Con hijos y sin cónyuge... cómo vencer los problemas en el mundo moderno
“La mujer que realmente es viuda y se halla dejada en indigencia ha puesto su esperanza en Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día.”—1 Tim. 5:5.
1-3. (a) ¿Qué escribió una viuda? (b) ¿Ha aumentado la cantidad de familias que no tienen padre o madre? ¿Cuáles son algunos de los problemas a los cuales se enfrentan éstas?
“SOY una viuda de 28 años de edad y tengo dos hijos. Me siento muy deprimida, pues no quiero criar a mis hijos sin padre. Parece que no hay nadie que siquiera se interese en mi situación. Mis hijos me ven llorar frecuentemente, y esto los afecta. Sé que no puedo seguir sintiéndome así, pero ¿qué debo hacer?” Esta carta expresa una súplica común de personas que se enfrentan a muchos problemas... las personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge.
2 Los informes mundiales muestran que aumenta rápidamente el número de familias en las cuales falta uno de los padres. En 10 años el número casi se ha doblado en los Estados Unidos, y ha llegado a más del doble en el Canadá. Estas familias constituyen aproximadamente la décima parte de las familias de Australia y de la Gran Bretaña. Se calcula que, de cada cinco niños que actualmente viven en los Estados Unidos, dos pasarán parte de su vida en una familia que carece del padre o de la madre.
3 Hay muchas razones para este aumento. Las guerras y los accidentes automovilísticos han despojado del padre a muchos hogares. A medida que la vida de familia ha ido en deterioro, el abandono, el divorcio y la separación se han hecho comunes. Algunas madres solteras, no queriendo un aborto ni permitir que otros adoptaran a su hijo o hija, han optado por criar a la criatura. La persona con hijos y sin cónyuge tiene que enfrentarse a muchos problemas. La soledad, la crianza de los hijos, el ganarse la vida, los deseos sexuales y la administración de la casa son solo unos cuantos de éstos.
EL CRISTIANISMO TRAE ALIVIO
4. ¿Qué condiciones que existieron durante el primer siglo produjeron muchas familias en las que faltaba un cónyuge?
4 En el primer siglo, durante la infancia del cristianismo, los estragos causados por la guerra, las enfermedades y la decadencia moral también produjeron un sinnúmero de viudas y huérfanos de padre. El divorcio o el abandono eran lo común. Por lo general se dejaba a los hijos de tierna edad con la madre, quien entonces tenía que criarlos sola. El mundo del Imperio Romano era una sociedad despiadada que despreciaba a los débiles. Por eso las viudas estaban expuestas a crueles abusos. Algunas hasta se entregaron a la prostitución como medio de ganarse el sustento.
5. ¿De qué dos maneras ayudó el cristianismo?
5 El cristianismo produjo un cambio verdadero. Llevó compasión a los menos afortunados. Pero, yendo hasta más allá de eso, mediante sus enseñanzas infundió en las personas que se hallaban con hijos y sin cónyuge la fuerza moral que les permitió librarse de los vicios de aquella época. En vez de producir mujeres desvergonzadas, el cristianismo produjo mujeres castas, que tenían gobierno de sí mismas, que amaban a su familia. Hasta los no cristianos reconocieron la diferencia, pues uno de ellos exclamó: “¡Qué mujeres tienen los cristianos!”
6. ¿Qué principios cristianos pueden ayudar a las personas con hijos y sin cónyuge, así como a todos los cristianos, a enfrentarse con éxito a las presiones del día actual?
6 ¿Qué principios cristianos ayudaron a lograr esto? El apóstol Pablo, al ofrecer consejo acerca de las viudas, dijo que la viuda ejemplar “ha puesto su esperanza en Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día.” Indicó que a una viuda de no menos de 60 años de edad se le podía poner en la lista para recibir ayuda si, entre otras cosas, ‘había seguido con diligencia toda buena obra.’ (1 Tim. 5:5, 9, 10) En esto se destacan por lo menos tres principios, a saber: (1) Confiar en Dios ahora y abrigar la esperanza de la vida eterna que él ha prometido; (2) mantenerse en estrecha relación personal con Dios; (3) seguir participando en obra beneficiosa. Veremos que estos tres principios, si se aplican, no solo verdaderamente ayudan a las personas con hijos y sin cónyuge, sino a todos los cristianos, a enfrentarse con éxito a las presiones de hoy día.
CÓMO HACER FRENTE A LA SOLEDAD
7. (a) ¿Por qué se les hace especialmente difícil la soledad a algunas personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge? (b) ¿Cómo puede ayudarles el principio que se sugiere en 1 Timoteo 5:10?
7 Cierta persona con hijos y sin cónyuge dijo con suspiros: “Cuando llego a casa y veo esas cuatro paredes, y especialmente después que los niños están acostados, entonces realmente me invade la soledad.” Sí, muchas veces la soledad es el mayor problema al que tienen que enfrentarse estas personas. Aunque el tener una relación más íntima con los hijos es una ayuda, muchos anhelan el compañerismo de adultos. El que la persona se mantenga ocupada en “toda buena obra” es un remedio cuya valía ha sido probada a través del tiempo. Las viudas cristianas del primer siglo ‘hospedaban a extraños, les lavaban los pies a los santos [mediante actos personales de servicio] y socorrían a los atribulados.’ (1 Tim. 5:10) Cuando notó esto, una viuda cristiana de 68 años de edad del día moderno empezó a hacer visitas a otras viudas y visitar asilos de ancianos de las cercanías siempre que se sentía sola. Dijo: “Hallo que al hacer estas visitas, cumplir con mis tareas domésticas y atender a mi espiritualidad, no tengo tiempo para sentirme sola.”
8. (a) ¿Por qué nos ayuda la predicación del Reino en nuestra lucha contra la soledad y la depresión? (b) ¿Realmente surte efecto esto?
8 La predicación del Reino es una “buena obra” que Jesús mandó que se hiciera, una obra que puede dar alivio de la soledad y la depresión. (Mat. 24:14; 28:19, 20) En el caso de una madre sin esposo que se sentía sola y deprimida y que se había retraído, sus amigas la instaron a emprender la obra de testificar de casa en casa. Lo hizo. Cuando tocó a la primera puerta, una señora muy lisiada, pero excepcionalmente alegre, la invitó a pasar. ¿Cómo podía aquella señora sentirse tan feliz? “Es porque tengo mi vida, querida. Estoy viva,” respondió ella jovialmente. Este fue un momento crucial para la Testigo, quien razonó: “Tengo mi salud, el amor de la congregación, dos hijos excelentes y, sobre todo, a Jehová. ¿Por qué debería sentirme infeliz?” El dar ayuda espiritual a otros puede impedir que nos hagamos egocéntricos y que nos compadezcamos de nosotros mismos. El enseñar a otros mantiene viva y fresca nuestra propia esperanza; de modo que seguimos ‘poniendo nuestra esperanza en Dios.’—1 Tim. 5:5.
9. ¿Podrá el trabajo duro siempre hacer que la soledad desaparezca? ¿Qué otra cosa suministra ayuda?
9 Sin embargo, un viudo, ateniéndose a la realidad, declaró: “La soledad no desaparece con simplemente trabajar duro. Muchas veces hay que vivir con ella. Simplemente hay que aguantarla con la ayuda y fortaleza de Jehová.” Esa fortaleza viene cuando uno “persiste en ruegos y oraciones noche y día.” (1 Tim. 5:5) El relatar en oración nuestras actividades del día, y saber que Jehová siempre está escuchando y que a él le importan los detalles de nuestra vida es verdaderamente consolador. El desahogar el corazón ante él “noche y día” ayuda... especialmente de noche cuando, según informan muchos, el problema de la soledad puede hacerse grave.
CÓMO HACER FRENTE A LOS DESEOS SEXUALES
10. (a) ¿Cuándo pueden los deseos sexuales convertirse en un problema serio? (b) ¿Cómo ‘se entrega uno a la gratificación sensual,’ y en qué puede resultar esto?
10 Muchas personas con hijos y sin cónyuge tienen ansia de disfrutar del compañerismo cariñoso del matrimonio y de las relaciones íntimas del lecho conyugal. Ciertamente esos sentimientos no son incorrectos en sí mismos. El deseo de volver a casarse es natural. El problema se presenta cuando la persona decide satisfacer esos “impulsos sexuales” prescindiendo del costo. Esto sucedió en los días del apóstol Pablo. Algunas viudas jóvenes permitieron que “sus impulsos sexuales se [interpusieran] entre ellas y el Cristo.” (1 Tim. 5:11, 12) Eso era serio porque, en realidad, al hacer eso la persona estaba diciendo: ‘Mis necesidades sexuales son demasiado grandes. ¡Tengo que hacer algo para dar alivio a mi cuerpo!’ Poco a poco aquellos deseos corporales o sensuales se hicieron la cosa de importancia en la vida, más importantes aún que los intereses espirituales. Estos deseos pudieran intensificarse hasta tal punto que la persona ‘se entregara a la gratificación sensual’ y así llegara a estar ‘muerta aunque estuviera viviendo.’ (1 Tim. 5:6) El interés de esa persona en asuntos espirituales moriría. La misma cosa puede sucederle a cualquier cristiano o cristiana hoy día. Uno puede ‘suicidarse en sentido espiritual’ si, por estar tan absorto en satisfacer los “impulsos sexuales,” pasa por alto las normas bíblicas de moralidad.
11. ¿Cómo puede uno ‘amortiguar su apetito sexual’?
11 Por eso, la Biblia nos exhorta: ‘Amortigüen los miembros de su cuerpo en lo que toca a apetito sexual.’ (Col. 3:5) Pero, ¿cómo? Por medio de proteger la mente y el corazón. Si usted estuviera tratando de atenerse a una dieta y dominar su apetito, su deseo de comer alimentos, ¿leería usted revistas que tuvieran ilustraciones de platos deliciosos, o vería usted programas televisados acerca de cocinar? ¿Se asociaría con personas que constantemente estuvieran hablando de comida? ¡Por supuesto que no! Lo mismo aplica al “apetito sexual.” Una viuda declaró francamente: “Estamos en un mundo que simplemente nunca cesa de hablar de asuntos sexuales. Por eso, escojo con cuidado mi entretenimiento y a las personas con quienes me relaciono socialmente. El diabético ciertamente no querría pegar la nariz contra el escaparate de una confitería.”
12, 13. (a) ¿Qué se necesita para cultivar una relación personal con Jehová? (b) ¿Por qué son tan importantes los “ruegos,” y cómo puede uno obrar en armonía con ellos?
12 Sin embargo, para seguir venciendo estos deseos, día tras día, es preciso que la persona desarrolle una íntima relación con Dios. Además del estudio personal y la meditación, esto requiere persistencia en “ruegos.” (1 Tim. 5:5) Pablo no solo menciona oraciones en general, sino que dice “ruegos.” Estas son peticiones a Dios en las que se expresa una necesidad intensa. Son súplicas sinceras, sí, un implorar ayuda, tal vez con “fuertes clamores y lágrimas.”—Heb. 5:7.
13 ¿Son así de intensas las oraciones que usted hace por gobierno de sí mismo y fortaleza? ¿Persiste en ellas? ¿Ora usted precisamente en el momento en que estos deseos se hacen fuertes? ¿Se expresa usted de modo específico, tal vez revelándole a nuestro Padre cosas que no confiaría a otro ser humano? Además, ¿obra usted en armonía con sus oraciones? Una cristiana dijo: “No le pida a Jehová ayuda para vencer los deseos sexuales y luego piense constantemente en lo sexual. Es cierto que durante determinados períodos del mes sus impulsos sexuales pueden ser muy grandes. Mantenga activa su mente por medio de hacer otras cosas. Vaya a visitar a alguien. Dé un paseo o haga cualquier cosa que cambie el tema. Manténgase lo más ocupada posible durante esa parte del mes.” Otra que también vio el valor de mantenerse ocupada en “toda buena obra” concordó con eso, y dijo: “Estregue y limpie las ventanas. Estregue el piso. Excave la tierra. Yo lo he hecho. ¡Surte efecto!” Cuando uno ve que Jehová está ayudándole a habérselas con este problema —no, no por medio de hacer un milagro, sino por lo menos por medio de dar a uno las fuerzas que necesita para enfrentarse al problema cada día— uno va a sentirse más allegado a Dios.
14. (a) ¿Qué puede suceder si alguien no tiene una relación estrecha con Jehová? (b) ¿Qué pueden hacer las personas con hijos y sin cónyuge mientras esperan un cristiano o cristiana con quien casarse?
14 Sin esta preciosa “intimidad con Jehová,” alguien pudiera empezar a buscar un cónyuge prescindiendo del costo, tal vez hasta concertando citas con personas mundanas. (Sal. 25:14) Una que hizo eso confesó lo siguiente: “El verdadero problema era que yo no me había allegado a Jehová. Cuando tuve la oportunidad de casarme, la idea me pareció muy buena. Olvidé las normas morales que se me habían enseñado. Entonces, un día me di cuenta de que el hombre sólo estaba interesado en sí mismo y no en el matrimonio. Entonces tuve que vivir con una conciencia que me remordía.” Es cierto que el estar soltero o soltera puede ser difícil, pero note esta advertencia de una cristiana divorciada: “Hay una cosa que, por mucho, es peor que el estar soltero o soltera. ¡Es estar casado o casada con un mal cónyuge!” Siempre existe la posibilidad de hallar cónyuge entre los cristianos devotos, alguien “en el Señor.” (1 Cor. 7:39) Algunos han esperado muchos años para conseguir un cónyuge de esa clase. Entretanto, sus circunstancias no los han amargado ni abrumado. Prudentemente se valieron del tiempo para desarrollar las cualidades que los harían mejores cónyuges. Como lo expresó una madre sin cónyuge: “Me pregunto: ‘¿Soy yo la mujer espiritual a quien alguien escogería?’ Si soy miserable estando soltera, entonces probablemente sería una cónyuge miserable para alguien.”
ADMINISTRANDO UN HOGAR Y CRIANDO A LOS HIJOS
15. (a) ¿Qué han hecho algunos padres y madres sin cónyuge para tener éxito en la administración de su hogar? (b) ¿Tiene usted algunas sugerencias adicionales?
15 Aunque es una tarea agotadora, muchas madres sin cónyuge han imitado a la mujer capaz que se describe en Proverbios 31. Aunque estaba casada, tenía la supervisión general de la casa. Ahorraba dinero por medio de comprar con cuidado, hacer sus propias prendas de materias primas y no desperdiciar los alimentos, puesto que preparaba una “porción prescrita.” (Pr 31 Vss. 13-15, 19) Empezaba a la madrugada y trabajaba hasta tarde. (Pr 31 Vss. 15, 18) Hacía artículos y los vendía. (Pr 31 Vs. 24) Empleaba “sus propias manos” para atender a los quehaceres. (Pr 31 Vss. 17, 19) Hoy, a fin de aprender a emplear “sus propias manos” con destreza, algunas personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge han leído libros sobre cómo uno mismo puede construirse o hacerse cosas que necesita, y han pedido consejo a profesionales. (Muchas veces, después de explicar su situación, han recibido instrucciones gratuitas de expertos.) Otras personas han hablado de sus necesidades a compañeros testigos de Jehová que poseen ciertos conocimientos y destreza, y éstos, cuando han estado disponibles, han prestado ayuda bondadosamente. Todo esto mantiene bajos los gastos.
16. ¿Por qué es vital confiar en Dios, y el ejemplo de quién sirve para ilustrar la necesidad de hacer esto?
16 Sin embargo, a pesar de todo lo que una viuda pueda hacer, en vista de que los tiempos están empeorando la viuda tiene que confiar en Dios respecto a las provisiones diarias. Un buen ejemplo de alguien que ‘puso su esperanza en Dios’ fue una madre sin cónyuge que, en los días de Elías el profeta de Dios, vivía en la ciudad de Sarepta. En armonía con las instrucciones de Jehová, Elías pidió a la viuda la última pequeña porción de alimento de ella, a la vez que le prometió que Dios proveería. ¿Qué habría hecho usted? Ella tenía suficiente para una última comida. Por lo menos aquella sola comida era algo con lo cual ella podía contar. No obstante, a causa de su fe, cedió lo que era seguro por lo que no era seguro. Se cumplió la palabra que Dios habló mediante el profeta. A ella y a su hijo nunca les faltó alimento. Así mismo hoy día, los padres sin cónyuge, junto con todos los cristianos, tienen que mostrar confianza en Dios por medio de buscar primero Su reino y obrar de acuerdo con Sus normas justas. Entonces verán que él provee.—1 Rey. 17:8-16; Luc. 4:25, 26; Mat. 6:31-33.
17. ¿Qué no deben olvidar jamás los padres y las madres sin cónyuge si quieren criar a sus hijos con éxito, y por qué?
17 Se puede lograr la tarea difícil de ser tanto “madre” como “padre” para con los hijos, y criarlos correctamente, si el padre o la madre nunca olvida lo que debe ser de mayor importancia en el hogar. Note la respuesta bíblica:
“Mejor es un poco en el temor de Jehová que una abundante provisión y la confusión junto con ella. Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y odio junto con él.” (Pro. 15:16, 17)
El verdadero valor de la comida no depende de lo que se pone en la mesa, sino de lo que está en el corazón de los que comen juntos. El amor y un temor sano a Dios es lo que verdaderamente vale.
18. (a) ¿Qué han hecho algunas madres sin cónyuge para tener dinero y al mismo tiempo cuidar de sus hijos? (b) ¿Qué otra cosa cree usted que pudiera hacerse?
18 Algunas madres sin cónyuge, a fin de tener tiempo para ayudar a sus hijos a desarrollar el temor de Dios y al mismo tiempo tener el dinero que necesitan, han emprendido, frecuentemente con la ayuda de sus hijos, la venta de artículos que ellas mismas han hecho en casa, o han ejecutado servicios en el hogar.a Otras se han aprovechado de la ayuda gubernamental a la cual tuvieran el derecho legal y moral. Algunas han optado por un estilo de vida menos costoso a fin de arreglárselas con un trabajo de media jornada, como lo hizo una cristiana que tenía cuatro hijos. Ella dijo: “Quería estar con mis hijos la mayor cantidad de tiempo posible. Bastaba el mal de que no tuvieran padre sin que se les privara de su madre también.” Por supuesto, no toda persona podrá hallar trabajo tan conveniente. Pero estas madres pueden mantener un ambiente de afectuoso amor en el hogar si hablan de la situación a los hijos y les explican por qué se les hace necesario el trabajo seglar, y si pasan todo el tiempo posible con ellos.
19. (a) ¿Qué significa para los padres el que ‘amen a sus hijos’? (b) ¿Por qué no siempre es esto fácil para la madre sin esposo?
19 El ‘amar a sus hijos,’ lo cual incluye dar la disciplina necesaria, es esencial. (Tito 2:4; Pro. 13:24) Esto ayuda a evitar que los hijos, que ya han perdido un progenitor, se sientan inseguros. Puesto que algunas mujeres tienden a ser sentimentales, puede que el disciplinar requiera verdadero esfuerzo por parte de ellas. Pero recuerde: la disciplina, que puede incluir castigo, le comunica a la criatura que usted la ama lo suficiente como para no permitir que se meta en dificultad.
20. (a) ¿Qué han hecho algunas personas para mantener una estrecha relación con sus hijos? (b) ¿Qué bendición doble proviene de permanecer cerca de los hijos y criarlos correctamente?
20 Los padres y madres sin cónyuge que han mantenido una relación estrecha con sus hijos sugieren lo siguiente:
“Aparte un tiempo especial para estar con sus hijos y no deje que nada se interponga. Los quehaceres domésticos siempre estarán allí; los hijos no. Concéntrese en edificar espiritualmente a sus hijos.” “Tuve que templar mi disciplina con comprensión debido al golpe que recibieron al perder a su madre. Les hablo en toda oportunidad, sin importar la hora que sea del día o la noche. Pasamos momentos agradables de compañerismo íntimo cuando preparamos la cena. Es entonces cuando realmente me hacen confidencias.”
Esa clase de amor surte efecto. Los hijos pueden verlo y sentirlo. Aunque todo este esfuerzo que la crianza de los hijos exige es agotadora, el padre o la madre tiene la espléndida satisfacción de verlos crecer y llegar a ser alabadores responsables de Jehová. Además, este trabajo es una protección moral para el padre o la madre.—1 Tim. 2:15.
LA SOLUCIÓN COMPLETA... EL NUEVO ORDEN
21. (a) ¿Son fáciles de resolver los problemas de los padres y madres sin cónyuge? (b) ¿Qué se logra mediante un proceder de fidelidad?
21 “Participo casi todos los días en la obra de predicar. Estudio y oro constantemente,” dijo una viuda, que confesó: “Sin embargo, cada noche me quedo dormida llorando.” Sí, los problemas a los cuales tiene que enfrentarse el padre o la madre sin cónyuge son difíciles de resolver. Frecuentemente es una lucha diaria. Sin embargo, cada día que el cristiano despliega aguante y persevera es otra bofetada asestada a la cara de Satanás, quien hizo la acusación de que las personas dejarían de servir a Dios cuando las circunstancias se hicieran difíciles. (Job 1:9-11; Pro. 27:11) Reconozca que actualmente a nadie le toca experimentar una vida en la cual todo sea perfecto. “Toda la asociación de sus hermanos en el mundo” está sufriendo. (1 Ped. 5:9) Los problemas de otra persona pueden diferir de los suyos, pero son tan intensos para esa persona como los suyos para usted. Prescindiendo de los problemas que usted tenga, las condiciones pudieran ser peores. Por eso, trate de pensar detenidamente en los aspectos positivos de su vida al mayor grado posible.
22. (a) ¿En qué debemos tener fijos los ojos, y por qué? (b) ¿Qué se considerará en el siguiente artículo?
22 Ante todo, tenemos que mantener los ojos fijos en la esperanza viva de un sistema venidero que traerá satisfacción perfecta. Como dice el apóstol Pablo: “Tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven [las tribulaciones que nos pueden dejar perplejos y derribarnos], sino en las que no se ven [la esperanza de la vida eterna]. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” Sí, las presiones del sistema actual que causan tanta frustración finalmente terminarán. Las bendiciones del Nuevo Orden, ya tan cerca, serán interminables. Manténgalas claramente enfocadas y ‘no se rendirá,’ no se dará por vencido. (2 Cor. 4:8, 9, 16-18) Pero, ¿qué pueden hacer otros para ayudar a estas personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge? Esto se considerará en el artículo siguiente.
[Nota a pie de página]
a Para sugerencias, vea ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1975, páginas 9-11, y del 8 de marzo de 1976, páginas 13-16.
[Ilustración en la página 16]
Personas con hijos y sin cónyuge pueden entrenar a sus hijos de modo que ayuden a efectuar tareas domésticas
[Ilustración en la página 17]
‘Aparte un tiempo especial para estar con los hijos y hábleles en toda oportunidad’
[Recuadro en la página 19]
CÓMO ENFRENTARSE A LA SITUACIÓN
◻ Confíe en Dios ahora y abrigue la esperanza de la vida eterna que él ha prometido
◻ Manténgase en estrecha relación con Dios
◻ Siga participando en obra beneficiosa