Un rebaño feliz requiere acaudillamiento del siervo
“El que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz, y llama a sus propias ovejas por nombre y las saca fuera.”—Juan 10:2, 3.
1. (a) ¿Por qué el acaudillamiento es una cualidad esencial de un superintendente, y qué denota la mismísima palabra “superintendente”? (b) ¿De qué manera únicamente puede un superintendente cuidar eficazmente de su asignación?
SE REQUIERE acaudillamiento de todo superintendente en la congregación cristiana si ésta habrá de prosperar y si el rebaño de Dios habrá de seguir siendo feliz. La mismísima palabra “superintendente” significa aquel que visita e inspecciona. Sugiere el vigilar y cuidar de los intereses de la congregación. El consejo que se registra en Hechos 20:28 es que, para hacer esto eficaz y eficientemente, los superintendentes primero ‘prestan atención a sí mismos,’ luego prestan atención a “todo el rebaño” de Dios y, finalmente, ‘pastorean la congregación de Dios.’ El cuidar fielmente de estos requisitos resulta en un rebaño feliz.
2. Al prestar atención a sí mismo, ¿qué hará el superintendente, y por qué?
2 Comúnmente la vida de un pastor es dura y penosa. Su ocupación es de tiempo cabal. Debe cuidarse razonablemente si habrá de cuidar apropiadamente a las ovejas. Se espera que el superintendente sea espiritualmente fuerte. Las ovejas acuden a él para fuerza y estímulo. Por lo tanto, debe conocer la Biblia para poder impartir el consuelo que se necesite al tiempo apropiado. En privado estudiará la Palabra de Dios diariamente. Meditará en su consejo sabio y tratará de aplicar sus principios en su vida. Orará a Dios por sabiduría y dirección, sabiendo que es imposible suministrar buen acaudillamiento sin la bendición de Jehová. Siempre tiene que recordar que “Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.” Constantemente tiene que recordarse que “la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita.” (Pro. 2:6; Sant. 3:17) Cuando es motivado por esta sabiduría, el acaudillamiento, la fe y las otras cualidades excelentes que se esperan de los superintendentes serán evidentes para el rebaño de Dios.
3. ¿Qué significa el acaudillamiento del siervo?
3 El acaudillamiento del siervo significa que el superintendente estará con su rebaño o en la delantera de su rebaño, nunca detrás de las ovejas o donde no están. Estará en todos los arreglos de congregación para las reuniones y participando activamente en ellos con los otros miembros de la congregación. No estará atendiendo asuntos de la congregación ni estará conferenciando con sus auxiliares mientras se efectúen las reuniones. Estará haciendo lo que quiere que su rebaño esté haciendo, a saber, estará prestando estricta atención a lo que se esté diciendo. Él es quien pone el ejemplo para la congregación.
4. ¿De qué otras maneras se equipará el superintendente para acaudillamiento eficaz?
4 El prestar atención a sí mismo como superintendente significa, también, que conocerá cabalmente sus deberes y responsabilidades como pastor de las ovejas de Dios. No descuidará el leer y el estudiar la constante corriente de instrucciones que le llegan por medio de la organización de siervos de Jehová—la Sociedad Watch Tower. Más bien, se encargará de estudiar y repasar publicaciones como Predicando y enseñando juntos en unidad, Capacitados para ser ministros, el Ministerio del Reino y las otras publicaciones de la Sociedad. Además, no solo se familiarizará con sus propias responsabilidades sino que también se familiarizará con los deberes de los siervos ministeriales auxiliares que le ayudan a pastorear la congregación para que él pueda ayudarles cuando lo necesiten. Una dirección firme, unificada, del superintendente hace que les sea más fácil de seguir a las ovejas. Estarán prontas a seguir las instrucciones y listas para recibir consejo en imitación del ejemplo apropiado del superintendente.
5. ¿Por qué debe interesarse el superintendente en su familia?
5 El acaudillamiento del siervo también se extiende a la familia del superintendente, si tiene una, porque su familia refleja su capacidad como superintendente. De modo que debe cuidar de encargarse de esta responsabilidad si habrá de prestar atención a sí mismo, como el apóstol Pablo mandó que debería hacerlo. Al expresar los requisitos de los superintendentes, Pablo dijo: Un superintendente debe ser un “hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?).” (1 Tim. 3:4, 5) Por lo tanto, la familia del superintendente debe ser modelo en la congregación.
6. ¿De qué manera será hallado un superintendente conduciendo a su familia, y por qué?
6 Como cabeza de la familia el superintendente debe encargarse de que la familia sea diligente en el estudio de la Palabra de Dios la Biblia y activa en el ministerio del campo. Su familia debe ser un ejemplo excelente de palabra y de hecho para las otras familias de la congregación. Para asegurarse de que la familia esté bien provista espiritualmente, el superintendente debe presidir el estudio bíblico de familia semanalmente. También debe tomar la delantera en la oración e ir personalmente con cada miembro de la familia en el ministerio de casa en casa, hacer revisitas con ellos a personas que muestran interés en el mensaje del Reino y ver cómo los miembros de su casa conducen sus estudios bíblicos de casa semanalmente. Él hace esto debido a que, como padre de su familia y como superintendente de la congregación, se interesa en el progreso espiritual de cada miembro de su familia y de la congregación. Él quiere que todos obtengan el premio de la vida eterna. También quiere que la congregación saque provecho al poner él un ejemplo apropiado.
7, 8. (a) ¿Cómo da énfasis el apóstol Pablo a la necesidad de proveer espiritualmente para la familia? (b) ¿Qué puede creer el superintendente que se necesita hacer para cumplir con las obligaciones de su familia?
7 Aunque quizás los asuntos de la congregación agobien al superintendente, no obstante no querrá ser hallado descuidando el bienestar espiritual de su familia llegando a estar demasiado ocupado con otras cosas. Debe cuidar de su familia. “Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa,” dijo Pablo, “ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Tim. 5:8) La familia no debe sufrir espiritualmente, ni la congregación sobre la cual él es superintendente.
8 Frecuentemente, para atender a todo el trabajo, quizás el superintendente crea necesario hacer un horario ajustado, o distribuir entre sus auxiliares algunas de las cosas que han de hacerse en la congregación. Él debe cumplir con sus obligaciones de familia. Otros cabezas de familia, de la congregación lo considerarán como ejemplo de acaudillamiento como esposo y como superintendente. El pastor debe querer poner un ejemplo digno. Usando discreción, perspicacia y entendimiento, siendo razonable en todas las cosas en casa y en la congregación, podrá hacer esto y ser un bendición para su familia y un modelo para el rebaño de Dios.—1 Tim. 4:15, 16
PRESTANDO ATENCIÓN A “TODO EL REBAÑO”
9. (a) ¿Qué actitud mental debe tener el pastor para con las ovejas, y por qué? (b) ¿A qué aprecio importante debe conducir el pastor a las ovejas?
9 Todo el género humano es asemejado a ovejas en la Biblia pero se habla de él como estando en una condición perdida. Jehová, el Gran Pastor, no quiere que perezca ninguna de las ovejas. Su Pastor Excelente Jesucristo dijo: “No es cosa deseable a mi Padre que está en el cielo el que uno de estos pequeños perezca.” (Mat. 18:14; Eze. 33:11) El superintendente, nombrado por espíritu santo para atender a “todo el rebaño” de Dios, debe tener esta misma actitud mental. Su principal interés debe ser las vidas de todas las ovejas bajo su custodia. No debe querer que ninguno de los pequeños de Jehová perezca. Para salvaguardar sus vidas los instruirá en todo el conocimiento de Dios. Debe ser, no solo un maestro capacitado de doctrina cristiana, sino también un instructor en el ministerio del campo. “Porque con el corazón se ejerce fe para justicia,” escribió el apóstol Pablo, “pero con la boca se hace declaración pública para salvación.” (Rom. 10:10) El superintendente debe conducir a las ovejas a este aprecio importante.
10. (a) ¿Qué dos deberes principales del pastor puso de relieve Jesús, y cómo? (b) ¿Cómo tomó la delantera Jesús en enseñar, y qué enseñó a las ovejas? (c) ¿Cómo puede aplicarse esta instrucción en la actualidad?
10 El enseñar y conducir al rebaño en el servicio de Dios es uno de los deberes principales de un superintendente. Jesús mostró esto cuando comisionó a sus seguidores a ‘hacer discípulos de gente de todas las naciones.’ En esa ocasión declaró que deberían enseñar a estos nuevos a ‘observar todas las cosas que mandó.’ (Mat. 28:19, 20) Pablo, también, dio énfasis a la necesidad de que los superintendentes sean maestros cuando dijo que los superintendentes deben estar ‘capacitados para enseñar.’ (1 Tim. 3:2) En enseñar, Jesús tomó la delantera. Enseñó oralmente y mediante ejemplo. No solo enseñó doctrina, sino que también entrenó a sus seguidores en el ministerio del campo. Después de enseñar a sus apóstoles en cuanto al reino de Dios, los llevó consigo y les dio instrucción personal en el servicio de Dios. Paso a paso lo observaron en los asuntos de su Padre, los cuales habrían de llegar a ser sus asuntos también. Jesús dijo a sus discípulos por qué decía y hacía ciertas cosas. Les dio instrucciones respecto a su indumentaria en el ministerio del campo, lo que deberían decir a la puerta, cómo habrían de comportarse ante opositores, y les advirtió cómo habrían de ser recibidos por la gente. Luego después de amplia instrucción personal, los envió a seguir su ejemplo. Primero, despachó a sus doce apóstoles al ministerio del campo y luego envió a otros setenta. Jesús mismo demostró ser un maestro capacitado. Hoy en día es menester que los superintendentes copien su ejemplo perfecto, si el rebaño de Dios habrá de prosperar y permanecer feliz.—Mat. 10:5-30; Mar. 9:28, 29; Luc. 10:1-3.
11. (a) ¿Qué privilegio remunerador tiene el superintendente y por qué? (b) ¿Cómo puede un pastor inspirar al rebaño a seguirlo?
11 El conducir el rebaño al servicio de Dios es un privilegio maravilloso, remunerador. ¡Qué gozo hay en oír a una nueva oveja alabar a Dios por primera vez! Cuán mutuamente remunerador es que el superintendente pase tiempo con el rebaño en el ministerio del campo. ¡Cuán provechoso es que los subpastores reciban la visita del superintendente y que él les ofrezca sus sugerencias! Esto frecuentemente exige mucho del superintendente, pero él recibe un gozo remunerador. El apóstol Pablo, siguiendo estrechamente los pasos de Jesús, disfrutó de un privilegio semejante. Hablando a sus hermanos cristianos de Éfeso, el apóstol les dijo que tuvieran presente que por tres años, noche y día, no cesó de amonestarlos. “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.” (Hech. 20:20, 31) A los tesalonicenses Pablo dijo: “Nos hicimos amables en medio de ustedes, como cuando una madre que cría acaricia a sus propios hijos. Así, teniéndoles tierno cariño, tuvimos mucho gusto en impartirles, no solo las buenas nuevas de Dios, sino también nuestras propias almas, porque ustedes llegaron a sernos amados.” (1 Tes. 2:7, 8) Es este ejemplo de toda alma, amoroso, que persuade, de un superintendente el que inspira a todo el rebaño a seguirlo.
12. (a) ¿Por qué es el buen acaudillamiento una salvaguarda para el rebaño? (b) ¿Cómo enseña el pastor? (c) ¿Por qué siguen las ovejas al pastor?
12 El pastorear apropiadamente a la congregación de Dios es una salvaguarda para el rebaño. Mediante la diligencia del pastor las ovejas disciernen la seriedad de la adoración verdadera, la necesidad de una organización y de adherirse estrechamente a ella. Sienten la fuerza y dirección del buen acaudillamiento. Disfrutan de la protección que proviene de estar con el rebaño. Su aprecio al reunirse con regularidad es acrecentado y la importancia del alimentarse diariamente de la Palabra de Dios es avivada. Las ovejas aprenden de su pastor fiel la lección de confiabilidad y confianza. Al dar de sí mismo anuentemente y sin quejarse al pastorear todo el rebaño, las ovejas aprenden de esto la necesidad de mayores sacrificios de parte de ellas. La prontitud de él para llevar a cabo la voluntad de Jehová estimula en cada uno de ellos la importancia de responder inmediatamente a la dirección teocrática. La apacibilidad del pastor ayuda a las ovejas a ser apacibles en su relación de unas con otras. El atender él a los muchos deberes le enseña al rebaño el provecho de hacer un horario. El hecho de que él conduce, no intimida; anima, no empuja; ama, no odia, es lo que edifica al rebaño y resulta en felicidad. El pastor comprende que tal como una cuerda no puede ser empujada muy lejos desde la parte de atrás, tampoco una larga línea de ovejas puede ser dirigida por alguna distancia empujando. Por lo tanto, su gozo se halla en la posición de tomar la delantera, prestando atención a toda la congregación de Dios, llamándola para que ‘se haga imitadora de él, así como él lo es de Cristo.’—1 Cor. 11:1.
DONDE FALTA ACAUDILLAMIENTO
13. Cuando falta acaudillamiento, ¿qué le sucede al rebaño?
13 No todos los superintendentes atienden apropiadamente al rebaño de Dios. Muchos pastores del antiguo Israel resultaron ser infieles. El Dueño de las ovejas, Jehová, por medio de su profeta Ezequiel puso de manifiesto su irresponsabilidad, su egoísmo y su total desatención a las ovejas, diciendo: “¡Ay de los pastores de Israel, que se han hecho apacentadores de sí mismos! . . . Al rebaño mismo no lo apacientan. A las enfermas no las han fortalecido, y a la doliente no la han curado, y a la quebrada no la han vendado, y a la dispersa no la han traído de vuelta, y a la perdida no la han tratado de hallar, sino que con aspereza las han tenido en sujeción, aun con tiranía. Y gradualmente fueron esparcidas debido a no haber pastor allí, de modo que llegaron a ser alimento para toda bestia salvaje del campo, y continuaron siendo esparcidas. Mis ovejas siguieron extraviándose en todas las montañas y en toda colina elevada; y sobre toda la superficie de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, sin que nadie investigara y sin que nadie tratara de hallarlas.” (Eze. 34:2-6) Los pastores habían abandonado completamente sus deberes dados por Dios. Obviamente no amaban a Jehová ni a sus ovejas. Jehová dio su palabra de que los aniquilaría, y lo hizo. Sin embargo, la falta de acaudillamiento resultó en desdicha, porque las ovejas esparcidas o perdidas no son felices.
14. ¿Cuál es la condición de las ovejas en la cristiandad, y por qué están siendo esparcidas las ovejas?
14 El Israel infiel de tiempos antiguos fue un prototipo de la cristiandad de hoy día, en la que vemos una condición semejante entre las ovejas. Hablando acerca de las condiciones del rebaño en la cristiandad, el Christian Heritage para febrero de 1964 dijo: “Hoy en día, frecuentemente solo queda una oveja en el redil. Son las noventa y nueve las que están en el desierto.” Cuando las ovejas huyen del redil, se debe a que no hay pastor. Uno de los pastores de la cristiandad, el ministro Juan R. Claypool, advirtió que las iglesias bautistas estaban perdiendo algunos de sus mejores jóvenes porque éstos se estaban yendo a otras fes. Claypool dijo, según se le citó en el Morning News de Dallas (Texas) del 7 de mayo de 1963: “Este tipo de éxodo está alcanzando proporción alarmante. Y mucha de la crisis parece concentrarse en el campo de la adoración.” Los corderitos buscan el alimento verdadero y la bebida verdadera. Cuando se le preguntó a una mujer por qué dejó la iglesia, contestó que “ya no podía hallar significado en el acercamiento informal, irreverente, a la adoración que caracterizaba a la práctica bautista.” Las ovejas tienen hambre. Se sienten perdidas y abandonadas sin un pastor verdadero que las conduzca. El Dr. Rodolfo W. Sockman, ministro, de la Iglesia de Cristo, en la ciudad de Nueva York, dijo que ni siquiera Cristo se “sentiría a gusto en muchas de las iglesias erigidas en Su nombre, porque han permitido que el clericalismo y la mundanalidad destruyan la simplicidad y sinceridad de Su evangelio original.” ¿Sorprende que las ovejas hayan sido esparcidas? Se han ido por falta de la adoración verdadera.
15, 16. (a) ¿Por qué se extravían las ovejas? (b) ¿Qué dice un observador acerca de los pastores y las ovejas?
15 Jehová ha declarado que las ovejas se extravían cuando los pastores les fallan. Los balidos doloridos de las ovejas en la cristiandad, su desenfrenada mirada inquieta, el apresurarse acá y allá en un esfuerzo desesperanzado para recobrar la senda perdida y ser restauradas al rebaño, es suficiente prueba del fracaso de los pastores de la cristiandad. Al escribir para el Family Herald del 25 de octubre de 1962, bajo el encabezamiento “¡El rebaño todavía necesita un pastor!” P. Radbourne pregunta y luego comenta:
16 “¿Dónde está el pastor Brown, del lunes al viernes? Está en el púlpito los domingos—pero, ¿dónde está durante el resto de la semana? Supongo que ciertamente no está a su puerta ni a la mía y yo sostengo que la iglesia tiene que regresar al hogar si habrá de ser una fuerza verdaderamente eficaz en las vidas de su pueblo. Devuélvannos al ministro antiguo, visitador, que conocía a la gente a quien predicaba los domingos—el humilde clérigo que no se apresuraba, el cual se proponía visitar cada hogar, el cual charlaba, bebía amistosamente una taza de té y, antes de partir, se arrodillaba para implorar bendiciones sobre el hogar. Este es el hombre que daba elevada inspiración a los jóvenes cuando el mundo no conocía al delincuente juvenil. ¿Quién, hoy día, es la luz orientadora de mis hijos? No lo sé—pero desearía que fuese un pastor. Parece que el ministro ha llegado a estar demasiado ocupado, en los días de la semana, para estar informado en cuanto a los demás. Es ejecutivo de varias juntas, miembro de varios clubes de servicio y organizaciones, y tiene varias citas para dar discursos que son responsables de muchos kilómetros y muchas causas excelentes. Pero todavía deja el hecho de que el único lugar que no está visitando nuestro pastor ¡es el nuestro! . . . El ministro visitador de la antigüedad venía a nuestras puertas sin importar el tiempo que hiciera, sin ser anunciado y a pie. No tenía automóvil, teléfono, ni oficina equipada con secretaria para encargarse de sus citas y escribir sus cartas. ¡No obstante, venía! En estos días está haciéndose cada vez más difícil hallar al pastor de uno, aun con la ayuda de un teléfono y un auto rápido. . . . Esperamos que el pastor reúna a la oveja perdida; pero, ¿qué hay de las otras noventa y nueve? ¿Cómo puede saber el pastor si los lobos están devorando a los corderos cuando está al otro lado de la montaña?”
17. (a) ¿Quién tiene la culpa de la condición lastimosa de las ovejas en la cristiandad? (b) ¿Cuál es la condición de las ovejas?
17 ¿Quién tiene la culpa de esta condición lastimosa de las ovejas en la cristiandad? Quizás los pastores le echen la culpa a una sobrecarga de trabajo, o al paso apresurado de la vida moderna. Pero el Dueño de las ovejas nos dice qué pasa. En Jeremías 50:6 Jehová dice: “Mi pueblo ha llegado a ser un rebaño de criaturas que perecen. Sus propios pastores las han hecho vagar.” Sí, la culpa es de los pastores. No están cuidando a las ovejas. Y los efectos de su negligencia han resultado ser calamitosos para el rebaño. No solo han sido extraviadas las ovejas, sino que se les ha dejado morir de hambre o morir de sed, o han sido abandonadas para ser devoradas por lobos malignos. Los corderos esparcidos restantes están asustados y confusos. Se llaman cristianos, pero absolutamente no tienen concepto alguno de lo que es el cristianismo. Elogian los principios morales del cristianismo de paz sobre la Tierra y del amor al prójimo de uno como a uno mismo, pero ni tratan de entender su significado ni lo practican. La esperanza de las ovejas esparcidas reside en su Dueño Jehová. Tienen que venir a él por medio de su Rey-Pastor Jesucristo o enfrentarse a la aniquilación con sus pastores indignos.—Isa. 9:14-16; Eze. 34:16.
EFECTOS DEL BUEN PASTOREO
18. ¿Cuál es la condición de las ovejas en la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová?
18 La atención personal de parte del ministro en el hogar que Radbourne pidió es exactamente la manera en que los testigos de Jehová han estado llevando a cabo su ministerio en imitación de Cristo y sus apóstoles. Y sus pastores nombrados toman la delantera en hacer visitas sin ser anunciadas a las puertas y atender a las necesidades de las ovejas. Esto ha resultado en la bendición de Dios, porque sus rebaños han aumentado un céntuplo en unos cuantos años. En vez de asustar al rebaño, las ovejas están activas y son ayudadas a apreciar su relación con su Creador y Su organización. Hay paz y unidad entre el rebaño, porque el amor del pastor es un vínculo perfecto de unión. Estando bien alimentadas y abrevadas espiritualmente, las ovejas están contentas y felices.
19. ¿Cuál es el efecto del buen acaudillamiento?
19 El efecto del buen pastoreo es que con el tiempo la congregación en un sentido asume la imagen del superintendente. Las ovejas imitan al pastor. En Hebreos 13:7 se les dice que hagan esto: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe.” Al imitar al superintendente, la congregación llega a ser como él. Si él es pronto para aplicar las instrucciones y sugerencias teocráticas, se halla a la congregación respondiendo de manera semejante. Si el pastor es uno que se esfuerza diligentemente para cumplir las metas sugeridas en el ministerio del campo, entonces se ve que las ovejas bajo su custodia se esfuerzan por hacer lo mismo. Si el superintendente responde al servicio con entusiasmo, el rebaño está allí mismo con él, reflejando una semejante actitud positiva y confiada. Por lo tanto, el buen acaudillamiento verdaderamente es una bendición de Jehová. Su fin es la vida.
20. (a) Si las ovejas no están respondiendo apropiadamente, ¿qué debe hacer el superintendente? (b) ¿En qué pueden obtener consuelo tanto el pastor como las ovejas?
20 Nadie espera que las ovejas conduzcan al pastor. Es responsabilidad del pastor conducir al rebaño. Si las ovejas no responden de la manera que el pastor cree que deberían hacerlo, entonces es hora de que el pastor se examine estrechamente a la luz de la Palabra de Dios. Debe preguntarse: ¿Estoy suministrando al rebaño acaudillamiento vigoroso en todo rasgo del ministerio? ¿Estoy pastoreando con cuidado, con ternura, de buena voluntad, con verdaderas ganas? O, ¿soy severo y tiránico con las ovejas? ¿Somos yo y mi familia un ejemplo para el rebaño? Después de pensar, orar y meditar, la respuesta se le manifestará a usted. Entonces haga la corrección que se necesita. Tanto el pastor como su rebaño pueden obtener consuelo del hecho de que el Cordero de Dios en los cielos está a cargo de ellos y que él cumplirá la promesa que se halla en Revelación 7:17: “El Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.”