La persecución de cristianos prueba los corazones en Malawi
TAN pronto se enteraron, a principios de octubre de 1972, de las penalidades que les habían sobrevenido a sus hermanos cristianos en Malawi, los testigos de Jehová en todo el mundo acudieron en socorro de ellos. Se enviaron muchas contribuciones por correo a la oficina central de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract en Brooklyn, Nueva York, y a las oficinas de sucursal alrededor del mundo. La oficina de Brooklyn, a su vez, envió suficientes fondos a las oficinas de sucursal vecinas a Malawi para comprar lo que se necesitara. Así se suministró alivio tan pronto como fue posible a los 19.000 Testigos en el campamento de refugiados en Sinda Misale en Zambia.
Debido a la urgencia, las congregaciones de Chipata, en los alrededores de Sinda Misale, habían hecho arreglos con anterioridad para suministrar 10.000 libras (4.536 kilos) de harina de maíz, 2.500 libras (1.134 kilos) de azúcar, 75 colchas y 65 cobijas, además de herramientas e implementos, que habían de ser llevados al campamento.
Poco después, cantidades grandes de abastecimientos de las oficinas de sucursal cercanas comenzaron a llegar constantemente. Se ofreció voluntariamente una flotilla de camiones para transportar 20.000 libras (9.072 kilos) de harina de maíz, 6.500 libras (2.948 kilos) de pescado seco, 950 lonas impermeables, 150 cajas de ropa, varios centenares de cobijas nuevas, una cantidad grande de hojas de plástico, 100 palas, 25 sierras manuales y 28 hachas además de zapapicos, martillos y otras herramientas para efectuar desmonte, erigir tiendas de campaña, excavar pozos, etcétera. Mucho del material fue transportado por 2.400 kilómetros a esta ubicación en Zambia.
Entonces durante noviembre y hasta la evacuación del campamento en diciembre al regresar todos los refugiados a Malawi, fue posible entregar las siguientes provisiones.
79.000 libras (35.834 kilos) de harina de maíz
2.180 libras (989 kilos) de leche en polvo
500 libras (227 kilos) de frijoles secos
157 bolsas de sal
30 toneladas de ropa
5.400 panes de jabón
media tonelada de abastecimientos médicos, para las clínicas erigidas en el campamento
10.000 cobijas
También se dio dinero a los superintendentes de congregación en el campamento para la compra de otras cosas necesarias.
Los superintendentes desarrollaron un sistema de distribución que aseguró el que todos recibieran las cosas necesarias para sus familias. A los niños se les dio atención médica especial, y la leche se apartó para ellos. No se olvidaron las necesidades espirituales. Un vehículo trajo veintiuna cajas de Biblias y ayudas para el estudio de la Biblia, pues los perseguidores habían despojado a los refugiados de todas esas posesiones.
Se despejó la tierra, se erigieron tiendas de campaña y se cavaron pozos. Los enfermos recibían tratamiento médico y las condiciones iban mejorando. Luego vino el regreso repentino de los refugiados a Malawi. Otra vez se vieron obligados a huir, la mayoría de ellos buscando refugio en Mozambique, donde fueron recibidos bondadosamente. Sin embargo, aun allí grupos errantes de miembros de la Liga Juvenil del Partido del Congreso de Malawi cruzaron la frontera para molestarlos, pero la policía de Mozambique aprehendió a éstos y los castigó.
LA OBRA DE SEPARACIÓN AFECTA A TODOS LOS DE MALAWI
Algunos han preguntado: ‘¿Por qué permite Dios que los cristianos por conciencia sufran así? ¿Se logra algo con ello?’ Jesús indicó que cosas como éstas ocurrirían en estos “últimos días” cuando dijo a sus discípulos: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán juntadas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras.”—Mat. 25:31, 32.
Jesús continuó diciendo que las “ovejas” se identificarían por su bondad para con sus “hermanos.” Dijo que estos hermanos suyos ungidos, engendrados por espíritu, sufrirían encarcelación, enfermedad, sed, hambre y falta de ropa, tal como han sufrido los testigos de Jehová en Malawi. Dijo que las “ovejas” darían ayuda. Lo que ellas hacen en esta forma Cristo lo considera como si se lo hicieran a él personalmente.
En los pocos años pasados muchas personas han demostrado una actitud ‘semejante a oveja,’ reconociendo a los proclamadores del Reino como representantes de Cristo. Han ayudado con su tiempo, recursos y habilidades. Ahora se hallan al lado de los “hermanos” de Cristo proclamando la verdad bíblica a otros, y estas personas ‘semejantes a ovejas’ tienen la esperanza de vivir en una Tierra paradisíaca bajo el reino de Dios.—Mat. 25:34-36.
Una evidencia sobresaliente de la obra de separación que realmente ocurre como resultado de la persecución es el número de personas que se han puesto de parte de los Testigos de Malawi y que han huido con ellos. En los nuevos campamentos en Mozambique han podido continuar un estudio de la Biblia, y ahora más de 200 han sido bautizados en los campamentos.
También, muchos ciudadanos de Mozambique han suministrado ayuda y abrigo a los refugiados que han huido. En los campamentos provistos en Mozambique, los Testigos disfrutan mucho de la libertad que tienen para juntarse en grupos grandes para reuniones de estudio bíblico y para cantar cánticos del Reino, lo cual no han podido hacer desde 1967. Están trabajando duro, despejando y cultivando tierra. La Sociedad Watch Tower está haciendo todo cuanto es posible por ver que estos refugiados tengan las cosas que necesitan. Y por el amor demostrado en el dar activo de parte de sus hermanos cristianos en toda la Tierra, los que están en los campamentos expresan agradecimiento sincero. Les sirve de prueba de que Dios observa la integridad de su pueblo y que se interesa en ellos y los cuida.—1 Ped. 5:7.
Por otra parte, los que participan en perseguir a los cristianos están poniéndose en una posición muy peligrosa delante de Dios. Sin embargo, los Testigos no los consideran como las “cabras” de la parábola de Jesús. A Dios le toca juzgar eso. Puede que algunos de ellos sean sinceros. Si es así, quizás recobren el juicio, como lo hizo Saulo, que fue perseguidor violento pero sincero de cristianos y que más tarde llegó a ser el apóstol Pablo. (1 Tim. 1:12-16) Pero estas personas no deben pensar que debido a que Dios no obra inmediatamente contra ellas pueden proseguir impunemente. Si piensan así, están pasando por alto el propósito de Su paciencia al darles la oportunidad de cambiar.—2 Ped. 3:9.
También, los que observan lo que está sucediendo y no ayudan a los perseguidos por obedecer a Cristo tienen que enfrentarse a las preguntas: ‘¿Voy a perseguir a cristianos inofensivos, o voy a quedarme sin hacer nada y ver a los cristianos cuando son golpeados, cuando les rompen los brazos, cuando les incendian sus casas, y no obstante quedarme callado? ¿Voy a dejar que el temor o el egoísmo hagan que me retraiga y no ofrezca ayuda a estas personas? ¿Cuál, entonces, es mi posición ante Dios?’ En consecuencia, se está efectuando un verdadero escudriñamiento de corazones en Malawi así como en Mozambique y Zambia.
Aun bajo persecución, los testigos de Jehová de Malawi no guardan encono para con sus perseguidores. Ven que Dios permite esto para que se efectúe una obra de separación. Su oración es que los opositores lleguen a comprender su posición verdadera ante el Dios Todopoderoso y cambien su proceder, siendo separados así a la “derecha” de Cristo como “ovejas,” con la expectativa de vida eterna en una Tierra paradisíaca como su galardón.—Mat. 5:44.