Conducta cristiana en un hogar dividido
“Esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?—1 Cor. 7:16.
1, 2. (a) ¿Qué incidente que envolvía conducta sucedió en el Canadá? (b) ¿Cómo mostró valor moral la disculpa pública, y se convirtió en una bendición?
“CARTA AL EDITOR: Deseamos pedir disculpas al ministro a quien esto atañe. ¿Podría este ministro, a quien le arrojaron huevos a su auto cuando pasó por [la población de] Ralph, aceptar por favor nuestra humilde disculpa llevando su auto a un garaje para que lo laven y enviándonos la cuenta? ¿Podría también pasar para que personalmente nos disculpemos la próxima vez que venga por Ralph? Aunque nosotros no fuimos el gatillo de esta llamada broma, deseamos pedir disculpas, y por nuestros tres amigos que estaban con nosotros. Porque, lo que pareció ser chiste en esa ocasión no fue broma. Nos gustaría que él y el tráfico que pase sepan que no habrá más bromas de mal gusto.—MERK Y MERVIN CUGNET.”
2 El ministro envuelto en este ataque por un grupo de delincuentes juveniles en Saskatchewan, Canadá, fue un ministro de distrito de los testigos de Jehová. Después del ataque con los huevos el ministro detuvo su auto y regresó a la casa de donde él creyó que esta pandilla probablemente estaría operando. Allí informó severamente el incidente a los padres e hizo una firme protesta contra tales actos de peligro y ultrajes a los automovilistas que pasaban. Sin dejar su nombre el ministro prosiguió su camino después que la madre expresó compunción. Una semana después la supracitada carta de disculpa pública apareció en el diario local. El ministro de distrito junto con un ministro local hicieron una visita nuevamente a estos padres arrepentidos. Los hallaron desanimados y habiendo perdido la fe en su religión. Inmediatamente se arregló un estudio bíblico para la familia, se obtuvieron dos suscripciones nuevas, una para esta revista, La Atalaya, y la otra para la revista ¡Despertad! También se les informó que no habría nada que pagar por lavar el auto ya que el ministro mismo lo había lavado. Al salir estos ministros, la señora declaró que era penoso haberse conocido de esta manera pero, por otra parte, que estaba feliz de que todo resultara en que ella y su familia ahora pudieran estudiar la Biblia. Estos padres ejercitados justamente deben ser elogiados por su proceder de disculpa pública, el cual acto valeroso les ha traído una bendición.—2 Cor. 7:10.
3. (a) ¿Cómo demuestran algunos que todavía no son cristianos dedicados un profundo sentido interior de moralidad? (b) ¿Qué estímulo produce esto?
3 La experiencia anterior demuestra que hay un profundo sentido interior de moralidad en muchas personas que no son testigos de Jehová y que al ser devueltas a la realidad mediante una súbita sacudida a tales personas se les hace sentir tristes piadosamente con el resultado de que eso les trae las bendiciones de la verdad y una esperanza de un futuro feliz. Esto mueve a los cristianos que viven en hogares divididos a perseverar más en su derrotero correcto junto con la sociedad del nuevo mundo. Un hombre de negocios prominente, esposo no creyente de una esposa refinada que es testigo de Jehová, les dice a sus compañeros de negocios, en una expresión de su desaprobación moral de las esposas de ellos que no tienen finalidad, que propenden a la ociosidad, embriagadas a menudo, que cuando él llega a casa prefiere hallar a su esposa activa en la “Biblia más bien que en la botella.” ¿Cuáles, entonces, son algunos puntos de estímulo con respecto a la conducta cristiana en los hogares divididos que obtendrá encomio y posiblemente traiga vida a los amados no creyentes?—1 Cor. 7:16.
4. El llevarse bien con no creyentes ¿gira siempre en torno de la obediencia a las leyes de Dios?
4 Ciertamente no puede haber transigencia donde la obediencia a Jehová está envuelta. Su Hijo Jesús empezó el pensamiento con respecto a los hogares divididos con las palabras: “A cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (Mat. 10:32-37) Pero el asunto de llevarse bien con otros en la familia dividida no siempre gira en torno de un punto de obediencia a las leyes de Jehová. A veces depende de ayudar a los otros miembros de la familia a entender correctamente la creencia y acciones del cristiano, por qué se siente así y por qué quiere asistir a las reuniones y salir a la obra de testimonio público de casa en casa. A veces puede envolver una disputa por cosas que realmente no requiere Dios, cosas que pueden hacerse de manera diferente o en un tiempo diferente para que no estén en pugna con los intereses y las acciones de los miembros no dedicados de la familia. A veces puede ser que el dedicado insista en un deseo, un punto de vista o intención o práctica que tal vez sea un asunto personal que Dios no requiere. Para ver claramente el asunto, consideremos algunos asuntos con respecto a la conducta de un cristiano en estas circunstancias.
ESPOSA INCRÉDULA
5. En una casa dividida ¿qué responsabilidad acepta un esposo cristiano?
5 Cuando un hombre es el cristiano dedicado y su esposa se opone o es indiferente él se halla en una posición mucho más favorable que si la situación fuera inversa. Bíblicamente él puede ejercer la jefatura, y él está obligado a hacer esto. A las esposas se les aconseja: “Estén en sujeción las esposas a sus esposos como al Señor, porque el esposo es cabeza de su esposa.” Esta sujeción obliga al esposo a proveer para su esposa y para sus hijos, también, así como escribe el apóstol en 1 Timoteo 5:8: “Si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe.” Esto también es una obligación legal. Generalmente las esposas que se oponen al cristiano insistirán en esta medida aun si rehúsan convenir en estar sujetas. Además, el esposo le debe a su esposa amor y compañerismo, y esto abarca la obligación conyugal de la satisfacción sexual, porque de otra manera él quizás estimularía tal satisfacción de parte de otro y así promovería la infidelidad de parte de su esposa. De modo que aun si la esposa se opone o es muy indiferente, tales obligaciones de esposo son obligatorias para el cristiano.—Efe. 5:22, 23; 1 Cor. 7:3.
6, 7. (a) ¿Cuáles son algunos requisitos bíblicos de los que no puede ser excusado el esposo cristiano a fin de agradar a una esposa no creyente? (b) ¿Cómo debería tratar a su esposa opositora?
6 El esposo que está en tales circunstancias no está excusado de cumplir los requisitos bíblicos impuestos sobre él por agradar a su esposa o disminuir su oposición. Se requiere que todas las personas dedicadas estudien, se reúnan con otros cristianos y desempeñen servicio ministerial con regularidad. Esto puede desempeñarse sin desatender los intereses de la esposa que no está en la verdad. El esposo puede invitar a su esposa a que le acompañe en la adoración y, si ella rehúsa hacerlo, él todavía debería participar. ¿Por qué invitarla si él no insiste en tal conducta para él mismo? Y si él desistiera de adherirse estrictamente al estudio y a la asociación y al servicio ministerial cristianos, ¿no estimularía eso a su esposa en su obstinación y oposición? Si un esposo cristiano cuya esposa se opone tiene hijos que están creciendo, debe cuidar no solo de su bienestar físico sino también espiritual, y esto incluiría el que asistieran a las reuniones y el estudio personal. La jefatura del esposo le permite insistir en que ellos participen en estas cosas. “Ustedes, padres, . . . sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” (Efe. 6:4) De modo que el dejar de hacer esto sería dejar de ser el proveedor de las necesidades espirituales de la familia.
7 El que el padre buscara los intereses espirituales de su familia también incluiría usar toda la prudencia y bondad posibles para con su esposa en un esfuerzo por ayudarla a ver la verdad. No hay necesidad de enojarse y gritarle con respecto a ello. Así como sucede con una persona no cristiana fuera de la familia, estamos conscientes de la necesidad de presentar la verdad con prudencia y de manera que cause la menor ofensa. De esta misma manera el esposo cristiano cuya esposa se ha opuesto debería presentar la verdad con prudencia y de cualquiera manera que lograra ganarse el mayor respeto y entendimiento de ella.
ESPOSO INCRÉDULO
8. ¿Cómo una esposa con un esposo no creyente tiene mayor problema?
8 Pero ahora, ¿qué hay si la situación es inversa, si es la esposa quien tiene un esposo incrédulo, uno que no está unido a ella en la adoración? Esto puede plantear un problema mayor, siendo iguales otros asuntos, porque esta esposa no puede ejercer la jefatura solo porque su esposo no está en la verdad. En cambio, ella debe mostrar la sujeción de esposa, lo cual significa que ella dejará que su esposo haga las decisiones en cuanto a empleo, lugar de residir, normas del vivir, etcétera. ¿Puede una mujer en estas circunstancias amar verdaderamente a su esposo, dado que él no opta por aceptar la dedicación cristiana? Sí, si él le muestra devoción a ella y está limpio moralmente. Ella lo amaba antes de llegar a estar dedicada. La dedicación no hace que ella deje de amarlo. ¿Debe pagarle ella la obligación marital? Sí, porque todavía están casados. La dedicación no rompe el vínculo matrimonial. Aun si el esposo llega a oponerse violentamente a veces y trata de arreglar las cosas para que la esposa dedicada no pueda gozar de la asociación y el servicio teocráticos, ella todavía le debe a su esposo la normal obligación matrimonial. Ella debe cuidar de la casa, preparar las comidas y mirar por los intereses de él hasta donde le sea posible. Si él llega a ser tan violento que la amenace con hacerle daño, entonces puede considerar la separación por causa de su seguridad.—1 Cor. 7:15.
9. ¿Qué ha de hacer la esposa cuando su esposo se opone a su trabajo de testimonio del domingo?
9 ¿Qué hay del servicio ministerial de casa en casa cuando el esposo se opone a ello? Supongamos que él le prohíbe a ella que salga a este servicio los domingos cuando él está en casa o quizás él haga arreglos que los dos estén ocupados en otro lugar. ¿Entonces qué? Podría ser más atinado que la esposa cambiara el arreglo de su programa de servicio y lo desempeñara en horas que no pugnaran con sus relaciones de familia. Esto sería lo mismo que modificar su programa de servicio en el campo a favor de lavar la ropa, etcétera. El mandato de Jesús de predicar las buenas nuevas no especificó que solo puede hacerse los domingos por la mañana; y, aunque puede ser más deseable, todavía no es asunto de infidelidad a Jehová el que ella testifique en otras ocasiones si la autoridad del esposo lo dicta.
10. ¿Cómo tratará la esposa a sus hijos en cuanto a asuntos espirituales, y por qué?
10 La esposa cristiana con un esposo incrédulo puede ejercer muy buena influencia en sus hijos en asuntos espirituales aun si él lo desaprueba fuertemente. Al hacer esto ejercerá cuidado para no alejar a los hijos de su padre solo porque él no ve la verdad; más bien, mientras los hijos son jóvenes y ella los tiene consigo durante el día, ella buscará el medio para ver que cada día se emplee tiempo en hablarles de la Biblia. Aunque tal vez no pueda ella sustituir enteramente la falta de instrucción del padre a sus hijos, no obstante ella tiene la obligación de instruir al grado que sea posible. Los Proverbios dicen (en Pr. 6:20): “No abandones la ley de tu madre,” y (en Pr. 10:1), “El hijo estúpido es la pesadumbre de su madre,” mostrando así que la madre comparte la responsabilidad de enseñar a los hijos, para que más tarde ella no sea avergonzada debido a que un hijo obre estúpidamente a causa de que ella no lo enseñó. ¿Por qué debería una esposa aguantar estos obstáculos y continuar hábilmente creándose medios de retener la integridad de manera indirecta? Porque es la manera de sostener el principio de la sujeción de esposa. Muestra la fidelidad de ella a la Palabra y ley de Jehová. Puede resultar en que sus hijos crezcan instruidos en el camino cristiano a pesar de que el esposo deje de asumir la responsabilidad.
11. ¿Qué es lo de gran valor para un esposo discernidor aunque sea incrédulo?
11 Esto no prohíbe a la esposa hablar de la Biblia a su familia, incluyendo a su esposo que no está a favor de ello. Pero esto último debería hacerse ciertamente con discernimiento y discreción, en ocasiones muy favorables para ello y no de manera irritante, más bien cuando esté en un estado de ánimo sin tensión y de humor favorable. La conducta correcta de la esposa cristiana hace una impresión poderosa en su esposo incrédulo, a veces aun por encima de la atracción personal. El apóstol dijo: “No sea su adorno el de trenzados externos del pelo ni el de ponerse ornamentos de oro ni el de usar prendas de vestir exteriores, sino que lo sea la persona secreta del corazón . . . el espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.” (1 Ped. 3:1-6) ¡Eso tiene verdaderamente gran valor a los ojos de un esposo discernidor aunque sea incrédulo!
HIJOS INCRÉDULOS
12, 13. (a) ¿Cuál es una actitud incorrecta en cuanto a los hijos incrédulos? (b) ¿Qué experiencia se relata en cuanto a tratar a los hijos que parecen no interesarse en la Biblia?
12 A veces la división en una familia es entre los padres y los hijos; aun los hijos menores pueden resistirse en cuanto a asistir a las reuniones y salir al servicio en el campo. Los adolescentes a veces se hacen rebeldes y aborrecen la Biblia. Los padres cristianos pueden sentir: “Mis hijos no se interesan en la verdad. ¡Los desheredaré! No haré nada salvo lo que la ley requiere, solo los alimentaré y los vestiré y dejaré que permanezcan bajo mi techo y, cuando sean grandes, pueden seguir su camino y entonces mi esposa y yo podremos ser precursores.” ¿Sería ésa una actitud apropiada en armonía con los principios cristianos?
13 ¡No! Porque la paternidad y la maternidad requieren algo más que alimento físico, vestido y abrigo. ‘Criarlos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová’ significa instrucción en la Biblia. (Efe. 6:4) Incluye participación con regularidad en conversación cristiana y envuelve el llevar a los niños a las reuniones donde las discusiones son bíblicas. ¡Jamás tenga usted en poco el valor de las reuniones! Aunque el niño crea que esto no es tan interesante como las películas o la TV, no obstante la experiencia muestra que la instrucción que se da a los niños recompensa en años posteriores. Dos muchachos, que encontraban tedioso el asistir a las reuniones, eran traídos por los padres al Salón del Reino. Después a uno de los muchachos lo enviaban a un cine cercano mientras sus padres asistían a las reuniones. Al otro muchacho su padre lo hacía entrar y sentarse durante las reuniones. El primer muchacho se casó con una muchacha mundana y se salió de la verdad, mientras que el otro muchacho creció gustándole la verdad, se casó con una muchacha que estaba dedicada y más tarde los dos llegaron a ser miembros de la familia Betel. Por eso la vigilancia y la autoridad de los padres requieren que los hijos propensos a lo mundano sean traídos a las reuniones con regularidad. Es aun más necesario que tales niños sean mantenidos en estrecho contacto con el cristianismo mientras los niños están todavía legal y bíblicamente bajo el dominio de los padres cristianos. Los casos difieren. Mientras tienen más años y son más indóciles, obstinados, opuestos a la Biblia, más difícil es la corrección. Deben adoptarse medidas más severas para recobrar a éstos.—Pro. 23:13.
14. ¿Qué es lo que necesitan los hijos difíciles, y cómo pueden tratarlos los padres?
14 No es necesario que a los hijos les sea metido el cristianismo a golpes. El regañar y avergonzar constantemente a un niño cuyas inclinaciones naturales no son hacia la Biblia pueden desanimar en vez de promover que sea aceptada la verdad. Por eso los padres cristianos tienen que cuidar de que su habilidad para enseñar sea fortalecida y desarrollada a una eficacia superior para hacer frente al problema de los hijos a quienes no parece gustarles la verdad. Tales hijos necesitan trato prudente, comprensivo, no el ser regañados y avergonzados constantemente diciéndoles que son inferiores a los hijos que aparentemente aceptan la verdad. Una cosa para ayudar sería el hacerles sentir que son afortunados por estar en una familia cristiana, considerados por otros como representantes de personas de normas elevadas, poseyendo mejor discernimiento y entendimiento a causa de estar expuestos al esclarecimiento de las Escrituras. La antipatía de un hijo a la verdad debería ser reducida al mínimo. Casi todos los niños tienen que ser ayudados con un poco de persuasión en lo que toca a estudiar, de todos modos.
PADRES INCRÉDULOS
15. (a) ¿A qué problema se enfrentan los hijos creyentes cuyos padres no son creyentes? (b) ¿Qué derrotero apropiado deberían emprender?
15 Pero ahora considere el caso de los hijos que llegan a conocer la verdad pero cuyos padres tienen una religión diferente, o no tienen ninguna. ¿Qué puede hacerse si estos padres niegan a los hijos los privilegios de ir a las reuniones y salir al servicio del campo de casa en casa? ¿Pueden los niños rebelarse contra la restricción de los padres, pasando por alto completamente los deseos de los padres, escaparse y participar en las actividades teocráticas de todos modos? Eso no sería conducta cristiana, pues la regla es que los hijos deben honrar a sus padres y a sus madres. El que se les niegue por completo toda asociación puede requerir medidas algo severas para mantenerse vivos espiritualmente y hacer la voluntad de Dios por medio de predicar a otros. Si se dan órdenes de cesar en lo que Jehová manda o de oponerse a los principios cristianos, entonces los cristianos deben obedecer a Dios más bien que a los hombres. Mas en casi todos los casos el padre o la madre que no es Testigo no llega al grado de prohibir directamente la voluntad de Jehová para los hijos dedicados, por eso tal restricción de los padres es como cualquier otro obstáculo que lo estorba a uno, tal como salud, empleo seglar o incapacidad física. La conducta cristiana requiere que aguantemos a menos que pueda efectuarse algún medio legal para salvar el obstáculo, dependiendo de la ingeniosidad de uno. La conducta cristiana requiere que el niño menor de edad sea sumiso, respetuoso, considerado y cooperativo con los padres que no son Testigos. Note el ejemplo de Jesús sobre esto como se halla en Lucas 2:51, 52. Por eso los niños dedicados pueden ‘aguardar el momento oportuno,’ progresando en la verdad en virtud de estudio personal y de cualquier asociación y servicio, aunque sean limitados, que les permitan los padres que no son Testigos, mejorando sus habilidades que pueden ser usadas cuando crezcan y vivan vidas menos restringidas.—Éxo. 20:12; Hech. 5:29.
16. ¿Deberían sentirse derrotados tales hijos, y cómo pueden ser una honra para Jehová?
16 En el caso de hijos en la verdad cuyos padres no la aceptan, el adherirse ellos a la obediencia y al reconocimiento del dominio de los padres es en sí mismo una honra para Jehová. Su ley está siendo sostenida, Su voluntad se está haciendo. El esfuerzo cuidadoso de un hijo para no transigir con respecto a los mandamientos de Jehová pero en otros respectos acceder a la autoridad de los padres es obediencia a Jehová. En tales circunstancias los niños no tienen que sentirse derrotados por las restricciones de los padres que los padres de otros niños que están en la verdad no imponen. Por lo contrario, deben calcular cuánta actividad teocrática se les permite y hacerla. Recuerde, no es cuánto hace uno lo que cuenta; más bien, la determinación de uno de hacer todo lo que puede es lo importante. Así uno se prueba puro y recto, y mediante su vida da testimonio. “Aun por sus prácticas el muchacho se da a conocer en cuanto a si su actividad es pura y recta.” (Pro. 20:11) La persona joven necesita guía, y un niño dedicado cuyos padres no son dedicados debe comprender esto. Nada es más prudente que el orar por dirección.
17-19. (a) ¿Cómo pudieran hablar tales hijos a sus padres con respecto a la Biblia? (b) ¿Cómo se incluye en esto el asunto de amor al prójimo? (c) ¿Qué debería usarse cuando se trata del hogar, y puede ser recompensador?
17 Con prudencia el niño dedicado debería dar el testimonio a sus padres y tratar de explicarles la Biblia. Aquí se necesita presciencia. Jamás debería ser un niño insultante o arrogante para con su familia, jamás debería “decirles cuántas son cinco” ni “desquitarse” por la oposición de ellos, jamás debería usar la Biblia como garrote. En cambio, debería mostrar que él desea que ellos entiendan la Biblia. No los trate el joven como inferiores, sino raciocine con ellos, pídales su consejo de tal manera que haga que contesten apoyando la Biblia. “Papá, ¿no prefieres que yo vaya a las reuniones en vez de cometer una diablura con los otros muchachos?” Cuando los padres estallan, diciendo: “¡Deja esta religión loca!” se les puede contestar honradamente: “Está bien, la dejaré—si es loca. Pero, mamá, si es loca, ¿por qué no puede mostrar el ministro dónde está incorrecta?” Así se colocan semillas de la verdad en la mente de los padres. Tal vez no pase mucho tiempo antes que reconozcan que el niño dedicado tiene algo que el clérigo no puede refutar, y algo que sería mejor que investigaran los padres.
18 “Pero mi caso es extremoso,” quizás diga alguien, “y he tratado todo esto. ¿Qué más me queda por hacer?” Jesús dijo que el primer mandamiento es ‘amar y obedecer a Jehová con todo lo que uno tiene.’ (Mat. 22:37) Por eso en cada caso el ministerio, nuestra adoración de Jehová, ocupa el primer lugar, delante de los mandamientos de otros. Jesús dio mandamientos que son esencialmente mandamientos de su Padre, y acerca de éstos él dijo: “Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos.” (Juan 14:15) No podemos obedecer los deseos de nuestra familia para nosotros si eso significa contradecir o rehusar lo que Jehová manda. Jesús dijo que el segundo mandamiento es: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ (Mat. 22:39) Entre nuestro prójimo los miembros de la familia son los más cercanos y los más queridos, aunque se opongan a la Biblia. Estos, entonces, requieren nuestro mayor interés. Queremos ayudarlos a que entren en la verdad. Solo el que no vean la verdad tan rápidamente como nosotros la vimos no es razón para soltarnos de ellos. Después de todo, otros de nuestra comunidad que no aceptan la verdad, son indiferentes a ella y hasta malos con respecto a ella reciben la expresión de nuestro interés amoroso, pues continuamente vamos a darles el testimonio en sus hogares. Ciertamente deberíamos hacer ese tanto para los miembros de nuestra familia, ¿no es verdad? Esto significa que debemos hacer cosas para ganarlos, no alejarlos. Persuádanlos, no los predispongan. Hagámonos querer de ellos y no solo hagamos que nos aguanten.
19 De modo que uno tiene que seguir planeando y usando estrategia en el hogar para ganarse a la familia al cristianismo verdadero. Con la familia de uno, particularmente los esposos y las esposas, uno ya los conoce íntimamente y puede saber lo que obrará mejor y más eficazmente. ¡Las recompensas por tal gran paciencia amorosa para con las personas queridas que se oponen son grandes!
20, 21. (a) ¿Qué es lo que caracteriza a los de la sociedad del nuevo mundo? (b) ¿Cómo se logran tales cualidades? (c) Describa algunas de ellas.
20 ¡Verdaderamente está teniendo lugar una maravilla en la Tierra hoy día en lo que toca a los miembros de la sociedad del nuevo mundo, sean de casas divididas o integrantes de círculos de familia unidos! Personas distintas de nueva personalidad están siendo desarrolladas en un nivel elevado prescindiendo de los antecedentes nacionales. El verdadero hombre individual impávido, en toda su dignidad diseñada por Dios, se está manifestando globalmente en medio de los órdenes sociales en declinación. Esto es algo que la sociedad soviética con su producto del hombre colectivo y la sociedad democrática con su producto del hombre máquina no pueden lograr. Por medio de un programa de aplicar los principios bíblicos al modo de vivir humano las siguientes cualidades básicas caracterizan notablemente ahora a los de la sociedad del nuevo mundo.
Amor: un interés altruista en otros basado en principios bíblicos.
Gozo: un profundo sentido interior de deleite, placer, satisfacción, contentamiento.
Paz: un estado interior de tranquilidad, alivio, calma; no inquieto, armonioso.
Gran paciencia: un aguante, tolerancia, entereza, habilidad de aguantar a personas y circunstancias.
Benignidad: el ser apacible, compasivo, servicial, de buenos modales, considerado.
Bondad: ejecutar actos de generosidad, liberalidad, hospitalidad.
Fe: poseer convicción firme, seguridad sólida, confianza completa.
Apacibilidad: dominio del genio, espíritu, ira; una disposición enseñable.
Gobierno de uno mismo: mantener restringidas, equilibradas, estabilizadas las fuerzas físicas y mentales.
Virtud y castidad: el ser honrado, recto, justo, y retener integridad moral en lo sexual.
Raciocinio: ser razonable, abordable, no porfiado, no dogmático.
Prontitud para obedecer: el ser presto a seguir dirección de la voluntad divina, no obstinado.
Misericordia: el ser compasivo, reteniendo la censura justa de sobre los arrepentidos.
Imparcialidad: el conceder dignidad igual, no predispuesto, sin favoritismo.
No hipócrita: no fingir, no aparentar falsamente, siempre genuino, verdadero.—Gál. 5:22, 23; Efe. 4:23, 24.
21 Todas éstas contribuyen a que uno crezca a la imagen de Jehová Dios y de Jesucristo, quienes superan en todas estas cualidades. Busque ahora la asociación activa con la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová para ser transformado, ¡para que llene usted los requisitos para vivir eternamente en esta Tierra que ha de ser un paraíso!—Efe. 5:1, 2.