el futuro a un grado aun mayor a medida que Gog de Magog avanza para hacer su ataque en un esfuerzo supremo por eliminar a la espiritualmente próspera sociedad del nuevo mundo. Ahora es el tiempo para responder a la invitación de participar de estas provisiones espirituales libremente. (Apo. 22:17) Los miembros nuevos y aun otros tal vez hallen que otros intereses tienden a no dejar lugar para esa asociación regular del nuevo mundo. ¿Es el trabajo seglar, las visitas u otras actividades? Entonces lea cuidadosamente el consejo que está registrado en Efesios 5:15-17: “Vigilen estrechamente que su manera de andar no sea cual personas imprudentes sino cual personas prudentes, comprando el tiempo oportuno que queda para ustedes mismos, porque los días son malos.” Sí, nos va a costar algo. Quizás tengamos que renunciar a otras actividades en esas noches. Pero si nosotros como cristianos hemos fijado nuestro corazón en los ‘nuevos cielos y la nueva tierra donde habrá de morar la justicia,’ ¿no es eso la cosa razonable que debemos hacer para tener muy presente ese interés y para guiar nuestra vida en consonancia con ello? (2 Ped. 3:11-13) “Debido a esto dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.” No hay duda en cuanto a lo que su voluntad es en este asunto; él la ha expresado en su Palabra. El proceder cristiano razonable es modelar nuestra vida según el patrón que merezca Su aprobación.—Rom. 12:2.
5. ¿Cuál es el deseo natural de la persona que aprende la verdad?
5 A medida que nuestra mente se llena de la verdad, no podemos menos que sentirnos impulsados por un deseo abrumador de dar a conocer nuestro aprecio a Jehová Dios por sus innumerables expresiones de bondad amorosa para con sus criaturas. Nos consideramos felices de estar contados entre sus siervos y de darle devoción exclusiva. Como el salmista hace mucho tiempo dijo, así respondemos nosotros: “¡Dad gracias a Jehová, porque él es bueno! porque para siempre es su misericordia.” Si nos abstuviéramos de hacerlo nos sentiríamos como Jeremías, quien dijo que la Palabra de Dios es como “fuego consumidor, encerrado en mis huesos; . . . no pude callar.” (Sal. 136:1; Jer. 20:9, Mod) Podemos mostrar este deseo de servir por medio de dedicarnos a Dios, simbolizando esa dedicación por medio de inmersión en agua y luego cumpliendo con ella por medio de continuar fielmente haciendo Su voluntad.
DEDICACIÓN CRISTIANA
6. ¿Qué manifiesta que la dedicación y el bautismo le son necesarios a la persona que cumple con lo que exige de ella el llevar el nombre de cristiano?
6 El que la dedicación y el bautismo son requisitos divinos claramente se manifiesta en la Biblia. La dedicación cristiana es el acto de apartarse una persona por acuerdo solemne, sin reservas e incondicionalmente, para hacer la voluntad de Jehová Dios por medio de Cristo Jesús, según se manifiesta esa voluntad en la Biblia, siendo aclarada ésta por el espíritu santo de Dios. Para demostrar lo correcto de tal acto uno simplemente necesita preguntarse: ‘¿Es correcto que una persona sirva a Dios, dándole devoción exclusiva, y debe expresarse este deseo a Dios en oración?’ La respuesta es obviamente ¡sí! Jesús rechazó la sugestión del Diablo de hacer lo contrario cuando dijo: “Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solamente que tienes que rendir servicio sagrado.” (Luc. 4:8) Poco antes de esto él se expresó en oración a su Padre, como había sido registrado mucho antes en los Salmos: ‘¡Mira! Yo he venido para hacer tu voluntad.’ (Heb. 10:7-9) Él dió a conocer su deseo de rendir servicio sagrado exclusivamente a su Padre Jehová Dios. Como símbolo de esa promesa solemne de dedicación, fué bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista. (Mar. 1:9) Él mismo explicó a Juan, que se hallaba algo indeciso, que esto era necesario con el fin de cumplir los requisitos justos de Dios, y Jehová mismo unió su testimonio a ese hecho al testimonio de Jesús por medio de abrir los cielos y decir que él aprobaba a su Hijo y en consecuencia el derrotero que él había tomado. (Mat. 3:13-17) Jesús indicó que los que llegarían a ser sus discípulos serían bautizados también.—Mat. 28:19, 20.
7. ¿Por qué se retraen algunos de dedicarse y bautizarse?
7 Con tal precedente bien definido para este derrotero cristiano, ¿qué podría hacer que uno se retuviera de dedicarse y bautizarse? La falta de amor cristiano maduro. El que ama a Dios obedece sus mandamientos. (1 Juan 5:3) Naturalmente, esto puede deberse a la influencia de diversos asuntos. Por ejemplo, algunos están tan preocupados con los intereses comerciales o con el seguir tras las comodidades del mundo que les queda poco tiempo. Si tal es el caso, ahora es el tiempo para cambiar el objeto de su cariño con miras a la vida en el nuevo mundo. “No estén amando al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo en el mundo—el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno—no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. Además, el mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:15-17) La Biblia se refiere a las cosas que muchos anhelan como “el poder engañoso de la riqueza,” porque el tener riquezas le da a uno un falso sentido de seguridad. (Mat. 13:22) La seguridad verdadera se encuentra en amar y servir a Jehová.
8. ¿Por qué no querrá la persona que ama a Dios evitar el hacer una dedicación y simbolizarla por medio del bautismo en agua?
8 Hay quienes desamoradamente se retraen de hacer una dedicación a Jehová porque creen que de esa manera están evitando una carga pesada de obligación y no tendrán que responder por ella. Quieren vivir en el nuevo mundo, pero son demasiado perezosos para hacer algo acerca de ello. “El perezoso está mostrándose deseoso, pero su alma [no tiene] nada. No obstante, la mismísima alma de los diligentes será engordada.” (Pro. 13:4) No han evitado la responsabilidad porque la obligación llegó cuando se les dió la oportunidad de oír la palabra de Jehová. (Eze. 33:7-9, Mod) Por medio de hacer una dedicación ellos demuestran que entienden la voluntad de Dios y que están deseosos de hacerla. Entonces al ser bautizados no se obligan más, sino que simplemente están demostrando mediante obediencia que ellos dijeron verdad cuando prometieron obediencia sin reservas a Dios. Ellos dan testimonio ante sus compañeros cristianos, como ya han dado testimonio ante Dios, de que ellos dicen verdad al decir que quieren servir a Dios. Es un acto de obediencia por parte suya y, en vez de colocar una carga más pesada sobre ellos, les trae la bendición de Jehová, porque ellos están cumpliendo con la promesa solemne de dedicación que ya han hecho en su oración a Dios.
9. ¿Qué falta verdaderamente cuando algunos se retraen de dedicarse temiendo que no saben bastante, y qué textos bíblicos muestran que esto es verdad?
9 En lo que concierne a otros puede que sea un sentido de insuficiencia, un sentido de no saber lo suficiente como para explicar la Biblia a otros, lo que haga que se retraigan temerosamente. Pero, ¿es la falta enteramente una falta de conocimiento? El eunuco etíope, mencionado en el capítulo ocho de los Hechos, estuvo listo para simbolizar su dedicación a Jehová después de una consideración de puntos con Felipe en un viaje en coche. Un leproso a quien Jesús limpió se sintió tan lleno de gratitud que no pudo contenerse; “comenzó a proclamarlo en gran manera y a divulgar el relato.” (Mar. 1:40-45) Seguramente él no podía contestar todas las preguntas de las personas con quienes hablaba, pero sabía que ésta era la mejor cosa que había encontrado y les podía decir a otros dónde podían aprender más. Quizás aquellas personas no tenían todas las respuestas, pero tenían corazones que rebosaban de gratitud por las cosas que habían oído y experimentado. No se retrajeron por temor. “No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor ejerce una restricción.” (1 Juan 4:18) No sólo una cabeza llena de respuestas, sino un corazón lleno de amor es lo que impulsa a uno a obedecer los mandamientos de Dios. Si hemos de conseguir la vida en el nuevo mundo debemos tener esa clase de amor. “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente,’ y, ‘a tu prójimo como a ti mismo.’ . . . ‘siga haciendo esto y conseguirá la vida.’”—Luc. 10:25-28.
DESEMPEÑANDO SERVICIO EFICAZ
10. ¿Cómo hay que desempeñar el ministerio del campo si ha de ser aceptable a Jehová?
10 A los cristianos en este tiempo del fin se les dan las instrucciones para el servicio que se encuentran en Mateo 24:14: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” Todos los que amorosamente obedecen a Cristo consideran un privilegio el participar en este ministerio. Por medio de participar en esta actividad de predicar el Reino ellos ofrecen “a Dios sacrificio de alabanza, esto es, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.” (Heb. 13:15) Estos sacrificios no pueden ser presentados de manera casual, sino de manera que sea digna del Dios en cuyo servicio se ofrecen. Sin embargo, la aceptabilidad del servicio de uno no se determina comparándolo con el servicio de sus hermanos; se gobierna por comparación con lo que uno mismo puede hacer. Jesús indicó que una viuda pobre que ofreció en el templo sólo dos monedas de muy poco valor había dado más que los ricos, porque ella dió “su completa subsistencia.” (Mar. 12:44) ¡Cuán vital es que nosotros, también, hagamos el máximo esfuerzo cuando presentamos nuestro sacrificio de alabanza a Dios!
11. ¿Cuál es una buena evidencia de un ministerio fructífero, y por qué es tan importante?
11 Cristo Jesús mostró qué otra cosa hace al servicio de uno un servicio que plazca bien a la vista de Dios. “Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan produciendo mucho fruto y muestren ser mis discípulos.” (Juan 15:8) El simplemente sembrar semilla no es igual que producir fruto. Esa semilla de verdad tiene que ser regada y cultivada y tiene que crecer hasta convertirse en una planta productiva con el fin de dar fruto. Si como resultado de nuestro ministerio la semilla de la verdad queda arraigada y se le cuida hasta que también crece y se convierte en una planta productiva de fruto, entonces nuestro ministerio glorifica a Jehová porque produce más alabadores. Cada congregación y cada individuo que participa en el servicio de Jehová haría bien en detenerse y preguntar: ‘¿Puedo señalar a ministros dedicados que están produciendo alabanza como fruto en evidencia de un ministerio productivo de alabanza a Jehová?’ Pablo pudo, y él dijo: “Se manifiesta que ustedes son una carta de Cristo escrita por nosotros como ministros, inscrita no con tinta, sino con el espíritu del Dios viviente, no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en corazones.” (2 Cor. 3:3) Si no tenemos tal carta de recomendación, entonces en vez de continuar desempeñando un ministerio que en este respecto es improductivo, haríamos bien en analizarnos a nosotros mismos y analizar nuestro servicio para ver dónde puede lograrse mejoramiento.
12. ¿Qué cualidad demostrada por Jesús e imitada por los cristianos los fortalece y hace que continúen predicando a pesar de la oposición?
12 Jesús indicó que el segundo de los dos grandes mandamientos es amar uno a su prójimo como a uno mismo. No sólo habló acerca de ello; lo demostró. Sintió compasión por las multitudes a quienes predicó, porque, como él dijo, “estaban despellejadas y arrojadas acá y allá como ovejas sin pastor.” (Mat. 9:36) Su corazón sintió compasión hacia ellas, y ese amor atrajo a los de disposición hacia lo justo. Así sucede con los que son discípulos suyos. Son reconocidos como discípulos suyos porque manifiestan la duradera cualidad del amor. (Juan 13:35) Con interés piadoso en las ovejas del Amo ellos regresan a las casas vez tras vez, instando a los habitantes a que ‘se reconcilien con Dios.’ (2 Cor. 5:20) Cierto, tal vez hayan sido despedidos indiferentemente o les hayan cerrado la puerta en la cara la última vez que estuvieron en cierta casa, pero ‘el amor es sufrido. No busca sus propios intereses, no se irrita. No lleva cuenta del daño.’ (1 Cor. 13:4, 5) Y puesto que es el amor lo que los impulsa a visitar los hogares, cuando hacen visitas repetidas todavía están tan ansiosos de ayudar a las personas a conseguir la vida en el nuevo mundo como lo estuvieron en su primera visita. Es esta cualidad la que les impide el apartarse de territorio o de casas donde quizás no se les haya recibido hospitalariamente en el pasado, o el favorecer a cierta clase de territorio prefiriéndolo a otros. Los mantiene optimistas cuando el mensaje que llevan es rechazado repetidamente. Habiéndose esmerado por prepararlo y presentarlo, saben que las ovejas conocen la voz del Amo y responden, y se regocijan al ver ante ellos la evidencia clara de la obra de división que se está efectuando ahora bajo la dirección del Rey Cristo Jesús por la predicación que llevan a cabo los hermanos ungidos de él y sus compañeros que forman parte de las otras ovejas. (Mat. 25:31-33) Cuando una persona acepta la verdad, ¡cuán gozosos están éstos de tener asociada con ellos a otra de las ovejas del Señor! Y cuando ellos han hecho su parte en preparar y, donde es posible, presentar el mensaje, en vez de sentirse desanimados su fe se hace más firme cuando contemplan a los escarnecedores de quienes se profetizó que rechazarían las buenas nuevas.—2 Ped. 3:3, 4.
TRABAJANDO REPETIDAMENTE EL TERRITORIO
13, 14. (a) ¿Qué situación ha surgido en muchos lugares debido a la diligencia de los predicadores en el ministerio? (b) ¿Qué situación semejante existió en la congregación de Jerusalén del primer siglo?
13 Durante aproximadamente cuarenta años desde que el Señor Jehová vino con su Mensajero del pacto al templo espiritual para juicio, los fieles testigos de Jehová han ido por los países, en cumplimiento de la visión del hombre vestido de lino y con el tintero de escritor a su costado. (Eze. 9:1-11, Mod) En algunas ciudades y poblaciones han visitado las casas vez tras vez, quizás haciéndolo cada pocas semanas. Quizás los amos de casa les digan que han oído el mensaje, y el clero religioso se queje de que ellos han llenado la tierra con su doctrina concerniente a Jehová Dios y a su reino. En muchos lugares los testigos de Jehová encuentran indiferencia general o hasta oposición declarada. En vista de estas cosas, ¿deberían creer ahora que el trabajo ha concluido?
14 Enfrentándose a esta situación, sería prudente tomar en cuenta la situación de nuestros hermanos en la congregación de Jerusalén del primer siglo. Tan profundamente se había sentido el trabajo de predicación allí que los hermanos fueron llevados por la fuerza ante el Tribunal Supremo por segunda vez y se les dió la firme reprimenda: “Les ordenamos positivamente que no siguieran enseñando con este nombre de base, y sin embargo, ¡miren! ustedes han llenado a Jerusalén con su enseñanza, y están determinados a traer la sangre de este hombre sobre nosotros.” Algunos no apreciaron las visitas repetidas a sus hogares, pero ¿estaban libres los apóstoles para retirarse de este servicio? No si querían ser cristianos verdaderos, ministros de Dios. Su respuesta sencilla al tribunal fué: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.”—Hech. 5:28, 29.
15, 16. (a) ¿Cuán intensamente trabajaban su territorio? (b) ¿Cuáles fueron los resultados, y por qué?
15 Considere usted las circunstancias en que se hallaba aquella congregación. En el día del Pentecostés, cuando con el derramamiento del espíritu santo se lanzó la gran campaña de predicación en Jerusalén, un grupo de 120 recibió el espíritu santo de Dios y después salió a trabajar. Lógicamente Jerusalén era su asignación. ¿Cuán grande era? Parece que Jerusalén en ese tiempo medía aproximadamente 1,200 metros de norte a sur y 790 metros de oriente a occidente. Cubría menos de 130 hectáreas, incluyendo la amplia área del templo. Naturalmente, teniendo calles angostas y casas de varios pisos estrechamente juntas, la población sería numerosa. Pero represéntese en la mente un cuadro vivo de la situación. Con esta área que pudiera compararse a aproximadamente setenta y dos manzanas residenciales de una ciudad, había poco más que la mitad de una manzana para que la atendiera cada ministro. ¿Está su territorio para testificar tan lleno de ministros del Reino como el de ellos?
16 El trabajo no se detuvo. Pues en ese día memorable del Pentecostés “cerca de tres mil almas fueron añadidas” a su número. Con esta grande afluencia de creyentes que estaban ansiosos de hablar la verdad, se dió un testimonio tremendo en su asignación. “Al mismo tiempo Jehová diariamente continuó uniendo a ellos los que estaban siendo salvados.” Y la congregación se ensanchó de modo que “el número de los hombres llegó a ser aproximadamente cinco mil.” El trabajo todavía no cesó, sino que “la palabra de Dios siguió creciendo, y el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén, y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe.” (Hech. 2:41, 47; 4:4; 6:7) ¿A qué se debió la tremenda expansión? Simplemente a que ‘obedecieron a Dios como gobernante más bien que a los hombres.’ Sus opositores les pidieron que cesaran de trabajar. Desde un punto de vista humano puede haber parecido que el territorio se estaba trabajando demasiado. Pero el trabajo se estaba haciendo bajo la dirección del espíritu de Dios. Siguieron su dirección, plantando y regando diligentemente, y Dios siguió haciéndolo crecer.
17. (a) ¿Cómo les han mostrado gran consideración a su prójimo los testigos de Jehová al hacer tales visitas repetidas? (b) ¿Deberían aflojar el paso ahora en el territorio que se ha trabajado muchas veces?
17 Pero, ¿no debe considerarse la conveniencia del público? Sí, y la consideran los testigos de Jehová cuando ponen el interés que tienen en su prójimo por encima de su propia conveniencia personal y vuelven a pesar de los desaires que reciben, a pesar de la indiferencia que encuentran, a pesar del tiempo desfavorable o aun proscripciones impuestas a su trabajo y la amenaza de encarcelación o aun la muerte si continúan. Ellos saben que sólo los que reciban anuentemente la marca en el asiento de su inteligencia porque han oído el mensaje y han aceptado y obrado en armonía con éste en fe sobrevivirán la venidera batalla del Armagedón. Es a causa de que aman a su prójimo que ellos lo instan a ‘reconciliarse con Dios.’ El mandato de Dios para sus siervos hoy, como para Ezequiel de la antigüedad, es: “Les hablarás mis palabras, ora que oigan, ora que dejen de oír.” (Eze. 2:7, Mod) A los que respondan al mensaje y reciban la marca de parte de la clase del “varón vestido de lino blanco” se les describe como “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar.” (Apo. 7:9) En pleno reconocimiento de ese hecho, ningún testigo de Jehová asume el decir que el trabajo se ha concluido en su territorio, que ya no hay más ovejas. Con gusto continúan con su ministerio hasta que Jehová diga que basta, haciendo “que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes.”—Isa. 6:11, Mod.
18. ¿Qué se necesita si ha de haber crecimiento en la congregación cristiana, y por eso cuál es el derrotero correcto que se ha de seguir?
18 Los testigos de Jehová están bien enterados del hecho de que no son ellos, sino Dios, quien sigue haciendo crecer su organización. (1 Cor. 3:6) De modo que cuando consideran la manera de mejorar su ministerio no proponen el introducir ideas y proyectos de los hombres para juntar personas y edificar una organización enorme. La organización es de Dios, y sólo los que son atraídos a ella mediante él por ser personas semejantes a ovejas que lo aman a Él, a su Hijo y a su reino y que han prestado oídos a su Palabra en creencia tienen un lugar en ella. Puesto que es por medio de Su espíritu que Jehová desempeña su trabajo, su pueblo está deseoso de que haya evidencia del funcionamiento de ese espíritu en su ministerio por medio de la producción de fruto. Si falta dicho fruto, estudian otra vez las maneras y medios empleados por Cristo Jesús y se esfuerzan por imitarlo más estrechamente. Mediante el responder así a la guía de la Biblia, que fué registrada bajo la inspiración del espíritu santo, hacen accesible el camino para que el espíritu de Dios funcione más libremente en su vida, produciendo el fruto en su ministerio que honra a Dios.
19. ¿Qué asegurará resultados máximos en nuestro ministerio, y por qué?
19 Los que son maduros en crecimiento cristiano han llegado a apreciar, por medio de las Escrituras y la manifestación evidente del favor de Jehová sobre su esclavo fiel y discreto, que Jehová trata con su pueblo como organización y que su espíritu funciona en unión con esa organización. (Mat. 24:45-47) En consecuencia, cuando consideran los factores que tienen que ver con el crecimiento en su congregación, saben que una consideración principal es su obediencia a las instrucciones que se proveen regularmente por medio de las columnas de La Atalaya, el Ministerio del Reino y otras publicaciones teocráticas y por medio de asambleas. Puesto que dicho espíritu de Dios funciona en unión con la organización, entonces al grado que los superintendentes, los auxiliares ministeriales y los ministros individuales locales responden al consejo provisto para ellos por medio de la organización teocrática, a ese grado se hace accesible el camino por este medio para la libre afluencia del espíritu santo de Dios. Los que crean que no están viendo resultados al grado que pudieran verlos en la expansión de la adoración verdadera en su asignación harían bien en considerar estos factores, disipar cualquier actitud negativa o derrotista y de manera optimista poner en vigor todas las provisiones sugeridas por la organización teocrática. Si diligentemente plantamos y regamos, siguiendo la dirección que Jehová nos da por medio de su Palabra y su conducto de comunicaciones, él bendecirá nuestros esfuerzos con crecimiento hasta que todas sus ovejas sean recogidas felizmente dentro de su sociedad del nuevo mundo.
20, 21. (a) ¿Cómo podemos organizarnos para ensanchar nuestro servicio? (b) ¿Qué punto de vista debe tomarse de los privilegios de servicio confiados a nuestro cuidado?
20 Ahora en este tiempo crítico cuando el viejo mundo bajo Satanás se acerca al tiempo de su destrucción completa a manos de Cristo Jesús, el Ejecutor Hijo de Jehová, es vital que vivamos en conformidad con el nombre que llevamos como testigos cristianos de Jehová para que contemos con el favor de Jehová y su Hijo. Como ministros cristianos de Dios tenemos un propósito en la vida, y ése es el dar devoción exclusiva a nuestro Dios Jehová. Jamás debemos perderlo de vista; siempre debemos moldear nuestra vida para ajustarnos a ello. Habiendo principiado a andar en el camino de la justicia, jamás nos volvamos atrás.
21 Si usted se ha dedicado a servir a Dios, que esa dedicación guíe sus decisiones. En vez de asumir más obligaciones que le hagan disminuir su ministerio, esté siempre alerta para aprovecharse de las oportunidades de ensanchar su conocimiento de la verdad y de aceptar privilegios adicionales de servicio. Quizás usted pueda organizar sus asuntos para emplear más tiempo en el ministerio como publicador de congregación; si es posible, aun mudándose con su familia a territorio donde hay gran necesidad de ayuda. Si tal es el caso, usted querrá hacerlo. Quizás usted pueda organizar su vida de tal modo que pueda asirse del glorioso tesoro del ministerio de tiempo cabal como precursor, yendo a la Escuela de Galaad y luego al servicio misional o sirviendo como miembro de la familia Betel. Habiendo dado un paso hacia adelante, determínese usted a mantener asidos sus privilegios de servicio. Es fácil hacerse a un lado y dejar que otra persona se haga cargo de su puesto, pero el modelo que se nos puso en la Biblia es el de siervos fieles que se adhirieron tenazmente a su trabajo. No hay registro de que Jesús haya entregado una asignación de servicio incompleta, aunque debido a la fidelidad ha sido recompensado con más y mayores privilegios de ministerio. Abrahán aceptó una asignación de servicio en el extranjero de parte de Jehová cuando tenía setenta y cinco años de edad, y se quedó en su colocación durante cien años, hasta el tiempo de su muerte. Sea la determinación de todos los que están asociados con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová la de imitar esos modelos de perseverancia fiel. Habiendo emprendido este derrotero, corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros, siguiendo el camino que dejó marcado al andar por él Cristo Jesús, aquel a quien Dios aprueba.—Heb. 12:1, 2.