Hallando gozo en el entrenamiento de los hijos
1, 2. (a) ¿Qué experiencia tuvo el rey Salomón al servir de juez entre dos mujeres, y qué le ayudó a juzgar correctamente? (b) ¿Cómo afecta la consanguinidad a lo que hace la persona?
DURANTE el reinado del sabio rey Salomón se le pidió que sirviera de juez entre dos mujeres, que vivían en la misma casa, que habían dado a luz hijos. Durante la noche uno de los niños murió y su madre calladamente lo cambió por el que vivía. Por la mañana la verdadera madre, detectando que el niño muerto no era suyo, acusó de robo a la madre no honrada, y el caso llegó ante Salomón. No pudiendo determinar la verdad del asunto, Salomón ordenó que el niño vivo fuera cortado en dos para que cada demandante pudiera tener su parte. El relato dice: “En seguida la mujer cuyo hijo era el vivo dijo al rey (porque sus emociones internas estaban excitadas para con su hijo, de modo que dijo): ‘¡Dispénsame, señor mío! Denle a ella el niño vivo. No vayan de ninguna manera a hacerlo morir.’ . . . En esto respondió el rey y dijo: ‘Denle a aquélla el niño vivo, y no deben de ninguna manera hacerlo morir. Ella es su madre.’” (1 Rey. 3:26, 27) Salomón entendía el amor que los padres les tienen a sus hijos. No solo había aprendido esto por experiencia, siendo padre él mismo, sino que estaba bien familiarizado con el punto de vista que tiene Dios del arreglo de familia como se expresa en las Escrituras.
2 Una estrecha relación de familia es una bendición. Cuando Andrés de Betsaida se enteró de la identidad del Mesías, ¿a quién se dirigió primero con estas buenas nuevas? “Primero halló éste a su propio hermano, Simón, y le dijo: ‘Hemos hallado al Mesías’ (que, traducido, significa Cristo).” (Juan 1:41) La consanguinidad suministra un vínculo que no puede negarse. La manera en que respondió Andrés fue una manera natural de responder a la circunstancia.
3. ¿Por qué es la hermandad cristiana un vínculo unificante aun más fuerte?
3 Hay un vínculo unificante aun más estrecho, y ése es el de la hermandad cristiana. En Romanos 12:10 dice la Biblia: “En amor fraternal ténganse tierno cariño los unos a los otros. En cuanto a mostrarse honra los unos a los otros lleven la delantera.” En 1 Pedro 5:9 se menciona “toda la asociación de sus hermanos en el mundo.” En Marcos 10:29, 30 se comparan las relaciones carnales con las que produce la verdad, y Jesús dice: “En verdad les digo: Nadie ha dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa de mí y por causa de las buenas nuevas, que no reciba el céntuplo ahora en este período de tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y campos, con persecuciones, y en el sistema de cosas venidero vida eterna.” Sí, los cristianos han aprendido que los hermanos en la verdad tienen algo que hasta los hermanos carnales naturales no tienen.—Juan 13:34, 35.
4. ¿Por qué pueden las familias cristianas esperar tener una unidad que otras familias no pueden tener?
4 Pero cuando en su familia se combinan ambas relaciones usted de veras está en una posición favorecida. Los padres que son siervos dedicados y bautizados de Dios tienen el amor natural a su prole que Dios implantó en la humanidad. También tienen la oportunidad de forjar en el círculo de la familia una unidad que puede producir felicidad y satisfacción que no se pueden alcanzar por otros medios. Pueden ayudar a sus hijos a llegar a ser siervos fieles de Dios; esto no solo juntará más estrechamente a la familia, sino que es la mejor herencia que pudieran dejar a los hijos. Sin embargo hoy eso no es tan sencillo como parece.
PREVIENDO PROBLEMAS
5, 6. (a) ¿Qué ayudará a los padres a prever problemas que necesiten atención? (b) ¿Cómo pueden mantenerse abiertas las líneas de comunicación entre los padres y sus hijos?
5 Al criar una familia, surgirán problemas. No es bueno imaginarse que no surgirán, porque sí surgirán. De modo que mantenga abiertos los ojos y los oídos a la espera de alguna señal de ellos. Cuando su hijo viene a usted con problemitas, no es prudente alejarlo con respuestas rápidas. Ese es el tiempo de mostrar vivo interés en lo que está en la mente del niño y sondearlo con preguntas. Muchos padres dicen que se les hace difícil lograr que sus hijos hablen, que les digan lo que piensan. ¿Pudiera deberse esto a que los padres mismos sofocaron la conversación en el pasado cuando los niños querían hablar y necesitaban ayuda? ¡Qué insensato es que uno mate una conversación con su hijo solo porque no se siente de humor para ello en esa ocasión!
6 El padre o la madre que se mantiene alerta en cuanto a cosas de las cuales hablar con sus hijos y muestra que está genuinamente dispuesto o dispuesta a considerar casi cualquier tema no verá que las líneas de comunicación se cierran, sino que las verá abiertas constantemente y zumbando con mensajes que le dicen lo que es necesario que sepa, y verá que contribuyen a un ambiente de cálido afecto y de entendimiento en las relaciones de familia. El padre o madre que muestra disposición a escuchar por lo general tendrá hijos que estarán dispuestos a hablar. Pero ¿se dirigirán los hijos a los padres con problemas grandes si los padres no escuchan los problemitas, ayudando a resolverlos y de manera que refleje bondad y comprensión? ¿Tiene usted ahora mismo un amigo con el cual contar y en quien tenga confianza, uno al que podría dirigirse con un problema serio, sabiendo que él tomaría tiempo para escuchar todo lo que usted dijera y no lo despreciaría solo porque usted tuviera el problema? Todo niño debe sentirse así en cuanto a sus padres. ¿Se sienten sus hijos así en cuanto a usted? Proverbios 17:17 dice: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia.” Es triste el que un hijo tenga que buscar fuera del círculo de familia esa clase de relación.
7. ¿Qué comprende el presidir una casa de manera excelente?
7 El apóstol Pablo escribió que un superintendente debe ser “hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?).” (1 Tim. 3:4, 5) Esto no quiere decir que, prescindiendo de cuánto tiempo dedique un padre a otros intereses, está bien mientras intervenga y atienda asuntos cuando sus hijos se metan en dificultades. No, él tiene que presidir su propia familia de manera excelente, vigilando cuidadosamente, previendo problemas, mirando adelante a lo que pudiera desarrollarse entre los que están a su cuidado. El consejo preventivo es mucho mejor que el consejo correctivo. El padre que se especializa en impedir los problemas es más sabio que el que está satisfecho con tratar de resolverlos cuando surgen. Es verdad que los abogados edifican reputación litigando en los tribunales. Pero los padres cristianos edifican excelente reputación presidiendo de la manera que evite los problemas.
GUÍA PARA ‘EL INEXPERTO’
8. ¿Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos a tener el punto de vista correcto en cuanto a la experiencia?
8 Los niños solo han tenido experiencia limitada en la vida, pero sirve de poco el que los padres les sigan recordando ese hecho. Por otra parte, si a un niño realmente se le ayuda a entender el elevado valor que las Escrituras dan a la experiencia y cómo él personalmente debe estar alerta para aprender de toda experiencia, entonces es probable que el niño adquiera la actitud correcta en cuanto a la ayuda que el padre o la madre le esté dando y de veras se beneficie de los diversos acontecimientos que afecten su vida a medida que transcurran los años. En realidad, todos nosotros deberíamos estar aprendiendo de cada experiencia que tenemos. Y si el niño se da cuenta de que sus padres comprenden que hay lecciones que ellos mismos pueden aprender de diversas situaciones, entonces estará menos propenso a resentirse de su propia falta de experiencia y se mostrará más receptivo al proceso de aprendizaje.
9. ¿Qué dicen las Escrituras en cuanto a los que rehúsan aprender de la experiencia?
9 ¿Qué dicen las Escrituras en cuanto a la experiencia? Censuran severamente a los que obstinadamente rehúsan escuchar y aprender de la experiencia, diciendo: “¿Hasta cuándo seguirán ustedes los inexpertos amando la inexperiencia, y hasta cuándo tendrán ustedes los burladores que desear para ustedes mismos la burla consumada, y hasta cuándo seguirán ustedes los estúpidos odiando el conocimiento? Vuélvanse ante mi censura.” (Pro. 1:22, 23) “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena.”—Pro. 22:3.
10. Aunque los jóvenes carecen de experiencia, ¿cuáles son algunas maneras en que se puede compensar esto?
10 Hay maneras en que los padres pueden ayudar a compensar la falta de experiencia de los jóvenes. Los padres precavidos pueden ayudar bondadosamente a los inexpertos a salir de sus problemas sin poner en aprieto a los hijos enfrente de otras personas. También, a medida que les enseñan la Biblia los están equipando con conocimiento que puede hacer al individuo más sabio de lo que lo pudiera hacer toda la experiencia de una vida. El Salmo 19:7 nos dice: “El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto.” Y el Salmo 119:130 agrega: “La manifestación misma de tus palabras da luz, haciendo entender a los inexpertos.”
11. ¿Es el ser joven e inexperto algo de lo cual avergonzarse?
11 El ser joven e inexperto no es, en sí, algo de lo cual avergonzarse. Es solo parte del desarrollo, y uno simplemente tiene que ser paciente. Pero cuando uno rehúsa reconocer que es inexperto y prosigue y comete actos insensatos o desaforados, acarreándole vituperio a su familia y a la congregación cristiana, eso es algo de lo cual avergonzarse. El padre o la madre que se da cuenta de esto y ayuda de manera diestra a su prole a comprenderlo recibirá gran galardón a medida que su hijo progrese hacia la madurez.
12. ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a aprender la importancia de mostrar respeto?
12 A medida que el individuo se hace experto en los caminos de Jehová también aprecia más la importancia de mostrar respeto. Los padres deben poner un buen ejemplo en cuanto a esto para sus hijos. El padre debe mostrar respeto a la madre, reconociendo que ella es coheredera del “favor inmerecido de la vida.” (1 Ped. 3:7) Ella, también, debe mostrar “profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:33) Ambos deben respetar a los ancianos de la congregación, viviendo en armonía con el consejo bíblico: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta.” (Heb. 13:17) Al adherirse así a los caminos de Jehová muestran respeto a Jehová y su arreglo teocrático.—1 Cor. 11:3.
13. (a) ¿De qué manera debe afectar un sentimiento de compañerismo la relación entre padre o madre e hijo? (b) ¿De qué manera presentan a veces los anuncios comerciales de la televisión un punto de vista torcido de esta relación?
13 Cuando los padres ponen un ejemplo tan excelente, no es difícil que los hijos entiendan el principio de respetar. Es probable que tengan en alta estima a sus padres y les muestren respeto de muchas maneras. Es cierto, como se ha dicho, que los padres y sus hijos deben ser como compañeros. Pero esto solo se refiere a cosas como la relación de afecto cálido y amigabilidad que debe existir entre ellos y no una igualdad verdadera de otras maneras en la casa. La aplicación de los principios bíblicos requiere que haya un entendimiento claro de quién es el padre y quién es el hijo. En contraste, ¿ha notado usted en los anuncios comerciales de la televisión que a menudo se muestra a los niños instruyendo a los padres, dando a entender que son anticuados o que necesitan que se les corrija o modernice? Esa clase de publicidad estimula al hijo a ejercer presión en su padre para que compre el auto de la clase que el hijo quiere. O estimula a la hija a ejercer presión en la madre para que le permita comprar ropa, perfumes, desodorantes, champúes y otras cosas “nuevas” y “diferentes” que en realidad no son nuevas en absoluto. Esto es sencillamente algo a lo cual recurre el mundo comercial para beneficiarse financieramente sin considerar el mal efecto que tiene en el hogar. Pero la Biblia muestra claramente que son los hijos quienes tienen menos experiencia, y se les debe estimular a mostrar respeto a los que han vivido más tiempo y han visto más de la vida.
14, 15. (a) ¿Por qué debe enseñarse a los hijos a pensar hasta cierto punto por sí mismos? (b) Ofrezca sugerencias que podrían ser útiles a los padres en sus esfuerzos por ayudar a sus hijos a desarrollar habilidad para pensar.
14 Por supuesto, a los niños se les tiene que enseñar a pensar hasta cierto punto por sí mismos. Algún día tendrán que tomar sus propias decisiones, y el entrenamiento temprano puede ayudar en esto. La Biblia anima en sumo grado a desarrollar habilidad para pensar, y éste es uno de los asuntos más importantes en que los padres pueden ayudar a sus hijos. Ellos van a desarrollar algún modelo o patrón de pensamiento; por eso ¿por qué no asegurarse de que aprendan a razonar las cosas teniendo como base lo que la Biblia nos dice acerca de Jehová y sus caminos? Proverbios 5:1, 2 dice: “Hijo mío, oh de veras presta atención a mi sabiduría. A mi discernimiento inclina tus oídos, para guardar las habilidades para pensar; y que tus propios labios salvaguarden el conocimiento mismo.” Si usted quiere ayudar a alguien a desarrollar habilidad para pensar es importante que no haga por el estudiante lo que él puede hacer por sí mismo. Los cristianos, al presentar a otros la verdad, han aprendido la importancia de atraer el oyente a la conversación, de hacer que se envuelva en la consideración, de saber lo que piensa, y luego hacer que razone y llegue a conclusiones correctas. Estos son recursos que los padres deben tener presentes al ayudar a sus hijos a desarrollar habilidad para pensar.
15 Esta habilidad puede recibir desarrollo progresivo a medida que el niño crece. Son muchas las decisiones que se le puede permitir que tome por sí mismo, menores. Pregúntele: “¿Qué crees que sería lo mejor que se pudiera hacer en este asunto?” Quizás su respuesta muestre que necesita un poco de más ayuda. Razone con él y haga que se encamine en la dirección correcta. No se irrite ni impaciente. El apóstol Pablo se remontó hasta su propia infancia como ejemplo y dijo: “Cuando yo era pequeñuelo, hablaba como pequeñuelo, pensaba como pequeñuelo, razonaba como pequeñuelo; mas ahora que he llegado a ser hombre, he eliminado las cosas características de pequeñuelo.” (1 Cor. 13:11) Desarrolló habilidad para pensar a medida que crecía.
16. ¿Cómo hasta la gente mundana se esfuerza por preparar a sus hijos para el futuro?
16 Hasta algunos padres que no forman parte de la congregación cristiana se dan cuenta del valor de preparar a sus hijos para el futuro. No dejan al azar el futuro del hijo y no le dejan escoger lo que quiere hacer, si acaso quiere hacer algo más tarde, cuando tenga suficiente edad para hacerlo. Por ejemplo, quizás principien temprano en la vida del niño a prepararlo para administrar los negocios de la familia, atender los bienes de la familia o comenzar una nueva carrera. No cuando se trata de su futuro financiero, sino tocante a religión, algo que consideran como de poca o de ninguna importancia, a menudo dicen que dejarán que el niño decida más tarde. Por eso, no piense que el mundo no aprueba el principio de la preparación y el entrenamiento. Sí lo aprueba, mucho, pero en esfuerzos materialistas, no en asuntos espirituales.
DANDO CONSEJO QUE EDIFICA
17. ¿Basta con simplemente dar consejo exacto, o se necesita algo más?
17 A veces se ha sabido de personas que, después de recibir consejo, han dicho: “No me opuse a lo que dijo; realmente era cierto y merecido. Simplemente no me gustó la manera en que lo dijo.” Por supuesto, en una casa cristiana debe aceptarse el consejo aunque no se presente de la manera más aceptable. Pero ¿hay cosas que un padre o una madre pudiera tener presentes a fin de hacer más fácil que sus hijos acepten el consejo? Sin duda las hay. No se trata solo de saber lo que está mal y lo que se necesita para mejorar, sino de saber también cómo abordar el asunto y cómo decirlo.
18, 19. (a) ¿Cómo entran en el asunto de dar consejo el tiempo y el lugar? (b) ¿Qué otras cosas ayudarán a hacer que se acepte más fácilmente el consejo?
18 Una cosa que se debe considerar es el tiempo apropiado para dar consejo. Muchas veces el tiempo apropiado pudiera ser inmediatamente después de un contratiempo o maldad, pero no siempre. El esperar hasta que tanto el padre o la madre como el hijo estén en un estado de ánimo más calmado pudiera ser mejor. También, debe considerarse el lugar. Si ha sucedido algo impropio en el lugar de reunión de la congregación, en un hogar ajeno o mientras iban de compras, pudiera ser lo mejor que el consejo, o por lo menos todo consejo extenso, se postergara hasta haber llegado a casa.
19 La manera de decir las cosas envuelve bondad, prudencia, tranquilidad y racionalidad. Usted pudiera dejar que el niño se expresara acerca de algunos puntos, comprendiendo que quizás usted no tenga todos los datos relacionados con el caso. Y pudiera hacer preguntas para ver si él capta el punto. Una sonrisa podría ser apropiada si el asunto no es muy serio y el consejo se está recibiendo de buena gana. Pero en una ocasión más seria en la cual se necesite consejo firme la sonrisa podría dar una impresión incorrecta. En todo caso uno debe estar seguro de que el consejo se entiende claramente.
20, 21. (a) ¿A qué se debe el que las amenazas por lo general no produzcan los mejores resultados en el entrenamiento de los hijos? (b) ¿Qué método es mejor que ése?
20 Las amenazas y las advertencias por lo general no producen los mejores resultados. ¿Por qué? Porque puede ser que solo resulten en temer el castigo con el cual se ha amenazado, no en odiar la maldad. (Sal. 97:10) En Efesios 6:9 se aconseja a los amos a ‘dejar de usar amenazas, porque ustedes saben que el Amo tanto de ellos como de ustedes está en los cielos, y con él no hay parcialidad.’
21 El mejor método es mostrar la ventaja de hacer las cosas a la manera de Jehová y, donde sea posible, las razones por las cuales ciertas cosas son malas. De modo optimista estimule a adoptar el proceder correcto, pero al mismo tiempo aclare amorosamente cuáles serán las consecuencias de la desobediencia. Hay diferencia entre amenazar y señalar brevemente cuáles serán indudablemente las consecuencias de cierto proceder. Note la manera atractiva en que Jehová estimula a adoptar el proceder apropiado: “Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; . . . en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.” (Pro. 2:1-5) Pero más tarde en este capítulo se introducen consecuencias de manera bondadosa pero firme: “El propósito es que andes en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos. Porque los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, ellos serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, ellos serán arrancados de ella.”—Pro. 2:20-22.
ASOCIACIONES
22, 23. ¿Cómo afectan a un niño sus asociados, y por eso cuál debe ser la actitud de los padres en cuanto a esto?
22 A menudo los padres cristianos hallan que surgen problemas cuando sus hijos empiezan a asociarse con otros niños en el vecindario o con condiscípulos. Por supuesto, es preciso que tengan alguna asociación con los de afuera. Hoy el aislamiento completo es casi imposible y no es aconsejable. Los asociados mundanos varían en el grado de influencia no cristiana que ejercen. Pero es preciso que los padres sepan con quiénes hablan y juegan sus hijos. Aunque algunas personas mundanas hoy día tienen ciertas características admirables, hay que recordar que no puede decirse que el que no es adorador de Jehová es buena compañía.—1 Cor. 15:33.
23 De manera general uno pudiera decir que realmente hay dos clases de asociados. Proverbios 13:20 dice: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” Por supuesto, aquí no se dice exactamente quiénes son los sabios. Pero la Biblia aclara en otra parte la clase de sabiduría que se da a entender. El Salmo 111:10 dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” De modo que los adoradores de Jehová son los sabios con quienes sus hijos deben asociarse. Esto los ayudará a llegar a ser verdaderamente sabios. La situación ideal es que los padres tengan un programa tan excelente bosquejado para sus hijos que quede poco tiempo o ninguno para asociaciones de afuera. El estar con la familia u otros cristianos llega a ser tan interesante y absorbente que las otras asociaciones no llegan a hacerse una tentación. Pero si llegan a hacerse tal cosa, entonces los padres deben tomar tiempo para aclararle al niño el punto de vista de la Biblia sobre el asunto; al mismo tiempo deben ejercer firmemente el control que se necesita.
24. ¿Por qué es necesario que los hijos mismos entiendan lo que dice la Biblia acerca de las malas asociaciones?
24 ¿Deben los padres cristianos realmente ser tan francos y sinceros al enseñar a sus hijos en cuanto a las asociaciones mundanas? ¿Por qué no? Los niños, por lo general, aprecian que se les diga la verdad de un asunto para no malentenderlo. Por lo menos algunos afirman hoy que quieren que los de mayor edad “les digan las cosas tal como son.” Por supuesto, a los niños también se les debe enseñar bondad y prudencia para que puedan tratar con otros amorosamente. Pero no basta con que solo los padres estén enterados de los peligros de las asociaciones incorrectas. Para que los hijos tengan protección, ellos también tienen que conocer los peligros, y es responsabilidad de los padres hacer claro ese punto.
25. ¿A quién es necesario que acudan los padres por guía en el entrenamiento de sus hijos, y por qué?
25 Al procurar edificar dentro de sus hijos las cualidades durables que necesitan a fin de sobrevivir a través de las pruebas que les vendrán en el futuro a todos los cristianos verdaderos, los padres deben acudir a Jehová por fuerza y guía. (1 Cor. 3:10-15) El entrenar a los hijos para que crezcan y sean una fuente de placer para sus padres y una honra para Dios no es cosa fácil. Exige vigilancia constante. Pero, aunque es una responsabilidad que causa momentos de ansiedad a veces, también es un privilegio que nos ha dado un Dios amoroso que principalmente produce gozo. De veras puede haber satisfacción y gozo en el entrenamiento de los hijos.
[Ilustración de la página 409]
El mostrarse genuinamente dispuesto a escuchar los problemitas de sus hijos es importante para mantener abiertas las líneas de comunicación