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Estabilidad económica... ¿dónde hallarla?La Atalaya 1984 | 1 de julio
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mucho dinero para crear empleos. Al comentar sobre esta anomalía, la revista Time declaró: “Las dos filosofías no pudieran estar más alejadas, o, según lo ven muchos, las oportunidades de éxito que tienen no pudieran ser más parejas”.
La Biblia profetizó con exactitud que habría “angustia de naciones, no conociendo la salida” (Lucas 21:25). Así que si hasta los líderes mundiales mismos están perplejos por los ayes económicos del mundo, ¿qué oportunidad de sobrevivir tiene la persona de término medio, como usted? ¿Hay alguna fuente confiable de consejo? ¿Se pueden hacer buenas inversiones que garanticen un porvenir seguro?
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Invierta ahora en un porvenir seguroLa Atalaya 1984 | 1 de julio
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Invierta ahora en un porvenir seguro
EN VERDAD, usted puede hacer muy poco para proteger sus bienes materiales. Es cierto que el gastar el dinero de modo más prudente y el usar frugalmente el crédito pudiera aliviar un poco la presión. Pero la mayoría de los factores que afectan la economía están totalmente fuera de su control. No obstante, hay algo que usted puede hacer para proteger la tranquilidad de espíritu y el bienestar de que disfruta. La Biblia dice: “La sabiduría es para una protección lo mismo que el dinero es para una protección; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría misma conserva vivos a sus dueños”. (Eclesiastés 7:12.)
Esta sabiduría va más allá de la simple erudición seglar. “Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento” (Proverbios 2:6). Usted puede adquirir esta sabiduría si invierte tiempo en estudiar la Biblia. ¿Cómo obra esto como “protección”? En primer lugar, el conocimiento acerca de la Biblia le da una nueva perspectiva de la crisis económica que estamos atravesando hoy día. Usted se da cuenta de que estamos viviendo en lo que la Biblia llama “los últimos días” (2 Timoteo 3:1-4). Inevitablemente, este confuso y caótico sistema de cosas será arrasado en el día de juicio de Dios (2 Pedro 3:12, 13). Y como advierte Proverbios 11:4: “Las cosas valiosas no serán de ningún provecho en el día del furor”.
Cuando usted llega a conocer y entender estas cosas, se libra de muchas de las inquietudes que resultan de vanas búsquedas materialistas. No se desespera por conservar las cosas materiales que posee ahora, pues sabe que las riquezas son efímeras. Y no se desanima si no puede tener lo último en artículos de lujo. “Porque nada hemos traído al mundo, y tampoco podemos llevarnos cosa alguna. Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas.” (1 Timoteo 6:7, 8.)
Hasta los que están “seguros” económicamente se pueden beneficiar de la sabiduría piadosa. El apóstol Pablo dijo además, en 1 Timoteo 6:17, 18: “Da órdenes a los que son ricos en el presente sistema de cosas que no sean altaneros, y que cifren su esperanza, no en las riquezas inseguras, sino en Dios, que nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos de ellas; que trabajen en lo bueno, que sean ricos en obras excelentes”. Hasta en tiempos bíblicos las riquezas materiales eran en el mejor de los casos “inseguras”. Los cristianos ricos, por lo tanto, tenían que darse cuenta de que cualquier seguridad que el dinero supuestamente produjera era mera ilusión. Tenían que ‘cifrar su esperanza’ en Dios.
Sin embargo, esto no quería decir que la vida había de ser una vigilia pasiva, una espera ociosa del “fin” que había de venir. Ellos habían de ‘trabajar en lo bueno, ser ricos en obras excelentes’. Esto obviamente significaba que había que dedicar mucho tiempo y energía a ello. Y hoy muchas personas desaparecen ante la mención de ‘trabajo’. Pero ¿qué hay de usted? ¿Está dispuesto a seguir el derrotero que recomienda la Biblia? ‘No estoy seguro’, sería la respuesta de muchos. Probablemente usted querría saber primero cómo se beneficiaría de hacer eso. ¿Qué envuelve tal derrotero? ¿Vale en realidad la pena todo el tiempo y el esfuerzo que se requiere? Apliquemos a este asunto algunos principios básicos de inversión para ayudarle a obtener algunas respuestas claras.
Evalúe sus inversiones
Los factores que implican riesgos, la valoración crediticia o solvabilidad, las perspectivas futuras, un cálculo aproximado de las ganancias, así como los beneficios complementarios, son cosas que un negociante listo investiga antes de comprometer sus recursos a un proyecto. ¿Cómo pudiera aplicar esto a su consideración para determinar si desea ‘cifrar su esperanza en Dios’, o no?
En primer lugar, considere lo que significa tener una buena “valoración crediticia”. Básicamente indica que a uno se le considera confiable, basándose en cómo se ha desempeñado uno anteriormente. Si se sigue esta lógica, la valoración del actual sistema económico sería extremadamente baja. Además, ¿cuánta confianza puede uno en realidad tener en los líderes religiosos y políticos?
Por otro lado, ¿cómo se pudiera considerar a Dios en lo que toca a confiabilidad? El juez Josué había dedicado toda su vida a servir a Dios. Los años que había pasado marchando penosamente por el desierto árido, peleando batallas y juzgando a una nación obstinada no habían debilitado su confianza en Dios. Confiadamente declaró: “Ahora, ¡miren! hoy me voy por el camino de toda la tierra, y ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado” (Josué 23:14). Jehová ha establecido para sí un registro de confiabilidad que supera por mucho el de cualquier institución humana. Las inversiones que se hagan en una promesa que Él respalde tienen una base tan sólida como una roca.
¿Qué hay de los factores que implican riesgos? La regla general es: ‘Mientras mayores
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