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Por qué es menester que los cristianos sean diferentesLa Atalaya 1963 | 1 de mayo
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a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda suerte de inmundicia con avaricia. Pero ustedes no aprendieron que el Cristo fuera así.” (Efe. 4:17, 19, 20) Eso significa que los cristianos tienen que ser diferentes, no en su indumentaria, sino en su modo de vivir.
El fruto malo del mundo refleja la influencia del que es su gobernante invisible. Ese gobernante no es el justo Príncipe de Paz quien puso un ejemplo para los cristianos por medio de estar separado del mundo. Tampoco es el Padre celestial cuyas leyes justas guían la conducta cristiana. Pablo declara que este gobernante ciega a la gente a las verdades cristianas. “El dios de este sistema de cosas ha cegado la mente de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no penetre a través.” (2 Cor. 4:4) El apóstol Juan lo identificó diciendo: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) Los frutos inicuos del mundo reflejan los rasgos de su gobernante inicuo, invisible, el principal enemigo de Jehová Dios. ¿Cómo puede un cristiano tratar de ser aceptable al mundo y a su gobernante y todavía esperar ser aceptable a Dios?
SIGUIENDO CAMINOS SEPARADOS
El camino del cristianismo y el camino del mundo son caminos separados que van en direcciones diferentes. El cristiano no puede andar por ambos caminos al mismo tiempo. No puede tener amor a Dios y también amor a un sistema que viola las leyes de Dios, pasa por alto su consejo, se opone a sus propósitos y persigue a sus siervos. Si ama al mundo, es imposible que tenga amor a Dios. Juan indicó esto cuando dijo: “No estén amando al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” (1 Juan 2:15) El tener amor al Padre automáticamente hace al cristiano diferente del mundo porque él se esfuerza por obedecer las leyes de Dios. Permaneciendo en este camino puede evitar el destino del mundo.
Juan indica el destino del mundo, al decir: “El mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17) Dado que el mundo y sus deseos incorrectos están desapareciendo, tenemos que concluir que los que andan por ese camino desaparecerán con él. Jesús indicó esto cuando dijo: “Ancha y espaciosa es la vía que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por ella.” (Mat. 7:13) El propósito de Dios es destruir el sistema de cosas mundano y su inicuo gobernante invisible.
El camino a la vida es la vía de devoción leal y obediencia a Jehová Dios. Es el camino de amor a Dios y amor al prójimo. Es la senda de los principios bíblicos y buena conducta cristiana. El individuo que ama la justicia y lo que es correcto seguirá esta vía aunque lo haga diferente del mundo. Comprenderá que la aprobación del justo Gobernante del universo es de mucho mayor beneficio para él y que ha de desearse más que la aprobación de un mundo injusto y odioso. Su deseo será amoldarse al cristianismo verdadero más bien que al mundo.
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Viviendo la feLa Atalaya 1963 | 1 de mayo
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Viviendo la fe
✔ La columna católica del periódico Diário da Região, de São Paulo, Brasil, del 15 de junio de 1962, instó a los católicos a tomar más en serio su religión y proclamarla a otros. Señalando a un ejemplo del día moderno, dijo: “En este respecto vemos a los Testigos de Jehová consiguiendo treinta veces el número de conversiones que logran los católicos. ¿Y por qué? Porque cada Testigo es un apóstol que se sacrifica por la creencia que profesa; porque no lo mina esa falsa vergüenza que siente la mayoría en cuanto a ir de casa en casa anunciando su fe.”
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