Profetizando con la organización leal
1. (a) ¿Qué lealtad relacionada se exige en nuestra lealtad a Dios? (b) ¿Al dar lealtad a qué organizaciones religiosas no está dando lealtad la gente a Dios?
LA LEALTAD a Dios, quien creó y organizó el cielo y la Tierra, exige lealtad a su organización. Hoy día muchas personas piensan que por su lealtad a una organización religiosa son leales a Dios. Pero pueden estar equivocadas acerca de esto. Entre las cosas que se predijo que aparecerían en nuestro día se hallan individuos y organizaciones a quienes se describe como siendo “amantes de placeres más bien que amantes de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa pero mostrándose falsos a su poder.” (2 Tim. 3:1, 4, 5) Estos hacen pretensiones religiosas; alegan estar dedicados a Dios; efectúan ceremonias religiosas hechas por el hombre y que son conducidas por hombres que son ordenados como sacerdotes, obispos, diáconos, reverendos y doctores en divinidad. Al mismo tiempo se dedican a las cosas materiales, a satisfacer la carne más bien que al espíritu, y así dejan ver que no son la verdadera organización de Dios. Se revelan como amantes de las cosas placenteras y de los deportes, los juegos y las apuestas de este mundo, y no muestran el poder de la verdadera devoción piadosa en su vida. La conducta de ellos desmiente la sinceridad de su devoción piadosa exterior. Su lealtad es a una organización falsa, y no al “Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efe. 1:3) Su lealtad es a una organización religiosa que es falsa a Dios, una organización que Dios no posee como su organización.
2, 3. (a) ¿A cuál organización nos manda Dios que seamos leales, y qué día hace diecinueve siglos decidió esto para nosotros? (b) En aquel día, ¿cómo se mostró que la congregación cristiana es la organización a la cual ser leal?
2 La organización visible a la cual Dios nos ordena que seamos leales es aquella sobre la cual ha derramado su espíritu santo. Hace más de diecinueve siglos, en el día festivo del Pentecostés de 33 d. de J.C., los de la congregación judía en Jerusalén pensaban que ellos eran la organización visible de Dios. Por esta razón cincuenta y dos días antes de eso sus sacerdotes y gobernantes religiosos habían obligado al gobernador romano Poncio Pilato a que clavara a Jesucristo en un madero para que muriera como un esclavo criminal. Pero lo que sucedió en ese día del Pentecostés probó si lo que ellos pensaban estaba correcto o incorrecto. Los discípulos de Jesucristo testificaron que él había sido resucitado de entre los muertos al tercer día después de su muerte y que se les había aparecido a ellos en varias ocasiones, durante cuarenta días después de su resurrección, y que ellos también habían presenciado el comienzo de su ascensión al cielo. ¿Eran estos discípulos, los cuales habían sido desechados por la organización judía, la nueva organización visible de Jehová Dios? El día del Pentecostés decidió la cuestión de manera autorizada.
3 Ese día el espíritu santo de Dios fue derramado sobre su congregación aprobada, no, no sobre la congregación judía que estaba celebrando el Pentecostés en su templo en Jerusalén, sino sobre los discípulos de Jesucristo que estaban reunidos en un aposento superior fuera de los recintos del templo. Todos estos ciento veinte discípulos fueron llenados de espíritu santo y milagrosamente comenzaron a hablar en lenguas extranjeras acerca de las grandiosas cosas de Dios. Cuando Jehová Dios había derramado anteriormente su espíritu sobre Jesús de Nazaret, él dijo desde el cielo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” Asimismo, el derramar él su espíritu sobre los de esa primera congregación cristiana en Jerusalén fue la evidencia visible, audible, de que él los había aprobado a ellos pero que había rechazado a la congregación de Jerusalén de judíos que cargaban con responsabilidad de comunidad por el asesinato de Jesucristo. No quedaba duda en cuanto a cuál era la organización a la que los adoradores de Jehová debían ser leales de allí en adelante. Era la congregación cristiana, no la organización religiosa judía.
4. ¿De qué profecía fue eso un cumplimiento, y cómo profetizaron los que estaban en aquel aposento alto?
4 Ese derramamiento del espíritu santo con todos sus efectos fue un milagroso cumplimiento de profecía divina. El apóstol Pedro, que fue uno de los que fueron ungidos y llenados del espíritu santo ese día, dijo que aquello era el cumplimiento de Joel 2:28-32, que dice: “Después de eso deberá suceder que derramaré mi espíritu sobre toda suerte de carne, y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus ancianos, ellos soñarán sueños. En cuanto a sus jóvenes, ellos verán visiones. Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi espíritu en esos días. . . . antes de la venida del día grande e inspirador de temor de Jehová. Y debe suceder que todo el que invoque el nombre de Jehová saldrá salvo.” (Hech. 2:1-21) Por eso fue que todos los que estaban en el aposento alto en Jerusalén profetizaron, esto es, hablaron acerca de las cosas magníficas de Dios para que otras personas oyeran.
5. ¿Cómo mostraron las observaciones hechas por Pedro si el derramamiento del espíritu había de limitarse o no a los ciento veinte que estaban en ese aposento?
5 Ese derramamiento del espíritu no fue limitado a aquellos ciento veinte que estaban allí en el aposento alto en Jerusalén. Pedro dijo que Dios había usado a Jesucristo a su diestra en el cielo para derramar el espíritu santo. Por eso si los varios millares de judíos que oyeron la explicación que Pedro dio del milagro querían recibir el espíritu santo en cumplimiento de la profecía de Joel, tenían que arrepentirse y ser bautizados en agua en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces ‘recibirían el don gratuito del espíritu santo.’—Hech. 2:22-40.
6. Según el registro de la Biblia, ¿cómo continuó siendo derramado el espíritu, pero ha continuado esto hasta nuestro propio siglo?
6 Cerca de tres mil judíos y prosélitos culpables se arrepintieron y fueron bautizados en el nombre de Jesús, y después de eso recibieron el espíritu santo de la misma manera que los ciento veinte discípulos originales lo habían recibido ese mismo día. Aproximadamente tres años y medio más tarde un grupo de italianos incircuncisos que oyeron predicar a Pedro y que llegaron a ser creyentes recibió espíritu santo y comenzó a profetizar en lenguas extranjeras. (Hech. 10:1-46) Dieciséis años más tarde, en 52 d. de J.C., o diecinueve años después del Pentecostés, el apóstol Pablo le predicó a un grupo de doce creyentes en Éfeso en Asia Menor y éstos fueron bautizados en el nombre de Jesucristo; después de lo cual Pablo impuso las manos sobre ellos y el espíritu santo fue derramado sobre ellos y comenzaron a profetizar en lenguas extranjeras. (Hech. 19:1-7) Por lo tanto, no debemos pensar que el derramamiento del espíritu santo, que fue seguido por el profetizar en cumplimiento de la profecía de Joel, se efectuó todo en el día del Pentecostés, en 33 d. de J.C. Ha continuado a través de los años. Bueno, ¿ha continuado, entonces, el derramamiento del espíritu santo acompañado del profetizar hasta este siglo veinte? Sí; y por medio de esta prueba podemos determinar cuál es la organización a la cual ser leales ahora.
7. ¿En qué días estamos viviendo según la profecía, y saldrá salva la cristiandad en el día venidero de Jehová?
7 A la luz de los acontecimientos mundiales desde 1914 d. de J.C., vistos desde el punto de vista de la profecía bíblica, es abrumadora la evidencia de que estamos viviendo en los “últimos días” predichos. Hace diecinueve siglos eran los “últimos días” para la organización nacional judía con su templo y un sacerdocio en Jerusalén. Desde 1914 d. de J.C., el año del estallido de la I Guerra Mundial en el mismísimo centro de la cristiandad, han sido los “últimos días” para la cristiandad, la cual afirma ser el Israel espiritual de Dios. De manera que, como en el caso de la antigua Jerusalén, tiene que haber para la cristiandad la “venida del día grande e inspirador de temor de Jehová.” ¿‘Saldrá salva’ la cristiandad en ese día cuando el entero sistema inicuo de cosas se derrumbe en destrucción en una angustia sin paralelo? No; porque la cristiandad no invoca el nombre de Jehová. El corazón de ella no ha sido unificado para temer el nombre de Jehová. Ella está unificada en el temor al comunismo ateo.
8. Al determinar si las iglesias de la cristiandad merecen nuestra lealtad, ¿cómo sabemos si el hablar milagrosamente con lenguas extranjeras es la prueba correcta o no?
8 Pues, entonces, ¿son las iglesias religiosas de la cristiandad, católicas y protestantes, las organizaciones a las que los cristianos verdaderos, dedicados y bautizados han de ser leales hasta la misma muerte? Tenemos que contestar preguntando: ¿Tienen esas organizaciones la prueba del Pentecostés de ser ellas la aprobada organización religiosa de Dios? Ahora bien, con esto no queremos decir que han de hablar en lenguas extrañas como ciertas llamadas iglesias pentecosteses de la cristiandad. Hoy el hablar milagrosamente en lenguas extranjeras no es la prueba. El don de hablar en lenguas extranjeras era impartido en la presencia de los doce apóstoles de Cristo o por la imposición de las manos de ellos. Por consiguiente el don milagroso de hablar o interpretar lenguas extranjeras desapareció con la muerte de los doce apóstoles, tal como el apóstol Pablo dijo que desaparecería. (Hech. 8:14-19; 19:1-7; 1 Cor. 13:1, 6-11) Y en la lista de ocho servicios efectuados con el espíritu de Dios en la congregación cristiana en su día Pablo coloca la profecía en segundo lugar y el hablar en diferentes lenguas en octavo y último lugar.—1 Cor. 12:27-31.
9. ¿Qué efecto del derramamiento del espíritu de Dios fue al cual se refirió la profecía de Joel, y quiénes o cuántos participan en este efecto?
9 Que no se pase por alto este hecho: No fue el milagroso hablar en lenguas extranjeras lo que la profecía de Joel predijo para los últimos días; fue el derramamiento del espíritu santo de Dios acompañado de profetizar. Este profetizar en particular no era el don especial de profecía que era inspirado, un don que no compartían todos los cristianos. Era la declaración en público de las “cosas magníficas de Dios,” y de este profetizar sí compartían todos los que recibieron el espíritu derramado de Dios, desde el Pentecostés en adelante.—Hech. 2:5-11.
10. (a) ¿Qué pregunta deberíamos hacer hoy tocante a las iglesias de la cristiandad en conexión con el profetizar? (b) ¿Qué deberían ser las “cosas magníficas de Dios” acerca de las cuales profetizar hoy en día?
10 Puesto que estamos viviendo en el tiempo señalado por las Escrituras como “los últimos días” (Hech. 2:16, 17), la prueba sobre los sistemas religiosos de la cristiandad hoy es: ¿Ha sido derramado el espíritu de Jehová Dios sobre ellos por medio de Jesucristo? Y, en prueba de ello, ¿están efectuando el predicho profetizar? ¿No solo sus clérigos ordenados, sino todos los miembros de la congregación junto con sus clérigos? ¿Pero acerca de qué han de profetizar ahora? ¿Cuáles son las “cosas magníficas de Dios” que se han de profetizar hoy como las cosas magníficas que se profetizaron o se predicaron en el Pentecostés, en 33 d. de J.C.? En ese tiempo el apóstol Pedro predicó que el Jesús muerto y resucitado había sido hecho Señor y Cristo a la diestra de Dios en los cielos. En cuanto al día de hoy, no lo que nosotros mismos decimos, sino lo que la profecía de la Biblia dice, deberían ser las “cosas magníficas de Dios” de las cuales hablar al profetizar bajo el poder del espíritu de Dios.
11. Según Mateo 24:14, ¿cuáles deberían ser las “cosas magníficas de Dios” acerca de las cuales profetizar hoy en día?
11 Jesucristo, cuando todavía estaba en la carne en la Tierra, predijo estos “últimos días” y las evidencias por medio de las cuales deberíamos saber que estamos viviendo en la “conclusión del sistema de cosas.” Entre las evidencias él dijo ésta: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la Tierra habitada para dar un testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:3, 4, 14) De acuerdo con ello, las “cosas magníficas de Dios” acerca de las cuales profetizar hoy día son las cosas acerca del reino de Dios desde 1914 d. de J.C., cuando los Tiempos de los Gentiles (“los tiempos señalados de las naciones”) terminaron. Dios entonces hizo que naciera su reino Prometido en las manos de Cristo el Señor. El reino recién nacido inmediatamente guerreó contra Satanás el Diablo y sus demonios y los arrojó fuera de los cielos hacia la vecindad de esta Tierra. Jehová Dios entonces revivificó a sus perseguidos testigos en la Tierra para iniciar el más grande testimonio del Reino de todos los tiempos. En seguida él comenzó a juntar ante su trono una “grande muchedumbre” de apoyadores y proclamadores de su reino recién establecido. Muchas otras cosas relacionadas también se ponen de manifiesto, en particular en el último libro de la Biblia, El Apocalipsis (o Revelación).
12, 13. (a) ¿Cómo responden los clérigos en cuanto a si están efectuando el profetizar predicho, y qué prueba esto en cuanto al espíritu santo? (b) ¿Por qué, entonces, no es la organización de los clérigos la que se salvará?
12 Estas son “cosas magníficas de Dios.” Pero, ¿están los sistemas religiosos de la cristiandad, siquiera sus clérigos, profetizando acerca de estas cosas predichas? ¿Están predicando estas buenas nuevas del Reino en toda la Tierra habitada para dar un testimonio a todas las naciones, con el conocimiento de que el fin de este sistema de cosas se acerca? ¿Están haciendo esta predicación y profetizando como los apóstoles y sus compañeros creyentes lo hicieron desde el día del Pentecostés en adelante, a saber, “públicamente, y de casa en casa”? (Hech. 20:20; 2:46; 5:40-42, VA) Las propias confesiones de ellos hechas de palabra y en sus publicaciones impresas contestan ¡No! Pues, entonces, ¿qué arguye, a la luz de las Escrituras proféticas, el que ellos no hayan hecho esto? Lo siguiente: Que el espíritu santo no ha sido derramado sobre ellos y no está cumpliendo su misión por medio de ellos.
13 El que no hayan llevado a cabo la profecía de Jesús de Mateo 24:14 bajo la incitación del espíritu de Dios prueba que le han sido falsos al reino de Dios en este tiempo de todos los tiempos, en medio de ésta la más grandiosa situación mundial en la cual hacerlo. Por este fracaso no pueden tener la aprobación de Dios. Ellos no son la organización que será salvada; “porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.” (Rom. 10:10) Este hecho aplica tanto a organizaciones como a individuos. Una organización que no confiesa el reino de Dios ante los hombres no será confesada o reconocida por el reino de Dios en el cual Jesucristo sirve.—Mat. 10:32, 33.
14. ¿Qué no está dando la cristiandad a la gente hoy en día, y por consiguiente qué no merece de parte de nosotros?
14 La cristiandad con todo su embrollo de sectas religiosas no es la organización que está proporcionando acaudillamiento seguro, verdadero, a la gente del mundo hoy día. No es la organización a la cual dar nuestra lealtad como expresión práctica de nuestra lealtad a Dios. Debemos dirigirnos a otra parte para encontrar la organización leal a Dios.
15. En cumplimiento de Joel 2:28, 29, ¿qué debe ser cierto de la organización que hoy día es leal a Dios?
15 La organización que debemos buscar es la que da la prueba de tener el espíritu de Dios derramado sobre ella en estos “últimos días” por medio de efectuar el predicho profetizar, ‘la predicación de estas buenas nuevas del reino de Dios en toda la Tierra habitada para dar un testimonio a todas las naciones.’ Como se predijo, esta predicación o profetizar se está haciendo por toda suerte de carne en la organización, por varones y hembras, por hijos e hijas, por ancianos y jóvenes, por los siervos y las siervas, por todos aquellos en quienes el espíritu ha sido derramado.
16. (a) Tocante a esto, ¿a quién indica el registro de 1914-1918? (b) ¿Cómo representó Jesús a esta clase en Mateo 24:45-47, y qué incluyó la asignación de esta clase?
16 Desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914, y más en particular desde la terminación de la I Guerra Mundial en 1918, el registro se ha hecho y todo el mundo lo puede estudiar y llegar a una conclusión objetiva, sin prejuicios. El registro señala hacia el resto ungido de los testigos cristianos de Jehová. En la profecía sobre las evidencias de la “conclusión del sistema de cosas,” Jesús predijo a este resto ungido como siendo la clase del siervo leal, representada como un “esclavo fiel y discreto,” a quien él encuentra sirviendo el debido alimento espiritual al tiempo que él regresa y a quien él nombra sobre todas sus pertenencias reales sobre la Tierra. (Mat. 24:45-47) Este nombramiento incluye la asignación de hacer la predicha predicación del Reino; y notablemente desde 1919 el resto ungido la ha hecho y todavía la está haciendo.
17. ¿Quiénes han reconocido hoy a la organización asignada de Dios, y qué prueba están dando de este hecho?
17 Ya centenares de miles de personas a quienes se les ha dado el testimonio del reino en 146 idiomas ahora en 185 tierras han reconocido la organización nombrada por Dios que es leal a su reino y que por eso merece que ellos le den su lealtad, apoyo y cooperación cristianos. Esto es exactamente lo que estos centenares de miles que han salido de todas las naciones están haciendo en obediencia al consejo de Jesús de buscar primero el reino de Dios y su justicia. En prueba de esto han sido bautizados en símbolo de su dedicación completa de sí mismos a Dios y están participando de todo corazón con el resto en profetizar o predicar las buenas nuevas.—Zac. 8:20-23.
18, 19. (a) ¿Qué causa o Induce el espíritu derramado de Dios en lo que se profetiza por su organización aprobada? (b) ¿Qué dijo acerca de esto Zacarías 13:2, 3?
18 El espíritu santo de Dios cuando es derramado sobre el resto del Israel espiritual causa o induce únicamente el profetizar o predicar la verdad, la propia verdad de Dios. Jesús en una ocasión habló de él como “el espíritu de la verdad.” (Juan 15:26) Se puede esperar que el espíritu del Dios de verdad efectúe una purificación de las cosas que son predicadas por la organización leal aprobada de Dios. Su espíritu no permitiría a nadie profetizar falsedad, la predicación de mentiras y errores tras el disfraz de la religión. Tal limpiamiento como el que se lleva a cabo dentro de la organización del resto leal restaurado de Dios y de sus leales compañeros se predijo en la profecía de Zacarías 13:2-6. En los versículos dos y tres leemos:
19 “‘Y ha de suceder en ese día,’ es la declaración de Jehová de los ejércitos, ‘que eliminaré de la tierra el nombre de los ídolos, y no serán recordados más; y también a los profetas y el espíritu de impureza los haré pasar de la tierra. Y sucederá que en caso de que un hombre profetizare más, su padre y su madre, los que causaron su nacimiento, habrán de decirle también: “No vivirás, porque falsedad es lo que has hablado en el nombre de Jehová.” Y su padre y su madre, los que causaron su nacimiento, deben traspasarlo a causa de su profetizar.’”
20. ¿De qué fue lo susodicho una ilustración profética, y qué muestra que debe ser la condición de nuestro corazón?
20 Aquí tenemos una ilustración profética de la lealtad que distinguiría a los que están dentro de la organización del resto ungido de Jehová sobre quienes él ha derramado su espíritu en estos “últimos días.” Ese espíritu es un espíritu de lealtad a Jehová Dios y al reino de su Mesías, el Cristo, un espíritu en favor y apoyo de la soberanía universal del Dios Altísimo. Por consiguiente los del resto ungido reconocen que su lealtad debe estar por encima y más allá de las relaciones humanas por vínculos naturales. Debe traspasar los afectos naturales que uno tiene por los propios padres de uno o por los propios hijos de uno o por otros parientes cercanos de carne y sangre. Cuando se trata de la lealtad a Dios y al reino de su Hijo Jesucristo, no puede haber división en nuestros corazones; no puede haber contemporización.
21, 22. (a) ¿Cómo pueden algunos hijos ofender a padres dedicados en conexión con Mateo 24:14? (b) ¿Cuál debe ser la acción de tales padres dedicados para con su hijo que está ofendiendo?
21 La profecía de Jesús asegura que éste es el tiempo para que las buenas nuevas del reino de Dios sean predicadas en todos los idiomas, en todos los lugares. Este es el mismo corazón del profetizar que ha de hacerse ahora. ¿Qué hay, entonces, si el hijo de una familia que está dentro de la organización visible de Dios se opusiera a este profetizar concerniente al Reino? ¿Qué hay si el hijo comenzara a proclamar o a profetizar algo contrario al mensaje del Reino y tratara de influir a otros en la organización incorrectamente, haciendo esto en el nombre de Jehová? ¿Qué deberían hacer el padre y la madre dedicados, bautizados? Ellos no pueden dar rienda suelta a sus afectos; no se atreven a perdonar ni aun a este individuo amado cuyo nacimiento natural ellos causaron.
22 Ellos han de declararle a él la mortal iniquidad de su profetizar falso u oposición al profetizar del Reino. No pueden aguantar ni que su propio hijo hable falsedad en el nombre de Jehová. Han de traspasarlo a causa de su profetizar falso. Han de considerarlo como espiritualmente muerto para ellos, como uno con quien no han de tener ninguna asociación y compañerismo religiosos y cuyo profetizar ha de ser rechazado. Ellos no han de poner obstáculos a que él sea expulsado de la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová. Es una situación en la cual hay que recordar las palabras del Rey de Jehová, Cristo Jesús: “El que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí.”—Mat. 10:37.
23, 24. (a) ¿Con quién más puede tener lugar tal prueba con respecto a lealtad dentro de la organización? (b) ¿Cómo lo representa Zacarías 13:4-6?
23 Sin embargo, el caso no siempre es uno de tener que tratar con infidelidad o deslealtad a la verdad y a la organización en el círculo mismo de nuestra familia natural. El profetizar falso y desleal puede ocurrir de parte de alguien con quien hemos llegado a cultivar amistad íntima dentro de la organización del resto restaurado de Jehová. Los versículos 4 al 6 de Zacarías, capítulo trece, predijeron cuál había de ser el resultado de tal situación dentro de la organización leal de Dios.
24 Leemos: “Y deberá suceder en ese día que los profetas se avergonzarán, cada uno de su visión al profetizar; y no tendrán puesta una prenda de vestir oficial de pelo con el propósito de engañar. Y ciertamente él dirá: ‘No soy profeta. Soy un hombre que cultiva el suelo [adamah], porque un hombre terrestre [adam] mismo me adquirió desde mi juventud.’ Y uno deberá decirle: ‘¿Qué son estas heridas sobre tu persona entre tus manos?’ Y él tendrá que decir: ‘Son aquellas con las que fui herido en la casa de los que me amaban intensamente.’”
25, 26. (a) ¿Qué es lo que hace a estos seudo profetas que se avergüencen de sus visiones, y cómo puede ponerse en vigor el castigo? (b) ¿Qué deben hacer los que han amado intensamente al ofensor, y por qué?
25 ¿Qué hace a tales profetas entre el resto restaurado de Jehová avergonzarse de sus visiones? ¿Qué los estorba de ir por todas partes anunciándose como profetas veraces como si tuvieran puesta una prenda de vestir oficial de pelo para hacer el engaño más fácil? Es el trato que estos desleales seudo profetas reciben aun en la casa de aquellos que los han amado intensamente como asociados cristianos, sus parientes naturales siendo probablemente los que más intensamente los amaban. En el Israel teocrático antiguo tales falsos profetas habían de ser enjuiciados ante testigos, desenmascarados y apedreados hasta morir. (Deu. 13:1-11) Hoy día la verdadera congregación cristiana no puede aplicar tal pena de muerte para los profetas de engaño que tratan de inducir deslealtad a Dios y a su reino. Pero la congregación puede darles un castigo espiritual o golpiza con la verdad de la Palabra de Dios, aun hiriéndolos gravemente en el corazón y en el espíritu.
26 Los mismos que los han amado intensamente han de golpearlos y herirlos a fin de demostrar su propia lealtad de principios a Dios y a su organización y para salvaguardar su leal organización visible. ¡Que los falsos profetas sean avergonzados! “Dejen de asociarse con él, para que se avergüence,” dice 2 Tesalonicenses 3:14. “Sigue exhortando . . . mostrando incorrupción en tu enseñanza, seriedad, habla saludable que no pueda ser condenada; para que el hombre que está del lado opuesto se avergüence,” dice Tito 2:6-8. ¿Qué hay si este trato espiritual hace una herida? “Las heridas infligidas por uno que ama son fieles,” dice Proverbios 27:6.
27. ¿Por qué es bueno que el ofensor se avergüence de sus visiones, y en su vergüenza qué debería confesar con honradez?
27 Háganlo de tal modo que la persona a quien estemos tratando de recobrar del profetizar falso tenga que testificar de nuestra fidelidad a la Palabra de Dios con la cual lo golpeamos y lo herimos. Es bueno que tal individuo se avergüence de sus visiones que están fuera de armonía con la Palabra de Dios. Entonces ya no tratará de alardear entre nosotros como un profeta especial de Dios con conexiones directas individuales con Dios. En vez de pretender ocupar el alto oficio de un profeta especial de algo nuevo y diferente, él tendrá que admitir que no estaba profetizando bajo la influencia del espíritu derramado de Dios, No era él un hombre espiritual. Al hacer tales profecías falsas él meramente era un “hombre natural” del polvo, terrestre, como un labrador, uno que es esclavo de un agricultor que tomó posesión de sus servicios desde su juventud. Él nunca fue un profeta acreditado. Háganle ver que no puede tener éxito dentro de la organización limpiada de Jehová cuyos miembros aman a Dios más intensamente que a amigos terrestres queridos.
28. ¿Cuál, entonces, debería ser nuestra acción para con los profetas de la cristiandad?
28 Si estamos en contra de los profetas falsos dentro de la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová y hemos de desenmascararlos, entonces, ciertamente debemos desenmascarar también a los profetas falsos de la cristiandad que pretenden hablar en el nombre de Dios como si fueran ordenados y enviados por él. Es este mismísimo mantener fuera de la organización leal de la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová a los falsos profetas lo que muestra que ésta es Su organización leal con la cual Él hace el profetizar predicho.
29. (a) ¿De qué es el profetizar verdadero una evidencia exterior, y por medio de quiénes se lleva a cabo? (b) ¿Cómo resultará la unificación de cada uno en la organización?
29 El profetizar verdadero es la evidencia externa del derramamiento del espíritu de Jehová. Este profetizar, en el que ahora toman parte no unos cuantos escogidos sino todos los miembros de cualquier suerte de carne, es la predicación predicha de “estas buenas nuevas del reino.” Estamos a salvo cuando estamos en la organización que es leal a Jehová Dios, llenos con su espíritu y haciendo su trabajo profético ordenado. A Él cada uno de nosotros debería orar que unifique nuestro corazón para temer su nombre. La unificación del corazón de cada individuo para temer el nombre de Jehová contribuirá a la unificación de la entera organización leal. Todos los que están en la organización, entonces, hablarán con una sola boca. (Rom. 15:6) Así nos mantendremos “firmes en un mismo espíritu, con una misma alma luchando lado a lado por la fe de las buenas nuevas, y en nada amedrentados por [nuestros] opositores. . . . es prueba. . .de salvación para [nosotros]; y esta indicación procede de Dios.”—Fili. 1:27, 28.
30. Por ser leales a él, ¿cómo obrará Dios para con nosotros con bondad?
30 Por ser leales a Dios, él será leal a nosotros. Él cumplirá nuestra oración unida: “Ejecuta conmigo una señal que signifique bondad, para que la vean los que me odian y se avergüencen.” (Sal. 86:17) Para vergüenza de ellos, pero cual señal de bondad para nosotros, Jehová Dios nos usará para completar el profetizar predicho, la predicación de las buenas nuevas de su reino, usándonos así con su organización leal, hasta que venga el mismo fin y él sea vindicado completamente.—Mat. 24:14.