¿Son contestadas sus oraciones?
¿HA HABIDO ocasiones en que usted ha orado a Dios y sus oraciones no han sido contestadas? Muchos han tenido esta experiencia. ¿Significa esto que las oraciones no son de ningún valor?
No, Dios puede oír las oraciones y también obrar en armonía con ellas. De hecho, tal fue la confianza de un siervo de Dios en la antigüedad acerca de esto que escribió: “Jehová verdaderamente oirá mi petición de favor; Jehová mismo aceptará mi propia oración.”—Sal. 6:9.
¿Por qué tenía este siervo de Dios y otros como él tal confianza en la oración? Y, sin embargo, ¿por qué no son contestadas muchas oraciones?
LLENANDO LOS REQUISITOS DE DIOS
La razón es que Dios tiene requisitos que las personas deseosas de acercarse con éxito a él tienen que llenar. Uno de ellos tiene que ver con la fe. La Biblia dice: “El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente.” (Heb. 11:6) ¿Tiene usted firme confianza en el hecho de que Dios realmente existe, y que él puede contestar las oraciones? Hay que tener esto.
El discípulo cristiano Santiago señaló otros requisitos cuando escribió: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos . . . Humíllense a los ojos de Jehová.” (Sant. 4:8-10) Claramente, pues, para ser oído por Dios uno no puede transgredir voluntariosamente las leyes de Dios. Más bien, uno tiene que desear sinceramente hacer lo que es correcto, anhelando humildemente hacer la voluntad de Dios, y no solo la propia voluntad de uno. ¿Hace usted eso?
Si lo hace, Dios oirá sus oraciones. Pues el apóstol cristiano Juan escribió: “No importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.”—1 Juan 5:14.
Pero, ¿cuál es la voluntad de Dios? Tiene que ver con lo que beneficiará más a la humanidad. La Biblia dice que la “voluntad [de Dios] es que hombres de toda clase sean salvos y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Tim. 2:4) ¿Ha pedido usted en oración alguna vez llegar a “un conocimiento exacto de la verdad,” es decir, la verdad acerca de Dios y su propósito para la humanidad? Dios oye esta clase de oración sincera.
ORACIONES QUE DIOS HA OÍDO
Hay el ejemplo del oficial del ejército italiano llamado Cornelio. La Biblia dice que era “hombre devoto y que temía a Dios,” y que “hacía ruego a Dios continuamente.” Jehová Dios oyó sus oraciones, y se encargó de que el apóstol cristiano Pedro fuera dirigido a Cornelio para enseñarle a fin de que llegara a un conocimiento exacto de la verdad.—Hech. 10:1-5, 22-43.
A buscadores sinceros de la verdad hoy día se les han contestado sus oraciones de manera similar. Por ejemplo, un especialista del corazón en la República Sudafricana fue movido un día a decirle a su esposa: “Solo hay una cosa que me pesa en esta vida... que hemos traído a este mundo seis hijos ateos.” Esto impelió a su esposa a orar a Dios: “Padre, ayúdanos a encontrarte.”
Dos días después testigos de Jehová llamaron a la puerta de este matrimonio. La esposa del doctor rápidamente reunió a los hijos, y todos disfrutaron de la discusión bíblica. Visitas subsecuentes resultaron en un estudio sistemático de la Biblia. Hoy la señora es una testigo de Jehová bautizada, y su esposo e hijos continúan progresando en su estudio de la Palabra de Dios.
A veces las pruebas y las tribulaciones de la vida hacen que las personas se sientan muy abatidas. Hasta pueden sentirse tan mal que piensen en suicidarse. ¿Pueden estas personas orar a Dios y ser oídas? ¡Ciertamente que sí! Pero ¿qué deberían pedir? “Un conocimiento exacto de la verdad” acerca de Dios y sus propósitos. Esto, de mejor modo que cualquier otra cosa, puede ayudarlas a afrontar sus problemas. Una señora de Nueva Caledonia relata cómo su súplica por ayuda fue contestada:
“Mientras estaba en una condición angustiada que me orillaba al suicidio, recurrí por carta a la única persona que creía yo que podría ayudarme... mi sacerdote. Pero no respondió. Sin embargo, una semana después me visitó una testigo de Jehová. Acepté una ayuda para el estudio de la Biblia, y tan pronto como se fue la señora ansiosamente devoré su contenido. Dentro de unos días comencé a sentir alivio mental y una creciente sensación de liberación.” Hoy esta señora y su esposo son testigos de Jehová.
Pero, ¿cómo puede uno estar seguro de qué es la verdad? A una católica romana de Mozambique la visitó una testigo de Jehová. Le gustó lo que oyó. Pero hay muchas religiones, y se preguntaba si ésta realmente era la correcta. De modo que oró a Dios: “Si ésta es la verdad, deja que esta señora regrese.” La Testigo regresó, y se inició un estudio bíblico. La señora lloró de gozo cuando comprendió que realmente había hallado la verdad.
ORACIONES A FAVOR DE OTROS
Por supuesto, no todos los individuos de corazón sincero y honrado piden en oración específicamente que se les enseñe el camino que lleva a la aprobación divina. En el caso de estas personas las oraciones de intercesión hechas por siervos dedicados de Dios pueden tener “mucho vigor.” (Sant. 5:16) Puesto que reconocen que el propósito de Dios es que hombres de toda clase se salven, sus siervos continúan orando por todos los que estén inclinados a la justicia.—1 Tim. 2:1-6.
Hay el ejemplo de un Testigo en Portugal que observaba a su vecino cultivando su pequeño terreno. Aprovechando la oportunidad, le preguntó si le gustaría ver toda la Tierra transformada en un jardín hermoso algún día. Al vecino le pareció que esto sería imposible. Pero el Testigo le aseguró que Dios había prometido precisamente eso, y que por lo tanto se realizaría.
No convencido, el vecino contestó que realmente no sabía nada acerca de Dios, mucho menos acerca de un paraíso prometido para esta Tierra. “Pues, ni siquiera sé orar a Dios,” añadió. De manera franca, el Testigo dijo: “Manuel, de modo que nunca has orado a Dios. Bueno, ven aquí y quítate el sombrero. Te enseñaré.” Entonces el Testigo le dio gracias a Jehová por la promesa de un justo nuevo orden. También pidió que Jehová abriera el corazón y mente de su vecino Manuel para que aprendiera acerca del reino de Dios. ¿Cuáles fueron los resultados?
Jehová Dios ciertamente abrió el corazón de Manuel. Se inició un estudio bíblico de casa con él. Dentro de tres meses él y su esposa comenzaron a decir a otros las buenas cosas que habían aprendido. Seis meses después de su primer estudio bíblico se bautizaron.
Es manifiesto que Dios sí contesta las oraciones de los individuos de corazón sincero y recto. Él se encarga de que reciban la ayuda que necesitan para entrar en una relación de dedicación con él. Una vez que disfrutan de una buena posición delante de él, él continúa contestando las oraciones de ellos. Jesucristo dijo a sus seguidores, que orarían en armonía con la voluntad divina: “Todas las cosas que pidan en oración, teniendo fe, las recibirán.”—Mat. 21:22.