Rechazando el ataque de los espíritus inicuos
En todo país se hallan prácticas espiritistas entrampadoras. ¿Qué puede uno hacer para protegerse a sí mismo y a sus amados?
HOY es más urgente que nunca antes orar: “Líbranos del inicuo”... las palabras de conclusión de la oración modelo que Jesucristo dio a sus discípulos. (Mat. 6:13) Son una petición a Jehová Dios de liberación de las fuerzas de espíritus inicuos. Pero, ¿quién específicamente es el “inicuo” cuyos ataques necesitamos rechazar?
Jesucristo nos dio la identidad de este “inicuo.” En su ilustración de la mala hierba en el campo, dijo: “La mala hierba son los hijos del inicuo, y el enemigo que la sembró es el Diablo.”—Mat. 13:38, 39.
Entonces, el “inicuo” es Satanás el Diablo, un poderoso espíritu inicuo, concerniente a quien dice la Santa Biblia: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) Sin embargo, la instrucción de Jesús sobre la manera de orar demuestra que la liberación del poder de este “inicuo” y otros espíritus inicuos es posible. Ilustrando también esto se halla el relato de la Biblia que describe todas las dificultades que el Diablo acarreó contra el justo Job, y no obstante Job salió triunfante. Esto anima, porque Job fue humano imperfecto como nosotros, y no obstante salió victorioso de todos los ataques malignos de aquel “inicuo.”—Job 1:1–2:10; 42:10-17.
Pero, ¿por qué es tan urgente orar: “Líbranos del inicuo”? Porque, como demuestra Revelación, capítulo doce, se ha peleado una guerra en el cielo con consecuencias trascendentales para la Tierra. El reino de Dios en las manos de Jesucristo resultó victorioso y el Diablo y sus ángeles demoníacos fueron arrojados a la vecindad de la Tierra. (Rev. 12:7-9) ¡Fueron arrojados, no lejos de la humanidad, sino en dirección de la humanidad! ¿Pronosticó bien esto para los que moran en la Tierra y los que moran en el mar? ¡No! La Biblia demuestra que sería un tiempo de ay sin precedentes: “Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.”—Rev. 12:12.
El Diablo y sus demonios, por lo tanto, están muy cerca de la humanidad, y saben que su tiempo es muy corto. Cuando Jesucristo echó fuera demonios de un hombre en el primer siglo, éstos pidieron que no les ordenara irse al abismo, de modo que Jesús les permitió que entraran en un hato de unos 2.000 cerdos, los cuales luego se arrojaron por un precipicio al mar y se ahogaron. (Luc. 8:27-33; Mar. 5:1-17) Si hace 1.900 años los demonios, sabiendo que algún día serían echados al abismo, manifestaron disposición tan violenta, seguramente ahora cuando se ha acercado tanto el tiempo en que serán abismados, han de ser más malignos y han de estar más desesperados que nunca. Estos malhechores espíritus están empeñados en causar todo el daño posible entre la humanidad, especialmente en aplastar personalidades cristianas, puesto que son antidios, antireino, anticristo, antitodos los que son testigos cristianos de Jehová. (Rev. 12:17) Así discernimos la urgencia de saber la manera de rechazar el ataque de las inicuas fuerzas espirituales.
MUCHAS FORMAS DE ATAQUE Y HOSTIGAMIENTO
Parece que la actividad de los demonios ha aumentado, variando en grado y forma de lugar en lugar. Mientras más predominen las prácticas espiritistas en determinada área, es probable que haya más problemas con aflicciones y hostigamiento de los demonios.
El ataque por las inicuas fuerzas espirituales puede asumir muchas formas. De casos reales, sabemos que puede ser ataque físico, así como ataque mental. Puede haber un golpe corporal, una bofetada, el derribar a la persona al suelo (Mar. 9:17, 18), enfermedad y dolor corporales, no pudiendo los doctores hallar la causa. (Luc. 11:14; Mar. 1:26; 9:25; Mat. 12:22) La persona puede ser perturbada mientras trata de dormir, debido al predominio de ruidos anormales en la casa. Puede haber un tirón de las cobijas, una sacudida a la cama, una aparición como rostro o un par de ojos malignos. A menudo se oye una “voz” que hostiga y aterroriza. La voz por lo general sugiere o manda determinado derrotero, que, si se sigue, puede resultar en derrumbe espiritual, violencia, locura o suicidio.
CÓMO SE IMPLICAN
Pero, ¿cómo llega una persona a implicarse, de modo que quede bajo tal ataque de los demonios? Quizás una persona esté metiéndose en prácticas asociadas con el espiritismo, como la astrología, el Yoga, la percepción extrasensoria, la localización de agua con una varita mágica, el hipnotismo, el usar una tabla ouija o el péndulo para adivinar. La Biblia claramente condena la adivinación de cualquier clase, artes mágicas, hechicería, embrujar, adivinar, consultar a una médium espiritista o inquirir de los muertos y ‘buscar agüeros.’ (Deu. 18:10, 11; Isa. 8:19) Por consiguiente, si uno participa de estas prácticas que implican “poder misterioso” o se asocia con personas que lo hacen, se está poniendo en una situación peligrosa.—1 Sam. 15:23; 1 Cor. 15:33; Rev. 22:15.
Algunos quizás ‘busquen agüeros’ en sus sueños y en otros incidentes de su vida y luego se esfuercen por relacionar éstos con el futuro. Esto es sumamente peligroso. También, al mostrar indebido interés en los asuntos ocultos y al absorberse en tales libros, quizás uno llegue a estar bajo ataque de los demonios.
Otros se hacen vulnerables al modo de pensar demoníaco llenando su mente con el espíritu de violencia de este mundo. Quizás uno lea regularmente novelas de misterio o policíacas o vea programas de TV que dan prominencia especial a la violencia y al matar. Una cristiana se formó la afición de leer tales libros a pesar del consejo de Filipenses 4:8, y con el tiempo estuvo tan desastrosamente afectada que pidió ayuda, temiendo que mataría a su propio esposo y a sus propios hijos amados. Algunos no buscan ayuda sino que ceden a la compulsión de matar, como tan a menudo leemos en los periódicos. Por ejemplo, el Times de Nueva York del 11 de noviembre de 1965, publicó el relato de un joven que le disparó a cuatro personas de las cuales mató tres al robar un banco:
“Fue impelido, dijo, por una compulsión que asumió forma visual en su mente en mayo pasado, un ‘cuadro’ de él mismo en que le disparaba a cuatro personas, entre ellos una mujer, al yacer todos en el piso. En junio, dijo, ‘parecía que no había nada más’ en su mente. . . . [Él] dijo que su pistola se trabó después del primer disparo y ‘yo quería salir corriendo del banco.’ [Pero] ‘parecía que alguien me estaba jalando,’ respondió el joven. ‘No me podía ir. Tenía que dispararles.’”
Otros se meten en dificultades yendo a consultar a alguno que sana por medios espiritistas. El consultar a brujos, sanadores psíquicos, diagnosticadores psíquicos, espiritistas o el que use cualquier clase de terapia que implica percepción extrasensoria puede ponerlo a uno en contacto con los demonios. El libro Evidence of Satan in the Modern World habla de una mujer que fue a ver a un sanador magnético para un tratamiento, pero cuando se resistió a sus requerimientos amorosos, la embrujó, causando muchas clases de ataques por los demonios.
No obstante, otros sin saberlo se mudan a una casa que por largo tiempo ha estado embrujada por demonios y luego, cuando son atacados, en vez de mudarse, tratan de desafiar a los demonios en su “propio terreno” o hasta los desafían de alguna manera u otra, acarreándose dificultad.
Muy a menudo se descubre que la persona que está teniendo dificultad con los demonios tiene un pariente o conocido que participa en espiritismo. Investigación adicional por lo general revela que tal persona ha recibido un regalo de alguien que está bajo la influencia de los demonios. Pronto después de haberse introducido el objeto o artículo en la casa de tal persona, hubo dificultades. A veces, después de morir un espiritista, un pariente sobreviviente imprudentemente introduce los efectos domésticos del espiritista en su propia casa, con trágicas consecuencias. Cuadros y símbolos religiosos falsos también han estado implicados.
NO PRESTE ATENCIÓN A VOCES NI RUIDOS DEMONÍACOS
Una de las formas más comunes de ataque de los demonios es mental, cuando el espíritu inicuo habla en voz alta. La persona oye claramente una “voz.” ¿Qué hay si usted oye tal voz? ¿Debería llenarse de pánico o sentir que usted está apostatando de la fe cristiana? ¡De ninguna manera! El Diablo ha usado por largo tiempo tales ataques verbales, comenzando con Eva. ¡Pero usted no necesita prestarle atención a la voz de un demonio, como Eva lo hizo! (Gén. 3:1-6) Recuerde, el Señor Jesucristo espiritualmente fue la persona más fuerte en la Tierra, no obstante estuvo bajo ataque. (Mat. 4:1-10) Si Jesús fue atacado así, ¿hemos de pensar que a ninguno de sus seguidores le hablaría la voz de un espíritu inicuo? ¡De ninguna manera!—Mat. 10:24, 25.
Lo que ha de hacerse si una persona es hostigada por una voz demoníaca es seguir el ejemplo del Señor Jesucristo, que rehusó considerar las sugerencias del Diablo siquiera por un instante. Por eso, no preste atención a nada de lo que diga la “voz.” Haga lo que dice Dios. Si la voz le dice que se quede en casa y no vaya a las reuniones cristianas, obedezca a Dios, que dice que vaya a tales reuniones.—Heb. 10:25.
Quizás la voz pretenda ser un espíritu bueno, que lisonjee la vanidad de uno, pero es un espíritu mentiroso. ¡Rechace las sugerencias o enseñanzas demoníacas! (1 Tim. 4:1; 2 Tes. 2:9, 10; Juan 8:44) Dios no está pasando por alto su propia Santa Palabra ni está dando comunicación especial a individuos hoy.
Quizás las voces demoníacas traten de desbaratar matrimonios cristianos. En un caso, cuando el esposo tenía que trabajar hasta tarde, telefoneaba a su esposa; después, una “voz” suscitaba dudas en la mente de la esposa diciéndole audiblemente: “Ya ves, se va con alguna otra mujer; no te ama.” El creerle a la voz de algún demonio causará estragos en el matrimonio y vida espiritual de uno; créale a Dios y usted tendrá éxito.—Jos. 1:8; Efe. 5:21-33.
A veces un demonio no habla audiblemente sino que trata de meter a la fuerza sus sugestiones inicuas en la mente de uno. Quizás uno oiga una expresión autoritativa en la mente. Es persistente y ajena a las creencias que tiene uno que se basan en la Biblia. Las sugestiones de ellos siempre se oponen a la verdad de Dios.
Si usted oye voces o ruidos causados por demonios, ¿qué puede hacer? ¡Dirija su atención a las cosas de Dios! ¡Rehúse escuchar a los demonios! Embote usted su oído para no oírlos, mentalmente hablando, e inmediatamente recurra a Jehová Dios en oración para que lo libre. Proverbios 18:10 dice que el nombre de Jehová “es una torre fuerte” y que el justo correrá a ella y será protegido. De modo que si los demonios lo atacan mentalmente, lo que ha de hacerse es esforzarse mentalmente en la dirección opuesta y enérgicamente echar a un lado estas impresiones endemoniadas y poner activamente a trabajar la mente de uno en las cosas de la Palabra de Dios, aun citando textos en voz alta, o en voz baja. (Fili. 4:6-8, 13) No se debilite en este proceder, sino que ore a Dios por fuerza para llegar a ser más poderoso como personalidad cristiana.
INVESTIGANDO LA CASA Y OBJETOS DOMÉSTICOS
La persona que esté bajo ataque de los demonios debe investigar calmadamente, no con histeria, su casa y sus artículos domésticos. En algunos cuantos casos la casa quizás sea la causa de la dificultad y la mejor cosa que hacer es mudarse. Algunos demonios se deleitan en embrujar un lugar. Por eso, si usted experimenta dificultad poco después de mudarse a una casa, investigue. ¿Estuvo desocupada la casa por largo tiempo? ¿Por qué? ¿Se mudaba y se salía frecuentemente la gente? ¿Por qué? ¿Tiene una historia de estar embrujada? Por lo general los vecinos saben, aunque el vendedor de la casa casi siempre mantiene oculto ese hecho.a
Pero si una casa tiene una historia limpia, en vez de salirse, investigue los objetos de la casa. Si usted en algún tiempo practicó magia negra, brujería u otra forma de espiritismo, ¿quemó todos los artículos relacionados con el demonismo al aprender la verdad de Dios? Líbrese de todo vestigio de demonismo. ¿Qué hicieron los cristianos primitivos de Éfeso? Al aprender el cristianismo verdadero quemaron todos sus libros de magia, ¡aunque asombrosamente valían 50.000 piezas de plata! (Hech. 19:18, 19) Hubiera sido sumamente peligroso guardar tales obras sobre la manera de llevar a cabo las artes mágicas; de hecho, es peligroso el guardar cualquier apéndice de demonismo. Uno tiene que estar absolutamente libre de cualesquier reliquias del espiritismo, para no permitirle a los demonios ninguna cabeza de playa.
Una pregunta vital que hacerse si experimenta dificultad con los demonios es: ¿Ha aceptado usted algunos regalos de parientes o personas que son aficionadas al espiritismo? Cualquier clase de artículo de tal persona puede causar dificultad. En algunos casos reales ha sido un radio, una máquina de coser, un par de zapatos, joyas, un amuleto de la “buena suerte,” una bata de baño, una cobija, un libro. A una mujer le ladeaban la cama por la noche cuando trataba de dormir en un colchón que le dio su madre espiritista. Una joven tenía fiebre de 41,1 grados cuando se ponía una prenda de vestir que le había dado una espiritista.
Otra cristiana se quedó con un bolso que le dio una tía que era adivinadora. Mientras usaba el bolso en el ministerio, experimentaba fuertes pensamientos de “¡Vete a casa!” Malos pensamientos le venían súbitamente a su mente casi audiblemente, todos ellos antireino. No podía comprenderse, ya que estos pensamientos negativos le llegaban a su mente como si fuera por teléfono, de modo que se quejaba de “oírse pensar.” Solo después de librarse del bolso fue que obtuvo alivio.
A veces el guardar una carta de un pariente espiritista ha acarreado dificultad Algunas personas han informado haber obtenido alivio al quemar cartas de parientes que son aficionados al espiritismo. Aun si un artículo de un espiritista es costoso, ¿vale la pena el peligro de guardarlo? Una mujer fue atormentada por años por los demonios; finalmente se libró de muchos efectos domésticos que habían provenido de un pariente espiritista. “La pérdida material,” escribió ella, “valió la pena la calma pacífica que vino sobre nuestra casa y familia.”
El hecho de que objetos de espiritistas están implicados es claramente evidente porque casi invariablemente sobreviene el alivio al librarse de ellos. El principio es semejante al que se usa en la hechicería, en que el practicante de demonismo que desea embrujar transfiere un objeto a posesión de la víctima que se tiene en mira.
Sin embargo, a veces los objetos por medio de los cuales los demonios establecen contacto resisten el ser quemados, indicando cólera demoníaca ante los esfuerzos por destruirlos. Algunas personas han hallado difícil quemar las tablas ouija o libros sobre ocultismo. Otras han informado experiencias semejantes a la de la mujer que tenía mucha angustia en casa después de ponerse un vestido que originalmente perteneció a una bruja. Enterándose de la fuente de la dificultad, se puso a quemarlo. “Le echamos gasolina, para que ardiera rápidamente; pero lo que nos asombró mucho fue el hecho de que el vestido no quería arder.” Persista en sus esfuerzos de librarse de objetos sospechosos y por lo general vendrá alivio hasta cierto grado.
Sin embargo, al investigar los objetos sea razonable. No queme todo con terrible pánico. Ore por la dirección de Jehová en su investigación, y él lo librará a usted del inicuo.
NO SE QUITE LA ARMADURA QUE PROVIENE DE DIOS
Todo cristiano se halla en una lucha contra las “inicuas fuerzas espirituales.” Por eso el apóstol Pablo le aconseja a uno: “Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo.” Cualquiera que se halle bajo ataque demoníaco debe examinar su armadura espiritual. ¿Está débil en algún lugar?—Efe. 6:10-18.
Primero, ¿están sus “lomos ceñidos con la verdad”? ¿Se está usted afianzando de la Palabra de verdad de Dios, la Biblia, viviendo estrechamente de acuerdo con sus enseñanzas? ¿Siempre tiene usted puesta “la coraza de la justicia”? Cualquiera que desobedezca los mandamientos de Jehová y se dirija a la injusticia se expone al ataque. (1 Sam. 15:22, 23) Además, ¿están sus pies calzados “con el equipo de las buenas nuevas de la paz”? ¿Participa usted con regularidad en el ministerio de las buenas nuevas, de acuerdo con Mateo 24:14? Si uno no tiene así los pies calzados no está haciendo lo que dice Santiago 4:7: “Sujétense, por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes.” Se trata, no solo de oponerse al Diablo, ¡sino también de someterse a Dios! Si hacemos ambas cosas, el Diablo huirá de nosotros.
Luego hay el “escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo.” La persona que está bajo ataque debe examinar su fe, preguntándose: ¿Tengo yo la culpa? ¿Tengo obras que respaldan mi fe? O, ¿es débil mi fe?
También examine su actitud mental, porque tenemos que ‘aceptar el yelmo de la salvación.’ Tal yelmo protege nuestra mente, nuestra esperanza. (1 Tes. 5:8) Pero si alimentamos nuestra mente con la propaganda del Diablo que infunde en uno el espíritu del mundo, podemos perder nuestra esperanza, nuestro yelmo de protección. ¿Está su mente “fija en las cosas de arriba”? (Col. 3:2) ¿O la está usted llenando del espíritu de este mundo, que realmente es lo que hace a la persona enemiga de Dios e indigna de su protección? (Sant. 4:4) Si se halla bajo ataque, no se quite el “yelmo” recordando las promesas de la Palabra de Dios y sus seguridades que nos dan la base para esperar nuestro triunfo final.
Usted también necesita “la espada del espíritu,” la Palabra de Dios. ¿Estudia usted regularmente la Biblia haciendo de la lectura de la Biblia una práctica cotidiana?
Finalmente, se ha descubierto que muchos que son atacados por los demonios no están “vigilantes en cuanto a oraciones.” (1 Ped. 4:7) No están ocupándose en oración “en toda ocasión en espíritu.” (Efe. 6:18; Rom. 12:12) Ore por la liberación de Dios, aun en voz alta si está bajo ataque, invocando el nombre de Jehová. (Sal. 121:1-3) Evite todo lo que pudiera destruir su fe, su justicia, su servicio a Dios, su esperanza. No se quite su armadura.
CUANDO LA DIFICULTAD PERSISTE
Si la dificultad persiste, recuerde que no esperamos exención de toda forma de ataque de los demonios; por eso tenemos que ponernos la armadura hasta que Dios ponga fuera de operación a los demonios. Pero aun casos de larga duración están siendo aclarados por medio de hacer investigaciones cuidadosas. Una mujer afligida durante veinticuatro años por los demonios finalmente se deshizo de libros sobre el ocultismo e informó: “No ha habido más ataques.”
Tenga presente que en la mayor parte de los casos el mejoramiento es gradual. Jesús no obtuvo alivio instantáneo después de un ataque; ¡tuvo que enfrentarse a tres de ellos! En la guerra, ¿ataca solo una vez el enemigo? ¡Siga rechazando los ataques! ¡Nunca acceda en lo más mínimo a los demonios! Nunca diga: “Si solo pudiera yo mantenerme firme,” sino determínese a resistir con la fortaleza de Dios. Si nos ponemos la armadura, podemos esperar “resistir en el día inicuo” y hacerlo con buen éxito.—Efe. 6:10-18.
AYUDA DE HERMANOS CRISTIANOS MADUROS
No trate de pelear en esta guerra solo. Busque ayuda, nunca de ningún espiritista, sino de sus hermanos cristianos maduros. No se retraiga, creyendo que ellos no darán crédito a lo que está sucediendo. Ellos saben que los demonios están más activos que nunca antes y estos hermanos entenderán y le ayudarán.
No solo orarán por usted y con usted sino que estudiarán éste y otros artículos con usted, ayudándole a analizar su armadura espiritual para ver si está “completa.” (Sant. 5:13-15) Sea franco con ellos. Preguntas escrutadoras quizás le ayuden a localizar las posibles causas de la dificultad. Quizás le pregunten acerca de regalos recibidos alrededor del tiempo en que empezó la dificultad, también en cuanto a su casa, parientes, asociaciones y moralidad. Quizás exploren, también, los motivos de usted. ¿Está usted resistiendo sinceramente, o hay un rasgo de orgullo debido a la atención que los demonios le están prestando? ¿Está usted resistiendo solo de manera irresuelta? De modo que sus hermanos harán un esfuerzo diligente para determinar la causa del problema.
Luego aplique el consejo de ellos. Si usted está demasiado ocupado para ponerse la armadura, ¿cómo puede esperar protección? Si usted no sale al ministerio, nadie más puede hacerlo por usted. Si usted no adquiere consejo de la Biblia, nadie puede hacerlo por usted. Por eso si la dificultad persiste, quizás se deba a que usted no está obedeciendo el buen consejo.
Finalmente, asegúrese de que su verdadero temor sea el de Jehová, no el de los demonios. (1 Cró. 16:25) Jehová es el Todopoderoso, el Sustentador de todo el universo; y él puede sustentarlo a usted para rechazar los ataques. (Sals. 16:8; 46:1; 55:22) Medite en la expresión tranquilizadora: “No ha considerado ningún poder mágico contra Jacob, y ninguna dificultad ha visto contra Israel. Jehová su Dios está con él . . . Porque no hay ningún hechizo de mala suerte contra Jacob.”—Núm. 23:21, 23.
Eso significa que si somos verdaderamente fieles a Jehová, serán rechazados los ataques de los espíritus inicuos. El “inicuo” y sus demonios pueden causar dificultad o pruebas, como lo hicieron con Job y Jesús, pero no pueden vencernos. La victoria se asegura si seguimos resistiendo. Sea fuerte en la fe, dejando que su oración sea: “Líbranos del inicuo.”
[Nota]
a Un caso reciente, anunciado en la primera plana de The Saturday Evening Post del 2 de julio de 1966 fue “La casa embrujada de Elke Sommer.” Un examen hecho a anteriores dueños de la casa mostró una historia de que estaba embrujada. Vea el artículo “¿Son engaños las casas embrujadas?” en ¡Despertad! del 22 de septiembre de 1965.