El espíritu santo—¿tercera persona de la trinidad o fuerza activa de Dios?
“Ustedes recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos míos . . . hasta la parte más lejana de la tierra”—Hech. 1:8.
1, 2. ¿Qué acontecimiento notable tuvo lugar en Jerusalén en el Pentecostés de 33 d. de J.C.?
La escena es Jerusalén. El tiempo es a fines de mayo del año 33 (d. de J.C.). En obediencia a la ley de Moisés más de un millón de judíos atestan la ciudad donde Jehová puso su nombre para celebrar la fiesta del Pentecostés. En un cuarto superior de la ciudad vemos reunidos a los once apóstoles, junto con otros 109 discípulos de Jesús, incluyendo a su madre y a sus hermanastros carnales.
2 Entonces, “de repente,” como Lucas lo describe, “provino del cielo un ruido exactamente igual al de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa donde se hallaban sentados. Y lenguas como si fueran de fuego se hicieron visibles y fueron distribuídas a ellos, y una se asentó sobre cada uno de ellos, y todos fueron llenados de espíritu santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, así como el espíritu les estaba concediendo hacer declaraciones.”—Hech. 2:2-4.
3. ¿Cuál es el punto de vista general de la cristiandad concerniente al espíritu santo de Dios? ¿Cuál es el punto de vista de los unitarios?
3 Con muy pocas excepciones los credos de la cristiandad declaran que el espíritu santo de Dios es la tercera persona de una trinidad, coigual, coeterna y consubstancial con el Padre y el Hijo. Los diccionarios bíblicos y las enciclopedias religiosas hacen grandes esfuerzos para probar no únicamente que el espíritu santo es una persona, sino que es una persona divina. Una excepción es el credo unitario, que sostiene que el espíritu santo sólo es “la influencia de la Deidad en la mente de sus siervos, . . . morando en el corazón de los creyentes, como fuente de su vida espiritual.”—Dictionary of Religious Knowledge, Abbott.
4. ¿Qué puntos de vista existían por lo general en 380 (d. de J.C.) en cuanto a la identidad del espíritu santo de Dios?
4 Aunque el consenso general de la enseñanza religiosa de la cristiandad hoy en día atribuya divinidad al espíritu santo de Dios, no siempre fué así. Note, por ejemplo, las palabras de Neander, de quien la Cyclopædia de McClintock y Strong declara: “Universalmente se concede que por mucho fué el más grande de los historiadores eclesiásticos. Aunque él mismo era trinitario, escribió: “En 380 d. de J.C., por lo general existía gran falta de claridad entre las diferentes facciones en cuanto a este dogma, de modo que un contemporáneo pudo decir: ‘Algunos de nuestros teólogos consideran al espíritu santo simplemente como un modo de operación divina; otros como una criatura de Dios; otros como Dios mismo; de nuevo, otros dicen que no saben cuál opinión aceptar a causa de su reverencia por la Sagrada Escritura, que no dice nada sobre el tema.’”
5. ¿Qué preguntas se presentan concerniente al espíritu santo de Dios?
5 ¿Es ambigua la Palabra de Dios en cuanto al tema del espíritu santo? ¿No indica claramente si el espíritu santo de Dios es Dios mismo, una criatura de Dios o un modo de operación divina?
PERSONAS ESPIRITUALES
6. ¿Qué palabra hebrea y qué palabra griega se vierten “espíritu” en las Escrituras, y cuáles son los significados de estas palabras?
6 Para entender lo que la Biblia dice acerca del espíritu santo de Dios primero tenemos que tomar nota del significado de la palabra hebrea y la palabra griega traducidas “espíritu,” a saber, la palabra hebrea ruahh y la palabra griega pneuma. Ambas palabras tienen el significado de “aliento,” “ráfaga” o “viento,” y se traducen de diversas maneras. La palabra española “neumático” proviene de esta palabra griega pneuma; una llanta neumática es una llanta llena de viento.
7. ¿En cuántos diferentes sentidos se usa el vocablo “espíritu” en las Escrituras, y, por lo tanto, a qué exhortación tenemos que prestar atención?
7 El vocablo “espíritu” se usa de siete maneras diferentes en la Biblia, y se aplica a personas y también a cosas impersonales. Obviamente, el no distinguir entre estos siete sentidos de “espíritu” resultaría en confusión en cuanto al tema. Por lo tanto, para determinar la verdad tenemos que prestar atención a la exhortación de Pablo: “Haz todo lo posible para presentarte aprobado a Dios, un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.”—2 Tim. 2:15.
8. ¿Cuáles dos características básicas del viento tienen en común todos estos diversos usos de “espíritu”?
8 ¿Por qué usaron los escritores de la Biblia las palabras ruahh y pneuma en siete sentidos diferentes y los aplicaron tanto a personas como a aquello que no tiene personalidad? Porque todos estos sentidos tienen en común las dos características básicas del viento, a saber, invisibilidad y fuerza. Note, por ejemplo, las velas de un barco impulsado por el viento. No podemos ver el viento; no obstante, el hecho de que las velas se arquean y el barco está siendo impulsado sobre el agua muestra que hay una fuerza funcionando. Así notamos un efecto visible producido por una fuerza invisible. Recalcan estas características de “espíritu” las palabras del profeta: “Los Egipcios son hombres, y no Dios, y sus caballos son carne, y no espíritu.”—Isa. 31:3, Mod.
9-11. (a) ¿Por qué se aplica aptamente a Jehová Dios el vocablo “espíritu”? (b) ¿A Jesucristo desde su resurrección? (c) ¿A los ángeles, buenos y malos?
9 Lógicamente, el vocablo “espíritu” ante todo aplica a Jehová Dios, porque él es tanto invisible, pues el hombre nunca lo ha visto, como poderoso—en realidad, todopoderoso. (Éxo. 6:3; 33:20) Sí, como Jesús dijo: “Dios es un Espíritu”; y como Pablo escribió: “Ahora, Jehová es el espíritu.”—Juan 4:24; 2 Cor. 3:17.
10 Las Escrituras también se refieren a Jesucristo como un espíritu. “El primer hombre Adán vino a ser alma viviente,” cita Pablo, contrastándolo con el último Adán, Jesús, quien “vino a ser un espíritu dador de vida” al ser resucitado, “habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu.” Y dado que ahora habita en “luz inaccesible,” y también es conocido como “Poderoso Dios,” el vocablo “espíritu” también se le aplica aptamente a él.—1 Cor. 15:45; 1 Ped. 3:18; 1 Tim. 6:16; Isa. 9:6, Mod.
11 A los ángeles, tanto a los buenos como a los malos, también se les llama “espíritus.” Por eso en Hebreos 1:7, 14 Pablo declara que Dios “hace a sus ángeles espíritus,” y que los ángeles son “todos ellos espíritus para servicio público.” Estos ángeles buenos son invisibles y poderosos, como la Biblia lo muestra repetidas veces. (2 Rey. 6:16, 17; Isa. 37:36, Mod) A los ángeles inicuos también se hace referencia como espíritus, y “con una palabra” Jesús a menudo echó a estos espíritus de las personas a quienes tenían poseídas. Y Pablo habla de Satanás como “el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.” (Mat. 8:16; Efe. 2:2) El hecho de que estos espíritus inicuos también son muy poderosos se hace patente del registro de Daniel 10:13, 20, donde se nos dice que uno de ellos pudo detener a un mensajero invisible de Dios por veintiún días.
“ESPÍRITU” USADO IMPERSONALMENTE
12-15. (a) ¿Qué razones y textos bíblicos muestran que “espíritu” se usa para designar la fuerza de vida? (b) ¿Para designar la disposición mental? (c) ¿Para designar declaraciones inspiradas?
12 Un ejemplo de usar “espíritu” para referirse a algo que no tiene personalidad se da en conexión con el espíritu o fuerza de vida que Dios puso en el hombre después de formarlo del polvo de la tierra, haciendo así que el hombre viviera. Concerniente a esta fuerza de vida, leemos en Génesis 7:22 (Val) que “todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices” murió a causa del Diluvio. O, “todo aquello en que el aliento de la fuerza de vida estaba activo . . . murió.” Y el apóstol Juan habla de la visión que vió en que el “espíritu de vida” entró en ciertos testigos, haciendo que se pusieran de pie después de haber estado muertos por tres días y medio. (Apo. 11:11) Al producirse la muerte ‘el polvo torna al polvo como antes era, y el espíritu [ruahh, no néfesh o alma] se vuelve a Dios, que lo dió.’ (Ecl. 12:7) Esta fuerza de vida ciertamente es invisible y poderosa, y por lo tanto aptamente se le llama “espíritu.” Los científicos están tratando con ahinco de descubrir esta fuerza de vida o “principio de la vida,” pero Jehová en su sabiduría ha considerado conveniente guardar este secreto para sí mismo.—Sal. 36:9.
13 Otro uso del vocablo “espíritu,” ruahh, pneuma, en las Escrituras para aquello que no tiene personalidad es su aplicación a la disposición mental. Por eso leemos: “Antes del quebrantamiento es la soberbia; y antes de la caída la altivez de espíritu.” Y: “Mejor es el que tarde se aira que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” (Pro. 16:18, 32, Val) La disposición mental misma no puede verse, pero tiene fuerza que se manifiesta en acciones que son visibles, como cuando uno pierde el gobierno de uno mismo y se le enrojece la cara y tiembla de ira. Jesús usó “espíritu” en este sentido cuando aconsejó: “Sigan velando y orando, para que no entren en tentación. El espíritu, por supuesto, está dispuesto, pero la carne es débil.” Por lo tanto la disposición mental de una persona también se llama aptamente “espíritu.”—Mat. 26:41.
14 Otro sentido en el cual se aplica el vocablo “espíritu” a cosas impersonales es a “declaraciones inspiradas.” Una profecía inspirada por Dios es una declaración o expresión inspirada, y por eso cuando se cita la profecía se hace referencia a ella apropiadamente como que el “espíritu” habla. Por eso Pablo dice que “la declaración inspirada [espíritu: nota al pie de la página] dice definitivamente que en los períodos de tiempo posteriores algunos se apartarán de la fe.”—1 Tim. 4:1.
15 El Diablo y sus agentes también inspiran declaraciones, aunque dichas declaraciones no son proféticas. Por eso a una porción de propaganda comunista despachada como noticia se le llama modernamente una “declaración inspirada.” La presente campaña de propaganda mundial de Satanás en contra del reino de Jehová se representa como “tres expresiones inspiradas inmundas,” o “espíritus inmundos,” que se parecen a ranas, que están juntando a todas las naciones para el Armagedón. (Apo. 16:13, 14, 16) El apóstol Juan exhorta a los cristianos a que estén alerta contra el ser engañados por expresiones inspiradas de la clase incorrecta: “No crean toda expresión [espíritu] inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos profetas falsos han salido al mundo.” El mismísimo hecho de que Juan asocia aquí “espíritu” con los profetas falsos muestra que se refiere a lo que estos profetas dicen y no a criaturas espirituales. Siendo humanos, no podemos probar a las criaturas espirituales, pero sí podemos probar las expresiones inspiradas por los espíritus para ver si son veraces o no. Dado que dichas ideas en sí mismas son invisibles y también pueden ejercer una fuerza poderosa sobre la mente de los hombres, aptamente se les llama “espíritus.”—1 Juan 4:1; UTA.
16, 17. (a) ¿Qué sostiene el Credo Atanasio concerniente al espíritu santo, y cuán fundamental se considera esta enseñanza? (b) ¿Qué razones arguyen en contra de que ésta sea lo que la Biblia sostiene?
16 El séptimo y restante sentido del vocablo “espíritu” es su uso como “espíritu santo,” que los traductores trinitarios generalmente vierten con mayúsculas y anteceden con el artículo definido el, como “El Espíritu Santo.” De acuerdo con el Credo Atanasio, el credo más antiguo que explícitamente enseña la trinidad como se entiende hoy, y por lo tanto el credo en que más confían los trinitarios, el “Espíritu Santo” es un miembro de la trinidad, increado, todopoderoso, incomprensible, una Persona, un Señor y un Dios, “la gloria igual, la majestad coeterna” con Dios el Padre. Un clérigo puede negar la inspiración de la Biblia, que la sangre de Jesús nos limpie de nuestros pecados, que Jesús ejecutara milagros y fuera levantado de entre los muertos, y todavía se le puede considerar un buen cristiano; pero que niegue la trinidad y al instante se le llamaría hereje. Dice la Encyclopedia católica romana concerniente a esta enseñanza: “La Trinidad es el término empleado para denotar la doctrina central de la religión cristiana.”
EL ESPÍRITU SANTO NI PERSONA NI DIOS
17 Si el espíritu santo es igual a Jehová Dios, como lo declara el Credo Atanasio, y si la trinidad es la enseñanza central de la religión cristiana, como lo declara The Catholic Encyclopedia, ¿no deberíamos esperar que estas cosas se digan claramente con las palabras precisas en la Biblia? Y ¿no debería ser éste el caso especialmente en vista del hecho de que se declara que la doctrina de la trinidad es “de todas las verdades reveladas” “la más impenetrable a la razón,” y no obstante la salvación depende de que uno la acepte? El hecho de que la Palabra de Dios no menciona, explica o enseña explícitamente una trinidad es en sí mismo fuerte prueba de que la doctrina de la trinidad es falsa. Y esto también recibe apoyo de lo que la Biblia enseña concerniente al espíritu santo.
18. ¿Qué testimonio bíblico muestra que el espíritu santo no podría ser igual a Dios?
18 Sí, ¿cómo pudiera ser el espíritu santo igual a Jehová el Padre cuando se le da una posición tan secundaria en las Escrituras? Daniel, Esteban y Juan vieron en visiones representaciones del Padre y del Hijo, pero nunca una del espíritu santo. ¿Por qué no, si el espíritu santo es igual al Padre y al Hijo en gloria, poder, etc.? Declare el credo que a menos que creamos que el espíritu santo es igual a Dios pereceremos, pero Jesús, al darnos la regla para la vida, ni siquiera menciona el espíritu santo: “Esto significa vida eterna, el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.”—Juan 17:3.
19. ¿Cómo indica el bautismo con espíritu santo que el espíritu santo no es una persona?
19 Lejos de enseñar igualdad con Jehová, las Escrituras muestran que el espíritu santo ni siquiera es una persona. Por esto Juan el Bautista declaró que Jesús bautizaría “con espíritu santo y con fuego,” así como él bautizaba con agua. Bautizar significa zambullir, sumergir, hundir. Una persona puede bautizar a otras con agua, sumergiéndolas dentro de ella, como lo hizo Juan, y una persona puede bautizar a otras con fuego por medio de zambullirlas en llamas o causando su destrucción; pero ¿cómo puede una persona bautizar a otras con otra persona? Dado que ni el agua ni el fuego son personas, ¿no es razonable concluir que tampoco es persona el espíritu santo? Además, Pedro declaró que Dios derramó ‘algo de su espíritu’ sobre toda clase de carne. ¿Podemos imaginarnos a algo de una persona siendo derramado sobre miles de otras personas, como tendría que haber sido el caso en el Pentecostés después que Pedro hubo predicado a los judíos?—Mat. 3:11; Hech. 2:17, 38, 41.
20, 21. ¿Cómo arguye contra el que sea una persona el hecho de que el espíritu santo de Dios no tiene un nombre que lo haga resaltar especialmente?
20 Que el espíritu santo no tiene personalidad también se indica por el hecho de que no tiene nombre que lo haga resaltar especialmente. A Dios, el Creador, se le llama de muchas maneras que lo destacan especialmente. Su nombre es Jehová, y sólo él es “El Dios,” o “El Dios [verdadero],” sólo él es el “Altísimo” y el “Todopoderoso.” Así se distingue claramente de los otros dioses o poderosos. Igualmente sucede con su Hijo, Jesucristo. Sólo hay uno que se llama así, sólo un “Hijo unigénito,” sólo un “Primogénito,” sólo un Logos o “Verbo” o “Palabra.”
21 Pero no sucede así con el espíritu santo. Jehová, Cristo y los ángeles fieles son todos espíritus santos. ¿Es el espíritu santo “El espíritu santo”? Si es así, ¿de qué manera es superior a Jehová y Cristo ya sea tocante a ser espíritu o tocante a ser santo? Y más de cien veces se hacen referencias al espíritu santo como “el espíritu de Jehová,” “el espíritu de Dios,” “mi espíritu” y “espíritu de Jesucristo.” Todos esos usos posesivos del espíritu santo constan más prueba de que es un medio o agencia más bien que una persona separada y distinta.—Jue. 3:10; Mat. 3:16; Hech. 2:18; Fili. 1:19.
22. ¿Cómo arguye el asunto de ubicación contra el que el espíritu santo de Dios tenga personalidad?
22 Y note todavía otro punto, el de ubicación. La Biblia nos dice que Dios habita en el cielo, que allí celebra sus reuniones palaciegas. También que Jesús en su existencia prehumana se regocijaba en la presencia de su Padre, que él vino a la tierra a ejecutar misiones especiales, especialmente cuando vino como hombre, y que ahora ha vuelto al cielo. ¿Dónde estaba o dónde está ahora el espíritu santo si es una persona? ¿Descendió él como persona sobre Jesús en el Jordán y luego se quedó, o volvió y luego vino otra vez en el Pentecostés? ¿Está él como persona ahora en el cielo con Dios y Cristo, o está él como persona esparcido a través de la tierra dondequiera que se hallan los seguidores de Cristo?
23. ¿Cómo han obscurecido los traductores de la Biblia la verdad concerniente al espíritu santo?
23 El hecho es que la verdad acerca del espíritu santo ha sido obscurecida por los prejuicios de los traductores bíblicos. El que ellos hayan empleado mayúsculas no puede usarse para probar que el espíritu santo sea una persona. ¿Por qué no? Porque al tiempo en que se escribieron las Escrituras no se distinguían de esa manera los nombres o substantivos propios de los comunes. Lo mismo es cierto concerniente a que ellos hayan agregado el artículo definido el antes de espíritu santo en unos cien casos donde los escritores de la Biblia no lo habían hecho. El omitir el artículo definido les parecía irrespetuoso a dichos traductores de la Biblia, pero no a los escritores de la Biblia. Por eso Pablo escribió que el reino de Dios quería decir “paz y gozo con espíritu santo,” no “con el espíritu santo.” Y Pedro escribió que los siervos de Dios hablaron, siendo “impulsados por espíritu santo,” no “por el espíritu santo.”—Rom. 14:17; 2 Ped. 1:21.
EL ESPÍRITU SANTO—LA FUERZA ACTIVA DE DIOS
24. ¿Qué es el espíritu santo de Dios?
24 Dado que el espíritu santo de Dios no es un Dios, no es un miembro de una trinidad, no es coigual, y ni siquiera es una persona, ¿es “la influencia de la Deidad en la mente de sus siervos,” como pretenden algunos? Aunque Dios usa el espíritu santo para influir en la mente de sus siervos, su operación incluye mucho más que sólo eso. Es la fuerza activa de Dios, no el poder de Jehová residiendo dentro de él mismo, sino su energía cuando se proyecta de él mismo para llevar a cabo sus propósitos. Esto es lo que ciertos antiguos “padres de la iglesia” optaron por llamar “un modo de operación divina.” Por ser invisible y poderoso se le puede llamar apropiadamente ruahh, pneuma o espíritu. Sin embargo, no es una fuerza ciega, libre, como lo son las fuerzas de la “naturaleza,” el rayo, los huracanes y cosas semejantes; siendo el espíritu santo de Dios, a todo tiempo está bajo su dominio, y efectúa sus propósitos santos, y por lo tanto puede ser asemejado a un rayo de radar.
25. ¿Cuáles son algunas de las cosas que el espíritu santo de Dios efectuó en tiempos pasados?
25 Así fué por medio de su espíritu santo o fuerza activa que Dios creó todas las cosas, haciéndolo, por supuesto, como lo muestra Juan 1:3, mediante su Hijo. Como Eliú dijo: “El espíritu de Dios me hizo, y el aliento del Omnipotente me ha dado vida.” (Job 33:4, Mod; vea también Génesis 1:2; Salmo 104:30, Mod, margen.) Esta fuerza activa vino sobre los fieles hombres de la antigüedad, tales como Gedeón, Jefté y Sansón, habilitándolos para ganar victorias notables. Jesús testificó que fué “por medio del espíritu de Dios” que él hizo milagros. Y el apóstol Pablo mostró que fué el espíritu santo lo que capacitó a los cristianos de aquel tiempo a hacer las diversas señales y obras. Por lo tanto, incluído está el que se escribiera la Biblia. Dijo David: “Fué el espíritu de Jehová lo que habló por mí.” Y Pedro: “Porque la profecía en ningún tiempo fué traída por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron por parte de Dios al ser ellos impulsados por espíritu santo.”—Mat. 12:28; 2 Sam. 23:2; 2 Ped. 1:21.
26-28 ¿Cómo ha estado activo el espíritu santo de Dios a favor de sus hijos engendrados del espíritu comenzando con Jesucristo?
26 Las Escrituras muestran además que es por medio de su espíritu santo o fuerza activa que Dios produce sus hijos espirituales, el primero de los cuales es Jesucristo. Al tiempo de su bautismo el espíritu santo de Dios descendió sobre Jesús en forma de paloma, después de lo cual Dios lo reconoció como Hijo espiritual suyo. (Mat. 3:16, 17) Y por eso Pablo dice concerniente a los seguidores de las pisadas de Cristo: “Porque todos los que son guiados por el espíritu de Dios, éstos son los hijos de Dios.” Y que “el espíritu [santo] mismo da testimonio con nuestro espíritu [disposición mental] de que somos hijos de Dios.”—Rom. 8:14, 16.
27 Por medio de este espíritu santo estos hijos espirituales de Dios son ungidos, nombrados o comisionados por Jehová para predicar. Y por eso Jesús, al principio de su ministerio, leyó de Isaías 61:1, 2, y lo aplicó a sí mismo: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres.” Esta unción por el espíritu de Dios comisionándoles a predicar vino sobre los seguidores de Cristo en el Pentecostés en cumplimiento de la profecía de Joel, así como Pedro lo mostró: “‘Y en los últimos días,’ dice Dios, ‘derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, . . . y ellos profetizarán.’”—Luc. 4:18; Hech. 2:16-18.
28 El espíritu santo de Dios también sirve para iluminar a sus siervos y para ayudarlos a entender su Palabra. En realidad, uno no puede entenderla sin la ayuda del espíritu santo de Dios. Por eso los escribas, fariseos, saduceos y abogados, aunque estaban muy familiarizados con las Escrituras, no las entendían. Sí, como el apóstol Pablo muestra: “‘El ojo no ha visto y el oído no ha oído, ni se han concebido en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.’ Pues es a nosotros que Dios las ha revelado por medio de su espíritu.”—1 Cor. 2:9, 10.
CONSIDERANDO OBJECIONES
29. (a) ¿Qué objeciones presentan algunos en cuanto a que el espíritu santo sea la fuerza activa de Dios? (b) ¿Qué creyeron ciertos “padres de la iglesia” que era el espíritu santo?
29 Pero quizás al llegar aquí un firme creyente en la trinidad pondrá una objeción, preguntando: ‘¿No indica la Biblia de diversas maneras que el espíritu santo de Dios es una persona? Y ¿no creían los padres antiguos de la iglesia que el espíritu santo era una persona?’ Dado que Jesús advirtió que habría una apostasía y Pablo y otros dijeron que ya estaba efectuándose en su día, se desprende que los antiguos “padres de la iglesia” pudieron haberse equivocado. Sin embargo, no siempre se atribuyó personalidad al espíritu santo de Dios. Justino Mártir creía que “el espíritu santo era una influencia o modo de operación de la Deidad.”a Hipólito, quien de acuerdo con The Catholic Encyclopedia fué el “teólogo más importante y el escritor religioso más prolífico de la Iglesia Romana en la era anterior a Constantino,” en sus escritos “categóricamente no atribuye personalidad al Espíritu Santo.”b Y como ya hemos notado (párrafo 4), había una diferencia de opinión muy señalada en cuanto a la naturaleza del espíritu santo en el siglo cuarto. Por eso leemos que “aunque Basilio de Cesarea [teólogo de a fines del siglo cuarto] deseaba enseñar la divinidad del espíritu santo en su iglesia, sólo se arriesgó a introducirla gradualmente,” a causa de la fuerte oposición a esta enseñanza nueva.—History of Christian Dogma, Neander.
30-32. ¿Por qué no consta prueba de que el espíritu santo de Dios sea una persona el que se usen pronombres personales al hacer referencia a él?
30 De modo que la historia de la iglesia primitiva no puede usarse para probar el punto de vista trinitario del espíritu santo. Y tampoco puede usarse como prueba de que el espíritu santo sea una persona divina, o aun una criatura, el hecho de que a veces se use el pronombre personal en conexión con el espíritu santo. Por ejemplo, Jesús dijo que enviaría a sus apóstoles el Consolador, Ayudador o Paracleto, el “espíritu de la verdad.” Dado que la palabra griega parácletos se encuentra en el género masculino, era lógico que Jesús también usara pronombres personales cuando se refirió al espíritu santo en esta capacidad o actividad. Este prometido Ayudador llegó en el Pentecostés.—Juan 15:26.
31 Pero, por otra parte, hallamos que Jesús repetidamente usó pronombres neutros cuando se refirió al espíritu santo de Dios, algo que hubiese sido sumamente irrespetuoso si el espíritu santo fuera la tercera persona de una trinidad, coigual y consubstancial con Jehová Dios mismo. “El espíritu de la verdad, el cual no puede ser recibido por el mundo, debido a que ni lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está dentro de ustedes.” (Juan 14:17, Ro; UTA; Diaglott) Cierto, algunas traducciones en español usan los pronombres personales que y le aquí, pero dado que el griego original tiene pronombres neutros, dichos traductores deben haber permitido que sus prejuicios religiosos influyeran en sus traducciones.
32 En vista del hecho de que a la nación de Israel y a la organización universal de Dios y a la congregación cristiana repetidamente se les menciona en las Escrituras usando como símbolo una mujer, no debe sorprendernos el que a veces el papel desempeñado por el espíritu santo sea personalizado. Pero si el espíritu santo fuera la tercera persona de la trinidad, igual a Dios y Cristo en gloria y honor como se pretende por los credos, ¿pudiéramos imaginarnos que las Escrituras se refirieran al espíritu santo como una cosa, con “lo”?
33. ¿Cuáles son algunos otros argumentos que se presentan para apoyar la enseñanza de que el espíritu santo de Dios es una persona?
33 Sin embargo, alguien puede preguntar: ¿Cómo puede hablarse de que un espíritu impersonal hable, enseñe, prohiba y ordene? Y ¿cómo puede explicarse el hecho de que los términos Dios y espíritu santo se usen intercambiablemente, como cuando leemos que Dios dijo cierta cosa y luego otra vez que fué dicha por el espíritu santo? Además, ¿no leemos que Ananías mintió a Dios y luego otra vez que mintió al espíritu santo? ¿No prueba esto además que Dios y el espíritu santo son uno, miembros de una trinidad?
ILUSTRANDO CÓMO FUNCIONA EL ESPÍRITU SANTO
34. ¿En qué respectos puede asemejarse el espíritu santo a la fuerza eléctrica?
34 Al considerar la pregunta susodicha, sin duda el uso de ilustraciones será provechoso, así como halló que era el caso Jesús, el más grande Maestro que ha existido. El espíritu santo ha sido asemejado al viento. En ciertos respectos también puede ser asemejado a la electricidad. También sirve para iluminar, como un medio de comunicación, y representa una fuerza poderosa que puede efectuar cosas grandes. No podemos decir si una persona está llena del espíritu santo sólo mirándola, así como no podemos decir si un acumulador o un “tercer riel” está cargado de electricidad sólo mirándolo. Y así como la electricidad se usa por ciertos gobiernos para ejecutar a criminales, así Jehová a veces ha usado su espíritu santo para ejecutar a los inicuos, como en el caso de Ananías y su esposa Safira.—Hech. 5:1-11.
35. ¿Cómo puede uno ilustrar el hecho de que el espíritu santo enseñe y prohiba?
35 Y usando otra ilustración: Hoy día los policías y soldados se mantienen en contacto con sus superiores por medio de la radio. Sus oficiales envían mensajes que instruyen, mandan, prohiben, según sea el caso, por medio de cuales mensajes se hace que los hombres que están en el campo o de servicio se muevan como se requiera. Pudiera decirse que la radio hizo todo esto porque fué el medio usado. Así igualmente Jehová Dios, por medio de su espíritu santo, mediante su Palabra y también además de ella, habla a sus siervos y los instruye y dirige. Por eso leemos: “Estas cosas también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el espíritu, a medida que combinamos asuntos espirituales con palabras espirituales.”—1 Cor. 2:13.
36. ¿Por qué puede decirse apropiadamente que el espíritu santo o la fuerza activa de Dios nombró superintendentes?
36 Lo mismo es verdad concerniente a la ordenación o el hacer nombramientos de superintendentes por el espíritu santo en la congregación cristiana. Lo hace por medio de agencias humanas. Por eso no sólo leemos que Pablo dice “el espíritu santo los ha nombrado como superintendentes,” sino también que Pablo dejó a Tito en Creta ‘para corregir las cosas y hacer nombramientos.’ Porque Tito y otros hicieron tales nombramientos por razón de la sabiduría y autoridad que el espíritu santo de Dios les había dado, puede decirse que dichos nombramientos fueron hechos por el espíritu santo.—Hech. 20:28; Tito 1:5.
37. Otros argumentos a favor de la divinidad del espíritu santo de Dios se refutan mediante ¿qué razonamiento, ilustración y texto bíblico?
37 Luego otra vez, el impartir Dios conocimiento de su voluntad a sus siervos por medio de su espíritu santo en tiempos pasados puede asemejarse a un noticiario por la radio concerniente a una declaración hecha por el jefe de estado. Sería correcto decir que la radio la dijo, que cierto comentador de noticias la dijo o que el jefe de estado la dijo. Dichas expresiones son comunes y no resulta confusión. Pero a causa de que la Palabra de Dios en un lugar declara que Dios dijo cierta cosa y en otro lugar que el espíritu santo la dijo los trinitarios toman eso para argüir que Dios y el espíritu santo son miembros de una trinidad o un solo Dios.c Dicha deducción forzada sólo señala la debilidad del punto de vista trinitario. El testimonio de la Biblia es sencillo y llano, no misterioso. Muestra que Dios dijo las palabras en primer lugar y que sus fieles siervos sobre la tierra las recibieron por medio del espíritu santo.—2 Ped. 1:21.
38. ¿Cómo puede decirse que Ananías mintió tanto a Dios como a Su espíritu santo?
38 El mismo razonamiento puede aplicarse a las palabras que Pedro dijo a Ananías. Porque Pedro estaba iluminado por el espíritu santo, Ananías al mentir a Pedro estaba mintiendo al espíritu santo; y porque Pedro representaba a Dios y hablaba por Él, Ananías al mentir a Pedro también estaba mintiendo a Dios.—Hech. 5:1-11.
[Notas]
a The Church of the First Three Centuries, Lamson.
b Ib.
c The Catholic Encyclopedia, tomo VII, pág. 409.